El 06 de febrero de 2024 se dio un dictamen unánime afirmativo por las suscritas diputadas y suscritos diputados integrantes de la Comisión Permanente Especial de Turismo a la iniciativa de la diputada Vanessa de Paul Castro Mora, con el proyecto “DECLARATORIA DE INTERÉS PÚBLICO DEL DESARROLLO TURÍSTICO, CULTURAL, ECOLÓGICO, ARQUITECTÓNICO Y NATURAL DE BARRIO AMÓN”, publicado en La Gaceta N.° 162, Alcance 170 del 05 septiembre de 2023.
La Asamblea Legislativa de la República de Costa Rica decretó lo siguiente:
ARTÍCULO 1- Declaratoria de interés público
Se declara de interés público el desarrollo turístico, cultural, ecológico y natural de Barrio Amón y Barrio Otoya, para lo cual el Estado, por medio de sus instituciones públicas, podrá promover el desarrollo, conservación y promoción turística en la zona, bajo el esquema de un desarrollo sostenible y un manejo más adecuado de conservación del medio ambiente, que fortalezcan la condición social, cultural y económica de la zona.
ARTÍCULO 2- Apoyo institucional
El Estado apoyará las iniciativas de desarrollo local y las actividades de las micro, pequeña y mediana empresas, vinculadas al desarrollo turístico, buscando mantener, proteger y potenciar el patrimonio y los bienes culturales en la zona.
La presente información fue enviada a SURCOS por el despacho de la diputada Vanessa de Paul Castro Mora. Para saber más sobre este dictamen refiérase al documento adjunto.
El Estado costarricense demoró medio Siglo (1974 – 2024) para planificar la administración ordenada de las áreas de Zona Marítima Terrestre ZMT) del país.
Este retraso, agravado por la fragilidad humana de la corrupción en la administración de los asuntos públicos, ha provocado un desorden absoluto en las zonas costeras.
Lo cual ahora los gobernantes de turno pretenden resolver sin afrontar las consecuencias económicas de su propia negligencia; y peor todavía, con un Manual de Ordenamiento carente de EQUIDAD en sus normas de Zonificación.
A quienes con harta soltura señalan a los habitantes costeros como “PRECARIOS” de lo demanial, les diré lo siguiente: «Siempre es más fácil ver la paja en el ojo ajeno que la viga en el propio». (Lucas 6:37-42)
Al abordar este tema es necesario tener presente la importancia de la equidad en las normas de zonificación para garantizar un desarrollo sostenible y justo para todas las comunidades afectadas. La exclusión de comunidades vulnerables del desarrollo turístico sin duda perpetuará desigualdades y marginación.
Tanto el Concejo Municipal del Cantón de Talamanca, como su alcalde de turno y la Comisión del Plan Regulador, les corresponde abogar por políticas que promuevan la inclusión y participación de todas las comunidades en el desarrollo turístico, asegurando que se respeten sus derechos y se aborden las desigualdades existentes. Cosa que no han hecho.
La equidad en las normas de zonificación es fundamental para crear un entorno justo y equitativo para todos los habitantes costeros de nuestro país.
Es fundamental que las políticas de zonificación tengan en cuenta la diversidad de las comunidades locales y promuevan un desarrollo sostenible que beneficie a todos.
La planificación de las áreas costeras debe ser inclusiva y considerar los intereses de las comunidades locales, garantizando su participación en el proceso de toma de decisiones.
Las concesiones municipales pueden ser una herramienta útil, pero es importante que se apliquen de manera justa y equitativa, protegiendo los derechos de las comunidades locales y evitando su desarraigo.
Promover una política de equidad en las normas de zonificación es esencial para garantizar un desarrollo sostenible y justo en las áreas costeras, protegiendo el patrimonio cultural y ambiental de las comunidades locales; elementos ausentes tanto en el actual Proyecto de Plan Regulador Costero del Distrito de Cahuita, Talamanca, como en todas las demás áreas costeras del Caribe costarricense.
Si cree, como yo, que un reinicio o un nuevo comienzo de este Plan Regulador es necesario para evitar daños a las generaciones actuales y futuras, puede que valga la pena explorar formas de abordar estas preocupaciones y trabajar por un futuro más sostenible y positivo.
Entonces, la colaboración, la comunicación y un compromiso compartido para marcar la diferencia pueden ayudar a allanar el camino para un mañana mejor.
Recuerde que cada individuo tiene el poder de marcar la diferencia y, al tomar medidas reflexivas e intencionales, podemos crear un mundo que sea más inclusivo, sostenible y solidario para todos. Trabajemos juntos para construir un futuro mejor para las generaciones venideras.
De 1920 a 1975 se perforaron 18 pozos profundos en la zona sur de Limón: 17 terrestres y uno marítimo.
En 14 pozos se obtuvieron muestras de petróleo y gas metano, que no nos dicen nada de las cantidades y calidades, que se podrían explotar comercialmente. La inversión en los procesos de exploración, son tan cuantiosas, que para el Estado costarricense sería imposible embarcarse en un proceso semejante, por lo que habría que dar concesiones a los foráneos interesados.
Ellos, de acuerdo con nuestra deficiente ley de Hidrocarburos, se llevarían hasta el 85% del valor del petróleo extraído, en caso de que éste fuere explotable. Mientras tanto, otras de las amenazas que son vitales para Costa Rica, son las ambientales. Factor innegable, fundamentalmente por el valor intrínseco de la biodiversidad y el paisaje, y porque el principal atractivo turístico de nuestro país es el todavía limpio contexto ambiental.
Lo que no puede desdeñarse, es que, al ser el turismo la principal fuente de divisas extranjeras y de empleo, no tiene sentido invertir en una actividad, como la petrolera, que eventualmente pudiere a afectar sensiblemente, el desarrollo turístico.
¡Es tan malo el «negocio», que cuesta entender cómo todavía hay costarricenses promoviendo algo tan nefasto para el país!
El pasado 11 de setiembre de 2022, se envió a la diputada Marta Carballo, diputado Salas y Comisión Caribe, una carta con respecto a sus declaraciones en un audio y su forma despectiva hacia los animales. Empero, se socializó información sobre la protección de los monos y el desarrollo turístico del Caribe Sur, que están provocando construcciones sin control en zonas protegidas.
Por otra parte, el turismo es uno de los graves impactos para el hábitat de muchas especies con las cuales debemos de aprender a convivir, pero no se está haciendo ningún esfuerzo para alcanzarlo, todo lo contrario, pues lo que están defendiendo, es la causa de la destrucción de los ecosistemas de esta región, en dónde las mismas comunidades se van a ver seriamente afectadas, porque es un problema de salud pública, salud integral.
Lamentablemente por más que se trabaje en educación ambiental desde las universidades públicas, ONG, comunidades, las personas que desean dejar algo a las presentes y futuras generaciones es cada día más difícil proteger.
¡El ser humano es apenas parte de un todo, no somos el centro del Universo, somos parte del mismo!
La semana anterior el Instituto Costarricense de Turismo (ICT) y el Centro Latinoamericano para la Competitividad y el Desarrollo Sostenible (CLACDS) presentaron el índice de progreso social turístico.
Los resultados del IPS Turístico revelaron que el primer puesto lo ocupa La Fortuna, con 77,88 puntos, el segundo Monteverde, con 77,74 puntos y el tercero San Vito, con 77,69 puntos. La cuarta posición pertenece a la Zona Los Santos con 74.98 puntos y Turrialba con 74.80 puntos.
Según el ICT y el CLACDS, el Índice de Progreso Social (IPS) consiste en una herramienta para medir y entender de forma concreta el bienestar de las personas en los destinos turísticos, y mejorar, a partir de este conocimiento, la forma en que se establecen las agendas público-privadas para fomentar el progreso social y un crecimiento económico incluyente y sostenible (INCAE,25-2-2020).
No obstante más allá de la medición efectuada, es importante destacar el impacto que el turismo ha tenido en el desarrollo de las regiones del país, en particular de las regiones periféricas y las que presentan los indicadores socioeconómicos más bajos a nivel nacional.
Al respecto la Directora del ICT, resaltó que en términos generales los centros de desarrollo turístico tienen mejores resultados de progreso social que los cantones en los que se encuentran. Esto valida la importancia social y económica del turismo, así como las posibilidades de desarrollo integral que presentan para sus habitantes, principalmente en las zonas alejadas del centro del país.
No obstante, es bueno establecer las dimensiones de ese progreso a nivel local y cantonal, ya que en algunos casos el desarrollo turístico impacta de manera diferenciada los distritos y comunidades particulares como en Monteverde o la Fortuna o lo hace en el ámbito cantonal o regional más amplio, como la zona de los Santos, Turrialba o Coto Brus.
Al respecto, es oportuno señalar que San Carlos se encuentra en el puesto 51 del Índice de Desarrollo Humano Cantonal del PNUD, el cantón de Puntarenas del que Monteverde es el 9º. Distrito ocupa el puesto 59, Coto Brus al que pertenece San Vito tiene el puesto 76, los cantones de la zona de los Santos, Dota ocupa el puesto 68, seguido de Tarrazú el 69 y León Cortés el 71, mientras que el cantón de Turrialba, ocupa la mejor posición del IDH con el puesto 44, evidenciando que el desarrollo turístico podría tener impactos desiguales en el desarrollo humano de las comunidades y cantones.
Esta vinculación entre el índice de progreso social turístico y el índice de desarrollo humano, revela las particularidades del desarrollo turístico en algunos casos localizado en comunidades específicas, que por la riqueza de sus recursos naturales, la capacidad de gestión de las organizaciones locales y la redistribución de la riqueza generada entre los actores locales, han logrado impactar el desarrollo humano y constituirse en una alternativa de desarrollo regional.
Es importante también, valorar la articulación del desarrollo turístico local con las iniciativas y programas gubernamentales de desarrollo regional, como serían las propuestas de la Franja de Desarrollo en la zona Huetar Norte y los programas de Desarrollo del Pacífico Central y la Región Brunca, en los cuales el componente del turismo ha sido incluido como acciones puntuales o como acciones de mediano plazo.
De esta forma aparecen, en la región Huetar Norte, las acciones del proyecto del aeropuerto de Altamira y la ruta Maleku de turismo rural, en el Pacífico Central, el Parque del Muellero en el Paseo de los Turistas, la construcción del Puente de Mata de Limón, el Atracadero de Isla Chira y el Acondicionamiento turístico de la Isla San Lucas, mientras que en la región Brunca, están el aeropuerto de Osa, el muelle de Golfito, la iniciativa Caminos de Osa y el atracadero de bahía Drake.
En la zona de los Santos, ligadas a la producción de café y de otras actividades agroindustriales como los frutales de altura y la producción de truchas, se impulsan los tours del café, las visitas a micro beneficios de café, los tours a la reserva los Quetzales y los emprendimientos para la pesca de truchas. En Turrialba, en el plan Turrialba piensa en Grande, se impulsa la consolidación del turismo, como Ciudad turística inteligente. (Masís, G, 2019).
En los últimos años, el turismo se ha convertido en un nuevo eje de acumulación que ha desplazado o complementado a actividades económicas tradicionales como la agricultura y su impacto en el desarrollo regional puede asociarse a lo que se ha denominado “modelos de desarrollo turístico”(FLACSO,2002, p.48-49) que en el caso de algunos de los lugares analizados ha tendido a un modelo integrado, en los que se logrado una mayor participación de las poblaciones locales en la gestión del turismo, una mejor apropiación de las comunidades locales de los beneficios generados, junto a una adecuada protección y conservación de los recursos naturales y el paisaje.
La Asociación para el Desarrollo de la Ecología envió una nota a la Municipalidad de Talamanca, dirigida al Sr. Marvin Antonio Gómez Bran, en la cual solicita «copia integral del convenio presuntamente suscrito entre ese Municipio y el CONAVI». Con esta acción, la organización busca conocer «los alcances del mismo y analizar cuáles obras implica y cuáles se han realizado, qué tipos de obras fueron contempladas para la protección de la fauna, qué tipo de estudios se realizaron en resguardo de la capacidad de carga del REGAMA, así como el tipo de asesoría que tuvo ese gobierno local para realizar esta contratación, les rogamos adjuntarnos a la copia del convenio toda la información y acuerdos tomados para la aprobación del convenio».
Copiamos la carta:
Limón, 7 de julio de 2017
AEL-040-2017
Señor
Marvin Antonio Gómez Bran
Alcalde
Señoras y señores
Concejo Municipal
Municipalidad de Talamanca
Ref.: Convenio de ampliación de ruta hacia Refugio
Gandoca–Manzanillo (REGAMA) suscito con el CONAVI
Distinguido señor Alcalde,
Señoras y señores Regidores:
Requerimos de manera urgente, con fundamento en los artículos 11, 21, 27, 30, 46 y 50 de la Constitución Política, la Ley Orgánica del Ambiente No.7554, la Ley de Biodiversidad No.7788, la Ley de Protección al Ciudadano del Exceso de Requisitos y Trámites Administrativos No.8220 y el principio de transparencia, que interpongan sus buenos oficios a fin de suministrarnos copia integral del convenio presuntamente suscrito entre ese Municipio y el CONAVI.
Con el fin de analizar los alcances del mismo y analizar cuáles obras implica y cuáles se han realizado, qué tipos de obras fueron contempladas para la protección de la fauna, qué tipo de estudios se realizaron en resguardo de la capacidad de carga del REGAMA, así como el tipo de asesoría que tuvo ese gobierno local para realizar esta contratación, les rogamos adjuntarnos a la copia del convenio toda la información y acuerdos tomados para la aprobación del convenio.
Igualmente, les reiteramos la necesidad de conformar de forma inmediata, una Comisión Técnica, compuesta principalmente por profesionales calificados, expertos en ambiente, como los de la Escuela de Ciencias Ambientales de la Universidad Nacional, por ejemplo, a fin de asesorarse debidamente sobre materia tan delicada y compleja, habida cuenta de que algunas acciones recientes autorizadas por esa corporación municipal –tal como el otorgamiento de permios dentro de la Zona Marítimo Terrestre– podrían eventualmente acarrear responsabilidades administrativas y políticas, incluyendo la eventual cancelación de credenciales por parte del Tribunal Supremo de Elecciones o la Contraloría General de la República, ante el evidente irrespeto de los boletines judiciales relacionados con la Acción de Inconstitucionalidad (Expediente N°14-019174-0007-CO), actualmente en trámite, la cual de ser acogida podría ordenar la derogatoria de la Ley 9223 por inconstitucional.
Nuevamente les hacemos un respetuoso y vehemente llamado a la prudencia y la precaución del Concejo y el Alcalde Municipal, con el fin de que se asesoren adecuadamente y no se expongan a sanciones legales por desconocimiento de nuestro ordenamiento jurídico.
Reciban las muestras de nuestra consideración y quedamos a la espera de sus noticias, informándonos lo que corresponda, para lo cual atenderemos notificaciones al correo machore@gmail.com o al fax 2798-2645.
Mediante un oficio que compartimos, la Asociación de Desarrollo para la Ecología acudió al alcalde de Talamanca para dar continuidad a la gestión para crear una Comisión Técnica para analizar situación del Refugio Gandoca–Manzanillo.
La nota, firmada por Marco Levy Virgo, presidente de la Asociación de Desarrollo para la Ecología señala en su primer párrafo: “De conformidad con el oficio de referencia, nos hemos enterado de que el honorable Concejo Municipal de Talamanca le trasladó a su despacho, para su análisis y recomendación, nuestro oficio AEL-037-2017 de fecha 22 de junio en curso, donde sugerimos al señor Alcalde y al Concejo, con todo respeto, que consideraran la posibilidad de solicitar formalmente al señor Ministro de Ambiente y Energía, Dr. Edgar Gutiérrez Espeleta, la conformación de una Comisión Técnica, integrada por profesionales calificados, expertos en temas ambientales para analizar la situación global del REGAMA, la Ley Nº9223 y otras acciones puntuales relacionadas”.
En la nota se sugiere posibles integrantes de una eventual comisión técnica.
Este es el texto enviado a SURCOS.
Limón, 27 de junio de 2017
AEL-038-2017
Lic. Randall Salas Rojas
Asesor Jurídico
Municipalidad de Talamanca
Ref.: Oficio SCMT-INT-243-2017 de 27/6/2017
y situación del Refugio Gandoca–Manzanillo (REGAMA)
Estimado licenciado Salas:
De conformidad con el oficio de referencia, nos hemos enterado de que el honorable Concejo Municipal de Talamanca le trasladó a su despacho, para su análisis y recomendación, nuestro oficio AEL-037-2017 de fecha 22 de junio en curso, donde sugerimos al señor Alcalde y al Concejo, con todo respeto, que consideraran la posibilidad de solicitar formalmente al señor Ministro de Ambiente y Energía, Dr. Edgar Gutiérrez Espeleta, la conformación de unaComisión Técnica, integrada por profesionales calificados, expertos en temas ambientales para analizar la situación global del REGAMA, la Ley Nº9223 y otras acciones puntuales relacionadas.
Citamos como ejemplo de posibles integrantes de una eventual Comisión técnica, aquellos funcionarios que trabajan con instituciones públicas, organismos internacionales y ONG´s tan serios y de tan reconocida reputación como la Fundación Neotrópica, el Centro Científico Tropical, la UICN, la Escuela Ciencias Ambientales de la Universidad Nacional y la FECON, ya que ellos estarían en capacidad de valorar objetivamente (es decir, con criterios científicos), los efectos que podría tener y está produciendo ya la “Ley de Reconocimiento de los derechos de los habitantes del Caribe Sur” (No.9223, conocida como Ley Céspedes); además de establecer, específicamente, la viabilidad de la actual ampliación de las vías hacia el Refugio Gandoca-Manzanillo, las que presuntamente, estarían provocando el drenaje de humedales y aumentando la capacidad de carga de la zona, sin que se hayan conocido previamente los necesarios estudios técnicos de rigor.
Lo anterior, lo planteamos principalmente debido a que, desde hace algunos años, hay en el Caribe sur una enorme presión a favor de la aprobación de proyectos de desarrollo económico y turístico de diverso tipo, que eventualmente podrían constituir una seria amenaza a los recursos naturales del REGAMA.
Igualmente manifestamos –y reiteramos– nuestra preocupación porque, a pesar de la Acción de inconstitucionalidad (Expediente N°14-019174-0007-CO) en trámite en la Sala IV contra la Ley Nº9223, ni el Concejo ni la Alcaldía parece que no han considerado el principio precautorio “in dubio pro natura”, para evitar la comisión de daños ambientales de difícil o imposible reparación y por tanto, esperar la resolución de la Sala sobre el particular.
El problema que estamos tratando, requeriría de una acción política basada en ese principio precautorio, en la prudencia y la debida asesoría científica en todos sus extremos en la toma de decisiones.
Le remitimos nuevamente a la construcción de la carretera que aludimos y compruébese lo que decimos, según el siguiente vídeo:
Por todo lo anterior, reiteramos nuestra sugerencia y confiamos en que un organismo científico–técnico, fuera de presiones políticas y económicas, pueda producir resultados –recomendaciones al Concejo y la Alcaldía–, que sirvan de fundamento para la toma de decisiones.
No quisiéramos tampoco que, eventualmente, por decisión de la Sala Constitucional, haya que anular decisiones y permisos y concesiones mal otorgadas y que los funcionarios públicos deban asumir sanciones que no van a revertir los posibles daños causados al ambiente, que es en primer y último término nuestro interés en este asunto.
Reciba las muestras de nuestra consideración y confiamos en que su recomendación al Concejo y la Alcaldía será, sin duda alguna, la del respeto al bloque de legalidad y a la jurisprudencia constitucional en materia ambiental y a la observancia del principio precautorio tan sabio y tan necesario en la materia que tratamos.
Nos ponemos a sus órdenes para ampliar cualquier aspecto de nuestro interés, y con gusto atenderemos notificaciones al fax 2798-2645 y al correo machore@gmail.com
Anoche tuve un sueño, en el que viajé al futuro y pude observar el país en el año 2060. Vi grandes extensiones de ciudades compactas, con sistemas modernos y eficientes de transporte público, donde tranvías y trenes eléctricos de extrañas formas recorrían las ciudades y sus alrededores. Bulevares con zonas verdes daban vida y movilidad peatonal a las ciudades y miles de autos eléctricos, la mayoría autónomos, se movían por calles que los cargaban automáticamente a su paso. Los techos y paredes de casas y edificios eran paneles fotovoltaicos de muy alta eficiencia y sistemas de redes inteligentes comunicaban a personas y artefactos. Pude observar mucha gente caminando con celulares en sus manos que proyectaban curiosas imágenes holográficas y robots o androides compartiendo la vida en sociedad con las personas. Me complació mucho ver ciudades limpias, altamente tecnológicas y modernas, aunque noté demasiado concreto o metal y poca vegetación. Percibí además, que a pesar de tanta tecnología, la gente no era sinceramente feliz y había muchos corazones vacíos y faltos de valores.
Decidí entonces viajar hacia las zonas rurales, en busca de los Parques Nacionales, esperando encontrar la extensa y diversa naturaleza que hoy poseen. Conforme recorría zonas me iba dando cuenta cómo muchos parques habían perdido territorio, producto de la expansión de la frontera urbanística y agropecuaria, lo que quedaba con naturaleza inalterada eran si acaso las zonas centrales de dichas áreas protegidas.
Sobrevolé el Parque Nacional Rincón de la Vieja, en Guanacaste, y observé que estaba saturado de proyectos geotérmicos. Tuberías, pozos, caminos de penetración, tomas de agua, casas de máquinas, lagunas de residuos y otras estructuras se extendían por todo el parque y aunque había remanentes de los ecosistemas originales, el concepto y naturaleza del Parque Nacional como zona para la conservación se había perdido, y por el contrario, el desarrollo electro-energético era ahora la prioridad. Lo mismo hice con el Parque Internacional La Amistad y su vecino el Parque Nacional Chirripó y lo que descubrí me heló la sangre: decenas de proyectos hidroeléctricos habían sido construidos en las partes altas y medias de las cuencas, con represas, embalses, caminos de penetración, tuberías y casas de máquinas. Además, se había abierto el Parque al desarrollo turístico masivo, y muchos hoteles y cabinas de montaña, se instalaban en sitios estratégicos. El Valle de los Lagos y los Crestones, sitios icónicos del Parque Nacional Chirripó, eran lugares inundados de turistas, teleféricos, tranvías eléctricos y modernos cuadra-ciclos recorrían el parque de un lado a otro. Sentí mucha tristeza, porque de la magia, el misterio, la tranquilidad y la naturalidad que poseía el sitio, no quedaba más que el recuerdo.
Horrorizado por lo que observé, decidí huir más al sur, buscando el Parque Nacional Corcovado, otrora paraíso ecológico, pero el panorama no resultó muy diferente, el cambio en el parque era radical. Se permitía la explotación forestal por medio de modernos equipos aéreos, similares a helicópteros, que cortaban y levantaban los inmensos árboles y los trasladaban a los sitios de almacenamiento. Pozos de extracción de gas natural y petróleo se habían perforado en diversos puntos del parque y la minería de pequeña escala había obligado a otorgar territorios a los oreros, que finalmente le habían ganado la partida al Estado. Además, la cacería deportiva seguía siendo un serio problema en esa época, a pesar de los controles policiales. Ante tanto desarrollo y actividad humana, de los ecosistemas y la fauna silvestre original que tenía el parque no quedaba casi nada.
Decidí hablar con uno de los guarda-parques, en busca de explicaciones. Me indicó que en los inicios del siglo se habían promulgado leyes para abrir los parques nacionales a proyectos geotérmicos y de acueductos, y que este cambio radical en el paradigma de los parques como zonas para la conservación, dio origen a una cadena progresiva de posteriores desarrollos, entre ellos, el turismo masivo, supuestamente “sostenible”, las hidroeléctricas y el gas natural, argumentando conveniencia nacional y autonomía energética, primero con proyectos de carácter estatal y luego privados. El alto crecimiento poblacional obligó también a destinar algunas áreas protegidas para desarrollos urbanísticos y para actividades agrícolas y pecuarias.
Me contó que en esos años, a los que intentaron oponerse a esas aperturas los llamaron retrógrados y radicales y los acusaron de oponerse a lo conceptos supuestamente modernos en esa época, como el desarrollo sostenible y el eco-manejo, que se veían en esos años como la gran panacea que todo lo podía resolver y al final, por no fijar límites, solo constituyeron excusas para impulsar más explotaciones y aprovechamientos humanos de los Parques Nacionales. Me indicó que los líderes políticos y la sociedad se arrepentían profundamente de no haber protegido como debían esa enorme riqueza y de no haber mantenido al menos un porcentaje del país inalterado para el futuro, lo que hizo que se perdieran paisajes, biodiversidad, especies y material genético, para siempre. Con pesar señaló que los parques nacionales se habían convertido en zonas inundadas de proyectos de infraestructura comercial e industrial, con solo algunos pequeños bosques remanentes, totalmente fragmentados y aislados. La naturaleza prístina y los paisajes inalterados, ya no existían en nuestro país. Por un afán desmedido de beneficio económico o producción energética, se habían destruido los Parques Nacionales.
Me desperté sobresaltado, pero contento de darme cuenta que todo no fue más que un mal sueño, una terrible pesadilla. No pude dormir el resto de la noche, divagando en reflexiones filosóficas sobre si era posible cambiar el futuro con nuestras acciones o si el mismo ya estaba predeterminado. Me inclino por lo primero, y por creer que aún estamos a tiempo de mantener estas áreas protegidas como zonas para la conservación, libres de proyectos de infraestructura de gran escala, me aferro a la idea de poder salvaguardar su rica naturaleza y los servicios eco-sistémicos que nos brindan: agua, aire, suelo, biodiversidad, ecoturismo, belleza escénica, crecimiento mental y espiritual, como el legado natural fundamental que podamos heredar a las futuras generaciones.
Costarricenses, luchemos porque ese futuro que visualicé en mi sueño nunca llegue a ser realidad y que las pretensiones de algunas personas, instituciones, diputados o partidos políticos, que actualmente buscan desesperadamente como abrir estas áreas a explotaciones comerciales o industriales, no tengan nunca éxito. Aún estamos a tiempo. “Parques Nacionales para la conservación”, debería ser la consigna que nos una como país, por la defensa y protección a perpetuidad de estos importantes sitios.
(*)Ingeniero Civil. MSc en Manejo de Recursos Naturales y Cuencas Hidrográficas. Correo electrónico:rportilla23@yahoo.com.mx