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Etiqueta: testimonio

“La Generala del 48, una mujer de armas tomar” de Lucía Fallas Chacón. Editorial UNED. 2024

Memorias de líderes y testimonios de guerra.

Por Macarena Barahona Riera

La memoria histórica de un pueblo refleja los intereses de un grupo por conocer, explicar y revalorar determinados acontecimientos. Es un proyecto político que controla un pasado, construye identidad y transforma el imaginario social que une a una sociedad.

El grupo victorioso de la guerra civil costarricense de 1948, por décadas ha construido mitos, falacias y elaboraciones propias desde su visión de combatientes, dirigentes, militares, poseedores del poder y la verdad.

La memoria debe construir identidad, en el caso de Costa Rica, ha creado una ficción desprovista de lo vivido por cientos de costarricenses, una manera ruda de no ver el pasado, de vaciar la memoria histórica de una sociedad, para controlar pasivamente a una realidad usurpada.

Pero un testimonio, es una posesión de los recuerdos, es recuperar libertad, la memoria de alguna forma recompone el pasado, dignifica lo vivido, es un relato humano de memoria , ausculta la verdad de hechos vividos, muchas veces silenciados.

Revisar el pasado es entender lo que pasó para que no vuelvan a pasar, hay que revisar y no negar.

El aporte que hace Lucia Fallas Chacón de editar el testimonio de su madre María Teresa Chacón Mora en la Editorial de la UNED, es invaluable para la memoria histórica de nuestra sociedad y de las mujeres particularmente.

Una guerra es un conflicto armado entre dos o más grupos, es la forma más destructiva y violenta del género humano implica la destrucción, implica el no respeto al enemigo ni a las normas comunes de convivencia, el uso de la fuerza y la guerra civil; una sociedad se divide y se fragmenta enfrentándose en general en dos bandos.

En el caso de Costa Rica la guerra se fragmentó en más de dos bandos y la destrucción de la paz se inició con actos terroristas e invasión de fuerzas extranjeras.

Sin entrar en un análisis de la guerra civil, si debemos pensar que el proceso de paz es el proceso en que se reconocen los derechos humanos y se reinstala la defensa y la permanencia de ellos como garantes de una sociedad democrática, esto duró muchísimo más tiempo y para eso está la memoria, para volvernos a permitir ver acontecimientos y poder reflexionar sobre la importancia de La Paz y los derechos humanos.

La participación de las mujeres,

de las mujeres en la historia de Costa Rica es un tema para mí de vida y de compromiso. Con respecto al tema de las mujeres y la guerra civil de 1948 hicimos un documental hace más de 20 años con Ana Xolchil Alarcón, muy premiado, llamado “ Las mujeres del 48” , cuando realicé la investigación estuve en todos los lugares donde hubo acontecimientos militares, acontecimientos violentos, donde fueron las batallas, donde hubo enfrentamientos y entrevisté a mujeres de cada uno de sus lugares y hombres también, ese material lo tengo preparado para dar testimonio y poder volver a los acontecimientos en la voz de ciudadanos costarricenses que sufrieron y vivieron esa violencia desatada que produce una guerra civil.

Doña María Teresa Chacón Mora, narra no sólo su vida, su liderazgo, sus intereses y a través de ella la historia de una gran familia y una comunidad, conocemos su vida, conocemos su trabajo, pero indudablemente sobresale su interés cívico su interés como costarricense en el tema de la política, su relación con el doctor Rafael Ángel Calderón, la actitud de defensa i de un gobierno y de unos resultados electorales que con el tiempo se ha aceptado que le pertenecieron al Dr Calderón Guardia.

Su valor su compromiso y esa memoria de denuncia franca y sincera, recordando nombres, recordando el vandalismo, la violencia que fue ejercida contra ella, los insultos, las amenazas, escupitajos, convirtieron la Escuela pública en una cárcel, la amenazaron y le dieron cárcel por casa a ella y a otros muchos costarricenses que habían perdido ya la guerra. Nos describe en su comunidad hordas asaltando a vecinos y vecinas y podemos reflexionar que ese pequeño universo sucedió a lo largo de todo nuestro país.

En eso llegó el padre Bolaños y me dice: “mira, Teresa, ten paciencia, dejaste insulten, si hasta adiós lo insultaron “ me tuvieron 18 horas sentada en una silla ya no aguantaba la cintura de ahí me pasaron a una cárcel que me dieron, un aula de la escuela por cárcel. Ahí vi que éramos como 80, 90; a cada rato llegaban en tropel eles, a todos los que cogían en sus casas: Tino porras, don Mariano Bermúdez, a la alcalde desamparados que era don Juan José Monge; a don Mariano lo pasaron desnudo y adonde David Rojas también cuando a mí me llevaron la orden del día llegó Miguel Caravaca y me dice: “ aquí traigo estas firmas, traigo esta orden del día para pasearla chinga, le vamos a cortar el pelo … por el frente la querida del padre Núñez, el padre y toda la procesión ahí. Al final me tuvieron nueve meses aquí amarrada el palo, que yo no podía ni respirar.”

Narra con valor esos momentos de violencia.

Otras muchas mujeres simpatizantes del Partido Republicano y del Partido Vanguardia Popular, como Corina Rodríguez de Cornick , Emilia Prieto Tugores, Luisa González Gutiérrez. Adela Ferreto Segura. María Bonilla, Pilar Bolaños, Alicia Albertazzi, María Ortega, María Josefa Esquivel Zapata, Mercedes Castillo, María Socorro Delgado, Estela Peralta, Esther Vázquez, Rosario Solano Mata detenidas en la Cárcel de Mujeres, las maestras y empleadas del estado, despedidas sin ningún derecho, el hostigamiento a estudiantes, de secundaria, primaria y universidad. Una política de odio e intolerancia.

El 17 de mayo de 1949 se publicaron unas condolencias al Pueblo de Costa Rica por parte del secretario de la confederación de trabajadores de América Latina Vicente Lombardo Toledano “la violencia política trajo a Carmen Lira hasta México. Arrancada de su pueblo y de su tierra, como acto final de una serie de ondas conmociones que sufriría la gran escritura de Costa Rica, Vivió en México llena de angustia por la suerte de los suyos y por los acontecimientos a lo largo de nuestro hemisferio. Enfermó aquí y la ciencia fue inútil para salvarle la vida. Su último deseo era el de morir en su patria; pero ni esto siquiera le fue dado “

¡Memoria viva, identidad, participación de las mujeres, resistencia de las mujeres costarricenses!

Este testimonio nos debe llevar a reflexionar sobre lo absurdo de las guerras, sobre la violencia en la destrucción de los derechos humanos y el valor innegable de la paz. En estos días en Costa Rica sufrimos enfrentamientos políticos violencia en el discurso político violencia en las calles la criminalidad del narcotráfico los Feminicidios la desigualdad social debemos construir procesos que abonen a la paz social y no a la guerra. Este es el testimonio del valor y el compromiso de una mujer extraordinaria.

A 77 años del inicio de esa guerra fratricida que pudo evitarse con más diálogo y compromisos éticos para que la paz no hubiera sucumbido con su terrible violencia desatada.

El movimiento de mujeres en Costa Rica continúa despatriarcalizando la historia, aportando una memoria histórica feminista.

Los países que llevamos dentro

Presentación de libro “Geografías de la nostalgia” del escritor
costarricense Minor Arias Uva, Casa Bukowsky ediciones 2024
en el Colegio Universitario de Cartago, Costa Rica.
17 de setiembre de 2024

Por Memo Acuña
Sociólogo y escritor costarricense

Al leer a Minor, resulta inevitable no pensar en el contexto actual de las movilidades humanas.

A las puertas de una posible solución electoral republicana en Estados Unidos encabezada por el siempre polémico, fanático y flemático Donald Trump, su campaña ha vuelto a colocar la migración y los migrantes (cierto tipo de migrantes, valga decirlo) en un lugar lleno de epítetos, insultos y promesas de nuevos endurecimientos en las políticas migratorias. Eso que al grueso del electorado con tintes nacionalistas tiende a alegrarle la tarde.

Entonces reflexiono sobre el sujeto migrante histórico, homínido y el actual en su acto de sobrevivencia. No distan mucho uno del otro. Lo que los distancia es apenas un segundo en el desarrollo de la humanidad.

Resulta difícil no pensar en ese contexto que viene.

En el que estamos atravesando ya con los tránsitos que vemos en nuestra región provenientes del sur. Luego de cruzar el inexpugnable Tapón del Darién en frontera entre Colombia y Panamá, lo que vemos a diario en nuestras calles centroamericanas son guerreros sobrevivientes, pulsiones, afectos, historias, vínculos, raíces vueltas camino.

Minor Arias Uva nos ha puesto en nuestras manos un libro-testimonio en el que raíces-memorias-olores-historias atraviesan transversalmente todos los textos que componen las dos partes de su “geografías de la nostalgia”, publicado a inicios de 2024 por el quijotesco proyecto literario panhispanico Casa Bukowsky, impulsado por el poeta y gestor cultural chileno Ivo Maldonado.

En este libro la migración adquiere nombres, paisajes, recuerdos, esperanzas, caras, cuerpos. Fuego y frontera enlazan las dos dimensiones narrativas poéticas a través de las cuales Minor va trazando un bordado de afecto y de ternura, un logro realmente significativo cuando se decide hablar sobre un tema doloroso que ha partido en dos muchas historias individuales y colectivas en nuestras sociedades.

Resulta imposible no ubicarse emocionalmente en el sentido cuando al inicio, para despejar la posible incógnita de la amargura, declara:

“Me iré mañana con todo el peligro de los muros,
Con una deuda asfixiando mis sueños.

Me iré en la noche
Para no escuchar el llanto de los niños.

Ella me abraza desde su poder y angustia.
Me enjuago la boca con aguadulce para besarla.

Aquella luz es mi casa”.

Hablar de la migración (la histórica, la de los primeros seres humanos sobre la tierra, la contemporánea, la regional) desde el relato amoroso y cierto con que el autor sucede al tema, solo confirma su estatura y su bagaje por estos sitios poéticos que suelen ser duros, cobijados por la ira, el enojo y la frustración vueltas imágenes.

Por ello, con el permiso del poeta a quien estimo y admiro por su don de humanidad siempre impregnado en el abrazo fuerte con que suele recibirnos, me atrevería a colocar este “Geografías de la nostalgia”’ junto a un conjunto de textos poéticos contemporáneos que abordan la migración desde la región que somos.

Por allí asoman el Libro Centroamericano de los muertos, de Balam Rodrigo, Despatriados de Chary Gumeta, Ropa Americana, de Dennis Ávila y Red Border, de Armando Salgado. También un número especial de la Revista Digital Salvadoreña El Escarabajo publicada en 2022 llamada “Vámonos Patria a Migrar, yo te acompaño” en la que se incluyeron varios autores desde la poesía y la reflexión sobre la movilidad en el contexto regional.

Aquí y desde ahora, Geografías de la nostalgia deberá ser nombrado junto con esos abordajes escritos con el corazón. Tan solo un registro de la importancia de este libro nos revela su verdadera dimensión:

Cavilaciones desde el exilio

Mi acento es mi antorcha.
Saben de dónde vengo.
Se han acostumbrado a mi poesía
Abundante de hilachas
Raíces expuestas sosteniendo la piedra.

Vuelvo al aroma de los guayabales,
A las manzanas de agua tapizando la hojarasca,
A la jugosidad de una guanábana.
Al café,
A los pejibayes
Y la abuela dejando las cordilleras para llegar a mi nacimiento.

Puedo regresar,
pero ya no tengo piernas para morir
en aquella montaña.

La vejez me llegó como un torbellino.

Leyendo a Minor, me resulta imposible no hacer intertextos con cuatro propuestas de mi autoría: déjennos pasar, la niña con globo, la fugitiva y estos tiempos Fermina, escrita en Tegucigalpa el 11 de marzo de 2020 cuando el mundo entró en una nueva fase civilizatoria sin retorno.

Estos vínculos poéticos con Minor, me dicen que no estoy equivocado y que sigo el mismo cordón umbilical hacia la ternura con la que trabaja el poeta en este ejercicio que hoy nombramos.

Quisiera, antes de entregarles mis apuntes finales, hablar de esos países que todos y todas llevamos dentro. Algunos son amplios, anchos, otros apenas una franja de tierra, de sangre, de memoria.

La memoria al igual que la nostalgia son recursos por medio de los cuales los migrantes persisten al olvido, permanecen en el recuerdo.

En un trabajo al que acudo constantemente cuando el tema de la nostalgia en la migración me interpela (el país al que nunca se llega, 2004), el sociólogo argelino Abdelmalek Sayad había anotado ya esa funcionalidad de la nostalgia como motor y bujía que pone a funcionar el migrante en un territorio físico y emocional que no es el suyo.

Dice entonces Sayad:

“El exilio es ese momento en que el ser humano experimenta, a menudo de manera dolorosa, un apego casi carnal por el territorio (país, suelo natal, patria) y por el grupo (familia, parentela, comunidad, nación) de que proviene.

Ese espacio, que nos configura y que a la vez configuramos a nuestra medida, es también el de la nostalgia: el mal del retorno. La palabra enuncia a la vez la causa y el remedio.

Llevada por la ilusión de que el remedio (el regreso) bastará para curar el mal suprimiendo la causa (el exilio), la nostalgia pone en marcha una patética labor de memorización, de reminiscencia, de imaginación. Los lugares elegidos a tal efecto se convierten en objetos de auténtica veneración, y el espacio y el tiempo se sitúan en un mismo plano, haciendo creer que la abolición de uno entraña la del otro”.

La propuesta de Minor Arias Uva es entonces colocar a la nostalgia en ese lugar empírico que todos llevamos dentro: ese país que construimos y que nos construye permanentemente.

A entrar en el sin pasaporte, sin frontera, sin dolor pero con la historia en nuestros pies y nuestros corazones. Porque el libro de Minor es un corazón que palpita en movimiento.

Memo Acuña González
Cartago
17 de setiembre de 2024

Charla motivacional y testimonio de vida para jóvenes, padres y madres

¿Cómo se vive dentro de una cárcel a causa de una vida delictiva que inició desde la juventud? ¿Cuáles son las causas por las cuales un joven cae en las manos de la delincuencia y las drogas y sus consecuencias?

Escuche las respuestas a estas y otras preguntas en la boca de dos personas que pasaron lastimosamente por esa experiencia, Luis Hernández e Ivonne Jiménez, que hoy desean dar un mensaje directo, claro y constructivo a los jóvenes, padres y madres de familia en momentos en que la violencia se apodera de los colegios y sociedad en general.

La charla es gratuita y se realizará este viernes 14 de octubre a las 5 p.m. en el Salón contiguo a la Iglesia Cristiana que está sobre ruta nacional en Calle Chizos (San Isidro de Heredia).

En la entrada de la charla se aceptarán donaciones de alimentos no perecederos o enlatados y artículos de limpieza personal para los charlistas.