Este es un proyecto de Iniciativas Estudiantiles de la Vicerrectoría de Acción Social de la Universidad de Costa Rica. El proyecto IE-118, Tradición oral sobre los macrohongos en las comunidades indígenas de Bajo Coén y Coroma, en Bribri, Talamanca, trata de la construcción colectiva de la recuperación de los saberes ancestrales alrededor de los macrohongos de las comunidades de Bajo Coén y Coroma.
Información de la Vicerrectoría de Acción Social, UCR.
Que el Consejo de Programas Institucionales de Acción Social es una instancia conformada por los Programas Institucionales de Acción Social, el cual fue concebido e instaurado por la administración de la anterior vicerrectora de Acción Social, ML Marjorie Jiménez Castro, con el fin de articular esfuerzos, experiencias, áreas de conocimiento específico y recursos para potencializar el impacto de la Acción Social desde los Programas como órganos especializados.
Uno de los propósitos de este Consejo ha sido el analizar las propuestas de reglamentación para la Acción Social y para los Programas Institucionales a partir de la propuesta de Reglamento de la VAS y la R-200-2018 impulsada por Rectoría.
Es importante destacar que ninguna de estas últimas propuestas reglamentarias fueron informadas, ni consultadas con los Programas Institucionales de Acción Social, por tanto, no se desarrollaron de manera participativa con los actores directamente involucrados.
A partir del conocimiento del dictamen CIAS 6-2019, a finales de noviembre del año pasado, se hizo entrega de una nota con fecha 2 de diciembre 2019, a la directora del Consejo Universitario. En la nota se solicitó: 1) un proceso amplio de consulta participativa con todos los programas de la Universidad que se extendiera hasta el mes de junio del 2020; 2) estudiar a fondo la propuesta y hacer las observaciones pertinentes; 3) agendar una audiencia ante el citado Consejo y 4) que la administración no tome acciones de fondo que afecten el quehacer de estos Programas.
Por acuerdo del Consejo Universitario se determina el período de consulta de la R273-2019 (Reglamento de programa institucional en la Universidad de Costa Rica) y se pone a disposición a la comunidad universitaria del 10 de diciembre 2019 hasta el 31 de marzo 2020, lo que significa que a la fecha no hay reglamentación oficial vigente para los Programas Institucionales de Acción Social.
Asimismo, el Consejo de Programas Institucionales de Acción Social solicitó una reunión con la actual vicerrectora, gestión que fue denegada por ella en el oficio VAS 8447-2019, al considerar que reuniones individuales con las distintas coordinaciones de estos son un mecanismo suficiente, sin embargo a la fecha, algunos Programas tampoco han sido atendidos en estas reuniones individuales.
Es pertinente aclarar que algunos de los Programas Institucionales surgen en el seno de la Vicerrectoría de Acción Social, y otros junto con la Vicerrectoría desde diferentes Unidades Académicas. A la fecha no hay un documento formal que establezca que los Programas Institucionales de Acción Social -no como suma de proyectos- deben estar inscritos y aprobados en una Unidad Académica que los “respalde y les dé seguimiento”.
Es preocupante la tendencia de cambios frecuentes en la conducción de la Vicerrectoría de Acción Social, lo cual, entre otras cosas vulnerabiliza esta área sustantiva tan importante para la Universidad pública y la sociedad costarricense.
Por tanto:
Según lo que se ha venido exponiendo, en este momento no existe un planteamiento objetivo, claro, ni un procedimiento formal establecido para realizar el traslado de los Programas Institucionales de Acción Social a las Unidades Académicas, como se está proponiendo por las autoridades correspondientes.
Las personas integrantes del Consejo de Programas Institucionales de Acción Social queremos ser enfáticas al afirmar que la existencia de los programas no incumplen la normativa establecida para la inscripción de Programas.
Todos los Programas Institucionales de Acción Social cuentan con diversos proyectos inscritos y por inscribir en unidades académicas, las cuales siguen el debido proceso de aprobación, ejecución y evaluación, mediante las Comisiones de Acción Social (CAS).
Como Consejo de Programas Institucionales de Acción Social no estamos de acuerdo con la forma de presentación de los nuevos requisitos, los cuales fueron comunicados de manera verbal en reuniones individuales, en la últimas dos semanas de trabajo del año pasado
Algunos de nuestros Programas se han visto debilitados con la reducción de sus cargas docentes, además, existe la incertidumbre de que eventualmente estos puedan ser afectados de otras formas administrativas.
Cabe destacar que las situaciones descritas han ocurrido a pesar de que aún no existe la normativa vigente que regule los Programas Institucionales de Acción Social.
El Consejo de Programas Institucionales de Acción Social propone a la comunidad universitaria que:
Es necesario facilitar un proceso participativo para el diseño, discusión y aprobación de la normativa que regule el funcionamiento de la figura de los Programas Institucionales de Acción Social.
Se requiere el análisis del espacio donde se ubique formalmente la figura Programa Institucional de Acción Social, dentro de la estructura universitaria, tal y como lo sugiere la Contraloría Universitaria en el Dictamen CIAS-6-2019 (p.8).
Las autoridades universitarias no tomen decisiones con respecto a los Programas Institucionales de Acción Social, hasta que exista la reglamentación debidamente aprobada que respalde dichas decisiones.
Dado el 21 de enero del 2020, Ciudad Universitaria Rodrigo Facio, San José, Costa Rica.
Programa Centros Infantiles Universitarios (CIUS)
Programa Institucional para la Persona Adulta y Adulta Mayor (PIAM) Programa de Educación Abierta (PEA)
Programa Interdisciplinario de Estudios y Acción Social de Derechos de la Niñez y la Adolescencia (PRIDENA)
Programa Kioscos Socioambientales para la Organización Comunitaria (Kioscos)
Programa de Economía Social Solidaria (PROESS)
Programa Institucional Osa Golfo Dulce (PiOsa)
Consejo de Programas Institucionales de Acción Social
A un año después del estreno en cines en Costa Rica, la película no para de tener funciones especiales en todo el país
En el próximo mes de octubre, dentro del marco del Día Internacional de la Persona Adulta Mayor, se realizarán varios cineforos gratuitos, en donde se contará con la participación de varios de los actores y actrices de la película “El Baile de la Gacela”.
Garabito, Aguas Zarcas, Cartago y Heredia serán las comunidades beneficiadas en esta ocasión.
Estas funciones son realizadas gracias al apoyo de la Vicerrectoría de Acción Social de la Universidad de Costa Rica, el Centro Costarricense de Producción Cinematográfica y los Centros Cívicos por la Paz.
«El Baile de la Gacela» se estrenó el año pasado en suelo nacional, con excelentes críticas y siete semanas en cartelera.
Fue ganadora del premio Golden Zenith a la Mejor Ópera Prima del Festival Internacional de Cine de Montreal, uno de los 15 Festivales de Cine Clase A del mundo.
En Costa Rica ganó «Mejor Dirección» en los Premios Nacionales de Cultura Costa Rica, y el Premio del Público en el Costa Rica Festival Internacional de Cine.
Ha tenido más de 30 funciones especiales por todo el país y Festivales de Cine alrededor del mundo.
Enviado a SURCOS por Karolina Hernández Chaves, Productora Audiovisual, Comunicadora y Gestora Cultural, Dos Sentidos S.A.
La Vicerrectoría de Acción Social y el Programa Kioscos Socioambientales de la Universidad de Costa Rica le invita este sábado 14 de setiembre, "Un día para compartir, En La Escuela La Trocha", de 9 a.m. a 6 p.m.
Encuentro universitario en Pacífico Central coincide en la creación de una Política de Extensión y Acción Social
El pasado 23 de julio se llevó a cabo el Encuentro de Fortalecimiento Regional Interinstitucional de Extensión y Acción Social en la Sede Pacífico de la Universidad de Costa Rica (UCR). Este es un espacio de interrelación y rendición de cuentas, para potenciar el nexo entre las universidades públicas, instituciones y actores locales de cada región.
Cada universidad pública estuvo encargada del desarrollo del encuentro en una región distinta (Chorotega, Brunca, Huetar Caribe, Huetar Norte y Pacífico Central). En el caso de la UCR, a partir de los resultados de las mesas de diálogo en la región Pacífico Central, en las cuales participaron 80 personas, se elaboró un documento que recoge los principales fundamentos para el accionar de las universidades en comunidad.
Los resultados de todos los encuentros serán insumos para el trabajo regional interinstitucional, en la búsqueda por mejorar los espacios de diálogo y trabajo en los territorios, vinculando el quehacer universitario al desarrollo económico, social, humano, sostenible y tecnológico de cada región.
“Este tipo de actividades permite un mayor acercamiento entre las partes involucradas en los proyectos, ya que muchas veces no existe un contacto directo entre ellas, esto ayuda a coordinar esfuerzos de una forma más eficiente, maximizar los recursos entre los participantes, así como también [crear] alianzas entre diferentes proyectos y grupos comunitarios”, indicó María José Quesada Chaves, coordinadora de Acción Social en la Sede Pacífico.
Luego de los encuentros regionales, los días 16, 17 y 18 de septiembre se realizará el primer Congreso Interuniversitario de Extensión y Acción Social en el cual participarán distintos actores vinculados a la acción social universitaria, entre ellos 50 personas representantes de las cinco regiones para exponer los resultados de los encuentros y el trabajo por realizar en cada comunidad. El congreso se llevará a cabo en la Sede Rodrigo Facio. Posteriormente, se trabajará en la creación de una política para la extensión y acción social universitaria.
Principales resultados del encuentro en la Región Pacífico Central
La conclusión principal del encuentro de la Región Pacífica es que la construcción de un país se da a partir de las regiones. Además, en el documento resumen se identifican cinco fundamentos para la extensión y acción social universitaria:
El valor que tienen las regiones en la conceptualización de nuestro país. “No podemos pensar que el país es una entidad y las regiones otra, no puede existir país sin regiones, por lo tanto, hay una relación holística: desde las regiones construimos el país y a partir del país también se reconstruyen las regiones”.
En las diferentes zonas se han encontrado situaciones que demandan una atención especial no solo de las instituciones universitarias, sino de la política pública en general y del país como un todo. Esto involucra al gobierno, a la fuerza empresarial, a las organizaciones sociales, y también a la ciudadanía.
La necesaria articulación de las universidades públicas. No es solo un tema de ahorrar recursos, tiene que haber un espíritu que unifique la acción universitaria. “La universidad pública existe para el desarrollo del país y de las regiones, esa es nuestra razón de ser. No somos un negocio o una forma de acumulación de riqueza, sino que somos una institución de servicio público y para eso nacimos como universidad”.
Una visión estratégica. Se trata de desarrollar un ejercicio que vislumbre el rol de la universidad. “No puede haber justicia si en las regiones hay discriminación, pocos recursos para las carreras y si las comunidades no son escuchadas para incluir en los programas de trabajo universitario las necesidades de las comunidades. Nos articulamos como universidades para aportar a la calidad de vida regional que es parte del desarrollo del país”.
La trascendencia de la participación ciudadana. La ciudadanía como fuerza transformadora se va a desarrollar en la medida que las comunidades logren su empoderamiento.
En el encuentro de la región Pacífico se planteó la idea de un país que se construye a partir de las regiones y regiones que se construyen con base en sus comunidades. Al trabajar de forma solidaria como universidades públicas y con base en agendas comunes regionales que reconocen fortalezas y desafíos, se puede aportar al desarrollo de las comunidades.
La Vicerrectoría de Acción Social y la Escuela de Sociología de la Universidad de Costa Rica le invitan a la Escuela Comunitaria del Sur: compartir de saberes, a realizarse este sábado 1 de junio y domingo 2 de junio en la Finca San Andrés y Finca Crun Shurim respectivamente.
Comunidades, organizaciones y gremios profesionales enriquecen la propuesta de la UCR en materia ambiental
Aprender a convivir y aprovechar responsablemente los recursos de la naturaleza sí es posible. Y la Universidad de Costa Rica (UCR) con variados programas, proyectos e iniciativas abren espacios universitarios para que la ciudadanía aprenda a aprovechar los recursos de forma sostenible.
Para acompañar a las comunidades, a las organizaciones populares y gremios de especialistas en sus metas ambientales, la Vicerrectoría de Acción Social (VAS) destina cada año parte de sus recursos financieros, humanos y logísticos en iniciativas que van desde proyectos de Trabajo Comunal Universitario, hasta actividades lúdico-pedagógicas y de formación accesibles para toda la población.
Con una inversión que superó los ₡220 millones en el año 2018, la VAS tiene en vigencia un total de 117 proyectos que cubren todas las regiones, que implican horas docentes y estudiantiles en investigación y acompañamiento comunitario.
En la salvaguarda de la conservación y recuperación ambiental, los recursos siempre son insuficientes, por ello las personas involucradas aportan además de su tiempo personal para trabajar mano a mano con las comunidades.
Los esfuerzos se dirigen en varios sentidos. Uno de ellos es la capacitación de profesionales de diversas carreras de las áreas de las ingenierías, las ciencias biológicas y geológicas, así como las sociales. Otro en capacitación de liderazgos comunales, además de reforzar el currículo escolar en centros educativos de primaria y secundaria.
De la mano con las comunidades
La VAS concibe su trabajo como un intercambio de saberes, en el que tanto los gestores comunitarios y el personal universitario diseñan las estrategias, acordes a las necesidades detectadas en ese proceso.
El magíster Freddy Arias Mora, coordinador del proyecto “Prevención de intoxicaciones en comunidades costarricenses” (TC-661), apuntó que gracias a una de las iniciativas se impulsó la formación de un grupo de mujeres emprendedoras que desarrollaron una harina a base yuca, como alternativa a las plantaciones extensivas de banano y piña que circundan la comunidad de La Primavera.
En ese sentido, el desarrollo de capacidades comunitarias en la gestión de los riesgos y la conservación ambientales caracterizan otros proyectos que vinculan distintos centros e institutos de investigación, así como escuelas de todas las áreas del conocimiento.
Otro ejemplo de los impactos que se logran es el Centro de Acción Social e Investigación en Mariposas (ED-2759), un espacio para la educación ambiental y la actualización de profesionales y personas emprendedoras interesadas en la reproducción de mariposas e insectos asociados a los ecosistemas nacionales.
El magister Luis Ricardo Murillo Hiller, coordinador del proyecto ED-2759, desde esa instancia no solo “se realizan actividades educativas, sino que también se apoyan a mujeres emprendedoras de muy escasos recursos en zonas rurales. Más de 20 mil personas en Guácimo, Guápiles, Siquirres, Guácima, Montes de Oca, Desamparados, entre otros cantones, han sido parte de estos procesos de acompañamiento comunitario. En total, “más de 1500 familias viven directa e indirectamente de la comercialización de mariposas, pues se genera conocimiento vital para sus operaciones”.
En esa misma línea de acción, los proyectos “Turismo en Ditsö Ka: cambio social y perspectivas de sostenibilidad” (ED-3392) e “Ingeniería de Biosistemas en el desarrollo de proyectos ecoturísticos en la zona indígena de Bribrí, Talamanca: caso Shuabb” (ED-3398) brindan acompañamientos a pobladores de esos territorios para impulsar actividades productivas sostenibles ambiental y financieramente.
A resguardar la calidad de vida
Gran parte del trabajo que se hace desde proyectos de vinculación universidad-sociedad están relacionados con la conservación y defensa de los mantos acuíferos.
Desde el año 2010, la Maestría en Hidrogeología y Manejo de Recursos Hídricos coordina el proyecto “Gestión y entendimiento del flujo de las aguas subterráneas” (ED-2799). Desde entonces, “se ha fortalecido el rol preponderante de la UCR en la capacitación y actualización de los profesionales sobre los recursos naturales, especialmente para concientizar sobre la necesidad de utilizarlos sosteniblemente”, dijo la magíster Ingrid Vargas Azofeifa, coordinadora del mismo.
Con charlas, talleres, sesiones formativas y docentes, personas de instituciones vinculadas con el sector hídrico y comunidades han intercambiado saberes alrededor del ED-2799. “Este proyecto nos ha brindado retroalimentación del quehacer universitario hacia la sociedad, lo cual es clave para fortalecer las líneas de acción en torno a la búsqueda de soluciones a la contaminación ambiental”, agregó Vargas.
Otros, estimulan a poblaciones juveniles en la atención de los residuos sólidos, que son unos de los principales factores de contaminación en ríos costarricenses. El proyecto de Trabajo Comunal Universitario denominado “Apoyo a la gestión ambiental local” (TC-71) apoya a municipalidades en Limón, San José y Alajuela con actividades educativas para que los jóvenes se conviertan en agentes de cambio en sus entornos inmediatos.
“Tenemos como universidad, la responsabilidad de revisar constantemente hacia dónde vamos, el modelo de universidad que tenemos y aspiramos a que la UCR continúe formando profesionales solidarios, generando conocimiento y ampliando del acervo cultural para el bienestar de un país. La naturaleza pública de la Universidad de Costa Rica nos obliga a construir permanentemente una relación dialógica con una sociedad compleja, plural, desigual y contradictoria”, dijo la magíster Marjorie Jiménez Castro, Vicerrectora de Acción Social.
Una estrategia de desarrollo comunitario gestada desde las mismas comunidades en colaboración con expertos de la Universidad de Costa Rica en el cantón de Upala, ha dado origen a una red de organización de trece comunidades que trabajarán conjuntamente para impulsar su propio desarrollo desde un mejor conocimiento de sus realidades.
Asociaciones de desarrollo, asociaciones de productores y productoras, comités de caminos, comités de deportes, grupos de jóvenes y asociaciones de mujeres, son algunos de los protagonistas que el pasado 9 de junio alzaron sus voces en la Primera Asamblea Distrital de la Articulación de Comunidades Organizadas de San José de Upala.
En esta primera sesión, coordinada por la UCR, se validó un plan de trabajo resultado de una serie de análisis participativos sobre temas de interés de los ciudadanos de las trece comunidades, tales como: prevención de la violencia hacia las mujeres, economía solidaria, gestión del riesgo, productividad agrícola, educación.
Por la pertinencia y rigurosidad con que estas comunidades han venido gestionando su red comunitaria, funcionarios de la Dirección Nacional de Desarrollo de la Comunidad (Dinadeco) participaron en esta primera asamblea distrital y destacaron la importancia de que sea un proceso coordinado por la UCR. Su Director, Franklin Corrella Vargas, destacó que gracias a esta iniciativa comunitaria y universitaria, Dinadeco podrá intervenir y gestionar más eficazmente los recursos y proyectos para esta zona que fue seriamente afectada por el huracán Otto en el 2016.
Universidad de los Saberes de San José de Upala
Como parte de ese desarrollo comunal gestado desde la mirada y el sentir propios de los pobladores de Upala, la UCR le plantea a esta zona ser la protagonista en una propuesta única en Latinoamérica, la Universidad de los saberes. No se trata de un edificio o una serie de aulas. Es un proceso colectivo en el que doce unidades académicas de la universidad participan, con el objetivo de fortalecer las capacidades y conocimientos propios de estas poblaciones y generar nuevos.
Esta Universidad de los saberes posibilitará a estas comunidades de Upala construir desde su autonomía sus propias competencias, sobre la base de un componente social que les capacitará para diagnosticar, comprender, y dar soluciones a las necesidades de su comunidad, generando sus propios procesos participativos ahora y en el futuro, y así empoderarse como grupos capaces de transformar individual y colectivamente sus realidades sociales.
Es un concepto basado en la reciprocidad, en el intercambio de saberes; una actividad educativa realizada fuera de la estructura del sistema formal, integrada a otros fines y objetivos no solamente educativos, como en este caso la coordinación entre las trece comunidades en temas importantes para esta población como economía solidaria, violencia intrafamiliar, espacios de innovación para los jóvenes, emprendimientos económicos, prácticas de cultivo, acceso a tecnologías de la información, entre otras áreas.
Gracias al trabajo llevado a cabo por la UCR, desde el 2015, se identificó también un bajo grado de escolaridad en la zona. Por tanto, de forma paralela a la Universidad de los saberes, la institución, con el fin de minimizar este bajo nivel de escolaridad, ha propuesto echar mano de su Programa de Educación Abierta (PEA) para ayudar a solventar la necesidad de una mayor alfabetización.
Con este trabajo en conjunto entre las comunidades de Upala y la UCR se da pie a una eficiente vinculación comunitaria gracias a un aprendizaje colaborativo, lo cual resulta en la generación de un pertinente desarrollo al dar respuesta a las necesidades prioritarias de las comunidades, así definidas por ellas mismas, desde su cotidianeidad.
Unidad de Comunicación Vicerrectoría de Acción Social
Gran parte de las comunidades costarricenses, lo único que tienen elaborado sobre su historia son documentos escritos sobre demografía, sin embargo es poco lo que han desarrollado sobre su historia social y cultural que permita la preservación del patrimonio.
Esta fue la principal motivación que tuvieron un equipo de colaboradores de la Escuela de Historia de la Universidad de Costa Rica (UCR) para dar inicio al Trabajo Comunal Universitario (TCU) “Pasado y presente en las comunidades costarricenses” (TC-160), afirmó la profesora Mariana Campos Vargas, encargada de este TCU.
El proyecto, que inició en 1989, tiene el propósito de contribuir con el conocimiento y divulgación de la trayectoria histórica de diversas comunidades con la participación activa de sus habitantes, con el objetivo de colaborar en la preservación de su patrimonio histórico y acompañar los procesos de organización y transformación local.
“La gente tiene que tener memoria de lo que es, ha sido y puede transformar para mejorar el bienestar común” afirmó Campos, quien asegura que la historia local de las comunidades no debe limitarse a un territorio, sino que el término comunidad va más allá, en donde hay un sinfín de comunidades que no necesariamente tienen que ver con una descripción territorial y es este elemento el que ha mantenido activo por casi treinta años al TCU.
El proyecto ha trabajado principalmente con comunidades de la Gran Área Metropolitana (GAM), la comunidad indígena de Quitirrisí en Mora, Liberia y La Garita de Alajuela, con niñez, personas adultas y adultas mayores.
Esteban Fernández Morera, estudiante de Historia que participó en este TCU asegura que lo más importante en el momento de trabajar con comunidades son las experiencias que ellas tienen para enseñar. “Para mi es innegable la importancia que tiene el TCU para nuestra trayectoria universitaria, primero porque nos permite abrir los ojos a otras realidades, otras realidades sociales que comúnmente nosotros los estudiantes no vemos por estar tantos años metidos en un aula” afirmó.
Para Fernández, la importancia de que una comunidad construya su trayectoria histórica no es solo rescatar el conocimiento que se tiene sobre esa comunidad y entender de dónde viene, sino que esto puede influir en la manera en que una comunidad se proyecta a futuro y resuelve sus problemas sociales. “La mayoría [de comunidades] son muy abiertas para conocer su historia, para conocer cómo se construyó su comunidad (…) y una comunidad unida puede ayudar mucho a que se resuelvan sus problemas sociales”, indicó.
Durante 2018 el TCU está enfocado en tres comunidades. En Barrio México se encuentra trabajando en la reconstrucción de la historia del equipo de fútbol de este barrio y en la construcción de un audiolibro sobre el texto “A ras del suelo” de Luisa González, para que las personas adultas mayores de esta comunidad puedan continuar su conexión con la literatura.
En Liberia se encuentran trabajando en conjunto con la El Centro de Investigación y Conservación del Patrimonio Cultural del Ministerio de Cultura sobre la tradición del Tope de Toros, el cual se realiza cada tres de marzo y fue declarado patrimonio cultural intangible.
Además, se encuentran desarrollando historia a partir de testimonios orales con la Asociación de Adultos Mayores del cantón de Montes de Oca.
Los productos desarrollados por el TCU se adaptan a las necesidades de cada comunidad. Se han desarrollado monografías comunitarias, audiovisuales, exhibiciones en físico, audiolibros, talleres formativos y exposiciones fotográficas. Por ejemplo, en 2017 se produjeron cuatro audiovisuales, tres sobre la comunidad indígena de Quitirrisí y uno sobre la comunidad de Aserrí: “Aserrí Tierra de Música y Máscaras”.
Para mayor información sobre este proyecto, favor contactar a mariana.campos@ucr.ac.cr o al teléfono 2511-6446
Unidad de Comunicación Vicerrectoría de Acción Social
Recordar nuestro pasado es parte esencial de la construcción de nuestra historia, pues son esas interpretaciones sobre los acontecimientos pasados las que le dan sentido a nuestro presente. El proyecto de acción social “Los barrios que nacen de la gente. Reconstrucción histórica del asentamiento urbano Los Cipreses y una estrategia para su difusión” (IE-92) trabaja directamente en reconstruir la historia de forma colectiva para brindar sentido de identidad y pertenencia de una comunidad.
Este proyecto es parte de las Iniciativas Estudiantiles (IE) de la Vicerrectoría de Acción Social (VAS) de la Universidad de Costa Rica (UCR) y actualmente trabaja en la comunidad de Los Cipreses, en el cantón central de San José.
El asentamiento urbano Los Cipreses fue fundado en el año 1990 a partir de un proceso de toma de tierras en la ladera del Río Torres, ubicada en el distrito Merced. Para el año 2013 la población total era de 687 habitantes según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC).
Jorge Daniel Carrillo Barrantes, estudiante de la Licenciatura en Antropología y coordinador de la IE-92 asegura que “la comunidad de Los Cipreses ha sido históricamente, desde su conformación un ejemplo claro de organización y de la creación de un barrio desde la misma gente (…) la comunidad siempre tuvo esas ganas de superarse y seguir hacia adelante ¿cómo lo lograron? Por medio de la organización comunal, por medio de la formación de la asociación de la comunidad y por medio de la puesta en diálogo de los diferentes intereses de estas personas”.
El proyecto surge a partir de la inquietud de la comunidad, específicamente de la Junta Directiva de la Asociación de Vecinos de Los Cipreses por recuperar las historias y los momentos claves en el surgimiento del barrio.
En el año 1996 se funda la asociación de vecinos, a partir de la necesidad de estar organizados para poder dar frente a los continuos desalojos que experimentaron durante los primeros años y con el propósito de iniciar un proceso de compra de los terrenos. Posteriormente, la asociación continuó trabajando para obtener agua potable, saneamiento, luz y telefonía. Actualmente viven 93 familias en la comunidad y 92 son parte de la asociación.
Nubia Ordoñez Ugalde, presidenta de la Asociación de vecinos Los Cipreses y una de las fundadoras del barrio afirma: “Yo si quisiera algún día plasmar la historia de nuestro barrio, siempre ha sido como una idea mía de que nosotros le podamos contar a nuestros nietos cómo fue que se construyó este barrio”.
El proyecto pretende desarrollar dos productos concretos: una publicación escrita y un audiovisual que abordarán la historia de la comunidad de Los Cipreses desde su inicio en 1990 hasta la actualidad, contada por sus propios habitantes.
“La convocatoria para las actividades es abierta para todas las personas, a pesar de esto han llegado muchas mujeres. Ellas mismas reconocen que la comunidad fue hecha por madres solteras, jefas de hogar, que buscaban precisamente un espacio de vivienda para la crianza de sus hijos y esto se refleja en las personas que han participado en las actividades” afirmó Carrillo, coordinador del proyecto.
En los talleres que se han desarrollado hasta el momento, también se han involucrado jóvenes de la comunidad, como Jafet García Rosales, quien además desarrolla semanalmente talleres con los niños y niñas de Los Cipreses para abordar temas ambientales.
“A mí me parece genial porque realmente yo antes de estos talleres no conocía y no tenía la historia de Los Cipreses muy clara. Habían datos, pero yo soy muy joven y no viví esos sucesos tensos que vivió la comunidad. (…) Después de eso, entiendo más a la comunidad y ahora con esto [los talleres] me parece interesantísimo porque vemos hacia el futuro, vemos lo que queremos y qué podemos hacer para obtenerlo”, afirmó.
La Iniciativa se llevará a cabo durante el periodo restante del 2018 y tiene previsto para el segundo semestre del año comenzar la sistematización de la información recolectada para dar paso a la construcción de los materiales. La intención es que el proyecto siga siendo un aporte que permita reivindicar la identidad de los residentes, así como su sentido de pertenencia hacia el lugar, de manera que contribuya a la organización y desarrollo de su organización comunal.