11 de abril, Día Mundial de la Enfermedad de Parkinson

Dr. Franz Chaves Sell
Especialista en Neurología
Académico de Número de ACANAMED

En 1997 la Organización Mundial de la Salud proclamó el 11 de abril como el Día Mundial de la Enfermedad de Parkinson, fecha que coincide con el natalicio de James Parkinson, un neurólogo británico que en 1817 describió lo que en aquel tiempo se llamó parálisis agitante (An Essay On The Shaking Palsy) y que hoy conocemos como enfermedad de Parkinson. Era hijo de John Parkinson, boticario y cirujano que ejercía en Hoxton Square en Londres y el mayor de cinco hermanos.

En 1783 se casa con Mary Dale, con quien tiene ocho hijos, dos de los cuales no sobreviven más allá de la infancia y meses después se hace cargo de la clínica de su padre.

Parkinson fue un firme defensor de los desfavorecidos y un crítico abierto del gobierno británico en su época. Se involucró muchísimo en causas sociales y revolucionarias como la Revolución Francesa y el sufragio universal e incluso fue arrestado por lo menos en una ocasión.

Fue también un gran clínico y escribió diferentes artículos de medicina sobre temas tan diversos como la Apendicitis.

El diagnóstico de la enfermedad desde entonces sigue siendo fundamentalmente sintomático, en el predominan los síntomas motores, los cuales llevan a las personas a buscar diagnóstico y tratamiento.

Estudios de gabinete muy sofisticados y normalmente disponibles solo en centros dedicados a la investigación, pueden aportar datos relevantes en el diagnóstico, como imágenes de tomografía axial computarizada y resonancia magnética para rastrear la disfunción neuronal de dopamina, el cual es el principal neurotransmisor involucrado.

Los síntomas suelen aparecer de forma muy sutil y a medida que la enfermedad avanza se vuelven más evidentes. Los primeros y más obvios son temblor, rigidez, lentitud de movimiento, dificultad para caminar, muchas veces con tropiezos y caídas frecuentes, pero también si se hace una historia exhaustiva, casi siempre se encontraran problemas cognitivos y conductuales como ansiedad y depresión. En etapas avanzadas, alrededor de uno de cada diez personas afectadas pueden desarrollar un cuadro de demencia semejante a la Enfermedad de Alzheimer. Los hombres se ven más afectados que las mujeres en una proporción de alrededor de 3:2 y cuando inicia en personas antes de los 50 años, se denomina EP de inicio temprano.

Aun hoy desconocemos la causa de la enfermedad pero tenemos claro que intervienen una combinación de factores genéticos y ambientales. Las personas que tienen un familiar afectado tienen un mayor riesgo de contraer la enfermedad, y se sabe que ciertos genes son factores de riesgo hereditarios. Los factores de riesgo ambiental reconocidos, son la exposición a pesticidas y traumas craneoencefálicos recurrentes como los observados en deportes como el boxeo, entre otros, mientras que por otro lado algunos estudios han mostrado que el fumar tabaco y beber té y café, podrían reducir ligeramente el riesgo de padecer la enfermedad.

El objetivo del tratamiento es reducir los efectos de los síntomas ya que no existe una cura definitiva y la piedra angular del mismo es la administración de levodopa (L-DOPA), precursor de la dopamina. Este medicamento puede ser utilizado solo o en combinación con otros agonistas dopaminérgicos, antidepresivos, etc.

Algunos señalan que el suministro de vitamina K2 en enfermos con Parkinson mejora la circulación de electrones, la actividad de las mitocondrias y la producción de energía.

La dieta y ciertas formas de rehabilitación y ejercicio como la bicicleta estacionaria han demostrado eficacia para mejorar los síntomas. La cirugía para colocar microelectrodos para la estimulación cerebral profunda se ha utilizado para reducir los síntomas motores en casos graves en los que los fármacos no son efectivos.

De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud, la enfermedad de Parkinson afecta a 1 de cada 100 personas mayores de 60 años y se cree que para el año 2030 habrá unas 12 millones de pacientes con Parkinson. Las personas con esta condición que han aumentado la conciencia pública sobre la enfermedad incluyen al boxeador Muhammad Ali, el actor Michael J. Fox, el ciclista olímpico Davis Phinney y el actor Alan Alda.