SURCOS ofrece el discurso pronunciado durante la celebración del Día Internacional de Juicio Justo 2023 y del Premio Ebru Timtik. El documento fue compartido con SURCOS por el jurista costarricense Arturo Fournier, quien asistió en calidad de representante de la Asociación Internacional de Juristas Demócratas.
Este es el discurso:
Distinguidas y distinguidos representantes de organizaciones nacionales e internacionales de derechos humanos, miembros del Comité Organizador del Día Internacional de Juicio Justo 2023 y del Premio Ebru Timtik, académicos, académicas, investigadores e investigadoras del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM y demás personas que nos acompañan.
Mi nombre es Iris Santillán (abogada y criminóloga feminista, académica de la UAM). Me siento muy honrada de hablar en representación de quienes integramos el jurado para la tercera edición del Premio Ebru Timtik: Luz Estela Castro Rodríguez, mejor conocida como Lucha Castro defensora mexicana; Arturo Fournier Facio, abogado costarricense representante de la Asociación Internacional de Juristas Demócratas; Alejandra Manavella Suárez, defensora de derechos humanos representante del Centro por la Justicia y el Derecho Internacional CEJIL; y Evgenia Kouniaki, de Grecia.
Para otorgar este Premio hemos tomado en consideración de manera preponderante, entre muchos otros elementos, el valor que representa la figura de Ebru Timtik; Abogada Kurda y Defensora de Derechos Humanos quien fue encarcelada por el trabajo que realizaba en defensa de las personas más vulnerables que sufren opresión en razón de su clase social, de su etnia y nacionalidad. Ebru Timtik dedicó su vida profesional por entero a las personas oprimidas y explotadas; lo cual le valió ser detenida junto con sus colegas miembros de la Asociación de Abogados Progresistas, maltratada y torturada en repetidas ocasiones. Su proceso no garantizó su derecho a un juicio justo. Tras 238 días en huelga de hambre para exigir la garantía de un juicio justo, Ebru Timtik perdió la vida.
Como jurado, inspiradas en la lucha de Ebru Timtik, consideramos que este reconocimiento debe otorgarse a quienes representen tres valores esenciales para la justicia: la defensa del derecho a un juicio justo, la defensa de los derechos humanos y la defensa de las personas más vulnerables.
Elegir a un ganador o ganadora no fue fácil. En México, y en América Latina, son numerosas las violaciones a derechos humanos que día a día se cometen: desapariciones forzadas, feminicidios, trata de personas con fines de explotación laboral o sexual, desplazamientos forzados, corrupción e impunidad. Estos flagelos laceran la vida de quienes histórica y permanentemente han sido olvidados y discriminados. El trabajo a favor de estas personas y grupos en situación de violencia representa un riesgo, que no cualquier persona está dispuesta a asumir.
Es por esto que nos parece importante honrar en este acto la labor de todas las personas y organizaciones que fueron propuestas para este premio: El Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de las Casas (FRAYBA), Consorcio Oaxaca, Francisco González Arredondo, Ana Yeli Pérez Garrido y Alicia de los Ríos Merino.
El FRAYBA, desde hace 34 años de forma constante lucha por los derechos de los pueblos indígenas de Chiapas, México, para visibilizarlos, pero también para denunciar la violencia, la impunidad y la fabricación de acusaciones contra personas acusadas injustamente. También es encomiable su trabajo sostenido sobre la violación del derecho a un juicio justo. Al mismo tiempo, reconocemos el apoyo que representa su trabajo para las iniciativas de autonomía de los municipios y comunidades apoyadas por el EZLN y que continúan siendo atacadas por grupos paramilitares, tal como se evidenció en el reciente ataque contra a la comunidad Moisés Gandhi.
Consorcio Oaxaca es una organización feminista que cuenta con 19 años de trabajo a favor de la igualdad de género, de los derechos humanos y de las defensoras de derechos humanos en México. Su finalidad es incidir en los procesos legislativos y de política pública, así́ como promover la articulación de redes ciudadanas, la capacitación y formación de mujeres para el reconocimiento de sus derechos y aportar en construcción de una sociedad participativa para la democracia, la justicia y la inclusión social.
El Dr Francisco González Arredondo fue Fiscal Anticorrupción y el primer titular de la Fiscalía Especializada en Investigación de violaciones a derechos humanos en Chihuahua. El liderazgo de su trabajo de lucha contra la corrupción y la impunidad logró la conformación de un equipo multidisciplinario inédito en el país que hizo posible investigar y procesar penalmente a servidores públicos por enriquecimiento ilícito, peculado, asociación delictuosa, cohecho y corrupción por el desvío de recursos públicos de miles de millones de pesos. Su labor fue frenada por una estrategia de uso indebido del derecho penal que conllevó a su privación de libertad, siendo por ello reivindicado por diversos sectores sociales como preso por motivos políticos. Su caso es emblemático ya que representa el abuso del sistema penal para atacar a servidores públicos y operadores de justicia que protegen y garantizan los derechos humanos, y fortalecen el estado de derecho, dando grandes pasos en la lucha contra la impunidad en el país.
Alicia de los Ríos Merino es una abogada e historiadora referente en materia de desapariciones forzadas en México. Frente a la desaparición forzada de su madre en los años 70, más allá de ser ella misma una víctima, optó por el estudio y trabajo comprometido a favor de quienes han sufrido la despreciable política de desaparición de seres humanos, coadyuvando desde 2002 en siete casos de graves violaciones de derechos humanos frente a la Fiscalía General de la República.
Ana Yeli Pérez Garrido es la abogada principal de las organizaciones Observatorio Ciudadano Nacional de Feminicidio y de Justicia Pro persona, y representa también un reconocimiento a la labor y compromiso de las defensoras de derechos humanos que conforman las 43 organizaciones de la sociedad civil, ubicadas en 22 estados de la República Mexicana que desde hace más de 15 años ha trabajado a favor de las familias de víctimas de feminicidio.
Dados los invaluables aportes a la defensa de juicios justos que representan estas organizaciones y personas, la decisión sobre el otorgamiento del premio no fue sencilla.
Sin embargo, el jurado decidió otorgar el premio a Alicia de los Ríos Merino y Ana Yeli Pérez Garrido.
Creemos merecedora de este premio a Alicia, en virtud de que a través de la búsqueda de madre, representa a las miles de personas que en México y en América Latina siguen buscando a sus familiares. Ella fue integrante de Eureka, el primer colectivo de México integrado por familiares con personas desaparecidas, trabajando permanente en la exigencia de presentación con vida de su madre y de las más de cien mil personas desaparecidas en México. Su trabajo impulsó al estado mexicano a crear la Comisión de la Verdad de la cual ella es un pilar y esperanza. Su tesis doctoral ha servido para realizar análisis de contextos de la contrainsurgencia ocurrida en México entre 1960 y 1990.
El premio otorgado en reconocimiento al trabajo de Ana Yeli cobra especial relevancia en un país donde los niveles de violencia en contra de las mujeres en razón de su género, impacta en la muerte violenta (feminicidios) de 11 mujeres diariamente, muchos de los cuales quedan en la impunidad gracias a un sistema de justicia penal patriarcal e injusto. Su trabajo legal y de acompañamiento no han estado exentos de riesgos, dados los delitos y violaciones a derechos humanos que ha denunciado, los cuales no sólo señalan a perpetradores individuales, sino también a autoridades del Estado Mexicano.
Ha sido para nosotras y nosotros como jurado un privilegio haber conocido mucho más de cerca la labor que realizan todas las organizaciones y personas que fueron nominadas a este premio, por lo que reiteramos nuestra gratitud y reconocimiento a su labor; reconociendo en ellas y ellos la labor de muchas otras personas que trabajan por la construcción de un mundo más justo.
Al igual que lo hizo Ebru Timtik, la dignidad que representan sus luchas por el derecho a un juicio justo, les colocan del lado correcto de la historia. Hacemos votos para que este evento sea el eco infinito de Timtik que nos convoca a no olvidar y a seguir luchando como Ella lo hizo hasta el último aliento.