Rogelio Cedeño Castro, de maestro rural a catedrático

José Joaquín Meléndez González

Compartir desde 1965 con Rogelio Cedeño Castro como maestro rural en Buenos Aires de Puntarenas, deja una huella indeleble que permaneció hasta su partida.

Ahí egresado de su militancia con la Juventud Socialista Costarricense de Vanguardia Popular con otros jóvenes como Carlos Vargas Solano, Guillermo Arce Roldán y Víctor Polini Benach nombrados como educadores en el mismo cantón.

Se vivía toda la euforia de la revolución cubana y el socialismo extendiendo sus determinaciones en el continente latinoamericano.

Los fines de semana nos encontraríamos en el centro del cantón para analizar nuestros planes. Intercambiábamos libros y luego ser discutidos en grupo, así como tomar acciones a desarrollar; en este intercambio veíamos la voracidad de Rogelio por los libros asociando sus comentarios a otros aspectos del acontecer político de Costa Rica y América, entre ellos la Revolución Mexicana, la Reforma Universitaria, la condena de todo régimen dictatorial de militares y oligarcas.

El tema de la Educación aparecía en agenda, así como la situación de los educadores rurales y su falta de conciencia de clase, pues se sentía profesionales fuera del movimiento obrero y de trabajadores de otras especialidades aun cuando eran hijos de campesinos y artesanos fundamentalmente. No fue posible el acuerdo entre las posiciones trotskistas y el antimperialismo europeo del desarrollo industrial y las tesis del antimperialismo del APRA de Víctor Raúl Haya de la Torre y el estancamiento colono europeizante feudal de Indoamérica. Tampoco la opción de la guerra de guerrillas.

Ante la situación de los educadores rurales, muy apremiante, por cierto, hubo mayor similitud para plantear acciones. Así en San José se toma el acuerdo de fundar el Sindicato de Educadores Costarricense, SEC. Rogelio Cedeño Castro es uno de los firmantes constituyentes de la organización dentro del Magisterio Nacional.

Toca dirigir la huelga de 1972, donde Rogelio y su pluma empieza a destacar junto con Guillermo Arce Roldán. Para la huelga de 1974, donde la reforma educativa dada junto a la Ley General de Educación es seriamente atacada por un grupo muy importante, inclinando la balanza hacia la privatización de la educación, denunciando que la reforma era estatizante, socialista y utilitarista. La huelga se consolida y ahí nuevamente Rogelio Cedeño aplica su pluma cuyos pronunciamientos son impresos en los principales medios de comunicación manteniendo por lo menos a los sindicalistas en una actitud firme en defensa de la reforma, denunciando la manipulación de una mano oculta tras la privatización, que como todos saben, en la administración siguiente del gobierno de Daniel Oduber se abre por primera vez esta concepción privatizadora.

Rogelio Cedeño formaría parte del Comité Ejecutivo del SEC donde asumiría la Secretaría de Educación y la Dirección del Periódico EL EDUCADOR. Sus seminarios, la solidaridad con el movimiento obrero, las huelgas bananeras, la solidaridad con la organización campesina, sus conferencias, su erudición y conocimiento del movimiento sindical continental y dominio de la educación costarricense, en las grandes asambleas regionales obtenía sus aplausos contundentes por su forma y su fondo.

Por un tiempo fue redactor informativo tanto en La Hora como en Radio Columbia.

Continúa sus estudios universitarios y luego tras el triunfo de Allende en Chile decide continuar su carrera universitaria en esa nación donde se roza con grandes intelectuales del país, así como de otras naciones, hasta ser perseguido y sometido a los campos de concentración bajo el régimen y dictador Augusto Pinochet, optando por el regreso a Costa Rica con su esposa María de La Cruz.

Rehacer su vida en Costa Rica con sus hijos Ximena y Rolando significó un reto que pronto superaría. Su madre Rosita Cedeño Castro y su padrastro Molina fueron un apoyo fundamental. Vuelve a las acciones sindicales, esta vez con el SEC y la Confederación Auténtica de Trabajadores Democrática (CATD), donde nuevamente aplica su conocimiento como gran erudito en conferencia por todas las regiones del país.

Ingresa a la Universidad Nacional como profesor de Sociología donde redoblaría sus conocimientos, el aprecio de sus discípulos y compañeros de academia donde obtendría su título de Catedrático. Es electo en el Comité Ejecutivo de SITUN donde le nombrarían como Secretario de Educación con gran abnegación y desempeño para consolidar una Convención Colectiva.

Dominó el francés, luego el inglés y por último incursionaba el estudio del idioma italiano pues decía que era mejor conocer de primera mano la profundidad de los autores que Cedeño “tragaba” con celeridad.

Crítico fuerte de los distorsionadores de Trotsky, militante del anarquismo pues se consideraba un ácrata por el socialismo. Su profundidad en el tema lo explica claramente en sus ensayos públicos LIBERTARIO Y LIBERTICIDAS. Fue de constante críticas al sistema como pudimos escuchar en el programa de radio Causa y Efecto, así como su pensamiento crítico y democrático de Manuel Sandoval Coto.

Sus artículos son múltiples en La Extra, La Prensa Libre, Universidad, SURCOS y en su época, en Excelsior. También publicó artículos en periódicos internacionales de Argentina, Colombia, Chile y Panamá. Asiduo lector de Le Monde Diplomatique. Entre sus libros: Rojo Pendón Negro Color, acerca de la revolución española; La desmovilización militar en América Central, Los mil espejos de la realidad social, si como una novela inédita y otros compendios más de sociología dados a conocer por su red social.

Tuvo la oportunidad de viajar a Europa y a casi todos los países del continente recabando cada vez más sus investigaciones como sociólogo al servicio de sus discípulos.

Formó parte con otras organizaciones sociales el Centro de Estudio Sindicales Isaías Marchena Morga donde se debatía acerca de temas actuales y el movimiento sindical, que operaba en el local del Partido Comunista.

Por último, en reuniones informales se debatía acerca del tema la Teoría del Estado del Dr. Fernando Diego Cañizales; Anarquía, orden sin autoridad y Rosa Luxemburgo, ambos de Rodrigo Quesada Monge.

Para quienes compartimos esos ideales, mis respetos para sus familiares, a Ximena y Rolando, así como su adorada Sofía. A su señora Marielos Azofeifa Víquez quien compartiera su vida hasta sus últimos momentos.

El Grupo Buenos Aires te reconocemos tu vida revolucionaria y consecuente.

San José, 15 junio 2023