Regreso del Paseo de los Estudiantes

Freddy Pacheco León

Freddy Pacheco León

Ahora que ¡por fin! fue sacado de la Alcaldía de San José, y aunque ¡jamás! se atrevió siquiera a proponer el cambio de nombre a «barrio chino», pues sabía que la Comisión de Nomenclatura se lo rechazaría, los costarricenses tenemos una muy especial tarea: RECUPERAR el nombre PASEO DE LOS ESTUDIANTES.

Así bautizado por el presidente don León Cortés, en 1937, a propósito del aniversario 50 de la creación del Liceo de Costa Rica. Y se hizo así, aprovechando la ocasión, para honrar a los valientes estudiantes del Colegio Superior de Señoritas, Colegio Seminario y Liceo de Costa Rica, que se unieron a mártires, como Rogelio Fernández Güell y Marcelino García Flamenco, en la lucha contra la dictadura criminal de Federico Tinoco. Por ello, ante la presencia de estudiantes de las tres casas de enseñanza, el Presidente de la República, proclamó tal bautizo.

Desde entonces, el nombre de esa especial calle 9, ha reunido una memoria histórica, cívica, democrática, que ha de fortalecerse, en agradecimiento a aquellos jóvenes, que no dudaron en enfrentar a los soldados del sátrapa, cuando la Patria los necesitaba.

Hoy, sin el obstáculo de Johnny Araya, el nuevo Concejo Municipal y el bienvenido nuevo Alcalde, don Diego Miranda, les darían una gran alegría a los habitantes de Costa Rica (no solo de San José), organizando un acto público, conmemorativo de los hechos de hace 105 años, en coordinación con los estudiantes y autoridades, de las tres prestigiosas casas de enseñanza. Sería como un relanzamiento del nombre PASEO DE LOS ESTUDIANTES (ahora bulevar), que incluiría, con la colaboración del escultor don Édgar Zúñiga, el traslado del magnífico monumento, situado allá por la avenida Sarmiento (avenida 14), a un sitio más cercano a la plazoleta frente a la iglesia La Soledad.

El feo «arco chino», que no debería quedar como recuerdo de esos años de oscurantismo municipal, debería ser, de paso, borrado del lugar. Nadie lo va extrañar y, más bien, nos quitamos esa vergüenza de encima, cuando turistas se acercan a conocer un «barrio chino» que nunca lo fue, y se encuentran “esa cosa”.

En fin, hagamos del acto una fiesta, y honremos con ello, a quienes nos dieron ejemplo, de amor a Costa Rica, sin detenerse a pensar en el peligro al que se enfrentarían. ¡Adelante pues!

4.5.24