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Etiqueta: conflictividad

Señales políticas para no perdernos 3

Gerardo Hernández

En política no podemos asumir que las diferencias son absolutas y que no es posible construir acuerdos. Hay proyectos e intereses diferentes y hasta antagónicos, claro. Pero es aquello en lo que coincidimos lo que nos hace posible vivir junt@s.

BATIRNOS POR SAN JOSÉ O PACTAR EN OCHOMOGO

Aunque no estamos en una situación igual a la guerra civil del 48 y creo que no queremos llegar ahí, nuestra historia política ha dejado claras señales de que en medio de la conflictividad es posible llegar a acuerdos si hay voluntad y visión de un horizonte común.

La más conflictiva y hasta sangrienta década de nuestra historia contemporánea, fue la de los años 40’s del siglo pasado, en la que llegamos incluso a darnos de balazos.

Y al mismo tiempo, fue esa la década más fecunda en reformas sociales, políticas y económicas, que reforzaron políticas públicas de más larga data y al mismo tiempo sentaron las bases institucionales del Estado Social de Derechos.

Y no estoy romantizando nuestra historia, para tapar la sangre derramada, los dolores, las heridas, los rencores incubados, ni los posteriores desacuerdos y conflictos que derivaron, a su vez, de los grandes pactos y acuerdos construidos en esa década. No fue que todo el mundo quedó contento y feliz… ¡qué va!

Pero lo cierto es que a partir de ellos y también, no solo por ellos, Costa Rica transitó hacia una ruta de mayor estabilidad política, democracia, crecimiento económico, movilidad social, distribución de riquezas, modernización del Estado, inclusión social, entre otras dimensiones.

Hoy vivimos momentos diferentes y tenemos otros desafíos, pero como en aquellos años, necesitamos construir acuerdos, no perfectos pero suficientes, para garantizar la paz social, la justicia social, el crecimiento y la distribución de riquezas, la democracia y la sostenibilidad, que se nos han debilitado en las últimas décadas y por ello estamos donde estamos.

Evitemos llegar a mayores niveles de violencia, porque la tarea de la reconstrucción sería aún más grande y difícil.

Evitemos llegar al default, porque entonces los más poderosos barrerían con los restos del Estado Social de Derechos.

Distribuyamos más, antes de que la desigualdad, la pobreza y la acumulación, refuercen un remolino de retrocesos del que nadie se salve, ni siquiera los más ricos y poderosos, que también tienen mucho que perder, aunque no lo crean.

Son muchas las áreas en las que debemos reconstruir pactos sociales y multisectoriales, pero hay una particularmente urgente con la que debemos iniciar: un pacto fiscal orientado hacia la justicia tributaria. Equilibrar las cargas entre todos los sectores de la economía, encontrar la relación más adecuada posible entre ingresos y gastos en las finanzas públicas, para reforzar y actualizar nuestro Estado Social de Derechos.

Todos los sectores que podamos dar algo, debemos ceder algo, tanto por el lado de los ingresos y como de los gastos, incluyendo aquellos que tengan beneficios fiscales.

Hay otros que no pueden dar, los más débiles y vulnerables, que necesitan más bien recibir. Por ello el principio debe ser: de arriba hacia abajo la contribución, de abajo hacia arriba la distribución.

Hasta ahora solo hay demandas de unos sectores hacia otros y de todos hacia el Estado.

Si queremos avanzar hacia un gran acuerdo nacional, cada sector debe empezar por poner sobre la mesa en qué puede contribuir a incrementar las debilitadas finanzas públicas. Estoy seguro que hasta las empresas de zonas francas y grandes cooperativas pueden hacerlo.

Al mismo tiempo, cada sector puede plantear una propuesta hacia otros o hacia el Estado, para hacer más eficiente y eficaz el gasto público.

Esto constituiría un primer paso para conformar una agenda de reformas en áreas de coincidencia, donde, para ganar algo, sea necesario también ceder en algo. De lo contrario, la intransigencia nos sumirá en un caos y violencia de consecuencias irreparables, que sufrirán incluso las siguientes generaciones.

Como a don Manuel y a don Pepe, ahora con más participantes, hoy nos toca responder a la pregunta: ¿nos batimos por San José o pactamos en Ochomogo?

UCR: En tiempos de alta conflictividad social la familia se ve afectada

Trabajadora social argentina habló del tema en simposio

 

Andrea Marín Castro,

Periodista Oficina de Divulgación e Información

Árboles Instalaciones Deportivas
La familia en sus distintas composiciones es una de las instituciones sociales que más se ve afectada por la conflictividad social (foto archivo ODI).

La conflictividad social y su efecto sobre las familias fue el tema que abordó la Mag. Lilliana Barg, durante su exposición como parte del I Simposio Familias y conflictividad social, las políticas sociales en la actualidad.

La trabajadora social argentina manifestó que en América Latina se está presentando un retroceso en relación con las políticas de inclusión que produjeron cambios positivos en la sociedad y por consiguiente en la familia. Según su opinión, este cambio de políticas se combina con otros mecanismos de ajuste como el aumento de tarifas de los servicios públicos, devaluación de la moneda e inflación, que tienen como consecuencia desempleo y deterioro de las condiciones laborales.

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La Mag. Lilliana Barg criticó el cambio en las políticas públicas, relacionadas al tema de la familia, que se están dando en algunos países de Latinoamérica pues en su opinión retornan proyectos neo conservadores que apuntan al asistencialismo en lugar de la inclusión social (foto Laura Rodríguez).

Ante este contexto, aumenta la conflictividad social y las familias no están exentas de esta situación.

“En este escenario de temor y conflicto las familias se construyen y reconstruyen, sufren los embates del modelo de sociedad que altera sus vidas, avasalla sus derechos especialmente los sectores medios y pobres, se producen nuevos agrupamientos que modifican el espacio social”, explicó Barg.

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La Ministra de Justicia y Paz, Cecilia Sánchez manifestó que se debe trabajar por atender las causas de la violencia y aumentar la inversión en políticas públicas preventivas que recurran a otro tipo de sanciones diferentes al encarcelamiento (foto Laura Rodríguez).

La familia está en medio de la sociedad, es parte de ella y se puede encontrar a la sociedad misma al mirar a la familia. La violencia, el temor, las relaciones de poder son cuestiones que circulan tanto en la sociedad como en la familia, y más en momentos de alta conflictividad social.

Y ¿qué pasa con las familias en estos momentos? Pues que hay consecuencias importantes especialmente en aquellas que se encuentran en condición de pobreza. Por lo tanto, para los profesionales en Trabajo Social se vuelve fundamental establecer estrategias de intervención que comprendan que la labor del especialista debe reforzar todos aquellos recursos con los que cuentan los integrantes de la familia para lograr salir de la situación en la que se encuentran.

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En el acto de inauguración también participaron la Licda. Damaris González de la jefatura nacional de Trabajo Social del Ministerio de Justicia; la Mag. Roxana Mesén del Departamento de Trabajo Social y Psicología del Poder Judicial; la Mag. Carmen María Castillo, directora de la Escuela de Trabajo Social; y la Licda. Verónica Castro de la oficina de atención y protección a la víctima del delito (foto Laura Rodríguez).

En el marco de una política social que puede universalizar derechos, la intervención profesional puede darse en un marco de prácticas alternativas, promover y reconocer la importancia de la reducción de la inequidad y un mayor ejercicio de derechos.

“Un factor clave en los diagnósticos familiares es indagar percepciones y representaciones de los integrantes del grupo, la explicación y comprensión de sus estrategias de reproducción, cómo circula el poder en la familia, cuáles son las distintas posiciones en el campo familiar, cuál es el estado de lucha por los distintos capitales, qué disposiciones existen para actuar, moverse, hablar. Esto permite evaluar sus altos y cuáles son los intercambios de movimientos de posición que pueden darse dentro del círculo familiar”, recalcó.

Esta fue la charla inaugural del I Simposio Familias y conflictividad social, las políticas sociales en la actualidad, que organizó el Programa Pridena junto al núcleo de administración de la justicia de la Escuela de Trabajo Social de la Universidad de Costa Rica (UCR). En la actividad participaron profesionales de trabajo social y otras áreas que laboran en el Ministerio de Justicia, el Poder Judicial y la UCR.

 

Información tomada de: http://www.ucr.ac.cr/

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