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Etiqueta: etanol

¿Está el negocio de los agrocombustibles detrás de la venta de la FANAL?

El impacto ambiental de la venta de la FANAL sería grave debido al aumento de los monocultivos

Comprador de FANAL tendría monopolio de un negocio que generaría ₡17 mil millones al año

Red de Coordinación en Biodiversidad y CoecoCeiba Amigos de la Tierra

La venta de la Fábrica Nacional de Licores sería un gran negocio para quien compre la única institución/empresa autorizada para producir el alcohol que podría ser usado como combustible. Ya que la FANAL es estrictamente quien ostenta el monopolio de vender etanol, así lo ha señalado la Procuraduría General de la República (1). Sumado a esto, la venta de FANAL sería un empujón irresponsable para la producción de agrocombustibles a nivel nacional.

Hay que recordar que el Gobierno de Carlos Alvarado en el 2019 planteó comprar 360 mil barriles de etanol (poco más de 57 millones de litros) que serían mezclados con la gasolina, un gran negocio sobre el que tendría monopolio total el futuro comprador de la FANAL. Claro está que esto se daría cuando se reactive nuevamente el proyecto y tenga viabilidad política. Pero es importante resaltar que ese negocio de vender etanol a RECOPE significaría nada más y nada menos que más de USD$29 millones al año, aproximadamente unos ₡17.442 millones.

Este proyecto ha sido tremendamente objetado por grandes intereses económicos que se oponen a que RECOPE y FANAL distribuyan gasolina mezclada con etanol.

Pero los estos sectores económicos y políticos opuestos, en 2019 a la propuesta del gobierno, no lo hacían porque estén preocupados por las consecuencias ambientales del incremento de los cultivos de caña (2) y mucho menos están preocupados por el encarecimiento de los combustibles. En realidad, estaban opuestos a que el negocio se lo adjudicaran a la FANAL y no a sus consorcios privados.

Estos mismos sectores poderosos que se opusieron en 2019 a la mezcla de etanol en la gasolina, ahora impulsan de forma desesperada la privatización de la FANAL en el contexto de la crisis sanitaria y fiscal que vive el país, con el pretexto del préstamo con el Fondo Monetario Internacional (FMI).

Es importante recalcar que la privatización de la FANAL no sólo representa un gran golpe para las finanzas públicas del país, sino una estafa energética y ambiental que debe ser discutida a nivel nacional de forma transparente y no inmersa en la campaña del miedo por la crisis fiscal como pretende el Gobierno de Carlos Alvarado.

Esta discusión es importante debido a que la venta de la FANAL tiene también una dimensión ambiental que está siendo invisibilizada complemente, ya que para producir ese 5% de etanol que necesitarían los automóviles anualmente se necesitaría incrementar en 10 mil hectáreas los monocultivos de caña azucarera que en la actualidad alcanzan más de 70 mil hectáreas en el país. Es decir, generar un crecimiento de la industria azucarera con todas sus externalidades ambientales y sociales, las cuales sufren las comunidades aledañas.

Es importante mencionar las 70 mil hectáreas de caña sembradas son un consumidor agresivo de agua en zonas con gran estrés hídrico, como Guanacaste. Lo cual genera un acaparamiento muy grave del líquido, afectando a las comunidades que no consiguen acceder al agua potable debido a la cercanía con estas megaplantaciones.

El agua es uno de los temas más agudos en esta discusión. Según la Liga Agrícola Industrial de la Caña de azúcar (LAICA): “los productores de caña en Costa Rica aplican entre 2 y 6 riegos complementarios durante el ciclo del cultivo, lo que significa aplicar un volumen de agua de entre 1200 y 3500 metros cúbicos” (3). Esto significa un promedio de 2.350 metros cúbicos de agua, que equivalen a 2.350.000 litros anuales por hectárea. Si tenemos en cuenta que el rendimiento del cultivo es de 6000 litros de etanol por hectárea de caña sembrada (3), se puede concluir que para producir un litro de etanol en Costa Rica se necesitan en promedio 400 litros de agua.

Además, la industria de la caña es altamente dependiente del uso de plaguicidas. Utilizan aproximadamente 10 kg ingrediente activo /ha/año. De los cuales en su gran mayoría son herbicidas e insecticidas entre los que están: glifosato, paraquat, 2,4-D, diuron, ametrina, y hexazinona, todos Plaguicidas Altamente Peligrosos (PAP)(4). Muchos de los cuales se aplican tan solo 2 semanas antes de la cosecha y que posiblemente sean encontrados en forma de residuos en los productos finales como el azúcar de mesa.

De forma aledaña, estos monocultivos tienen prácticas tan nocivas como las quemas generalizadas de la plantación antes de la zafra. Pero antes de prenderle fuego las fumigan con herbicidas mediante aspersión aérea con avionetas. Lo cual impacta muy gravemente la salud respiratoria de muchas comunidades aledañas al cultivo, tanto por la fumigación de agrotóxicos como por las quemas, que dicho sea de paso sufren las poblaciones de animales silvestres que se encuentren entre los cañales.

Entre otros aspectos, el cultivo de la caña de azúcar tiene graves impactos ambientales y sociales. Por esta razón existe una dimensión ambiental importante en la discusión sobre la privatización de la FANAL y la posible entrada en vigencia de la venta de agrocombustibles, mal llamados biocombustibles. Dimensión que ha sido silenciada completamente en medio de la crisis sanitaria que genera el COVID-19.

Bibliografía:

  1. Procuraduría General de la Reública. Dictamen: 063 del 06/04/2015 http://www.pgrweb.go.cr/scij/Busqueda/Normativa/Pronunciamiento/pro_ficha.aspx?param1=PRD&param6=1&nDictamen=18774&strTipM=T
  2. Ecologistas rechazan el etanol como alternativa a los hidrocarburos https://www.informa-tico.com/9-04-2019/ecologistas-rechazan-etanol-alternativa-hidrocarburos3. Laica, 2013.
  3. Caracterización del riego en el cultivo caña de azúcar, De Costa Rica. https://www.laica.co.cr/
  4. Sustancias biocidas en la producción de caña de azúcar en Costa Rica http://www.ambientico.una.ac.cr/pdfs/ambientico/252.pdf

Etanol en la gasolina traerá más riesgos ambientales a Costa Rica

COMUNICADO DE PRENSA

Federación Costarricense Para la Conservación de la Naturaleza (FECON)
CoecoCeiba Amigos de la Terra
Asociación Ambiental Sula
Bloque Verde
Contacto al teléfono: 87609800
  • El uso de etanol en la gasolina liberaría componentes cancerígenos al aire

  • El riesgo de contaminación de aguas subterráneas se incrementa en un 36%

  • El abastecimiento de Eco95 significarían 10.000 hectáreas más de caña de azúcar

  • Para producir un litro de Etanol se necesitan 400 litros de agua

El gobierno de Carlos Alvarado promueve el uso de agro-combustibles como una alternativa al consumo de derivados del petróleo; pero la experiencia global y la evidencia científica demuestran que está muy lejos de ser una opción ambientalmente aceptable y, por el contrario, acarrea problemas adicionales en el plano ambiental y de salud pública.

Los monocultivos son el origen de estos carburantes de origen vegetal. El etanol, en especial, se produce mayoritariamente por medio de caña de azúcar o remolacha azucarera. En el trópico las condiciones agroecosistémicas permiten producir caña, lo cual ya es un problema socioambiental en Costa Rica por el abuso de agrotóxicos, las quemas en la zafra, el desperdicio de agua, provoca; un monocultivo señalado por su responsabilidad sobre enfermedades laborales como la Enfermedad de Insuficiencia Renal Crónica. Además resalta que el cultivo de la caña es un negocio altamente concentrado en pocas manos y que tiene relaciones directas con el poder político en Costa Rica.

El agua y el etanol

El Gobierno de Costa Rica plantea comprar 360mil barriles de etanol, poco más de 57 millones de litros, que serán mezclados con la gasolina. Lo que significa que tendrían que sembrarse unas 10mil hectáreas de caña azucarera para abastecer ese 8% de etanol que se desea mezclar.

El agua puede ser uno de los temas más agudos en esta discusión. Según la Liga Agricola Industrial de la Caña de azúcar (LAICA): “los productores de caña en Costa Rica aplican entre 2 y 6 riegos complementarios durante el ciclo del cultivo, lo que significa aplicar un volumen de agua de entre 1200 m3 y 3500m3”. (Laica, 2013) Esto significa un promedio de 2350 metros cúbicos de agua, que equivalen a 2.350.000 litros anuales por hectárea. Tomando en cuenta que el rendimiento reportado de rendimiento es de 6000 litros de etanol por hectárea de caña (FAO, 2008), para producir un litro de etanol en Costa Rica se necesitan en promedio 400 litros de agua.

Investigadores señalan que este combustible mezclado con etanol es más propenso a fugas y se sublima de forma más agresiva que la gasolina pura. Preocupa sobremanera la posibilidad de que se contaminen fuentes de agua subterránea debido a que la “pluma de contaminación para el gas-etanol es 36% más amplia que la de la gasolina común (Ocampo, 2016).

Pero el problema no acaba ahí. Los efectos climáticos en términos de emisiones de efecto invernadero para los agro-combustibles tienen escenarios muy preocupantes. Según la Organización Mundial Para la Alimentación y a Agricultura (FAO por sus siglas en inglés): “Las emisiones de gases de invernadero para algunas materias primas y sistemas de producción de agrocombustibles podrían ser mayores incluso que las de los combustibles fósiles. Fargione et al. (2008) estimaron que la conversión de selvas lluviosas, turberas, sabanas y pastizales para producir etanol y biodiésel en Brasil, Indonesia, Malasia o los Estados Unidos de América libera al menos 17 veces más dióxido de carbono que lo que estos biocombustibles ahorran anualmente al sustituir a los combustibles fósiles. Estos autores consideran que serán necesarios 48 años para compensar esta «deuda de carbono»”(FAO, 2008).

Efectos en la salud humana:

Países latinoameticanos como Colombia y Brasil reportan afectaciones a la salud ambiental por el uso de etanol, sobre todo por dos factores: a) generación de sustancias cancerígenas en la combustión del etanol y b) Evapo-transpiración, que genera gases que deterioran la calidad del aire en ciudades con temperaturas promedio mayores a 16 grados Celsius (como la mayoría de las ciudades costarricenses) (García-Lozada, 2009).

La combustión de gasolina con etanol provoca presencia de acetaldehído y formaldehído, los cuales tienen consecuencias muy graves (Ocampo Duque, 2006). El acetaldehído presenta probables efectos carcinogénicos y es un agente irritante para las mucosas respiratorias y con reconocida toxicidad para las plantas. El formaldehído produce cáncer en animales y puede causar cáncer y enfermedades respiratorias y de la piel en humanos (Rivera, 2016).

Existen muchas dudas sobre el uso del etanol como combustible. La Facultad de Ingeniería de la Universidad Javeriana en Colombia resume algunas de estas dudas en siete aspectos:

  1. Las reducciones de gases de efecto invernadero son muy bajas (máximo 4%);
  2. Las emisiones de algunas sustancias cancerígenas se incrementan;
  3. Las pérdidas evaporativas aumentarían y con ello los niveles de sustancias contaminantes;
  4. Hay evidencia de que el potencial de producción de ozono troposférico puede incrementarse;
  5. La contaminación de aguas subterráneas puede verse favorecida por fenómenos de cosolvencia y de reducción de las tensiones superficiales durante derrames accidentales o provocados;
  6. El etanol requiere subsidios de los gobiernos en todo el mundo, lo cual lo hace costoso;
  7. El etanol de fuentes agrícolas presenta un contenido energético neto bajo, por lo tanto el rendimiendo de los automoviles que lo utilicen puede verse afectado, lo que generaría un aumento en el consumo;
  8. A nivel regional esta tecnología no persigue la generación significativa de empleo. (Ocampo, 2016)

Por lo tanto, como organizaciones ecologistas podemos concluir que el etanol como combustible no es una alternativa ambientalmente viable ni socialmente justa.

Bibliografía:

Laica, 2013.Caracterizacion del riego en el cultivo caña de azúcar, DeCosta Rica.

https://www.laica.co.cr/

FAO, 2008. El Estado Mundial De La Agricultura Y La Alimentación 2008, Biocombustibles: Perspectivas, Riesgos Y Oportunidadeshttp://www.fao.org/tempref/

García-Lozada, Hector (2009) Universidad Nacional de Colombia. “La dimensión salud: ¿ignorada en la Política de Alcohol Carburante (PAC) en Colombia?” https://revistas.javeriana.

Ocampo Duque, William Andrés. 2006. “¿Es la biogasolina una alternativa ambiental en Colombia?”.Facultad de Ingeniería, Pontificia Universidad Javeriana, Colombia. http://www.scielo.org.co/pdf/

Rivera Gutiérrez, Xaira Jimena, et al. (2016) “Los efectos carcinogénicos del acetaldehído”. Gaceta Mexicana de OncologíaVolume 15, Issue 4, July–August 2016, Pages 231-239 https://www.sciencedirect.com/

 

Enviado por FECON.

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