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Etiqueta: EUNED

En memoria de Rodrigo Gámez, amigo y maestro

Luko Hilje

Ante la reciente muerte del Dr. Rodrigo Gámez, reproduzco aquí el siguiente texto, escrito en 2020, y que corresponde al prólogo de su libro “Biodiversidad, ciencia y cultura”, que este año publicará la Editorial de la Universidad Estatal a Distancia (EUNED).

Aunque no muy numerosa, la descendencia del educador sevillano Antonio Gámez González, llegado a Costa Rica a inicios de 1871 y cuyo nombre porta hoy la escuela del cantón central de Puntarenas, con sus obras ha sabido dejar firmemente estampada su rúbrica en la historia de Costa Rica, en ámbitos como la educación, la ciencia y el deporte.

Mi primera noción al respecto data de la infancia y la adolescencia. Nacido yo en Naranjo, Alajuela, y seguidor de la ya centenaria Liga Deportiva Alajuelense, desde muchacho admiré y seguí muy de cerca la trayectoria de Juan José Gámez Rivera, uno de los mejores mediocampistas que ha tenido Costa Rica, por lo cual era figura infaltable en la Selección Nacional. Y tanto, que cuando murió, escribí un artículo en la prensa, para resaltar no solo las proezas futbolísticas que hacía en la cancha, sino que también su labor como formador de jóvenes futbolistas, cuando le correspondió actuar como director técnico.

Pero, en realidad, ese apellido ya era parte de nuestra historia educacional. Y esto es así porque, tras el desgarre sufrido durante la fratricida Guerra Civil que entre marzo y abril de 1948 azotó y enlutó al país, con la llamada Segunda República emergió un Estado benefactor, cuyos ejes fueron la democratización de nuestra enseñanza y la seguridad social, para beneficio de las grandes mayorías. Sí, la educación como oportunidad de enaltecimiento de la condición humana, así como de realización del potencial que todo ciudadano tiene, pero también como vehículo de movilidad social y de oportunidades profesionales y laborales, lo cual permitiría el desarrollo de una vigorosa clase media. Todo ese proceso tuvo la indeleble impronta de don Uladislao (Lalo) Gámez Solano, a quien el líder de la revolución, don José Figueres Ferrer, le encomendó tan ingente y delicada labor.

Fue ya en mis tiempos de estudiante en la Universidad de Costa Rica (UCR), que me tocaría toparme con este apellido por tercera vez. En efecto, aunque estudié Biología, por interés propio tomé varios cursos en la Facultad de Agronomía, donde laboraba el Dr. Rodrigo Gámez Lobo, reputado especialista en virología vegetal y sobresaliente profesor, de quien mi hermano Ivo fue su alumno. Lo conocía de vista, y nunca tuve la oportunidad de conversar con él, pero estaba enterado de su trayectoria y lo admiraba muchísimo.

Recuerdo que entre 1973 y 1974 —en esos tiempos yo era representante estudiantil y estaba muy al tanto del acontecer político-académico universitario— se realizó el memorable Tercer Congreso Universitario, que socolloneó los cimientos y revitalizó el quehacer institucional. Eso implicó reformar la estructura jerárquica superior, por lo que se crearon las vicerrectorías de docencia, investigación y acción social. Y, con mucho tino, el rector Eugenio Rodríguez Vega escogió al Dr. Gámez como el primer vicerrector de investigación. Recuerdo cuánta alegría sentí cuando me enteré de esa noticia, aunque se esfumó pocos meses después, debido a varias circunstancias universitarias y porque él tenía otras aspiraciones y metas profesionales.

En efecto, consecuente con su espíritu de innovador y su vocación de pionero, se había propuesto adquirir un microscopio electrónico y fundar la Unidad de Microscopía Electrónica, hoy convertida en el Centro de Investigaciones en Estructuras Microscópicas. Pero, como ello resultaba incosteable por la UCR, recurrió a su prestigio de reputado virólogo vegetal, y con el apoyo de varios científicos y administradores, entre ellos el Dr. Rodrigo Gutiérrez Sáenz, decano de la Facultad de Medicina, logró que en 1974 éste le fuera donado por el gobierno japonés a través de la Agencia de Cooperación Internacional del Japón (JICA). Sin embargo, como su visión no se restringía al ámbito nacional, desde su nacimiento mismo, ese ente estuvo al servicio de los investigadores de toda América Latina y el Caribe.

No obstante, sus expectativas eran más altas y amplias. El individualismo, el egoísmo y la egolatría, bastante comunes entre investigadores del primer mundo, eran ajenas a su carácter y a su actitud hacia la ciencia. Por eso, desde que en 1967 retornó de la Universidad de Illinois con su doctorado en mano, siempre trató de trabajar en equipo, procurando la complementariedad de conocimientos y de experiencias, para obtener productos científicos y técnicos de mayor calibre.

Por eso, generoso, así como insatisfecho con sus logros, se propuso algo más ambicioso, que sobrepasara su propio campo de especialización, y fue así como en 1976 concretó la creación del Centro de Investigación en Biología Celular y Molecular (CIBCM).

Concibió una entidad dedicada al estudio de aspectos básicos, fundamentales, del mundo submicroscópico, pero también de sus aplicaciones prácticas en los campos de la salud y la agricultura. Tan es así, que en 1983 el Dr. Gámez fue galardonado con el célebre Premio Interamericano en Ciencias Dr. Bernardo Houssay, de la Organización de Estados Americanos (OEA), por sus estudios sobre virus del frijol y del maíz, cultivos originarios de Mesoamérica y esenciales en la dieta de nuestros pueblos; de hecho, él fue el descubridor del virus del rayado fino del maíz. Desde entonces y hasta hoy, 40 años después, el CIBCM ha cumplido con creces su misión, así como logrado gran renombre y proyección, tanto en el continente americano como en el mundo.

Sin embargo, aparte de sus proverbiales habilidades de docente e investigador, como líder y gestor científico nato, a él no le bastaba con eso. Por ello, dedicó muchas de sus mejores horas y días, junto con otros connotados científicos y educadores, a la creación del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Tecnológicas (CONICIT) y la Universidad Estatal a Distancia (UNED). Asimismo, se involucró con gran interés y entrega en las actividades conservacionistas de la Fundación de Parques Nacionales (FPN), así como las científico-académicas de la Organización para Estudios Tropicales (OET), consorcio de universidades estadounidenses y costarricenses. Y esto último sería lo que propiciaría nuestro punto de encuentro.

En efecto, un venturoso día de febrero de 1985 fui convocado por el Dr. Gámez a una reunión auspiciada por la OET, para darle forma a un nuevo curso, denominado Tropical Agricultural Ecology; para entonces yo trabajaba en la Escuela de Ciencias Ambientales, en la Universidad Nacional (UNA). Me sentí realmente honrado de poder departir con científicos de la talla de él, así como de Robert Hart, Steve Gliessman y Steve Risch, entre otros. El curso, en el que después sería invitado a dar una conferencia en mi campo de especialización, fue coordinado por el connotado matemático y ecólogo John Vandermeer, y se inició en 1985. Aparte de conocer a John y su esposa Ivette Perfecto, amigos míos y colaboradores hasta hoy, ese episodio me deparó una nueva amistad. Y esa fue la del Dr. Gámez, quien desde entonces me pidió que no le llamara así, sino Rodrigo.

Pero, inquieto como siempre, en la mente de Rodrigo bullían otros proyectos. Tendedor de puentes y nunca promotor de muros, aspiraba a crear un centro de investigación en ecología tropical, en el que confluyeran los científicos de las diferentes universidades, del Museo Nacional y de otras entidades afines, para desarrollar grandes proyectos colaborativos, de relevancia nacional, con el apoyo de universidades y otras organizaciones internacionales. Recuerdo haber participado en una de las reuniones preliminares para la gestación de esa iniciativa, realizada a inicios de junio de 1985 en la Escuela de Biología de la UCR, la cual abortó pronto, lamentablemente, por diversas razones. Sin embargo, la grata sorpresa emergería en febrero de 1989, cuando numerosos investigadores fuimos convocados a una especie de reunión consultiva por parte del Dr. Álvaro Umaña Quesada, ministro de Recursos Naturales, Energía y Minas (MIRENEM).

Acostumbrado uno en el mundo universitario a reuniones casi cotidianas, una buena parte de ellas infructíferas, esa reunión, efectuada en el auditorio del Instituto Nacional de Seguros, fue realmente seminal y germinal. Es decir, la semilla ya estaba ahí, pero faltaba el compromiso interinstitucional para que germinara, y ese día empezó dicho proceso.

A partir de entonces, Rodrigo empezó a sugerir y seleccionar a los representantes de cada institución, y me propuso para que representara a la UNA. Él mismo hizo la gestión inicial con la rectora, Rose Marie Ruiz Bravo, y recuerdo que varias veces me visitó en mi casa para firmar documentos. Y, por fin, el 26 de octubre de ese año, nacía el Instituto Nacional de Biodiversidad (INBio), con sede en Santo Domingo, Heredia.

Desde entonces, a través de varias sesiones de reflexión y análisis, en ese proceso genesíaco de construcción institucional, mi relación profesional con Rodrigo se acrecentó, aparejada a la consolidación de nuestra amistad. Además, a pesar de mi alejamiento físico, pues a partir de enero de 1991 y por 13 años laboré en el Centro Agronómico Tropical de Investigación y Enseñanza (CATIE), siempre mantuve un contacto más o menos cercano con la institución, que seguía innovando, creciendo y floreciendo.

Al respecto, en el décimo aniversario de su fundación, publiqué en la prensa un artículo intitulado El INBio, audacia y dedicación, en uno de cuyos pasajes expresé lo siguiente: “En síntesis, así se entrelazan y encarnan los tres conceptos medulares que rigen la labor del INBio: salvar, conocer y usar nuestra pródiga biodiversidad. Pero, además, todo este conocimiento se pone a disposición de nuestra sociedad y del mundo, a través de medios como internet, guías de campo bellamente ilustradas, textos y juegos educativos para niños, y de esa joya que es el INBioparque, recién inaugurado. Por ello, el INBio es reconocido como un modelo de institución científica, mundialmente, debido a varias razones, pero sobre todo porque su génesis y funcionamiento son ejemplos inequívocos de imaginación, audacia e innovación. Y en esto debe reconocerse que ha sido clave el Dr. Rodrigo Gámez, pues su liderazgo, capacidad de convocatoria, bonhomía y calidad científica le han permitido elegir bien a sus colaboradores, convencer a los decisores políticos y persuadir a los donantes extranjeros para, en apenas un decenio, convertir aquella idea embrionaria suya en un instituto tan robusto, que hoy es orgullo de Costa Rica y de América Latina”.

En efecto, durante 14 años, entre 1989 y 2003, Rodrigo fungió con Director General, hasta que algunos quebrantos de salud le impidieron continuar. Sin embargo, ha continuado apoyando las labores del INBio de otras maneras, a pesar de sus casi 84 años de edad.

Ahora bien, hace poco más de un año, me llevé la grata sorpresa de topármelo en el gimnasio y piscinas que frecuento, además de que se mudó del cantón central de Heredia a San Pablo, mi terruño adoptivo. En una de nuestras conversaciones, al manifestarme cuánto le costaba ahora escribir documentos extensos, me contó que por 13 años había publicado una columna mensual en el periódico semanal El Financiero. Yo lo sabía y había leído algunas, que a veces nos enviaba a los asambleístas del INBio, pero ignoraba que fueran tantas. Fue entonces cuando le sugerí que las compilara en un libro, y le ofrecí mi ayuda en leerlas, ordenarlas con cierta visión de conjunto y conseguir una editorial que pudiera publicarlo. En efecto, pocas semanas después me hizo llegar todo el material, y de inmediato empecé a trabajar en él.

Lo hice con entusiasmo y, al leerlas, me percaté con mayor claridad aún de lo que este acervo de conocimientos representa para popularizar la ciencia. ¡Cuánto he aprendido, de veras! Porque están escritas con la sabiduría de un auténtico maestro —que eso ha sido Rodrigo toda su vida—, así como en un tono muy ameno y pedagógico, propio de la estirpe de genuinos educadores conformada por su abuelo don Antonio y su padre don Lalo. Pero, aún más, son reflexiones nacidas no en un vacío ni en el aislamiento, sino alimentadas por la praxis de lo que ha significado la construcción cotidiana de una institución tan innovadora, pertinente y necesaria, como el INBio.

Hoy que esta querida entidad enfrenta serias dificultades financieras, confío en que los escritos de Rodrigo, tan ricos y persuasivos, además de deleitarnos contribuyan a crear conciencia y apoyo, para que en algún momento el INBio resurja, despliegue sus alas y alce vuelo nuevamente. Eso beneficiará no solo a Costa Rica, sino que al planeta como un todo, pues se necesitan instituciones de esta jerarquía, es decir, de muy alta calidad científica, pero al servicio inmediato de la sociedad, para enfrentar los grandes desafíos que amenazan al mundo natural y a la humanidad.

Escribo estas palabras en momentos sumamente difíciles, cuando todos los países del orbe están estremecidos por una pandemia causada por un letal coronavirus, la cual ha provocado pánico, muerte y dolor. Pero, como toda epidemia —y Rodrigo bien lo sabe, como virólogo que es—, ya pasará, aunque a un alto precio en vidas y sufrimiento. Sin embargo, cuando esta epidemia desaparezca, ahí estarán amenazas planetarias mucho más graves que esa, asociadas con las consecuencias del calentamiento global, a lo cual Rodrigo dedica varias columnas, profundamente conmovido y preocupado.

Ojalá que, ahora que están reunidas en un solo volumen, las sabias y aleccionadoras palabras de este fecundo científico y ejemplar ser humano circulen ampliamente. Pero, sobre todo, que calen profundo en la conciencia del ciudadano común, así como en las de quienes toman decisiones en todos los planos de la vida política del país y del mundo, para contribuir a salvar el planeta de la destrucción que —al menos por ahora, y por más optimista que uno trata de ser—, pareciera inminente.

Presentación de la «Revista Nacional de Cultura no. 83»

La Universidad Estatal a Distancia, la EUNED y el Ministerio de Cultura y Juventud, por medio de la Benemérita Biblioteca Nacional, se complacen en invitarle a la presentación de Revista Nacional de Cultura no. 83, con el tema Tierra y volcanes en la cultura costarricense. Además de incluir una selección de obras de la artista Grace Herrera Amighetti (1935-2021).

La actividad será presencial el jueves 27 de febrero a las 4:00 p.m. en la Benemérita Biblioteca Nacional. También se transmitirá por el Facebook Biblioteca Nacional Costa Rica https://www.facebook.com/bibliotecanacional.mcj.cr/

Con cada libro exaltamos la riqueza de nuestro idioma – Vladimir de la Cruz, presidente de EUNED

Con cada libro exaltamos la riqueza de nuestro idioma, su defensa, su cultivo, hacemos un encuentro con la palabra, con el pensamiento, con la reflexión, fortalecemos nuestra Independencia, nuestra Libertad, nuestra Soberanía

Vladimir de la Cruz

(Intervención como Presidente de la Editorial de Universidad Estatal a Distancia, EUNED, en la entrega anual de libros, realizada el 21 de noviembre del 2024, en el auditorio Daniel Oduber Quirós, de la UNED)

Existe, a los efectos públicos, la celebración del Día del Libro, que se realiza todos los años el 23 de abril. Para ese día se hacen distintas actividades nacionales, por parte de las editoriales y librerías con apoyo de algunas instituciones públicas.

Con la celebración del Día del Libro se impulsa el buen uso de la lengua castellana o del español, su defensa, su cultivo y su culto. Esta batalla por el idioma se da en diferentes trincheras. Una de ellas es la producción de libros nacionales. Por ello, una noche como la que nos reúne, para celebrar la entrega anual de la producción de libros de la EUNED, es para nosotros de la mayor importancia.

Para nosotros, como Editorial, la más importante en toda Centroamérica en producción de libros, celebramos el día del libro todos los días, en cada publicación que vamos editando, que ponemos al servicio del público lector. Con cada libro exaltamos nuestra riqueza de nuestro idioma, su defensa, su cultivo.

Si el Día del Libro se recuerda a Cervantes y a Shakespeare, nosotros en nuestra producción diaria, y en una noche como la de hoy, celebramos a nuestros autores, a los de este año, y con ellos a todos los que hemos editado.

Esta noche nuestra celebración es con 65 autores, en 50 obras individuales y colectivas que les hemos publicado su creación literaria en diversos géneros, en Álbum ilustrado, en coediciones, en ensayo, en historia, en obras de interés general, en investigación, en libros didácticos, en literatura infantil y juvenil, en narrativa, en poesía, en la Revista Nacional de Cultura, en teatro.

Esta noche hacemos un reconocimiento a nuestros autores Álvaro Borrasé Fernández, José Morales González, Emilio Vargas Mena y Gustavo Solórzano, Director de nuestra Editorial, por haber tenido premios literarios por sus obras. Igualmente, hacemos un reconocimiento por su trayectoria a Otto Apuy Sirias, a Emilia Macaya Trejos, a Marjorie Ross González y a Rafael Ángel Herra, miembro de nuestro Consejo Directivo.

Recordamos esta noche a quienes nos han dejado físicamente, pero que les mantenemos en el corazón institucional, grandes autores y productores culturales, Rafael Felo García, Virgilio Mora Rodríguez y dos compañeros de nuestro Consejo Directivo, a Santiago Porras e Inés Trejos Araya.

La entrega de Libros que realizamos hoy es un encuentro con la palabra, con el pensamiento, con la reflexión. Es una provocación a la comunidad nacional para provocar mayor interés por la lectura de los niños y los jóvenes, los adultos y personas de la tercera edad o adultos mayores, como los llamamos ahora. Pero, es también lanzar un reto a la lectura, al fomento de la lectura, que debe ser diaria, debe convertirse en un hábito de las personas.

Lamentablemente, hoy el proceso escolar nacional no estimula la lectura. Se ha caído en el facilismo de la lectura de dar resúmenes de libros a los estudiantes, el peor vicio que se ha impulsado desde hace muchos años a todos nuestros educandos, que a veces alcanza también a los jóvenes universitarios.

Hoy, con los medios electrónicos no se ha fortalecido esta condición de la lectura. Lamentablemente, el uso de las técnicas digitales de comunicación interpersonales conduce a una reducción del idioma por signos o por simplificación de las palabras. Peor aún, que se haya estimulado como una práctica social, que se impulse a comunicaciones textuales u orales que no pasen de cierta cantidad de palabras o que no se excedan de 20 minutos de exposición, porque hoy los jóvenes, y los llamados cibernautas, no tienen mayor capacidad de concentración. En el mundo de los comentarios de artículos, en las redes sociales, se ha caído en la simpleza de que personas se agarran únicamente del título para opinar o realizar un comentario, sin leer el artículo, o de agarrarse o criticar al mensajero sin leer el mensaje.

Mi madre que falleció a los 82 años me inculcó la lectura desde pequeño, antes de entrar a la escuela, como se acostumbraba antes, que nuestros padres nos leían durante el día o antes de dormirnos. Ella fue una gran lectora. Disculpen que haga este recuerdo. Pero a sus 80 años, ya pensionada de muchos años de trabajo, dedicaba alrededor de seis horas diarias a leer. Pedía libros o autores a su gusto. Cuando era yo el que le llevaba libros, y no le gustaban me decía, “lo leí hasta el final aunque no me gustó”. Esa era su disciplina de lectura, hasta el final del libro. Cuando fue con audiolibros que le atendía, a veces me decía, “el próximo conseguímelo con otro narrador porque ese que me trajiste no me gustó.”

Nuestra producción editorial es también un acercamiento a las personas para involucrarlas a disfrutar con los libros las bondades de nuestro idioma, en su sabor nacional, a enriquecerse ellos mismos por la vía de la lectura

Parte de nuestra Independencia, de nuestra Libertad, de nuestra Soberanía es justamente con el fortalecimiento de nuestro idioma, con la posibilidad de enseñarle al pueblo, a nuestros lectores, a expresarse, enseñarle a pensar, para tomar decisiones propias. Los próceres de la Independencia latinoamericana fomentaron la lectura como una arma de liberación anticolonial, anti opresiva. “Luz o luces”, como decía Bolívar para el pueblo, porque un pueblo instruido, educado, es menos fácil de dominarlo, doblegarlo oprimirlo.

El actual gobierno de la república con sus políticas educacionales y culturales se orienta a alejar al pueblo, a los estudiantes en todas sus categorías, a los ciudadanos en general, de la cultura y de la educación. Negarse a dar los fondos constitucionales a la educación pública y a las universidades es actuar contra el pueblo, contra los niños y jóvenes de hoy para que en el futuro no tengan mayores opciones educativas.

En el campo de la cultura, el actual gobierno, que es proclive a la mayor ignorancia del pueblo, hace pocas semanas redujo el presupuesto de la Editorial Costa Rica, efectivo a este año al punto que esa editorial del Estado, casi se queda sin poder pagar aguinaldos a sus trabajadores y casi paralizaba la producción de las obras nacionales que tiene a su cargo. Dichosamente la Asamblea Legislativa le enmendó la plana y garantizó esos fondos para terminar este año. Pero quedó claro que hay un ataque frontal del inquilino de Zapote a toda la cultura nacional, especialmente en su debilitamiento de la educación pública y universitaria.

La tendencia del actual gobierno es asegurar la educación privada más que la pública. Las becas para los estudiantes en la educación pública las han eliminado. Sin embargo, han puesto a funcionar, en el Ministerio de Educación, un llamado sistema de becas para quienes quieran estudiar en colegios privados, porque hay igualmente una política de disminuir el papel de la educación pública nacional en la formación de los costarricenses.

Si las autoridades de gobierno no están todavía vendiendo el país, sí lo están empobreciendo, rebajando, engañando, atontando y atrasando, para convertir a nuestra población en fácil presa de los demagogos, de las malas artes y perversas de los políticos populistas, que ni siquiera tienen un buen uso del lenguaje, como el actual presidente.

Esta noche, permítanme referirme brevemente a unos de los libros que presentamos, que parimos como nuevos hijos de esta Editorial. Lo hago con unos porque no podría detenerme con todos porque no dejaría hablar a nadie o haría de este acto una reunión larguísima.

En esta entrega llamo la atención de tres libros.

“Páginas de mi memoria”, que es una autobiografía del Presidente Oscar Arias Sánchez. Es un libro de una lectura que atrapa, en todos los capítulos que trata, desde sus ancestros hasta su paso por la vida pública, proyectada al escenario internacional con el reconocimiento que se le hiciera del Premio Nobel. De los políticos nacionales que han ocupado la presidencia de la República, es de los pocos que escriben, que piensan en voz alta, que recogen su obra y paso por el ejercicio de las funciones que han tenido. El libro es una visión, recorrida por una biografía activa y fecunda, de la Costa Rica desde 1940 hasta nuestros días.

Otro libro, es “La falaz biografía de Lou Vald”, del exdiputado, exministro y expresidente legislativo, exrector y fundador de la UNED, Francisco Antonio Pacheco, persona y ciudadano que sabe pensar, que se preocupa por el devenir de la Patria. Igualmente, es de los pocos funcionarios públicos que siguen pensando y que escriben, dejándonos su perenne huella intelectual.

Quisiera también destacar el libro “Díaz, de turbulencia. El Zapallo de Lata” del periodista Carlos Morales, que recoge la fecunda producción caricaturesca de nuestro gran caricaturista Hugo Díaz, en una sección que Carlos Morales creó, cuando dirigía el Semanario Universidad, bajo el nombre de la “Orden del Zapallo de lata”, que era la forma crítica que se estiló para tratar a diferentes personalidades públicas, y a eventos políticos nacionales, a quienes semanalmente el Jurado de esa Orden premiaba o reconocía de manera crítica y jocosa lo actuado. Se recoge en esos “días de turbulencia”, desde el gobierno de Rodrigo Carazo al de Luis Alberto Monge entre los años 1979-1985, que fueron días intensos en el país en el contexto del conflicto armado en Centroamérica, especialmente vinculado a la lucha triunfante del Frente Sandinista de Liberación Nacional contra la dictadura de los Somoza y el período que le siguió, cuando el país se prestó y se vendió, por un millón de dólares diarios, para impulsar la lucha contra el gobierno sandinista que estaba surgiendo.

El jurado que daba esta Orden del Zapallo de lata era anónimo y diverso, aunque Carlos los descubre, a quienes les tocaba emitir cada semana su fallo.

Hoy nos falta mucho un espacio periodístico como ése. Por eso la publicación que hacemos tiene un enorme valor. Su lectura, la de los fallos, y las caricaturas en mucho son un espejo de situaciones que se siguen viviendo. Nos falta todavía recoger toda la obra de Hugo Díaz.

Un fallo de una de esas caricaturas, bien podría aplicarse a los actuales Ministros de Educación y Cultura. El fallo en verso decía:

Si las cosas siguen como están:
la Cultura, al taran tan tán,
en el Deporte, ya no la vemos
y en Juventud, tenemos menos;
no nos queda otra solución
que humanizar la Promoción,
condecorar a la Ministra Volio
y pedirle al próximo gobierno
que para resolver tal situación,
en vez de Ministro del ramo,
nombre una Junta de Reconstrucción.

Y sobre la situación de cambios y renuncias en el gobierno de Carazo, situación muy parecida a la actual, el Zapallo de lata falló así:

De los quince que tenía,
ya me quedan solo tres:
una ministra sin cartera
y dos que no he vuelto a ver.
Los deslumbra mi talento,
mi lucidez los espanta,
por mi obra de portento…
Altman ya rompió la manta.
Al final quedaré solo,
con mi ego de primero,
aunque todos se me vayan…
no creo que lo haga Cordero.
Si sigue esta cruel carrera
y en febrero no me hallo,
por carecer de cartera,
me darán otro Zapallo.

Hacia el 2025 seguimos con los mismos retos editoriales, pero cargados de mayor experiencia, de mayor compromiso con la educación, la cultura y la producción de libros como armas de liberación mental, como instrumentos de conocimiento, para procurar un mundo mejor, un mundo de esperanza, de paz, ojalá sin guerras, sin exclusiones sociales, sin racismos, sin políticas y acciones políticas de exterminios étnicos, un mundo costarricense más rico intelectualmente para los costarricenses, en donde nuestros libros puedan contribuir a la búsqueda de soluciones a los importantes problemas de nuestro tiempo, y de la sociedad costarricense.

Compartimos esta noche con los autores la emoción de las publicaciones, de la alegría especial y particular, íntima que produce, como un nuevo parto, cada libro que hoy entregamos, como una huella indeleble de este momento en nuestra cultura y vida social.

Con nuestro trabajo editorial enfatizamos que la UNED es una universidad para la vida fecunda de país, de la Patria.

Esta noche hacemos un homenaje a los creadores, escritores que con sus trabajos publicados honran a Costa Rica.

En síntesis, con cada libro exaltamos la riqueza de nuestro idioma, su defensa, su cultivo, hacemos un encuentro con la palabra, con el pensamiento, con la reflexión, fortalecemos nuestra Independencia, nuestra Libertad, nuestra Soberanía.

Celebramos 45 años de la Editorial de la Universidad Estatal a Distancia, la más grande e importante casa editora del país y de Centroamérica

(Intervención de Vladimir de la Cruz, Presidente del Consejo Directivo de la Editorial de la Universidad Estatal a Distancia, EUNED, en el acto de celebración del 45 aniversario de sus creación, realizado en el Auditorio Daniel Oduber, el 29 de octubre del 2024)

¿Qué celebramos hoy? Celebramos uno de los acontecimientos más importantes de nuestro mundo cultural y del mundo académico universitario.

Celebramos 45 años de la Editorial de la Universidad Estatal a Distancia, la más grande e importante casa editora del país y de Centroamérica. Oficialmente nacimos el 31 de octubre de 1979.

Celebramos 45 años que se han traducido en más de 5000 títulos publicados desde su origen, con un promedio de 112 títulos por año, lo que es una obra portentosa.

Prácticamente todos los géneros literarios los hemos publicado: narrativa, poesía, historia, dramaturgia, ensayo de todo tipo; álbumes ilustrados, literatura infantil y juvenil, producción de textos didácticos y de interés general biografías, libros de ensayo fotográfico y revistas. Algunos de estos géneros literarios los publicamos en colecciones especializadas. Entre las colecciones que distinguen a la Editorial tenemos la “Colección Vieja y Nueva Narrativa Costarricense”, impulsada por Alberto Cañas en los noventa, la serie “Quién Fue y Qué Hizo”, y la “Colección de Historia Local”. Recientemente, con motivo del Bicentenario de la Independencia y de la Agregación del Partido de Nicoya a Costa Rica, también impulsamos colecciones especiales, que contribuyen a rescatar y promover el patrimonio cultural del país, el conocimiento, su identidad nacional y su memoria histórica.

También hemos desarrollado certámenes y concursos literarios que convocan a autores y nuevos autores a participar y publicar, bajo nuestro sello editorial, que nos permiten promover la escritura y la lectura. Entre ellos tenemos el Certamen de Poesía, el Certamen de Álbum Ilustrado, el Certamen de Literatura Infantil, el Premio Nacional de Narrativa Alberto Cañas.

Las puertas editoriales también las tenemos abiertas a figuras internacionales, que les hemos publicado.

Uno de los objetivos de la Editorial ha sido dar un servicio a la educación superior y general del país, anteponiendo en esta tarea lo cultural ante lo meramente comercial.

Otro objetivo ha sido apoyar la educación a distancia y difundir de esa manera la cultura a nivel nacional e internacional.

El equipo a cargo de la producción editorial, de más de cincuenta trabajadores, se ha desarrollado por años con una alta calidad profesional, con un alto nivel de compromiso institucional y con un gran amor por el trabajo que se produce. Es un equipo humano, de funcionarios conscientes de la calidad del trabajo que tienen en sus manos.

La Editorial hoy tiene una red de 12 librerías ubicadas en todo el territorio nacional, la mayor parte de ellas en las sedes de la UNED. Por su plataforma de ventas en línea, la Editorial llega a zonas rurales, indígenas, costeras y a lectores internacionales.

Este espacio editorial hoy se ha fortalecido con el desarrollo de la publicación mediante libros electrónicos que tienen su propio catálogo de «ebooks».

La Editorial realiza durante el año una profusa actividad de divulgación de salida de cada uno de sus libros. Esta promoción tiene también actividades de presentación de libros, talleres de trabajo, presentación de cuentacuentos, campañas de promoción de lectura, en muchas de ellas con los propios autores.

Durante el año 2023, la editorial publicó más de 60 libros y para este año, 2024 proyectamos una producción similar. Hemos enfrentado el atraso institucional de ediciones provocado por la pandemia, combinando esas ediciones con las nuevas de estos últimos años.

Entre los autores de la Editorial destacan Premios Nacionales por sus trabajos y también Premios Nacionales MAGON, máximo galardón de la Cultura nacional, entre ellos Alfonso Chase, Marjorie Ross, Ronald Bonilla, Julieta Dobles.

Mucho del actual trabajo de la EUNED se lo debemos a su actual Director Gustavo Solórzano Alfaro, que se preocupa no solo de la proyección nacional de la Editorial sino también de la proyección internacional, donde le ha sido reconocida su labor.

La Editorial hoy participa de distintos eventos internacionales y ferias de libros universitarias cada año. Por limitaciones económicas no podemos asistir a todas las actividades que de esta manera se organizan y nos invitan, lo que obliga a seleccionar cuidadosamente en cuáles podemos hacernos presentes, en compañía de las otras editoriales estatales y universitarias, junto con las editoriales privadas del país cuando corresponde.

El trabajo que realiza la EUNED sin duda es un pilar fundamental del desarrollo cultural y educativo nacional.

En estos 45 años la EUNED ha dejado su huella profunda, indeleble, en Costa Rica y en Centroamérica, no solo por la producción de libros, sino como pilar de la democracia nacional. 

En estos 45 años de producción editorial que celebramos, no podemos dejar pasar un momento de dolor y de tristeza. La Cultura Nacional, el periodismo costarricense, la producción de libros en nuestro país, especialmente, nuestra Editorial, sufrió la pérdida de una gran mujer, de una excelente compañera de trabajo, de una cuidadosa directora que atendía la responsabilidad de la aprobación de libros con maestría, cuidado y amor; con preocupación a veces no por los autores sino por los temas que se trataban cuidando siempre, la libertad de opinión y de creación con la responsabilidad que se adquiría cuando se afirmaban conceptos, especialmente en ensayos de actualidad o de temas sensibles, procurando combinar la libertad de opinión con las responsabilidades que de ello pudieran derivar para la Editorial.

El pasado 15 de octubre falleció Inés Trejos Araya, a los 92 años. Considerada pionera de la actividad periodística y de la comunicación. Periodista y escritora de corazón cómo así mismo se describía. Escribió en la Prensa Libre, por 10 años, colaboró escribiendo para a los periódicos Excelsior, La Nación. Fue editorialista del periódico La República y colaboradora cultural en las revistas Perfil, Artes/Letras, Escena y Troquel. Escribió una columna, «Lunes Literario», en la que brindaba un espacio de enorme valor para estimular y dar voz a poetas, escritores y a pintores.

Trabajó en el Ministerio de Cultura, Juventud y Deportes, desempeñándose como Viceministra de Cultura, Juventud y Deportes (1982-1984), fue Subdirectora y Directora del Departamento de Artes y Letras, y la primera Directora del Museo de Arte (1978). Fue miembro de la Directiva de la Comisión Interamericana de Mujeres y Miembro Fundadora del Centro de Estudios Democráticos de América Latina (CEDAL).

Fue nombrada representante de la Generación de Pioneras del Periodismo Nacional en la XXVIII Semana de la Prensa del Colegio de Periodistas, y vicepresidenta de la junta directiva en 1982.

En el campo editorial fue miembro del Consejo Directivo de la Editorial Costa Rica y de nuestra Editorial, de la UNED, formó parte de su Consejo Directivo, así como del Consejo Editorial de la Revista Nacional de Cultura de la EUNED, desde junio de 1990, con lo cual de los 45 años que celebramos ella estuvo 34 años formando parte intensa de la producción de libros y materiales de lectura, contribuyendo de esa manera a mejorar la vida cultural, educativa y de la lectura nacional.

El periodismo y la comunicación los asumía con pasión, con el corazón, por el gusto, como hacía también la lectura, por el gusto, por el disfrute que le deparaba.

Fue premiada varias veces. Entre sus premios destaca el Premio Nacional de Periodismo Cultural Joaquín García Monge. Ganó en tres ocasiones el Premio en el Certamen de Cuento del Colegio de Periodistas y, en dos ocasiones, el Certamen de Prosa de Ageco. Fue Miembro de Honor del Ateneo Universitario.

Fue una de las primeras mujeres en la carrera de periodismo en la Universidad de Costa Rica formando parte de la primera generación de mujeres periodistas bachilleres, en este campo. Fue autora de múltiples obras literarias. Con el Grupo Raíces escribió “Liberación Nacional, Social Democracia y Cultura” y con la Editorial de la UNED “Luna de miel con libro y otros relatos” y “La tía pecaminosa y otros relatos”. Fue compiladora de los libros “María de la Soledad” y “Poesía escogida” de Carmen Naranjo. También tradujo el libro “Los centroamericanos: aventuras e impresiones entre México y Panamá”.

El 4 de octubre del 2023, Inés Trejos Araya fue reconocida como Ciudadana de Honor por la Asamblea Legislativa.

En setiembre del 2021 asombró a la comunidad nacional cuando acertó todas las preguntas del programa, que dirige el periodista Ignacio Santos, ¿Quién quiere ser millonario?, obteniendo un premio de 30 millones de colones.

Su pasión fue la lectura, la practicó por gusto, por placer, por el aprendizaje que produce, por pasión. Veía sus libros, artículos y creación literaria como un parto, como un nuevo hijo. Así, con cada artículo que se le publicaba. Su lectura era abierta, de todo: novelas, cuentos, poesía, narrativa en general, ensayos. Disfrutaba igualmente de la buena música.

Una de sus preocupaciones vitales era que hubiera mayor entendimiento entre las personas y una verdadera paz entre todos.

También se desempeñó sirviéndole al país en el Servicio Exterior, en el campo diplomático ocupando los cargos de Ministra Consejera de la Embajada de Costa Rica en Gran Bretaña y en la misión diplomática del país en Naciones Unidas, en Nueva York.

El honor, la dignidad y la defensa de los periodistas profesionales del país eran parte de sus banderas y preocupaciones.

Inés era físicamente pequeña, de ojos intensos que la destacaban, pero de una inmensidad universal. De conversar fluido y franco.

Honramos en su recuerdo a la poetisa, a la escritora, a la periodista, a la compañera de trabajo, a la amiga, a la confidente cultural, pero especialmente a una fiel promotora y defensora de la cultura del país, que en estos tiempos de agresión gubernamental a la Cultura Nacional, le preocupaba el devenir de la cultura costarricense, amenazada de ir al despeñadero.

La EUNED fue afortunada de contar con ella, de aprovechar y enriquecerse con su sensibilidad artística y cultural, de su positividad ante la vida y del trabajo que desempeñaba.

Con la producción editorial de la EUNED hoy honramos su vida que tiene su huella perenne.

Presentación del libro “La dinastía de los conquistadores”

FILU Costa Rica, UNED y EUNED invitan a la presentación del libro “La dinastía de los conquistadores. La crisis del poder en la Costa Rica contemporánea de Samuel Stone Zemurray” el día 11 de abril del 2024 en las salas A-B auditorio Cora Ferro Calabrese UNA, Heredia a las 5:00 p.m.

Se contará con la presencia de Luis Guillermo Solís Rivera, historiador,  político y expresidente de la República; Vladimír de la Cruz de Lemos, historiador y presidente del Consejo editorial UNED y con la mediación del señor Gustavo Solórzano Alfaro, director de EUNED.


Ver el documental en este enlace: https://youtu.be/tpY6xAKgJLI?si=jc7CO5PdM–RJy4A

Información compartida con SURCOS”

“Mientras salía del túnel”, de Lucas Paz, gana el Premio Nacional de Narrativa Alberto Cañas

“Mientras salía del túnel”, de Lucas Paz, se corona obra ganadora del cuarto Premio Nacional de Narrativa Alberto Cañas

SURCOS comparte el siguiente comunicado de prensa:

El dictamen fue dado a conocer en el marco de la Entrega Anual de Libros de la EUNED 2021

El Premio Nacional de Narrativa Alberto Cañas, convocado por la Editorial de la Universidad Estatal a Distancia (EUNED), anunció a Lucas Paz como ganador de su cuarto galardón, por su colección de cuentos titulada “Mientras salía del túnel”, una obra de carácter ficcional, a la vez que personal, que mantiene presente la duda esencial del autor en cada narración.

El jurado calificador basó su dictamen en la correspondencia temática entre todos los cuentos de la colección y en la creación de “una atmósfera irreal, onírica, misteriosa, en ocasiones lúgubre, que causa interés en la persona lectora y anima a seguir con la lectura de los cuentos de la colección”.

Asimismo, destaca la regularidad en la calidad de los cuentos, su coherencia, su unidad estilística y estética, así como la profundidad psicológica de sus personajes, atractivos y creíbles, y el uso de un lenguaje cuidado y oportuno, de manejo eficaz y rico vocabulario, aunado a una gran pericia, en la creación de ambientes y en la estructuración de cada cuento, particularmente de sus finales sorpresivos.

“El honor que me ha sido otorgado por el jurado y la EUNED es, con total honestidad, una satisfacción real, una que es sentida con profunda emoción y aún mayor responsabilidad por seguir creciendo como persona y como escritor para justificar su confianza, hacer méritos a su reconocimiento y demostrar mi agradecimiento por su consideración”, comentó Pedro Yépez Cordero, nombre verdadero de Lucas Paz.

Para esta edición, el jurado estuvo compuesto por las escritoras Linda Berrón Sañudo, Emilia Macaya Trejos y Carla Pravisani. El anuncio de la obra ganadora fue hecho, junto a las personas autoras de las obras publicadas durante el 2021, en el marco de la Entrega Anual de Libros de la EUNED. En total, este año se publicaron 54 novedades (39 de línea editorial y 15 unidades didácticas). La ceremonia se realizó de manera virtual, siguiendo los protocolos sanitarios por el COVID-19.

Sobre el autor. Pedro Yépez Cordero, de padre venezolano y madre costarricense, nació en Costa Rica e hizo sus estudios de primaria, secundaria y universitarios en Venezuela. En suelo costarricense, leyendo a su abuelo, quien perdiera la vista mientras él era un niño, desarrolló el placer de leer, pues leía con cariño a una figura familiar por quien sentía gran apego.

“Esas tempranas lecturas, casi siempre vinculadas a temas de orden paranormal le generaron un particular interés por lo que no es evidente, por lo que está más allá de lo que salta a la vista”, indica el autor, al hablar de sí en tercera persona.

Yépez Cordero cursó estudios en Psicología, Psicoterapia sicoanalítica y Ciencias Políticas. Actualmente, se desempeña en la función diplomática, carrera que combina con su pasión por la escritura, que le hizo obtener en el 2002 el concurso de poesía y cuentos «Arturo Agüero Chaves», de la Universidad de Costa Rica, en la mención cuento, con un relato titulado “Karma”.

Pedro espera otro comienzo en su país natal. Sigue hablando en tercera persona para señalar que espera seguir un camino “que le permita aprovechar la experiencia académica y profesional como psicólogo y diplomático, pero, sobre todo, aprovechar esta nueva etapa para abocarse con más empeño a la creación literaria, durante la cual culminó su primera novela

‘El buen terapeuta’ y le ha dado forma a una segunda colección de cuentos que se habrá de llamar ‘Cuentos de Hades”.

La primera versión del cuentario “Mientras salía del túnel” recoge historias escritas desde el 2000, que, según el autor, fueron revisadas en el curso de técnica narrativa de la Casa Rómulo Gallego, en 2004.

“El espacio que brinda la EUNED es el factor que termina por impulsar ese paso de construir la colección, pues el poder concursar en el certamen satisface la necesidad, reconocida o no conscientemente, de ser leído, ya que, si bien la escritura es un acto personal e introspectivo, siempre va dirigido a otras personas”, concluye.

El autor recibirá un premio de 2 500 dólares y la publicación del libro por la EUNED durante el 2022. También, será presentado en la Feria Internacional del Libro del próximo año. F

Además de la obra ganadora, las miembros del jurado recomendaron a la EUNED publicar una antología con los mejores cuentos leídos durante la revisión de las obras presentadas. Entre los cuentos seleccionados para una eventual antología, citaron:

  • «El ciclo del polvo», del cuentario Siete absurdos y uno posible, presentado bajo el seudónimo de Diego Delagos.
  • «La picada de los Tocus», «El mal de olvido», » Las paradojas del aguatero» y «Los hijos del cacao», de Los Hijos del Cacao y otros cuentos, bajo el seudónimo de Feliciana Henríquez.
  • «Virutas de un divorcio», «Garbosa y gordorrosa» y «Vacaciones sin hombres», de Virutas de un divorcio y lo demás son cuentos, bajo el seudónimo de Gabriela Tarrazú.
  • «La cruz y la mandrágora», de La cruz y la mandrágora, presentados bajo el seudónimo de Vasti.
  • «Sobre la división», de La parte más carnosa de la luciérnaga, bajo el seudónimo de Dana de Costa.

 

Compartido con SURCOS por Karol Ramírez Chinchilla.

Certamen Permanente de Cuento y Poesía de la EUNED recibirá escritos todo el año

En este 2021, la Revista Nacional de Cultura, de la Editorial de la Universidad Estatal a Distancia (EUNED), recibirá escritos durante todo el año en su Certamen Permanente de Cuento y Poesía, que está dirigido a personas mayores de edad y de nacionalidad costarricense o radicadas en el país.

El cuento o el poema debe estar escrito en español, ser original, inédito, que no esté comprometido con ninguna editorial, ni pendiente de fallo en ningún otro certamen. La persona ganadora del concurso recibirá un premio de $100 y la publicación del texto en la Revista Nacional de Cultura cada cuatrimestre, informó Laura Flores Valle, editora de la publicación.

El Consejo Editorial de la Revista anunciará cada cuatrimestre a las personas ganadoras del certamen, una en la rama de cuento y otra en la rama de poesía. Ambos textos serán publicados en el número de la revista del siguiente cuatrimestre. El certamen también podrá ser declarado desierto y asignar una mención honorífica por cuatrimestre (con publicación, pero sin remuneración económica).

«En un contexto como el nuestro, en donde los espacios para impulsar las artes literarias son cada vez más limitados, iniciativas como el Certamen Permanente de Cuento y Poesía de la Revista Nacional de Cultura son fundamentales, pues además de reconocer el trabajo y el talento de escritoras y escritores -noveles o consolidados-, nos recuerdan la importancia de la literatura en los procesos de construcción identitaria de nuestro país», comentó Laura Flores Valle, editora de la revista, que se publica en forma ininterrumpida desde 1988, en aras de contribuir a la difusión de la cultura, primordialmente costarricense.

Si usted desea participar en el certamen, debe tener en cuenta los siguientes lineamientos:

Extensión máxima:

  1. Poesía: 3 páginas.
  2. Cuento: 5 páginas.

Presentación del texto:

  1. Una sola copia impresa en hojas tamaño carta impresas por una sola cara, con márgenes de 2,5 a 3 centímetros. El texto debe estar digitado con letra tamaño 12, tipo Arial o Times New Roman, a espacio y medio.
  2. El texto deberá estar firmado con un seudónimo distinto al nombre real del autor o la autora y no deberá consignar ningún otro tipo de información sobre la persona.
  3. La obra deberá presentarse dentro de un sobre cerrado en cuyo exterior solo se consignarán el título de la obra, el seudónimo y el rótulo “Certamen Permanente de Cuento y Poesía, Revista Nacional de Cultura”. Dentro de este primer sobre deberá estar, además, un segundo sobre cerrado que contenga la plica o documento con los datos personales del autor o la autora: título de la obra, seudónimo, nombre completo real del autor o la autora, número de cédula de identidad, de residencia o de pasaporte, y datos de contacto: dirección física, correo electrónico y números de teléfono.

Envío de escritos

  • Dirección para entrega en persona: UNED (sede central), Dirección Editorial, 2do piso, carretera a Sabanilla, de la Rotonda de la Bandera 800 metros al este, San José, Costa Rica.
  • Dirección para entrega por correo físico: Universidad Estatal a Distancia (UNED), Dirección Editorial, Atención: Revista Nacional de Cultura, apartado postal 474-2050, Mercedes de Montes de Oca, San José, Costa Rica.
  • Las obras también podrán entregarse por correo electrónico a la dirección lfloresv@uned.ac.cr con copia a cultura@uned.ac.cr, según las siguientes pautas:
  1. Se solicita el envío de dos archivos de Microsoft Word. El primer archivo se llamará “Archivo 1_Texto” y corresponde al texto propiamente dicho (cuento o poema con el seudónimo debidamente indicado a la par del título). El segundo archivo, llamado “Archivo 2_Datos personales”, será el de la plica y deberá contener los datos indicados anteriormente.
  2. Los dos archivos deberán ser enviados desde una dirección de correo electrónico que no consigne de ninguna forma el nombre real de la persona que concursa. A todos los participantes se les dará el acuse de recibo a esta dirección; pero solamente a la persona ganadora se le enviará notificación al correo personal indicado en “Archivo 2_Datos personales”.

Es importante destacar que las personas ganadoras deberán esperar un año para volver a participar. Los textos que no reciban premio ni mención honorífica serán eliminados y sus autores o autoras podrán volver a presentarlos en el cuatrimestre siguiente.

Si desea descargar todas las normas de publicación, ingrese en la sección ¿Cómo publicar? Cejilla Pautas generales

 

Nota de la Oficina Institucional de Mercadeo y Comunicación – UNED