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Etiqueta: Javier Francisco Cambronero Arguedas

Hacia una sociedad más justa y equitativa. En defensa de los derechos humanos y la dignidad de las personas

Lic. Javier Francisco Cambronero Arguedas, Tomada de: http://www.encuentromunicipal.com/

Lic. Javier Francisco Cambronero Arguedas
13-IX-24
Fiesta de San Juan Crisóstomo

Con el paso del tiempo, los costarricenses hemos sido capaces de construir una sociedad cada vez más inclusiva que ofrece mayores oportunidades y mejor calidad de vida a: adultos mayores, niñez, población en condición de discapacidad y mujeres. Es decir, prácticamente la mitad de la población no poseía las mejores condiciones para desarrollarse plenamente.

En la Francia revolucionaria de fines del siglo XVIII surge la proclama de los derechos humanos universales, reivindicando la existencia del ciudadano, ante el poder del monarca. El pueblo pasa a ser el soberano, en vez de un rey o figura similar. Francia y Estados Unidos, luego Haití, avanzan en esa dirección, reconociendo la existencia de derechos inalienables para todas las personas, sustentados en la libertad y en un claro delineamiento de lo que serán las relaciones entre el individuo y el Estado. Un Estado que ya no es absolutista ni unipersonal, sino que será democrático y bajo el principio de delegación. Las personas decidirán cada cierto periodo quiénes serán sus gobernantes, y sobre ellos descansa velar por la consecución del Bien Común y el progreso de los pueblos a la luz de la doctrina democrática.

De manera que los derechos humanos en su conjunto, están asociados a los logros históricos de los pueblos de luchar por mejores condiciones de vida y que implica el reconocimiento del derecho a la vida y a la libertad en primera instancia, posteriormente al derecho a la libertad de pensamiento, a la libre expresión y la promulgación de deberes por parte del estado de proveer derechos como el acceso a la educación, a la salud, a un trabajo digno para la población, especialmente la más necesitada. A la luz de este nuevo contrato social que surge entre semejantes, también se adquiere conciencia para financiar un estado que brinde los servicios más elementales para que la sociedad en su conjunto, funcione y surja el respeto a la ley, a la libertad a poseer bienes propios.

Surge el pago de tributos como tal. En el caso de Costa Rica, inicialmente, tras la independencia, para financiar gastos militares, policiales, mantenimiento de aduanas y la burocracia encargada de ello. Posteriormente, a partir de 1850 en los gobiernos de Mora Porras y Castro Madriz, empieza a aparecer el financiamiento de la educación como uno delo rubores más importantes en los presupuestos del Estado, sea poder ejecutivo o incipientes municipios que surgen en comunidades más organizadas. Se requiere contratar maestros, pagarlos y darles un espacio físico donde impartir sus lecciones a niños y párvulos. Hasta antes de 1885, sólo primaria, una escuálida Universidad de Santo Tomás y el colegio San Luis Gonzaga. Luego, tras la reforma de don Mauro y ponerse en práctica las ideas de don Julian Volio Llorente, con mayor participación activa del estado en lo público, surgen otros liceos como Instituto de Alajuela, Liceo de Costa Rica, Liceo de Heredia, Liceo de Señoritas, y escuelas en los municipios cabeceras de provincia y otros. Hay una gran claridad entre los gobernantes de nuestra época, sobre la importancia de impulsar la educación, facilitar el acceso a ella de la mayor parte de la población y que a partir de ahí se garantice el disfrute de otros derechos para la población. Además una población más alfabetizada, aún en una sociedad agrícola como la nuestra, a fines del siglo XIX e inicios del Siglo XX, con una incipiente industria y actividad comercial, es mucho más productiva. En la década de los veinte, surge la secretaría de Salubridad Pública y algunas leyes en protección de los derechos de los trabajadores. Allí el magisterio nacional jugó un papel muy importante, pues descubrió que la calle es otro espacio de lucha para las propuestas y reformas, y pode avanzar de esa manera, en el desarrollo social del pueblo. Se descubre la fuerza de la unidad y poder arrancar al poder político ciertas conquistas, sea a través de la promulgación de leyes más justas o de la negociación franca y transparente. El pueblo avanza con mayor acceso a servicios de educación y de salud. En esos mismo años veinte -hace cien años- llega el turno por mejores condiciones laborales, consolidar una jornada ordinaria, un salarios mínimo y un régimen de protección social que garantice una mejor atención en la vejez, la maternidad y ante la enfermedad.

La búsqueda de mejores condiciones de vida para la mayoría de la población, nunca ha sido una concesión graciosa de clase dominante alguna, sino que obedece a la legitima aspiración de los pueblos de buscar el Bien Común y emprender todas aquellas acciones que se consideren válidas. Surgen como una lucha contra la tiranía, en lo civil y lo político y luego se van configurando en lo económico, lo social, lo cultural. Mucho de lo cual queda plasmado tras la fundación de la Segunda República, en 1948, hasta la mitad de la década de los ochenta. Durante ese lapso las aspiraciones del pueblo costarricense, se han visto en mucho concretadas a través de la apertura de colegios y escuelas por todo el territorio nacional, la creación de clínicas y hospitales a lo largo y ancho de la geografía nacional. Y en el último cuarto del siglo veinte, la creación de sedes universitarias públicas y privadas que contribuyen a atender la brecha educativa en ese nivel, entre zonas rurales y urbanas, y la aparición de muchos puestos de salud, gracias a la estrategia Hospital sin Paredes. Así como brindar servicios de agua potable, letrinización, electricidad y telecomunicaciones a todo el país. Donde el Estado, para el servicio del sector privado, la producción y de la población, ha sido capaz de desarrollar diversas redes de servicios en rutas terrestres, cabotaje, y otras.

Durante todo ese periodo hemos disfrutado de gobernantes conscientes de esa ruta de crecimiento, desarrollo y bienestar y profundización de la convivencia democrática y la paz social.

Todo ello depende y dependerá de que NO DEJEMOS de invertir en lo social: salud educación, vivienda, alcantarillado, seguridad social. Los logros históricos que poseemos como pueblo costarricense, están fuertemente inspirados en la Doctrina Social de la Iglesia, en el pensamiento de pontífices como León XIII y Pablo VI. Esta exitosa cosecha no ha caído del cielo. Son fruto del esfuerzo de muchas décadas de apoyar y decidir sobre lo mismo, lo bueno, lo sano, lo justo. No nos debemos de cansar de preocuparnos por los demás, por los más desfavorecidos, los pobres, enfermos, inválidos y adultos mayores. Para eso pagamos impuestos y permitimos que parte de la riqueza que generamos, vayan a la atención de esas necesidades sociales para combatir la desigualdad y permite cerrar brechas de todo tipo.

Es decir, el edificio social construido con tanto esfuerzo, generosamente por varias generaciones, con grandes acuerdos nacionales, donde tejer esos acuerdos significa renuncia de alguien o algunos a algo, ha prevalecido sensatamente el fin último a perseguir; que es vernos todos como hermanos y forjar una patria en la que quepamos todos, que no se parezca mi país a un latifundio de gamonal. Llegar hasta aquí ha costado, y es por mucho, fruto del ahorro nacional. Estas condiciones no son inmóviles ni un regalo de nadie, o sea hay que cuidarlas y mantener los estándares de desarrollo social que hemos alcanzado con el paso del tiempo.

Pero si no hay inversión social, si no seguimos construyendo escuelas, buenas carreteras y atender la salud y la vejez como corresponde, veremos un marcado deterioro social. Que a su vez tendrá un impacto en las condiciones de equidad, seguridad, generación de empleo y búsqueda de oportunidades.

La incapacidad de llegar a acuerdos va a ser que aparezca el conflicto y la discordia. De ninguna manera debemos de permitir que ambos afloren en las relaciones entre las personas; con su insana y nada conveniente presencia, estamos a un paso que sea la violencia, el odio y la intolerancia quienes sustituyan las pacificas armas del diálogo y la paz social. Ello conduciría a una involución ante tanto progreso social que hemos logrado en la construcción de una sociedad más justa y solidaria; y el destructivo fantasma del retroceso estaría a la vuelta de la esquina.

Hoy preocupa imaginar, qué destino le espera a nuestra niñez y juventud, cuando en mi país, cada día 136 mujeres solicitan medidas cautelares ante la violencia intrafamiliar existente. Eso equivale vergonzosamente a más de 60 mil denuncias a año, dicho de otra manera, más de 5 por hora. ¡Qué horror! La degradación a la que nos estamos exponiendo en los últimos años, enciende las alarmas de que algo no lo estamos haciendo bien. Es penosa y descarnada expresión de una sociedad enferma, que pareciera irse quedando sin salidas.

No permitamos de ninguna manera, que nos inunde el sentimiento de derrota. Ese no es nuestro espíritu ni ese ha sido nuestro talante histórico. Eso sí, solo juntos podemos salir de allí y seguir construyendo.

Nuestra institucionalidad debe estar al servicio de la búsqueda del Bien Común, y como fin, debemos perseguirlo siempre y ahora. No claudiquemos, no tenemos ese derecho. Con el discernimiento espiritual que tenemos desde la fe, podremos retomar el camino. Debemos de ser capaces no sólo de ver las cosas, sino además de juzgar y actuar. Actuar con decisión y determinación desde cualquier espacio que ocupemos como ciudadanos.

Ante tan apremiante circunstancia, tal y como aconseja San Pablo, en la primera carta a los Corintios, ser indiferentes, no nos es lícito, no es una opción. Con sagacidad y humildad debemos retomar la ruta de la solidaridad que siempre nos ha hecho distintos.

Songo le dio a Borondongo, Borondongo le dio a Bernabé, Bernabé le pego a Fuchilanga y Fuchilanga le arrió a Burundanga

Lic. Javier Francisco Cambronero Arguedas

Cuando en junio del 61 nacía el presidente Chaves, ya la afamada rumba interpretada magistralmente por Celia Cruz se extendía como pólvora no sólo por el Caribe nuestro, sino además por el resto de América Latina y parte de Estados Unidos.

El título de esta sabrosa y cálida melodía, del músico cubano Oscar Muñoz, nos pone en presencia de un desorden, de un gran desorden sin ton ni son. Digamos, una confusión inútil que distrae de lo verdaderamente importante. Donde Borondongo con pellizcos, empujones y pescozones, carente de ideas y liderazgo, no hace por donde poner orden. De modo que, ante un escenario de semejante naturaleza, ni nuestra energía ni atención se posa sobre lo urgente y lo importante. De manera que una contagiosa y sonora canción caribeña, de orígenes africanos, en su letra nos traslada a un escenario, que resulta hasta violento e irrespetuoso, pues se reparten culpas entre unos y otros sin que nadie sea capaz de reconocer sus propios errores. Esa imagen de empujones, golpes, majonazos, ofensas e infidelidades, se parece mucho a la forma en que quieren conducir mi país.

Todos desearíamos que la patria se pareciera más a una hermosa historia inacabada de éxito y bienestar, que a un baile como el planteado por Celia Cruz, donde los invitados sean Borondongo y sus compinches. No es arriándonos unos a otros como vamos a salir avante. El tiempo continúa su marcha inexorable y no es un bien infinito con el cual siempre podamos contar. Los problemas nacionales se agravan y en el horizonte no se avizoran soluciones a los mismos. Al contrario, quienes fueron llamados a construir soluciones y buscar salidas, pierden el tiempo, se distraen con nimiedades y andan siempre buscando culpables por los yerros cometidos. O peor aun pensando en la campaña electoral que se avecina, sin haber comenzado siquiera a gobernar. Nunca ha sido más necesario que ahora, un liderazgo visionario, producto de sana y adecuada mezcla de conocimiento, experiencia y humildad.

Faltan poco más de 400 días para que el Tribunal Supremo de Elecciones llame a elecciones. Por eso me detengo para compartirles algunas reflexiones en torno a algunos de esos problemas que empiezan a tornarse agobiantes y que desencadenan intensas frustraciones en la ciudadanía nacional, sobre los cuales hay una ausencia mayúscula de lucidez, iniciativa y de humildad para buscar y escuchar consejo. Me refiero: al desorden propiciado en materia ambiental, la indescifrable ruta de la educación semejante a un monumental laberinto y la sangrienta inseguridad convertida en terreno fértil para el narcotráfico y el crimen organizado.

¿Desorden en materia ambiental… es deliberado? La gestión del MINAE en estos dos años ha sido errática, desenfocada y criminalmente omisa. Las últimas semanas hemos sido testigos como arrecian las denuncias ante talas ilegales en áreas de conservación y se movilizan las comunidades defendiendo lo propio. Sobre todo, en el litoral del Caribe sur costarricense, donde el actuar de la municipalidad de Talamanca y el SINAC quedan debiendo mucho y levantando sospechas. Lo cual podría ser la punta del iceberg de la involución que experimentamos en materia ambiental.

Un país que se precia de ser verde, de venderse en el mundo por tantos aciertos acumulados por esta generación y las que nos antecedieron, para convertir al país en un abanderado mundial de la protección ambiental y de la biodiversidad, con un 25% de cobertura boscosa en el territorio nacional, lideres en la búsqueda del carbono neutralidad, generación eléctrica limpia, protección de los mares y océanos, protagonista mundial contra el cambio climático, legislación robusta y existencia de órganos para garantizar una adecuada gobernanza; enfrenta ahora varios peligros, pues instancias de control han sido debilitadas adrede. El SINAC, con las actuales autoridades ha perdido capacidad para salvaguardar la rica biodiversidad que nos ha sido heredada y nos corresponde resguardar. Su debilitamiento y el del tribunal ambiental, constituyen el caldo de cultivo perfecto para que retrocedamos mucho en lo que hemos logrado en los últimos 50 años. Desde mayo de 2022 se han girado nuevas normas, directrices y lineamientos que desregulan al sector y propician una conducta cada vez más desregulatoria en contra del medio ambiente. Controles que se diluyen, mientras sierras, hachas y tractores destruyen manglares, áreas protegidas y quebradas en nombre de un progreso y desarrollo mal entendidos. Guacamayas, lapas, monos y perezosos parecieran estorbar a una nueva ola de turismo invasivo dentro de zonas costeras y bosques protegidos. Grandes camiones con hermosos y robustos troncos circulan ahora por nuestras vías, ahora con mayor libertad, sobre todo en las madrugadas y fines de semana. Valientemente la comunidad del Caribe sur limonense decidió alzar la voz y exigir a las autoridades judiciales, detener la barbarie de investigar a profundidad el otorgamiento de permisos de uso del suelo, otorgados siniestramente por la Municipalidad de Talamanca y autoridades del SINAC. Esta justa y cívica lucha que emprenden las comunidades en contra de odiosos y espurios intereses de empresarios y testaferros locales en la zona, deben servirnos de norte en la protección de nuestros recursos naturales. Un afán desmedido de riqueza que transforma el bosque y la natura para ubicar cientos de casas de descanso, chalet y desarrollos inmobiliarios turísticos para unos pocos, a costa de sacrificar lo que la naturaleza tardó cientos de años para regalarnos una belleza escénica inigualable y hogar de cientos de especies, no debe ser propiciado desde los órganos llamados a ejercer gobernanza y desarrollo de políticas ambientales. Nuestro bosque y fauna silvestre, necesita de aliados y buenos costarricenses que detengan esta barbarie. Estas conductas depredadoras del ambiente que vemos en Gandoca Manzanillo, Cahuita y áreas cercanas, deben ser detenida y no aceleradas como pareciera ocurrir en Talamanca. En el caso de zonas boscosas cercanas a la costa, planes de manejo amañados, permisos municipales fraudulentos y burlas a la legislación ambiental, han dado al traste con la conservación del bosque y la protección del hábitat de cientos de especies de aves, mamíferos, reptiles. El infame debilitamiento de SETENA y el desmantelamiento del tribunal ambiental al cercenarle recursos humanos y materiales hacen que dichas dependencias se atasquen, fallen más de una vez y se tornen torpes y lentas. Ante la comisión de hechos irregulares, indiferencia y desidia de las autoridades competentes, entiéndase ministro, viceministros, directores de áreas de conservación; ha sido el Ministerio Público y la misma Sala Constitucional, quienes nos devuelven la esperanza al frenar ese tipo de atropellos y felonías, al dictar un alto a la tala y destrucción de recursos bióticos. La inacción de SINAC y desacato ante lo que la Sala ha ordenado desde hace 5 años para delimitar correctamente las áreas sujetas a protección y deslindar las que corresponden al ámbito privado y que requieren de algún grado de manejo mínimo, nos hace sospechar, del por qué las autoridades de turno no han actuado apegados a la ley y más bien parecieran plegarse a intereses espurios de jerarcas y empresarios deseosos de vender terrenos con esa naturaleza exuberante, al mejor postor. Ante la codicia y ambición desmedida de algunos y la presencia de funcionarios públicos inescrupulosos, insisto, han sido los tribunales, el ministerio público y parte de la misma Asamblea Legislativa quienes han alertado sobre semejantes despropósitos.

La riqueza natural de nuestro país es para el disfrute de sus hijos, proteger la belleza escénica y conservar nuestra biodiversidad. Nuestra institucionalidad ha actuado para frenar semejantes desmanes y excesos contra la naturaleza e infames formas de enriquecimiento de algunos, que, escondidos taimadamente, pretenden llenar sus bolsillos, sabiendo que les queda poco tiempo. Aquí no hemos visto que esta bronca se la coma nadie en Zapote, donde más bien ha habido un silencio sepulcral. Impulsar nuevos reglamentos en SETENA, flexibilizar normas y proteger intereses del sector constructor agronegocios e inmobiliario, como lo han evidenciado las investigaciones llevadas adelante por parte del Ministerio Público, OIJ y auditorías internas en SINAC y SETENA en el sonado caso COMEJEN, sacan a la luz pública la pudrición y ruindad de algunos pocos a quine pudieron comprar, pero no así hacer mella en el alma del pueblo costarricense que aún resiste y combate la corrupción. Ya hemos visto cómo funcionarios sinvergüenzas, haciéndose de la vista gorda y siguiendo órdenes de quien sabe quién, dejan atrás un estudio elaborado desde 2017 y permiten que arrasen con el 40% del área de humedales, desapareciendo en este lapso 92 hectáreas de humedales en Talamanca. Todo ello ocurre cuando el ministro impulsa una reforma para que desaparezcan órganos del sector y concentrar en su figura, mayor poder y celeridad en los trámites, donde el criterio técnico pasaría a un segundo o tercer plano, y prevalecería el político. Ojo, nos miran nuestros niños y jóvenes de cómo estamos jugando y decidiendo hoy ¡sobre su futuro!

Siempre en materia ambiental y en la forma en que gestionamos el recurso hídrico, hemos sido testigos de la absoluta incapacidad de los jerarcas de turno para lidiar con los problemas de abastecimiento de agua potable para importantes sectores de la población costarricense, que recurren cada vez más a la protesta pacífica al enfrentar severos racionamientos del preciado líquido. La descoordinación a lo interno del AyA y de ésta con Asadas y acueductos municipales, es monumental. Desde noviembre de 2020 quedó listo un empréstito con el BCIE por 399 millones de dólares, que respondia a satisfacer las necesidades y problemas de abastecimiento de aguas en la GAM, Liberia, Limón, Guácimo, Pérez Zeledón, Puntarenas, Alajuela y San Ramón, tras un estudio bien cimentado. Desde finales de 2021, no hay ningún avance en este tema. Miles y miles de costarricenses seguirán padeciendo racionamiento y brutales cortes en el suministro de agua. Allí hay una solución técnica y presupuestaria, solo se requiere de alguien que tome la decisión más acertada y no nos distraiga con tristes y descolorido espectáculo semanales de alaridos, gemidos y ronroneos guturales.

Si hay dos cosas de las cuales los ticos nos jactamos por su impacto en nuestro nivel de vida y valor primordial que le damos, lo son la Caja Costarricense del Seguro Social y la educación. No hay nada más que el costarricense lo sienta como suyo, como propio. Es por ello por lo que en lo educativo la administración Chaves Robles tiene una oportunidad única e inigualable de constituirse en el gobierno que salvó la educación pública o el que dilapidó tan importante e histórica oportunidad. Por lo hecho hasta ahora, el presidente Chaves y su equipo serán recordados por destinar 56 mil millones de colones menos en el presupuesto 2024 para educación. Este presupuesto y el del año anterior está cada vez más lejos del 8% del PIB constitucional. En esta oportunidad el presupuesto para este año equivale a un 5,2% del PIB. Lo cual dramáticamente se traduce en agudizar los ya severos problemas de infraestructura existentes, equipamiento insuficiente, menos contratación de docentes, sobre todo en educación especial, y menos recursos para comedores escolares y transporte estudiantil y escuálidos presupuestos para Juntas de Educación y Administrativas. Durante el periodo 2015-2020 el presupuesto MEP fue en promedio un 25% del presupuesto nacional. Este año equivale a 20,6%, lo cual constituye verdaderamente una tragedia nacional. No atender los graves y acuciantes problemas que enfrenta la educación pública nos lleva al borde del despeñadero y sobre todo segar la posibilidad de formación para miles y miles de niños y jóvenes sobre todo provenientes de zonas costeras y fronterizas. El presupuesto cercenado debe ser restituido en el corto plazo. La brecha digital debe ser atendida satisfactoriamente, hay que limpiar el calendario escolar de tanta actividad pues hay más de 100 y que de alguna manera impacta el desarrollo normal de lecciones. Hay que cuidar la salud mental de profesores y estudiantes, y generar una amplia discusión sobre el currículo y la importancia de la educación cívica en primaria y secundaria. Esta es la mayor empresa que ha de acometer la próxima administración.

En cuanto a la inseguridad -otro de los graves problemas que no ha sido atendido con la diligencia que amerita- hemos sido testigos desafortunadamente estos dos últimos años, han sido los de mayor cantidad de muertes violentas en el país, asociadas al uso de armas de fuego, sicariato y crimen organizado. Curiosamente hay un descenso en robos, hurtos y delitos contra la propiedad, pero en muertes violentas por armas de fuego y femicidios, las cifras son alarmantes. El año pasado más de 900 homicidios y este año las cifras no ceden. Y ahí penosamente se ha dejado de hacer mucho, una omisión casi cómplice y criminal. Ante la inexplicable decisión política de retirar la Policía de Control de Drogas (PCD) desde setiembre del pasado a la fecha, de puertos y fronteras; los decomisos de cocaína han caído en un 55%, o sea 47 toneladas menos, y no es que haya menos drogas trasegadas, sino hemos perdido capacidad operativa para enfrentar el fenómeno droga. La mayoría de las últimas capturas ha sido gracias a operativos del OIJ. Durante este año los decomisos de cocaína, marihuana y sobrevuelos en áreas conflictivas, como Talamanca han disminuido drásticamente, pues no posee además colaboración del Servicio de Vigilancia Aérea, pues allí no disponen de aeronaves suficientes y tan sólo hay un avión activo y 20 pilotos desocupados. Entiendan costarricenses, ¿cuál país en el mundo se da el lujo de luchar contra el crimen organizado y el narcotráfico con una de sus dos manos atadas? ¿Por qué esa decisión irracional de retirar la PCD de zonas fronterizas? El ministro Zamora y subalternos nos deben varias explicaciones. Este cuerpo policial, vital para enfrentar el narcotráfico y sus escuelas, requiere al menos de 100 plazas más, que no las vemos aún por ningún lado. ¿Cuántas vidas más, de víctimas colaterales o de jóvenes y niños serán necesarias ofrendar más para que las autoridades del ejecutivo reaccionen?

Ante este listado de problemas que nos roban la paz y la esperanza, no debemos ceder. El espíritu costarricense de superación y de luchar por un futuro mejor, nos ha marcado por más de 200 años. Ante los desmanes y politiquería con que desde Zapote pretenden gobernar, mintiendo un día y otro también, los órganos que nos representan y sobre los cuales descansa nuestro horizonte democrático, han respondido. Órganos de control como la Contraloría General de la República, la Defensoría de los Habitantes, la Sala Constitucional y el Poder Judicial, imponen el imperio de la ley, aunque al presidente no le guste. Gobernar no es asunto de gustos, es ser consciente de un mandato popular que se delega con un plazo perentorio para la búsqueda del bien y la felicidad de los demás. Desgastarse atacando a la institucionalidad es como emprender una batalla contra molinos de viento. Peor aún cuando se hacen berrinches cual amante despechado.

No es dividiendo al país, pues a nadie conviene esa ruta. El arte de gobernar demanda nuestro mayor esfuerzo y sobre todo ocuparnos de quienes menos tienen. Una persona que guía orienta a toda una nación hace del derecho, el sentido común y su sano juicio, las mejores armas para conducirnos a buen puerto.

A pesar de ser electo en abril de 2022, el presidente Chaves obtuvo menos votos, que Carlos Alvarado (1 200 000 en abril de 2018) y el mismo Luis Guillermo Solís (1 400 000 abril 2014). Sin embargo, gobierna no sólo para el millón de costarricenses que votó por él. Es el presidente de todos, hasta el 30 de abril de 2026.

Presidente, no somos sólo una sociedad que genera pocas oportunidades de empleo, en especial para las mujeres, sino somos una sociedad además donde hay cada vez más violencia. Usted y ambos expresidentes tuvieron que gobernar sin poseer mayoría en el Legislativo. Sin embargo, ellos fueron capaces de encontrar las vías del diálogo y la negociación para sacar avante la tarea.

El tiempo transcurre y es momento oportuno para seguir el sabio consejo de Abambelé “porque entre hermanos se vive mejor”.

14-VII-24

Cultura de paz y sana convivencia

Lic. Javier Francisco Cambronero Arguedas, Tomada de: http://www.encuentromunicipal.com/

Nunca como en estos últimos días, se siente la necesidad de palabras que inspiren paz y amor
Papa Francisco, junio 2023

Lic. Javier Francisco Cambronero Arguedas

Alto a la violencia y a la inútil muerte de tantos seres, como consecuencia directa de la intolerancia, la frustración, la ira y el enojo. No es asumiendo la violencia como lenguaje como podemos construir una mejor sociedad y legar un futuro más halagüeño a esta generación y a las venideras. Debemos de ser capaces siempre que la razón y no el enojo, gobiernen nuestra voluntad y emociones. Nadie debería segar la vida de otro ser semejante. Nunca nos cansemos de las formas civilizadas para resolver conflictos y diferencias.

Esta semana hemos sido testigos de macabros, perversos e infames hechos de sangre, donde con una frialdad pasmosa, una persona descarga una andanada de balas desde una arma de fuego a escasos metros de la víctima. Cuerpos mutilados de mujeres, destrozados por quienes debieron amarlas, protegerlas y hacerlas felices; y miserablemente las consideraron un objeto de su propiedad.

En medio de este frívolo contexto, una noticia que nos llena de esperanza, se escabulle y penosamente no ha sido titular de grandes letras en diarios impresos, cintillos de noticiarios televisivos o tener presencia en noticias radiales. A inicios de julio del ano pasado, la Asamblea Legislativa fue escenario de uno de los hechos más bochornosos que podamos recordar. En la barra del público irrumpió un señor, de apellido Morales, con singular violencia amenazando y vociferando contra los diputados Robles Barrantes y Nicolás Alvarado. Con insolencia, matonismo y malacrianza se quitó la camisa y “a panza pelada” blandía sus brazos en forma desafiante y gesticulaba obscenamente, constituyendo un riesgo para los allí presentes. El señor, que estaba “como poseído” pudo ser sometido y llevado a los tribunales. Esto en jun contexto nacional de crispación donde sentimos que la violencia se ha apoderado de muchos ámbitos de la vida nacional y que desde la política no se está haciendo lo suficiente por resolver los problemas del país. Evidentemente, no era la mejor forma para expresar disconformidad y desacuerdo con estos diputados. El pasado 15 de mayo ante la posibilidad de enfrentar un juicio por el delito de amenaza a funcionario público, el señor se disculpó y en consecuencia no hubo debate en materia penal. Pidió perdón y reconoció su falta y notable exabrupto. Ahora se someterá a un programa restaurador y firmó “Proclama por la discusión pacífica de los asuntos públicos”. Reconoce el señor que aunque piensa distinto a los diputados, entiende que la violencia no es el camino y agradece que le brinden una segunda oportunidad.

Lo inusual de este relato es que además del señor, los dos diputados involucrados también firmaron dicha proclama, que a la letra dice “La libertad de expresión y de prensa son indispensables para la vida democrática. Sin un rico debate de ideas no puede haber democracia. Pero para ello, es indispensable que el camino del debate sea pacífico. Cualquier asunto que sea de interés público debe poder discutirse con respeto, y sin temor a represalias de ningún tipo. En ese espíritu democrático y pacífico que ha caracterizado a nuestro país, hoy decidimos optar por el camino de la paz. La paz que permite también resolver aquellos conflictos que superaron los límites de lo razonable por un momento, pero que permite recomponer la armonía perturbada. Rechazamos la violencia de todo tipo en la discusión política nacional, e invitamos a todos los habitantes del país a resolver sus conflictos de forma pacífica, respetuosa y por las vías institucionales. La paz es responsabilidad de todas y cada uno de nosotros y nosotras”.

Este tipo de noticias, aunque no “vende”, da esperanza a nuestros corazones. Es posible retomar la ruta de la sana convivencia y de una cultura de paz. Es lo que nos ha hecho grandes como nación. ¡Nuestros hijos y futuras generaciones lo merecen!

06-VI-24

El vanidoso, pero nunca neutral prefijo “in” … “Yo y ustedes, contra los otros”

Lic. Javier Francisco Cambronero Arguedas
05-V-24

Transcurridos dos años de la administración Chaves Robles, es sano y conveniente plantearse algunas consideraciones en torno al balance de esta.

Inicio mencionando que desde que nací han transitado por el poder ejecutivo 15 costarricenses. Y ejerzo mi derecho al voto desde las elecciones de 1986, por cierto, voto donde la persona por la que vote no ganó. Desde la Constitución de 1871, se estableció un periodo constitucional de 4 años para nuestras autoridades del Ejecutivo. O sea, mediane ese mecanismo, imperfecto, pero sin duda el mejor hasta estas alturas de la historia, el pueblo delega su soberanía a través de la delegación del poder a sus legítimos representantes. Tanto para el Ejecutivo como para el Legislativo.

Esta democracia bicentenaria, ha visto roto el orden constitucional, muy pocas veces, gracias a Dios. Esta generación no conoce, no sabe, ni desea conocer otra forma de gobierno que no sea más que la heredada por sus antepasados y que nos corresponde ineludiblemente conservar y más aún robustecer para las futuras generaciones. No es desde la retórica ni desde las buenas intenciones como lo vamos a lograr, sino a través de acciones cívicas, patrióticas y civilistas reconociéndonos, a pesar de nuestras diferencias como hermanos y eso sí, capaces de construir y ponernos de acuerdo sobre lo que es verdaderamente importante. El pensar distinto nos es natural, en un marco democrático. No es pecado, ni mucho menos una señal de debilidad de nuestra democracia. Ha sido a través de la diferencia y búsqueda de acuerdos como hemos construido una senda a través de los años. Siempre como costarricenses, sabremos discernir que son más las cosas que nos unen que las que nos separan.

Hay un hecho político importante en el ámbito constitucional, desde 2014 la fragmentación social que experimenta el país ha ocasionado que ningún presidente cuente con mayoría parlamentaria. Ello es expresión de la incorporación de más voces y más actores políticos en nuestro medio. Ya el Informe del Estado de la Nación de 2009, nos lo advertía.

Los partidos políticos y quienes aspiran a gobernarnos cada cuatro años, deben cumplir con presentar un plan de gobierno al electorado, y si el soberano los premia con su beneplácito, al resultar ganador ha de entenderse que allí concluye la campaña política e inicia la labor de estadista, de gigante, donde la seriedad y el compromiso adquirido con los votantes, se tornan en las mayores perlas que guíen su labor. Allí la in-utilidad y alegar diversas razones para no cumplir, no se justifica, ni mucho menos es válido ante una creciente desigualdad y diversos problemas que se van agudizando. Para gobernar se requieren estadistas. No alcanza con ser simples administradores que solo ven el árbol y no el bosque.

Hace un año publiqué un artículo semejante a este. Donde planteaba algunas precisiones sobre el modo de comportarse del presidente Chaves. Indicaba en aquel entonces que “la política no puede ser escenario para despropósitos, transformándola en vehículo para vanos y pérfidos proyectos personales, con infames y espurias motivaciones. Al contrario para los demócratas, debe ser concebida como medio para el cambio y transformación social. Hoy algunos intentan hacer prevalecer, por cualquier medio, sus intenciones, sin importar el atropello a la institucionalidad y de esa manera convertir la mentira, la demagogia y el cinismo, en filosas espadas capaces de decapitar la verdad y todo aquello que se interponga”.

Este 2 de mayo, junto a mi esposa, escuchamos la mayor parte de su intervención brindando su informe y/o listado de logros, en la sede del primer poder de la república. Como mínimo de nuestra formación cívica no debemos olvidar que allí estaban presentes nuestros legítimos representantes, en quienes el pueblo soberano ha delegado su representación y poder: el presidente, sus vicepresidencias y los 57 diputados. Ese variado grupo de costarricenses -60- hay un mosaico de pensamiento, talento y por qué no, de mediocridad e in-capacidad también. Todos ellos electos por 4 años, ya han pasado 2. Y ha sido tiempo suficiente para haber cosechado algunos logros y sembrar un poco del siempre esperanzador y necesario optimismo. Es conveniente recordar que el paso por la función pública es efímero, caduco. Pero lamentamos el posicionamiento de un discurso confrontativo y de polarización, dividiendo a la familia costarricense. Pareciera que la intención es posicionar “Yo y ustedes, contra los otros

En mayo de 2022 se anunciaba alegremente en el país una Ruta para rebajar el precio de las medicinas, una ruta para rebajar el precio del arroz y ello se iba complementar con el anuncio en febrero de 2023 de una Ruta de la Educación. El tiempo de manera inexorable ha transcurrido y aún las manos del presidente Chaves y sus jerarcas están vacías de logros significativos. Y no es que ha transcurrido un mes, o un primer año para que sea muy poco lo que pueda mostrarse. Es que ya son 24 meses y la creatura aún no ha sido parida. La campaña política concluyó hace 25 meses y el tiempo de gobernar llegó hace rato. La in-eptitud con que se asume la noble y sublime labor de gobernar, ha hecho que chambonada tras chambonada el tiempo vaya pasando, con escasísimos y flacos logros. Además, no puede ser arropada con una equivocada visión de iniciar la próxima campaña desde ya. Mostrar como propios los logros de otros, emitir decretos sobre lo ya legislado, aferrarse sólo a dos proyectos como ciudad gobierno y jornadas 4X3, parece que es lo único presente en la agenda presidencial y del partido de gobierno. Ni hablar de yerros referidos a la administración de la CCSS y utilizar SINART como agencia de publicidad y propaganda, menoscabo de cobertura en salud para enfrentar enfermedades infectocontagiosas y manejar de manera opaca fondos del BCIE.

Nos encontramos en la historia reciente del país, la existencia de varios resellos a leyes tras el surgimiento de disputas entre el Ejecutivo y el Legislativo. No recuerdo una administración en la cual se hayan enviado proyectos de ley tan mal elaborados, que rápidamente son desechados. La misma Constitución Política le brinda al Ejecutivo la mitad del tiempo de los diputados para que sus propuestas sean conocidas, discutidas y analizadas; pero para ello iniciemos por el principio, hay que elaborar esas iniciativas, hay que enviarlas y redactarlas bien, si es que no deseemos que naufraguen. No recuerdo una administración en la cual con bombos y platillos anuncian algún tipo iniciativa, sin ningún tipo de estudio y viabilidad de la misma.

El presupuesto es herramienta de gobierno, de ejercer poder, de fijar prioridades. No es moralmente aceptable que este gobierno no haya asumido con fuerzo el estandarte de buscar soluciones a las necesidades más. La inversión social bajo la actual administración ha pasado de un 60% en 214 a un 53% en este año. Por ejemplo, del 8% del PIB constitucional que deberíamos dedicar a la educación, para este año 2024 se presupuestó un el equivalente a un 5,2% del PIB.

La in-competencia no puede ser escondida tras diatribas, alaridos o una narrativa pirotécnica como la que el señor presidente, muestra. Ejercer la presidencia y por lo tanto la conducción de un Estado, requiere de cierto talante, fuste y gallardía. Un día y otro también, intenta confundir y desvíar la atención de la gente decente, buena y trabajadora, que día a días madruga para ir a trabajar o buscar un trabajo digno con qué llevar sustento a su familia. Aún recordamos los costarricenses, que durante un periodo nuestro presidente fue ministro de la anterior administración. Su paso fue sin pena ni gloria, no recodamos algún hecho importante que se le pueda acreditar en ese lapso, ni tampoco se ha han dado las razones de su abrupta salida.

La in-utilidad no puede soslayarse recurriendo a una peligrosa e incendiaria retórica de “Yo y ustedes, contra los otros”. Aquí estamos los buenos y allá los malos costarricenses. Esa burda visión, maniquea y distorsionada es la que permite el ascenso de autócratas y mostrar absoluta carencia de sagacidad. La realidad nacional y los problemas que agobia al costarricense de a pie, no puede ser reducida a una bucólica e idílica alegoría. Los problemas se enfrentan con decisión e inventiva; no conozco otros caminos.

No sólo somos una sociedad que genera pocas oportunidades de empleo, en especial para las mujeres; sino, además, hoy somos una sociedad más violenta. Por ejemplo, en el 2022 el sistema de emergencias 911 registró más de 12 mil incidentes de violencia doméstica. Es decir, un incidente de violencia intrafamiliar por hora. En los últimos años, en vez de invertir más en salud, alimentación, vivienda, educación y pensiones, la inversión social pública ha caído 6 puntos desde el 2019 a la fecha. Hoy Costa Rica gasta más del triple en intereses de la deuda que en infraestructura. El presupuesto en servicios sociales se contrajo de un 13% a un 10% del PIB entre 2020 y el 2023.

El dividir y polarizar al país, genera pocas oportunidades de desarrollo y progreso y hacia nada bueno nos conduce. No permite enfocarnos en lo verdaderamente urgente e importante. Ese “Yo y ustedes contras los otros” solo denota carencia de ideas e imaginación para enfrentar con denuedo y decisión, los problemas que nos agobian: pobreza, desigualdad, in-capacidad para crear condiciones para el trabajo decente, in-eptitud para resolver temas como acceso al agua potable y a vivienda digna, in-competencia para mostrarse como un verdadero demócrata y entender que el diálogo y respeto permiten edificar, no generar muros de odio y de bufonadas. Requerimos mayor lucidez y cordura. De magnanimidad de un verdadero estadista. No puede ser que su único mérito sea la capacidad de dividir y polarizar.

A aquellos que están cerca del presidente Chaves, sus acólitos, menos aplausos complacientes y más consejería sabia y prudente, ese es mi mensaje para Acosta, Fernández, Müller, Díaz, Zamora, Tinoco, Rodríguez, Munive, Campos, Gamboa, Cisneros y Brunner.

Hace escasos días el presidente acudió a la inauguración de la Semana Nacional de Cooperativismo en San Ramón. Allí tuvo contacto con cientos de niños y jóvenes a quienes pudo saludar efusivamente. Ellos celebraban con alegría la presencia del presidente de la república. Para el imaginario infantil, el presidente es la encarnación de la democracia y lo que libros de texto y docentes por años han repetido. Veían en él una especie de superhéroe. Ver y palpar en un apersona la mácula investidura del primer ciudadano de la república. Electo por los costarricenses para que se encargue de gobernar/buscar soluciones a los agobiantes problemas nacionales. Ni los flashes de cámaras fotografías, ni las palmaditas en el hombro, ni los abrazos, ni los selfies, deben distraernos. Esa imagen folclórica es solo un elemento para no olvidar lo fugaz que es el paso por un puesto de esa naturaleza. La saludable y vigorosa alegría republicana, mostrada en la algarabía de esos niños debe guiarnos siempre. Esta generación de costarricenses somos hijos de acuerdos nacionales que dieron origen a la segunda república y a nuestro Estado de Derecho. A pesar de los abusos cometidos por ambos bando en el 48, fuimos capaces de forjar una de las sociedades de mayor progreso y bienestar, campeona de la libertad y del civilismo, envidiada en muchas partes del mundo. Es la imagen que debe seguir prevaleciendo, tras el paso de cada persona que ha ocupado la presidencia. Una persona que guía y orienta toda una nación hacen del derecho, el sentido común y su sano juicio, las mejores armas para conducirnos a buen puerto. La campaña electoral término hace mucho y esos niños y jóvenes merecen la mejor versión de nuestro gobierno… una verdadera y perenne clase de civismo. No de alimentar una inconveniente división que avizora en el horizonte democrático de la patria.

En el poder político… el traje se lleva por dentro

Lic. Javier Francisco Cambronero Arguedas
Educador

En 1918 por primera vez vio la luz la novela El Árbol Enfermo, de Carlos Gagini. Exquisito escrito costarricense, que a través de la metáfora pone de manifiesto la enfermedad de una sociedad y una patria que poco a poco va trastocando sus valores tradicionales y diluyendo su identidad. Finalmente, el árbol cae y aplasta a uno de los personajes de la obra. Y se muestra la muerte como uno de los caminos inexorables e irreductibles de la enfermedad. Desde el ámbito cívico o pedagógico, podríamos plantearnos: ¿Qué entendemos como patria y cómo se manifiesta nuestro amor, fidelidad y vocación hacia ella? Muchos hemos entendido que a la Patria se le sirve, que representa mucho de lo que nos une y nos permite reconocernos unos a otros, sea que hayamos nacido aquí y o quienes conviven con nosotros. De ella, de ninguna manera, y menos cuando se ostenta un puesto de poder o representación popular puede suponerse, que de ella… hay que servirse.

A todos nos toca, Honrar a nuestros antepasados, su memoria y su legado, sobre todo a esta generación. A través del amor al trabajo, de ser solidarios, honrados, agradecidos y dejarnos guiar por la razón y el estudio. Ambas, nunca serán malas compañeras de viaje.

Por ello, ejercer la función pública, sobre todo desde la máxima magistratura, implica tener agallas para enfrentar los retos que desentraña el futuro. Revestidos de fe, determinación, humildad y sabiduría, se asume una mejor posición para combatir las amenazas y los desafíos.

Tras doscientos años de recorrido democrático y civilista, el ejercicio del poder, como tal, no puede convertirse en un fin en sí mismo. Y Costa Rica en eso, no puede ni debe parecerse a otros países. Hay un mandato popular, y allí es el pueblo, el soberano, de manera que en las elecciones, se delega en un grupo de costarricenses y el proyecto político que nos han propuesto. Aquí la política no puede ser escenario para despropósitos, transformándola en vehículo para vanos y pérfidos proyectos personales, con infames y espurias motivaciones; para los demócratas el Estado debe ser concebido como medio para el cambio y transformación social, no como medio para instaurar prácticas insanas de acumulación de riqueza ni como escenario para expresar aquellas formas, sobran todas las formas feas, histriónicas y deprimentes, de cómo mostrar y ostentar el poder, en forma innecesaria e injustificada.

Desde la esfera política, entiéndase en el ejercicio del poder, algunos intentan hacer prevalecer por cualquier medio, sus intenciones; sin importar el atropello a la institucionalidad y de esa manera convertir a la mentira, la demagogia y el cinismo, en filosas espadas capaces de decapitar la verdad y a todo aquel que se interponga.

Siempre, siempre deben ser la unión y la concordia las que nos convoquen para construir, edificar y mirar hacia adelante. Sólo así podremos combatir la pobreza, la desigualdad y emprender la búsqueda del Bien Común.

La obsesión de poder y de perseguir inconfesables intereses económicos, son tan dañinos y mortales como el enquistamiento de parásitos hematófagos, en el organismo humano.

La infamia y la mentira revestidas de lindas palabras encontraron terreno fértil en aquellos sedientos de poder, que para nada comprendían la Política Con “P” mayúscula, como la ruta apropiada para la consolidación de un régimen democrático y republicano que descanse en las ideas y la ley, y no en la fuerza y la difamación; sobre todo cuando van dirigidas contra aquellos que osen pensar diferente.

Ocupamos acciones vigorosas, donde el presidente inspire, lidere; para poder sacar de la opacidad las riquezas amasadas por muy pocos, de manera que el manejo de cuentas, depósitos, ahorros y fondos, bien pudieran dinamizar nuestra economía, allí se ocupa arrojo, determinación y valentía. Persisten esas prácticas nada transparentes donde algunos mantienen fondos en dudosos y cuestionables paraísos fiscales, evaden impuestos, y exigen que el Estado cobre a pequeños empresarios y productores, a asalariados y a empleados públicos, pero no a ellos. Más aún la colusión de políticos y empresarios, pareciera ser saludada por la actual administración cuando se aplican y reforman leyes que permiten que muchas empresas costarricenses, sin recibir inversión extranjera pueden trasladarse del régimen tributario ordinario, al régimen de zonas francas y desde allí disfrutar de beneficios fiscales, diseñados y pensados para otros fines. Ahí encuentra el señor presidente un gran espacio para actuar, corregir y mejorar y dejarse de piruetas y gritos. El tiempo corre y el país demanda mayores acciones. Este grupo de malos costarricenses, son los mismos cuyo concepto de Patria se reduce a saludar la bandera y cantar el himno cuando gana la selección de futbol, si acaso; pero poco o nada quieren saber de justicia fiscal redistributiva y de dar a los que menos tienen, a través de los impuestos. Debo agregar además que el mundo fue testigo semanas atrás como un grupo de costarricenses –víctimas de la desesperanza- se suma también a las caravanas de migrantes centroamericanos en búsqueda de oportunidades hacia el norte. Oportunidades que desgraciadamente su propio país, la tierra que les vio nacer, no ha sido capaz de brindarlas en forma oportuna y decente. Es el tipo de preocupaciones que debe ocupar a un gobernante y mostrar sagacidad y estrategia

Debe de tener muy claro el Poder Ejecutivo y el Legislativo, que no hay cabida ni derecho a traicionar las formas democráticas para resolver nuestras diferencias.

Nunca aprobaremos una práctica parlamentaria y un ejercio del poder, distanciados de los más altos valores del civismo costarricense, la decencia, el decoro y la ética. Nunca estaremos en desacuerdo con aquellas formas de crear riqueza en forma legal, prosperidad y que generan empleo de calidad. La política debe de servir para eso. No debe ser para dar cabida al inmovilismo y evitar que el Estado y futura legislación se meta con aquellos y aquellas que protegen y promueven negocios turbios; a espaldas de las formas usuales, honestas y honradas, como hemos entendido, el fraguar riqueza habitualmente.

Como pueblo, debemos acometer con valentía los retos de la época, con gallardía y patriotismo. Nadie, nadie absolutamente está por encima de la nación.

Exabruptos presidenciales de estos días sólo son semejantes a la ignominia de un exministro de educación, de ingrata memoria, que cuando se le preguntó, no supo explicar en qué consistía la Anexión del Partido de Nicoya.

Ni la chabacanería ni la mediocridad son buenas consejeras.

El talante y fuste de quien ocupe la presidencia de la República, requiere de muchos atributos; por eso me permito humildemente aconsejar al presidente Chaves una serena y reposada lectura de El Gobernante y el Hombre, que data desde hace 80 años, extraordinaria obra que debe inspirar a todos quienes ocupen la primera magistratura. La niñez y juventud costarricenses se lo agradecerán.

“Deseo que el estado sea feliz por la paz,
 fuerte por la unión
 y que sus hijos corten cada día una espiga más
 y lloren una lagrima menos”.
 Juan Mora Fernández

 

Imagen ilustrativa, UCR.

Como coyotes en luna nueva

Lic. Javier Francisco Cambronero Arguedas

Una de las ciencias que más me impresiona es la Biología. Indican los expertos que en el mundo de los mamíferos, en esa dicotomía de lucha entre la vida y la muerte, en las noches más oscuras en mi país y que son las de marzo, algunas especies silvestres menores como tepezcuintes, armadillos, roedores y otros evitan salir en la noche para no ser presa fácil de sangrientos y hambrientos depredadores como felinos, lobos y coyotes, cuyas dentaduras afiladas, parten músculo, hueso y piel con una habilidad asombrosa.

En marzo, la luna nueva ha sido el 21 de marzo y esa misma semana se ha presentado en la Asamblea Legislativa un peligrosísimo proyecto que podría significar la muerte de dos regímenes especiales de pensiones: el del magisterio nacional y el del Poder Judicial.

La amenaza que se cierne sobre ambos regímenes es real, y su vida puede ser segada de un solo zarpazo. Cual mordedura a la yugular y carótida en el cuello de las ingenuas víctimas.

Este proyecto presentado por Rodrigo Arias y aplaudido desde la SUPEN por Rocío Aguilar M., la única funcionaria pública que habiendo sido sancionada por la Contraloría General de la República de la cual fue jerarca, nunca cumplió dicho castigo. De ministra de Hacienda, luego fue premiada por el presidente Alvarado al designarla en una de las Superintendencias, hasta la fecha. Este proyecto denominado LEY DE CREACION DE PENSION BASICA UNIVERSAL (Expediente 23625) es recomendado por la OCDE, que junto al FMI, parecieran ser quienes nos gobiernan.

Si bien es cierto, el texto parece noble y altruista, el propósito de bridar pensión absolutamente a toda la población en estado de vejez, entiéndase, desde quienes religiosamente hemos cotizado mes a mes desde tiempos inmemoriales; los que han cotizado poco o parcialmente para tener derecho a una pensión; y quienes del todo por razones de pobreza extrema y otras razones no han cotizado en absoluto. La preocupación por estos últimos ha estado a cargo del CCSS y de FODESAF. Ruta costarricense que se ha forjado con atino por varias décadas, pero que ahora los gobernantes de turno pretenden modificar radicalmente dicho panorama.

Pretender que importantes sectores de la población que si hemos cotizado, en montos razonables sean educadores o empleados del poder judicial, debamos también aportar para financiar las pensiones de estos otros grupos, es inaudito, inadmisible e injusto. Y no es porque no haya solidaridad ente miles de trabajadores honestos en Costa Rica, sino porque en el caso del sector públicos, los salarios están congelados desde hace 5 años y han perdido según el INEC el 18% de su der adquisitivo, de manera que estamos ante un escenario donde miles de familias apenas tienen ingresos para sobrevivir y cubrir necesidades básicas, caga sobre sus hombros dicha carga repercute directamente en su calidad de vida y resta oportunidades de superación y mayor bienestar. Pretender reformar automáticamente los regímenes de pensiones de magisterio y de poder judicial, sin alimentarlos con nuevos cotizantes, es su golpe de gracia.

A ver si de una vez por todas bases y dirigencias magisteriales reaccionan y dejan esa pose de modorra de buey viejo, solo masticando hojas verdes, como aparecen en icónicas alegorías nacionales, despreocupados absolutamente de lo que ocurre en su entorno.

Dicho proyecto constituye la mayor amenaza al régimen de pensiones del Magisterio Nacional, que posee dos ámbitos: reparto y capitalización. Ambos, ampliamente sanos después de las reformas experimentadas tras las reformas a las leyes 2248, 7268, 7302 y 7531. El Magisterio Nacional y el Poder Judicial disponen hoy en días de regímenes especiales de jubilaciones y pensiones, y para ello las cuotas de los trabajadores son altas, evidentemente mayores a las que los demás trabajadores aportan al Régimen de Invalidez Vejez y Muerte de la CCSS. La Sala Constitucional en Costa Rica una y otra vez ha dicho que no hay ningún inconveniente en que coexistan diversos regímenes de pensiones, siempre y cuando el perfil de beneficios sea acorde a la proporción de los aportes en las cuotas del trabajador, el patrono y el Estado como tal.

Este proyecto sobre otorgar pensión básica universal a personas en condición de pobreza no puede partir de la premisa de que la pobreza es una condición permanente y natural de las personas. Que quienes son pobres están eternamente condenados a dicha condición. Condición, cual pecador condenado a caer en las llamas del infierno. Ocuparnos de la población bajo la línea de pobreza, sea que no cotizó suficiente durante su vida productiva, o ha sido objeto de calamidades, enfermedades incapacitantes u otros; requiere de medidas más ingeniosas que complementen los actuales regímenes, sobre todo el del IVM, no sustituirlo.

La Costa Rica moderna y contemporánea ha hecho descansar su modelo de Bienestar Social en tres pilares, después de la Reforma Social de los cuarenta y la Constitución Política vigente. Estos residen en la creación y existencia de regímenes de seguridad social financiados en tres partes: trabajadores, patronos y el Estado. Dicho orden establecido se ve seriamente amenazado con este proyecto, que tiende a echar la mayor responsabilidad en los trabajadores, desmejorando el perfil de beneficios y convirtiendo la pensión en algo casi inalcanzable; ya no como un beneficio justo, seguro y tangible sino como una aspiración de ángeles cuya extra-corporeidad no requiere de agua, ni alimento, ni vestido.

Esta generación –la nuestra-, será recodada por su pasividad, inmovilismo, conformismo; o como aquella que una vez más desde su criticidad, y animosidad, levantó la bandera de la dignidad para luchar y reclamar por lo mes es justo y enfrentar todo tipo de menoscabo a nuestra dignidad personal y profesional.

Este infame proyecto plantea como una de sus fuentes de financiamiento, los aportes señalados en el artículo 78 de la Ley de Protección al Trabajador. Donde se establece para financiamiento del IVM, el aporte de hasta el 15% de las utilidades de las empresas del Estado, entiéndase: RECOPE, INS, ICE, Banco Nacional, Banco de Costa Rica, y otras pequeñas como SINART, Editorial Costa Rica, Correos de CR. Así está establecido desde el año 2000 y no ha dejado de ser tan sólo una bella idea, pues aquí las entidades más fuertes (bancos, ICE, INS) han establecido sendos procesos contra la Caja para librarse de tener que hacer dichos aportes. El proyecto no plantea enérgicamente una solución para tan poca solidaria situación; de modo que el régimen No Contributivo y las pensiones por Vejez otorgadas por el Estado, seguirán desfinanciadas y no se otorgarán más.

Somos un país donde por nuestra singular demografía, la población crece poco y la relación entre trabajadores activos y personas mayores a 65 años, hace que el segundo grupo crece más rápido que el primero. Es válido preocuparnos por los trabajadores del sector informal que no poseen ingresos suficientes para cotizar para una futura pensión. Claro, debemos buscar para solución para este grupo de costarricenses, ello va directamente relacionado con el crecimiento de nuestra economía y la reactivación económica. Allí queremos ver a los políticos ocupados verdaderamente y no buscando fáciles soluciones para acometer dicho problema. NO es justo que los mismos de siempre, asalariados sobre todo maestros, policías y empleados judiciales carguen sobre sus hombros, el echarse obligaciones para que estos trabajadores también tengan pensión digna y justa, durante su vejez. Aquí se requiere mayor justicia social y creatividad para buscar soluciones a este tipo de problemas.

Este proyecto de ley, muy corto, tan sólo de 10 artículos, pero en extremo letal y venenoso para los regímenes del Magisterio y del Poder Judicial, cambiaría las reglas radicalmente para esta y las nuevas generaciones. El artículo 3 tácitamente establece que el importe de las contribuciones ordinarias y solidarias de las pensiones con cargo al presupuesto nacional, establecidos en leyes como la Ley 2248 de 1958 y sus reformas, entiéndase Ley 7248, 7302 y 7531 (pensiones el Magisterio) que crea el régimen de reparto y el de capitalización, haría que al momento de aprobación de esta ley, los aportes de los educadores pasarían a la pensión Básica Universal y el régimen del magisterio moriría al mediano plazo por inanición. Solamente velaría por las jubilaciones y pensiones ya otorgadas.

Las reservas que poseen el régimen del Magisterio, así como el del poder judicial es solventes y aseguran la sostenibilidad de ambos regímenes, dados los ajustes sufridos en años recientes. Manosear dichos fondos es absolutamente infame.

No sólo eso, sino que en ese mismo artículo 3 se reduce el aporte patronal al Banco Popular, con lo cual se promovería la descapitalización de este, a corto plazo.

De ninguna manera este proyecto constituye una buena noticia por más maquillaje que políticos y SUPEN hagan. Rodrigo Arias Sánchez y Rocío Aguilar Montoya, deben recibir un fuerte mensaje por parte de los trabajadores de la educación y otros; ya basta de tanto manoseo, no escamoteen dichos fondos como si no pertenecieran a nadie. Sí tiene dueños y son reflejo del ahorro nacional y del esfuerzo y sudor de años de muchos trabajadores dignos del magisterio nacional.

En mi caso, saldré a la calle a protestar por lo que creo justo, defender la institucionalidad nacional y denunciar este camuflado robo de los ahorros de miles y miles de educadores a lo largo y ancho del país.

Deseo una fuerte reacción del sector educación, pero sobre todo de las organizaciones que ocupan asientos en la Junta de Pensiones; es el momento oportuno para emprender una lucha justa y digna, que son las condiciones en el mejoramiento de las condiciones con que se otorga una jubilación justa y digna para las mujeres. Su perfil de beneficio debiera estar basado en optar por una pensión ordinaria con dos años menos de cotización. Estoy convencido que los estudios actuariales y finanzas lo soportan y de esa manera honraremos a miles y miles de mujeres educadores cuyas condiciones laborales y de vida se han visto desmejoradas severamente en los últimos años. No nos llénenos la boca con frases huecas e organizando hipócritas actos, de que como sociedad protegemos y dignificamos a las mujeres. Reto a las personas diputadas de la república, al magisterio nacional y a la Junta Directiva de la Junta de Pensiones del Magisterio Nacional para que más ben sean disruptivos y planteemos una reforma a la Ley 7531, régimen de capitalización, que permita que el disfrute a pensión, se alcance con 24 cuotas menos. Más acciones y menos palaras. Esta iniciativa si apuntaría en la dirección correcta y haría gran justicia al grueso de magisterio, tras percibir sólo malas noticias durante las últimas décadas.

¡A lo mejor logramos transformar la amenaza en oportunidad!

Repartir pobreza y pensiones complementarias

Lic. Javier Francisco Cambronero Arguedas

Mientras este sábado compartía esa mañana con dos de mis hermosos nietecitos, procedo a revisar documentos y asuntos que no son lo propio de mi función profesional; me topo con el amargo informe financiero que mes a mes me envía la Operadora de Pensiones Complementaria a la que pertenezco.

Días atrás escribí sobre este mismo tema en términos muy dramáticos, pero real. Les hablo de la realidad de más de millón y medio de trabajadores asalariados y de miles de millones de colones depositados en ahorros, en entidades en las cuales hemos confiado. No hablo de caridad, sino de cómo algunos pocos juegan con mi futuro y mis ahorros.

El futuro y ahorro de más de un millón de trabajadores. La pregunta es …si continuará la mayoría de ustedes con una actitud pasiva y expectante ante el continuo, permanente y constante asalto que sufren nuestros ahorros en las operadoras de pensiones.

Allí la actitud, sean operadoras de naturaleza privada o pública, es la misma. En el último año tenebrosamente han tenido la metamorfosis y mimetismo de ser aliadas de las personas trabajadoras, a ser de sus mayores enemigos. Pareciera que están en una carrera desenfrenada a ver cuál es capaz de esquilmar ruinosamente, a las personas trabajadoras asalariadas de este país. Y nosotros con una pasividad pasmosa, similar a la de los borregos antes de ser conducidos al matadero.

La Ley de Protección a los Trabajadores, con 20 años de existencia, es el mejor ejemplo de cómo una ley creada con buenas intenciones es prostituida con el paso del tiempo y trastocada en los últimos meses en una fea, triste y depredadora realidad para todos nosotros. La transformación el auxilio de cesantía –consagrado en nuestro Código de Trabajo- y del aporte del 1% de nuestro salario, convertido en ahorro obligatorio destinado en ese entonces para la capitalización del Banco Popular y de Desarrollo Comunal, son la base del ROP y del FCL. El ROP si es que lo veremos, será hasta en el momento de jubilación donde nuestros ahorros y rendimientos “los disfrutaremos” a lo largo de 115 años de vida, tal y como lo calcula nuestra memorable, épica, deleznable, inoperante y trágica Superintendencia de Pensiones.

Dichos ahorros de millones de personas trabajadoras, producidos con su esfuerzo, dedicación y sudor se han transformado en impresionantes masas de dinero -10 mil millones de dólares-, de manera que tientan a más de uno. Han dado origen a la participación de diversas operadoras, la mayoría de ellas del sector financiero nacional y transnacional, pues aquí la banca privada disfraza en gran medida a la gran banca internacional. Estas a su vez han creado una robusta, frondosa y depredadora burocracia que se confunde también con la SUPEN, que cada vez me queda más claro, defiende a las operadoras; que no ocupan que nadie las defienda, entidad que ni regula, ni alerta “ni vela por mi platita”. Entretanto las operadoras, creadas por ley, sin que se me consultara, manejan mis ahorros, y como ahorrantes solo se nos permite decidir en cuál de ellas depositen mensualmente mi aporte.

De la misma manera con que las operadoras resultan inútiles e inoperantes ante la pérdida de valor de mis ahorros, la prensa comercial, se hace de la vista gorda sobre este tema, abordado tan sólo por el Semanario Universidad. Medio serio que le ha dado seguimiento al tema, ante la indolencia del poder ejecutivo y los partidos políticos. Aquí los diputados tienen una gran oportunidad de poder defender a los trabajadores. Tan sólo he visto al diputado Nicolás del PLN, electo por Puntarenas, asumir una bandera para que parte del ROP sea devuelto a los trabajadores, en vida. Propuesta que es apoyada tímidamente solo por algunos diputados de esa fracción. Ojalá que ni la cobardía ni la timidez sean las banderas que ondeen en Zapote y Cuesta de Moras.

Dichos fondos a la fecha rondan los 10 mil millones de dólares. Las pérdidas de dichos fondos a mayo 2022 ascienden a los 162 mil millones de colones; ese valor sumado a otras cuentas permite colegir que ROP es más pequeño en mayo 2022 que mayo 2021, pues 284 mil millones de colones que había, ya no están. En mi modesta opinión, ni técnica ni contablemente pueden ser pérdidas, la felonía nos permite concluir que solamente han cambiado de dueño. Eses es el tipo de preguntas que tenemos que hacernos y hacérselas a quienes ocupan las directivas de SUPEN y operadoras.

Como ahorrante y perteneciente a una de las operadoras desde hace 20 años, les compartí semanas atrás, el estado financiero que me envió la operadora. Tu situación debe ser similar; la aparición de números rojos que aparece nuevamente es producto de que los inútiles que administran mis ahorros, han tomado pésimas decisiones; desde sus cómodos sillones, nunca dan cuentas y pareciera no importarles mis cinquitos; pues a mí sí, y a lo mejor si me dejasen tomar decisiones sobre el uso de esos recursos podría obtener mayor rentabilidad, mayor ganancia, ahora en edad productiva, no quizás cuando me aceche la vejez –que es seguro llegará, a menos que pasemos a mejor vida -y dicho dinero engordará a clínicas y médicos que probablemente atiendan mis dolencias por las que la CCSS, no pueda velar para una mayor calidad de vida.

La pregunta es si esos fondos estarán allí cuando mi familia y yo verdaderamente los necesitemos. La SUPEN y CONASSIF, pesadas cargas sobre los hombros de los costarricenses, que parecieran no servir para nada y no ejercer adecuada vigilancia, parecen ser parte del problema y por muy lejos de ser parte de la solución. Los fondos de operadoras de pensiones hacia mercados internacionales, mismo que en diversas áreas se comporta como una ruleta rusa y generando una mayor presión en la compra de divisas en el país que se traduce en sendos aumentos en el costo de vida y mayor inflación, no me garantiza que mis ahorros sobrevivan. No veo a los inútiles de SUPEN, ni a las operadoras promoviendo alguna reforma para que parte de dichos recursos puedan ser devueltos a sus verdaderos dueños en este momento de crisis salarial, dado el estado de congelamiento que experimentan los salarios desde años atrás.

En mi caso, para el mes anterior acumulaba pérdidas superiores a 1 355 000 colones. Hoy revisando mi último estado, ese monto ahora es 2 758 379. Durante 22 años he aportado religiosamente lo que corresponde, al igual que mi patrono. Sin falta, me rebajan de mi congelado salario, 194 238 colones. Diay, pero de eso solo me acreditan 162 844, o sea, aparece inexplicablemente una pérdida/recorte de más de 31000 colones, sólo en este mes en el Fondo de Capitalización Laboral; sí, ese ahorro que nos devuelven cada 5 años. Es decir, ya no sólo en el ROP hay pérdidas acumuladas que me cobran por la inutilidad e incapacidad de las operadoras, sino que también el FCL experimenta ahora pérdidas. No me garantiza la SUGEF o la operadora que mi dinero/ahorro esté para el momento de mi jubilación. Ese paso de 1 350 000 a 2 758 379, es brutal. En mayor o menor medida, a todos nos está pasando; pero la actitud de indiferencia, de borrego, que muestran muchos, sólo ha servido para aumentar el apetito y el latrocinio del que somos objeto, por parte de un grupo de desalmados y desalmadas.

Estamos hablando de ahorros, de dinero. NO ES CARIDAD, no es la historia bíblica de Lázaro y el rico Epulón, exigimos lo que es nuestro derecho, que esté la cantidad que hemos ahorrado, y no una condición cercana a la indigencia donde debamos tender la mano para pedir limosna. Presión a dichos entes, a los partidos políticos, a la Defensoría de los Habitantes, a los organismos que nos representan. Hemos iniciado una carrera contra el tiempo y contra los tentáculos y espíritu depredador de algunos desamados, nos arrebatan lo que por derecho propio nos pertenece.

Guardo la esperanza de que aún estamos a tiempo para corregirla, SUGEF es dirigida por tecnócratas. Las juntas directivas de las operadoras, por personas. En el caso del Magisterio Nacional, hace muchos años la dirigencia de ANDE, APSE y SEC decidieron conformar una, denominada hoy en día Vida Pena. O sea, los educadores, a través de los gremios, son los dueños de Vida Plena. Sobre la cual sí se puede incidir. La próxima semana miles y miles de educadores asistirán puntualmente a las Asambleas Regionales de la APSE y al Congreso de la ANDE. Esta última sin temor a equivocarme, la mayor de ellas. Ojalá esa miríada educadores salgan de esa cómoda modorra y pidan cuentas. Sean críticos y lancen preguntas incómodas, necesarias e inteligentes, de manera que sus representantes rindan cuentas con transparencia. Transparencia, gran valor ausente en toda esta millonaria trama. Posiblemente alguna de esa dirigencia, anquilosada y acostumbrada a ser parte de frondosa y robusta burocracia; no entiende que dentro de los mayores principios democráticos está la representación, y que esta delegación, se debe a otros agremiados a los cuales hay que rendir cuentas; ellos no están allá como un fin en sí mismo. Guardo la esperanza de que aún estamos a tiempo para corregir este tipo de situaciones: luchemos para que haya ley para devolución de parte del ROP; que las comisiones cobradas por las operadoras sean revisadas y rebajadas; y que los dirigentes de Vida Plena muestren un poco de humanismo y solidaridad a la hora de administrar lo que no es de ellos.

Mahatma Gandhi dijo un día “el mundo es suficientemente grande para todos, pero lo es pequeño para la avaricia de algunos”.

No deseo un futuro construido desde la rabia, sino desde la esperanza y compromiso de que sea un mejor lugar, para que crezcan mis hijos y nietos.

15-X-22

El fuego de la Patria nos invita a ser luz

Corina Rodríguez López. Imagen: INAMU

Lic. Javier Francisco Cambronero Arguedas

Al tenor de la celebración del CC1 aniversario de la Independencia de Costa Rica, las autoridades nacionales nos han propuesto conmemorar, con nuestra mente puesta en la frase: El fuego de la Patria nos invita a ser luz.

¡Y qué mejor oportunidad reviste la ocasión para rememorar a una gran educadora ramonense, de esas que destacan para bien en la historia costarricense; que penosamente el olvido y la indiferencia de varias generaciones de intelectuales, académicos, educadores y políticos han mantenido en el ostracismo patrio! Ostracismo patrio donde con gran ingratitud, para conveniencia de algunos pocos, hemos enviado a algunos costarricenses a una especie de limbo o purgatorio. Me refiero a la gran e ilustre educadora ramonense Corina Rodríguez López, cuyo momento de reivindicación histórica ha llegado. Tan insigne y señera ha sido su figura, que merece estar al lado de Carmen Lyra, Emma Gamboa y otras egregias figuras patrias de la educación y de las letras. Al lado de Carmen Lyra por su sensibilidad social, capacidad de lucha, de denuncia, de propuesta y ser flamante llama de luz eterna, que ilumina, guía y orienta; que no consume nunca su propia energía. Y al lado de Emma Gamboa por su ternura, amor a la educación, amor a los niños, a las letras y a la naturaleza.

Corina Rodríguez participó en el desfile del 15 de setiembre de 1922 –hace 100 años- ante el Monumento Nacional, en el Parque Nacional, y de ello nos deja constancia de lo que vivió y sintió en aquel entonces. En una Costa Rica rural, agrícola, de pocos núcleos urbanos, donde campeaba muchas veces la injusticia social, a pesar del sudoroso esfuerzo de miles de costarricense que con su trabajo tenaz desde siempre, tratan de sacar avante a su familia y obtener el pan con dignidad. Para ella –Corina- “decir niño es sinónimo de ternura, esperanza y amor”. Pues su alma se compungía al mirar infantes desnutridos, en muchos lugares del país; sí, maltratados y olvidados por sus progenitores, como si estas pobres e indefensas criaturas fueran las culpables de penas y angustias de hombres y mujeres insensatos. Para estos últimos, los niños son un obstáculo, un tropiezo, un estorbo.

Desde esas décadas, años veinte y treinta; en nuestra patria, empiezan a incubarse las grandes trasformaciones que nos harían un país diferente; la preocupación por la niñez, sobre todo la niñez desvalida y desamparada, fue una constante en esta valerosa mujer, que a pesar de sufrir persecuciones, humillaciones  e incomprensión, siempre se mantuvo altiva luchando por la creación de lugares para niños abandonados, que tuvieran atención médica oportuna, y de esa manera robárselos a la muerte, producto de parásitos y enfermedades contagiosas; y fue además beligerante luchadora contra el alcoholismo que desde ese entonces como hoy en día, carcome a la sociedad costarricense. Sabía que esos niños requerían ternura, techo, un pedazo de pan, abrigo y escuela para ser felices. Ya hace 100 años nos hablaba de la insana presencia de niños en tabernas y arrastrados injustamente a la cárcel; muchos de ellos harapientos vendedores de periódicos, limpiabotas y otros menesteres en nuestras pocas ciudades y ambos puertos existentes.    

Desde que poseo memoria siempre he escuchado en diversos discursos de autoridades y políticos, que “los niños son el futuro de la patria”. ¿Pero qué es lo que verdaderamente debemos entender como patria y niñez y no caer en vanos eufemismos? Doña Corina nos lo muestra con gran claridad desde hace 100 años.

Hoy por hoy, hay en el país 960 mil niños (0-12); son poco más del 18% de la población. De esa cantidad el 41% son pobres. Miles de niños y de niñas que nacen en uno de los 10 países más desiguales del mundo. ¡Esto a todos debería de preocuparnos!

Ante el dolor y sufrimiento de miles de niños costarricenses, no hay adulto alguno que escape a su responsabilidad de no contribuir a hacer del país un lugar más seguro, bonito multicolor y alegre para ellos. Así como necesitan alimentos, también requieren de cuentos y aventuras. Por eso, coincidimos con Corina que no es suficiente acordarnos de ellos sólo el 15 de setiembre.

Todos, absolutamente todos, estamos llamados a servir a los niños, como lo hizo ella. Luchó por la niñez y su patriótico aporte, al lado de otros grandes costarricenses, contribuyó de manera significativa a la creación del PANI, el 15 de agosto de 1930.

Cierro mi participación, con el pensamiento y palabras de Corina proclamadas hace 100 años: “la independencia será un mito mientras haya hombres esclavos de los vicios. La independencia no existirá jamás, mientras haya ebrios, enfermos y mendigos… mientras haya juventudes sin ideales y sin aspiraciones”.

Hoy es un momento oportuno para encender la llama del patriotismo en nuestros corazones y empujar fuerte hacia las transformaciones que necesita el país, para que este sea más justo, más solidario y la niñez ocupe un lugar especial. Así las marchas, desfiles y entonación de himnos patrios cobran un mayor sentido y honraremos mejor de esa manera, a tan grandes costarricenses y particularmente ramonenses como Corina Rodríguez López, que ya no resultará más una extraña, para las generaciones de ramonenses por venir.

14-IX-22

 

Imagen tomada de INAMU.