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Etiqueta: Mancozeb

Contaminación del Agua: ¿Es la Flexibilización la Solución?

Observatorio de Bienes Comunes, UCR

En los últimos años, hemos presenciado un aumento de casos relacionados con la contaminación de fuentes de agua, de las cuales dependen miles de personas para acceder al agua potable, casos como Cipreses de Oreamuno o Barranca de Puntarenas, han sido señales de alerta.

Estos eventos de contaminación, en muchas ocasiones, han estado vinculados a la creciente presión de actividades productivas como los monocultivos o prácticas agrícolas que manejan inadecuadamente los agrotóxicos, e incluso utilizan sustancias prohibidas.

Ante este contexto, el gobierno de la república, a través del Ministerio de Salud, propone una reforma mediante el decreto MS-AJ-CB-2932-2024, que modifica el decreto ejecutivo No. 38924-S del 12 de enero de 2015, conocido como el Reglamento para la Calidad del Agua Potable. La reforma establece el cambio de “Valores Máximos Admisibles” a “Valor de Alerta”.

Esta propuesta representa una flexibilización de la normativa ambiental, permitiendo una mayor tolerancia a la presencia de sustancias químicas en el agua potable destinada al consumo humano.

La contaminación de nuestras fuentes de agua por sustancias como el mancozeb y el clorotalonil es una muestra de la creciente fragilidad de nuestros territorios. Esto no solo afecta el consumo de agua potable, sino también provoca daños en los ecosistemas que dependen de esos cuerpos de agua.

Cualquier medida de protección y reconocimiento de la importancia de estos bienes comunes, como el agua para nuestras comunidades, no puede ser ignorada. Intentar flexibilizar la normativa vigente y permitir mayor tolerancia a la presencia de sustancias químicas puede tener un impacto negativo potencial en la salud humana y en los ecosistemas.

Por esta razón, les compartimos esta infografía que busca problematizar la actual propuesta y debatir sobre la pertinencia de la flexibilidad en la normativa ambiental.

Programa Voces y Política: «Contaminación de agua por agrotóxicos: caso del Mancozeb en Barranca, Puntarenas». Reseña

El pasado miércoles 18 de septiembre se llevó a cabo un espacio en Voces y Política, Radioemisoras UCR, para hablar sobre la contaminación del agua por agrotóxicos, en específico, el caso del derrame de Mancozeb en el río Barranca, en Puntarenas. 

Como invitados estuvieron Henry Picado, de la Red de Coordinación en Biodiversidad; Elidier Vargas, agrónomo; y el comentario de Yamileth Astorga, bióloga. Sus aportes arrojaron luz sobre este asunto, el cual pareció ir y venir sin mayor revuelo, aun cuando tiene peligrosas implicaciones para la salud de las personas vecinas de Esparza y Barranca.

Yamileth Astorga comenta que el Mancozeb en seres humanos puede causar cáncer, y afectar el sistema endocrino causando daños a la tiroides y al sistema reproductor, entre otras complicaciones, y en crustáceos y peces es tóxico en extremo, causando la muerte inmediatamente. A esto, Henry Picado le agrega que siendo que en esta situación las personas llevaban más de una semana de estar en contacto con posibles trazas de funguicida, lo cual podría significar casos de intoxicación crónica, la cual se desarrolla a través del tiempo, diferenciada de la aguda, la cual se presenta inmediatamente en presencia de una gran cantidad del elemento tóxico.

Inicialmente, se describe el inicio de la situación, el 27 de julio del 2024 se vuelca una cisterna de fungicida Mancozeb, el cual cargaba 17 mil litros de este agrotóxico, y este se vierte en una quebrada, la cual lleva el fungicida al río barranca, y contamina capturas de agua de Esparza y Barranca, dejando a más de 100.000 personas sin agua por varios días.

Se habla también de los intereses políticos alrededor del fungicida, y la reticencia del Ministerio de Salud de mostrar los niveles específicos de componentes tóxicos, hasta que fueron forzados por un Recurso de Amparo a través de la Sala Cuarta. Esto tiene que ver con el poderío económico que tienen las bananeras, y sus exportadores en Europa, cuyos países, según comentan los ponentes, tienen prohibiciones alrededor del Mancozeb y otros plaguicidas y fungicidas, pero no los prohiben para venderlos y exportarlos a otros países, especialmente en Latinoamérica donde son una problemática. Además de esto, se comenta sobre un artículo extranjero de los efectos del Mancozeb en Costa Rica y sus bananeras, y como ha pasado desapercibido debido al fuerte poder político de la industria agroexportadora y distribuidora de pesticidas.

A este sector le interesa seguir utilizando este fungicida ya que en zonas calientes y húmedas como lo es Puntarenas, y en otras áreas con monocultivos de banano, se propagan hongos fácilmente y pueden destruir las cosechas, lo cual es prevenido por el fungicida, el cual lleva ya casi 4 décadas de ser utilizado en el país, lo cual podría explicar aún más la resistencia al cambio acerca de la prohibición de este.

No obstante, como comentan los presentadores, el problema se da cuando el Ministerio de Salud, emite un documento técnico hecho por tres personas en el que se permite a las zonas utilizar el agua.  Henry Picado habla de cómo estos técnicos se saltaron la ley de aguas, y nota lo peligroso que fue darle agua a la gente en algunos casos solo 3 días después del incidente.

A esto Elidier Vargas le agrega las facetas de retroactividad jurídica, y la naturaleza vinculante del Reglamento de Calidad de Agua para Consumo Humano. Lo primero, trata sobre como estos los técnicos al publicar este documento, se basan en leyes de los noventas acerca del máximo nivel permitido de elementos del fungicida, las cuales no solamente están rompiendo el principio de retroactividad jurídica al intentar subir un máximo permitido para agua potable y varios puntos del Tratado de Libre Comercio sobre acuerdos ambientales, sino que están basados en regulaciones obsoletas que se colocaron antes de que se descubriera la naturaleza cancerígena de los componentes de este fungicida. 

Además, lo segundo, es que este reglamento fue firmado por el presidente, y el Ministerio de Salud en 2015, y se había mantenido vigente, haciendo imposible jurídicamente para tres técnicos ignorar los dictámenes previamente establecidos por este reglamento, incluyendo los máximos permitidos, y tampoco crear un reglamento temporal. 

Estas circunstancias, si se dejasen pasar por alto, fijarían un peligroso precedente legal, el cual podría ser abusado por ciertos sectores para seguir creando vacíos legales e incrementos en las máximas cantidades permitidas, lo cual expondría a la población a más y más plaguicidas.

Las autoridades han suministrado agua con concentraciones de mancozeb hasta 55 veces superiores a los límites establecidos

  • Los niveles en el río Barranca han superado en más de 42,000 veces el límite de agroquímico mancozeb permitido para consumo humano.

  •  Ecologistas han presentado estos datos a la Fiscalía de la República para investigar posibles delitos

Bloque Verde. Las organizaciones ecologistas, a través de un recurso de amparo (24-023137-0007-CO) contra Acueductos y Alcantarillados por acceso a la información, han obtenido los datos de monitoreo que las autoridades han realizado desde el 27 de julio, tras el vuelco de un camión que derramó 17,000 litros de fungicida mancozeb sobre las fuentes de agua potable de más de 90,000 personas. Estos análisis revelan altas concentraciones del plaguicida mancozeb en el agua suministrada a las comunidades de Esparza y Puntarenas.

Según los datos obtenidos (ver adjunto), el 3 de agosto, cuando se reanudó el suministro de agua, los valores del río Barranca en el punto de muestreo denominado “Mitad de Quebrada” eran de 4,276.50 μg/L(microgramos por litro), es decir, 42,765 veces más del límite legal permitido para consumo humano. En el punto de muestreo «Planta Barranca Cruda», el valor era de 5.05 μg/L, es decir, 50 veces por encima del límite legal. En los días siguientes, los valores fueron de 5.56 μg/L el 4 de agosto y 5.16 μg/L el 5 de agosto, comenzando a no ser detectado en este punto solo a partir del 6 de agosto. Sin embargo, se siguieron registrando valores en otros puntos de muestreo del río, por ejemplo: el 6 de agosto, el punto de muestreo “Salida alcantarilla a Quebrada” mostró 1,644.60 μg/L y el 8 de agosto, 249.55 μg/L. En el sitio “Mitad de Quebrada”, los valores fueron 993.60 μg/L el 6 de agosto y 275.98 μg/L el 8 de agosto. Desconocemos los análisis realizados después del 8 de agosto.

La negativa de las autoridades a proporcionar esta información demuestra una falta de transparencia y un intento de ocultar irregularidades a la ciudadanía, especialmente a los residentes afectados. Por esta razón, estamos entregando toda la información a la Fiscalía para que evalúe los posibles delitos derivados de estas acciones. Al mismo tiempo, estamos considerando acciones legales para evitar que las autoridades continúen violando la ley y los reglamentos, bajo pretextos temporales, pero evidentemente irregulares.

Según Ecologistas de Bloque Verde, el informe MS-DPRSA-USA-1536-2024 del Ministerio de Salud (MINSA) estableció un nuevo límite máximo para estos contaminantes en el agua potable, que, aunque se presenta como temporal, fija los valores en 6 microgramos por litro para el mancozeb y 0.16 microgramos por litro para el subproducto etilentiourea (ETU).

El abogado ambientalista Álvaro Sagot consideró que “el asunto de la contaminación al agua para consumo humano con el agroquímico mancozeb y su metabolito ETU puede violentar los límites de lo prudente en demasía. El informe que se hace a supuestamente propósito de este derrame tiene inconsistencias muy serias, pues rebasa exponencial y regresivamente lo permitido para consumo humano. Lo más nefasto es que expresamente se señala que los efectos en ecosistemas fluviales y a la biodiversidad asociada no fueron ponderados, como si la vida silvestre no importara nada!”

Los ecologistas consideran que estas medidas contradicen el principio precautorio, el artículo 50 de la Constitución Política y el derecho constitucional al agua potable. Además, es relevante destacar que las referencias de la Organización Mundial de la Salud usadas por el MINSA y por el AyA en el informe datan de 1993, cuatro años antes de que la OMS declarara al mancozeb como cancerígeno y su prohibición en la Unión Europea desde el año 2021.

El fungicida mancozeb es el plaguicida con el mayor volumen de importaciones, siendo su uso predominante en la agroindustria bananera a través de aplicaciones aéreas. Es importante destacar que las aplicaciones aéreas en las plantaciones de banano han aumentado de manera desmedida, alcanzando hasta 60 aplicaciones por año, lo que expone a las comunidades cercanas y a los trabajadores a riesgos potenciales.

Efectos del mancozeb: Según el Instituto Regional de Sustancias Tóxicas (IRET) de la Universidad Nacional, el exceso de manganeso (Mn) en las etapas tempranas de la vida puede afectar el neurodesarrollo. Sin embargo, la información sobre los efectos del mancozeb, que contiene Mn, y su principal metabolito, etilentiourea (ETU), en el neurodesarrollo es limitada. Además de los efectos prenatales, el mancozeb y el ETU tienen efectos severos, como la esterilización en humanos y propiedades cancerígenas.

Muestreos rio Barranca AYA.docx – Documentos de Google

MS-DPRSA-USA-1536-2024 INFORME MANCOZEB ETU..pdf – Google Drive

Salud autoriza niveles de contaminación con Mancozeb en agua potable que sobrepasan 60 veces lo estipulado por la legislación nacional

  • El Ministerio de Salud elevó de manera ilegal los Límites Máximos de contaminación en agua para consumo humano ante el derrame del Mancozeb en Barranca.

Mediante el informe MS-DPRSA-USA-1536-2024 el Ministerio de Salud (MINSA) le pasó por encima al Reglamento de Agua Potable legalizando la contaminación con el fungicida Mancozeb hasta 60 veces más de lo permitido para consumo humano.

Esta fue la respuesta del MINSA ante el incidente sucedido el pasado 27 de julio del 2024, cuando un camión cisterna de una empresa privada que transportaba 17.000 litros del fungicida Mancozeb se volcó. Dicho evento sucedió en el límite entre Esparza y San Ramón, a la altura de Cambronero, provocando el derrame en una quebrada que drena en el río Barranca, donde hay tomas de agua que abastecen el sistema del AyA, reportaron diversos medios de comunicación. 

Se calcula que unas 90.000 personas de Esparza y Puntarenas se vieron afectadas primero por el corte del servicio, pero después del 30 de julio del 2024, estas personas han sido expuestas a cantidades del fungicida en el agua para consumo humano que el Ministerio de Salud y el AyA sin ningún criterio técnico hicieron que creer a la gente que no representaba ningún peligro en su consumo.

El Ministerio de Salud (MINSA) ha establecido nuevos límites máximos permitidos para estos contaminantes en el agua potable a través del documento MS-DPRSA-1536-2024. Los valores aplicables son 6 microgramos por litro para el ingrediente activo mancozeb y 0.16 microgramos por litro para el subproducto etilentiourea (ETU).

Es decir, por obra y gracia de las autoridades actuales, se realizó una evaluación del riesgo con un criterio técnico insuficiente y científicamente obsoleto y cuestionado por expertos. Esta modificación, supuestamente temporal, permite una contaminación de 6 microgramos por litro, incrementando en 60 veces el Valor Máximo Admisible de estos plaguicidas en el agua para consumo humano. Esto violenta el Reglamento Para La Calidad del Agua Potable N° 38924-S estipula 0.01 micro gramos por litro cómo Valor Máximo Admisible, así como el principio precautorio amparado en la Constitución de la República

Es así como el MINSA y el AyA respetan la legislación nacional en materia de límites máximos permitidos de plaguicidas en el agua potable y han puesto en riesgo a las poblaciones de Esparza y Puntarenas, afectadas por el derrame del fungicida que provoca predisposición tumoral, trastornos psiquiátricos, enfermedad de Parkinson, ataxia, temblores, disfunción tiroidea y ovárica.

El fungicida mancozeb es el plaguicida que reporta mayor volumen de importaciones, cuyo uso principalmente se da en la agroindustria bananera aplicado mediante aplicaciones aéreas. Cabe señalar que las aplicaciones aéreas en las bananeras han aumentado desmedidamente, alcanzando las 60 aplicaciones por año, y exponiendo a las poblaciones aledañas a plantaciones de banano, así como a las personas trabajadoras.

Efectos prenatales

Según el Instituto Regional de Sustancias Tóxicas (IRET) de la Universidad Nacional, el exceso de manganeso (Mn) en etapas tempranas de la vida afecta el neurodesarrollo, la información sobre los efectos del mancozeb, un fungicida que contiene Mn, y su principal metabolito etilentiourea (ETU), en el neurodesarrollo es limitada.

Esta respuesta del MINSA ante el incidente de contaminación en Barranca es de gran preocupación, ya que no solamente pone en riesgo la salud de las comunidades afectadas, sino que también sentaría precedentes de la respuesta institucional ante eventos de tal gravedad. Exigimos a las autoridades nacionales establecer regulaciones que cumplan con el principio precautorio con el fin de garantizar los derechos humanos a la vida, a la salud y al agua en cantidad y calidad adecuada.

Respuesta legal:

Se está preparando por parte de las organizaciones ecologistas una respuesta legal para denunciar ante la Sala Constitucional esta medida del Ministerio de Salud, la cual carece de sustento técnico y legal, y viola principios constitucionales como el principio precautorio, la Ley de Aguas y el Reglamento de Agua Potable.

Bibliografía:

Brühl, C. A., Arias Andres, M., Echeverría-Sáenz, S., Bundschuh, M., Knäbel, A., Mena, F., Petschick, L. L., Ruepert, C., & Stehle, S. (2023). Pesticide use in banana plantations in Costa Rica – A review of environmental and human exposure, effects and potential risks. Environment international, 174, 107877.

La exposición prenatal al mancozeb, exceso de manganeso y neurodesarrollo al año de edad en el estudio Infantes y Salud Ambiental (ISA) Mora AM, Córdoba L, Cano JC, Hernandez-Bonilla D, Pardo L, Schnaas L, Smith DR, Menezes- Filho JA, Mergler D, Lindh CH, Eskenazi B, van Wendel de Joode B. Environ Health Perspect. 2018 May 29;126(5):057007. doi: 10.1289/EHP1955. https://www.isa.una.ac.cr/images/articulos/cientificos/2018_mora_et_al_bayley_traduccion_espanol.pdf

 

Imagen ilustrativa, UCR.

Un país inundado de veneno

Clemens Ruepert | Foto: Giorgio Trucchi

Con Clemens Ruepert

Un reciente estudio del agrónomo Elidier Vargas Castro, publicado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), señala que Costa Rica usa muchos más agrotóxicos, en su mayoría considerados de alta peligrosidad, que los países de América que integran la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).

Giorgio Trucchi

Según el estudio publicado el año pasado que retoma datos oficiales del Servicio Fitosanitario del Estado (SFE), Costa Rica emplea en promedio cantidades que oscilan entre 10 y 11,5 kilogramos de ingrediente activo por hectárea (ia/ha).

En países como Canadá, Estados Unidos, México, Chile y Colombia, miembros del OCDE, o Ecuador, Honduras y Guatemala, que tienen características similares en cuanto a condiciones agrícolas, el uso promedio es de 2 kilogramos.

Una situación que se vuelve aún más alarmante si consideramos que el PNUD señala que el uso real promedio en Costa Rica durante el período 2012-2020 ha sido superior a los 34 kg de ia/ha, con rangos que oscilan entre 24,6 y 47,1 kg1.

Agrotóxicos altamente peligrosos

El 93 por ciento de estos ingredientes activos son considerados altamente peligrosos. Al menos 80 de ellos están asociados a efectos agudos para el ser humano. Casi la mitad son prohibidos en la Unión Europea y más de dos tercios son asociados con cáncer.

También hay unas 119 moléculas que están relacionadas con afectaciones sobre animales, en especial las abejas, y ecosistemas. Más del 60 por ciento están prohibidas en Europa.

Mancozeb, Glifosato, Paraquat, Clorotalonil, Etoprofos, Diazinón y 2,4-D son los agrotóxicos más utilizados y con más productos registrados en Costa Rica.

Se estima que, entre 2012 y 2020, la aplicación promedio anual de ingredientes activos en agricultura fue de 18,3 mil toneladas.

Según el estudio, los principales afectados resultan ser las trabajadoras y los trabajadores agrícolas y la población rural en general (exposición promedio de 74 kg/ia por persona), seguido por los cuerpos de agua superficiales y los alimentos.

En 2020, el banano es el cultivo donde se dio el mayor uso de agrotóxicos, seguido por piña, arroz, café y caña de azúcar2.

Esta situación acarrea también costos económicos para el Estado costarricense, que deja de percibir entre 22 y 36 millones de dólares al año por las exenciones de impuestos a los agrotóxicos. A esto hay que agregarles al menos otros 9 millones por afectaciones a la salud.

Un falso paradigma

“En Costa Rica hay un doble discurso sobre medio ambiente y naturaleza que es terrible”, dijo a La Rel Clemens Ruepert, investigador y químico ambiental del Instituto Regional de Estudios en Sustancias Tóxicas de la Universidad Nacional (IRET-UNA).

“Hay una gran expansión agrícola para la producción de monocultivos agroindustrial, en especial de banano, piña y caña de azúcar, que conlleva el masivo uso de agrotóxicos y una creciente pérdida de biodiversidad”, agregó el experto.

Esta situación, analizó Ruepert, se profundiza a raíz del falso paradigma de que estas prácticas son fundamentales para la generación de empleo y el crecimiento económico del país.

“Hay suficientes datos que demuestran todo lo contrario. Además, hay costos enormes que el Estado debe sostener por la contaminación ambiental y los efectos sobre el ser humano y animales”.

Si a esta grave problemática ambiental le sumamos la falta, casi absoluta, de respeto a los derechos laborales y sindicales de miles de personas que trabajan en las plantaciones, el escenario se asemeja, cada vez más, a una verdadera bomba de tiempo.

La bomba ya está explotando, lamentablemente quienes tienen grandes intereses en este sector de la agroindustria, incluyendo a las autoridades públicas, emplean estrategias para aparentar todo lo contrario”, advirtió Ruepert.

Para el catedrático es clave que las organizaciones sociales, populares, sindicales vayan articulando espacios, esfuerzos y acciones, involucrando a más gente, multiplicando la información y la capacitación de sus miembros y afiliados.

“Es la única forma para que haya un cambio. Es la misma lucha y hay que hacerla todos juntos”, concluyó.

Foto: Giorgio Trucchi

1 Esto se debe a una diferencia de cálculos. El SFE toma en cuenta el total de área sembrada a nivel nacional (agricultura y pasto), mientras que el PNUD sólo el área de cultivos
2 Fuente consultada Semanario Universidad

 

Fuente: http://www.rel-uita.org/costa-rica/un-pais-inundado-de-veneno/