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Etiqueta: Pablo Chaverri Chaves

Pobreza de aprendizajes, uno de los más graves problemas de nuestro sistema educativo público

Pablo Chaverri Chaves, académico INEINA-CIDE-UNA

¿Qué es estar bien educado? De acuerdo con el reconocido lingüista Noam Chomsky, esto tiene que ver con desarrollar la capacidad de indagar y crear de forma constructiva e independiente, sin controles externos. Esta sería una de las bases esenciales para construir mejores ciudadanos y sociedades más democráticas, más equitativas, más sanas y más avanzadas en todos los campos: científico, tecnológico, cultural, deportivo, infraestructural, ambiental, de convivencia, entre muchos otros.

Un alto nivel educativo poblacional se relaciona positivamente con el desarrollo humano, social y económico de cada país a nivel general, así como con mayores niveles de bienestar, salud, ingresos, seguridad y felicidad a nivel de cada persona. Pese al amplio reconocimiento de lo anterior, como lo documenta el último Informe del Estado de la Educación 2023, el sistema educativo público costarricense muestra un gravísimo y peligroso retroceso, que no solo amenaza con traerse al suelo los logros educativos históricos de la sociedad costarricense, sino también con falsear las bases de la relativa estabilidad política e institucional que el país construyó con un gran esfuerzo y recursos mucho más limitados que los actuales. En mi opinión, esto es así porque entre más falle el sistema educativo en apoyar y facilitar los proyectos de vida, las necesidades, las aspiraciones y los deseos de las personas, mayor será el incremento de la frustración, del enojo, del resentimiento y de la ansiedad, emociones negativas que son potentes predictores de conflictividad, violencia e inseguridad.

En Costa Rica, un 72% de sus adultos de 25 o más años no cuentan siquiera con el título de educación secundaria y esto sube a un 80% en zonas costeras y rurales, donde el acceso a una educación de calidad es todavía más escaso, en un contexto donde es la educación terciaria (técnica o universitaria) la que mejor puede apoyar la empleabilidad y estabilidad socioeconómica de cada persona y de cada familia.

Sin embargo, las raíces de esta muy baja culminación de la educación secundaria no están dentro de este nivel en sí mismo, sino que hoy sabemos, con abundante evidencia científica, que se encuentran en los niveles de primera infancia, educación preescolar y primaria, que es donde se sientan las bases de procesos y capacidades fundamentales para el logro educativo en los niveles secundario y terciario, como lo son la cognición, la psicomotricidad, el lenguaje, la función ejecutiva (que se subdivide a su vez en: atención flexible, memoria de trabajo y control inhibitorio) y las habilidades socioemocionales y comunicativas, todas las cuales configuran un esencial andamiaje sobre el que la persona irá construyendo sus nuevos conocimientos, destrezas y actitudes, con los que hará frente a los retos de su vida. De esta manera, cuando los estímulos, atenciones, apoyos, recursos, servicios y cuidados no están adecuadamente presentes en los primeros años de vida, entonces se afecta el desarrollo de este andamiaje y la persona ve significativamente dificultado su progreso educativo y social.

De acuerdo con el Informe del Estado de la Educación 2023, un 56% del personal docente de cuarto grado señala que más de la mitad de sus estudiantes no alcanzan los aprendizajes fundamentales en lectura y escritura esperables para su edad y un 82% indicó que sus estudiantes actuales presentan menores conocimientos que generaciones previas. Las principales deficiencias se encuentran en la capacidad para reconocer los temas centrales (62%) y para leer con fluidez (61%). En la escritura, los principales problemas se ubicaron en el uso de la puntuación (72%) y la estructura del texto (71%).

Lamentablemente, la actual ausencia de un sistema nacional de pruebas estandarizadas bien diseñadas impide conocer el detalle del estado de los aprendizajes de los estudiantes en primaria y secundaria, pues el actual gobierno eliminó el anterior modelo de pruebas y creó uno nuevo sin capacidad para medir niveles de aprendizajes específicos.

Investigaciones económicas recientes muestran que el crecimiento a largo plazo del producto interno bruto (PIB) de una nación está ampliamente determinado por las habilidades de su población. Cerca de tres cuartas partes de la variación en el crecimiento del PIB per cápita de los países pueden explicarse por las mediciones internacionales de habilidades matemáticas y científicas, las cuales, a su vez, dependen del logro de la lectoescritura y las habilidades sociocognitivas que se asientan durante la primera infancia. Es decir, que la pobreza de los aprendizajes es un predictor de estancamiento y empobrecimiento económico.

Es urgente que las actuales autoridades gubernamentales y educativas presten atención a este informe y a estas evidencias, y que actúen en consecuencia, o bien que reconozcan su propia incompetencia, se hagan a un lado y dejen de estar haciéndole daño al sistema educativo y por lo tanto al desarrollo nacional también.

Oficina de Comunicación
Universidad Nacional, Costa Rica

¿Cuál es la base científica para invertir el 8% del Producto Interno Bruto en educación?

Por: Pablo Chaverri Chaves

Académico Instituto Interdisciplinario de Estudios de la Niñez

El Producto Interno Bruto (PIB), definido como el total del valor de los bienes y servicios producidos por una economía durante un año, no depende solamente de aspectos como los recursos naturales, la infraestructura o el capital financiero. De hecho, ninguna de las anteriores dimensiones supera en importancia al factor número uno de todos para explicar el desarrollo económico de una nación: las capacidades de las personas que la habitan.

El crecimiento económico a largo plazo del producto interno bruto (PIB) de un país está fuertemente determinado por las habilidades de su población. Se estima que, aproximadamente, un 75% de la variación en el crecimiento del PIB per cápita de una sociedad puede explicarse por los resultados de las evaluaciones internacionales en habilidades cognitivas, matemáticas y ciencias de sus estudiantes (Hanushek & Woessmann, 2021).

El valor agregado de los bienes y servicios que se producen depende ampliamente del conocimiento. Los países que obtienen mayores ganancias no son los que producen materias primas, sino los que las transforman y les agregan valor con sus conocimientos. Entender que el conocimiento es costoso, pues implica grandes inversiones de tiempo y recursos, es particularmente crítico para las economías en desarrollo, como es el caso de Costa Rica.

Estas diferencias entre países también se pueden observar entre individuos. Cuando se invierte en programas de educación preescolar de calidad y se compara entre niños que los recibieron con respecto a sus pares que no los tuvieron y se analiza cuando ambos grupos son ya adultos, se estima que la diferencia de ingresos entre el primer grupo y el segundo es de un 25% a favor del primero (Gertler et al., 2014).

Aunque Costa Rica invierte porcentualmente más que sus vecinos en educación, el monto que invierte por estudiante es mucho menor al promedio de la OCDE, debido a que el PIB per cápita costarricense es significativamente menor al de la OCDE, razón por la cual la cantidad de dinero por estudiante ofrece un mejor comparativo que la proporción del PIB. Por ejemplo, mientras que Costa Rica invertía en 2019 un monto de $5.399 por estudiante en primaria y secundaria, en Chile el monto era de $6.639 y el promedio de la OCDE era de $10.316, es decir, que el promedio de la OCDE casi duplica el gasto por estudiante en Costa Rica.

Cerca de una tercera parte de las personas menores de edad viven en situación de pobreza en Costa Rica, lo cual compromete seriamente el cumplimiento de sus derechos y afecta su desarrollo integral a largo plazo de forma grave, tal como lo sugiere importante evidencia científica reciente (Chaverri Chaves, 2021). De acuerdo con datos de la OCDE, la situación socioeconómica explica el 16% de la varianza en el rendimiento en lectura en Costa Rica, mientras que el promedio de la OCDE es del 12%. Es decir, que el impacto de las desigualdades socioeconómicas en el rendimiento académico en lectura es cuatro puntos mayor en Costa Rica que en toda la zona OCDE.

Nacer en pobreza tiene un alto impacto en el desarrollo cognitivo posterior del niño. Sin embargo, un solo episodio de pobreza, incluso si es precedido y seguido por estados de no pobreza, también deja un impacto significativo en los puntajes en pruebas cognitivas. Para los niños que están persistentemente en pobreza durante sus primeros años, sus puntajes en pruebas de desarrollo cognitivo a los 7 años son significativamente más bajos que los de niños que nunca han experimentado pobreza (Dickerson & Popli, 2012). Esto es crucial, porque el desempeño global de un sistema educativo está fuertemente influido por sus niveles de equidad e inclusividad, algo que requiere una robusta inversión en programas de asistencia, protección y apoyo socioeconómico y psicosocial, en conjunto con programas académicos de alta calidad.

En pocas palabras, la inversión en educación se paga a sí misma y los recortes en educación se terminarán pagando demasiado caro, especialmente por parte de los niños más pobres.

Referencias científicas citadas

  • Chaverri Chaves, P. (2021). La educación en la pandemia: Ampliando las brechas preexistentes. Actualidades Investigativas En Educación, 21(3), 1–22. https://doi.org/10.15517/aie.v21i3.46725
  • Dickerson; A. & Popli, G. (2012). Persistent poverty and children’s cognitive development: Evidence from the UK Millennium Cohort Study. Department of Economics, University of Sheffield. Centre for Longitudinal Studies, Institute of Education, University of London, ISBN 978-1-906929-39-8.
  • Gertler, P., Heckman, J., Pinto, R., Zanolini, A., Vermeersch, C., Walker, S., Chang, S. M., & Grantham-McGregor, S. (2014). Labor market returns to an early childhood stimulation intervention in Jamaica. Science, 344(6187), 998-1001. https://doi.org/10.1126/science.1251178
  • Hanushek, E. A., & Woessmann, L. (2021). Education and Economic Growth. En E. A. Hanushek & L. Woessmann, Oxford Research Encyclopedia of Economics and Finance. Oxford University Press. https://doi.org/10.1093/acrefore/9780190625979.013.651
  • Heckman, J. J., & Mosso, S. (2014). The Economics of Human Development and Social Mobility. Annual Review of Economics, 6(1), 689-733. https://doi.org/10.1146/annurev-economics-080213-040753

Oficina de Comunicación
Universidad Nacional, Costa Rica