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Etiqueta: Rescate Nacional

Rescate Nacional hace llamado para salir nuevamente a las calles

SURCOS comparte el siguiente pronunciamiento y video:
Las personas, organizaciones y sectores abajo firmantes, hacemos de conocimiento público considerando:
PRIMERO. En el año de la conmemoración nacional del Bicentenario de la Independencia de la Patria, el 2021, la institucionalidad democrática costarricense está más vulnerable que nunca:
Cada vez más, miles de compatriotas sufren las consecuencias del desempleo, del aumento del costo de vida, de la reducción o congelamiento salarial, de la falta de oportunidades, de la exclusión de la economía, de la pobreza y de la desigualdad social.
Esta situación, que desde inicios del año anterior (2020), alcanzaba números preocupantes, se ha visto agravada llegando a cifras record alarmantes, ante la situación generada por “la llegada” del COVID-19 al país, por una parte; y por otra, la inoportuna respuesta del equipo económico del Gobierno y sus partidos aliados en la Asamblea Legislativa, a la situación antes descrita.
SEGUNDO. Quienes deciden las políticas públicas, han visto en el doloroso momento nacional actual, una oportunidad para profundizar un modelo económico concentrador y excluyente:
Cada vez más, cientos de miles de compatriotas vemos con preocupación, indignación e impotencia, cómo a pesar de experiencias que vivió la sociedad costarricense el año anterior; el 2021 inicia con la insistencia desde Gobierno y desde la Asamblea Legislativa, en impulsar como respuesta a la crisis sanitaria, económica y social, decisiones cuyo rumbo y consecuencias no hacen sino convertir el difícil momento que atraviesa el país, en una oportunidad para profundizar la receta económica que concentra riqueza en pocas manos, la cual viene en marcha en nuestro país desde los últimos 30 años, descartando cada vez más compatriotas de la economía.
Ante la exclusión social y económica en ascenso, las decisiones económicas que se impulsan nos colocan, nuevamente, a la sociedad costarricense en un punto delicado de polarización relacionada con la distribución del ingreso. Un gobierno, cuya gestión genera el mayor rechazo ciudadano de la última década y cuya imagen continúa en caída libre; y un grupo de diputados que siguen perdiendo legitimidad política real por su excesiva y descarada inclinación a favorecer al gran capital; ni unos ni otros tienen la autoridad moral para seguir polarizando al país que requiere soluciones equilibradas.
TERCERO. Las medidas económicas que impulsan el Gobierno y sus partidos aliados en la Asamblea Legislativa golpean a sectores claves para dinamizar la economía:
Es de suma preocupación, considerando el actual mega-período de sesiones extraordinarias que le otorga al Gobierno ocho meses para “mover sus hilos” en la Asamblea Legislativa, que lo inicie con iniciativas que afectan a sectores que dinamizan el mercado interno, el comercio, la producción, y a la sociedad costarricense en su conjunto; pero sin respuesta efectiva a problemáticas sectoriales reiteradamente señaladas. A saber:
a) Negociaciones de Gobierno de cara a convenio con el FMI: Costa Rica no necesita de convenio alguno con el Fondo Monetario Internacional. ¡Sobran alternativas! Como sectores sociales representativos de las diversas expresiones organizadas del pueblo costarricense, vemos con enorme preocupación que se descarte la enorme cantidad de aportes, procedentes de diversas fuentes, que se han venido planteando a fin de que, desde lo nacional, nos aboquemos a construir las soluciones hacia la crisis fiscal del país, sin necesidad de que tengamos que atarnos a organismos financieros internacionales y, mucho menos, cuando se ha venido demostrando que hay recursos financieros internos para que, de modo, paulatino, diseñemos un camino costarricense de salida a esa crisis sin abruptos procesos de agudización del clima social nacional.
Las negociaciones con el FMI se darán en un momento totalmente inoportuno, de considerable potencial provocador a un desasosiego social más intenso y extendido que el del año anterior. Particularmente, la naturaleza del desafío tributario que tenemos por delante, con su marcado sesgo regresivo; nos involucra en cuanto las características de los sectores sociales que estamos representando, castigados por ese sesgo de injusticia impositiva; de modo tal que no podemos aceptar más impuestos de orden regresivo. Por el contrario, llegó la hora nacional de que nos aboquemos a las transformaciones tributarias profundas que tengan como eje central, la progresividad fiscal.
b) Impuestos regresivos: Rechazamos, con vehemencia absoluta, que se pretenda imponerle más impuestos, todos de un profundo carácter regresivo, al pueblo trabajador en todas sus dimensiones (con empleo y salario fijo, el que está en la informalidad, el que sufre el dolor del desempleo, el que a duras penas subiste con emprendimientos micro-pequeños y/o de economía social); recargándole el peso abrumador de un sistema tributario perversamente injusto. Lo anterior no sólo aumenta la desigualdad social sin atender la evasión fiscal y las exenciones tributarias; sino que, además, encarece el costo de la vida al pueblo trabajador; a la vez que pone en grave aprieto las actividades económicas-productivas de las micro, pequeñas y medianas empresas, castigándolas con nuevas cargas tributarias.
c) Venta de activos del Estado: Integrantes del equipo económico del Gobierno han insistido en días anteriores que no han renunciado a la venta de FANAL. Desde las distintas expresiones organizadas de los sectores sociales hoy reunidas expresamos un NO rotundo a la venta de FANAL. Así mismo rechazamos con contundencia, las intenciones anunciadas en diferentes oportunidades por la fracción legislativa del PUSC y otros grupos políticos, sobre sus intenciones de impulsar venta de activos en Instituciones como activos como el Banco de Costa Rica (BCR), Instituto Nacional de Seguros (INS) y telecomunicaciones del ICE.
d) El proyecto de Ley de reducción de beneficios fiscales y ajustes de tarifas en rentas de Capital (expediente 22.369) que pretende elevar la renta, generar impuestos al trabajo y gravar los intereses sobre rendimientos del FCL y rentas de capital en cooperativas. Lo anterior afecta especialmente al movimiento Cooperativo y al Movimiento Solidarista con nuevos impuestos. Tal iniciativa debe desecharse, radicalmente,
e) El proyecto de ley Marco de Empleo Público (expediente 21.336) que concentra en manos del Poder Ejecutivo potestades excesivas, que perjudican los derechos de las personas trabajadoras estatales, poniendo en riesgo la calidad de los servicios públicos, para que el Gobierno de turno pueda manipular a su antojo el régimen de empleo del Estado costarricense. Iniciativa contraria a la institucionalidad democrática costarricense porque violenta la Constitución Política, los derechos humanos, laborales y sociales. Este proyecto junto a dos legislaciones ya aprobadas (conocidas como el combo fiscal (2018) y la ley anti-huelgas (2019), forma parte de la tríada de legislación que pretende la destrucción del modelo de Estado surgido a partir de 1949, con la denominada Segunda República.
f) Incumplimiento Gubernamental del artículo 19 de la Ley sobre Desarrollo de la Comunidad (Ley 3859). Por ley el Estado incluya en el Presupuesto Nacional, una partida equivalente al dos por ciento del estimado del impuesto Sobre la Renta de ese período, para girar las asociaciones de desarrollo de la comunidad debidamente constituidas. Lo anterior no se ha cumplido dada la reducción unilateral e inconsulta de recursos para el desarrollo comunal. Situación que atenta contra la reactivación económica en las barriadas, contra la seguridad de las comunidades y hasta contra la lucha en la atención de la pandemia, ya que estas organizaciones están involucradas en todo lo que tiene que ver con su comunidad.
g) Desinterés del Gobierno en dar solución a la condonación de deudas del sector agropecuario. En nuestro país un sector significativo de la producción agropecuaria nacional, prácticamente se encuentra en la quiebra por las altas deudas, impagables todas, de productores, a quienes la contracción adicional del mercado interno producto del Coronavirus-19 terminará de llevar a la banca rota, con su impacto negativo consecuente en la soberanía alimentaria nacional. Ante esta situación, el Gobierno no ha mostrado interés alguno, en impulsar el avance legislativo para aprobar el expediente No. 21.935 para condonación de deudas del sector agropecuario, y el expediente No. 21.960 sobre texto sustitutivo en relación a la soberanía alimentaria.
h) Falta de política integral para atender el comercio de la micro-pequeña empresa del mercado interno: El Gobierno sigue debiendo una estrategia de acompañamiento real al comercio, especialmente a la micro y pequeña empresa orientada al mercado interno; que garantice la no extinción de su actividad económica, que no le contraiga aún más el consumo afectando la capacidad adquisitiva de sectores que dinamizan su flujo de caja, o bien a través de disposiciones no dialogadas o arbitrarias sobre su actividad económica.
i) Inexistente control político sobre el abuso en reducción de jornadas y salarios o suspensión de contratos en el sector privado: A pesar que el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS) tiene en estudio 1047 casos de empresas por supuesto abuso en reducción de jornadas y suspensión de contratos durante la pandemia del Covid- 19; la Asamblea Legislativa aprobó en recientes días el expediente 22.265, que permite una ampliación de tres meses más al mecanismo que permite que a trabajadores del sector privado se les suspenda o reduzca jornada y salario. Lo anterior sin que exista control político alguno ni atención expedita a este tipo de irregularidades, por parte de quienes impulsan este tipo de iniciativas en el Congreso.
POR TANTO: Anunciamos al pueblo trabajador, a la opinión pública nacional, a la clase política de todo signo:
1- Nuestra decisión de unir esfuerzos, para hacer frente de forma conjunta, a las recién mencionadas iniciativas de ley y problemáticas irresueltas orientadas a golpear aún más el ya afectado ingreso del pueblo trabajador en todas sus dimensiones (con empleo y salario fijo, el que está en la informalidad, el que sufre el dolor del desempleo); de la población productiva (micro y pequeña empresa y agricultura campesina), y de sectores sociales representativos de las diversas expresiones organizadas del pueblo costarricense, que a través de diversos encadenamientos productivos dan su aporte al consumo del mercado interno y la activación de la economía.
2- Nuestra férrea oposición a: las negociaciones y el convenio que impulsa el Gobierno con el FMI, los impuestos regresivos con que pretenden cargar más la crisis sobre las espaldas de los sectores populares, al proyecto de ley 22.369 que afecta con nuevos impuestos al movimiento Cooperativo y al Movimiento Solidarista, al proyecto 21.336 ley marco de empleo público que violenta los derechos sociolaborales, y a la venta de activos del estado.
3- Nuestra exhortación urgente al Gobierno y a los diputados y diputadas de la República: aprueben el expediente 21.935 para condonación de deudas del sector agropecuario y el expediente No. 21.960 sobre texto sustitutivo en relación a la soberanía alimentaria. aprovechando además el sistema bancario nacional para el refinanciamiento de la agricultura campesina, trasladen al movimiento comunal los recursos que por ley le corresponde, necesarios para desarrollar proyectos en sus comunidades, implemente una política integral para atender el comercio de la micro y pequeña empresa del mercado interno, y atienda y regule abusos en reducción de jornadas y salarios o suspensión de contratos en el sector privado.
4- Nuestra convicción profunda que el país requiere que la clase gobernante implemente soluciones orientadas a la reestructuración de la deuda pública, la revisión del pago y de las tasas de interés que la misma ha venido demandando; así como a considerar los casi 15 mil millones de dólares que el Estado tiene en custodia en sus diversas modalidades institucionales para impulsar una solución nacional al manejo de la crisis fiscal con acción paralela en la reactivación de la economía y en la protección del empleo.
5- Nuestra disposición de unir esfuerzos y establecer una agenda de mínimos comunes, con otros actores, organizaciones y/o comunidades que compartan lo aquí expresado.
6- Nuestro vehemente y urgente llamado a nuestras propias bases sectoriales, a las organizaciones sociales, populares, cívicas y patrióticas para prepararse desde ya para dar su aporte a las distintas acciones conjuntas en fechas que estaremos anunciando en los próximos días.

Diálogo social y rescate democrático

“Me gustas, democracia, porque estás como ausente”
(Canción de Javier Krahe)

Manuel Hernández

  • Después de varias intentonas, viene el infaltable reality show

El último Informe Especial COVID-19 de CEPAL (octubre/2020), destaca la extraordinaria importancia que tiene el Diálogo Social para enfrentar integralmente la crisis sanitaria, que ha profundizado la desigualdad estructural, económica y social de América Latina.

La CEPAL sostiene que serán necesarios pactos políticos y sociales que se construyan con la participación de una amplia variedad de sectores, de largo plazo, que promuevan la universalización de la protección social, la salud y reoriente el desarrollo, sobre la base de la igualdad y la sostenibilidad de las políticas fiscales, industriales y ambientales.

CEPAL insiste en que para alcanzar estos pactos se requiere un liderazgo político transformador, que goce de legitimidad social, que, además, incluya la más amplia y diversa gama de actores.

El Informe advierte un aspecto de suma relevancia, que dadas las circunstancias políticas y sociales que vertiginosamente se desarrollan en nuestro país, no podemos dejar pasar inadvertido:

“Es importante que los Gobiernos tengan en cuenta que, en algunas partes de la región, el descontento previo a la pandemia hizo que se acumulara una energía social que no va a desaparecer después de la crisis, energía que la sociedad en su conjunto deberá manejar abriendo caminos institucionales, democráticos y justos de diálogo y concertación social.”

Desafortunadamente algo tan elemental, después de varios intentos fracasados de diálogo social, todavía no logra comprender el Gobierno de nuestro país, que ahora está tratando de articular un nuevo ensayo, convocando a un conjunto de actores de sectores sociales, productivos, políticos y hasta religiosos.

No obstante, esta última convocatoria fue discriminatoria y excluyente, porque cerró ese cauce institucional de participación democrática a un movimiento social, dirigido por Rescate Nacional, que desde hace unas semanas se está expresando activamente en los espacios y foros públicos, exigiendo su Derecho Fundamental de ser escuchados y atendidas sus demandas de justicia social, protestando contra todo préstamo del FMI, “que nos jode a tod@s, no solo a las camareras”. *

El Informe de CEPAL sigue diciendo que ese liderazgo político debe “servir para reconocer y convivir con los conflictos colectivos en que se enfrentan los actores como parte de su adhesión a diferentes grupos sociales”.

Por contrario, el Gobierno impulsa el denominado proceso de diálogo multisectorial imponiendo unilateralmente el consenso, desde arriba, no soberano, que repele la legitimidad del conflicto social, conflicto que es consustancial a cualquier sistema democrático y pluralista; que no debe ser aplacado con la ostentosa e intimidatoria circulación de la “bestia” policial, a lo largo y ancho del territorio nacional, ni mucho menos con el bloqueo de los espacios de participación democrática.

Partiendo de esa misma convicción ideológica, promocionó una reaccionaria contrarreforma laboral, que culminó con la prohibición del derecho de huelga en la mayoría de las actividades económicas y servicios públicos, configurando el derecho de huelga del enemigo.

El Gobierno sigue reflejando una posición autoritaria, basada en la construcción simbólica del “enemigo”, que no se concilia con los principios constitucionales del Estado democrático, que por imperio de la reforma del artículo 9 constitucional, garantiza a la ciudadanía, a la universalidad ciudadana, y no solo a la que convenientemente se seleccionó, la plena participación en la construcción y definición de las políticas públicas.

Las y los indignados que representan el poder de los sin poder, quienes rompieron su callada indignación y fueron excluidos, no tienen menos derechos de participación ciudadana que aquellos actores oficialmente convidados al reality show, como si la democracia fuera patrimonio del gobernante de turno y su socio presidente de la Asamblea Legislativa.

En definitiva, en la de menos, este es el gran desafío que tenemos que asumir: liberar la Constitución Política de quienes la tienen secuestrada, pero para ello es necesario, primero, recuperar la democracia.

25/10/2020

* Frase escrita en un cartel de las asambleas del 15-M, cuyo mensaje deriva de la denuncia judicial que presentó Nafissatou Diallo contra Strauss-Kahn, expresidente de FMI, quien lo acusó que mientras ella estaba realizando labores de limpieza, en un hotel de Nueva York, la golpeó e intentó violarla. A consecuencia de este escándalo, Strauss-Kahn renunció a la Presidencia de FMI (2011).

Apuntes Patrióticos I

Juan Carlos Durán Castro
Secretario de Seguridad Social CTRN

17 – 10 – 2020

1- Posición de corte fascista y no de Estadista del Presidente Su discurso sumamente retador y desarrollando alianzas con distintos actores y actoras para imponer su «diálogo institucionalizado» y antidemocrático, esa es la ruta trazada después de 4 intentos fracasados. La terquedad indica que para ser viejo y sabio, se debe ser primero joven y estúpido. (grafiti en puente entrando a Escazú).

2- Algunos líderes y liderezas de algunos sectores desde nuestra mirada han sido cooptados y pareciera que son manejados a control remoto. Se olvidan de su discurso y asumen que el » diálogo» del Ejecutivo y Legislativo es lo correcto.

Un error histórico que deja mucho que desear, pues asumen que los patriarcas que hicieron llamado al «diálogo» están por encima del soberano y eso sí es de analizar por fondo desde todo punto de vista, pues tales liderazgos podríamos pensar están en una zona de confort que los deja en un predicado muy complejo.

3- Observamos fracciones legislativas que reafirman su vínculo poco diáfano con los más ricos que no desean compartir su cuenta bancaria y su billetera para ayudar a los 1.600.000 pobres y a los 500.000 desempleados y desempleadas. De hecho osan desde una posición de corte fascista presentar moción en la Asamblea que desconoce a los que generan la defensa patriótica en las calles y se pliegan así al discurso obtuso del Presidente de la República.

Desconocemos si esta línea de confrontación cuenta con los votos suficientes en el hoy o después, pero de prosperar tales intenciones sin duda el país en su conjunto pierde aún más su norte.

4- UCCAEP y en particular su nuevo jerarca es atacada por Presidente de la República y a este personaje tristemente célebre suma a su política de alianzas una comparsa de Ex Presidentes (con las relativas excepciones de Arias y Figueres que se distancian de tales tesis por experticia, política, cálculo electoral, correlación de fuerzas en sus escenarios partidarios y posiblemente por analizar la enorme torpeza del Presidente Carlos Alvarado Quesada), que desconocen la lucha callejera (con sus errores y virtudes)

En tal contexto asistimos a ciertos errores del señor Célimo Guido que terminan ayudando a la oligarquía rancia perdedora de la silla principal de la UCCAEP.

Esa oposición interna perdedora que aprovecha la coyuntura y monta junto con los aliados de la Nación, Teletica, Repretel, Amelia y otros medios una narrativa engañosa para debilitar y destituir al nuevo Presidente de UCCAEP, que se atrevió a romper un paradigma de conformidad con el contexto político actual.

Si fue error o virtud lo acaecido entre RN y UCCAEP lo cierto es que no nos podemos quedar en ese balance, sino avanzar y ver el bosque y no solo el árbol, es decir, dejar de jugar tablero y empezar a jugar ajedrez, pues el momento lo exige, pues de fondo en los escenarios reales y paralelos se wata jugando el futuro de la Patria.

5- Analizamos el comunicado del PAC, el cual es tristemente célebre, de corte fascista y alineado con la torpeza juvenil de Don Carlos Alvarado.

Pero además es indicativo de que fuerzas tienen copada la dirección política de un partido que sigue cavando su propia tumba.

6- Desde nuestra modesta lectura el espacio de diálogo del Banco Popular (ATBPDC) , debe seguir siendo fortalecido y desee ese espacio debemos avanzar y presentar propuestas al Legislativo y Ejecutivo.

Así las cosas, todo apunta que el Gobierno obtuso no desea reconocer el mérito histórico de RESCATE NACIONAL, ya que los califica de una especie de terroristas que dinamitan la institucionalidad y veremos hasta donde sigue optando por no darles audiencia, pero sin duda esto podría cambiar en algún momento.

De igual forma aún no acepta que el espacio del Banco Popular va a caminar de forma autónoma y propositiva lo cual generará que más temprano que tarde algunos actores sindicales de forma no tan evidente se muevan hacia ese espacio y soliciten incorporarse después de haberle reducido su perfil.

7- Centrales sindicales reaccionan tardíamente de nuevo y en general el movimiento sindical sólo puede acompañar protestas puesto que el tema del derecho a huelga esta diezmado en razón de propios errores sindicales (por no darle otro calificativo), lo cual abre solamente una pequeña ventana para seguir metiendo presión en el actual contexto.

Se impone aceptar la realidad jurídica del tema de las huelgas en el sector público y ser altamente creativos para apoyar a RN, pero sobre todo debe el movimiento sindical en su conjunto mejorar con urgencia su lectura política y ponerse a la altura del momento ya que hasta ahora todo indica que si se suben a este tren posiblemente sea en los últimos asientos del último vagón.

8-Actores sindicales deben ampliar su balance político y apostar por mirar más allá de las personas o sectores y colocar al país al frente pues el momento lo exige, la agenda país está por encima de lo corporativo.

Una crisis financiera provocada adrede por la derecha rancia es un posible escenario de los sectores ultraconservadores, o sea, llevar al país a una situación de impagos no debe ser descartada y en tal sentido es que indicamos que el balance de coyuntura es poco profundo en la acera sindical.

9- A la academia Universitaria (existen excepciones), progresista la notamos desarticulada y la respuesta desde las Universidades refleja un buena dosis de captación de las tesis de derecha, posiblemente una buena parte de este sector académico que apostó y ayudó a que EL PAC ganara las elecciones este aún plegado a la miopía y ceguera del Presidente Alvarado, ojalá esto varíe pronto, pues al país le urge academia progresista.

10- Estado de La Nación tiene un tropiezo histórico relevante, pero además sin duda desee el génesis de este esfuerzo tenía pensada válvula de escape para Don Jorge Vargas Cullel.

Pero más allá de lo sucedido con el PEN, esa puerta debe seguir abierta pues no dudamos de la alta capacidad técnica del recurso humano que labora en esa institución y o dudamos que los buenos oficios del PEN pueden ayudar al proceso del Banco Popular.

11- Estamos en un momento de alta y constante negociación política y en ese sentido debe actuar la dirigencia de cualquier sector, pero lo justo y necesario es que todo actuar sea a la luz del día, sin miedos pero con sentido estratégico.

12- RESCATE NACIONAL es y debe seguir manteniendo niveles de autonomía y escuchar y entablar alianzas tácticas y estratégicas, PERO sobre todo debe definir sobre dos temas urgentes, tácticos y estratégicos, veamos:

1- Una línea clara sobre el tema del diálogo nacional, y

2- Desarrollar un trabajo de aporte a la reconstrucción de lo que hemos denominado EL NUEVO MOVIMIENTO PATRIÓTICO NACIONAL.

 

Imagen ilustrativa.

Escenarios, significados y tiempos históricos de una crisis muy profunda – Segunda parte

Rogelio Cedeño Castro,

Sociólogo y escritor costarricense

La depreciación o pérdida de sentido del lenguaje que usamos para referirnos a la vida política, y aún a ciertas dimensiones o momentos de la cotidianidad ha alcanzado, en estos días de gran intensidad de la protesta social en Costa Rica, unas alturas cercanas al paroxismo y a una especie de locura colectiva –por así decirlo- entre los personeros del régimen de la dictadura en democracia y el pequeño, además de poderoso, sector del capital financiero, cuyos personeros están desesperados por consolidar sus “buenos” negocios con el asunto de la abultada deuda interna del país, y la tenencia de bonos de ésta que se ha convertido en un jugoso negocio de casi una decena de billones de colones, lo que va en perjuicio de la gran mayoría de la población, cuyo empobrecimiento se acelerará en varios dígitos, en caso de persistir la actual correlación de fuerzas sociales y políticas.
Las palabras como “diálogo”, “violencia” o “vandalismo” y otras usadas a conveniencia, son manoseadas tanto por los políticos de oficio, como por un puñado de tecnócratas y “comunicadores” de toda ralea, de tal manera que han perdido casi toda su significación, para convertirse así en otro de los componentes de esta Torre de Babel, en la que estamos sumergidos, por causa de los comportamientos miméticos de muchos de los actores de este drama, especialmente entre aquellos situados hacia la izquierda del llamado espectro político. En el caso de la primera de ellas, el gobierno del presidente Carlos Alvarado aceleró su vaciamiento semántico, de tal manera que la condujo a la pérdida de cualquier sentido unívoco que pudiéramos darle, ya ni siquiera en términos neutros, como en algunas dimensiones de la vida cotidiana, dentro de las que solemos hablar del diálogo, como un mero intercambio de impresiones entre dos o más interlocutores. Actuando a la manera de un prestidigitador, el conocido científico social y columnista del diario La Nación, Jorge Vargas Cullel, director del programa de El Estado de la Nación, se sacó de la manga no precisamente un conejo o un pañuelo, sino más bien el organigrama y cronograma de un supuesto “diálogo nacional” sectorial, cuya apariencia es la de un monólogo entre las cúpulas del poder económico y político, aunque lo más increíble, en este caso, es que desde su formulación inicial se deja por fuera al movimiento social que ha venido luchando en las calles, campos y ciudades de todo el país, bajo la denominación de Rescate Nacional, el que termina siendo ninguneado por el régimen. Es a partir de estos rasgos, o elementos esenciales que no logramos entender el significado de la expresión “diálogo”, dentro de esta puesta en escena, tan evasiva de las graves implicaciones del conflicto planteado, que está siendo desplegada en medio de un convulso escenario histórico, dentro del que sin embargo una gran cantidad de actores sociales y políticos “insospechados”, entran en el juego del Poder Ejecutivo y de los intereses económicos, tanto de los evasores como de los tenedores de bonos de la deuda interna, los que en la mayoría de los casos, resultan ser los mismos personajes.
Sucedió entonces, durante las dos semanas más recientes, que al acelerarse el conflicto social, exteriorizado por la protesta masiva de los sectores sociales de la periferia, esos que configuran lo que podríamos llamar la Costa Rica profunda, que los intentos de explicar lo que está sucediendo se estrellan con la terca realidad, dado que el lenguaje con el que acostumbramos a calificar estos procesos sociales, al haber sido vaciado de su significación no nos sirve para entender y mucho menos explicar ¿qué es lo que está sucediendo en el orden de la vida social y política de este pequeño país centroamericano? La necesidad implícita que tenían los movimientos sociales, afincados en las zonas rurales de la periferia, de romper el blindaje que le había sido impuesto a otro segmento del movimiento social, cuando dos años atrás había sido aplastada una huelga de los trabajadores del sector público, como un hecho al que hemos venido haciendo referencia, los llevó a emplear los bloqueos o cierres de carreteras y puentes como una medida de presión sobre un régimen, cuyo gobierno ni siquiera ha querido simular algún tipo de diálogo u encuentro con ellos.
Hoy, el movimiento social en estado puro, representado por Rescate Nacional sigue como al principio, cercado por todos sus flancos, por parte de quienes lo ven como un peligro para sus intereses más mezquinos. Para las cabezas del régimen y su gobierno de coalición, como también para los integrantes de los poderes fácticos que lo controlan, y asimismo para los llamados “progres” del PAC, engolosinados con las mieles del poder, y considerando siempre que su agenda del llamado “marxismo cultural”, es la única importante a ser tenida en cuenta; en fin todo un conjunto actores sociales y políticos que consideran que ese movimiento debe ser aniquilado, acudiendo para ello a cualquier vía, y sin importar el grado de violencia que implique su supresión de la vida social y política, en su odio llegan hasta los extremos del totalitarismo, negándose a reconocer siquiera la condición humana de los que protestan.
La impresionante campaña de prensa, llevada a cabo por los medios hegemónicos, para descalificar a los que llaman “vándalos” o “delincuentes” de la peor ralea, se ha visto reforzada por una represión policial cada vez más cruenta, intensificando el uso de “fuerzas especiales”, como son las de la policía antimotines, entrenada por los carabineros de Chile y la policía nacional de Colombia, dos países donde el respeto a los derechos humanos no pasa de ser una ficción. Los habitantes de San Carlos, de Pérez Zeledón, Guanacaste y otras regiones han sido objeto de una cruenta represión, con el empleo masivo de gases lacrimógenos y hasta irrupciones violentas en sus hogares, por parte de unos cuerpos policiales que los han tratado como una especie de “enemigo interno”, buscando sembrar el terror entre ellos.
Dada la gran confusión semántica existente en el discurso de algunos de los que protestan, lo que da lugar a una especie de gran polifonía, dificultando la captación plena del sentido o significado más profundo de esta rebelión de los sectores rurales contra el régimen neoliberal, al que llaman “comunista” o “madurista”, aunque en estricto sentido no lo sean para muchos de nosotros, no podemos negar que esa es su forma de nombrar al hecho sociohistórico que los inquieta y golpea en pleno rostro. Aunque para la significación mentada, que traen a cuento muchos de los protagonistas del conflicto, el hecho resulta irrelevante: lo que alcanzan a identificar es la existencia de una dictadura, no importa cómo la llamen, lo que los lleva a la rebelión es la agresión del neoliberalismo, y la voracidad del capital financiero, lo sienten en su pellejo y no aguantan más.
Para un sector de la llamada “izquierda”, sobre todo aquella oficiosa, y cercana a los manejos políticos del régimen, la circunstancia ya apuntada les ha servido para darle la espalda a un movimiento nacido de las entrañas del pueblo, pues para algunos de sus cuadros y voceros habituales es preferible ver las cosas a la distancia, como si el asunto no fuera con ellos, además de que consideran que esas gentes carecen, de lo que llaman eufemísticamente, una “dirección política correcta”. Una vez más la estéril teoría así empobrecida se ve rebasada por una dinámica realidad a la que es preciso responder, poniéndose a la altura de la magnitud del desafío histórico, no prestandonos a las maniobras del régimen y sus trampas en cuanto al diálogo-monólogo, con el que quieren engañarnos a todos.

Escenarios, significados y tiempos históricos de una crisis muy profunda – Primera parte

Rogelio Cedeño Castro, sociólogo y escritor costarricense.

Hemos llegado a una encrucijada histórica en extremo compleja, en la que incluso el lenguaje que hemos venido usando para denominar a la política, a las ideologías, y a los actores políticos en un país y una sociedad como la nuestra han perdido su validez. Esos vocablos como “socialismo”, “democracia”, “comunismo” o “liberalismo” tan caros a los intelectuales urbanos de los valles centrales de Costa Rica y a ciertas élites políticas no tan ilustradas como pretenden serlo a veces, carecen de hoy de una significación o sentido unívoco, al menos para muchos de los habitantes que conforman un gran segmento de los sectores populares, incluidos algunos pequeños y medianos empresarios y toda una constelación de actores sociales, cada vez más marginados del poder y de la riqueza, especialmente en las zonas rurales más apartadas del país, donde se ha producido un levantamiento popular con una fuerte base entre los agricultores, como algo inédito en la historia reciente del país, contra las políticas económicas y sociales de corte neoliberal, inspiradas por los grupos de pensamiento de la derecha más radical, entre ellos la Academia de Centro América y el Instituto Cato de Washington, en su sucursal costarricense, las que son percibidas y calificadas como “comunistas” o “chavistas” por las víctimas de esas políticas. A la dictadura en democracia del pensamiento único neoliberal se la percibe como una “dictadura comunista”, o una antesala que nos llevaría por los caminos de Venezuela, Nicaragua o Cuba que son unos países que resultan ser la encarnación del mal.

La presencia en el gobierno de una serie de intelectuales y cuadros “progres”, por lo general encaminados hacia una agenda más propia del llamado “marxismo cultural”, que a la del llamado “comunismo” a secas de que hablan algunos de los sectores más empobrecidos del país, ha terminado por provocar una confusión entre estos últimos, quienes perciben las violentas políticas económicas de las élites del poder en su contra y el abandono en se encuentran sus comunidades, como la materialización de algo que sienten y perciben como todo aquello que no debe ser. Ergo, entonces el gobierno y las élites  del poder son “comunistas”, las que ponen en peligro la democracia y las formas de vida propias de los costarricenses, nos dice un empresario agrícola mediano del norte del país que, en medio de su descontento y su frustración por las políticas inhumanas del régimen, dentro de lo que constituye un descontento a veces orientado o alimentado desde las visiones del neopentecostalismo o evangelismo integrista, o aún desde una perspectiva secular sin mayores connotaciones religiosas. Ese empobrecido y abandonado país: esa patria chica de los sancarleños, guanacastecos, limonenses, puntarenenses, generaleños y habitantes del sur costarricense fronterizo con Panamá se siente abandonado y golpeado, en lo más profundo, por las rígidas políticas de ajuste económico y social que ha venido ejecutando, de una manera rígida e implacable, la coalición gobernante del PAC, PLN, PUSC e incluso de partidos “religiosos” neopentecostales (toda una paradoja), los que para efectos prácticos actuaron como si fueran uno solo, dándole la espalda a los sectores sociales más golpeados por la crisis.

El gobernante PAC y la coalición de partidos que incluyen a todo el espectro político que ahora choca de frente con ese otro país del que hemos hablando, había aplastado una gran huelga de los trabajadores del sector público, hace apenas un par de años, motivada por la oposición de ese sector laboral a la aplicación de un paquete o ajuste tributario de naturaleza muy regresiva, el que ha tenido efectos brutales hacia el conjunto de la economía y la sociedad, sobre todo por su naturaleza recesiva, por lo que innumerables negocios además de pequeñas y medianas empresas quebraron, a lo largo del año 2019, mucho antes de que apareciera la pandemia del Covid 19, la que vino a ser el golpe de gracia para muchos sectores de la población que ya se encontraban al borde la ruina.

Las nuevas medidas fiscales, planteadas por el gobierno de Carlos Alvarado, con vistas a un acuerdo para la obtención de un préstamo de 1750 millones de dólares con el Fondo Monetario Internacional (FMI), que castigan todavía más duro al grueso de la población, nos está llevando a la forja en los hechos de una gran coalición del movimiento social adverso al régimen de la dictadura neoliberal en democracia, a pesar de las diferencias ideológicas explicitas entre los actores sociales que se han venido involucrando en la protesta. Esta ha sido la emergencia del Movimiento Rescate Nacional con José Miguel Corrales, Célimo Guido y un importante grupo de dirigentes regionales, un movimiento que ha continuado fortaleciéndose a pesar de la retirada del primero de ellos, en medio de unas circunstancias muy confusas aún.

Los llamados progres del PAC se han lanzado contra el movimiento social descalificándolo en los peores términos, al llamar “vándalos” a los que desde el otro país protestan contra el dictador “comunista” y émulo de Nicolás Maduro, quien no es otro que Carlos Alvarado, no conformes con esto los progres piden una represión sanguinaria contra la población alzada contra el régimen, como si ya nos estuviéramos enrumbando hacia el totalitarismo fascista en la Costa Rica del “pura vida”, la que ha demostrado no serlo tanto y tampoco para todos, como dijo una comentarista de la televisión internacional. No se llamen a engaño tránsfugas del PAC, aunque un sector del movimiento califique en esos términos al actual gobierno, lo que en realidad sucede es que en el fondo repudian las políticas neoliberales que los están asfixiando, la brutal represión de los cuerpos policiales y el violento ajuste estructural que los sectores más poderosos pretenden imponernos, por la vía de un convenio con el FMI, a todos los costarricenses sin importarles, en modo alguno, la destrucción del tejido social y hasta de nuestra precaria institucionalidad democrática.

Protesta y movilización social en tiempos de pandemia: algunas tendencias, características y preguntas

Este análisis que fue remitido a SURCOS y compartimos fue elaborado por los doctores en Sociología Allen Cordero y Manuel Barahona junto a la bachiller en Economía Priscilla Sibaja. Cordero es director de la Escuela de Sociología de la Universidad de Costa Rica y Barahona es catedrático jubilado de la Universidad Nacional. Sibaja realizó la asistencia de investigación. El contenido es responsabilidad de sus firmantes y se produce en el espacio académico de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO).

Allen Cordero, Manuel Barahona, Priscilla Sibaja

Introducción

«Sin duda la etapa histórica que se ha abierto tanto a nivel nacional como internacional en virtud de la pandemia de Covid-19 presenta retos inéditos para la comprensión de la sociedad. Algunos de ellos muy urgentes y otros que se asoman e insinúan en el camino. Las dimensiones sociales en juego son contundentes. Algunas teorías y nociones buscan dar respuestas a la comprensión de esta situación, pero de seguro, será necesario echar mano de enfoques novedosos para intentar comprender lo que emerge, incluyendo elementos de continuidad y ruptura. Muchos retos teóricos, analíticos y descriptivos aguardan a quienes desde las Ciencias Sociales nos interesamos por los movimientos sociales.

Este artículo intenta un acercamiento a la comprensión de las tendencias y alcances en la movilización y protesta social en Costa Rica en la coyuntura abierta por la pandemia del COVID19 ocasionada por el SARS-CoV-2, al declararse en Costa Rica el primer caso positivo el 6 de marzo del 2020. Inicia con un breve estado del arte de la protesta social, resumido en el reflujo preexistente en la misma.

En un segundo momento, se revisan las cifras de la base de datos del Instituto de Investigaciones Sociales (IIS) de la Universidad de Costa Rica (UCR), sobre protesta social para el período marzo–septiembre de 2020, complementada con una sistematización propia de noticias sobre protesta social derivados de medios de comunicación y redes sociales.

Finalmente, se traza una tipología de los movimientos sociales, tratando de ordenar para el análisis los actores/actrices de los movimientos y sus móviles, ello con miras a dar cuenta de sus alcances en término de incidencia.

Se subraya que este es un análisis en construcción pues evidentemente mucho puede suceder en el futuro inmediato y mediato en términos de la dinámica de los movimientos sociales.

Hemos cerrado la revisión de materiales para este texto el domingo 4 de octubre en horas de la mañana en el contexto de la lucha contra el pago de más impuestos. Este movimiento empezó el domingo 20 de septiembre y ha sido el más fuerte desde el inicio de la pandemia, gestándose originalmente como una protesta de clases medias de Santa Ana y alrededores, revestida de banderas blancas y tricolores. Desfilaban en carros lujosos y decían que ya no podían pagar más. El movimiento continuó como una campaña política de la Unión Costarricense de Cámaras y Asociaciones del Sector Empresarial Privado (UCCAEP) y los medios de comunicación tradicionales y más influyentes decían unos y otros que ya no podían pagar más. Para el pasado miércoles 30 de septiembre, el Movimiento de Rescate Nacional llamó a una jornada de desobediencia civil. Se convirtió en una verdadera jornada nacional. Incluso en las primeras horas de esta jornada las cámaras patronales le hicieron un guiño a la lucha. Por ahí del medio día de ese miércoles, la UCCAEP se deslindó tajantemente de las protestas, dijo que estaba de acuerdo con los objetivos, pero no con la forma. Los sindicatos mientras tanto no sabían qué hacer. Hoy, domingo 4 de octubre, este proceso altamente complejo no ha terminado y es claro que no se agota con el tema de no más impuestos. Para la próxima semana, el martes 6 de octubre, concretamente se ha anunciado nuevas jornadas de protesta ahora sí con participación sindical. Pero hemos decido hacer un corte acá, considerando que el material presentado es abundante para sistematizar y analizar. Esto con el objetivo de brindar elementos para tomar las mejores decisiones y orientar las acciones que correspondan».

Puede descargar el documento de la investigación en el siguiente enlace:

El pliego de peticiones de Rescate Nacional en las negociaciones con el Gobierno

Vladimir de la Cruz

Para conversar con el Gobierno, de manera concreta los jefes sonados del movimiento de protesta, autodenominado Rescate Nacional, que ha sucedido estos días, y que en algunos puntos del país, todavía continúa, han acudido ante el Arzobispo de San José, José Rafael Quirós Quirós, “para que traslade al Gobierno de la República las siguientes condiciones para iniciar un proceso de negociación”, y de seguido ponen 14 puntos, que debe iniciar hoy a las 10 a.m.

Veamos los puntos, que van numerados, a los que les hago algunas notas, también numeradas:

1.- Que se instale una mesa de negociación entre el Gobierno y el Movimiento de Rescate Nacional.

Nota 1.- Ya lo llaman “Movimiento”, casi sinónimo de partido político. Los movimientos políticos, en general, son asociaciones de ciudadanos organizadas para influir en la formación de la voluntad política, la que se expresa en el Poder Ejecutivo o en el Legislativo, o para participar en procesos electorales, como el que viene en el 2021-2022.

Por su naturaleza los “movimientos” operan en el área política, como en este caso, combatiendo un Préstamo del FMI, principalmente, que se discute en la Asamblea Legislativa. Un movimiento responde también a inquietudes o preocupaciones compartidas por diversos grupos o ciudadanos organizados o no.

2.- Que sea una mesa única de negociación y no mesas temáticas.

Nota 2.- ¿Son tan pocos los iluminados dirigentes de Rescate Nacional, que no pueden dividirse en varias mesas a negociar aspectos propios de cada mesa de negociación? ¿O no tienen equipos de apoyo para discutir los temas importantes relacionados con las alternativas al Préstamo del FMI que es lo que ha provocado las principales movilizaciones, junto con los impuestos que ello trae? ¿O se desconfían de ellos mismos para dividirse en distintas mesas a negociar?

3.- Que se realice la reunión en un campo neutral facilitado por la Iglesia Católica

Nota 3.- La Iglesia Católica, ni ninguna Iglesia es neutral. Y menos lo ha sido históricamente ante el Poder instituido, porque ha formado parte del Poder. Desde la conquista y la colonia española la Iglesia Católica se impuso de manera dominante, como única y verdadera, situación que se mantuvo así, en cierta forma, hasta la construcción del ferrocarril al Atlántico cuando llegaron personas no católicas a las que había que autorizar el ejercicio de sus credos religiosos, porque solo se permitía el ejercicio del catolicismo, desde entonces, la religión del Estado costarricense.

Este es un mal planteamiento porque, en las luchas sociales existentes en el país, hay un grupo de ciudadanos que clama y lucha por un Estado Laico. Y una posición como la de estos protestantes de Rescate Nacional pareciera no entender o valorar esta otra lucha. Bien podría ser que de esa manera traten de enfrentarse a las fuerzas político-electorales que no son católicas, que son otros protestantes…que tienen asiento en la Asamblea Legislativa, y que en parte comparten las luchas contra el Gobierno de Carlos Alvarado, con lo cual pareciera que los dirigentes de Rescate Nacional no impulsan políticas unitarias de lucha, con ellos, de suma de sectores sociales y políticos.

Para mí, el mejor campo neutral hubiera sido el Consejo Nacional de Rectores, en alguna de las sedes universitarias que al efecto se hubiera puesto a disposición para este encuentro, o si alguna Universidad hubiera salido ofreciendo hace rato esta salida.

Por dicha no plantearon que el mejor campo neutral de la Iglesia hubiera sido un Confesionario, porque ese sí es neutral, y contundente para decirse las verdades y asumir las responsabilidades.

4.- Que el Presidente de la República abra la mesa de negociación.

Nota 4.- Que el Presidente de la República abra la mesa de negociación cuando se le pide a la Iglesia que la convoque, pareciera un contradictorio. La debe abrir la Iglesia invitando a las dos partes, al Presidente y a uno de los personeros de Rescate Nacional, que puede ser José Miguel Corrales, por ser el más viejo de ese grupo, a pronunciarse sobre la importancia del evento y empezar a trabajar. Si el el Presidente es el que debe abrir la mesa bien podría ser que el Presidente debió ser quien convocara, lo que no quisieron los de Rescate Nacional.

Una pregunta inquietante: ¿Por qué no el Presidente de la Asamblea Legislativa, que es donde se está discutiendo el Préstamo del FMI?

No es en el Poder Ejecutivo donde está la discusión de aprobación, que parece ser una obligación de continuidad del primer Préstamo del FMI ya aprobado por la Asamblea.

Donde se debe presionar más es en la Asamblea Legislativa para que no se apruebe el Préstamo del FMI, si eso es lo que se quiere, que lo mandó en posibilidad de aprobación el Poder Ejecutivo. Esto es estar perdido ante quien se debe presionar con mayor fuerza e intensidad, lo que indica que los ex diputados que están en esta lucha están más por hacer bulla contra el Presidente del Poder Ejecutivo, y no para enfrentarse a todos los partidos que están en la Asamblea Legislativa, donde por presión de masas podrían lograrse adherencias negativas a la aprobación del Préstamo del FMI, si esto es lo que realmente se busca.

5.- Que la negociación sea transparente, con presencia de la prensa.

Nota 5.- La transparencia que dicen los de Rescate Nacional no está en lo que cada parte tenga que sostener respecto a lo que discutan, sino en la presencia de la Prensa, que para los miembros de Rescate Nacional, y para los sindicatos, y para otros grupos de ciudadanos esa Prensa no es tan transparente, ya que solo les tergiversa sus planteamientos, o los ignora, o los pinta con imágenes negativas.

Está claro, entonces, que la presencia de la Prensa es tan solo para la foto, para la pasarela política, para tener televisión, radio y prensa escrita para aparecer en ella con algunas frases fuertes al Presidente y a las autoridades del Estado, para hacerse sentir fuerte ante el Presidente, a quien tratarían de colocar como un débil.

6.- Que las negociaciones sean diurnas, no nocturnas.

Nota 6.- La nocturnabilidad de las reuniones no les quita importancia. Puede ser más cansando y desgastante. Para viejitos discutiendo, y sin entrenamiento y práctica de discusión, puede ser mucho más pesado, es entendible. Tampoco que se discuta solo en el día le da más transparencia, porque la transparencia, para Rescate Nacional la da la Prensa presente, no la luz del día.

Pero, ahora hay ambientes que cerrados, con luz interior, son absolutamente claros, como si fuera de día. Así se trabaja en algunas empresas en el país las 24 horas.

Podría entenderse también que bajo la luz del día se puede mantener un piquete grande de gente afuera del local presionando en las discusiones, lo que disminuiría en la noche.

La experiencia de discutir de noche los sindicatos la tienen. En las negociaciones finales de las últimas huelgas del 2018 trabajaron reunidos todo el día, y por la noche hasta las 3 y 4 de la mañana del día siguiente. Así fue el último día de negociación.

7.- Que los acuerdos a que se llegue se conozcan por las bases del Movimiento para su aprobación.

Nota 7.- Esto es el ultra democratismo al absurdo. ¿Si así se opera, entonces, para qué dirigentes sindicales, y para qué dirigentes sociales o políticos?

En la historia de las luchas sociales del país siempre hubo dirigentes en capacidad de tomar acuerdos y hacerlos valer ante sus bases, cuando se trataba de lograr resultados, porque eran dirigentes respetados, queridos y generadores de confianza ante sus bases.

En la última huelga magisterial, terminada con un acuerdo a las 4 de la mañana, en el Sindicato de Educadores, a las 8 de la mañana, se reunieron en una gran Asamblea, de bases, para oír del Secretario General el informe de la negociación. El Secretario a medida que iba informando, sobre las dificultades del Acuerdo logrado, llorando de emoción y cansancio, las bases le iban aplaudiendo y exaltando su participación, in crescendo con el informe y su llanto. Terminó su discurso, con gran aplauso y aparente apoyo, y bastó que una sola persona, en esa Asamblea, agarrara el micrófono, inmediatamente y, al referirse al texto del acuerdo, dijera que “era un plato de babas”, y lo criticara, para que los aplausos y elogios se volcaran, y para que esa misma Asamblea, desdijera a su Secretario General, rechazara el acuerdo y aprobara continuar en la lucha.

En una Asamblea convocada por anarquistas, en la Universidad de la Sorbona, en mayo de 1968, el primer acuerdo que se tomó fue disolver la Asamblea. ¿Hacia eso vamos?

Es un error político este ultra democratismo en que se ha caído en muchas organizaciones sociales y políticas. Hasta algunos partidos políticos han caído en esto cuando le han dado más poder a las Asambleas Provinciales que a la Nacional.

Las direcciones políticas de los movimientos políticos, de los partidos políticos y revolucionarios, son de calidad. Quienes las integran es por méritos de lucha y de talento, y de reconocimientos, que se ganan esos puestos.

Así como no hay movimientos revolucionarios sin teoría revolucionaria, o no hay movimientos políticos sin teoría política, tampoco hay movimientos y partidos políticos sin líderes políticos.

Los líderes, como todos los seres humanos, son de carne y hueso, tienen virtudes y también defectos, pero son los líderes. ¿O, acaso a los que dirigen Rescate Nacional no les exaltan virtudes pero también les enrostran defectos en las redes sociales?

8.- Reconociendo la gravedad de la situación que tiene el país, que la mesa de negociación se instale el miércoles 7 a las 10 a.m.

Nota 8.- Reconoce Rescate Nacional que hay una grave situación en el país surgida por las luchas que han bloqueado calles y han contribuido a paralizar la economía nacional, sin asumir responsabilidades, o echándole indirectamente la culpa al gobierno de las acciones realizadas.

9.- Que un representante de la Iglesia Católica participe en calidad de garante y vigilante de la ejecución de acuerdos de la negociación.

Nota 9.- Poner a la Iglesia Católica a que participe en calidad de garante de acuerdos de la negociación, no garantiza nada, porque los acuerdos no dependen de la Iglesia, ni ésta puede obligar a los participantes a nada. Que la Iglesia sea vigilante de la ejecución de los acuerdos, eso si puede suceder.

La Iglesia ha participado de otros procesos como el de la Concertación, en 1998, junto con las Universidades llevándole el pulso al proceso.

De la lista, los siguientes puntos son los que realmente son de negociación. Los anteriores son de procedimiento y hasta de simple aceptación.

10.- Que cese el desalojo violento de los puntos de manifestación.

Nota 10.- Que los puntos de manifestación que se mantengan hasta la firma se deben suspender de inmediato es lo correcto. Si no se suspenden habiendo acuerdo, el gobierno debe tomar las medidas para hacerlo si los firmantes de la negociación no pueden levantar esos sitios.

11.- Que no es necesario el Préstamo del FMI y qué existen otras alternativas, y que se descarte este Préstamo en esta administración

Nota 11.- Se plantea que hay otras alternativas frente al segundo Préstamo del FMI, que es el que ha provocado estas luchas sociales. No se indican cuales alternativas.

Pareciera que eso va a quedar para una discusión larga, que no permitirá que se mantengan bloqueos o luchas de calle mientras se mantenga la discusión, porque incluso se dice que en este Gobierno se descarte este Préstamo, y no se podrían mantener bloqueos hasta más allá de mayo del 2022.

Nadie aguantaría bloqueos hasta mayo del 2022, esa es la realidad.

Pero, ¿se deja abierta, por parte de Rescate Nacional, la puerta para que en el próximo Gobierno, mayo del 2022, se pueda iniciar otra vez esta discusión?

Hay algo que es claro, en el año electoral del 2021 no se puede sostener esta discusión porque se puede convertir en otro TLC, con un desastre para todos los partidos políticos, y para alentar movimientos y líderes populistas.

12.- Que no se contemple la venta de activos ni más impuestos indirectos

Nota 12.- No se dice cuales activos nacionales están a resguardo de Rescate Nacional, que puedan provocar otras luchas, ni que se aprueben más impuestos indirectos. Rescate Nacional debió plantear sus soluciones. ¿Las tiene para el miércoles?

13.- Que no haya procesamientos penales ni sanciones disciplinarias o administrativas para los manifestantes

Nota 13.- Esto siempre se negocia como resultado de estas luchas, exceptuando la realización de delitos comunes que se hayan cometido, no así a la gente que participó en bloqueos.

14.- El levantamiento de los puntos donde haya tomas de calles se hará hasta que se firmen los acuerdos de la negociación.

Nota 14.- Este planteamiento es absurdo porque la negociación puede durar su tiempo, y no se pueden sostener esos bloqueos ante la población y ante la economía nacional, en todas sus aristas mientras se mantengan las conversaciones de negociación.

El levantamiento tiene que hacerse a partir del inicio de las negociaciones, hasta como un gesto de buena voluntad.

¿Estarán los representantes del Gobierno, entre ellos el propio Presidente, y quienes le acompañen, preparados para asumir este reto, de esta negociación? ¿Repetirá el gobierno su debilidad ante otros procesos de negociación que ha convocado y participado sin resultado alguno?

¿Están los representantes del Movimiento de Rescate Nacional en capacidad de proponer soluciones posibles, aceptables de negociación, ante la situación que provoca el Préstamo del FMI?

¿Son confiables las partes que se sentarán a negociar? ¿Por dónde saltará la liebre en esta negociación?

Estaremos atentos.

Protestas, Huelgas y Desobediencia Civil

Vladimir de la Cruz

El derecho de protesta, aunque no está puesto de esa manera, está garantizado en la Constitución Política, en el conjunto de derechos y libertades de los ciudadanos, a expresar sus puntos de vista y de actuar de conformidad a ellos. Es una forma de expresar la opinión. Es como cuando un niño protesta ante sus padres, reclamando algo, y hasta hace un “berrinche” para tratar de lograrlo.

El Gobierno, por su parte, tiene la obligación derivada de la Constitución Política, de garantizar el ejercicio de derechos y libertades de los ciudadanos, incluso el de protesta. Los Derechos y Libertades existen para ser ejercidos. No pueden ser limitados porque dejarían de serlos. Eso sí, se ejercen en función de que no afecten o limiten el derecho y libertades de los otros ciudadanos.

En el caso del ejemplo del niño, antes no se aceptaba su protesta, ni se toleraba, por sus padres. Los niños se sometían a la voluntad y última palabra de sus padres. Ni siquiera les dejaban opinar, o expresar sus “disidencias”. Evolucionó el concepto de niño y de derechos de los niños, y de considerar a los niños como “personas” pequeñas, y con ello el de respetarles sus puntos de vista, lo que no todos los padres hacen todavía. A mis hijos los educamos con reconocimiento de sus Derechos y Libertades, con los espacios para ser oídos y ser parte de la toma de decisiones. Recuerdo, una ocasión, en que regañando, llamándole la atención a Lautaro, que tenía como cinco o seis años, me respondió: “si me sigue regañando lo voy a acusar al Patronato de la Infancia”, porque sabía que existía esta institución de protección. Hoy todos mis nietos tienen prácticas familiares, con respeto, de ejercicio de derechos, libertades y de negociación, porque así se les prepara para la vida civil y social, que es cada vez más compleja.

El derecho de protesta no es el derecho de huelga que si está expresamente señalado en la Constitución Política, ahora más regulado por el Código de Trabajo, como resultado de las mal conducidas huelgas magisteriales, que pusieron en evidencia “huecos” en la legislación laboral, nueva, vigente en el país, y que se puso a prueba de fuego en esas huelgas del 2018.

La protesta y la huelga son cosas distintas en las luchas sociales. Algunas protestas pueden desembocar en huelgas, así como toda huelga en sí misma es una protesta organizada, por un sindicato, por una organización, por un grupo de dirigentes que conducen esa lucha, o hasta por un partido político, con capacidad para valorar cuando suspenderla y para negociar directamente su suspensión, o por partidos políticos que manejaban o dirigían sindicatos, con sus propios líderes sindicalizados que respondían a su militancia política o a las directrices que les trazaban desde sus partidos políticos.

En la historia de las huelgas costarricenses las hemos tenido sin dirección política partidaria, de partidos políticos, pero con dirigentes responsables, con dirigencias reconocidas por sus bases, con la confianza de esas bases en la dirección de la lucha y con confianza en los acuerdos que les ponían fin a esas luchas, sin llevarlas a consultas de “la base”. Para eso está la dirigencia del movimiento.

Si esa dirigencia no tiene esa fuerza moral ante sus “bases” no dirige nada, es de papel. Esto es lo que está pasando en las últimas formas de luchas que se dan en el país, desde las huelgas magisteriales del 2018, donde se evidenciaron desconfianzas profundas hacia los dirigentes, entre los mismos dirigentes, cuando habían dos por cada sindicato, controlándose entre ellos, y habían 12 sindicatos negociando, con una mesa de 24 dirigentes sindicales, donde era muy difícil lograr acuerdos, si ellos mismos acudían al expediente de ir a consultar lo que estaban aprobando, con sus propias bases, o con solo uno que se opusiera.

Cuando un grupo dirigente se sienta a negociar va con toda la autoridad para hacerlo. Se entiende que su resultado será aceptado por las bases, porque el pliego de negociación es conocido de las bases, y es tan solo un pliego de negociación de lo cual pueden aprobarse todos los puntos o una parte de ellos.

Si se pretende negociar para ganar todo no hay negociación posible. Lo que hay son actos de fuerza y en este caso ¿para qué sentarse a negociar?, mejor mantener la fuerza de la calle, si eso es lo que la sostiene, para ver quien aguanta más. Pero si se pide negociar, hay que negociar.

El problema es cuando dirigentes beligerantes no tienen claro cuanto negociar, y de lo que quieren negociar qué es lo principal, lo más importante, en lo que no se echa para atrás, sacrificando las otras demandas si fuera del caso.

El derecho de desobediencia civil, sobre lo que escribí hace poco, tampoco está establecido en la Constitución Política, pero es una forma de lucha que ha existido, en otros países, con mucho éxito en determinadas épocas y circunstancias.

Cuando se ha tratado de desobediencia civil, que incluyó grandes huelgas de hambre, como las de Gandhi, eran luchas dirigidas por una persona, con reconocimiento público y con liderazgo ganado en esas luchas, alrededor de las cuales se movilizaba la gente, para apoyar a su líder, en su protesta, que se transformaba en protesta social organizada.

La desobediencia civil no es una huelga en sí misma, es una acción que se toma generalmente frente a disposiciones legales, leyes, que no se quieren acatar, en algunos casos por objeción de conciencia, como las que impulsó Henry Thoreau, para no pagar impuestos que justificaban guerras anexionistas, colonialistas o imperialistas, según las queramos ver. Esta forma de lucha es válida cuando depende de la persona pagar el impuesto y negarse a hacerlo, pero si los impuestos se rebajan de los salarios, de los ingresos, de las personas, por vía de sus planillas o de los pagos que reciben, o se pagan en los productos que se compran, no hay nada que se pueda hacer, porque no se puede hacer gestión legal alguna para que esas deducciones no se realicen.

Las protestas, las huelgas y la desobediencia civil tienen que tener, cuando se realizan, objetivos y metas posibles de lograr. No se puede mover gentes, ni ciudadanos, a luchas con objetivos imposibles, porque fracasan esas luchas. Pero también es irresponsable movilizar gente en luchas que de antemano se saben que no obtendrán un resultado positivo para los demandantes.

Las protestas, las huelgas y los actos de desobediencia civil deben ser escuelas de formación política ciudadana, para que quienes participen de ellas, se eduquen en esas luchas, para avanzar social y políticamente, para mejorar niveles organizativos, para ampliar bases, números de personas, debidamente organizadas. Esto es válido cuando hay organización sindical o política detrás de los movimientos.

Estas formas de lucha no pueden educar en acciones anárquicas, en acciones descontroladas, en acciones que “se pueden salir de las manos”, como irresponsablemente ha dicho uno de los convocantes a estas formas de lucha, sin importarles que se salgan de las manos, y llamando a que se mantengan en la calle por sí mismas, sin dirección política general, donde se ha llegado a mezclar hasta el cobro de peaje, en los retenes de esta lucha, lo que se parece más a “maras” políticas que a luchas políticas correctas. Ese tipo de actitudes es más peligroso hoy por las manifestaciones populistas que pueden brotar de estas luchas y movilizaciones donde estos mismos dirigentes pueden ser borrados, y como en la Revolución Francesa ser llevados al Patíbulo. En uno de estos días, en una de esas luchas, a dirigentes de la ANEP los enfrentaron, echaron e insultaron, y lo llamaban como “más de lo mismo”. Así son estos actos, donde participan “resentidos” y opositores sociales de todo tipo.

Este dirigente, a quien así se le reconoce por los medios de comunicación, el más viejo de ellos, y no lo trato de viejo despectivamente, porque yo también lo soy, sino porque él mismo así se reconoce para decir que no tiene ningún afán político electoral en esta lucha. Cuando lo veo apelar a esta irresponsable actuación suya, de dirigente viejo, nada improvisado, sin organización, porque la organización titular “Rescate Nacional” que representa, no existe más que en el discurso, en la arenga más política que reivindicativa, no está inscrita en ninguna parte, ni como asociación, ni como sindicato ni como partido político. He oído decir, en la Televisión, a ciudadanos, que están con él en esta lucha, pero que no lo apoyarían en un partido político, y me imagino que a los están con él en esa tarima, o pasarela política, por donde pasan políticos, tampoco los apoyarían políticamente.

Y esos ciudadanos que no están con él para luchas políticas se identifican entonces con otros partidos políticos, que están en la Asamblea Legislativa, seguramente, Entonces, ¿a dónde quieren ir?, si ellos saben que en el escenario político nacional solo por medio de partidos políticos se puede actuar en la política, solo de esa manera se puede ser representante popular, diputado, o Presidente. Es obvio que detrás está la aspiración político electoral de quienes más visiblemente encabezan estas protestas sociales. Uno de ellos, también exdiputado, Campos, al menos con franqueza ha dicho que va a organizar su partido político para el 2022, porque sabe que como dirigente social que es, de muchos años, que ese puede ser su correcto camino, para continuar estas luchas y las defensas que invoca.

Cuando oigo decir tonterías a ese dirigente octogenario, ex diputado, que sabe o debe saber cómo funciona el tinglado político nacional, entre Legislativo y Ejecutivo, y sabe dónde es que hay que presionar, y presionar en el Poder equivocado, en el Ejecutivo, porque el tema de fondo está en trámite legislativo, es evidente que lo que busca es el caos, y de él salir, seguramente así se lo piensa, como el Ave Fénix, de las cenizas que quede del entramado democrático institucional existente que puede derrumbarse con acciones irresponsables.

Aquí me recuerda a mi querida profesora Niní Chinchilla de Mora, que también fue diputada de su mismo partido cuando nos decía a sus alumnos, como una gran enseñanza, que “cuando uno está viejo necesita que lo arrienden”, refiriéndose a los caballos que había que sujetar o atar por las riendas, ya por viejos, porque no atienden u obedecen, o enseñar a obedecer a una caballería a la rienda.

Cuando se orientan a presionar al Poder Ejecutivo demandando la “cabeza”, la “renuncia” del mandatario, y de su Gabinete, es obvio que pretenden sustituir a ese Presidente y a su Gabinete, con otro Presidente y otro Gabinete, que hasta ahora no exhiben en sus pretensiones. Más anárquicamente no se puede actuar. Porque no se podría pensar que sin Presidente y sin Gabinete el país se va conducir, sin gobierno, sin gobernantes. No hay una sola experiencia en el mundo donde esto haya ocurrido.

Detrás de estas luchas no hay partidos políticos conocidos, porque también se agitan consignas contra todos los partidos políticos, contra todos los políticos, contra las instituciones de funcionamiento democrático, la misma Asamblea Legislativa, el Poder Ejecutivo, hasta la misma Corte Suprema de Justicia. ¿A dónde se quiere llegar?

El show mediático de establecer una consigna para la mesa de diálogo, con el gobierno, de que se haga con la mayor transparencia posible, para los demandantes, con televisión y radio, porque así se deben discutir, según ellos, los temas que conduzcan a paralizar sus luchas. Ninguna lucha social se discute de esa manera, porque entonces los actores no estarán para buscar soluciones, sino para buscar auditorios, para buscar oídos que quieran escuchar discursos de plaza pública, arengas, que es lo que hacen algunos, cuando se les ponen micrófonos, cuando lo que realmente se debe buscar son soluciones. Lo que algunos de esos dirigentes andan buscando es protagonismo político más amplio que lo obtendrían de esa manera, al menos para la foto.

La discusión que se exige debe ser serena, tranquila, sin la gritería ni vocería de la calle presionando en alguna dirección. Los dirigentes que se presenten deben ir lo suficientemente autorizados para llegar a acuerdos, si llegan a darse, como para imponerse ellos mismos ante los mismos manifestantes que confían en ellos. Si no es así, no hay nada que hacer. Y, que cada palo aguante su vela.