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Etiqueta: Roma

Sanciones de EEUU a la Corte Penal Internacional: reacción colectiva de 67 Estados

Nicolas Boeglin

El pasado 11 de junio, Estados Unidos anunció oficialmente sanciones contra el personal de la Corte Penal Internacional (CPI) (véase nuestra breve nota al respecto titulada «A propósito de las sanciones anunciadas por Estados Unidos contra el personal de la Corte Penal Internacional (CPI)«).

Este 23 de junio, fueron 67 Estados Partes al Estatuto de Roma los que difundieron un comunicado conjunto rechazando estas insólitas sanciones norteamericanas unilaterales contra la justicia penal internacional.

La iniciativa de esta respuesta colectiva recayó en Costa Rica y en Suiza.

El texto del comunicado conjunto en breve

El comunicado suscrito (véase texto completo reproducido al final de esta nota) precisa que:

«As States Parties to the Rome Statute of the International Criminal Court (ICC), we reconfirm our unwavering support for the Court as an independent and impartial judicial institution. In line with the 11 June press release of the President of the Assembly of States Parties, we reiterate our commitment to uphold and defend the principles and values enshrined in the Rome Statute and to preserve its integrity undeterred by any measures or threats against the Court, its officials and those cooperating with it»

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«En tant qu’États parties au Statut de Rome de la Cour pénale internationale (CPI), nous réaffirmons notre soutien indéfectible à la Cour en tant qu’institution judiciaire indépendante et impartiale. Conformément au communiqué de presse du 11 juin du Président de l’Assemblée des États parties, nous réitérons notre engagement à soutenir et défendre les principes et les valeurs consacrés par le Statut de Rome et à préserver son intégrité sans se laisser décourager par des mesures ou des menaces à l’encontre de la Cour, de son personnel et de ceux qui coopèrent avec elle».

También se señala en este llamado conjunto por parte de sus firmantes que:

«We remain committed to an international rules-based order. The ICC is an integral part of this order and a central institution in the fight against impunity and the pursuit of justice, which are essential components of sustainable peace, security and reconciliation. We will therefore continue to respect our cooperation obligations under the Rome Statute and we call on all States to ensure full cooperation with the Court for it to carry out its important mandate of ensuring justice for the victims of the most serious crimes of international concern».

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«Nous demeurons engagés pour un ordre international fondé sur des règles. La CPI fait partie intégrante de cet ordre et est une institution centrale dans la lutte contre l’impunité et la recherche de la justice, qui sont des composantes essentielles d’une paix, d’une sécurité et d’une réconciliation durables. Nous continuerons donc à respecter les obligations de coopération qui nous incombent en vertu du Statut de Rome et nous invitons tous les États à coopérer pleinement avec la Cour pour qu’elle puisse s’acquitter de son important mandat, qui est de rendre justice aux victimes des crimes les plus graves qui touchent la communauté internationale«.

Es de señalar que por alguna razón, el texto en español de dicho comunicado no ha sido editado en algun sitio oficial de algún Estado de habla hispana, razón por la que nos limitamos a reproducir las versiones oficiales en inglés y en francés.

Como se puede observar, si bien, a diferencia del título, el texto como tal no menciona expresamente a Estados Unidos, reafirma de manera inequívoca el apoyo de los 67 Estados que lo suscriben a la justicia penal internacional, intentando así responder a la inédita decisión norteamericana anunciada el pasado 11 de junio.

Algunos detalles breves sobre los firmantes

Los Estados Partes al Estatuto de Roma suman un total de 123 Estados Partes (según el registro oficial del depositario del Estatuto de Roma, que recae en la Secretaría General de Naciones Unidas).

El listado de los 67 Estados, que antecede el texto del comunicado conjunto divulgado este 23 de junio desde La Haya, permite identificar claramente a Estados Partes al Estatuto de Roma que por alguna razón, optaron por no apoyar la iniciativa que presentaron Costa Rica y Suiza, suscribiendo el texto.

La ausencia de sus firmas obedece posiblemente a fuertes presiones diplomáticas ejercidas por Estados Unidos. En el caso de América Latina, no aparecen El Salvador, Guatemala, Honduras, Panamá ni Paraguay. En el caso de los Estados Miembros de la Unión Europea (UE), Hungría y Polonia tampoco consideraron oportuno firmar el comunicado, al igual que Corea del Sur y Japón en Asia.

En su red personal de Twitter, el Presidente de la Asamblea de Estados Partes, el surcoreano O-Gon Kwon, agradeció a Costa Rica y a Suiza por haber iniciado esta respuesta colectiva.

El hecho que Costa Rica haya sido uno de los que tomó la iniciativa no hace sino reafirmar su tradicional vocación de apego a la justicia y de defensa del derecho internacional. En el caso específico de la CPI, cabe recordar que Costa Rica fue el único Estado en Centroamérica en resistirse a firmar con Estados Unidos un «Acuerdo Bilateral de Inmumidad» (o ABI) en el período 2005-2006, de los más de 100 suscritos por Estados Unidos (véase listado). Al respecto, el tipo de presiones ejercidas por los diplomáticos norteamericanos en los años 2005 y 2006 al más alto nivel en Costa Rica y la respuesta a sus peticiones puede analizarse revisando estos cables confidenciales (véase cable 1, cable 2 y cable 3) dados a conocer por Wikileaks. En el segundo de estos cables, se puede leer que: «After the meeting, however, Arias’s running mate Laura Chinchilla asked for a copy of the U.S.-Colombia Article 98 agreement, which we have since provided her«.

En esta publicación del 2012 de la Universidad para la Paz (véase texto completo), el ex Canciller de Costa Rica Bruno Stagno Ugarte, en su artículo titulado «Defendiendo la integridad del Estatuto de Roma: los altos y bajos del caso de Costa Rica, 2002-2008» desmenuza el impacto de las sanciones a las que fue finalmente sometida Costa Rica por mantenerse fiel a los principios sobre los que se fundamenta la CPI (artículo en pp. 304-331).

A modo de conclusión

Volviendo a las sanciones contra el personal de la CPI anunciadas en este mes de junio del 2020, tal y como lo indicábamos en la conclusión de nuestra nota anterior: «No cabe duda que esta decisión norteamericana no cuenta con ningún precedente en la historia del derecho internacional«.

Foto extraída de nota de prensa titulada «Netanyahu hails Trump for announcing sanctions against ‘corrupt’ ICC», Times of Israel, edición del 11/06/2020

Responder a una insólita decisión unilateral (saludada y celebrada por un solo Estado, Israel) mediante una contraofensiva diplomática colectiva resulta ser un gesto inédito: desde esta perspectiva, el comunicado conjunto suscrito por estos 67 Estados Partes al Estatuto de Roma puede considerarse como una verdadera «première» en la historia de la justicia penal internacional.

Texto integral del comunicado conjunto en inglés así como en su versión en francés, tal como circulado por la Misión de Francia ante Naciones Unidas:

—– Statement in support of the International Criminal Court (ICC) following the release of the US Executive Order of 11 June 2020

endorsed by Andorra, Argentina, Australia, Austria, Bangladesh, Belgium, Belize, Bolivia, Brazil, Bulgaria, Burkina Faso, Canada, Chile, Colombia, Costa Rica, Côte d’Ivoire, Croatia, Cyprus, Czech Republic, Democratic Republic of the Congo, Denmark, Dominican Republic, Ecuador, Estonia, Fiji, Finland, France, Gambia, Germany, Greece, Guyana, Iceland, Ireland, Italy, Latvia, Lesotho, Liechtenstein, Lithuania, Luxembourg, Madagascar, Malta, Mexico, Namibia, Netherlands, New Zealand, Nigeria, Norway, Peru, Portugal, Romania, Saint Vincent and the Grenadines, San Marino, Senegal, Sierra Leone, Slovakia, Slovenia, South Africa, Spain, State of Palestine, Sweden, Switzerland, Trinidad and Tobago, Tunisia, Uganda, United Kingdom, Uruguay and Venezuela.

23 June 2020

As States Parties to the Rome Statute of the International Criminal Court (ICC), we reconfirm our unwavering support for the Court as an independent and impartial judicial institution. In line with the 11 June press release of the President of the Assembly of States Parties, we reiterate our commitment to uphold and defend the principles and values enshrined in the Rome Statute and to preserve its integrity undeterred by any measures or threats against the Court, its officials and those cooperating with it.

We remain committed to an international rules-based order. The ICC is an integral part of this order and a central institution in the fight against impunity and the pursuit of justice, which are essential components of sustainable peace, security and reconciliation. We will therefore continue to respect our cooperation obligations under the Rome Statute and we call on all States to ensure full cooperation with the Court for it to carry out its important mandate of ensuring justice for the victims of the most serious crimes of international concern.

We recall that the ICC is a court of last resort, which anchors a system of justice for serious international crimes rooted in national courts. National authorities have the primary responsibility to investigate and prosecute Rome Statute crimes. The ICC only steps in when States are unwilling or unable to genuinely carry out national proceedings.

The ICC, as the world’s first and only permanent international criminal court, is an essential component of the multilateral architecture upholding the rule-of-law. It embodies our collective commitment to fight impunity for international crimes. By giving our full support to the ICC and promoting its universal reach, we defend the progress we have made together towards an international rules-based order, of which international justice is an indispensable pillar.»

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«Déclaration en soutien à la Cour pénale internationale (CPI) suite à la publication du décret américain du 11 juin 2020

Les États mentionnés ci-après ont approuvé cette déclaration en soutien à la Cour pénale internationale (CPI) suite à la publication du décret américain du 11 juin 2020 : Afrique du Sud, Allemagne, Andorre, Argentine, Australie, Autriche, Bangladesh, Belgique, Belize, Bolivie, Brésil, Bulgarie, Burkina Faso, Canada, Chili, Chypre, Colombie, Costa Rica, Côte d’Ivoire, Croatie, Danemark, Equateur, Espagne, Estonie, État de Palestine, Fidji, Finlande, France, Gambie, Grèce, Guyana, Irlande, Islande, Italie, Lesotho, Lettonie, Liechtenstein, Lituanie, Luxembourg, Madagascar, Malte, Mexique, Namibie, Nigeria, Norvège, Nouvelle-Zélande, Ouganda, Pays-Bas, Pérou, Portugal, République démocratique du Congo, République dominicaine, République tchèque, Roumanie, Royaume-Uni, Saint Marin, Saint Vincent et les Grenadines, Sénégal, Sierra Leone, Slovaquie, Slovénie, Suède, Suisse, Trinité et Tobago, Tunisie, Uruguay et Venezuela.

En tant qu’États parties au Statut de Rome de la Cour pénale internationale (CPI), nous réaffirmons notre soutien indéfectible à la Cour en tant qu’institution judiciaire indépendante et impartiale. Conformément au communiqué de presse du 11 juin du Président de l’Assemblée des États parties, nous réitérons notre engagement à soutenir et défendre les principes et les valeurs consacrés par le Statut de Rome et à préserver son intégrité sans se laisser décourager par des mesures ou des menaces à l’encontre de la Cour, de son personnel et de ceux qui coopèrent avec elle.

Nous demeurons engagés pour un ordre international fondé sur des règles. La CPI fait partie intégrante de cet ordre et est une institution centrale dans la lutte contre l’impunité et la recherche de la justice, qui sont des composantes essentielles d’une paix, d’une sécurité et d’une réconciliation durables. Nous continuerons donc à respecter les obligations de coopération qui nous incombent en vertu du Statut de Rome et nous invitons tous les États à coopérer pleinement avec la Cour pour qu’elle puisse s’acquitter de son important mandat, qui est de rendre justice aux victimes des crimes les plus graves qui touchent la communauté internationale.

Nous rappelons que la CPI est une juridiction de dernier ressort, qui ancre un système de justice pour les crimes internationaux graves dans les tribunaux nationaux. Les autorités nationales conservent la responsabilité primaire d’enquêter sur les crimes du Statut de Rome et d’en poursuivre les auteurs. La CPI n’intervient que lorsque les États ne veulent pas ou ne peuvent pas mener véritablement à bien des procédures nationales.

La CPI, en tant que première et unique Cour pénale internationale permanente au monde, est un élément essentiel de l’architecture multilatérale qui défend l’état de droit. Elle incarne notre engagement collectif à lutter contre l’impunité des crimes internationaux. En apportant notre plein soutien à la CPI et en promouvant sa portée universelle, nous défendons les progrès que nous avons accomplis ensemble vers un ordre international fondé sur des règles, dont la justice internationale est un pilier indispensable.» —–

«Vaticano versus Circo Romano»

Luis Ángel Salazar Oses

Luis Angel Salazar Oses
Luis Angel Salazar Oses. (Tomada de Facebook).

Al leer rápida y distraídamente este título, posiblemente un futbolero pensará «¡que buen derbi se han montado en Roma!»
Dormía la siesta larga de los jubilados cuando mi reloj biológico me despertó e instintivamente y medio adormilado, busqué en el dial una de las emisoras que diariamente y a cada hora, da un resumen de noticias, la sintonicé y lo que me encontré fue un radio teatro en el que se representaba la «Pasión de Cristo», de inmediato recordé que era viernes santo y, resignado y aficionado al teatro que soy, me dispuse a escuchar un rato al menos, este drama tratando de encontrar alguna variante interpretativa que me permitiese juzgar la calidad de actores y actrices. El momento era dramáticamente culminante pues se acercaba la crucifixión y, con gran sentimiento, el narrador describía la figura transida de dolor de la madre dolorosa de el Salvador que, abrumada por su infinita pena, casi agonizaba impotente caminando detrás de su hijo…
La situación me emocionó también pues en María encarné inmediatamente y en una especie de recorrido por la historia contemporánea, las madres impotentes ante sus hijos descuartizados por las bombas en Vietnam, torturados por la dictadura Chilena, desaparecidos por el feroz neofascismo Argentino -María era ahora las abuelas de la Plaza de Mayo-, masacrados por los desalmados milicos guatemaltecos, salvadoreños y somocistas, por el vigente imperialismo capitalista neoliberal en Afganistán, en la desintegración de la antigua Yugoslavia, en Irak, en Libia, en Siria, en Yemen…Casi llorando y esperando escuchar muy pronto, como todos los viernes santos a las tres de la tarde se acostumbra en nuestra Patria, ese desgarrador himno al dolor humano llamado Duelo de la Patria del gran músico costarricense Rafael Chaves Torres, me fui sumiendo en ese duermevela, donde las cosas se van difuminando, hasta dormirme en angustiante pesadilla.
De pronto, violentamente fui sacado de mi solidaria, revolucionaria y martirizada ensoñación, por una escandalosa canción que, a la hora nona del viernes santo, hora según la leyenda de la muerte del supremo redentor, debía ser una horrible y blasfema profanación, con pena de excomunión y parrilla infernal y eterna garantizada, para quienes osaran cometerla, una verdadera bofetada en las sagradas creencias del 90% -¡sube al 95% cuando tiembla!- de los costarricenses que se dicen fervorosos cristianos. El cántico tan supremamente sacrílego en ese momento, provenía de mi aparato de radio, minutos atrás santificado por la solemnidad del drama que se estaba representado, y que era la rítmica sustituta del himno nacional, que acompaña a los más masivos, espectaculares, mundanos e incluso, orgiásticos triunfos populares y presunto burdo plagio de la canción homónima de José Luis Rodríguez -«El Puma»- gritaba a todo pulmón: «¡¡¡¡Agárrense de las manos heeee!!!!, unos a otros conmigo. ¡¡¡¡Agárrense de las manos!!!!, apoyemos nuestro equipo, la selección nacional, es el honor de los ticos…»
El Vaticano, como sabemos, alberga a la Santa Sede, monarquía absoluta y única teocracia europea, cuyo poder totalmente vertical lo ejerce el Papa, máxima autoridad directora de la iglesia católica, apostólica y romana que dice provenir del cristianismo original en una sucesión papal iniciada con Pedro y que no ha sido interrumpida jamás.
El cristianismo se origina del seno del judaísmo mesiánico que, como su nombre lo indica, cree en la existencia de un mesías o ungido de dios que, como su hijo divino hecho hombre, viene a la Tierra a predicarnos su doctrina de salvación, cuya validez la comprueba muriendo en la cruz por nosotros y resucitando al tercer día.
Por cierto que esta doctrina tiene mandamientos muy claros de entender y simples de cumplir, cuyo resumen plantea Jesucristo en el libro de Juan de la siguiente forma: «Amaras a dios sobre todas las cosas y a tu prójimo como a ti mismo». El cristianismo recibe una enorme influencia de la cultura helenística y, particularmente al llegar a Roma, del paganismo religioso vigente en esa urbe. Todas esas influencias son notables en la versión cristiana católica,apostólica y romana.
El cristianismo aparece en una provincia pequeña del Imperio Romano llamada Palestina, fundamentalmente como una religión de misterio o, como apuntamos, de salvación, se extiende por el Imperio Romano durante el siglo II, en el siglo III el Imperio empieza a decaer, particularmente por sus contradicciones internas y la presión de sus múltiples enemigos sobre sus fronteras, para cuya defensa debe recurrir crecientemente a la conversión de sus esclavos en soldados en los cuales el cristianismo se había hecho muy popular por lo que, en su lucha por adueñarse del poder imperial, Constantino se declara cristiano y se convierte en emperador, momento a partir del cual el cristianismo se convierte en la religión oficial del Imperio y, paulatinamente Roma, en la capital del Cristianismo, puesto que le debió corresponder a Belén cuna de Cristo. Recordemos que el cristianismo predica sobre todo el amor a dios por el que debemos renunciar al mundo material, pasajero, lleno de trampas y engaños y, en segundo lugar, el amor incondicional al prójimo no importa que sea enemigo -¡Ama a tu enemigo!- y estas dos tesis le caen al pelo a los dueños del poder material, dígase los grandes ricos de ayer, hoy y, hasta que el Pueblo se rebele, siempre. Así que esta versión romanizada del cristianismo se convirtió en Aparato Ideológico del Estado, para lavar los cerebros del Pueblo trabajador y humilde y hacerle aceptar, con resignación e incluso amor por sus explotadores, su destino de ciervo en la Tierra con tal de recibir su redención eterna después de la muerte.
El Circo Romano era el distractor ideal -otro «lavacocos»-, fomentado por los emperadores romanos, para desviar la atención del Pueblo de la condición de miseria y depredación a que el imperio le tenía sometido, Hoy su equivalente es el «opiofutbol» que tiene enormes circos llamados estadios, gladiadores llamados futbolistas, unos muy bien pagados, preferidos por el Pueblo y la mafia gobernante que son reclutados, no por mercantes de esclavos como en la época romana, pero si por sus equivalentes contemporáneos llamados apoderados («managers»), por los dueños de los equipos y, todo bajo el imperio de la FIFA, presuntamente mafiosa entidad, que le maneja este otro y efectivísimo Aparato Ideológico al Capítalismo Neoliberal contemporáneo.
Al igual que el cristianismo original, el fútbol hunde sus raíces en tradiciones de juegos semejantes de diferentes pueblos, como el «Juego de la Pelota» practicado por pueblos precolombinos de Mesoamérica o, a finales de la Edad Media en las Islas Británicas y pueblos aledaños, conocidos como el Código del Fútbol del que derivaron el rugby, el fútbol americano, el australiano y el fútbol a secas que es el que nos ocupa. Sus reglas se unificaron en su versión moderna allá por 1863 en Inglaterra; después de la formación de la Football Association y, como han sido muy simples, fácilmente fueron asimiladas por sus aficionados. Los grandes industriales ingleses empezaron a ver en este deporte una muy económica forma de mantener a sus obreros ocupados los domingos, evitando, como dice la leyenda, que se emborracharan o agredieran a sus mujeres, lo que generalmente terminaba en ausencias laborales los lunes -con sus consecuentes pérdidas económicas- y empezaron a fomentarlo entusiastamente entre sus trabajadores. Al organizarse las competencias empezaron a parecer los fanatismos y, conforme estos se hicieron cada vez más enajenantes, este inocente deporte se convirtió paulatina pero inconteniblemente en el alienante -opiofútbol- que hoy conocemos. El 21 de mayo de 1904, en Francia, se funda la Federación Internacional de Fútbol Asociado -FIFA- cuyo trabajo hace posible la extensión del fútbol por todo el Planeta y este proceso convierte a este deporte en un negociazo para las grandes Transnacionales fabricantes de utensilios para su práctica, de refrescos y licores, de medios de «comunicación», etc., etc.
De esta manera, tanto el cristianismo como el fútbol se profesionalizaron y se trocaron en dos recursos, muy productivos y útiles por cierto, manejados y aprovechados en última instancia, por los dueños del sistema capitalista mundial que los manejan a su antojo, directa o indirectamente, mediante alianzas explícitas o implícitas con los altísimos dirigentes religiosos y futboleros del mundo.
Negocios como son de un mismo imperio capitalista, se respetan mutuamente sus ámbitos de acción de manera tal que el, pasado viernes, ni la FIFA le pidió suspender las actividades religiosas a la Iglesia Católica Apostólica y Romana y, mucho menos ésta le pidió correr a la Federación una semana siquiera su «FechaFIFA»
En Costa Rica, donde nuestro clero es tan reactivo en contra de cualquier violación a sus tradiciones, sumisamente este Viernes Santo terminó haciendo, como dicen en la jerga teatral, «mutis por el foro» y, con el rabo entre las piernas y sus seguidores deseando más escuchar los goles de la sele que el sermón del cura parroquial, siguió silente su diezmada ceremonia.
Para quienes peinamos canas, acostumbrados a escuchar todo tipo de maldiciones e imprecaciones en contra de quien osará interrumpir o alterar, mínimamente siquiera, la más solemne actividad de la Semana Mayor -muerte y fúnebre procesión del Santo Sepulcro conteniendo al Divino Redentor- esta resignada actitud de la jerarquía católica realmente nos sorprendió, a pesar de que, en mi caso, no soy creyente.
Indudablemente en Costa Rica, el derbi de la capital Italiana entre el Vaticano y el Circo Romano -«opiofútbol»-, lo ganó por goleada este último. «Poderoso caballero es don dinero» (¡don denario diría Judas!).

 

*Imagen tomada de Semanario Universidad.

Enviado a SURCOS Digital por el autor.

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