SURCOS comparte el comunicado enviado por SIYRAA a Yamileth Astorga, presidenta ejecutiva del AyA con respecto al deterioro y no reparación de vehículos de esta institución, lo cual incide en el servicio que se presta a los usuarios.
Buenas tardes estimada doña Yamileth, analizada su solicitud de antes de salir a la prensa sobre temas de AyA, quisiéramos dar a conocer a su estimable persona para así luego realizar las gestiones del NO USO DE ACTIVOS y las NECESIDADES DE LA CLASE OPERATIVA, ejemplo del tema solo en la GAM.
Vehículos con pendientes por falta de acciones administrativas los cuales se encuentran en talleres:
veh 1240, parado desde febrero veh 1278 parado desde finales enero veh 1162 parado desde diciembre veh 1615 parado desde febrero veh 1814 parado desde febrero veh 1678 parado desde febrero veh 1549 parado desde enero veh 1348 parado desde enero veh 1042 parado desde enero veh 1403 parado desde febrero veh 1741 parado desde finales febrero veh 1692 parado desde finales febrero Además un vehículo en TALLER NASA desde el mes de diciembre sin uso.
Quisiéramos llamar la atención de la gran cantidad de vehículos sin uso en diferentes planteles y en la sede central, POR FALTA DE PERSONAL, QUE SE ENCUENTRA EN TELETRABAJO, los cuales pueden utilizarse para cuadrillas, muchos de estos doble cabina, así como la gran necesidad en las regiones.
Sumado a esto quisiéramos recordar la denuncia de fecha viernes 26/4/2019 12:22, sobre Vehículos MERCEDES BENS en estaciones de pasos trasvase de alcantarillado sanitario y la del viernes 23/8/2019 14:16. Más de 556 millones de colones llevan 8 meses en espera de ser usados para compra de vehículos NUEVOS en AyA. UNIDAD EJECUTORA RANC-EE. Este último caso quisiéramos adjuntar estos dos vehículos que llevan ya 17 MESES SIN USO.
De esta manera agradecemos conocer cuáles serán las gestiones administrativas sobre el DESCUIDO Y USO DE RECURSO DEL ERARIO que por su no ejecución están perjudicando la continuad de los servicios.
Sin más por el momento se despide, Junta Directiva SITRAA
EPER-Lab UCR cuenta con vehículo eléctrico para realizar investigaciones que respalden el cambio de la flota vehicular universitaria
Costa Rica observó a su presidente para el periodo 2018-2022 llegar al traspaso de poderes en un autobús con hidrógeno como combustible, y el propio Carlos Alvarado Quesada dejó claro minutos después, en su primer discurso como gobernante, que el país buscará apartarse del uso de combustibles fósiles y apostará cada vez más fuerte por las energías alternativas.
Asimismo, la Ley 9518 «Incentivos y promoción para el transporte eléctrico», que entró en vigor el 6 de febrero del 2018, exige a las instituciones públicas que sustituyan el 10 % de sus compras anuales con vehículos eléctricos, o sea, desde ya el sector público debe de planificar cómo insertarse de manera certera y eficaz dentro de este cambio.
La Universidad de Costa Rica (UCR), por su parte, viene gestando proyectos e investigaciones que den soporte a esta evolución energética y la Facultad de Ingeniería es uno de los pilares en este campo, con iniciativas como la producción y utilización de biodiésel o la obtención de electricidad a partir de desechos orgánicos como la broza del café.
Pero ahora se unen varios proyectos que responden a la necesidad de relegar los motores de combustión interna que emiten gases con efecto invernadero y emplear los motores eléctricos, iniciativas que germinan en el Laboratorio de Investigación en Sistemas de Potencia (EPER-Lab UCR) de la Escuela de Ingeniería Eléctrica (EIE).
Uno de los trabajos que se plantean allí es poder desarrollar, con criterio científico, una propuesta para que la flotilla de vehículos de la UCR vaya cambiando de manera paulatina y llegue a constituirse en su totalidad por vehículos eléctricos; esta estrategia se trabaja en conjunto con la Vicerrectoría de Administración (VA) y la Sección de Transportes de la Oficina de Servicios Generales (OSG).
“En este momento nos encontramos en el análisis del costo y la estrategia pertinente para la sustitución de los vehículos de la flotilla de esta Universidad y emigrar hacia los motores eléctricos; además, se evalúan los efectos del consumo de energía por parte de estos autos en el sistema eléctrico, para tener todas las variables estudiadas y colaborar para que las autoridades tomen las decisiones. Este proyecto está inscrito ante la Vicerrectoría de Investigación”, indicó el Dr. Jairo Quirós Tortós, profesor de la EIE e investigador y coordinador del EPER-Lab UCR.
Las y los estudiantes de la EIE también aportan su esfuerzo en estas labores por medio de los denominados “proyectos eléctricos”, resaltó el Dr. Quirós Tortós, los cuales abarcan un semestre y en los que se realizan tareas específicas.
“En el tema de la aplicabilidad de la movilidad eléctrica, dentro del parque vehicular de la UCR vamos a desarrollar, en el segundo semestre del 2018, un trabajo con estudiantes para definir los puntos en donde se deberán instalar las estaciones de recarga rápida dentro del campus universitario, que permitirán recargar en tan solo 20 minutos; una de las variables más importantes que se tomarán en cuenta es que no tengan un impacto significativo en la infraestructura eléctrica de la Universidad”, aseveró el especialista.
De esta forma, la UCR está enviando un fuerte y claro mensaje sobre su compromiso con el medio ambiente, “tenemos un campus verde y hermoso, en el que se respira aire fresco, pero existe una flotilla de vehículos oficiales de combustión interna que llega a las mil unidades en total, de esos son 600 los autos que están en uso, por lo que, si hacemos una transición que sea costo-efectiva, la UCR estaría reduciendo su huella de carbono e incluso podría pensarse en una carbono-neutralidad y ser un ejemplo en la región”, mencionó el Dr. Quirós Tortós.
Insumos para la investigación
Para poder obtener datos reales y realizar los análisis cuantitativos y cualitativos necesarios en los trabajos sobre la implementación de los motores eléctricos, el EPER-Lab UCR cuenta a partir de mayo del presente año con un automóvil Nissan Leaf de motor eléctrico y batería de litio de 30 kWh con una autonomía de 250 km ypuerto de carga semi-rápida.
La inversión fue de $37 000 y se adquirió con fondos de la Rectoría; además, en la misma compra se obtuvo uncargador inteligente, paneles fotovoltaicos que están instalados en el techo del edifico de la EIE y una batería marca LG.
Aunado a esto, se instaló en el edificio de parqueos de la Facultad de Ciencias Sociales una estación de recarga que aportará datos invaluables para el estudio del comportamiento de la carga y el costo de la energía consumida, entre otras aristas.
“En Costa Rica van a existir tres niveles de carga que van a predominar: el Nivel 1 que se conecta como un televisor a un toma de 120 voltios y 16 amperios, es el tipo de cargador que va a tener el usuario regular en su casa y el vehículo lo trae; si la batería está completamente descargada entonces va a tardar entre 15 y 16 horas para llenarla de energía”, explicó el Dr. Quirós Tortós.
Sin embargo, no todos los usuarios van a esperar a que la batería esté vacía para ponerla a cargar, aclaró el investigador, pues sería un riesgo muy alto; por lo tanto, si se asume que en promedio el costarricense conduce 32 kilómetros diarios, entonces cargarán sus autos cada dos o tres días ya que ofrecen una autonomía que va desde los 130 km a 250 km.
El cargador de Nivel 2 se conecta a un toma de 240 voltios y da 32 amperios, con lo que la batería se carga de cero a 100 % en solamente cuatro horas. “Utilizar el Nivel 2 es equivalente a tener encendidos los cuatro discos y el horno en una cocina al mismo tiempo”, ejemplificó el Dr. Quirós Tortós.
En el Nivel 3 están las estaciones de recarga rápida que ofrecen una recarga de cero a 80 % en 25 o 30 minutos, “brindan 50 kilowatts de energía, esa es una gran inyección de poder, por lo que la batería del automóvil va a aceptar llegar hasta el 80 % de su capacidad como medida de autoprotección. En general, cuando una batería se carga de manera lineal su funcionamiento no se ve afectado”, comentó el especialista.
Cooperación interinstitucional
Precisamente, son 32 estaciones de recarga de Nivel 3 las que el Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) proyecta tener repartidas en puntos estratégicos por todo el país, como parte del proceso de diseño y planificación de la estructura necesaria para atender la demanda que generarán los vehículos eléctricos en el país.
Para definir la ubicación de esos puntos estratégicos, tanto el ICE como el Ministerio de Ambiente y Energía (MINAE) colaboran con el EPER-Lab UCR, a través de varios talleres participativos con varios actores principales, para definir los lugares óptimos de acuerdo a criterios ya establecidos, “nosotros ya hemos hecho análisis similares, aunque un poco más simplificados, pero ahora contribuimos para llevarlo a una etapa de implementación”, subrayó el Dr. Quirós Tortós.
Dichas estaciones permiten recolectar datos, por lo que el EPER-Lab UCR podrá, entre otras cosas, analizar y establecer cuál es el consumo que tendrían los vehículos eléctricos y el impacto que llevarían a la infraestructura eléctrica del país; además, conocer si ese consumo es significativo en términos energéticos, “esta variable la venimos trabajando con el Centro de Control de Energía del ICE mediante una tesis doctoral, con la que queremos determinar si la conexión de muchos vehículos eléctricos causaría problemas en los activos de la red eléctrica, como por ejemplo en los cables o en los transformadores”, detalló el Dr. Quirós Tortós.
Finalmente, en cuanto a cuáles son los principales cuidados que debe tener el usuario de un auto eléctrico, el especialista respondió: “hay que planificar el trayecto antes de salir, pues hay que idear la mejor ruta y conocerlas características que tiene, en especial la altimetría (altura a la que se encuentra el destino final); entonces, si necesitamos ir a la Sabana, un destino relativamente plano, la relación autonomía versus distancia real no es tan dispareja, pero si vamos a Jacó la relación es inferior, o sea, ocupamos menos autonomía (cantidad de energía de la batería) para cubrir la distancia real porque vamos en descenso”, precisó el Coordinador del EPER Lab UCR.
Al volver de Jacó hacia San José (una distancia de 107 km) el cálculo cambia, advirtió el investigador, pues se debe proyectar más autonomía ya que en ascenso el vehículo eléctrico gasta más energía; caso contrario sucede en el descenso, pues estos autos cuentan con un sistema que les permite generar y guardar energía en la batería cuando el auto va en bajada.
“Con los resultados de las investigaciones derivadas de la experiencia de contar con este automóvil eléctrico, la UCR será capaz de predicar con el ejemplo y demostrarle a la sociedad los esfuerzos que hacemos para lograr una mejor convivencia, que sea libre de gases contaminantes para beneficio de nuestras futuras generaciones y del medio ambiente”, concluyó el Dr. Quirós Tortós.
La inauguración oficial de la planta hidroeléctrica del Reventazón, la más grande de Centroamérica, es sin duda un gran acontecimiento en construcción de obra pública que ha despertado reacciones importantes de discutir.
En primer lugar, surgió una reacción adversa proveniente de algunos sectores preocupados por los impactos en los ecosistemas que una obra tan grande implica. Es sabido que las plantas hidroeléctricas tienen severas consecuencias sobre los causes de los ríos y por tanto sobre la biodiversidad; y también es conocido que la generación eléctrica en plantas térmicas implica grandes emisiones de gases con efecto invernadero. Estas preocupaciones evidencian una singular contradicción entre la estrategia para lograr la carbono-neutralidad y la de conservación de la biodiversidad y los ecosistemas. Sobre este particular no se visualiza una solución que atienda ambos objetivos en el corto ni mediano plazo.
En segundo lugar, avivó la idea de que Costa Rica debe avanzar en la sustitución, parcial o total, de la actual flotilla vehicular, por una eléctrica o al menos híbrida; partiendo del supuesto de que la capacidad eléctrica instalada -pero principalmente potencial-, es capaz de atender una demanda energética como la que implica la movilidad de personas y mercancías, debido a que los vehículos eléctricos son más eficientes al gastar aproximadamente una tercera parte de la energía que consumen los vehículos de diésel para recorrer la misma distancia. De ahí que si fuera posible sustituir con vehículos eléctricos todas las unidades para movilizar personas y mercancías por vía terrestre, el consumo de energía para ese fin se reduciría a menos de la mitad de lo que se consume actualmente.
El problema técnico que plantea esta propuesta, a pesar de que supone una importante mejora en la eficiencia energética, es su relación con la matriz eléctrica en Costa Rica. La cantidad de energía consumida en la movilidad de personas y mercancías es aproximadamente el doble de la energía producida como electricidad según datos de la Dirección Sectorial de Energía (2016).
Si toda la flota vehicular actual fuese sustituida por una eléctrica, y suponiendo que la eficiencia energética de los vehículos eléctricos efectivamente permitiese reducir su consumo energético a una tercera parte del actual, y que la demanda de electricidad para otros usos se mantuviese constante, se ocuparía duplicar la actual producción de electricidad para poder movilizar esa hipotética flotilla eléctrica; pero si la oferta no crece lo suficiente, generaría rivalidad en mercado eléctrico con los usos doméstico, industrial y de los otros sectores, debido al gran incremento en la demanda. Esto podría presionar al alza el precio de la electricidad y promover la exclusión de este importante servicio a las familias más pobres del país.
De esta manera, una política orientada a la sustitución de la flotilla vehicular actual por una eléctrica necesariamente debe considerar el aumento en la producción eléctrica como una de sus prioridades, la cual tendría que provenir mayoritariamente de la hidroenergía, ya que como estimó El Estado de la Nación en el 2013, el 76% de todo el potencial geotérmico ya está siendo explotado, así como cerca del 50% del eólico y 50% del de la biomasa, mientras que sólo el 26% del potencial hidroeléctrico identificado está siendo aprovechado.
Por todo esto, las políticas energéticas orientadas a la movilidad terrestre de personas y mercancías requiere de una planificación que incluya, en primer lugar, un proceso de transición en el uso de fuentes alternativas a los hidrocarburos, como los biocombustibles, que no suponga un riesgo para la producción de otros bienes como alimentos; en segundo lugar, que considere la reducción en el consumo de energía mediante una mejora en los medios de transporte públicos, tanto de personas como de mercancías, como por ejemplo una red ferroviaria y; en tercer lugar, una producción eléctrica que concilie los objetivos de reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero con la preservación de la biodiversidad y los ecosistemas, por ejemplo, mediante el aprovechamiento energético de algunos residuos.
Este reto debe asumirlo toda la sociedad costarricense, y si bien el gobierno actual puede jugar un papel destacado, la principal responsabilidad recaerá sobre los gobiernos futuros, ya que tanto el sector energético como el de transporte tienen dinámicas de largo plazo.
*Observatorio de la Coyuntura Económica y Social, Escuela de Economía UNA.
***Para mayor información comuníquese con Diego Zárate (88020925) o con la Oficina de Comunicación de la UNA (2277-3067).
Imagen con fines ilustrativos tomada de columbia.co.cr
Enviado a SURCOS Digital por Oficina de Comunicación de la UNA.