Skip to main content

Etiqueta: voz experta

UCR. Voz experta: Hacia una Costa Rica bilingüe, desafíos y oportunidades para el futuro

Allen Quesada Pacheco, director de la Escuela de Lenguas Modernas Foto: Laura Rodríguez Rodríguez, UCR

El camino para dominar una segunda lengua

La reducción del presupuesto para la educación pone en riesgo la meta del bilingüismo para el 2040 y el futuro de muchas generaciones

El bilingüismo en la educación pública costarricense ha sido identificado como una prioridad nacional, subrayando la importancia de universalizar tanto el bilingüismo como el plurilingüismo entre los estudiantes de las diferentes ofertas educativas. Este enfoque responde a las exigencias de un mercado laboral globalizado y a la creciente necesidad de competencias lingüísticas para mejorar la movilidad social y las oportunidades de empleo. En este sentido, el Ministerio de Educación Pública (MEP) ha desarrollado e implementado diversas políticas y estrategias para fortalecer la enseñanza del inglés y otros idiomas desde la primera infancia hasta la secundaria. La efectividad de su implementación ha sido limitada, lo que indica la necesidad de revisar y mejorar las acciones actuales para alcanzar los objetivos propuestos para ser bilingües en el 2040.

¿Qué significa ser bilingüe?

Ser bilingüe se refiere a la capacidad de una persona para comunicarse de manera fluida en dos idiomas diferentes. Esto implica no solo poder hablar y entender ambos idiomas, sino también tener competencias en lectura y escritura, así como la capacidad de pensar y procesar la información en ambos idiomas. El bilingüismo puede desarrollarse de diferentes maneras: algunas personas crecen en hogares donde se hablan dos idiomas desde el nacimiento (bilingüismo simultáneo), mientras que la gran mayoría aprende un segundo idioma más adelante en la vida (bilingüismo secuencial).

Según varias investigaciones, el bilingüismo y el plurilingüismo impactan significativamente el desarrollo cerebral, especialmente cuando los idiomas se aprenden desde una edad temprana, aprovechando la alta plasticidad del «cerebro flexible» de los niños, que les permite asimilar y aprender múltiples idiomas con rapidez si están inmersos en un entorno multilingüe.

En el ámbito educativo, la inmersión es una estrategia efectiva para enseñar un segundo o tercer idioma, utilizando el idioma meta como medio de instrucción en diferentes materias, lo que facilita su adquisición en contextos significativos. Por ejemplo, el MEP ha iniciado recientemente la enseñanza del inglés con programas de inmersión en primera infancia. Asimismo, la contextualización del entorno educativo, con recursos didácticos en el idioma que se está aprendiendo y docentes bilingües que actúan como modelos lingüísticos, es esencial para reforzar y motivar el uso del idioma meta en situaciones reales, integrándolo de manera natural en la vida cotidiana del estudiante.

Universalización del bilingüismo en la educación pública

La universalización del bilingüismo en Costa Rica es un objetivo esencial para garantizar que todos los estudiantes, independientemente de su origen geográfico o socioeconómico, tengan acceso a la enseñanza de un segundo idioma. Actualmente, solo el 90 % de las escuelas primarias ofrecen inglés, con una cobertura desigual que excluye a muchas escuelas en áreas rurales. La Política Educativa de Promoción de Idiomas busca extender la enseñanza del inglés a todas las regiones del país, incluyendo las más remotas, y mejorar la calidad del aprendizaje en todos los niveles educativos.

El concepto de universalización no solo implica la cobertura total, sino también asegurar que todas las personas docentes que imparten clases en la educación pública sean bilingües. Esta medida es crucial, dado que la competencia del personal docente en el idioma meta es directamente proporcional al éxito de los estudiantes en alcanzar niveles óptimos de bilingüismo.

Desafíos de una Costa Rica bilingüe

A pesar de los avances logrados en la enseñanza de lenguas extranjeras en la última década, la implementación del bilingüismo en Costa Rica aún enfrenta desafíos significativos para el MEP. Según Manuel Rojas Mata, coordinador del grupo de trabajo técnico de la Política Educativa de Promoción de Idiomas del MEP, uno de los principales retos es asegurar el financiamiento necesario para expandir la cobertura de la enseñanza de idiomas en todas las escuelas y colegios del país, con un enfoque especial en las áreas rurales, donde las limitaciones son mayores. Además, la conectividad en los centros educativos representa un obstáculo crucial que debe superarse para permitir el acceso a herramientas tecnológicas y recursos digitales que son vitales para una enseñanza efectiva de idiomas.

Para abordar estos desafíos, es fundamental aumentar el número de lecciones de idiomas por semana en las diferentes modalidades que ofrece el MEP, garantizando que los estudiantes tengan tiempo efectivo para practicar los idiomas en el aula. Asimismo, se requiere una reducción del tamaño de los grupos en las clases de lenguas extranjeras, lo que permitirá una atención más personalizada y una mayor interacción entre los estudiantes y el personal docente. Implementar estas estrategias no solo mejorará la calidad de la enseñanza, sino que también contribuirá de manera decisiva a superar las barreras que actualmente limitan el progreso hacia un sistema educativo bilingüe en el país.

Según el coordinador Rojas Mata, uno de los proyectos innovadores que se están implementando lo constituye el programa Inglés Remoto o Hummingbird, que utiliza tecnología avanzada para ofrecer clases de inglés de forma telepresencial a escuelas unidocentes en zonas remotas. Este programa permite a los estudiantes acceder a una educación bilingüe a través de plataformas digitales, superando las barreras geográficas y tecnológicas que han limitado tradicionalmente la enseñanza de lenguas extranjeras en estas áreas. Además, el MEP ha establecido una alianza con la compañía Age of Learning y la Asociación Creciendo Juntos para implementar el programa ABCmouse Aprende Inglés, un acelerador de aprendizaje diseñado para niños y niñas de 3 a 11 años. ABCmouse enseña inglés por televisión de manera divertida y atractiva, brindando así una experiencia de aprendizaje de calidad.

Por otra parte, la Universidad de Costa Rica, a través del Programa de Lenguas Extranjeras (Pelex), ha proporcionado insumos significativos al Consejo Superior de Educación (CSE) para mejorar los programas de estudio de inglés y francés en primaria y secundaria. Desde 2019, las pruebas de dominio lingüístico implementadas evalúan competencias en comprensión y producción, tanto oral como escrita, utilizando inteligencia artificial. Esta estrategia ha permitido identificar el nivel de competencia lingüística de la población estudiantil en las distintas bandas propuestas por el Marco Común Europeo, a partir de aplicaciones censales y muestrales en las 27 direcciones regionales del MEP. Con base en estos resultados, se han formulado recomendaciones curriculares para fortalecer la producción oral y mejorar la mediación pedagógica en todos los centros educativos, contribuyendo así a los esfuerzos nacionales por impulsar el bilingüismo.

El camino hacia un futuro bilingüe en Costa Rica cuesta arriba

Costa Rica se encuentra en un punto crucial en su camino, que cada vez se hace más lejano, hacia la universalización del bilingüismo/plurilingüismo; un objetivo que es esencial para la competitividad global y la inclusión social. Para alcanzar esta meta, el país debe continuar fortaleciendo las políticas educativas que promuevan la enseñanza de lenguas extranjeras desde la primera infancia, asegurando que todos los estudiantes, independientemente de su contexto, tengan acceso a una educación bilingüe de calidad. Es imperativo que las personas docentes de idiomas que ya están en el sistema educativo sean bilingües competentes y que reciban capacitación continua en metodologías, técnicas, evaluación educativa y uso efectivo de la tecnología, para garantizar que puedan guiar eficazmente a las personas estudiantes en su proceso de dominar un segundo idioma.

La aspiración de que Costa Rica se convierta en un país bilingüe a mediano plazo enfrenta desafíos significativos, en gran parte debido a los recortes presupuestarios al Ministerio de Educación Pública (MEP). El IX Informe del Estado de la Educación y estudios recientes han destacado que el presupuesto para la educación ha sido el más bajo en décadas. Esta reducción ha impactado y seguirá impactando áreas cruciales como el desarrollo profesional docente y la infraestructura educativa, amenazando con truncar el futuro de miles de estudiantes, especialmente en las comunidades más vulnerables.

En este contexto, aunque el camino hacia la universalización del bilingüismo o plurilingüismo en Costa Rica presenta grandes retos, también ofrece una oportunidad para fortalecer nuestro compromiso con la promoción de lenguas extranjeras. Por lo tanto, estamos a tiempo de unirnos como país, para llegar a un acuerdo nacional que beneficie a la educación pública, como lo ha enfatizado el Estado de la Educación, que incluya al sector educativo, al gobierno, a la sociedad civil y a la cooperación internacional. En resumen, con colaboración y un compromiso renovado hacia la promoción del plurilingüismo, Costa Rica puede no solo superar algunos de estos grandes desafíos, sino también preparar a sus futuras generaciones para un mundo cada vez más interconectado.

Allen Quesada Pacheco
Director de la Escuela de Lenguas Modernas, UCR

UCR, Voz experta: Los comicios más complejos hasta ahora

Elecciones municipales 2024

Desde la enorme variedad de papeletas por imprimir hasta el convencimiento para que la población se acerque a las urnas, los desafíos de las elecciones municipales son mayúsculos

La Constitución de Cádiz estableció, en su artículo 309, un “gobierno interior” conformado por alcalde, regidores y procurador síndico; esos cargos fueron de elección popular. Esa estructura política se denominó “ayuntamiento” y nuestros ancestros eligieron a sus autoridades a finales de 1812 (Sibaja, 2013). El retorno de Fernando VII al trono español (al derrotarse el imperio napoleónico) hizo que, entre 1814 y 1820, se disolvieran los ayuntamientos, los cuales se reestablecieron a inicios de la década del veinte del siglo XIX (Rodríguez, 2020).

Independientes de la Corona Española, los constituyentes costarricenses de 1825 rebautizaron los gobiernos locales llamándolos municipalidades y estas mantuvieron su condición de “electas popularmente”. La Ley de Bases y Garantías (1841), elaborada bajo la lógica de Braulio Carrillo de fortalecer el espíritu nacional, eliminó las municipalidades, pero pocos años después fueron restituidas.

Las elecciones municipales anteceden a la fundación del Estado y la República, han estado presentes en la historia patria por más de doscientos años; sin embargo, es poca la identificación que tiene la ciudadanía con esos comicios.

A menos de un mes de que concurramos a las urnas para decidir quiénes ocuparán los puestos de autoridad de las municipalidades, importa reflexionar acerca de por qué estas elecciones son las más complejas que nos ha tocado vivir.

Número de circunscripciones. Con los cantonatos de Monteverde (ley n.° 10019) y Puerto Jiménez (ley n.° 10195), el país llega a 84 gobiernos locales. El número de cantones más alto de nuestra historia.

Recordemos que cuatro años atrás Río Cuarto debutó como cantón, modificándose la histórica cifra de 81 municipalidades que se había mantenido invariable desde 1980.

Cantidad de puestos a elegir. En 2022, el país eligió 60 cargos del gobierno nacional: la fórmula presidencial (presidencia y dos vicepresidencias) y 57 diputaciones. En los comicios de este año, los puestos en disputa son 6 212, distribuidos en dos grandes grupos: cargos uninominales y cargos plurinominales.

En la primera categoría se encuentran las 84 alcaldías con sus vicealcaldías primeras y segundas (igualmente 84 de cada tipo), 491 sindicaturas propietarias (con igual número de suplencias) y 7 intendencias (con su respectiva viceintendencia). En los puestos plurinominales están las regidurías, las concejalías y las concejalías municipales de distrito.

Nuevas reglas. En el proceso municipal 2024, se estrenará la ley que limita la reelección de las autoridades locales (ley n.° 10.183), disposición que impide, a más de la mitad de las alcaldías del país, optar por un nuevo mandato.

Como consecuencia de la sentencia de la Sala Constitucional n.° 2023-002951, el TSE estableció que, en todos los tipos de papeletas, se debería aplicar la paridad horizontal. Cada agrupación política debía garantizar que, en su oferta política, hubiera igual cantidad de hombres y de mujeres en los primeros lugares de las listas (salvo excepciones puntuales).

La definición de esos encabezamientos complicó el proceso de selección de candidaturas a lo interno de los partidos, los cuales, adicionalmente, debieron hacer una renovación de sus estructuras, como requisito de inscripción de sus nóminas. Esa intensa actividad partidaria implicó la supervisión de cerca de tres millares de asambleas por parte de la Dirección General del Registro Electoral.

Candidaturas. De las 161 agrupaciones políticas inscritas, el Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) recibió nóminas de 73 partidos políticos y de 4 coaliciones, listas que, en su conjunto, representan 39 734 candidaturas.

Los plazos de presentación, revisión y resolución final sobre las candidaturas son los mismos desde el nacimiento de la Segunda República, momento en el que el país tenía una cantidad mucho menor de partidos y los puestos por elegir también eran menos. Esas particularidades hacen que los tiempos, en la práctica, se hayan acortado sustancialmente, aunque la letra de las normas que los regulan no varíen.

Concluir con prontitud la revisión de las postulaciones es fundamental para el diseño y la producción de las papeletas. Además, la ciudadanía debe saber cuál es la oferta electoral definitiva para poder informarse.

Tipos e impresión de papeletas. Las elecciones municipales obligan a la confección de 666 diseños de papeletas, pues, para cada tipo de cargo y para cada circunscripción, hay que elaborar una boleta de votación distinta.

Deben diseñarse 84 diferentes papeletas tratándose de las alcaldías e igual número para las regidurías; se requieren 7 diseños para las intendencias y 491 para las sindicaturas y concejalías de distrito (estos dos tipos de cargo se eligen en la misma papeleta).

Esa documentación debe imprimirse en aproximadamente un mes, puesto que debe empacarse y su envío debe hacerse hacia finales de la segunda semana de enero: “por lo menos quince días antes de la fecha fijada para las elecciones, el Registro Electoral tendrá que haber enviado el material y la documentación electorales a las juntas cantonales…” (artículo 158 del Código Electoral).

Financiamiento de las agrupaciones políticas. Una de las constantes observaciones de los organismos de veeduría internacional es que Costa Rica tiene un modelo de financiamiento altamente inequitativo. La inexistencia de formas de financiamiento indirecto llevan a que los partidos políticos, durante el período de campaña, deban buscar el dinero en fuentes privadas.

Esa dependencia de capitales privados aumenta la tentación de buscar recursos en fuentes lícitas, contexto riesgoso que se acrecienta en los comicios municipales en los que no aplican los certificados de cesión (llamados bonos de deuda) y no hay posibilidad de acceder a la contribución adelantada.

Desafección de la ciudadanía. El Centro de Investigación y Estudios Políticos (CIEP), en su Informe de Resultados de la Encuesta de Opinión Pública de setiembre de 2023, reportaba que el 78.6% de las personas consultadas no simpatizaban con ningún partido político. En el informe de noviembre de ese año, se hacía ver cómo solo la mitad de quienes participaron en el ejercicio de medición tenían mucho o algún interés de participar en los comicios municipales.

Esa falta de identificación de los electores con las agrupaciones políticas incide en la organización de las votaciones, ya que, por ejemplo, las juntas receptoras de votos -para tenerse por integradas- requieren de, al menos, 3 miembros de partidos políticos; sin embargo, según lo conoció el TSE en la sesión n.° 2-2024, 5 072 mesas (de las casi 6 500 que funcionarán el 4 de febrero próximo) solo tienen dos o menos representantes partidarios. El quórum de esos organismos electorales deberá suplementarse con auxiliares electorales designados por el Tribunal.

En el título se afirma que nos enfrentamos a la elección más compleja “hasta ahora”, señalamiento que no es casual. Las nuevas formas de hacer campaña, los cambios en el sistema de partidos y la evolución misma del electorado irán complejizando las dinámicas socioculturales vinculadas con los actos relativos al sufragio.

Debemos estar a la altura de los tiempos, debemos seguir apostando por la institucionalidad, debemos concurrir a las urnas. Como lo señala la Carta Democrática Interamericana, “La democracia es esencial para el desarrollo social, político y económico” y los pueblos del hemisferio tenemos derecho a ella. La democracia es más que elecciones, es una forma de vida, pero las votaciones son parte de la savia que nutre esa manera de ser y de estar en el mundo.

Andrei Cambronero Torres

Coordinador de la Cátedra de Investigación Jurídica de la Facultad de Derecho, UCR

UCR: Voz experta: La ultrabaja natalidad en Costa Rica coloca retos ineludibles para el país

Dr. Luis Rosero Bixby, docente emérito de la UCR y fundador del Centro Centroamericano de Población. Foto: UNFPA Costa Rica, UCR

11 de julio, Día Mundial de la Población

El CCP-UCR analiza la situación sociodemográfica que enfrenta la nación, ahora y en el futuro, ante una tasa global de fecundidad de 1,3 hijos por pareja.

El Centro Centroamericano de Población (CCP) se suma a la conmemoración del Día Mundial de la Población, con las siguientes reflexiones sobre la que bien puede ser la cuestión demográfica actual más importante para Costa Rica: la ultra baja fecundidad alcanzada por el país en 2021 y 2022, cuando llegamos a 1,3 nacimientos de tasa global de fecundidad, o 1,1 nacimientos si se excluye del cálculo a las personas inmigrantes. Muy pocos países en el mundo – como Corea del Sur, Taiwán y Ucrania – tienen una fecundidad más baja que la de Costa Rica.

Uno de los primeros retos de esta muy baja natalidad será la superación (en el plano ideológico, político y de opinión pública) de los discursos estridentes de orden apocalíptico que han ocurrido en otros países, alimentados por casi siempre estériles debates pronatalistas y antinatalistas, teñidos de riesgosos nacionalismos xenofóbicos y posturas discriminatorias hacia ciertos grupos de población.

Estos discursos y debates de base más especulativa que científica, traen también la consecuencia de ralentizar la acciones que los Gobiernos y la sociedad civil debieran procurar y anticipar para asegurar la calidad de vida y los servicios que las diversas poblaciones requieren, ante tal escenario demográfico, en el corto y mediano plazos.

Los discursos estridentes deberán ceder el espacio a lo que la evidencia científica aporta, tanto para explicar esta condición de extraordinaria baja fecundidad, como a la rigurosa estimación de los posibles escenarios sobre sus consecuencias, así como los retos y oportunidades que el país enfrentará a futuro cercano.

Hallazgos inéditos de una investigación en curso en el CCP sobre la ultrabaja fecundidad del país muestran que esta condición es la culminación de un proceso secular, iniciado hace 70 años, de rápida transición demográfica que llevó a valores de fecundidad de remplazo en 2002 (tasa de 2,1 hijos) y ahora de ultrabaja fecundidad en 2021 (tasa de 1,3). Esta última se debe principalmente a una caída notable en la natalidad adolescente y de mujeres jóvenes que bien podría ser simplemente una posposición de nacimientos a edades mayores.

Fuente: CCP-UCR

En este escenario de posposición cabría esperar que en el futuro la tasa se eleve a niveles en torno a los dos hijos por mujer. Pero un escenario alternativo plausible es que las jóvenes costarricenses no están posponiendo la maternidad, sino que están renunciando a ella, en cuyo caso la fecundidad del país permanecerá en niveles ultra-bajos o incluso se reducirá aún más.

El efecto de la baja natalidad en el futuro

Con ambos escenarios de fecundidad y la indagación del aporte plausible de la migración internacional, cabe preguntarse qué se esperaría para los próximos 50 años, a partir de una población actual de poco más de 5 millones. Los resultados sugieren que la población del país no llegará a sobrepasar los 5,6 millones de habitantes y que dentro de dos o tres décadas empezará a disminuir; aunque internacionalmente saldos netos migratorios positivos han permitido balancear los efectos del decrecimiento en la natalidad.

De lo anterior, se desprenderían cambios y consecuencias que el país deberá aprovechar y atender de forma adecuada, principalmente: la disminución ya en marcha de la población infantil y juvenil, demandante de educación y nuevos empleos; la caída progresiva de la población adulta, generadora de producción e ingresos fiscales y aportes a la seguridad social; y el crecimiento sostenido de la población adulta mayor, receptora de pensiones y gran consumidora de servicios especializados de salud.

A estos cambios, cabe resaltar también que la reducción en la fecundidad adolescente continuaría favoreciendo la salud en general de las mujeres jóvenes y promoviendo su permanencia en el sistema educativo, con sus consecuencias futuras en el cierre de las brechas sociales y económicas de género en el corto y mediano plazo.

Políticas de equidad de género – como las licencias de paternidad, acceso universal a redes de cuido, promoción de la equidad en el uso del tiempo en labores del hogar y mejor acceso a fuentes de trabajo para las mujeres – podrían también agregar una fuerte incidencia en las mencionadas tendencias futuras de la fecundidad en Costa Rica.

Ante este panorama y a la espera del aprovechamiento de la información del más reciente Censo Nacional, que está muy pronto a conocerse, este Día Mundial de la Población se presenta como una oportunidad para posicionar el debate, ojalá bien fundamentado en datos, sobre la población y sociedad costarricenses que tenemos y tendremos a futuro, y la adopción de las políticas apropiadas que se requieran.

Foto: Laura Rodríguez Rodríguez, UCR

Colaboraron con este artículo: el M.Sc. Jorge Barquero Barquero y el Dr. Gilbert Brenes Camacho, director y subdirector del CCP-UCR, respectivamente.

 

Dr. Luis Rosero Bixby
Profesor emérito de la Universidad de Costa Rica y fundador del Centro, UCR

Jorge Barquero Barquero

Director del Centro Centroamericano de Población, UCR

UCR, Voz experta: Defendamos nuestra Patria, apoyemos nuestro agro

Luis Felipe Arauz Cavallini.

Por: Luis Felipe Arauz Cavallini, exdecano de la Facultad de Ciencias Agroalimentarias y exministro de Agricultura

Motiva y llena de orgullo escuchar el fervor de nuestros compatriotas al entonar el Himno Nacional en apoyo a nuestra Selección Nacional. En esta hora, es imperioso que ese fervor patrio se vuelque en apoyo de uno de los grandes pilares de nuestra nacionalidad: el agro.

El propio Himno Nacional, expresión de la vida de la Patria que entonamos con tanto orgullo, nos lo recuerda en varios de sus pasajes. Evoca el prestigio conquistado por sus hijos, a quienes llama “labriegos sencillos”, en clara alusión a las personas dedicadas a la labor agropecuaria. Algunos razonamientos superficiales señalan que esa expresión se refiere a personas atrasadas o ignorantes. Todo lo contrario: la palabra “labriego” viene del latín “laborare”, trabajar, esforzarse por algo. Por otra parte, una persona sencilla es aquella que no es ostentosa, que no pretende aparentar lo que no es. A veces uno se pregunta si mucho del impacto negativo que causamos los humanos en el planeta y en la sociedad se debe a estilos de vida alejados de ese ideal de trabajo honesto, y, por ostentosos, excesivamente impactantes sobre el ambiente.

El aporte del agro a nuestra nacionalidad no se debe reducir a las cifras en las que lo queremos enmarcar. Claramente, estas son impresionantes: 35 % de las exportaciones, 12 % del empleo directo (comparemos con el 5.5 % de las protegidas zonas francas), 7.4% del producto interno bruto, 70 % de la canasta básica. Pero más allá de eso, el trabajo fuerte, honesto, tesonero e inteligente de nuestro campesinado, y su actitud noble frente a la vida, son aportes profundos que no podemos medir en las cifras del agro. Esos aportes éticos son la base de nuestra nacionalidad.

Pero nuestro querido Himno Nacional evoca el agro de muchas otras formas. Cada vez más, nuestros productores se esfuerzan por mejorar el desempeño ambiental de sus actividades, y por aprovechar la capacidad de las plantas y los suelos de limpiar el aire de los gases que provocan el cambio climático, contribuyendo así a la limpieza de la atmósfera que nos rodea…el límpido cielo de que nos habla nuestra Canción Patria. Pensemos en ello cuando entonemos con fervor sus notas.

Cierra nuestro Himno, en su última estrofa, recordándonos que nuestro pródigo suelo nos da el sustento. Nuestro alimento, nuestra seguridad alimentaria, ha sido desde los albores de la Patria, fruto de nuestra tierra fértil y del trabajo de las personas que la labran poniendo en ello esfuerzo y conocimiento. Lograr que nuestros suelos produzcan alimentos en cantidad y calidad suficiente, y de manera sustentable, va mucho más allá del trabajo físico; es sobre todo un trabajo mental: saber cuándo y cómo sembrar, abonar, regar eficientemente, combatir las plagas, podar, cosechar, cuidar los pastos, alimentar las vacas, ordeñarlas, todo lo anterior cuidando del ambiente, el bienestar animal y la inocuidad de los productos. Y si eso fuera poco, deben conocer el mercado, los precios, las fuentes de crédito y demás servicios de apoyo. Deben conocer el clima y decidir las mejores prácticas en función de él. Deben mantenerse al día con las nuevas formas de producir, desde las técnicas regenerativas hasta la digitalización de procesos.

Hoy nuestro agro está amenazado por varias políticas públicas como la ruta del arroz y la adhesión a la Alianza del Pacífico. Por eso y por lo dicho en los párrafos anteriores, debemos apoyar la marcha de nuestro sector agropecuario del próximo 29 de marzo. Apoyar nuestro agro es un acto de patriotismo. Tengámoslo en nuestra mente y en nuestro corazón cuando entonemos nuestro Himno Nacional.

 

Luis Felipe Arauz Cavallini
exdecano de la Facultad de Ciencias Agroalimentarias UCR y exministro de Agricultura

UCR, Voz experta: La formación humanística es un puente hacia el futuro

M.Sc. Randall Jiménez Retana. Foto: Karla Richmond, UCR.

Internacionalización, regionalización universitaria y trabajo colaborativo: Universidad de Valencia, Sede del Sur y Escuela de Estudios Generales de la Universidad de Costa Rica.

Una Bioética que pueda visualizarse, en palabras de Potter, como un puente hacia el futuro es fundamental para establecer diálogos y discusiones que posibiliten un encuentro razonado y debate democrático. Por ello, con la complejidad de los saberes y las nuevas exigencias para dar respuestas más inclusivas, integrales y humanizantes a las personas involucradas, se vuelven necesarios acercamientos bioéticos que promuevan la democracia y la autonomía de los sujetos afectados.

Es así que la promoción del sujeto autónomo, entendido como aquel que realiza actos libremente, en consonancia con su plan de vida y valores (Beauchamp y Childress, 2013) favorece espacios que permitan la investigación, la docencia y la acción social enraizada en las exigencias desde una ciudadanía global. Cuando los sujetos se sienten ciudadanos (as) del mundo (Cortina), establecen lazos de solidaridad y cooperación, donde la inclusión y promoción de enfoques de derechos humanos, consideran en sus acercamientos, no sólo al homo sapiens, sino al ambiente y a los animales no humanos. Para Miguel Kottow (2014), la vulnerabilidad es la condición humana de fragilidad que todos compartimos.

Ante el avance vertiginoso de las tecnociencias y sus múltiples aplicaciones, estas propician nuevos temas y reflexiones. Por ello, la consideración de la autonomía y vulnerabilidad tienen que considerarse en todo espacio reflexivo. Los enfoques reduccionistas pueden ser recetas “atractivas” que aportan soluciones “rápidas”, aunque sacrificarían en no pocas ocasiones un enfoque humanista.

Dado lo anterior, la formación humanística a lo largo de la historia favorece horizontes de esperanza, ya que integra la pluralidad de nuestras identidades, que se superponen unas a otras[1], oponiéndose con esto, a visiones estereotipadas y unificadoras de la sociedad que buscan interpretar la complejidad de la vida en común desde un enfoque economicista, que en última instancia reduce también la creatividad humana y sus expresiones.

Desde esta perspectiva, el propósito de la educación universitaria se enmarca en contribuir con la promoción del razonamiento y la libertad. Por ello, el derecho a la educación desde una visión humanista, promueve la capacidad de elección de los sujetos, de forma que aprendan a tomar sus propias decisiones y no simplemente limitarse a una obediencia irreflexiva[2].

Con ello, más que especialistas técnicos, la Universidad contribuye a la formación de una ciudadanía consciente de la realidad que la circunda, sensible a los semejantes y capaz de propiciar procesos de transformación acorde con las necesidades sociales[3].

Internacionalización, regionalización universitaria y trabajo colaborativo

En este proceso de expandir las libertades y capacidades de los sujetos y poblaciones, se organiza el I Congreso de Regionalización de la Universidad de Costa Rica desde el Consejo de área de Sedes Regionales, celebrado en abril de 2018, se contó con la presencia del Dr. Juan Carlos Siurana, dictando la conferencia inaugural, titulada “Elementos éticos para democratizar la educación superior en el siglo XXI”. A partir de esta visita, gestionada por la Catedra Temática Humanidades en el Pacífico Sur, se gestiona con el Doctorado en Ética y Democracia la posibilidad de impulsar un convenio entre la Universidad de Valencia y Universidad de Costa Rica. Dicho convenio se firmará en el año 2020.

La vida universitaria no puede comprenderse en un sentido pleno si no se cuenta con un enfoque de intercambio con universidades en otras latitudes. Por ello, el componente de internacionalización que la Universidad de Costa Rica ha venido impulsando y consolidando, a través de la gestión de nuevos convenios, becas para estudios de posgrado y de corta duración, actividades de cooperación mediante el programa de personas académicas visitantes, que tan diligentemente dirige la Oficina de Asuntos Internacionales y Cooperación Externa, ha permitido que se desarrollen múltiples iniciativas a lo largo de los años.

Es así, como en el VI Congreso Internacional de Bioética  organizado en esta ocasión, tanto por la Universidad de Valencia como por la Universidad de Costa Rica, que se celebrara del 24 al 28 de octubre y tiene en esta ocasión dos sedes: Ciudad Universitaria Rodrigo Facio, Montes de Oca, San José y Sede del Sur, Golfito, Puntarenas, se cuenta con la presencia de personas académicas visitantes de diversas universidades en el mundo, a saber: Universidad de Valencia y Universidad Jaume I en España; Universidad Diego Portales de Chile y Universidad de la República de Uruguay.

Dicho congreso se inserta en el impulso a la regionalización universitaria de la educación superior pública. Desde la fundación de la Universidad de Costa Rica y específicamente desde 1968, con la creación de la primera sede universitaria en San Ramón de Alajuela, se inicia un proceso para la democratización de la educación universitaria. La Sede del Sur es la presencia de la Universidad de Costa Rica en el Pacífico Sur. Es así como el 6 de diciembre del 2019 se crea la Sede del Sur en Golfito, Puntarenas.

Ya en octubre del 2019 se realiza en el antiguo Recinto de Golfito, hoy Sede del Sur, el Congreso Internacional “Las letras en el desplazamiento: viajes, expediciones y naufragios”. En esa ocasión se organiza con el Catedrático Humboldt 2019, Dr. Leonardo Sancho Dobles. Este proyecto de la Cátedra Humboldt facilitó el trabajo colaborativo entre la Escuela de Estudios Generales y la que sería la nueva Sede del Sur, unas semanas más tarde.

VI Congreso Internacional de Bioética y democracia

Con la propuesta del Dr. Juan Carlos Siurana Aparisi, de que se pudiese organizar en su sexta edición el Congreso, no sólo de manera conjunta, sino desde Costa Rica, representaba un reto para consolidar el trabajo colaborativo que ya se había iniciado. Por ello, desde la Coordinación de la Sección de Filosofía de la Escuela de Estudios Generales y la Cátedra Temática Humanidades en el Pacífico Sur se estructuraron los mecanismos logísticos para operacionalizar este reto. El resultado fue la Comisión Organizadora conformada por las tres partes interesadas: Universidad de Valencia, Sede del Sur y Escuela de Estudios Generales de la Universidad de Costa Rica.

En esta oportunidad, el congreso cuenta con el respaldo del Proyecto ED-3188 Congreso de Humanismo, coordinado por el M.Sc. Jairol Núñez Moya, profesor catedrático de la Escuela de Estudios Generales y se inscribe como ED-3623 VI Congreso Internacional de Bioética en la Vicerrectoría de Acción Social.

Como parte de las organizaciones e instancias que se suman al VI Congreso Internacional de Bioética se encuentran: Sección de Filosofía y Pensamiento de la Escuela de Estudios Generales, Cátedra Temática Humanidades en el Pacífico Sur de la Sede del Sur. También el aporte de las coordinaciones generales de Docencia, Vida Estudiantil, Administración, Acción Social e Investigación de la Sede del Sur han sido fundamentales para el desarrollo logístico del presente congreso.

También colaboran: el Doctorado en Ética y Democracia y Facultad de Filosofía y Ciencias de la Educación de la Universidad de Valencia, la Red Iberoamericana de Grupos de Investigación en Bioética, el Proyecto “Ética discursiva y Democracia antes los retos de la Inteligencia Artificial” financiado por el Ministerio de Ciencia, Innovación y la Universidades de España, la Conselleria de Innovación, la Universidades, Ciencia y Sociedad Digital de la Generalitat Valenciana (EthIAded) y la Fundación Étnor.

Desde la Escuela de Estudios Generales y Sede del Sur es necesario reconocer que la internacionalización y regionalización universitaria; humanidades e inteligencia artificial; ética y ambiente; democracia y desarrollo humano, abren una serie de espacios para la colaboración académica y el intercambio de conocimientos y experiencias mediadas por iniciativas en docencia, investigación y acción social.

[1] Cf. Soto, “La visión y quehacer humanista.

[2] Cf. Amartya Sen, “Exclusión e Inclusión”, (Buenos Aires: Temas, 2009), en Amartya Sen y Bernardo Kliksberg, Primero la gente (Buenos Aires: Temas, 2009).

[3] Cf. Escuela de Estudios Generales. (2020). “Defensa de las Humanidades en la vida universitaria”.

 

M.Sc. Randall Jiménez Retana
Coordinador, Cátedra Temática Humanidades en el Pacífico Sur

Voz experta UCR: El 15 de setiembre y su significado histórico

Por M.Sc. Claudio Vargas Arias, historiador, abogado y director de la Escuela de Historia, UCR

Una reflexión crítica respecto al proceso de independencia de Costa Rica, tomando en considerando aspectos previos y posteriores al acontecimiento

Mag. Claudio Vargas Arias, historiador y abogado. Foto: Anel Kenjekeeva, UCR.

A un año de que los países de Centro América cumplan 200 años de haberse separado de España, procede hacer algunas reflexiones en torno a esa efeméride y a sus implicaciones:

La historia como ciencia social, ya no centra su atención, como los hacían los enfoques que antes estudiaban el pasado, en los acontecimientos, ni en las acciones aisladas de individuos descontextualizados de su tiempo y de la sociedad en que vivieron. Tampoco se limita a hacer referencia al estudio de acciones exclusivamente políticas, militares o diplomáticas, como se hacía anteriormente, sino que ha ampliado el espectro de su estudio. Los nuevos enfoques historiográficos tampoco se quedan en la enumeración de hechos aislados, sino que estudian situaciones que ocurrieron en el mediano y el largo plazo (las coyunturas y las estructuras), por lo tanto, se interesa no solo en los meros “acontecimientos”.

Otro aspecto importante de analizar es que, al menos para Costa Rica, el tránsito a la vida política independiente no tuvo un impacto significativamente inmediato. De hecho, a diferencia de otros países, para los cuales la independencia política fue el desenlace de luchas e insurrecciones en contra del dominio colonial, la noticia misma de la independencia llegó por medio de un correo remitido desde Guatemala. Tras la llegada de la denominada “acta del 15 de setiembre”, se generaron diversas acciones y posiciones que evidencian la falta de claridad sobre sus destinos compartidos, que tenían los dirigentes del país y sus pobladores.

Y es aquí donde es oportuno recordar, que muchas de las principales transformaciones que viven los países a lo largo de su historia, se explican no a partir de decisiones o acciones aisladas, sino como parte de procesos que se gestan mucho antes que ellos ocurran y se consolidan hasta mucho tiempo después de haber sucedido. Así las cosas, debe entenderse entonces que la “independencia”, no puede explicarse como una decisión de un grupo de personas en un momento determinado, sino como parte de un proceso con dimensiones que tardó muchos años. Por otra parte, hay que recordar que los cambios que suceden no ocurren todos ellos con la misma celeridad: una transformación política, por ejemplo, es más fácil de entender y de ubicar en el tiempo que un cambio económico. Ni que decir de los procesos ideológicos, mentales o culturales que son menos fáciles de determinar, especialmente por quienes los viven.

Por ello no es de sorprender que la llegada del “acta del 15 de setiembre” y las reacciones inmediatas y aún mediatas que se dieron, no conllevaron a que aquellos habitantes del país propiciaran sentimientos o acciones políticas y administrativas en la decidida búsqueda de autonomía o soberanía. En todo caso, aquellos que hoy llamamos “costarricenses”, no se concebían a sí mismos como tales, pues su identidad quedaba circunscrita al plano local (se era josefino, alajuelense o cartaginés) o al ámbito religioso (todos eran católicos). Son más bien las interpretaciones que se hacen posteriormente y que algunos repiten aún en los tiempos actuales, las que pretenden explicar la independencia como resultado de una acción o un hecho aislado, y no como parte de un proceso que ni empezó ni acabó en 1821.

Definitivamente el proceso de independencia política de la provincia de Costa Rica está vinculado con el surgimiento y la formación de Estado costarricense. No obstante, no bastó con que los vínculos políticos de los países de América Latina se desligaran del decadente Imperio español, para que, de la nada, sugiera un nuevo estado. Desde el punto de vista económico fue necesario la existencia de una base productiva sólida y consistente que vinculara en forma definitiva al país, con el comercio internacional. Precisamente fue la producción cafetalera, iniciada a partir de la tercera década del siglo XIX, la que favoreció este vínculo, después de varios intentos por buscar en otros productos una ansiada relación comercial estable.

Al establecerse estos vínculos definitivos con el mercado internacional de corte capitalista, el naciente Estado costarricense igualmente estuvo marcado por esta impronta y sus relaciones productivas internas se intensificaron en ese sentido, alimentando la tendencia monoproductiva. No es casual tampoco, que el grupo que controló la producción, industrialización y comercialización cafetalera, a partir de mediados del siglo XIX, buscara también tener un control directo del poder político, con lo cual la oligarquía cafetalera se apropió también de la dirección estatal para imponer su hegemonía en el país.

Pero si bien la base económica resulta esencial para el formación y posterior consolidación del nuevo estado, no menos importante lo fue su organización política y jurídica. Y es que, como los hemos indicado “los costarricenses” de entonces, carecían un referente identitario nacional y las ansias de ser autónomos y soberanos, no estuvieron en sus proyectos inmediatos.

El temor a ser libres con un tamaño relativamente pequeño, después de pertenecer a una unidad política mayor, como lo fue la Capitanía General de Guatemala al final de la Colonia, llevó a estos habitantes a buscar un alero político de mayores dimensiones. Al coincidir sus expectativas, al menos inmediatas con las de los países centroamericanos, fue entonces cuando Costa Rica se incorporó, en marzo de 1824, a la República Federal de Centro América, que ya antes se había constituido. Al formar parte de esa unidad política mayor, el Estado costarricense tuvo que adecuar su legislación y su organización política a ese sistema federal y en mucho, someter sus acciones a los mandatos de aquella organización.

Es bien sabido que, al proyectarse los conflictos, intereses y las desconfianzas del régimen colonial, en la naciente Federación Centroamericana, este proyecto político fue poco exitoso. En mucho, la lejanía no sólo física, sino también orgánica que Costa Rica mantuvo de aquel sistema, impidieron que sobre esta se proyectara de manera directa el impacto de dichos desaciertos en la organización del pequeño estado. Pese a ello, es completamente desacertado y carente de lógico afirmar que Costa Rica fue desde que rompió sus lazos con España un país libre, soberano e independiente, como lo siguen repitiendo algunos, sin conocimiento certero y adecuado de la historia del país.

Si bien en abril de 1829, Costa Rica procuró romper los lazos con la organización federal que se encontraba en estado de anarquía, mediante la conocida Ley Aprilia, la pertenencia al régimen federal fue reestablecida en febrero de 1831, cuando aquella Ley fue derogada. La crisis de la organización federal no pudo ser superada y el 15 de noviembre de 1835, se emitió un decreto que estableció que los pueblos de Costa Rica asumirían la plenitud de su soberanía y formarían un estado libre e independiente. Aunque este proceso de separación y automatización, al menos en lo político e institucional, se consolidó con la Declaratoria de la República el 31 de agosto de 1848, por iniciativa del gobernante José María Castro Madriz.

Tendrían que darse otros múltiples procesos en distintos ámbitos, para que el Estado costarricense alcanzara sus atributos esenciales y culminara este proceso en la segunda parte del siglo XIX. Por ejemplo, con el establecimiento de la soberanía estatal tanto en el ámbito externo (por medio del reconocimiento de sus vecinos y de otros países con quienes negociaba) e internamente (estableciendo el control sobre el territorios y comunidades, inclusive indígenas, distantes a sus capacidades de imponer su dominio).

También resultó esencial, lograr establecer un aparato institucional -amparado a un marco jurídico claro-, competente y profesionalizado y ser capaz de generar la producción simbólica del Estado, reforzando los valores de democracia, identidad nacional y sentido de pertenencia. Lejos se estaba en aquellos años, de un concepto más comprensivo de ciudadanía -aún incompleto en nuestros días- en el cual tuvieran cabida, por ejemplo, las mujeres y las diversas étnias del país, en el cual existiera participación en la toma de decisiones que afectan a todos.

Vale por lo tanto finalizar este breve análisis, enfatizando en la necesidad de explicar el pasado, tantas veces estudiado e interpretado, desde una perspectiva que supere la tradicional la acción individual y el corto plazo. En este sentido, la efeméride del 15 de setiembre es una buena ocasión para hacerlo.

 

Claudio Vargas Arias
Historiador, abogado y director de la Escuela de Historia, UCR