Ir al contenido principal

Etiqueta: vulgaridad

De aprendices y absolutistas

Lic. Javier Fco Cambronero Arguedas

Lic. Javier Francisco Cambronero Arguedas, Tomada de: http://www.encuentromunicipal.com/

Faltan 247 días para que el Tribunal Supremo de Elecciones llame a elecciones al pueblo costarricense y podamos votar para la presidencia de la república y la elección de 57 personas diputadas. Si ha sido importante con el paso de la historia, que como costarricenses nos fijemos muy bien a quienes vamos a elegir como nuestros gobernantes y representantes; la actual coyuntura demanda que hagamos un mayor esfuerzo, pues pocas veces en doscientos años de historia, nuestro futuro enfrenta un panorama desolador. Habrá que escoger entre una ruta que permita que sobreviva nuestro régimen democrático, como lo soñaron y construyeron nuestros abuelos, o ante nuestra indiferencia y pereza dejarlo perder y que sea la mediocridad, la vulgaridad y el fascismo los que sustituyan a las buenas formas del entendimiento y de acometer la búsqueda de soluciones a los graves problemas que nos agobian. No dejemos que la desesperanza ahogue nuestra fe y no seamos capaces de discernir en medio del signo de los tiempos. La violencia en todas sus formas ha venido ganando espacio y ella no ha sido un rasgo distintivo de nuestra sociedad y nuestro estilo de cómo vivimos y hacemos cambios a la democracia.

Vemos a superricos intentar gobernar al mundo e inducirnos a adorar el becerro de oro. Ya no se conforman con lo que tienen; lo quieren absolutamente todo y para ello no han dudado en tomar el poder político también, o colocar ingenuos y ambiciosos títeres que se plieguen a sus intereses.

Me aterra ver las formas de concentración de riqueza que han emergido en los últimos tiempos. Semejantes tan sólo a los inicios de la revolución industrial o de la expoliación de los recursos de América por parte de algunas potencias europeas al inicio de la Era Moderna.

Dentro de este contexto me he encontrado con una gran obra que posiblemente pocas personas han podido leer en Costa Rica. Se denomina Frente al Poder, donde su autor, el extraordinario periodista Martin Baron y ex redactor de Miami Herald, Boston Globe y Washington Post. La obra en español tiene menos de un año de publicada.

En una entrevista televisiva efectuada en 2018, sagazmente la octogenaria y brillante periodista norteamericana Lesley Stahl, le preguntó a Donald Trump, por qué insistía en denigrar a la prensa, respondió_ “¿Sabes por qué lo hago? Lo hago para desacreditarlos y menospreciarlos; así, cuando escriban cosas negativas sobre mí, nadie les va a creer”. Ojo, esta cita que planteo, es clave para entender mucho de lo que está ocurriendo en nuestro país.

Durante la campaña política desde octubre 2021 hasta hoy en día, por parte del presidente Chaves y la diputada Cisneros Gallo, rara vez ha faltado un día donde no se haya desacreditado la prensa o apuntar sus baterías hacia algo o alguien; cualquier estrategia de distracción es justificada con tal de evadir los graves problemas que enfrenta el país y la necesidad imperiosa de abocarnos a la búsqueda de soluciones. El ejercicio del poder político no puede ser reducido a un insultante, vulgar y abominable lloriqueo, “de que no se puede hacer nada porque no me dejan”, “o que tales y tales problemas son culpa de…” esa repugnante y patológica forma de reducir el ejercicio del poder a una eterna y estéril campaña política.

En esa pirotecnia discursiva primero se atacó a la prensa, luego a la Asamblea Legislativa, después a la Contraloría, posteriormente a gobernantes anteriores, a la fiscalía y magistrados, presidentes de los supremos poderes… Aún falta posar su atención dislocada y estrambótica, en el TSE. Cosa que probablemente pronto ocurrirá.

En esa enfermiza y delirante conducta, de conducir al Estado de Derecho y el imperio de la ley al límite; el perseguir y catalogar como enemiga a La Nación, al cerrar el Parque Viva (08-VII-22) y al acusar al banquero Baruch de evasión de impuestos ante Tributación Directa (I-23) rayan con saltarse la institucionalidad con baladíes artimañas, y en el plano de la gobernanza política hacen gala de una incapacidad absoluta de liderar procesos de reforma política, no sólo enviando proyectos de ley defectuosos sino además desaprovechando los periodos de sesiones extraordinarias, donde el Ejecutivo posee la iniciativa de ley que la Constitución Política les concede. Allí también Chaves y sus adláteres han mostrado una asombrosa ineptitud. Pretendieron atacar al Grupo Nación y dañar sus inversiones.

Curiosamente desde la campaña política, antes de mayo de 2022, Cisneros y Chaves atacan a un sector de la prensa llamándoles “prensa canalla”. Observen la gran similitud de tal conducta con lo expuesto por Trump en su primera campaña y mandato en EEUU. La Nación, CRhoy, Teletica, son de lo peor para el chavismo; pero esa misma prensa canalla que atacan hoy y mañana también, es objeto de reconocimiento por parte del presidente Chaves cuando el 1 de diciembre de 2022, día de abolición del ejército, al hacer un homenaje a doña Olga Cozza, dueña de Teletica por su aporte a la democracia costarricense. ¿Entonces??!!. Más grave aún, el 12 de marzo de 2024 ante el recrudecimiento de la persecución de la iglesia en Nicaragua, Chaves se resiste de acusar de dictadura al régimen Ortega-Murillo.

Estos perversos deseos de torcer la verdad, de rodearse de secretismos y faltas a la transparencia, hacen que el lobo del fascismo asome sus puntiagudas orejas. Este es un buen momento para recuperar algunos pasajes del texto De Calderón a Figueres, de Eugenio Rodríguez Vega, donde describe algunas de las conductas más deleznables del Calderonismo, en la década de los cuarenta, sobre persecución política y, violación del marco jurídico vigente y atisbos de una especie de estado totalitario.

Aquí no podemos permitir que la democracia muera en la oscuridad. Esta temeraria conducta de violar las normas y soslayar la democracia, puede irremediablemente propiciar que otros se animen a hacer lo mismo, erosionando las normas más mínimas del respeto y la convivencia pacífica. El aumento de lenguaje violento en diversos espacios, de discursos de odio e intolerancia hacia ciertos grupos, como las mujeres o grupos de orientación sexual diversa, son señales de que vamos por mal camino y evidencia un serio retroceso en aspectos que considerábamos que la sociedad ya había superado. Hoy por hoy, los ticos estamos convencidos que el lenguaje utilizado por Cisneros y Chaves incentiva y genera violencia, cada vez vemos más funcionarios del ejecutivo envalentonados utilizando este tipo de violencia verbal.

Volviendo a Trump y su manera de enfrentar a la prensa, a finales de enero de 2020 en 346 preguntas que le fueron hechas en el contexto del avance de la pandemia ocasionada por el COVID-19 -pandemia que no reconoció sino hasta en forma tardía- en 113 de ellas atacó a alguien en sus respuestas. Ese mismo año antes del 2 de noviembre, los expertos habían comprobado 503 falsedades en sus declaraciones. Se constituía en una persona mitómana; en su primer año de presidencia promediaba 6 mentiras al día, pasó a 16 en 2019 y 39 diarias en 2020. Para muchos periodistas “sus mentiras constituían una amenaza cancerosa a la democracia americana”. En nuestro caso, en la tercera semana del mes de enero de este año, acaba el presidente Chaves de presentar un proyecto de ley para eliminar las denominadas pensiones de privilegio, cuando en honor a la verdad, ya la legislación existente contempla topes a las mismas y establece su extinción. ¿Por qué semejante muestra de cinismo?, pues él era ministro de Hacienda cuando en el gobierno anterior se dieron dichas reformas. ¿A quién pretende engañar? Vaya usted a saberlo.

Hoy, no seremos cómplices ni testigos mudos del aumento desmedido de la violencia. Vemos crisis en la Policía de Control de Fronteras, en Vigilancia Aérea, en el Servicio de Guardacostas. Por la terminal de APM en Moín sigue pasando droga en cantidades industriales hacia Europa, mientras la captura de cocaína ha caído en forma estrepitosa. No en vano medios como El País en España, Le Monde en Francia, New York Times en EEUU y El Universal en México, han publicado sendas notas, destacando penosamente en lo que se ha convertido nuestro país en los últimos años.

La renuencia a saldar deudas del estado con la CCSS y a impulsar un verdadero mejoramiento de servicios en salud desde la benemérita institución, es grave y calamitosa.

Los severos daños al financiamiento de la educación pública y la desprotección del agro en la producción de alimentos, alcanza niveles críticos.

Rara vez hemos visto tanta inutilidad e incompetencia juntas. Pareciera que hay una voluntad manifiesta de Cisneros y de Chaves de conducirnos hacia un estado fallido y generar un retroceso en los importantes logros sociales y económicos que hemos acumulado en los últimos cien años de historia. En ese pasado dudo que haya muchas cosas de las cuales debemos arrepentirnos los costarricenses y que sean causa de sonrojo. Todo lo contrario, nuestros sabios abuelos fueron capaces de heredarnos una patria sustentada en la justicia social, progreso y bienestar, donde el trabajo honrado y la preocupación de unos por otros han sido los pilares fundantes. Claro, en esa ruta ha habido imperfecciones, errores y corrupción. Pero esta administración ha perdido la oportunidad de emprender reformas de calado y ha desperdiciado el tiempo mirándose acaso el ombligo. Nuestro acervo moral nos dará la fuerza para emprender dentro del régimen de derecho, las reformas para retomar el sendero de un país más inclusivo, más solidario y que siga generando oportunidades para su juventud, mujeres, combatir la pobreza y la exclusión de forma más eficiente. Poder soñar y construir un futuro mejor para todos, sobre todo los marginados y excluidos a quienes la institucionalidad no puede fallarles; aunado a ello la existencia de partidos políticos que retomen la senda de la formación, capacitación y la generación de propuestas de largo y mediano plazo.

El matonismo, malacrianza y violencia verbal que son las formas que ha seleccionado esta administración para comunicarse, han de ser contrarrestadas con la verdad, las buenas maneras y la decencia. El anhelo de soñar con un pueblo más culto y educado no son negociables. Infamias como tomar recursos destinados a la formación tecnológica de niños y jóvenes de zonas marginales, para pagar una póliza que proteja a los jerarcas de sus torpezas, mentiras y ocurrencias, no debe tener cabida en un país que se precia de democrático y civilista.

La validación que hoy se hace desde varias partes del Ejecutivo para justificar y practicar violencia, agresiones contra ciudadanos, seguir contrarios políticos y agredir brutalmente a la naturaleza, hordas de troles en redes sociales financiados sabe Dios con qué recursos, alabando a ciertos funcionarios púbicos, elevándolos a condiciones de cuasi dioses; sólo evidencia una ruta fascista de pérdida de libertades y de constreñir el espíritu civilista y democrático que hemos cultivado por décadas, para que ahora una gavilla de advenedizos, liderados por un aspirante a monarca, pretendan borrar de un plumazo todo resabio de civismo y democracia, añorando una Carta Magna hecha a su medida, como ya lo han logrado Ortega y Bukele en El Salvador.

Hoy debemos preguntar a Cisneros, a Chaves y sus acólitos: ¿por qué ese morboso deseo de debilitar los cuerpos de seguridad del país? ¿Por qué sospechosamente debilitar la educación pública que ha sido orgullo mundial hasta hace poco? ¿Por qué debilitar la seguridad social al no proveer de más recursos y una adecuada y sana gestión de la CCSS? ¿Por qué temerariamente destinar cada vez menos recursos al combate de la pobreza y la desigualdad a través de limitar becas para estudiantes y reducir los bonos de vivienda?

Para bufones, arlequines e inútiles ya no hay espacio.

Dentro de 459 días habrá nuevos inquilinos en Zapote. Y es con movilizaciones, ideas y argumentos como podrán ser derrotados esos espurios, infames y sedientos deseos de quienes sueñan con más poder y que con ardid confunden lo púbico con lo privado. No olvidemos que Chaves fue electo con una menor cantidad de votos que Alvarado. Y que Alvarado Quesada fue electo con una menor cantidad de votos que Solís Rivera. La desafectación que siente esta generación por lo político debe conducir a una sacudida nacional que nos saque del conformismo, la indiferencia y de cierta modorra tropical, antes de que seamos despojados de nuestros derechos más elementales.

O tendremos allí sentada un persona lacayo de Cisneros y Chaves absolutamente inoperante e incapaz de reaccionar ante los desafíos que la patria demanda. O alguien capaz de reencontrar y renovar la ruta costarricense dentro de un marco democrático y que con sagacidad sabrá liderar, diseñar, discutir y proponer salidas a los atolladeros que hoy nos abruman.

26-I-25

El Chavato

Vladimir de la Cruz

Históricamente, ¿cómo llegaremos a conocer, a definir, o a calificar al actual gobierno de la República? Esta será una discusión de historiadores, sociólogos, politólogos, analistas de las ciencias sociales y económicas, periodistas y comunicólogos, desde ahora hasta los próximos años. Pero, ya se puede ir apuntando en esa dirección, porque se aprecia una ruptura institucional de este gobierno con los anteriores, y del Presidente con sus antecesores, en la forma de trato y abordaje de la crítica política, del control político que se ejerce por los diputados, analistas, periodistas y medios de comunicación, así como por gestores de opinión pública.

Nunca antes, en mi conocimiento histórico, y en la práctica histórica, que me ha tocado vivir, con conciencia de lo vivido, al menos desde el gobierno de Mario Echandi, 1958-1962, se ha dado una situación como la que estamos enfrentando.

Con el gobierno de Francisco Orlich, 1962-1966, en medio de la agudización de la Guerra Fría por el surgimiento de la Revolución Cubana, vivimos restricciones a la libertad de prensa, cuando gobierno proscribió el Semanario Adelante que había impulsado Joaquín García Monge, para darle un espacio a los que habían perdido su voz pública, con motivo de los sucesos de 1948.

En el gobierno de José Joaquín Trejos Fernández se secuestraban libros en las aduanas portuarias, y se establecieron controles migratorios, anticonstitucionales, de impedimento de viajar a Cuba y a los otros países socialistas, de la época, que se mencionaban en un sello que se ponía en los pasaportes.

En ese período, desde 1948 hasta 1970, se impidió el ejercicio electoral de los comunistas, con partido propio.

En el gobierno de Luis Alberto Monge, 1982-1986, en el contexto de la guerra que se impulsaba contra el gobierno sandinista, surgido en 1979, por parte de los Estados Unidos y sus agencias contra revolucionarias sandinistas, se cerró la radioemisora Radio Noticias del Continente, por su línea informativa con el proceso político nicaragüense y de otros países latinoamericanos.

Después de estos eventos no hay registros históricos de gobernantes, o sus gobiernos, en contra de los medios de comunicación, sus periodistas, o en contra y en persecución de quienes, en uso de la Libertad de pensamiento, de palabra, y de expresión en general, haya habido situaciones por las cuales estas libertades se hayan amenazado o se haya actuado institucionalmente para limitarlas, debilitarlas y anularlas fácticamente.

Estos presidentes nunca fueron despóticos en sus actuaciones, irrespetuosos con sus opositores, confrontativos y denigrativos con la prensa o con los periodistas. Tenían su señorío, su distinción política, que les era respetada.

Los rasgos autoritarios y despóticos, del actual Presidente de la República, van marcando y delineando, claramente el carácter antidemocrático que está tratando de establecer, y de ejecutar, con sus actuaciones intimidantes, contra los distintos sectores sociales, políticos y económicos, para avanzar hacia un estado, hacia un régimen de terror institucional, de cercenamiento de libertades, de persecución de personas, de gobernar sin controles públicos ni políticos, con facilidad para la contratación pública sin controles administrativos, debilitando en ese sentido a la Contraloría General de la República, como institución, siendo un organismo auxiliar de la Asamblea Legislativa, que marca el terreno peligroso de la corrupción administrativa cuando se quiere gobernar sin controles, cuando se quiere gobernar impulsando contrataciones directas, concesiones y licitaciones sin controles administrativos, posibilitando en esos negocios públicos, de esa forma, grandes manejos de dineros y posibilidades, igualmente, enormes de aprovechamientos corruptos de esas contrataciones que se desean impulsar de esa manera, como seguramente se hace en muchos países gobernados dictatorialmente, despótica o autoritariamente, que es la marca país que quiere imponerse, con el actual presidente, que en su condición de funcionario internacional, en países de ese tipo, vio y vivió como se gobernaba, y cree que aquí se pude gobernar con esas tradiciones poco republicanas.

La tradición de la Libertad de Prensa, que se asoció en sus inicios a la Libertad de Opinión, de Pensamiento y de Imprenta, desde el primer Jefe de Estado, Juan Mora Fernández, que estimuló la prensa mural, donde lo único que se prohibía es que se dijeran mentiras, calumnias y difamaciones, ha sido un estandarte de nuestro desarrollo democrático.

Con la llegada de la Imprenta, en la década de 1830, se fortalecieron esos derechos, hoy considerados Derechos Humanos.

De aquellos gobernantes, el Dr. José María Castro Madriz, fue quien se convirtió en el gran adalid de estas libertades y derechos.

El Dr. José María Castro Madriz, Jefe de Estado y Presidente que nos dejó una gran obra pública, el 1 de noviembre de 1842 cuando apareció el semanario “El Mentor Costarricense”, marcó los senderos luminosos de la marcha del periodismo costarricense. Dijo, en ese sentido, que “la opinión pública debe ser el oráculo de un gobierno libre y popular; que no puede conocerse bien si no es expresándose bajo los auspicios de la augusta libertad de prensa, y que tampoco puede ilustrarse si no es con la publicación de los pensamientos y el debate de los escritos, de que resulta triunfante la verdad”.

El Mentor Costarricense procuraba instruir al pueblo en sus deberes e informarle sobre los aconteceres más importantes de la marcha del Gobierno por medio de la publicación de sus acuerdos. Para ello también pedía la colaboración de los ciudadanos en la tarea común de la construcción de la Patria.

Fue una época, la del Dr. Castro, en la que la prensa vio aparecer periódicos críticos, que atacaban duramente al Gobierno, como al gobernante. Frente a estas críticas, que algunos de sus allegados querían que se acallaran, reaccionó fuertemente el Dr. Castro Madriz, con los siguientes pensamientos que señalan los ejes rectores del ejercicio de estas libertades y del periodismo nacional, que debemos siempre resguardar. Dijo el Dr. Castro:

“Quiera Dios que durante mi presidencia sean saciadas las hambres de libertad de prensa para que mis sucesores encuentren calmados los ánimos y encauzado, por sí solo, este derecho incontrovertible del hombre a un plano de más elevadas miras…”

“Quiero que mi Patria, ya que no puede ser temida por su fuerza, sea considerada por su justificación y cordura, de modo que sobre cualquier agravio que se le infiera, recaiga el anatema del mundo civilizado. No tenemos escuadras, tengamos la simpatía de las naciones. La civilización del siglo ha definido la libertad política y religiosa, elevándola a dogma de paz y de ventura. Como tal la conozco y sabré acatarla y sostenerla”.

“Creo que la expresión de la verdad, aún la más amarga, conviene al gobernante que como yo, tiene el valor de abdicar ante ella sus errores, y el sincero deseo de tomarla por base de sus actos. Creo, en fin, que toda discusión ordenada y comedida ilustra, y que el lenguaje sólito de las malas pasiones, contra un gobierno que por su legitimidad y rectitud abunda en medios morales de defensa, es impotente”.

“La libertad de la prensa es un derecho consagrado por la ley, y como tal debo respetarlo, cualquiera que sean las consecuencias que de su ejercicio para mí resulten. Quizás su acción en estos momentos no sea favorable para mi Gobierno, desde luego que contra él se esgrimen con no disimulada furia sus armas; pero esa libertad es una de las que a la nación más honran, y andando el tiempo, de las que más habrán de aprovecharle; y entre lo que creo que le conviene a la nación y lo que me conviene a mí, como Jefe de ella, yo no vacilo. Primero y ante todo la nación, y primero el derecho de los ciudadanos a ella, que lo que pudiera convenirme a mí en esta jefatura transitoria, que mucho me honra, pero que para mi corazón y mi espíritu tiene poco de placentero, y sí mucho de mortificante, puesto que ejecutando el bien, según mi conciencia, me expongo a cosechar en perjuicio personal mío males sin cuento. Que sea así en buena o mala hora; pero mi mano no suscribirá jamás nada que pueda ser atentatorio contra derechos que están consagrados por las costumbres, a menos que estos pudieran tener carácter manifiestamente dañino a la moral social, como quedan todavía algunos, cuya desaparición debemos confiar, sin embargo, antes que a nuestra acción coercitiva, a la marcha depurativa y lenta, pero siempre segura, de los tiempos. Para esos somos, antes que mandatarios, educadores de un pueblo que entró hace poco en la pubertad y cuyo espíritu debemos fortalecer adiestrándolo en el ejercicio amplio de sus capacidades sociales, y no debilitarlo, escamoteándole la facultad de realizar, en todos sus campos y con entera plenitud, los que la ley le consagra como legítimos derechos suyos”.

Enfatizo en “antes que mandatarios, educadores de un pueblo”, el deber primero del Gobernante, del jefe del Estado, del Presidente de la República. Hoy no tenemos eso. Lo que se exhibe es un patán presidencial, un pachuco institucional con sello presidencial, cuya conducta y forma de expresión se caracteriza por la vulgaridad, la chabacanería, el facilismo verbal histriónico, dramático y emocional, insensible a las críticas y desaprobación, culpando constantemente de sus malas actuaciones gubernativas, y públicas, y de sus fracasos institucionales a sus opositores políticos, institucionales o partidarios, escritores, periodistas, gestores de opinión, analistas en los diferentes medios informativos.

La situación de ataque sostenido que ha tenido y mantenido, contra la Libertad Prensa, ha hecho que recientemente El Departamento de Estado, de los Estados Unidos, información divulgada el pasado martes, y la Sociedad Interamericana de Prensa, SIP, en su reunión del pasado 19 de abril, concluyeran y coincidieran en que el gobierno del Presidente Rodrigo Chaves Robles, es una amenaza directa al Derecho Humano que cubre la llamada Libertad de Prensa.

En síntesis, ambos informe, señalan los ataques verbales contra la prensa, los epítetos señalados contra ella, “prensa canalla”, “prensa maldita” y “prensa sicaria”. Señalan la intimidación, el acoso, el acoso en línea, la autocensura que provocan sus ataques, por las reprimendas públicas que realiza a periodistas, medios de comunicación, escritores, analistas, funcionarios públicos; por la inseguridad que provocan esos ataques contra periodistas, que ha hecho que algunos medios haya dejado de enviar periodistas a las llamadas mesas de prensa de los miércoles en casa presidencial, por cuanto allí no se sentían seguros en su integridad; por el ataque constante a los poderes públicos, debilitándolos en su imagen y respeto institucional, así como a los funcionarios y miembros de esos poderes, magistrados, jueces y diputados; concentrando la pauta publicitaria en aquellos medios y programas que solo ensalzan el gobierno y evitan las críticas a su gestión; limitando o reduciendo, incluso, el acceso a la información, especialmente la que tiene que ver con la corrupción.

Para la SIP, el presidente Chaves atenta contra la Libertad de Prensa.

De seguir así estaremos ante una nueva forma de ejercer el gobierno en Costa Rica, no una forma democrática republicana, sino una forma autoritaria, despótica, dictatorial tiránica…, sin lugar a duda, dando origen a lo que podríamos llamar el Chavato.

Compartido con SURCOS por el autor.