Héctor Martínez Motiño: a cinco años de su asesinato. Carta al mundo

CARTA DIRIGIDA AL MUNDO

Tamarindo-Guanacaste, miércoles 17 de junio 2020

HÉCTOR MARTÍNEZ MOTIÑO: A CINCO AÑOS DE SU ASESINATO

Crónica de una muerte anunciada, es un clásico de la literatura, publicado en 1981. Forma parte, sin lugar a dudas, una de las obras más realista, dentro de la narrativa latinoamericana. El asesinato de Héctor Martínez Motiño, no difiere en sus circunstancias y hechos, al punto nodal de la novela señalada. Todos saben que lo van a asesinar, Solo que aquí, una señora, la cual todos conocemos, se convierte en la asesina intelectual de este gran compañero de lucha y defensor inclaudicable de los Derechos Humanos y las luchas sindicales de la Universidad, en la que este luchador, laboró hasta el día de su muerte.

Fue hace exactamente 5 años que quisieron apagar la luz de Martínez Motiño, pero sigue irradiando energía por todo Honduras y Centroamérica. Lo enterraron, creyendo que con eso lo sepultaban, pero la intelectualidad honesta, el movimiento estudiantil comprometido, ha hecho de Héctor una semilla que germina aún en la aridez de ese régimen corrupto, asesino y narcotraficante que gobierna a nuestra hermana república de Honduras, bajo la bota asquerosa de Juan Orlando Hernández-JOH.

Claro compañeras y compañeros, déjenme llorar una vez más mi tristeza, permítaseme llenar de lágrimas mi blusa negra, por la muerte de este entrañable amigo y luchador por las causas justas.

Como en la novela citada, todos los lugares son comunes, son nuestros, y pertenecen a nuestra memoria. En el Centro Universitario Regional Litoral Pacífico, en Choluteca —Honduras, la lucha permanente de Héctor Martínez, por la Defensa de los Derechos Humanos, su militancia orgánica en el Sindicato de Trabajadores y Empleados de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras-SITRAUNAH, hoy está presente.

En la novela son los hermanos Vicario los asesinos convictos, aquí al contrario, es la Rectora y sus secuaces los que perpetraron el asesinato de este incansable defensor y activista de los Derechos Humanos.

A JULIETA GONZALINA CASTELLANOS RUIZ, le debe pesar mucho la fecha del 17 de junio de 2015, bajo la escoria de los más sucios intereses y objetivos, fríamente se había diseñado la muerte de este ilustre profesor, sindicalista y defensor de los derechos humanos. Recordemos que Héctor Motiño no tuvo ningún reparo en nombrar con apellidos y funciones a cada uno de sus asesinos(as): Julieta Castellanos, Aleyda Romero, Alina Molina, Rogelio Alvarez. Pero la perversidad del régimen fascista de JOH, guardó ese silencio impune, parecido a la estupidez.

Digamos que, para salvar un poco ese «asco nauseabundo«, como lo señala Horacio Castellano Moya, en su exquisita novela: El Asco, aunque la investigación de este asesinato sigue «una espeluznante travesía», y por qué no decirlo una investigación exhaustiva, la mano negra de la Excretora obliga a que la Fiscalía General, en una actitud cobarde y cómplice haga mutis. Por eso, a pesar de las pruebas fehacientes, y la evidencia absoluta del asesinato de mi amigo entrañable Héctor Martínez Motiño, su caso nunca llegó a los Tribunales de Justicia y la impunidad se extiende sobre el corazón de la Patria de Morazán, como una magra y pesada sombra de fetidez e impunidad.

Agradezco a mi organización, la ACODEHU, todo el respaldo y acompañamiento que, durante estos largos cinco años de dolor, me ha brindado.

Hoy, una vez más alzo mi voz ante el mundo. Espero que en ese latido solidario, la verdad real de los hechos, brille en la bandera blanco, azul y que las cinco estrellas que la forman, compartan este largo luto que vivimos los centroamericanos honestos.

AID me tiraron ID me tumbaron w me remataron ® me silenciaron lb no fueron suficiente it, y sigo presente;- lb pesadillas serán ® los perseguirán

ANA FRANZEN, def. DDHH internacional.
Representante de Héctor Martínez Motiño en vida y en muerte.
ACTIVISTA de DD.HH. — ACODEHU
Correo-e: derechos.humanos@acodehu-ddhh.org

 

Imagen tomada de https://www.solidaritycenter.org/