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La Era Del Algoritmo: La Desinformación Como Herramienta Política

Luis Andrés Sanabria Zaniboni 1

Resumen: La desinformación como herramienta política ha estado presente durante la historia de la humanidad. El engaño ha sido usado para la distracción, desmoralización o convencimiento del adversario, su capacidad de replantear las condiciones con las cuales se interpreta/proyecta alguna idea o proyecto, permite (in)justificar las condiciones y (des)legitimar sus consecuencias, las revelaciones de las acciones de Cambridge Analytica son parte del juego, y no la novedad como analizaremos en este texto.

Es a través de la desinformación en el ámbito político que encuentra cauce la posverdad. Esto esconde un artificio de la comunicación: la propaganda. Los trabajos de Edward Bernays dejan entrever muchas de las estrategias y técnicas que hoy presenciamos, por ejemplo, las narrativas para enaltecimiento o desmoralización, que adecuan los hechos a ideas para crear percepciones a favor o en contra de alguna persona, grupo u objetivo predefinido.

Es con los avances en las infocomunicaciones, que nos encontramos en una encrucijada que difícilmente puede dejarnos indiferentes; la clave se centra en la construcción y aplicación de algoritmos. La informatización de las comunicaciones, la compilación de datos, su estructura e interacción (big data) y la minería de datos han desarrollado un complejo territorio de disputa que siembra desconfianza y desasosiego ante la velocidad de sus cambios y la profundidad de sus consecuencias.

Analizamos el caso de la empresa Cambridge Analytica y su relación con campañas políticas, lo que nos plantea algunas interrogantes a profundizar: ¿Cómo potencian los algoritmos la desinformación? ¿Cuáles dimensiones/condiciones previas y consecuencias presenciamos ante esta relación algoritmos-desinformación? ¿Cuáles son las herramientas/procesos políticos que debemos fortalecer desde una perspectiva de defensa de los derechos de la ciudadanía y la construcción de relaciones democráticas?

“Y recuerden: todos nuestros Ubiks han sido usados exclusivamente de acuerdo con las instrucciones»

Ubik – Philip K. Dick (1969)

«Ultrón nos cree unos monstruos. Lo que está mal en el mundo.

No sólo debemos derrotarlo; sino mostrar que no es así»

Los Vengadores: La Era de Ultrón (2015)

  1. Fake News ¿Lo viejo de lo nuevo?

Hay una matriz de opinión que intenta hacernos pasar las tendencias de las Fake News como elementos propios de una época de redes sociales digitales, impulsadas por un ambiente de interconexión altamente inestable que no puede controlar los flujos de información de todas las personas que intervienen en él, y a razón de esto se dan condiciones ideales para el caos al que asistimos.

Sin embargo tras las revelaciones de Edward Snowden y Wikileaks, conocimos una representación que desnuda nuestra época, diferente a la que se anunció como la tierra prometida de la democratización, donde la amplia difusión de información y el casi nulo control por parte de los centros de poder hizo alucinar a toda una generación, pero terminó siendo un mero espejismo, y más bien el control y orden son parte de la norma, ya que “el avance de la tecnología de la información encarnado por Google anuncia la muerte de la privacidad de la mayoría de las personas y reconduce al mundo al autoritarismo…la erosión de la privacidad individual en Occidente y la consiguiente centralización del poder hacen que los abusos resulten inevitables” (Assange, 2014; 70).

1.1. Cómo potencian los algoritmos la desinformación: ¿Qué hay de viejo?

“La propaganda es el brazo ejecutor del gobierno invisible»

Edwards Bernays

Unas de las principales conclusiones del periodista Gleen Greenwald tras conocer de primera mano las revelaciones de Edward Snowden, fue la necesidad de legitimación de sentidos que necesitan las elites dominantes a través de perjuicios para fortalecer una identidad de exclusión, por esto destacaba que “Las expansiones radicales del poder suelen implantarse así: convenciendo a la gente de que afectan solo a un grupo concreto, diferenciado. Dejando a un lado sus obvios puntos débiles – no nos oponemos al racismo porque va dirigido a una minoría, o nos da igual el hambre porque disfrutamos de abundante comida – , la postura refleja casi siempre cortedad de miras” (Greenwald, 2014; 248).

Una de las formas de construcción de sentidos es a través de la estructura de contenidos que conforma la información, para impactar a través de los diversos canales de comunicación. Las Fake Newsson un claro ejemplo: en lo particular no sólo representan informaciones tendenciosas o manipuladas, sino explícitamente engaños dirigidos. Aquí surge la necesidad de ubicar esta modalidad en un entramado mayor de relaciones de poder, ya que “son informaciones falsas diseñadas para hacerse pasar por noticias con el objetivo de difundir un engaño o una desinformación deliberada para obtener un fin político o financiero” (Amorós, 2018; 35).

Centrémonos ahora en este aspecto: informaciones diseñadas para garantizar objetivos. De esta manera hallamos la presencia de lo viejo: “La Propaganda” un concepto fundamental para el siglo XX, que permite articular las dimensiones de diseño de información para obtención de objetivo(s).

Un personaje clave para entenderla fue Edward Bernays 2 quién contribuyó a la formulación teórica de este concepto, que lo definió como “el intento consecuente y duradero de crear o dar forma a los acontecimientos con el objetivo de influir sobre las relaciones del público con una empresa, idea o grupo” (Bernays, 2010; 33). Hay elementos centrales que debemos tener siempre en consideración cuando pensamos la relación entre Fake News y propaganda, ya que ambas comparten la característica central por la “creación de circunstancias, resaltando actos significativos y escenificando asuntos de importancia” (Bernays, 2010; 142).

Siguiendo a Bernays “La nueva propaganda no sólo se ocupa del individuo o de la mente colectiva, sino también y especialmente de la anatomía de la sociedad, con sus formaciones y lealtades de grupos entrelazadas” (2010; 36). Estos aspectos nos permiten encontrar elementos que relacionan las Fake News como una forma de propaganda, ya que procura relacionarse entre las lealtades de los grupos, y así influir en las posiciones políticas de estos actores a favor o en contra de una determinada concepción, categoría o proyecto.

Lo viejo no termina ahí, las Fake News no desean ser reconocidas como mentiras o información falsa, ni mucho menos intencionada para la obtención de cierto fin, sino todo lo contrario, que sea reconocida como “verdad”. Esta tentación también se desarrolló en las dimensiones de la propaganda durante los períodos de guerra, cuando las diversas agencias gubernamentales de espionaje la llegaron a conocer y clasificar como Propaganda Negra.

Esta modalidad se caracterizó por esconder “su origen detrás de nombres falsos y, habitualmente, da a entender que su origen se encuentra en organizaciones clandestinas dentro del país enemigo que no están necesariamente en contra de su gobierno. Algunas veces finge nacer del público objetivo de las propias autoridades” (Newcourt-Nowodworski, 2006; 21). Esto llama la atención, ya que precisamente una de las características de las Fake News es la desaparición de la fuente y remplazar esto con el uso indiscriminado de criterios (acreditaciones falsas, usar opiniones como criterios técnicos, etc) para justificar la supuesta “veracidad”.

Durante los períodos de guerra, fue habitual su uso para desconcertar y generar errores de información en las líneas enemigas, para capitalizar acciones que de otra forma hubieran sido previstas por los adversarios. Por esta razón el “éxito de la propaganda negra depende de la total ocultación de su verdadero origen” (Newcourt-Nowodworski, 2006; 21), este aspecto es relevante, ya que las Fake News necesitan también ocultar su origen, para no evidenciar sus intenciones.

Cabe mencionar que precisamente unas de las características de las Fake News es su capacidad de validarse como murmullo; la fuente no es importante, sino sólo la impresión que genera. Es así que dentro de su accionar toman relevancia “los rumores, como cualquier otro instrumento de propaganda, se crean con propósitos definidos y concretos com… socavar la moral de este, minar la confianza en sus dirigentes o confundir y engañar… un rumor puede fundarse en la verdad, pero en cuanto empiece a circular ya se habrá librado de su parte verídica” (Newcourt-Nowodworski, 2006; 157-156).

Como hemos podido evidenciar, la propaganda negra y las Fake News encuentran puntos en común ya que ambas procuran como estrategia “dirigirse tanto a los temas como a las personalidades, y que debe estar disfrazada. Antes que crear nuevas dudas y discusiones, debe aprovecharse de las existentes, aproximándose a ellas de manera indirecta. Debe ser dinámica, respondiendo instantáneamente a los cambios que se den. No se valdrá de conceptos abstractos como “patriotismo, libertad o esperanza”. Su mensaje deberá ser concreto e, idealmente, combinar elementos sociales y egoístas” (Newcourt-Nowodworski, 2006; 25).

Este entramado nos lleva a identificar que hay mucho de viejo en las actuales tendencias de las Fake News, pero cabe entonces preguntarnos, ¿qué representa esto para las infocomunicaciones de hoy? La pregunta no es a la deriva, sino que busca evidenciar cómo lograr situar la posición de las Fake News dentro del actual entramado de redes digitales. En estos tiempos que corren a través de las autopistas de la información, hemos llegado a percatarnos que no todo lo que se encuentran es fiable, ni tampoco inocente.

1.2. Cómo potencian los algoritmos la desinformación: ¿Qué hay de nuevo en las Fake News?

Hay un elemento clave para entender esta época, el desarrollo de las tecnociencias en los últimos 60 años y sus implicaciones políticas para nuestras sociedades. Pablo González Casanova nos describe cómo estas tecnociencias, en su dimensión de la información construyen los parámetros disciplinantes de nuestra sociedad:

“las nuevas matemáticas del control o de la información, de la teoría de los juegos, de la investigación de operaciones, de los modelos, las simulaciones y los escenarios, combinadas con los estudios sobre los “dispositivos inteligentes” sobre “ingenierías inteligentes”, sobre “control de la incertidumbre” y de los pasos equivocados; permiten también establecer más redes y más rutas óptimas, así como mejorar y corregir las decisiones en la defensa y creación de una sociedad posible que imponga sus creencias para el dominio de lo que se ha llamado humano” (González, 2005; 387).

Ante esto, es necesario empezar a reflexionar sobre la importancia de ¿Cómo estamos delineando nuestras categorías de percepción y reflexión?, para lograr problematizar: ¿Qué instrumentos están utilizando para delimitar en nuestras sociedades los significados de las mismas?, esto toma relevancia ya que:

«las nuevas teorías sobre la construcción social del conocimiento replantean el problema de la verdad no sólo frente al conocimiento en lo que tiene de ideología, enajenación o colonización, o de mentira, ilusión, auto-engaño, o malicia, sino en relación al conocimiento como verdad construida desde una posición. Si las relaciones importan, la posición es fundamental» (González, 2005; 410).

Esta época se sigue caracterizando por la preeminencia de los procesos informáticos en la construcción de esa percepción de verdad. Por esta razón no es extraño que:

“Las ciencias de la información sirven para mejorar la toma de decisiones y el control de los negocios. Las ciencias de la información, su captación y tratamiento de las informaciones, son “inseparables de los intereses específicos”, como dice Mosse. En ellas se traslucen las contradicciones de lo particular y general. Los “intereses conspiran” para decidir qué versión de la realidad son legítimas” (González, 2005; 189).

Es así como esta época a la que asistimos está siendo reflejo del poder de las elites dominantes, y las tecnociencias representan una de las herramientas más importantes en la disputa por la construcción de su legitimidad, es así “cómo tecnologías y como ideologías, las tecnociencias y las ciencias de la complejidad han contribuido, más allá de cualquier predicción, a reestructurar el poder y eficacia de las súper potencias y de las macro-empresas” (González, 2005; 393).

  1. Algoritmos y desinformación… Pero ¿Cómo llegamos a esto?

“Ante el descontento social, las autoridades suelen tener dos opciones: apaciguar a la población

con concesiones simbólicas o reforzar el control.»

(Greenwald, G. 2014; 221)

En el marco de los procesos descritos anteriormente sobre las ciencias de la información y las nuevas matemáticas, se ha impulsado un campo de diseño y profundización que viene marcando nuestra época, precisamente por la alta dependencia cotidiana y la entrega de procesos claves de nuestras sociedades, desde el respaldo de información hasta un extremo por ejemplo como la gestión de producción de los alimentos, lo que lleva a pensar que el mundo informático está delineando nuestra época, y la clave para su desarrollo es el “algoritmo”.

Su definición parece simple: se trata de una secuencia de instrucciones que representan un modelo de solución para determinado problema. También puede considerarse un conjunto de instrucciones que siguiendo en orden se obtiene la resolución de un problema.

Sin embargo, la situación se complejiza ya que para el desarrollo de los algoritmos es necesario conocimientos en informática avanzados y la mayoría de los existentes se encuentran protegidos por las leyes de derecho de propiedad intelectual, lo cual en primera instancia nos impide conocer cuál es la secuencia de instrucción. Este es un elemento clave para comprender de qué posición parte, cómo determina el orden y los resultados, que criterios utiliza para esto y cuáles son las relaciones que establece.

Una vez puesto en marcha el algoritmo “las máquinas de procesamiento de datos filtran nuestros datos por su cuenta, buscando nuestro hábitos, esperanzas, temores y deseos. Con el aprendizaje automático, un campo de inteligencia artificial de rápido crecimiento, el ordenador se sumerge en los datos y sigue sencillas instrucciones básicas. El algoritmo encuentra patrones por sí solo y después, con el paso del tiempo, los conecta con los resultados” (O´Neil, 2017; 95-96).

Precisamente aquí encontramos el elemento central del por qué es fundamental la construcción de esa secuencia de instrucciones, ya que el algoritmo puede re-construir su ordenamiento a través de la interacción/recopilación de los datos almacenados no sólo para encontrar patrones, sino también crearlos.

Por esta razón el mundo actual de las infocomunicaciones, en su deriva informática son altamente “opacas, nadie las cuestiona, no dan ningún tipo de explicaciones y operan a tal escala que clasifican, tratan y “optimizan” a millones de personas. Al confundir sus resultados con la realidad sobre el terreno, la mayoría de ellas crean bucles de retroalimentación perniciosos” (O´Neil, 2017; 21).

Este bucle de retroalimentación se caracteriza precisamente por las consecuencias que traen consigo los filtros personalizados que “pueden perturbar de dos maneras importantes nuestro equilibrio cognitivo entre el fortalecimiento de nuestras ideas existentes y la adquisición de otras nuevas. En primer lugar, el filtro nos acerca con ideas con las que ya estamos familiarizados… En segundo lugar, eliminar de nuestro entorno algunos elementos claves que nos hacen querer aprender” (Pariser, 2017; 89).

Llegando a este punto encontramos el riesgo que estamos viviendo: la articulación entre las Fake News entendidas como propaganda y la utilización de algoritmos para crear una mayor difusión/influencia de estas mismas a través del uso del big data, es este escenario en que nos describe “el moderno marketing orientado al consumidor ofrece a los políticos nuevas vías para decir a grupos concretos de votantes lo que saben que esos electores quieren oír. Y cuando lo hacen, es más probable que dichos votantes acepten la información tal y como se la presentan porque confirma sus creencias anteriores, un fenómeno que los psicólogos llaman sesgo de confirmación” (O´Neil, 2017; 232).

Esta mezcla entre una infraestructura técnica capaz de generar vinculaciones a discreción y la intencionalidad política de engañar a través de contenidos tendenciosos o manipulados para favorecer de manera explícita a actores, que además pueden adquirir esta infraestructura como un servicio de comunicación estratégica, abre un escenario para plantearnos la desinformación como una herramienta política de posverdad, un desafío que adquiere dimensiones antes insospechadas.

2.1. Algoritmos y desinformación: ¿Quiénes pueden hacerlo?

“Si [el espionaje] se lo permitimos a los miembros de la sociedad más privilegiados por su riqueza,

política o poder militar, y no encontramos maneras de subordinarlos al público,

dejamos de ser sus socios, solo somos sus súbditos.»

Edward Snowden

Las secciones anteriores nos dan una descripción detallada de la relación entre la propaganda y las Fake News como herramienta política para la desinformación, ya que ambas expresiones representan dos lados de la misma moneda de la posverdad (distorsión intencionada de la realidad para beneficio de un grupo), pero ¿Cómo relacionar esto con los algoritmos?

Cómo se citó anteriormente, la propaganda procura la obtención de objetivos para una persona, grupo, empresa o Estado, y hoy se diversifican las herramientas de difusión y persuasión para favorecer estos fines ya que, dentro de la evolución de las tecnociencias, aparecen empresas, organizaciones y unidades estatales especializadas en el aprovechamiento de las potencialidades de las dinámicas que se permiten a través del big data.

Para aprovechar estas potencialidades, se requiere de una importante infraestructura. La constitución de Google o Facebook son claros ejemplos de la re-dimensión que adquieren las empresas dentro de este marco, su complejidad y dinámicas las vuelven altamente opacas para un gran sector de la sociedad.

Sin embargo, no sólo este tipo de empresas/organizaciones surgen, sino también aquellas dedicadas a la minería y análisis de datos (que permiten la optimización del big data), que tienen cómo activo principal el promover la posición/influencia de determinados clientes (partido político, empresas, etc), lo que podríamos identificar como una modalidad de “Relaciones Públicas” (otro nombre que obtuvo la Propaganda tras su paso por el siglo XX).

Estas empresas procuran a través de la obtención/creación de bases de datos de usuarios de plataformas y redes sociales, generar estrategias de comunicación para hacer llegar determinados mensajes con el fin de influir y persuadir sus concepciones y percepciones, según el interés del cliente. Esto se logra gracias al amplio conocimiento de cómo funcionan las redes de algoritmos existentes para trabajar el big data, para que les permiten influir y transformar a su conveniencia los flujos existentes de información.

Un claro ejemplo, es la existencia de un mercado de redes a través de bots 3, trolls 4 y cibertropas 5 a servicio de estas estrategias, que responden en muchos casos a “Perfiles automatizados…sus acciones son la parte más compleja de todo este proceso, y la más difícil de probar, por la dificultad de acceder a los algoritmos y los datos que almacenan de cada usuario las grandes empresas digitales” (Alandete, 2019; 145), la complejidad que representan estas empresas/organizaciones, son que al mismo tiempo son maquilas de intervenciones, donde para evitar la identificación como plataformas robotizadas, tienen participantes humanos para disimular los tipos de intervenciones, y así generar la percepción que su actividad es humana y no artificial.

Lo importante de la infraestructura que ofrecen estas empresas/organizaciones recae en la capacidad de reproducción y distribución de información que ofrecen en base al tratamiento a través de algoritmos sobre el big data, la posibilidad de generar interacciones sobre su mismo contenido es la llave para influir en el posicionamiento, ya que “Los algoritmos de Google, Facebook o Twitterson los encargados de canalizar y discriminar esa información, que tiene una vida propia después de haber sido publicada. La clave es la viralidad, la capacidad de hacer reaccionar a los lectores, que compartan esas noticias y ayudan en su difusión, muchas veces atendiendo, como se ha visto, sólo al titular o una imagen” (Alandete, 2019; 109).

Todos estos elementos generan la infraestructura perfecta para la constitución de plataformas para la difusión de Fake News con objetivos políticos de desinformar. El caso de Cambridge Analytica que veremos a continuación, es un caso paradigmático por la simplicidad de su accionar, pero la complejidad de sus relaciones.

2.2. Algoritmos y desinformación: Dura y pura propaganda en el siglo XXI

Debemos comprender que “la sociedad de la información era, para la clase dominante, poco más que un conjunto enorme de datos libres de fluir hacia sus centros de datos privados, desde donde se integraban en un sistema inteligente que después actuaba como una herramienta del todo útil de control mediante provisión de servicios de pago” (Cancela, 2019, 400).

Lo anterior quedó ejemplificado cuando en el año 2018 las investigaciones de varios medios de prensa estadounidenses y británicos revelaron que Cambridge Analytica 6 ofrecía a sus clientes el desarrollo de campañas electorales “sucias”, esto por medio de la obtención y el uso de datos personales de millones de usuarios de Facebook, esta información era procesada para diseñar campañas psicográficas (basadas en la personalidad, estilo de vida, intereses, aficiones y valores), ofrecieron así, la posibilidad de generar productos para públicos específicos al segmentar los contenidos y enfoques.

Precisamente, esto fue posible gracias a la minería de datos que habían obtenido de manera legal (compra de bases de datos) e “ilegal” (utilización de aplicaciones para aprovecharse de huecos de seguridad sin el consentimiento de las personas que participaban en la aplicación), lo cual les permitió conocer y utilizar información de los usuarios para generar contenidos que favorecieran las posiciones de su cliente, mediante la generación de contenido no necesariamente verificable, para influir de manera directa sobre las percepciones del público a través de campañas sucias, por ejemplo el envío de noticias manipuladas o inventadas, publicaciones desde perfiles falsos, y otros como instrumentos de persuasión.

Esta información que recopiló Cambridge Analytica le permitió saber cuál debía ser el contenido, tema y tono de un mensaje para persuadir de forma casi individualizada a cada persona, esto lo aprovechó para generar contenidos de Fake News expresando enfoques que reforzaron e incitaron las creencias de las personas objetivo, aprovechando para capitalizar las tendencias racistas, islamofóbicas o homofóbicas entre otras, precisamente distorsionando hechos, inventado relatos o testimonios.

Para comprender el contexto de esta empresa, es relevante saber que el propietario de Cambridge Analyticaes Robert Leroy Mercer un multimillonario estadounidense que logró amasar su fortuna a través de su incursión en los fondos de alto riesgo en los mercados financieros, debido a sus estudios en ciencias de la computación, ya que su incursión a este mundo lo hizo a través del diseño y puesta en práctica de algoritmos para influir en los mercados financieros, por lo cual como lo señalábamos más arriba, nada es inocente.

Sumado a lo anterior, vale señalar que después de este escándalo de 2018, Cambridge Analytica cerró, pero inmediatamente crearon otra empresa para los mismos propósitos llamada Emerdata Ltd.

Es así como se “reforzó un nuevo mito, donde los datos no eran una propiedad entendida como un bien común, sino como un conjunto de información que permitía a la clase dominante manejar a las masas de manera inteligente para mantenerlas recluidas en lo más profundo de la caverna” (Cancela, 2019, 401).

  1. Desinformación como arma política ¿Qué podemos hacer ante ello?

Diálogo improbable:

George Orwell 7: “Hasta que no tengan conciencia de su fuerza, no se rebelarán, y hasta después de

haberse revelado, no serán conscientes. Ese es el problema.»

William Randolph Hearst 8: “Si no pasa nada, tendremos que hacer algo para remediarlo:

inventar la realidad.»

George Orwell: “En tiempos de engaño universal, decir la verdad es un acto revolucionario.»

William Randolph Hearst: “Usted suminístreme las ilustraciones, que yo le suministraré la guerra.»

George Orwell: “Toda la propaganda de guerra, todos los gritos y mentiras y odio, provienen

invariablemente de gente que no está peleando.»

Una vez llegados aquí, un primer elemento que debemos cuestionarnos es como están construyendo y presentan contenidos, que están poniendo en riesgo nuestras sociedades a través del uso de algoritmos para la difusión de desinformación con objetivos políticos, llegando a construir “conexiones entre big data, portales creadores de mentiras y rumores, millonarios de extrema derecha y partidos políticos ultras están construyendo una internacional del odio” (Monedero, 2018; 197).

Una primera aproximación para reconstruir esta ofensiva es identificar las formas como se presentan las Fake News, para este motivo presentamos la Tabla No. 1 donde se destacan algunas de las formas más utilizadas en la construcción de noticias falsas:

·                     Información inventada: contenido completamente falso.

·                     Información manipulada: distorsión de información o imágenes reales, por ejemplo, un titular en términos sensacionalistas, que acaba popularizándose con más clics.

·                     Información de fuentes falsas: suplantación de fuentes por impostores, por ejemplo, con el uso de la imagen corporativa de una agencia informativa.

·                     Información malintencionada: mal uso de información, por ejemplo, disfrazando un comentario de opinión como un hecho.

·                     Contexto o conexiones falsos: Información real que se comparte con información contextual falsa, por ejemplo, cuando el titular de un artículo no refleja el contenido de este.

·                     Sátira parodia: información humorística se presenta como si fueran ciertas. Aunque no se caracteriza habitualmente como noticias falsas, esta categoría puede engañar a los lectores de forma mal intencionado.

Tomado de: Alandete, D. (2019) Fake News: La nueva arma de destrucción masiva. Deusto. Barcelona. Pp 162-163

 Tabla No – 1. Algunas formas en que se presenta la desinformación

Este aporte detallado en la Tabla No. 1 es relevante, ya que nos ofrece una clasificación para generar matrices de análisis para la lectura de medios, nos permite tener varias dimensiones de escrutinio de las informaciones que recibimos a diario.

Como comentamos, las Fake News están intencionadas para el engaño, esto profundiza la confusión e invisibilización de las relaciones, y los intereses que la promueven – en un sentido u otro – ponen en evidencia la tarea pendiente por una democratización de las relaciones de poder en estos ámbitos de producción y difusión de los conocimientos, ya que una de las consecuencias que estamos viviendo es la incapacidad de dudar y plantear los cuestionamientos sobre los canales de información que recibimos.

La introducción de la duda en nuestros procesos personales y colectivos se vuelve fundamental para la interpretación no sólo de la información que recibimos, sino también de sus canales, pero no de una manera mecánica, sino de forma tal que “la pregunta no puede limitarse al ámbito de la pregunta por la pregunta misma. Lo importante es relacionar, siempre que sea posible la pregunta y la respuesta con acciones que fueron realizadas o con acciones que pueden llegar a ser realizadas o que pueden volver a realizarse” (Freire y Faundez, 2013; 73) en torno por ejemplo a ¿Quién enuncia?, ¿Cómo se distribuye ese enunciado? ¿Qué relación tiene con nosotros/as? ¿Cómo nos afecta? y ¿Por qué dice eso? ¿A favor de qué o de quién? ¿En contra de qué o de quién?

3.1. Mediación pedagógica y los desafíos para estar en el mundo

Otro aspecto para la disputa de estas relaciones de poder y la necesaria construcción de sentidos, pasa por la medida que logremos reconocerlas, ya que sólo cuando “penetremos en las resistencias para entenderlas y vamos conociendo mejor las expresiones culturales y el lenguaje de las clases dominantes, logramos entender también cómo encarna la ideología dominante, cuáles son los vacíos que no consigue llenar o que sólo aparentemente y en función de la resistencia de las clases populares” (Freire y Faundez, 2013; 84).

Esto pasa por la re-invención de nuestras prácticas, la necesidad por construir un pensamiento crítico, no sólo individual, sino también colectivo que contribuya así a una “comprensión del sentido común de las clases populares – cómo interpretan su papel en el mundo, en la historia, cómo se ven en su relación con los liderazgos políticos -, la comprensión crítica de sus sueños, todo eso es indispensable para cualquier esfuerzo de lucha por la transformación de la sociedad” (Freire y Faundez, 2013; 84).

Como hemos visto, la relación entre desinformación y las personas se capitaliza precisamente sobre los gustos y preferencias, ante la ausencia del diálogo y acercamiento que persiste en nuestras sociedades, da como resultado el no entendimiento entre las personas, y permite dejar por la libre el espacio la interacción y persuasión a agentes que promueven intencionalmente la exacerbación de miedos y prejuicios.

Esto nos compromete a volver a analizar críticamente los procesos de construcción de sentido y diálogo en los que participamos, para constituir prácticas de mediación pedagógica en nuestras acciones e intervenciones que democraticen y cuestionen desde los propios lugares que viven y sienten las relaciones explicitas e implícitas que han desarrollado, para profundizar una re-lectura de sus percepciones y aspiraciones.

Estos acercamientos deberían partir de las realidades, necesidades y esperanzas de quienes participamos, vinculado al desafío de aprendizajes críticos para ser y estar en el mundo.

3.2. Disputar la comunidad en la era del Algoritmo

Hoy asistimos a procesos en los cuales la comunicación se transforma “en industria pesada. Cuando el poder económico pasa de quienes poseen los medios de producción a quienes tienen los medios de información, que pueden determinar el control de los medios de producción, hasta el problema de la alienación cambia de significado. Frente al espectro de una red de comunicación que se extiende y abarca el universo entero, cada ciudadano de este mundo se convierte en miembro de un nuevo proletariado” (Eco, 2010).

Esta lucha por la comunicación no pasa por la visión de censura, sino por el desafío de una lectura crítica de la realidad y las dimensiones en disputa de la comunicación, partiendo que:

“La batalla por la supervivencia del hombre como ser responsable en la Era de la Comunicación no se gana en el lugar de donde parte la comunicación sino en el lugar a donde llega. (…) precisamente en el momento en que los sistemas de comunicación prevén una sola fuente industrializada y un solo mensaje, que llegaría a una audiencia dispersa por todo el mundo, nosotros deberemos ser capaces de imaginar unos sistemas de comunicación complementarios que nos permitan llegar a cada grupo humano en particular, a cada miembro en particular, de la audiencia universal, para discutir el mensaje en su punto de llegada, a la luz de los códigos de llegada, confrontándolos con los códigos de partida” (Eco, 2010).

Por esta razón cobra fuerza la necesidad de la democratización de los espacios de socialización, la toma del espacio físico y público para el intercambio y contraste de ideas. Un ejemplo lo encontramos en las experiencias de la comunicación comunitarias, estas experiencias nos aportan algunos principios para fortalecer las prácticas comunicativas, que pueden servir de guía para construir matrices de análisis que favorezcan no sólo el cuestionamiento, sino la construcción de otras formas de comunicación que respondan a prácticas democratizadoras, en la Tabla No. 2 podemos encontrar algunas acciones para profundizar las acciones en este sentido:

·                     Empoderar nuevos liderazgos, en especial de jóvenes y mujeres. Es necesario que no sean “los mismos de siempre” los que hablen y participen en todas las actividades.

·                     Promover espacios de diálogo, intercambio de conocimientos, información y saberes, para reflexionar y compartir nuevos problemas y propuestas.

·                     Rescatar las culturas, tradiciones y conocimientos populares y ancestrales.

·                     Llevar las voces de la comunidad hasta las instancias donde se ejerce el “poder”, como el estado o las empresas.

·                     Motivar a la acción comunitaria: ser el cambio, ser el mundo que soñamos. Comunicar no se trata solo de hablar y hablar, se trata de involucrarnos en acciones para transformar el mundo que habitamos.

·                     Partir de la realidad, necesidades e intereses de la comunidad. Escuchemos a nuestras vecinas, nuestros compañeros. Todos y todas cuentan.

·                     Recuperar y respetar las diferencias y la diversidad de personas, opiniones, edades, ideas. La diversidad nos enriquece, nos hace fuertes y nos enseña.

·                     Integrar la perspectiva feminista como eje transversal. Las mujeres siempre en igual condición de participación que los hombres, tanto en los contenidos como en el equipo de producción.

·                     Incentivar relaciones armoniosas en las que está bien que no siempre estemos de acuerdo.

·                     Garantizar la sostenibilidad económica y política de los procesos de comunicación. Cada cierto tiempo debemos preguntarnos de nuevo qué deseamos aportar a nuestra comunidad y al mundo, y con qué recursos vamos a lograrlo.

Tomado de: Rojas, G., L.León., F. Pomareda. (2018) Comunicación Popular para la Defensa de las Autonomías. Guía Metodológica para la incidencia pública y política. Voces Nuestras. San José. Pp 5.

Tabla No. 2 – Comunicación Comunitaria

Estas prácticas comunicativas presentadas en la Tabla No.2 anterior contribuyen a re-pensar las perspectivas, enfoques, la relevancia de construir nuestras propias formas de verificación de códigos y problematizar la interpretación de los mensajes que recibimos, son formas-modos que nos desafían a contribuir con prácticas al ejercicio de la comunicación como derecho, entendiendo esto en un amplio espectro de acción (medios impresos, radial, digital, etc).

La disputa que han abierto las Fake News a través de la ampliación de espectro de la desinformación, hace resaltar la importancia de estas prácticas comunitarias, ya que como señala Griselda Sánchez, su capacidad no depende de “la potencia del transmisor, sino con el hecho de representar intereses comunitarios compartidos, sea de una pequeña localidad en el campo, de una gran ciudad, un barrio, un sindicato, una comunidad universitaria, una cooperativa, una organización ecologista, etcétera. Pero no basta con representar estas preocupaciones: las radios comunitarias son participativas, el micrófono está abierto a todos, sin importar que se tenga o no un título de periodismo o de locutor” además nos señala la importancia de “los contenidos locales, la pertinencia lingüística y cultural. La programación debe responder a cualquier inquietud, grande o chica, y reflejar la realidad y cotidianidad de la gente” (Sánchez, 2016; 28).

Este acumulado de perspectivas y prácticas, nos refuerza que en los tiempos actuales:

«Podría suceder que estas formas no industriales de comunicación (de los love-in a los mítines estudiantiles, con sentadas en el campus universitario) pudieran llegar a ser las formas de una futura guerrilla de las comunicaciones. Una manifestación complementaria de las manifestaciones de la comunicación tecnológica, la corrección continua de las perspectivas, la verificación de los códigos, la interpretación siempre renovada de los mensajes de masas. El universo de la comunicación tecnológica sería entonces atravesado por grupos de guerrilleros de la comunicación, que reintroducirían una dimensión crítica en la recepción pasiva. La amenaza para quienes the medium is the message podría entonces llegar a ser, frente al medio y al mensaje, el retorno a la responsabilidad individual. Frente a la divinidad anónima de la Comunicación Tecnológica, nuestra respuesta bien podría ser: «Hágase nuestra voluntad, no la Tuya.»” (Eco, 2010).

Ante las Fake News que se potencian a través de la era del algoritmo como un horizonte amenazante que nos impone la posverdad de las elites dominantes, se levanta la posibilidad y la necesidad de profundizar la democratización real de la comunicación como derecho humano, partiendo de prácticas de educación y comunicación popular que nos permitan construir aprendizajes para ser y estar en el mundo.

  1. Más que «conclusiones», una hoja para el debate

“Si la prensa no habla

Nosotros damos los detalles

Pintando las paredes

Con aerosol en las calles”

Multiviral – Calle 13

Este apartado tiene como objetivo más que concluir algo, ser una invitación a profundizar algunos ejes temáticos para debatir, con el propósito de contribuir a mejores prácticas de lectura y análisis de nuestras realidades, pero también generar espacios de acción a partir de articulaciones comprometidas con las transformaciones de esas realidades.

4.1. Al respecto de las Noticias falsas:

  • no son un fenómeno nuevo en el campo político, representa una estrategia impulsada por actores con el fin de influenciar la percepción a partir de objetivos determinados.
  • en lo particular no sólo representan informaciones tendenciosas o manipuladas, sino explícitamente engaños dirigidos a públicos específicos.
  • no desean ser reconocidas como mentiras o información falsa, procuran ser reconocidas como “verdad”.
  • la característica dominante es la desaparición de la fuente y remplazar esto con el uso indiscriminado de criterios (acreditaciones falsas, usar opiniones como criterios técnicos, etc) para justificar la supuesta “veracidad”.

4.2. ¿Cómo potencian los algoritmos la desinformación?

  • hay una alta dependencia cotidiana a los procesos informáticos, desde la entrega de información personal hasta procesos complejos financieros, esto favorece un desmedido espectro de influencia de los algoritmos.
  • el algoritmo como herramienta puede re-construir su ordenamiento a través de la interacción/recopilación de los datos almacenados, lo que le permite no sólo encontrar patrones, sino también crearlos.
  • el universo que abre su uso de algoritmos, sumado al uso de patentes para su protección, permite la confusión e invisibilización de las relaciones de poder existentes, y así ocultar los intereses que los promueven.
  • gracias a la capacidad de segmentación y personalización de los mensajes, crea escenarios propicios para reforzar los sesgos de confirmación de las personas que reciben los mensajes y crear bucles de retroalimentación que inhibe la problematización de los contextos que viven.

4.3. ¿Qué proponer al debate?

  • profundizar elementos y prácticas que favorezcan las capacidades de dudar y plantear los cuestionamientos sobre los canales y códigos de las informaciones que recibimos.
  • debemos tener como horizonte de disputa no sólo el lugar donde se emite el mensaje, sino también los espacios donde se reciben, nuestras familias, nuestras diversas comunidades (estudio, trabajo, etc.) ya que ahí es donde interactúan los diversos procesos de construcción de sentidos.
  • visibilizar no sólo las diversas relaciones de poder explicitas en nuestros contextos, sino también aquellas implícitas en las prácticas cotidianas, esto para favorecer formas de profundizar la re-lectura desde las propias percepciones y aspiraciones.

¿Cómo es nuestra lectura de este mundo hoy? Este debate abierto hace un llamado urgente a volver a re-mirar el mundo que nos rodea, ese donde vivimos y sentimos, para seguir desafiando nuestros aprendizajes ante los retos que nuestras realidades nos presentan.


[1] Costarricense. Licenciado en Relaciones Internacionales por la Universidad Nacional de Costa Rica. Investiga sobre epistemologías del sur, metodologías participativas y los desafíos de la Educación Popular en la formación política. Actualmente trabaja en el Centro de Estudios y Publicaciones Alforja de Costa Rica y colabora con el Consejo de Educación Popular de América Latina y el Caribe (CEAAL). Correo electrónico: luis@cepalforja.org.

[2] Edward Louis Bernays (1891–1995): Publicista, periodista y creador de la teoría de la propaganda y las relaciones públicas. Su principal obra es Propaganda publicada en 1928.

[3] Programa informático que realiza automáticamente tareas repetitivas en espacios de internet.

[4] Persona que publica mensajes provocadores o irrelevantes en una comunidad en línea (foro de discusión, sala de chat, comentarios de blog, entre otros) con la intención de provocar reacciones negativas por parte de los demás usuarios.

[5] Acción combinada de cuentas digitales de personalidades influyentes, trolls, bots y seguidores regulares para generar reacciones sobre determinado tema.

[6] Fue una compañía británica creada en 2013 perteneciente al conglomerado Strategic Communication Laboratories de origen estadounidense. Empresa dedicada a la minería de datos y el análisis de datos para la comunicación estratégica en procesos electorales. Cesó operaciones en 2018 tras un escándalo por la obtención ilegal de datos personales de usuarios de Facebook en 2014.

[7] George Orwell (1903-1950): escritor y periodista británico, comprometido con procesos de luchas sociales especialmente contra los procesos de totalitarismos. Se le conoce especialmente por sus obras de “Rebelión en la Granja” y “1984”, pero desarrolló una carrera muy fructífera como ensayista.

[8] William Randolph Hearst (1863-1951): periodista, empresario, político y magnate de la prensa estadounidense, es conocido como uno de los más poderosos personajes de la escena política y empresarial de su época. Se le conoció como una persona sin escrúpulos para utilizar todos los medios posibles con el fin de garantizar su posición e interés, la más recordada es su intervención para garantizar la Guerra Hispano-estadounidense y beneficiarse de la primicia para sus medios.

Referencias Bibiográficas

  • Alandete, D. (2019). Fake News. La nueva arma de destrucción masiva. Barcelona: Editorial Deusto.
  • Amorós, M. (2018). Fake News La verdad de las noticias Falsas. Barcelona: Plataforma Editorial.
  • Assange, J. (2014). Cuando Google encontró a Wikileaks. Madrid: Clave Intelectual.
  • Bernays, E. (2010). Propaganda. España: Melusina.
  • Cancela, E. (2019). Despertar del Sueño Tecnológico. Crónica sobre la derrota de la democracia frente al capitalismo. Madrid: Akal.
  • Eco, U. (15 de abril, 2010). Para una guerrilla semiológica. Aporrea. Recuperado de: https://www.aporrea.org/medios/a98858.html
  • Freire, P. y A. Faundez (2013). Por una pedagogía de la Pregunta. Buenos Aires: Siglo Veintiuno Editores.
  • Gonzalez, P. (2005). Las nuevas ciencias y las humanidades. De la Academia a la Política. México: Anthropos. Instituto de Investigaciones Sociales UNAM.
  • Greenwald, G. (2014). Sin Lugar donde esconderse. Colombia: Ediciones B.
  • Monedero, J. (2018). La izquierda que asaltó el algoritmo. Madrid: Catarata.
  • Newcourt-Nowodworski, Stanley (2006) La propaganda negra en la segunda Guerra Mundial. Madrid: Algaba Ediciones.
  • O´Neil, C. (2017). Armas de destrucción Matemática. Capitan Swing. Madrid.
  • Pariser, E. (2011). El Filtro Burbuja. Cómo la red decide lo que leemos y lo que pensamos. Barcelona: Taurus.
  • Rojas, G., L. M. León., F. Pomareda (2018) Comunicación Popular para la Defensa de las Autonomías. Guía Metodológica para la incidencia pública y política. Voces Nuestras. San José.
  • Sánchez, G. (2016). Aire no te vendas. La lucha por el territorio desde las ondas. Oaxaca: IWGIA.

 

Imagen ilustrativa, tomada de http://www.resumenlatinoamericano.org/

Compartido por el autor con Alianza por una Vida Digna.

Fuente: http://www.sinergiased.org/

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ENTRE NOS Y EL MUNDO

José Manuel Arroyo Gutiérrez

No hay persona más dañina que la que llega a un puesto de poder sin tener los méritos y la conciencia requeridos. El destino de empresas, instituciones y naciones depende de las manos –expertas o torpes, virtuosas o viciosas- en las que caigan.

El estado de salud de una organización, o de todo un país, se mide por la prudencia y auto-contención que tengan quienes ejercen autoridad sobre los demás y tienen la fuerza, de hecho o derecho, de imponer sus criterios.

El asunto es más delicado con los centros de poder de alcance general, cuando padecemos, como simples ciudadanos, una sesión de la Asamblea Legislativa, o una discusión de Corte Plena, o nos enfrentamos a una decisión del Consejo de Gobierno. Con harta frecuencia se abusa del uso de la palabra y de la potestad decisoria. En el actual Parlamento, por ejemplo, se proponen e impulsan verdaderas ocurrencias, se manosean derechos e instituciones esenciales para la democracia, se confunde control político con altanería e irrespeto y se pretende forjar carreras políticas a golpe de amedrentamientos a jueces u otras autoridades públicas.

No parece importar ni el interés general ni el bien común a la hora de opinar y decidir. Estos espacios donde se ejerce poder y que por naturaleza deberían ser prudentes, pedagógicos y creadores de civismo y civilidad, le quedan debiendo mucho a la ciudadanía.

Prima el egoísmo de los intereses particulares, los propios y los del círculo cercano: familiar, de amigos, colegas y compañeros, cuando no de auténticos cómplices. Nos enfrentamos todos los días con legisladores muy valientes para golpear asalariados y pensionados, pero cautos hasta la parálisis frente a los verdaderamente poderosos.

La mayoría de los medios de comunicación han hecho de la descalificación al Estado y sus instituciones su razón de ser. De manera cotidiana y sistemática son atacadas la salud y la educación públicas en palmario apoyo a los sectores privados que usufructúan de estas actividades estratégicas. Se descalifica y ataca todos los días al Poder Judicial, las entidades encargadas de la energía y las universidades públicas, en evidente afán por debilitar la misión democrática esencial que prestan. En el fondo, una judicatura independiente e imparcial, un control energético equitativo, así como una docencia e investigación científica y crítica, resultan intolerables para una visión del mundo que sólo piensa en mercado, calificadoras internacionales, competitividad y lucro desenfrenado.

Hay un completo abandono del difícil arte de la representación política. Abocados a legislar y decidir para sí mismos y para el aplauso de la gradería, se ensancha la brecha entre representantes y representados. Corre peligro todo el sistema institucional y se pierde fe en la democracia. Es el reino de la demagogia allanándole el camino a la dictadura.

Todos los afanes de la Historia por encontrar equidades, controles y solidaridades mínimas, vuelven cíclicamente a verse sometidos a cuestionamientos irracionales e irresponsables.

Las muchedumbres, cansadas de una tierra prometida que nunca alcanzan, se tiran a las calles. Reclaman con buenas razones y mucha rabia largamente contenida su lugar en la mesa del reparto. Terminan arrebatando el plato del día, el techo que las proteja, la parcela que siembran y el salario y las jubilaciones dignas. Al final de cuentas, reclaman el derecho a no tener que endeudarse e hipotecar su futuro, para poder sobrevivir.

Sin otra salida, volverán a tomarse las Bastillas y los Palacios de Invierno. Por desgracia correrá sangre hasta que un “nuevo orden justo” deje de ser una frase hueca. Ni el gas lacrimógeno que asfixia, ni los balines que enceguecen, ni los disparos que matan, podrán evitar el impulso vital irrefrenable hacia ese nuevo orden. Ojalá, antes de semejante escenario, haya espacio para el ejercicio responsable del poder, el diálogo constructor de consensos, la prudencia de quienes tienen la palabra, el reparto justo de los bienes vitales y el respeto irrestricto a la dignidad de todas las personas.

Texto publicado en el Semanario Universidad y compartido con la Alianza por una Vida Digna por el autor.

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Vida Digna no vendrá de quienes gobiernan, vendrá de la gente

Reciban un cordial saludo por parte de Radio Andante, un colectivo de mujeres positivas y propositivas en la provincia de Puntarenas y del Centro Demostrativo de Sostenibilidad en Guacimal.

Dicen que cuando falta el dinero el amor sale volando por la ventana… quizás las cosas no son exactamente así, pero en verdad cuando en una familia no hay para las cosas esenciales, no hay calidad de vida. Y por ello, las personas se apuntan a una esclavitud que eufemísticamente llamamos “trabajo” en las piñeras o bananeras, donde trabajan hasta que se les calcinan los riñones agachados largas horas al pleno sol, inhalando los agrovenenos que luego les causan problemas de salud graves.

Existen muchas cosas que hay que enderezar en el mundo. Y en los cimientos de todo arreglo, yacen las personas. Si las personas están mal, el medio ambiente, los animales, los alimentos…todo está mal.

Entonces, a todos los que queremos mejorar cualquier cosa, nos incumbe el atender la necesidad de cada ser humano de tener una ocupación digna, o sea saludable, justamente remunerada y que fomente no solo la supervivencia, sino el bienestar.

A través de ocupaciones dignas, podemos resolver la mayoría del resto de los problemas. Somos parte de un todo. No somos algo separado. Lo que le ocurre al ambiente, nos ocurre a nosotros. Continuando con el ejemplo de las piñeras, sabemos que las piñeras dañan todo: la gente, los animales, el ambiente, la economía nacional. Si nos organizamos para crear trabajos dignos, nadie trabajaría para una piñera. Sería el principio del fin de las piñeras en Costa Rica, el principio del fin de todos los problemas que han causado.

Cómo lograr este objetivo es algo que nos puede ocupar a todas y todos…trabajando en conjunto, creando la nueva humanidad. Somos seres creadores… podemos usar la memoria y creatividad colectivas. Si hubiera una receta, no obtendríamos el beneficio de aprender a través de solucionar, colectivamente, un problema colectivo …no solamente desde la academia, ni desde unos cuantos gobernantes. No sentiríamos ese empoderamiento que solo llega a través de los logros de lo imposible.

Hemos descubierto que el tema del desempleo es central y urgente. La base de los cambios somos las personas, cada individuo. El cambio no vendrá de los políticos ni los gobernantes. Vendrá de la gente. Y tampoco sirve “empujar” a alguien a actuar o involucrarse. Porque estamos frente a algo que requiere un cambio de conciencia… o sea de adentro hacia afuera, de abajo hacia arriba. La Alianza por una Vida Digna está haciendo un trabajo inspirador. Y creemos que tiene la capacidad de entrelazar el empleo digno y usarlo como un hilo conductor y guía hacia la nueva humanidad.

Los políticos saben que, si prometen trabajos, la gente se apunta. Ellos lo usan como un truco… no tienen intención de cumplir. Pero nosotros que estamos involucrados en hacer un cambio para una Vida Digna, debemos comprender que las masas apoyarán el movimiento si primero nosotros nos damos a la tarea de reconocer y atender este grave problema que acecha como un lobo a tanta gente…es algo terrible vivir así… casi que eso no se puede llamar vivir, sino solamente sobrevivir. En Guacimal fuimos a hacer una encuesta sobre calidad de agua y de lo que la gente quería hablar era de su necesidad de empleo… y uno la ve.

Proponemos como un siguiente paso, hacer una evaluación de la economía del país, post-reforma fiscal y tomar el pulso de lo que se está sintiendo y viviendo. Al mismo tiempo evaluar los programas para el fomento de trabajo que existen y lo que el gobierno aporta en términos de exoneraciones para los grandes empresarios transnacionales que se llevan toda la plata al extranjero vs los pequeños emprendimientos en los pueblos rurales. Eso nos dará herramientas para empezar a armar una propuesta que detalle desde donde vendría el presupuesto para financiarla, hasta cómo se ejecutaría.

A menudo les pregunto a la gente joven, ¿qué comían los perros y gatos antes de que se creara el concentrado? ¿Qué comían los chanchos y las gallinas? A menudo se me quedan viendo como que les pregunté si el mundo es plano. Y es que no hace más de 50 años que conocemos los concentrados… ahora dependemos de ellos. Regalamos nuestra independencia en nombre de algo mejor o algo más fácil. Pero las consecuencias de esto repetido una multitud de veces en muchos ámbitos, ha creado una manera de pensar que nos tiene atados de mente.

¿Qué pasaría si empezáramos a practicar diferentes maneras de economía? ¿Y al mismo tiempo si tuviéramos programas de capacitación para “gestores socioeconómicos comunitarios”? ¿Y si empezaran los niños en las escuelas a producir al menos parte de lo que se comen en el almuerzo? ¿Y si separáramos los desperdicios para composte o para los animales? ¿Qué pasaría si dejáramos que cada niño, que cada persona desarrollara sus talentos y trabajara en lo que le gusta en lugar de meterles en la cabeza que tienen que estudiar esto o aquello para buscarse un buen trabajo? ¿Y si expandiéramos la definición de lo que es un buen trabajo, para que no solo incluya un buen sueldo que después se usa para curarse la neurosis y la úlcera? ¿Si se incluyera las palabras bienestar y felicidad? ¿Y por qué es que pensamos que alguien nos debe de proveer algo que nosotros mismos podemos proveernos?

Los gestores socioeconómicos comunitarios podrían ayudar a los miembros de las comunidades a hacerse estas preguntas, organizarse y captar y generar fondos para promover sus propios trabajos dignos. Todo esto ya está pasando en alguna medida en muchos lugares de Costa Rica y del mundo. Algunas personas reciclan, algunas practican los trueques, algunas hacen varias cosas a la vez. ¿Qué pasaría si nos damos a la tarea de organizarlo todo para que funcione como una máquina perfectamente equilibrada?

Por ejemplo, cada municipalidad podría dedicar fondos para ello. Las personas que han demostrado su amor y capacidad de gestión para sus comunidades podrían ser remuneradas y apoyadas para que continúen haciéndolo y para que enseñen a otros a hacerlo. Hay fondos internacionales para ello también que podrían ser captados. Hay mucha buena voluntad en el mundo… no estamos empezando desde cero. Hay mucha necesidad de hacerlo y la gente motivada puede lograr mucho.

Y el gobierno mismo podría dejar de esconder el problema de falta de empleo detrás de una cortina de humo y enfrentar el reto de tasar las grandes empresas y utilizar este dinero para estos programas.

Si seguimos haciendo lo mismo, obtendremos los mismos resultados. Para elevar la conciencia, debemos primero elevar los ánimos de las personas. No podemos pedir a alguien que tiene la mente preocupada y el estómago de sus hijos vacío, que piense en lo que se discute en la Asamblea Legislativa, por más que esa discusión le afecte e incumba.

Al atender el tema del desempleo, se limita la desigualdad, hay oportunidades de introducir la educación, y parar muchos de los abusos. Por ejemplo, se pueden crear miles de empleos reforestando, produciendo lo que se come en el país, utilizando materias primas para hacer otros productos de alta calidad, construyendo infraestructuras, educando, limpiando …

Desde Radio Andante y el Centro Demostrativo de Sostenibilidad, hacemos un llamado a la Alianza por un Vida Digna para que se incorpore este tema y que se forme un grupo de trabajo para investigar qué existe ya en el país, qué falta, qué ha funcionado en otros lados, etc. para empezar a avanzar.

Sinceramente,

Verónica Sheehan, Radio Andante.

Comunidades del Norte de Puntarenas en una reunión para encontrar soluciones colectivas a sus necesidades y metas.

 

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Apuntes históricos de la importancia de la Huelga

José Mario Villalobos,

Organización Política Carmen Lyra

Para iniciar con este pequeño análisis sobre la importancia de la Huelga, es significativo cuestionarse por qué en los últimos años los gobiernos que ganaron las elecciones, entre los que destacan el Partido Acción Ciudadana (PAC), el Partido Liberación Nacional (PLN) y sus demás aliados políticos como grupos conservadores, corporaciones mediáticas, socialcristianos y liberales-económicos, han atacado en reiteradas ocasiones el significado de la Huelga para el pueblo de este país.

Sin duda tiene un solo propósito y es el de terminar de desmantelar todos los procesos reivindicatorios a favor del pueblo, entre los que podemos destacar: la Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS), la educación pública y el derecho mismo a la huelga.

Para analizar las principales Huelgas en la historia de este país, regresaremos en el tiempo-espacio a finales del siglo 19, cuando se realizó la primera Huelga obrera (**), específicamente en el año 1888, donde los obreros italianos que fueron contratados para construir el ferrocarril al Caribe, se declararon en Huelga para conseguir mejoras laborales básicas. Este fue un ejemplo trascendental para que los trabajadores se despertaran del letargo y comenzaran a luchar por sus derechos.

Como lo expone Manuel Rojas Bolaños, las primeras relaciones capitalistas que surgieron en Costa Rica fueron mediante la producción cafetalera, esto se debió a que el área industrial no se había desarrollado completamente, por lo que el número de obreros no era el que predominaba y los que tomaban una importancia política más alta eran los artesanos y jornaleros. Durante las primeras décadas del siglo 20, intelectuales como Carmen Lyra y Omar Dengo realizaron grupos de trabajo intelectual a favor de la clase trabajadora y ya para el año de 1913 se creó la Confederación General de Trabajadores.

Hay que señalar que la inestabilidad que se vivió en el país tras el golpe de Estado que recibió Alfredo González Flores por Federico Tinoco, aunado al crecimiento de la industria y por consiguiente de la cantidad de obreros, generó la creación de gremios en contra de la explotación laboral. Un hecho importante a nivel mundial es la Revolución Rusa, la cual provocó una inspiración en las clases más bajas para conquistar un mundo mejor.

En 1920 se da la Huelga General, la cual logra paralizar la producción del país y generar las siguientes victorias para la clase trabajadora:

“La ley N°100 del 9 de diciembre de ese año legalizó lo que los obreros habían alcanzado en una lucha abierta contra los patrones: la jornada de trabajo de ocho horas para jornaleros, artesanos y demás trabajadores de fincas, talleres y empresas similares, y diez horas para los empleados de comercio. Además, se reglamentó todo lo referente a la jornada extraordinaria”

Esta conquista de esas personas, nuestros ancestros, es sin duda un paso en firme hacia la justicia social que necesitaba el país, sin embargo es válido preguntar actualmente ¿a través de “desfiles” y “parades” se hubieran logrado estas conquistas? ¿Por voluntad caritativa y solidaria hubiera la oligarquía y la burguesía emergente, otorgado los derechos que el pueblo merece? Sostenemos que la respuesta a las interrogantes previas es negativa, y el mecanismo legítimo, de presión y lucha para las personas oprimidas por el sistema económico es la Huelga.

Los movimientos sociales en Costa Rica después de la Guerra Civil de 1948 no presentaron mayor determinación e influencia en el quehacer social del país por un periodo de alrededor de 25 años, consideramos que esto tuvo como principal motivo la ilegalización de Vanguardia Popular y los sindicatos obreros no alineados con la Rerum Novarum, la criminalización de distintos grupos sociales, así como la cooptación clientelar desarrollada en función de institucionalizar los descontentos sociales, ejemplos claros de esto fueron la creación de instituciones como el ITCO (hoy en día el INDER) o DINADECO (Direccional Nacional de Desarrollo de la Comunidad). Los grupos sociales volverían a presentar un auge a partir de la década de 1960 a consecuencia de diversos elementos nacionales e internacionales

El historiador Cerdas Albertazzi, después de revisar una amplia bibliografía menciona que “Luego de 1970, buena parte de la movilización se orientó desde diversidad de posiciones y organizaciones político-ideológicas de izquierda, los cuales surgieron o se fortalecieron como consecuencia de condiciones nacionales más favorables, pero gracias también al movimiento de lucha con la Aluminium Company of America (ALCOA) y a sus particulares desenlaces”.

Los años 70 representan un momento crucial para la historia de las luchas en nuestro país primero porque es la vuela a la legalidad de las fuerzas de izquierda a la vida político-electoral, lo cual se ve reflejado en la presencia dentro del parlamento de dichas fuerzas, además del aumento de las manifestaciones en el sector bananero con el objetivo de consolidar derechos fundamentales como la firma de las convenciones colectivas, aumento de salarios y el respeto a las garantías sindicales.

Los años 80 representan un periodo de crisis planetaria, donde hay una reconfiguración de la división internacional del trabajo acelerada por la tercera revolución industrial, un giro importante a nivel económico guiado por la tecnocracia neoliberal instaurada desde los países hegemónicos; a nivel nacional todos estos aspectos tuvieron efectos notorios y conllevo a la movilización social del pueblo costarricense a las calles, lo cual obligó a los diferentes gobiernos a sentarse con la ciudadanía y negociar, casos claros de esto pueden ser la Huelga de pagos de los servicios eléctricos con el objetivo de poder reducir los aumentos que se pretendieron  imponer; las movilizaciones campesinas contra los Programas de Ajuste Estructural fueron esenciales para lograr sentar a tres diferentes ministros de agricultura; y la diversas movilizaciones por la vivienda digna desarrolladas en la GAM.

Ya para los años 90 con la implosión del campo socialista los movimientos sociales vivieron una situación compleja y desde los países hegemónicos se declaraba “el fin de la historia”, sin embargo en nuestro país el movimiento ecologista logra vencer a otra empresa transnacional contra la explotación de madera en la zona sur del país, la Ston Forestal. Además la ofensiva neoliberal choca con fuertes manifestaciones por las reformas al sistema de pensiones del Magisterio, ambos hechos son importantes ya que demuestran como la movilización contiene y frena a los grupos de poder en sus ideas y proyectos de clase.

El siglo 21 está marcado por la consolidación del modelo neoliberal en nuestro país, sin embargo las luchas contra el combo del ICE, el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y las conquistas ecológicas para la moratorio de la minería y la explotación petrolera, son claros ejemplos de que existe en el pueblo costarricense esa movilización permanente para hacerle frente a las imposiciones que desde arriba plantean los grupos de poder.

Sostenemos que es necesario hacer memoria de las conquistas de nuestro pueblo y reconocer que hoy es necesario repensar nuestros métodos, sin dejar de entender que la huelga es un método de lucha y presión fundamental, ya que el paro de funciones representa un alto a la generación de ganancias, un paro de funciones representa también una suspensión -total o parcial- de las acciones sustantivas de la institución o la empresa en la que se está, y el objetivo es claro, priorizar las reivindicaciones que son fundamentales para poder continuar trabajando con dignidad.

* Este artículo forma parte de una triada de artículos que pretendemos publicar sobre diversos elementos de la huelga como método

** Se apunta que las huelgas y manifestaciones existieron en este territorio a lo largo de todo el periodo de conquista, expresado principalmente desde los grupos indígenas que manifestaron resistencia a todo el proceso de colonización impuesto por el reino español

 

Imagen ilustrativa.

Enviado por Fernando Bermúdez.

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¿Por qué la economía está frenada y a punto de precipitarse al barranco?

Luis Paulino Vargas Solís


Una primera y muy poderosa razón: el consumo de la gente -la fuerza principal que mueve la economía- está casi paralizado porque: 1) los salarios del sector privado tienen una década entera sin mejoría alguna; 2) el endeudamiento de personas y familias es ya insoportable. Súmele que el plan fiscal en aplicación garantiza que: 3) los salarios del sector público se deterioren, y que 4) se recorte el consumo del sector público, o sea, se reduzca la compra de bienes y servicios por parte de las instituciones públicas.

Una segunda importante razón: las exportaciones que no gozan de los privilegios de las zonas francas, que son también las que más empleos generan, están estancadas y en retroceso.

Otra razón clave: la rentabilidad empresarial está averiada, por razones diversas, incluso por ese fuerte frenazo de las exportaciones y de la demanda de consumo público y privado, pero también por otras causas menos visibles. Esto repercute en una caída de los planes de inversión de las empresas, lo que a su vez frena la creación de empleo, y, enseguida, frena también el consumo de personas y hogares.

En resumen: es un conjunto complejo de fuerzas que empujan hacia abajo, y se alimentan las unas a las otras, generando un peligroso círculo vicioso.

Se debe lograr romper esa espiral descendente y revertir el movimiento.

Nada en lo que se está haciendo permite creer que se logrará, porque esencialmente se ha optado por un camino regresivo y de involución: deteriorar las condiciones de la población trabajadora (privada y pública) para bajar costos y recuperar la rentabilidad.

Pero ello simplemente fortalece las fuerzas descendentes al tirar hacia abajo el consumo, tanto privado como público.

 

*Texto original en la página de Facebook del autor*.

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Algunas notas sobre redes y el contexto virtual

Fernando Bermúdez Kuminev,

Organización Política Carmen Lyra

Es cierto que durante el periodo de globalización posterior a la tercera revolución industrial, se ha dado una magnificación del avance tecnológico, en este sentido los avances tecnológicos en materia de comunicaciones y flujos de la información (educación, noticias, computación) han avanzado estrepitosamente, y las últimas dos décadas han estado marcadas por el proceso de obsolescencia como nunca en la historia.

El surgimiento de las redes sociales (twitter, facebook, instagram) en el mundo occidental ha llevado a la creación cada vez más frecuente de un proceso de consolidación de una realidad virtual-paralela, la cual está mediada por una serie de elementos peligrosos como la aparición de nuevos sujetos como los “influencers” de dichas redes, los cuales logran como su nombre lo dice «influenciar» la opinión de la masa de personas que se ubican e interactúan en dichas redes; es necesario reflexionar de forma clara que el “éxito” dentro de una red social como “Youtube” va a estar determinado por las operaciones que ejecute el algoritmo con el que funciona dicha red, dichos algoritmos lejos de estar desprovistos de “sesgos” y ser “máquinas objetivas”, poseen como ya ha sido señalado por diversos autores, elementos de desviación hacia nociones clasistas, racistas y patriarcales. Los activos “intangibles” de las corporaciones tecnológicas son estos algoritmos, por ende hay un control total de las mismas corporaciones sobre sus activos y un cero escrutinio público sobre sus mecanismos.

Es necesario reflexionar un momento sobre como actualmente, estos algoritmos, han llevado a la consolidación de elementos reales a partir de la virtualidad como la generación de lo que se ha conocido como la «posverdad»[1] con el ejemplo clave de su operación mediática y política como la autoproclamación de un presidente en la Venezuela Bolivariana; o por otro lado el secuestro de información personal desde las plataformas sociales con fines electorales como es el ejemplo del Cambridge Analytica y su vinculación con Facebook.

A pesar de que lo virtual está influyendo sobre la realidad concreta, no necesariamente viceversa la relación en un sentido bilateral, existen aspectos que no pueden ser modificados por la virtualidad como es el caso de la crisis ecológica que atravesamos, mientras surgen figuras “hipermediatizadas” en rescate de la naturaleza y en combate del establishment ambiental (ONU, COP) como Greta Thunberg, la cual desde su surgimiento ha «logrado» una gran sensibilización (sic) de las personas, sin embargo ningún indicador para la medición de la crisis ambiental ha mostrado una sola cifra positiva, todas continúan en negativo, lo cual tiene un sentido lógico dentro del algoritmo, lo antisistema no puede ser mainstream, y es por eso que los asesinatos sistemáticos de quienes vienen defendiendo el planeta desde el hemisferio sur no existen viralmente en las redes, así como tampoco la crisis humanitaria yemení.

[1] https://es.wikipedia.org/wiki/Posverdad

Imagen ilustrativa tomada de https://tn.com.ar

Enviado por el autor.

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Alianza por una Vida Digna se construye desde las comunidades

En las comunidades de Guacimal de Puntarenas y San Ramón de Alajuela se realizaron las primeras reuniones comunitarias de la Alianza por una Vida Digna. Compartimos fotos de ambas reuniones.

En la primera, realizada el 28 de setiembre, los temas de la conversación giraron en torno al grave problema de empleo en esta zona, así como en relación con la necesidad de democratizar la tenencia de las frecuencias radiofónicas ahora que estamos en el proceso de digitalización.

En la segunda, el 11 de octubre, el grupo de habitantes ramonenses contaron detalles del proceso mediante el cual se ha venido desarrollando la construcción de las Asambleas Patrióticas Populares. Asimismo, informaron de los esfuerzos educativos y organizacionales en torno al Hospital Sin Paredes, experiencia de salud encabezada por el doctor Juan Guillermo Ortiz Guier quien impulsó este concepto comunitario en 1955. Lamentablemente la institucionalidad no fue capaz de sostener este enfoque de salud primaria.

Pronto esperamos compartir textos de las personas de estas comunidades.

La Alianza por una Vida Digna continuará en este esfuerzo por desarrollar esta lucha cultural desde las comunidades y las regiones.

Correo-e: alianza.por.una.vida.digna@gmail.com WhatsApp: 88429818

Respuesta a Pilar Cisneros

Manuel Delgado

He visto y escuchado, con mucha decepción y con un poco de tristeza, la intervención que hiciera doña Pilar Cisneros hace unos días. Lo primero que sentí al escucharla es que esa no es la doña Pilar que yo conocí y con la que trabajé, aquella mujer valiente que se oponía a los poderosos en defensa de la justicia, en defensa de los desprotegidos. Ahora ella misma se alía con los poderosos, con los medios de comunicación que ella conoce muy bien, con las cámaras patronales y con los partidos tradiciones y se sube a esa ola de borrachera antisindical que está hundiendo al país en el odio, en el temor y en la división.

Yo quiero de manera breve comentar algunos de los puntos de esa intervención.

Empecemos por los salarios. Cuando usted y yo, doña Pilar, trabajábamos en Canal 7, hicimos muchas veces la denuncia de unos salarios insultantes. Recuerdo que en una oportunidad yo le preguntaba a la gente en la calle: ¿Qué haría usted con un salario de medio millón al día? Y la gente se quedaba congelada. ¿Medio millón al día? En esa ocasión había un alto jerarca con ese salario. ¿Hizo algo el poder en torno a esto? Usted recuerda: No hicieron nada, ni una hoja se movió. Lo altos salariazos siguieron oscureciendo nuestro paisaje y aquí paz y allá gloria.

Recientemente hemos tenido casos como el de un gerente bancario que ganaba 29 millones; el del presidente de otro banco, 10 millones; el presidente del Tribunal Supremo de Elecciones, 8 millones; el regulador general, 7 millones.

Tratando de hacer frente al escándalo, el presidente puso un tope. Nadie podrá ganar más de 9,2 millones (ahora habla de poco más de 8 millones). Pero resulta que hay un jerarca por ahí al que no le bastaron, entonces siguió ganando 13 millones mes a mes. La señora Ministra de Hacienda, esa misma que lleva la batuta en el estrujamiento de los trabajadores, dijo entonces que tal excedente en ese salario era legal, pues eran pluses que se habían fijado de acuerdo con la ley. Pero también los salarios de los trabajadores tienen fundamento legal, pues las convenciones colectivas tienen rango de ley. “La ley se estira y se encoje según a quien se le aplica”, decía Aquileo Echeverría. Sabia frase.

Yo suelo hacer el chiste (que es muy real), de que Albert Einstein ganaba en la Universidad de Princeton una suma equivalente a 7 millones de colones de hoy. Alexander Fleming, al descubridor de la penicilina, ganaba en la Universidad de Londres 4,5 millones. Estos jerarcas nuestros quién sabe dónde estudiaron, pero ganan más que Einstein y más que Fleming.

El asunto de fondo es que no hay voluntad de parte del poder político, las cámaras patronales y los partidos políticos de acabar con el festín de los altos salarios. Pero sí se lanzan en cruzada contra los trabajadores que luchan por llevar un milloncito a su casa. (Hay que hacer la aclaración de que la mayoría de los salarios del sector público no llegan a un millón; un millón es el promedio de los salarios públicos, lo que indica que hay decenas de miles de empleados que ganan menos).

Al comienzo del gobierno pasado, el presidente Solís dijo que él no iba a poner en discusión el tema del empleo público en general y de los salarios en particular. Adujo que, de todos modos, ese tema no iba a rendir frutos al fisco en menos de 20 años. Yo publiqué entonces un artículo afirmando que la actitud del presidente era una irresponsabilidad, que el asunto debió haberse comenzado a discutir hacía muchos años. Pero efectivamente ni se discutió antes, ni se discutió entonces, ni se discute ahora. Simplemente se imponen remiendos de manera antidemocrática e injusta.

Vamos con los salarios de los médicos.

No es cierto que los salarios de la médicos, grandes o pequeños, tengan que ver con el problema fiscal del país o con esa deuda de 12 millones de millones que a todos nos preocupa. De todos los salarios del Estado, solo el 42% se pagan con dinero de los impuestos. El resto, los otros 58%, corresponden a instituciones que no dependen del fisco y que se financian con sus propias rentas. Nosotros podríamos reducir a cero los salarios del ICE, o de RECOPE, o del INS, que en nada se vería afectada la deuda interna. Lo mismo ocurre con los médicos. La CCSS es una entidad que se financia con rentas propias que provienen de ese aporte que hacemos los trabajadores mes a mes.

Poner como argumento la deuda pública para atacar a los médicos y sus remuneraciones no puede calificarse sino de demagogia.

Los salarios de los médicos han sido satanizados de manera irracional e injusta. ¿Cuánto gana un médico? Tengo en mi familia un caso de un profesional graduado hace tres años después de nueve años de estudio en la Universidad de Costa Rica y su salario normal apenas llega a un millón y medio. Le llegan, después de todas las rebajas, unos 900.000 mil colones. Un médico general de esta categoría ve a 30 pacientes diarios, 600 al mes. Eso quiere decir que cada cita médica le cuesta a la CCSS 2.500 colones. ¿Y esto le parece un privilegio excesivo? ¿Es justo entonces atacar, vilipendiar, acosar a estos trabajadores?

La Caja tiene 55 mil empleados, y de ellos solamente 2.300, menos del 5%, devengan salarios superiores a 5 millones de colones. Aunque allí están incluidos su Presidente Ejecutivo, los directivos y demás jerarcas nombrados por la política, la mayoría de ellos corresponde a médicos muy especializados, muy calificados y con mucha experiencia. Entonces, no parece justo acosas, amedrentar y vilipendiar al 95% de esos empleados de la salud por algo que no nos gusta del otro 5%.

Doña Pilar recurre a un truco muy poco encomiable cuando mete el enganche médico en esta discusión. Ese privilegio, repudiado por casi todos, no ha sido eliminado porque los partidos tradicionales no han querido eliminarlo. Hay que reconocer que hay un proyecto en la Asamblea Legislativa con ese propósito, pero todavía estamos esperando que algo pase. Pero el enganche médico no ha estado nunca entre las peticiones de las huelgas recientes, no forma parte de las peticiones de los trabajadores y varios sindicatos, entre ellos la ANEP y su líder Albino Vargas, lo han condenado en reiteradas ocasiones.

Aparte de la Caja, hay en el Estado 1.200 empleados que ganan más de 5 millones de colones. Entre ellos están esos angurrientos de salarios de 8 millones o más, los altos jerarcas impuestos por los políticos y por la política de que hablábamos arriba.

Estos 1.200 salarios constituyen el 0,5% del total, una minoría ínfima. Entonces, por un lado, el Estado podría resolver el problema de esa minoría que no representa mayor problema. Pero lo que pasa es que están usando esos datos para atacar de manera falaz e inmoral al resto de los trabajadores.

¿Por qué esta histeria antisindical? ¿A qué se debe esta orgía de ataque a los trabajadores?

Tengo en mi poder un estudio que calcula la evolución de los salarios de los médicos generales con las nuevas normas fiscales recientemente aprobadas. Sucede que para el año 2023 el trabajador habrá dejado de percibir 14,3 millones de colones. Los demás trabajadores de las demás profesiones correrán la misma suerte. El fin confeso es ese plan: reducir los salarios de las clases medias, empobrecer a este sector.

Aducen, entre otras cosas, el “privilegio” de los empleados públicos respecto a los del sector privado. No dicen, sin embargo, que la verdadera vergüenza nacional es que el salario promedio de los trabajadores del sector privado es de 370 mil colones, una infamia que no tiene perdón.

Esa diferencia en el salario se debe a dos factores. El primero es que los empleados públicos en un 75% o más son profesionales. En el sector privado es exactamente al revés: son profesionales solo el 26%. Aun así los salarios públicos son superiores en todos los rangos.

Es muy posible que los salarios públicos siempre hayan sido mayores que los de la empresa privada. Pero además esos salarios se vieron incentivados por la lucha sindical y las convenciones colectivas. Frente a las dificultades de esta lucha, los trabajadores encontraron maneras de ver mejorados sus ingresos, efecto producido principalmente por los pluses. Un salario como el del médico que arriba mencioné, está compuesto por 900 mil de base y 600 mil de pluses. Si desde un primer momento el sueldo del galeno se hubiera cifrado en un millón y medio (o su correspondiente para la época de que se trate), no hubiera sido necesario ese recurso de los pluses o, al menos, no hubieran llegado a significar una parte tan importante del salario. (Los pluses también existen en la empresa privada, principalmente los que tienen que ver con la antigüedad; algunas empresas también reconocen la capacitación profesional, conocimiento de un segundo idioma, etc.)

Cabe señalar que los aumentos salariales del sector público tienen una gran deuda con los sindicatos; no así en la empresa privada, donde el sindicalismo ha sido perseguido a sangre y fuego. Si en el sector privado hubiera, por lo menos en parte, alguna libertad sindical, es muy posible que esas disparidades que comentamos tendieran a cerrarse.

Vamos a pasar a las pensiones.

De nuevo, este tema es motivo de la histeria mediática y en torno a él se miente y se tergiversa.

Hay que decir para comenzar que, salvo en una pequeña porción, las pensiones nada tienen que ver con el fisco ni con la deuda pública.

Veamos. Hay cuatro regímenes fundamentales. El primero es el de la Caja, el de Invalidez, Vejez y Muerte (IVM) y paga pensión a 269.881 beneficiarios, 53,58%  de ellos por vejez, 27,13% por muerte y 19.28% por invalidez.

Este régimen tiene un tope máximo ¢1.612.000 en sus beneficios.

¿Cómo se financia este régimen? Con fondos propios, por el aporte que mes a mes hacen los asegurados (un 3,84% de su salario), más los aportes de la patronal y el gobierno.

El segundo régimen es el del Poder Judicial. Este tiene 3.737 beneficiaros, es decir, funcionarios jubilados. De ellos 735, el 19%, disfruta de pensiones mayores a los 2,5 millones de colones. Es más, solo 257 pensionados, el 6,8% del total, recibe pensiones superiores a 3,5 millones de colones, es decir, que podrían calificarse como pensiones de lujo. Pero eso lo ocultan la prensa, las cámaras patronales y los partidos tradiciones, y utilizan la situación de ese 6,8% para denigrar al conjunto de los trabajadores judiciales.

De nuevo hay que decir que las pensiones del Poder Judicial nada tienen que ver ni con el déficit público, ni con la deuda del Estado, ni con el fisco, pues este régimen se sostiene con sus propios ingresos, provenientes del aporte de los empleados (en este caso el 13% de su salario), más los del patrono y el Estado.

Más compleja es la situación con las pensiones del Magisterio porque allí hay dos regímenes. Uno es el Régimen de Capitalización, creado en 1995, y que da pensión a poco más de 1.500 personas. Este régimen de pensiones tampoco tiene nada que ver ni con el fisco ni con la deuda interna, pues él es un ente autosuficiente, que se financia con las cotizaciones de los educadores, un 8% de su salario.

El problema lo ofrece el otro, el Régimen Transitorio de Reparto. Con ese nombre se denominó en 1995 lo que venía rigiendo en la materia desde 1958, cuando se creó el Sistema de Pensiones y Jubilaciones del Magisterio Nacional. Pero sucede, primero, que desde 1958 y durante 35 años los distintos gobiernos les robaron a los maestros sus cotizaciones. Ese dinerito con que mes a mes cada uno contribuía, lo utilizaba el gobierno para sus gastos corrientes, y nunca conformó un fondo de ahorro o un fondo de capitalización.  Entonces, como no había fondo, las pensiones se iban pagando a costa del presupuesto nacional.

Y segundo problema es que durante muchos años los gobiernos tuvieron la costumbre de sacar a sus amigotes de la academia y nombrarlos en puestos burocráticos (embajadores, viceministros, oficiales mayores, etc.) con el fin de elevarles la pensión. Son esos pensionados los que inflan la lista de los pensionados de lujo.

¿Cuántas son las pensiones altas?

No hay claridad en el país acerca de qué se considera una pensión de lujo. Lo corriente es que se llame así a la superior a 3,9 millones. Son esas las pensiones que devengan el llamado aporte solidario, es decir, una especie de impuesto de renta. El gobierno pasado intentó imponer ese aporte a aquellas que fueran superiores a 2,7 millones, considerando ese monto como el piso de las pensiones de lujo. Y hay quienes afirman que son lujo aquellas jubilaciones que sobrepasan en máximo que paga el IVM, 1,6 millones de colones.

Con estos parámetros tenemos que en el Magisterio existen 750 pensiones de más de 3,9 millones y 1.862 que se sitúan entre esa cifra y los 2,7 millones.

Existen otras llamadas de Gobierno que reúnen a 379 beneficiarios con más de 2,7 millones de colones.

Entonces yo pregunto: ¿Es justo vilipendiar, acorralar, insultar, amedrentar a 275.000 trabajadores públicos por las pensiones de esos 3.000 jubilados de lujo?

Porque eso es lo que hacen los medios, las cámaras y los partidos tradicionales, no buscar soluciones racionales y consensuadas al problema, sino acosar y desprestigiar a los empleados públicos y sus organizaciones. Y a esa campaña de terror se une ahora, por desdicha, doña Pilar.

Termino anotando brevemente que hay una inequidad muy poco alentadora en nuestro sistema de pensiones del IVM, y es que un trabajador que comienza a cotizar a los 35 años de edad se pensiona a los 65 años con 360 cuotas y con los mismos beneficios que otro que empezó a cotizar a los 18, y llega a los 65 años con 564 cuotas.

Esta injusticia se había paliado un poco con la pensión adelantada a los 60 para las mujeres y 62 para los varones, pero esa medida fue eliminada de una manera arbitraria e injusta.

De eso deberíamos estar hablando de manera serena y responsable, no subidos en esa ola de terrorismo mediático.

Dice doña Pilar en su intervención que “no existen costarricenses más costarricenses que otros”. Siento discrepar. Sí existen unos ticos de primera y otros de segunda.

Hace diez años doña Pilar y yo denunciamos por Canal 7 la existencia de megaempresas que reportaban ganancias cero y que, por tanto, no pagaban impuestos.

Yo guardo copia del guion de ese reportaje. Allí denunciábamos a 78 empresas cuyos ingresos sumaban dos millones de millones de colones, lo que en aquella época equivalía a la mitad del presupuesto nacional de la República. Había una con ingresos de 624 mil millones de colones. Otra con 205 millones, tres con más de 100 mil millones y así sucesivamente. Por esas sumas gigantescas de ingresos, esos gigantes pagaban cero impuestos. ¿Cómo la hacían? Pues reportando sumas iguales, idénticas, de gastos.

Un ejemplo. Una reportó ingresos por 29.405.474.975 con 65 céntimos. Al lado, en los costos, como copiado por copy paste, la misma suma, hasta con sus centavos. Los sinvergüenzas no tuvieron ni la molestia de poner, por ejemplo, 50 céntimos en vez de 65.

En resumen, esa fue la historia. La denunciamos y, como era de esperarse, no pasó nada. Seguimos viviendo en el país más feliz de la tierra.

Diez años después, en medio de la pasada huelga y como resultado de la huelga, vuelve a salir a la luz el tema de las megaempresas con ganancias cero. Muchas personas ya venían advirtiendo sobre la elevada evasión fiscal, pero fue el paquete tributario y la lucha contra él los que le dieron volumen al tema.

Sucede que según datos de la Universidad Nacional la evasión fiscal anda no muy lejos de los 3 millones de millones anuales. En una polémica en televisión, el viceministro de Hacienda reconoció que esa evasión alcanzaba del 2,4 millones de millones por año. Yo no tengo idea de cuánto es esa suma, no me cabe en mi cabeza, pero si la evasión no existiera (o al menos no fuera tan elevada) no habría ni déficit fiscal, ni deuda interna, ni la situación calamitosa en que vivimos desde hace años.

Pero nadie hace nada. Al revés, ese plan fiscal que está hundiendo al país en la recesión y al pueblo en la pobreza, les condona a los grandes deudores 190.000 millones por medio de llamada amnistía tributaria. Pienso, luego existo. No pagan, entonces los premiamos.

Entonces allí vemos que sí es cierto que unos son más costarricenses que otros, que hay ticos de primera y ticos de segunda.

Recuerdo que recién llegada doña Pilar a Canal 7, y hablándole de mi persona, le contaba que yo provenía de una familia muy pobre, que había estudiado en una escuela pública y en un colegio público y que luego fui a la Universidad de Costa Rica con beca 11, es decir, la universidad me daba un estipendio para ayudarme con los gastos. De ninguna otra forma hubiera podido yo estudiar. Ella entonces me dijo que cuando ella llegó a este país proveniente de Perú, eso fue lo que más le llamó la atención: cómo los hijos de familias pobres podían convertirse en profesionales. Porque en Perú, me agregó, el hijo de peón es peón toda la vida y punto.

Costa Rica está atravesando por un momento muy difícil. Para mí es el peor de su historia reciente. Está en marcha un gigantesco plan para arrebatarle ese músculo acumulado por décadas. Quieren, en primer lugar y de manera prioritaria, empobrecer a la población reduciendo sus salarios y quitándoles servicios sociales con la excusa de reducir el gasto público.

Quieren devolver al país a la situación en que vivía antes de las reformas de Calderón Guardia, y que tienen tres pilares básicos: la universidad pública, el seguro social y el Código de Trabajo, los tres ahora gravemente amenazados por el plan fiscal. Y para lograr eso, tienen que acabar con los sindicatos, otra de las conquistas de los años cuarenta.

En resumen, nos quieren convertir en un país muy similar al Perú que existía cuando doña Pilar era joven, allí donde el hijo del peón era peón para toda la vida, allí donde solo existía una minúscula oligarquía egoísta, corrupta y dictatorial, por un lado, y una masa empobrecida sin ningún derecho. Eso es lo que quieren.

Y es esto en lo que hay que pensar y es contra esto que hay que actuar.

Doña Pilar, usted es dueña de un gran cariño y un gran respeto. Es un tesoro suyo, sin duda, pero también es un tesoro del pueblo de Costa Rica.

Con ese poder en sus manos, usted podría liderar una lucha por sacar al país de esta horrible pesadilla en que se encuentra, y enrumbarlo por un camino de progreso, diálogo y paz.

La invito a que lo piense serenamente.

Muchas gracias.

 

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Manuel Delgado responde a Pilar Cisneros

SURCOS recibió de la Alianza por una Vida Digna el siguiente video que compartimos.

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