Cayó la esperanza de vida

Óscar Madrigal

Informa La Nación que la esperanza de vida promedio de los costarricenses se desplomó abruptamente entre los años 19 y 21 producto de la pandemia. Según las estadísticas tenemos 2,1 años MENOS de probabilidades de vivir que hace 4 años. Este desplome no se veía desde hace décadas y nos ubicamos en este renglón casi a nivel del año 2000.

Las consecuencias de esta noticia son varias, pero solo señalo una importante.

La esperanza de vida es una de las variables principales que utilizan los actuarios para proyectar los regímenes de pensiones a cien años plazo. A mayor esperanza de vida más años se debe pagar la pensión, por lo que basados en ese hecho proponen alargar la edad para pensionarse con tal de darle sostenibilidad al fondo.

Como la esperanza de vida promedio de los ticos cayó, los fondos de pensiones alargan su vida, se hacen más sostenibles en el tiempo y no es necesario tomar medidas que, generalmente, van encaminadas contra las trabajadoras y trabajadores. Aumentar edad o cotizaciones podrán esperar muchos años producto de este acontecimiento.

Hechos inesperados como las pandemias, que ningún estudio actuarial puede prever, ocurren periódicamente para desgracia nuestra, así como los flujos de migrantes que no son tan malos cuando sustituyen las bajas tasas de natalidad, lo cual (aunque suene feo) actúa a favor de los fondos de pensiones. Estos hechos que alarman, por un lado, ayudan a enfrentar el problema de las pensiones.

La Nación y el Presidente Chaves han hecho frente común contra la Caja, ambos afirman contra el criterio de los técnicos de la CCSS, que la Caja está quebrada. Han constituido la Alianza de los Canallas contra la Caja.

Sin embargo, una noticia mala como la de la reducción de la esperanza de vida promedio de los costarricenses, fortalece los fondos o regímenes de pensiones, en especial el de IVM de la CCSS.

Un mentís más a los canallas y sus bajos procederes.