El miedo toca a la puerta
Por Memo Acuña
Sociólogo y escritor costarricense
Una reciente publicación del diario mexicano La Jornada sobre la inminencia de las primeras acciones en materia migratoria desde la nueva administración Trump, señalaba que una de las formas en que serían aplicadas utilizaría el miedo como política.
Al cabo de algunas horas luego de su juramentación, Trump empezó a cumplir las promesas de campaña que lo llevaron al poder: firmó órdenes ejecutivas para blindar militarmente la frontera con México, ir en búsqueda de migrantes en situación irregular y clausurar programas de citas para la solicitud del estatuto de refugio.
Bajo el título “Alistan espectáculos mediáticos para ahuyentar a indocumentados” la publicación del diario mexicano consignaba declaraciones del designado Zar Fronterizo (antiguo agente de la patrulla fronteriza) Tom Homan sobre la aplicación de esas medidas anunciadas: “Los indocumentados deben auto deportarse… deben sentir miedo”.
En las primeras horas del mandato Trump, se han anunciado redadas en escuelas, colegios, iglesias y centros de asistencia social. Ante la población más vulnerable, la consigna es infundirle temor y poder como forma de disuadirles, sacarles del país que han ayudado a forjar con su trabajo.
Algunos estados mexicanos ya empezaron a recibir a sus primeros deportados: tres autobuses repletos fueron recibidos el día 21 de enero en el Estadio de Tamaulipas.
Pronto tocará el turno para los países centroamericanos con los que el presidente estadounidense ha prometido usar mano dura en una muestra de racismo y nacionalismo exacerbado.
Eran previsibles todas estas cosas viniendo de quien vienen, pero también eran previsibles en la continuación de un mainstream migratorio cuya política en los últimos años de la administración Biden-Harris fue agresiva e impune contra las personas migrantes centroamericanas.
En el tema doméstico, Costa Rica está a las puertas de un proceso de elecciones cuya jornada preelectoral ya ha iniciado.
El peligro de una opción populista que tome para sí el tema migratorio y lo vuelva su caballo de batalla es real. No solo porque es real la posibilidad de que este tema sea instrumentalizado para intereses politiqueros, sino porque podría ocurrir algo que ya está pasando en el caso estadounidense: la solicitud de Trump a la población civil para que salga a “cazar” migrantes indocumentados y se los entregue a las autoridades migratorias.
Este 2025 debería llevarnos por caminos de esperanza. No podemos dejarnos abatir por el miedo y la desazón. Pero sí nos obliga a estar atentos y despiertos para reaccionar frente a estas energías del mal que intentan adueñarse del planeta.