Freddy Pacheco León
Sobre los audios, aunque nos muestran a un presidente irrespetuoso al hablar, lo que trasciende es un presidente irrespetuoso de la legalidad. A un Chaves que planeó jugar, no solo con US$300 mil de dinero público, sino que forzó la estructuración de un aparato propagandístico, sin importarle las consecuencias que tendría el poner en una balanza, su imagen (que le preocupa que se desmorone), frente a los intereses de instituciones estatales que requieren promocionar sus productos.
O la farsa de «firmar» un decreto ejecutivo sobre la vacunación para enfrentar el Covid, en un papel en blanco, pues ni siquiera se habían puesto de acuerdo en una idea.
Un presidente para quien le importa un comino romper ilegalmente contratos de publicidad, pues, para él, lo que habría eventualmente que pagar el Estado como indemnizaciones, será «una cuecha».
Así como ver a un presidente amenazando con cortar la cabeza de los jerarcas de entes autónomos, que preocupados por las acciones ilegales que les ordenaba Chaves, pretendían actuar con prudencia, dentro de un marco de legalidad.
Vulgar, chabacano, puede ser. Esa es su personalidad, y sobre ello no se ha de centrar lo que revelan los audios, sino en el modo autoritario conque matiza sus acciones.