Mario Silva y el calvinismo

A la luz de los sucesos del golpe de estado en Bolivia y de los comentarios que el comunicador Mario Silva hiciera en su programa televisivo “La Hojilla” del sábado 23 de noviembre del corriente, se hace necesario arrojar luz sobre algunos puntos fundamentales.

Soy asiduo tele espectador de “La Hojilla” y veo el programa frecuentemente, aun cuando lógicamente no siempre esté de acuerdo con todo lo que ahí se diga. Normalmente Mario Silva presenta información bien fundamentada y documentada. Lamentablemente en el programa del sábado 23, que acabo de ver desde Ankara donde me encuentro en este momento, se incurrió en la divulgación de opiniones erradas y sin fundamento.

  1. Se reprodujo la afirmación hecha por el Prof. Dr. Enrique Dussel en entrevista televisiva donde él decía que el llamado macho Camacho y sus seguidores eran evangélicos de ultra derecha. El mismo Prof. Dussel corrigió lo dicho por él en la entrevista televisiva, en clase dictada el viernes 22 después de conversar en México con el Dr. García Linera y el Presidente Evo Morales donde quedó claro que estos grupos extremistas en Bolivia están integrados por evangélicos y católicos. Hemos sabido que el macho Camacho y la auto-proclamada Áñez son católicos, no evangélicos. La biblia al revés de Camacho es católica. En realidad este horrible asunto del uso y manipulación de la religión por parte de católicos y evangélicos para violentar y destruir los valores espirituales de los indígenas es un hecho despreciable y a todas luces anti-cristiano.
  2. Mario Silva tiene una falsa opinión sobre Calvino y el calvinismo. Insistentemente Mario señala que los evangélicos ultra derechistas que han ido creciendo en el continente, evidentemente financiados por los EEUU, responsables en buena medida del triunfo del fascista Bolsonaro en Brasil y del golpe de Estado en Bolivia, son calvinistas. Cada vez que Mario se refiere al calvinismo lo hace de manera peyorativa, demostrando con eso que desconoce completamente el tema. Identificar al cristianismo calvinista con los grupos de evangélicos extremistas y de ultraderecha demuestra un total desconocimiento de la realidad del cristianismo calvinista. Los evangélicos extremistas no son calvinistas, son más bien pentecostales—aunque hay iglesias pentecostales probolivarianas y chavistas. Aquellos grupos de ultra derecha son iglesias libres, aupados y seguramente financiados por los Estados Unidos. Son grupos más bien recientes que surgieron con fuerza en los primeros años de la revolución sandinista. Las iglesias establecidas en Nicaragua, muchas de orientación calvinista, denunciaron a estos grupos y se diferenciaron radicalmente de ellos.
  3. Las iglesias calvinistas son fundamentalmente las iglesias “Presbiterianas”, aunque también las iglesias bautistas, las luteranas, las anglicanas y las metodistas tienen influencia calvinista. Estas son iglesias largamente establecidas en el continente, algunas con 150 años de existencia en nuestros países. De estas iglesias ha surgido un pensamiento y praxis progresista y en muchos casos revolucionario. En los años 60 y 70 del siglo pasado surgió entre estas iglesias influenciadas por el calvinismo, el movimiento Iglesia y Sociedad, que produjo una teología protestante que fue un importante antecedente de la Teología de la Liberación. De estas iglesias han surgido importantes teólogos de la liberación como José Míguez Bonino, en Argentina, Rubem Alves, en Brasil, Sergio Arce y Ofelia Ortega, en Cuba, entre otros. Ciertamente la feligresía de estas iglesias incluye una variedad de opciones políticas, ideológicas y teológicas, pero no se puede afirmar que ser calvinista es ser capitalista o anti bolivariano.
  4. En la ciudad de Mérida tenemos una congregación presbiteriana, calvinista. Con nosotros se ha reunido la Profa. María Alejandra Díaz quien puede dar fe de quienes somos esos calvinistas. También el P. Numa Molina nos conoce y sabe quiénes somos los presbiterianos.
  5. Gran parte de la visión negativa sobre Calvino y el calvinismo proviene de la tesis propuesta por el sociólogo Max Weber en 1904 sobre “La ética protestante y el espíritu del capitalismo”. Weber consideró que la ética protestante que enfatizaba el individualismo, la frugalidad, la importancia del ahorro, dio origen en gran medida al surgimiento del capitalismo. Calvino, según Weber, es el máximo representante de esta ética. Pero resulta que estudios posteriores han demostrado que la tesis weberiana no es del todo cierta. Como lo señala el estudioso Samuel Gregg: “El surgimiento del capitalismo no está en correlación con el protestantismo. Hay numerosos ejemplos de sistemas capitalistas que surgieron en países no protestantes, como ocurrió con el mercantilismo italiano que surgió dos siglos antes de la Reforma protestante. Estudios católicos y protestantes están acordes en que el “espíritu comercial” precedió a la Reforma por lo menos en dos siglos. A partir del siglo XI las palabras Deus enim et proficuum, por Dios y el lucro, aparecen entre los mercantes italianos y de Flandes. Desde los años 40 y 50 del siglo pasado el erudito belga Raymond de Roover escribió numerosos artículos señalando que durante la Edad Media comenzaron a desarrollarse transacciones comerciales y bancarias. El historiador italiano-americano Robert S. López demostró también que la tesis weberiana está error.”[1]
  6. La Ginebra de Calvino mostró una ciudad cristiana desarrollada, donde los sistemas educativos, sanitarios y de salud pública, vivienda, cuidado médico y trato igualitario de todos los ciudadanos fueron ejemplo para toda Europa. Lamentablemente lo único que se conoce sobre Calvino es que quemó en la hoguera al médico y erudito español Miguel Servet. Este acto, ciertamente reprochable a nuestros ojos, no fue nada ajeno a lo que se hacía en los países católicos de la época, de hecho, Roma había condenado previamente a Servet a la hoguera y por esa razón Servet huyó hacia Ginebra buscando refugio. Lamentablemente Calvino no fue mejor en esto que sus congéneres católicos.

Rev. Dr. Edgar Moros Ruano,

Pastor de la Iglesia Presbiteriana de Venezuela

Profesor Titular Jubilado de la ULA

[1] Samuel Gregg, “Why Max Weber was wrong”, en Public Discourse, December 11, 2013. (Traducción libre del autor del presente artículo)

 

Compartido con SURCOS por Carlos Tamez.

Sea parte de SURCOS:

https://surcosdigital.com/suscribirse/