¿Para qué sirve la memoria de flaton y estereofón?

“Conservar y ampliar la herencia cultural,
Impartiendo conocimientos sobre la historia del hombre,
Las grandes obras de la literatura
 Y los conceptos filosóficos fundamentales”
V Fin de la Educación Costarricense

Lic. Javier Francisco Cambronero Arguedas

Siendo diputado de la república, en el cuatrienio anterior y electo por la provincia de Alajuela, me correspondió en todo el período pertenecer a la Comisión Plena II. Allí se aprobó la ley 9270 el 23 de septiembre de 2014. Es una ley muy chiquita, tan sólo 3 artículos, denominada Declaración de la Semana de la Seguridad Social. Dicha ley se origina en un proyecto presentado por varios diputados del período 2010-2014 y curiosamente pertenecientes a varios partidos: PUSC, PASE, PLN y PAC.

Dicha ley pretende que durante la última semana del mes de abril, cada año, sea aprovechada para que tanto el Ministerio de Trabajo así como el MEP, promuevan actividades que rescaten y potencien el verdadero valor y sentido de la reforma social impulsada en los años cuarenta, arquitecta de nuestro Estado Social de Derecho y que hoy se concreta en el Título V de nuestra Constitución Política, denominado Derechos y Garantías Sociales. Allí se salvaguardan importantes derechos de los trabajadores, así como se garantiza respaldo constitucional a cooperativas, sindicatos y solidarismo. Todo ello de la mano con la creación de la universidad pública, la promulgación del Código de Trabajo, un Código Procesal laboral, la CCSS, existencia del PANI, seguros del riesgos del trabajo y posteriormente FODESAF.

El Calendario Escolar, importante instrumento de trabajo que coadyuva a orientar el trabajo de los educadores, así como a la celebración de efemérides e importantes acontecimientos de la historia patria, no contempla ya dicha celebración. Ni gremios magisteriales ni autoridades ministeriales han atendido tan grave y grosera omisión. Peor aún, en el momento en que nos encontramos donde las instituciones de la seguridad social nos han arropado y guarecido de las secuelas de tan terrible y mortal enfermedad como la ocasionada por el coronavirus, desde hace 13 meses. A Cien años de empezar a materializar en la legislación costarricense importantes conquistas sociales como la jornada ordinaria de 8 años, el seguro de riesgos del trabajo, la creación de ministerios como el de trabajo y el de Salubridad Pública, creación del PANI y un régimen de seguros de vida para un sector de la población tan importante como los educadores, pionero en esa materia, hemos sido testigos del concubinato surgido en Cuesta de Moras entre diputados principalmente del PLN, PUSC y PAC para emprender una furiosa y rabiosa contrarreforma social, contra las conquistas sociales que costaron sangre, sudor y lágrimas a miles de valerosos costarricenses. El sueño dorado de los libertarios y su fin último, lo hemos visto materializarse ante la disciplina y espíritu depredador con que han actuado la mayoría de diputados y diputadas en este cuatrienio.

Ahora entendemos la obcecación y obstinación del Consejo Superior de Educación de lanzar a miles y miles de estudiantes a pruebas como FARO y PISA donde no se toman en cuenta Estudios Sociales ni Formación Cívica.

Estamos a las puertas de un nuevo proceso electoral y ustedes como ciudadanos y costarricenses, tienen el derecho y la obligación moral de cuestionar a quienes pretenden gobernarnos, qué piensan sobre esta barbaridad. Este tratamiento espurio hacia las nuevas generaciones donde fácilmente pueden perderse en el discurso de ciudadanía global y planetaria. Si importante es saber para dónde vamos, también lo es saber de dónde venimos.

No renunciaremos a querer a nuestra niñez y juventud como seres críticos, responsables y amantes de la Patria

Ante fenómenos como la globalización y la construcción de una ciudadanía planetaria, es un craso error que una nación desde su currículo nacional, renuncie a la formación integral de sus ciudadanos y sobre todo que se propicie una desconexión entre el individuo y lo témpero-espacial. Las decisiones de autoridades nacionales, no pueden ni deben entrar en colusión con los Fines de la Educación Costarricense, consagrados en el artículo 2 de la Ley Fundamental de Educación. El desarrollo del pensamiento analítico, critico, de valoración en la actualidad costarricense; necesaria y naturalmente deben incorporar el desarrollo de los Estudios Sociales como disciplina, al igual que la Educación Cívica. De manera que sea conveniente su inclusión en cualquier modelo de Pruebas Nacionales que el país decida.

Sería un enorme error seguir la ruta de propiciar la formación de ciudadanos absolutamente ignorantes de valores cívicos y de una rica e inigualable historia que nos une y permite entender lo que somos, de dónde venimos y a qué aspiramos.

No tenemos ningún derecho de condenar a esta generación a una asepsia mental, donde no hay ni existe arraigo; pareciera que no importa que nuestros jóvenes no sepan de dónde vienen, quiénes son y para dónde van.

Futuras generaciones sin arraigo y sin vínculo con su terruño, ayunas de conocer la historia patria; muchos de ellos probablemente serán sujeto con mayor facilidad de futuras manipulaciones con quien sabe que inconfesables propósitos. Peor aún, como lo advierte el Papa Francisco en Fratelli tuti (numerales 13,14 y 53), pueden ser presa fácil de nuevos colonialismos culturales, y además ser sujetos de una pérdida del sentido de la historia y ante todo desde el currículo costarricense no podemos pretender construir un futuro temiéndole al pasado. Sin arraigo, sin memoria y… sin territorio.

A las puertas del bicentenario, debemos de preguntarnos si todo esto es casualidad o si nos quieren hacer semejantes como a un exministro de educación que no supo explicar en qué consistía la Anexión del Partido de Nicoya, a estimados padre de la patria que no saben de quien nos independizamos hace 200 años o como el ex vicepresidente de una gran nación del norte, quien manifestó no tener interés en visitar América Latina puesto que no habla latín.

Ni la chabacanería ni la mediocridad son buenas consejeras. A mi todo esto me enoja ¿y a usted?

 

Imagen tomada de http://www.encuentromunicipal.com/