Carta del doctor Juan Jaramillo Antillón sobre los increíbles problemas de las personas con discapacidad del país – la desaparición del CENARE
SURCOS comparte la siguiente carta que el doctor Juan Jaramillo Antillón, exministro de Salud envió a la Academia Nacional de Medicina y Cirugía:
Sobre los increíbles problemas de los enfermos discapacitados del país – la desaparición del CENARE
Señores miembros de la Academia Nacional de Medicina y Cirugía
Considero necesario hacer las siguientes anotaciones en relación al grave problema que los jefes de servicio del CENARE, nos presentan a través del Dr. Federico Montero. Tal vez ustedes con mayor conocimiento del problema se pronuncian. Se muy bien que muchos distinguidos miembros de la Academia trabajan en la CCSS, sería interesante escuchar su opinión.
LA CCSS, NO ES, SOLO LA PRESIDENCIA EJECUTIVA O LAS GERENCIAS O A LA ADMINISTRACIÓN, O INCLUSO LOS JEFES, O SUS MEDICOS Y OTROS PROFESIONALES Y TRABAJADORES DE LA INSTITUCIÓN, O SUS PLANTAS FÍSICAS. LA CAJA SOMOS TODOS, EN ESPECIAL, LOS QUE DE ALGUNA MANERA CONTRIBUYEN A SOSTENERLA COMO SON LOS TRABAJADORES Y SUS PATRONOS, Y LOS PACIENTES A LOS QUE SE LES BRINDAN SERVICIOS. Por esa razón debemos opinar sobre los problemas de la institución buscando mejorarla si tenemos la razón. Por ello las autoridades de la Caja deben escuchar a quienes presentan objeciones por sus servicios.
1-Como señalaron, el CENARE fue convertido en un hospital para atender enfermos de la pandemia viral. Se canceló toda actividad de su área, incluyendo no solo a los discapacitados que requerían consulta o rehabilitación, sino algo más grave e injusto, la atención muy especializada de cientos de enfermos con patologías neuro-musculo-esquelético, que urgían ser internados y operados. O sea, la Institución prefirió atender a unos pacientes con una enfermedad, pero a otros no. el CENARE prácticamente desapareció.
2-Se muy bien que esto fue al principio un problema hospitalario no solo para Costa Rica, sino mundial. Pero, después, se debió realizar una buena organización con división de áreas, en todos los hospitales del país para atender, por un lado, a los enfermos contagiados por este virus y por otro lado continuar atendiendo a los enfermos usuales. Pero esto no parece haber sucedido “rápida y adecuadamente” en la CCSS.
3-El mejor ejemplo de este problema nos lo reportan los jefes del CENARE. El país tiene en el año 2021 (INEC) 5,183.038 habitantes y el sistema hospitalario de la CCSS posee únicamente 5.446 camas, cifra parecida a la que tenía cuando el país solamente tenía 3 millones de habitante. El número de camas hospitalarias de Costa Rica 1.2 camas/1000/h es apenas ligeramente superior a la que tiene Bolivia y Nicaragua y estamos por debajo de México, Colombia y Chile, y ni que decir de Canadá, Uruguay, Argentina, Estados Unidos o Cuba. Lo anterior deja ver que arrastramos un tremendo déficit de camas.
4-De todos es conocido el grave problema que tiene la Institución desde hace muchos años en relación, a la tardanza de meses o años para ser visto por diferentes especialistas, o para un estudio radiológico, endoscópico, biopsia, etc., y lo más grave, para ser internado y operado de diversos padecimientos, que le provocan a los asegurados sufrimientos o incluso la agravación de sus patologías por la tardanza. Hecho que la propia Institución incluso públicamente ha reconocido. Problema que se ha agravado con la aparición de la pandemia viral de la Covid-19, a la que por necesidad se le ha dado prioridad. Esto coloca en muchos aspectos a nuestro Sistema de Salud como los que tienen países del tercer mundo, al contrario de lo que nos jactábamos antes del año 1990., de poseer un país en vías de desarrollo y sin embargo un sistema de salud de país desarrollado.
5-Por la información que tengo muchos servicios están trabajando a media capacidad. Y los retrasos de cientos de miles de enfermos con problemas en diferentes especialidades continúan agravándose. La fuente de esto es la propia Caja.
6-No entiendo cómo, teniendo el sistema hospitalario del Seguro Social 5.446 camas y estando utilizando únicamente un promedio diario de 1300 camas para enfermos de la Covid-19, se le quitan ya no inicialmente sino por espacio de muchos meses las 88 camas que posee al CENARE, 68 para internamientos, lo que, solamente representa el 1.25% de las camas de la CCSS, y lo más graves, estas no le han sido devueltas al único hospital de rehabilitación que la CCSS posee, a sabiendas que en el país hay 670 mil personas mayores de 18 años con algún grado de discapacidad (INEC 2019) y que, solamente, tienen al CENARE como hospital de apoyo y sin siquiera una consulta externa a donde acudir, dejando así por meses de meses, a una grupo de enfermos abandonados a su suerte, ya que solo en el año 2021 han recibido 488 referencias de enfermos para ser hospitalizadas y operados, sin que eso sucediera y sin saber que le pasó a dichos enfermos. Y lo mismo sucede con los pacientes discapacitados con problemas odontológicos, muchos de ellos con dolores, que tienen 70 semanas sin que se les pueda dar atención.
Siendo yo un discapacitado que por varios años recibí una maravillosa atención en el CENARE (después de tener que dejar de recibir la misma por su elevado costo, en uno de los mejores hospitales de rehabilitación de USA), esa es una de las razones por lo que lo defiendo, aparte de ponerme en el lugar de los enfermos que requieren tratamiento ahí.
Con saludos cordiales.
Dr. Juan Jaramillo Antillón