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Etiqueta: autoritarismo

La jornada de lucha de mañana 24 de abril hay que apoyarla

Vladimir de la Cruz

Hay fechas que se vuelven emblemáticas, significativas. Algunas de ellas son las efemérides de la Patria, aquellas fechas que nos recuerdan constantemente los elementos claves, y las bases de nuestra nacionalidad, nuestra identidad nacional, los hitos que permitieron construir nuestro andamiaje institucional y constitucional democrático. También las hay por aspectos culturales o populares, y las hay internacionales que también se celebran en el país.

Las fechas que en este sentido se exaltan, entre otras, son, por ejemplo, la de la Independencia de Costa Rica, asociadas al 15 de setiembre y al 29 de octubre de 1821; la de la Incorporación o Anexión de Nicoya a Costa Rica, del 25 de julio de 1824, que este año celebraremos en su 200 aniversario; las fechas asociadas a la Guerra Nacional contra los filibusteros norteamericanos, de 1856 – 1857, como son las Batallas de Santa Rosa, el 20 de marzo, la de Sardinal, el 10 de abril y la de Rivas, el 11 de abril, todas de 1856, siendo que la de Santa Rosa y la de Sardinal casi no se celebran, aunque fueron fundamentales por la defensa del territorio nacional y la expulsión de los filibusteros de las tierras costarricenses que en ellas se dio. El 11 de abril evoca también el acto heroico de Juan Santamaría, en la quema del Mesón de Guerra, contra los filibusteros, a lo que se le da mayor énfasis.

Especial fecha ocupa en este contexto, de la Guerra Nacional, la del 1 de mayo de 1857, que ocasiona el feriado nacional, que es la rendición de William Walker, así establecido en su celebración obligatoria desde 1858, que es a veces lo que menos se recuerda.

El 1 de mayo se exalta, especialmente, por realizarse el Día Internacional de los Trabajadores, cuya tradición se remonta a 1886, con las grandes huelgas victoriosas de la clase obrera norteamericana, para obtener la jornada de trabajo de ocho horas, lo que se materializa a partir de 1890, con esta celebración internacional, por acuerdo del Congreso de Trabajadores Socialistas, reunido en la Sala Petrelle, en París en 1899, que así lo declaró, para que cada primero de mayo la clase obrera, en cada país, hiciera un balance de sus luchas realizadas en el año transcurrido e hiciera una propuesta o plataforma de luchas para el año venidero, haciendo del Primero de Mayo, en el campo laboral, un día de lucha, no festivo, para defender los derechos y beneficios laborales, la jornada de ocho de trabajo, hoy nuevamente amenazada en el país, para luchar por salarios más justos, acordes al costo de la vida, por mejor seguridad e higiene ocupacional y para plantear nuevas demandas laborales. En Costa Rica desde 1913 se celebra y organiza el día internacional de los Trabajadores, por iniciativa misma de las organizaciones laborales, impulsada su celebración por el Centro de Estudios Sociales Germinal que impulsaron los grandes maestros, intelectuales y caudillos culturales, Joaquín García Monge, Omar Dengo, Carmen Lyra, José María Zeledón Brenes, entre otros.

Otras fechas de esta naturaleza son las culturalmente establecidas, como las de los días del Adulto Mayor, el de las Culturas, el de la creación de la Benemérita Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano, el de la Virgen de los Ángeles, el de la Madre.

Especial relieve adquiere la del Trabajador, el 1 de mayo. En esta fecha, del 1 de mayo, se mezcla también la rendición de cuentas del Presidente de la República, de su gestión de gobierno del año transcurrido, que se brinda obligatoriamente ante el pueblo representado en sus diputados. Su obligación es presentar, entregar, su informe. No es en irlo a leer ante los diputados, aunque esto se haya establecido en la tradición. Hoy ese informe se lee el día 2 de mayo, porque el 1 de mayo también se elige el Directorio Legislativo, y el Presidente del Poder Legislativo, para la siguiente Legislatura, período anual que va del 1 de mayo al 30 de abril siguiente, lo cual adquiere una gran relevancia nacional, como se está apreciando en estos días.

En las fechas de carácter popular están los Carnavales de Limón, los días relacionados con la fecha de fundación de los cantones, de santos, la llamada Fiesta de los Diablitos, la de los negritos, las fiestas populares en cantones, como la de Alajuelita; el día del Aborigen costarricense, el 19 de abril.

En el plano internacional, se celebran fechas, como la de los días Mundial de los Humedales, el 2 de febrero; el del cooperativismo, el 27 de abril; el Mundial del Libro, el 23 de abril; el de la Danza, 29 de abril. Podría seguir mencionando fechas y eventos, de esta naturaleza.

Las hay también aquellas que recuerdan grandes movilizaciones populares, que han dejado huella en el imaginario nacional, político y cultural del país. Así, por ejemplo, la de 7 de noviembre de 1889, que el pueblo se movilizó para defender un resultado electoral, que dio base para que esta fecha se declarara fundamento de la democracia nacional, y para que el Presidente de entonces, José Joaquín Rodríguez llamara la atención en el reconocimiento del voto de la mujer, por el papel que había jugado en esas movilizaciones, sin que esa iniciativa se aprobara en ese tiempo, pero abrió el camino para las luchas por el reconocimiento del sufragio femenino en el país.

Se recuerdan las movilizaciones populares contra la dictadura de Federico Tinoco, con la participación de la lucha popular, política, militar y guerrillera, especialmente las movilizaciones de trabajadores, maestros y estudiantes contra esa dictadura.

Especial relieve tienen, en este recuerdo de fechas, las luchas obreras como la que logró a la jornada de trabajo de ocho horas en Costa Rica, en diciembre de 1920, resultado de huelgas que se dieron desde 1918 con ese propósito.

Del mismo modo, la Huelga Bananera de 1934, que cumple el próximo 4 de agosto su 90 aniversario; las luchas y movilizaciones populares que se producen en distintos sentidos políticos en la década de 1940-1948, a favor de las garantías sociales y el Código de Trabajo, por la defensa del sufragio, frente a los abusos y fraudes electorales de la época, que condujeron a la Guerra Civil de 1948. De ella, y del Gobierno de la Junta fundadora de la Segunda República, se exalta la fecha de la abolición del ejército, el 1 de diciembre de 1948, y la de la aprobación de la actual Constitución Política, el 7 de noviembre de 1949.

Del período reciente, como grandes luchas populares están las huelgas bananeras de 1954 y de 1958; las estudiantiles y populares que culminan el 24 de abril de 1970, contra la aprobación del Contrato Ley de la ALCOA, lucha que impulsó el movimiento estudiantil universitario, como un gran movimiento de masas en su favor, contra la explotación que se quería hacer, a cielo abierto, de la bauxita en el Cantón de Pérez Zeledón.

La lucha en ese momento no culminó con el rechazo legislativo del contrato, pero logró que, poco tiempo después, se eliminara la figura jurídica del Contrato Ley.

El 24 de abril permanece en la conciencia social como un día de lucha social. No casualmente para mañana están convocadas manifestaciones de diversos sectores sociales y laborales, en defensa de sus derechos, y de la institucionalidad social, seriamente amenazados por el actual gobierno neoliberal, pinochetista, por sus políticas económicas, métodos y acciones gubernativas, para desmantelar todo el andamiaje del Estado Social de Derecho, que se ha construido desde 1943.

Los sectores laborales, de maestros y profesores, de trabajadores de la salud y médicos, estudiantes, trabajadores en general están siendo convocados para movilizarse y expresar, mañana, su voluntad en defensa de estos derechos e instituciones públicas.

La jornada de mañana 24 de abril es patriótica, nacional y democrática. Es por afirmar el Estado Social de Derecho, es un esfuerzo por frenar las políticas privatizadoras del gobierno autoritario de Rodrigo Chaves Robles, es por defender las institucionalidad social y democrática del país. Hay que apoyarla.

¿Qué pensás de la democracia?

La Fundación Friedrich Ebert, como parte del Programa del Estado de la Región, busca conocer las percepciones de las personas de Centroamérica en torno a la democracia. A continuación la información

¿Qué pensás de la democracia?

Te invitamos a hacer el test aquí: https://www.testidentidades.com/

Para explorar si tenés inclinación hacia la democracia. Al final podrás ver los resultados y compararlos con las respuestas de otras personas de toda América Central. 

Esta iniciativa es una herramienta digital, diseñada por el Programa del Estado de la Región y cuyos resultados serán parte del próximo Informe regional. Tiene como objetivo identificar las percepciones ciudadanas que la población de Centroamérica y República Dominicana tiene sobre la democracia, en un contexto marcado por crecientes preocupaciones sobre su erosión.

Información compartida a SURCOS por la Fundación Friedrich Ebert.

Chaves al cuadrado

Oscar Madrigal

Óscar Madrigal

Hasta la fecha, la nueva derecha que representa el presidente Chaves, que es principalmente autoritaria y más neoliberalista, no ha logrado una alianza con sectores conservadores como el PLN y la Unidad y de forma más permanente con el partido evangélico y el Liberal de Feinzaig. La política de Chaves ha sido de enfrentamiento con los partidos políticos, lo que de alguna manera ha debilitado sus políticas entreguistas y neoliberales de mayor calado.

La unidad entre esa llamada nueva derecha y los sectores conservadores se ha dado con Trump, Bolsonaro y ahora entre Milei y Macri para solo mencionar algunos ejemplos. Eso no se ha dado claramente en Costa Rica.

Por esta desunión es que Chaves no ha podido implementar y concretar -como hubiera querido- una política económica de extrema derecha conducente a desmantelar totalmente las instituciones estatales.

Hasta ahora la política económica de Chaves se ha limitado a una aplicación ortodoxa de las medidas aprobadas en el gobierno anterior.

Por otra parte, las medidas más neoliberales de Chaves han chocado con la institucionalidad nacional, cuando en su afán autoritario, ha querido saltarse la legalidad; la Contraloría o los Tribunales, centro de su ofuscación y rabia, le han echado abajo, decretos o decisiones contrarias al bloque jurídico y puesto un alto a la arbitrariedad de sus decisiones políticas.

Además, Chaves ha tenido una importante debilidad: la falta de un partido político que acuerpe sus decisiones. Los intentos realizados con Choreco y la “mejicana” terminaron en un total fracaso. Su partido político ha sido y es hasta ahora Pilar Cisneros, quien con su credibilidad le permite mantener cierto cuerpo político o social, aunque insuficiente.

Sin embargo, esta situación está por cambiar.

Los partidos Unidad, Liberal de Feinzaig, los evangélicos de Fabricio y los diputados de Gobierno están a punto lograr un acuerdo para conformar un Directorio Legislativo. El Gobierno de Chaves promueve esta nueva alianza.

Por lo que se sabe de información pública, la Alianza se fundamenta en acuerdos, dos de los principales son: la venta del Banco de Costa Rica y aprobación de las jornadas 4×3. Es posible que el acuerdo sea más profundo, que incluya otros alcances tales como la aprobación de una agenda legislativa que reduzca y limite los derechos de los trabajadores, las mujeres, cierre instituciones y reduzca más aún el Estado de Bienestar. No lo sabemos aún, pero lo que está sobre la mesa ya es para preocuparse.

Por lo menos tendremos un presidente Chaves acuerpado por 3 partidos, un acuerdo sobre una agenda legislativa más neoliberal que redundará en un fortalecimiento de las políticas autoritarias del presidente. Un Chaves al cuadrado.  ¡Que Dios nos agarre confesados! Lo que viene es peor.

No ofende quien quiere… sino quien puede

Dr. Oscar Aguilar Bulgarelli

Así reza el famoso refrán, pues en la mayoría de las ocasiones en que se intenta provocar una ofensa, no basta con el deseo, sino tener los medios, la razón y la solidez ética para sostener lo que se dice, con el evidente deseo de hacer un daño a alguien: conjugar esos tres factores, es realmente difícil.

Lamentablemente Costa Rica tiene casi dos años de soportar, con bastante estoicismo, ser gobernada por una persona y su séquito adulador, que han tomado el insulto y la agresión como su caballo de batalla.

Así vemos cómo instituciones que van desde la misma Constitución Política hasta los otros poderes de la República; la Fiscalía o la Contraloría General, La Defensoría o las Universidades, la Caja del Seguro Social o el ICE: y en lo personal los Magistrados, diputados de casi todos los partidos y sexos, rectores de las universidades públicas, los investigadores del Estado de La Nación y los medios de comunicación incluyendo muchos de sus periodistas, para citar unos pocos ejemplos de una lista que, siguiendo el procaz lenguaje del presidente, está integrada según él por canallas, pues no han doblado totalmente la cerviz a su voluntad autoritaria.

El último ejemplo de este malhadado estilo de gobernar, lo dieron el presidente Chaves y su ministro del MOPT Luis Amador, cuando hace pocos días dijeron dos frases de mala antología: El presidente Rodrigo Chaves nada menos, trató a los diputados de “sicarios de los narcotraficantes” por no aprobar los proyectos de ley claramente inconstitucionales que había enviado a la Asamblea Legislativa; por su parte el ministro Amador, que de ello tiene muy poco, al referirse a las críticas ocurridas en un foro de alto nivel académico y profesional en el Colegio de Ingenieros, para señalar que a su juicio no tenían suficiente información, dijo que…”estaban meando fuera del tarro”, inaceptable y procaz lenguaje de quienes deben ser ejemplo; por lo que al ver su labor y en general la del Gobierno de Chaves, uno se pregunta quiénes son los que desde hace dos años, así lo practican.

No es posible que el presidente Chaves dé ese trato a los miembros de la Asamblea Legislativa, a los que se les pueden achacar muchas cosas, no son perfectos ni mucho menos, pero son los representantes del SOBERANO y obvio que se rechaza de entrada que seamos un pueblo de sicarios.

Es lamentable que el presidente no mida las consecuencias institucionales de las barbaridades que dice, cada vez que se sale del guion, al igual que otros del texto del teleprónter, pues como dijo Federico Cruz (Choreco) su exasesor de campaña y en la presidencia, Chaves es un desbocado; entonces uno de pregunta: ¿quién está choreco? Chaves, Cruz o todo el gobierno.

Dentro de las características de su psicopatía narcisista, es urgente que Rodrigo Chaves venza su peligrosa tendencia a la mentira, la envidia y ausencia de empatía que lo lleva al insulto de los demás que no aceptan convertirse en sus servidores (casi esclavos) en su entorno o no de poder. Urge que en estos dos años que le quedan de gobierno, y esto por el simple hecho que los costarricenses somos respetuosos de la Constitución Política y no tenemos la posibilidad del voto revocatorio de mandato, cambie radicalmente su actitud arrogante y engreída, acepte sus limitaciones que son muchas y permita ser adecuadamente asesorado por personas capaces, no las que le soban la leva en su entorno.

Pero sobre todo debe entender que es el PRESIDENTE DE LA REPUBLICA y que está OBLIGADO a guardar la DIGNIDAD DE SU CARGO, y no tiene libertad alguna para mancillarlo; mal ejemplo el que da desde su digno cargo, que debe ser imitado por el entorno de sus funcionarios; pues ni usted ni ellos pueden seguir con los agravios y los insultos como forma de gobierno confrontativo, DIVIDIENDO EL PAÍS ENTRE LOS BUENOS OBEDIENTES Y LOS MALOS QUE SEÑALAN LOS ERRORES, pues le recuerdo que… no ofende quien quiere, sino el que puede; y usted presidente Chaves, su gabinete y quien sea que lo rodea, simplemente NO PUEDEN NI DEBEN.

¿Crisis político electoral en Costa Rica? La ruptura del bipartidismo y el auge de la derecha

Vladimir de la Cruz

Costa Rica goza de un reconocimiento internacional, entre otras cosas, por su democracia estable, por sus recursos naturales protegidos y su rica diversidad natural, por la abolición del ejército desde hace 76 años; por el ejercicio democrático electoral y cambios de gobierno estables, cada cuatro años, desde 1848, con algunos períodos muy cortos de golpes de estado, dos en el siglo XX, de dos años cada uno; por un régimen de partidos políticos que funciona desde 1889, por un régimen constitucional estable desde 1871, por el ejercicio de libertades y derechos y una amplitud de los Derechos Humanos.

En este escenario, las corrientes políticas, especialmente desde 1931 hasta hoy, han girado con la presencia liberales clásicos decimonónicos, de la izquierda comunista, la socialdemócrata, la social cristiana, como grandes ejes de pensamiento político. En la segunda mitad del siglo XX surgieron variantes de estas corrientes políticas o ideológicas, algunas de ellas con pequeñas estructuras político-partidarias y hasta electorales. Corrientes liberales y neoliberales se han desarrollado como corrientes político-electorales desde finales del siglo XX. Hoy tienen más presencia pública y de gobierno. Tendencialmente se ven como amenazas gubernativas, ahora y para el próximo gobierno 2026-2030.

Tradicionalmente los gobiernos de Costa Rica desde 1953 hasta el 2014 han gravitado con partidos socialdemócratas y socialcristianos gobernantes, alternado entre ellos, los socialdemócratas 9 veces en gobierno, los socialcristianos seis veces. Esto produjo la idea de un bipartidismo gobernante muy sólido, al que se le debe lo bueno y lo malo del país en todo sentido.

Dos de los últimos gobiernos fueron de un nuevo proyecto político electoral, sin una clara definición político-ideológica, que quedó fuera del proceso político, y electoral en la práctica, en las elecciones nacionales del 2022, donde no eligió el partido gobernante, de estos años, ni un solo diputado, y en las elecciones municipales recién realizadas donde también se desdibujó electoralmente.

Parlamentariamente, el bipartidismo histórico dominó el Poder Legislativo, generalmente con mayoría socialdemócrata o compartiendo con los socialcristianos la amplia mayoría legislativa desde 1953 hasta 1998.

Desde 1998 este bipartidismo parlamentario se rompió. Perdieron las mayorías legislativas con la que se imponían nacionalmente. Aparecieron otras fuerzas pequeñas parlamentarias con las que tuvieron que negociar para la mejor toma de decisiones parlamentarias y políticas. En este escenario, desde 1998, surgieron fuerzas políticas electorales y parlamentarias de carácter cristiano no católicas, liberales dentro del neoliberalismo. Hubo una atomización de partidos disputando la presidencia de la República en el 2022 cuando participaron 25 partidos políticos en esa batalla electoral. De estos 25 partidos nacionales solo llegaron ocho a las elecciones municipales del pasado 4 de febrero. El nuevo Congreso Nacional, de 57 diputados, quedó dominado por seis partidos, cinco de ellos ubicados en el centro derecha.

En los últimos ocho años han venido surgiendo corrientes de carácter neoliberal populistas. En el 2022, en las elecciones se impuso como gobernante, con menos de un año de ejercicio político, y de reconocimiento personal político, el actual presidente de la República, que tenía casi 35 años de trabajar en el extranjero, en el Banco Mundial. Totalmente desarraigado, sin raíces políticas importantes, a modo de un típico outsider se impuso, cuestionando todo el pasado político, acusando graves casos de corrupción reales, como un lastre de toda la clase política tradicional, de todos los partidos políticos existentes y de todos los poderes públicos. Señalaba que la situación que se calificaba de ingobernabilidad en que había entrado el país se debía a que no había habido gobernantes que gobernaran, que mandaran, presentándose como el escogido para esa tarea.

Los partidos tradicionales gobernantes desde 1978 habían iniciado el proceso de acabar y debilitar el Estado Social de Derecho que se había venido construyendo desde 1943, y de reducir al máximo posible el Estado asistencialista y benefactor que se había impuesto desde las reformas políticas y sociales de 1943, y como resultado de la Guerra Civil, de 1948, en el marco de la guerra fría que se dio desde 1945 hasta 1991, como barrera de contención a las posibilidades de ascensos de la izquierda y de los comunistas, sobre todo después del triunfo de la Revolución Cubana, en 1959, del triunfo del Salvador Allende, en Chile, en 1970, y de los sandinistas en 1979, como del desarrollo de las insurgencias guerrilleras en Suramérica y Centroamérica en este período, 1980-1989, que se frenaron con los Acuerdos de Esquipulas, iniciando procesos de reconstrucción democrática en la región; democracia que no ha sido fácil establecerla y consolidarla, como se puede apreciar por lo que sucede en Nicaragua, desde el 2006 hasta hoy; en Honduras desde el golpe de Estado al Presidente Zelaya en el 2009; con el gobierno de Bukele en El Salvador, recientemente, cuestionado en muchos aspectos, a pesar de su exitoso enfrentamiento y control de los grupos narco criminales, y con los sucesos electorales hace pocos días, de Guatemala, donde se trata de que el Presidente Bernardo Arévalo no pueda gobernar ni ejercer democráticamente su mandato presidencial.

En este contexto los grupos neoliberales tienen cada vez más presencia en el área y en Costa Rica. El actual gobierno, del presidente Rodrigo Chaves, es su mejor exponente. Sus desplantes autoritarios, despóticos y confrontativos con toda la institucionalidad, pública, que le paraliza acciones por violar la Constitución, las Leyes y por no apegarse con rigurosidad a los trámites administrativos para sus proyectos, y por su constante confrontación con los sectores sociales y políticos del país, lo ha llevado a plantear recientemente la necesidad de acabar con todas las estructuras intermedias de la institucionalidad, para poder ejercer un gobierno más directo, mas autoritario y con capacidad de tomar de decisiones únicas y verticales desde el Poder Ejecutivo. Sin partido político propio, impulsando dos, que no participaron en las elecciones municipales, por impedimentos legales, se le ve como un peligroso continuista político gubernativo. Por la Constitución Política no puede reelegirse, pero nada le impide impulsar su candidato tarea en la que se encuentra.

En las recientes elecciones municipales, el Presidente, y sus amigos, no pudieron participar por no haber acatado las disposiciones legales y electorales de su inscripción. Pero, otros partidos, del centro derecha tuvieron cierto auge, lo que perturba a los dirigentes del partido Liberación Nacional y de la Unidad Social Cristiana. En ambas tiendas políticas desde distintos parámetros se ha planteado, después de las elecciones municipales, la posibilidad de impulsar coaliciones políticas contra ese modelo neoliberal del actual presidente Chaves. Lo mejor es que estos dos partidos son los que han impulsado ese modelo neoliberal desde 1978, lo han agudizado, han contribuido a debilitar el Estado Social de Derecho y el asistencialismo social, y se sienten desplazados de esas políticas. La social democracia nacional impulsó reformas importantes a las que ha renunciado. El social cristianismo nacional se dice heredero de las reformas sociales de 1943 que resultaron de una alianza del Partido Comunista, del partido Republicano, que era el del Gobierno y de la Iglesia Católica.

Ambos partidos abandonaron hace bastantes años estos impulsos e identificaciones sociales. Se plegaron a los mandatos internacionales de las políticas neoliberales. Las nuevas corrientes neoliberales han superado a esos partidos, que han sido arrastrados a posiciones cada vez más a la derecha política, lo que les es muy difícil disputar con sus banderas. La izquierda nacional ni siquiera ha podido presentarse, con fuerza, como la defensora de esas reformas sociales, del Estado Social de Derecho, ni como un verdadero movimiento político reformista, que defienda las reformas sociales que han sido debilitadas, de rescate de los derechos sociales de los trabajadores que ya han sido eliminados y de nuevas reformas sociales.

El escenario de las coaliciones no está lejano, aunque en el país no haya una gran experiencia en este tipo de participaciones. Las posibles coaliciones contra el actual gobierno y su posibilidad continuista de reelección gubernativa, se presentan ambas como coaliciones de centro de derecha, disputando contra un gobierno de derecha, que a los efectos produce más confianza, esperanza y sentimientos de renovación contra la derecha histórica que ha desarrollado una masa de pobreza enorme, de excluidos de los beneficios sociales, de marginados sociales, de jóvenes que ni estudian ni trabajan, de debilitamiento de salarios y pensiones, de cercenamiento de subsidios sociales.

Cuando el presidente actual habla a estos grupos sociales les manifiesta su identificación con ellos. Les hace ver que no les puede resolver sus problemas porque no le dejan gobernar; que él necesita fuerza institucional y política para poder resolver sus problemas. Procura crear un estado de violencia política interna, aprovechando la presencia en el país de más de 20 grupos de organizaciones criminales, que se disputan el territorio nacional, por el control de la comercialización de drogas, considerando que Costa Rica se ha convertido en la bodega de almacenaje de drogas, más importante de la región, junto con la de Ecuador en Sur América, para con ese estado de violencia, acudir, si pudiera a la declaración de un Estado de Excepción, que le permitiera gobernar sin ataduras y ojalá con mano fuerte. Ese es su diseño político. Esas son las propuestas electorales, las dos coaliciones desde el centro derecha que proponen elementos de Liberación Nacional y de la Unidad Social Cristiana.

La izquierda no tiene a la vista posibilidades de presentar un proyecto también de coalición política electoral. La historia de esta izquierda no produce la confianza para un gran frente político de esa naturaleza, al menos por ahora.

El escenario inmediato pareciera avanzar hacia el fortalecimiento de la de derecha en general en el país.

Compartido con SURCOS por el autor.

Paralizados por todas partes

Abelardo Morales Gamboa

Ya las cosas venían mal en este país; siguen mal y pintan peor. Tenemos uno si no el peor de los gobiernos de la historia reciente, pero no solo el gobierno toma malas decisiones, o no toma ninguna o toma las que toma con muy mala leche. Este grupito ha venido a empeorar la situación de los costarricenses, no hay duda. Podríamos sentarnos a llorar, pero con llorar no logramos nada.

Pero qué hace que este gobierno sea un desastre, cause los desastres que causa y nada pasa, los partidos políticos de oposición si es que hacen oposición, los sindicatos y organizaciones sociales, la sacrosanta intelectualidad de este país, nadie mueve un dedo, no pasamos de arrugar las narices y de seguir confinados en nuestro confort neoliberal, claro, pero con poses antineoliberales porque frente al mal debemos aparentar ser políticamente correctos.

Peor aún, el gobierno es un desastre, paraliza todo, pero hay un segmento de la población que le aplaude; si las encuestas están bien hechas, no lo sé, podríamos decir que el desastre y la parálisis gozan de legitimidad y de apoyo popular. No obstante, vemos a las derechas del PUSC y neoliberales descendientes del movimiento libertario con aires de triunfo. Están convencidos de que esta es su gran oportunidad. En río revuelto…

Hay que reconocerle al grupo que nos gobierna su genialidad. Aunque parezcan burdos, tontos no son. No más entrando al poder pararon todo desde el uso de mascarillas hasta la construcción de hospitales. Detuvieron obras viales importantes; la del Ministerio de Obras Públicas y Transportes ha sido de las peores en décadas y allí sigue el ministro como un mono agarrando el zapote. Ni qué decir sobre Educación y Salud.

Este gobierno acaba de dinamitar los programas de inversión social y condenar a miles de familias, de niños y de jóvenes, no solo a la pobreza sino a situaciones de riesgo que al cabo de un par de años pondrían a este país de rodillas frente al crimen organizado y el autoritarismo. El presidente llama a las familias pobres a asumir el sacrificio y nada pasa. Si yo les diera crédito a las conspiraciones creería que nos lavaron el cerebro, les echaría la culpa a las vacunas o a algún poder extraterrestre.

Tampoco bastan los editoriales y titulares de la prensa que también tienen responsabilidades en esta pérdida de conciencia colectiva. Hay que reconocer que, durante décadas, mientras el país avanzaba en educación, ciencias y cultura, estábamos dominados por una prensa empobrecida intelectualmente. Luego vino el desastre en educación, los contenidos de las redes sociales se volvieron más creíbles que los cuentos de la abuela, pero ya el daño estaba hecho.

Hemos llegado al punto de que un accidente paraliza el tránsito durante largas horas en cualquier vía de comunicación. El colmo es que la construcción de un puente paraliza a toda la región central del país durante meses. La parálisis no es solo mala planificación, aunque la desplanificación y el valeverguismo de los funcionarios sea resultado precisamente de la pérdida de sentido de la responsabilidad pública.

La parálisis en la que nos tiene este gobierno no es un accidente, no es un producto no previsto de la presente coyuntura histórica. No. Este gobierno sintetiza nuestra historia reciente, es hijo del desastre de fuerzas políticas y sociales que llenaron bancadas legislativas y ocuparon el gobierno en los tiempos del neoliberalismo.

Es el resultado cultural del empobrecimiento de la opinión pública hecho por la prensa de derecha, de la crisis de la educación gracias a gremios auto centrados en sus conquistas sindicales y cada vez más alejados de las congojas de los maestros y de las familias pobres, este gobierno nos está mostrando, dientes para afuera y sonrisa rechoncha, que es el resultado de una empobrecida cultura cívica, de una democracia anémica y de partidos partidos a pedacitos. Lo dicen, los vemos y les oímos, pero no abrimos los ojos. Pero la derecha va por su tajada.

La Democracia no liberal de Milei

Germán Gorraiz López – Analista

La nueva estrella del firmamento neoliberal argentino, Javier Milei se habría convertido en el vivo reflejo de la incongruencia trumpiana y habría conseguido suplir su bisoñez en la gestión pública con el impacto mediático de sus intervenciones públicas al tiempo que se habría convertido en una “rara avis» que consigue desarbolar cualquier estrategia opositora que sea mínimamente racional. Asimismo, Milei sería portador de un peligroso virus político que podría arrasar con los principios de la democracia argentina al poseer un ADN dotado de la triple enzima DXH (dictadura blanda, xenofobia y heteropatriarcalidad) y cuyo primer efecto visible fue el finiquito de lo “políticamente correcto».

Milei y el populismo

El ideario de Milei tendría la paternidad del anterior asesor de Trump, Steve Bannon que consiste en «crear un mundo virtual y paralelo aderezado de mentiras y medias verdades que consigue desarbolar cualquier estrategia opositora que sea mínimamente racional».

Igualmente, Bannon le transmitió los puntos esenciales del ideario populista: mensajes cortos y xenófobos en las redes sociales, culto al líder y utilización de las fake news para sumir a la población en la duda existencial. Así, el pensamiento de Milei no tiene en cuenta las razones contrarias, sólo recoge datos o signos que le confirmen el prejuicio para convertirlo en convicción e incluiría los puntos esenciales del ideario populista: maniqueísmo (Comunismo o libertad), culto al líder y finiquito de lo “políticamente correcto”.

Asimismo, Milei sufre de un delirio de grandeza que provoca que “el individuo se crea dotado de un talento y un poder extraordinarios debido a que las deidades le han elegido para una alta misión” (Salvación de Argentina). En consecuencia, la propaganda de Milei estuvo dirigida «no al sujeto individual sino al Grupo en el que la personalidad del individuo unidimensional se diluye y queda envuelta en retazos de falsas expectativas creadas y anhelos comunes que lo sustenta».

La Democracia no liberal de Milei

El puzzle inconexo del caos ordenado puede esbozarse mediante la llamada “Teoría de las Catástrofes” del científico francés René Thom y se basaría en dos conceptos antinómicos para intentar “comprender el orden jerárquico de la complejidad biológica”. Así, el concepto de estabilidad o equilibrio se refiere a un sistema que permanece estable aunque registre un cambio.

En la orilla antónima, encontramos el concepto de cambio cualitativo o discontinuidad que se produce cuando simples cambios cuantitativos pasan a ser otra cosa diferente y el sistema se transforma internamente de modo radical en una nueva realidad que modifica su situación de equilibro interno y se crea una situación nueva (Democracia no liberal), tesis defendida por Milei y que consiste en la implementación de una democracia no liberal, siguiendo la estela del húngaro Viktor Orbán.

Dicho régimen bebería de las fuentes del paternalismo de las dictaduras blandas y de las tesis económicas neoliberales y devendrá indefectiblemente en un régimen autocrático, forma de gobierno ejercida por una sola persona, especie de parásito endógeno de otros sistemas de gobierno (incluida la llamada democracia formal). Así, partiendo de la crisálida de una propuesta partidista elegida mediante elecciones libres, llegado al poder se metamorfosea en líder Presidencialista con claros tintes totalitarios (xenófobo, neoliberal y autoritario), lo que confirma el aforismo de Lord Acton “El Poder tiende a corromper y el poder absoluto corrompe absolutamente”.

La Patria en juego (2)

Dr. Oscar Aguilar Bulgarelli

En un artículo anterior, bajo este mismo título, explicamos como algunas de las formas autocráticas de gobernar del presidente Rodrigo Chaves, ponían en juego a nuestra Patria. Por supuesto que los errores y las pifias no han disminuido durante este año que termina, sino que, por el contrario, han aumentado exponencialmente; lo que es motivo de congoja permanente para todos aquellos que nos negamos a caer en el limbo de la indiferencia y del “qué me importa a mí”.

Sin embargo, cuando el presidente de la República anunció que saldría del país por los días de las fiestas de Navidad y Año Nuevo, muchos respiramos y pensamos: ¡nos vamos a comer el tamalito con tranquilidad!; pero no, nos equivocamos de medio a medio, como dicen, pues no contamos con la astucia mañosa del chavismo y que iba a dejar al mando del descrédito de nuestra democracia a la diputada Pilar Cisneros y su infatuada forma de proceder y hablar…con base en el texto de su telepronter.

Siendo así, con altanería nunca vista, se atrevió a decir que vivíamos en una dictadura de tres instituciones: El Tribunal Supremo de Elecciones, la Contraloría General de la República y la Sala Constitucional; personalmente en mis libros he realizado severas críticas a estas tres instituciones por su actuación en casos específicos, pero jamás he utilizado semejante y oprobioso término hacia esas tres instituciones. Será que por haber nacido en esta tierra, si conozco también sus virtudes y su papel fundamental para la democracia.

No tengo idea quien o que asesor le escribe sus intervenciones en el telepronter, pero no me cabe duda de que tiene un cerebro choreco, porque solo así se puede explicar estos ataques desaforados de doña Pilar a tres bastiones institucionales de nuestra democracia. Se puede estar en desacuerdo con las decisiones que se tomen en esas instituciones, discutir democrática e inteligentemente sobre las mismas; pero jamás hacer un llamado al odio que enciende los comentarios en sus granjas de troles, bien pagados por el chavismo, y que abiertamente gritan en favor de la destrucción institucional de la democracia.

Lo anterior, me hizo recordar una frase del comunicador y sociólogo español Manuel Castells en su libro “Ruptura”, en el cual al referirse a situaciones como la que propicia el chavismo irresponsable dice, “…esto abre las puertas a soluciones autoritarias que acabarían de descomponer las bases de la convivencia democrática, con consecuencias dramáticas que, sin necesariamente reproducir las atroces experiencias del siglo XX, podrían ser inductoras de nuevos dramas…” Cuidado doña Pilar, no jueguen con fuego.

Precisamente, en otro artículo Mía Fink U. una joven activista cívica, señaló claramente que la labor de los defensores de la democracia contrasta con el silencio ante la opresión; vea doña Pilar qué contradicción. Usted vivió en carne propia eso, la opresión; y huyendo de ella la recibieron los costarricenses de brazos abiertos; pero ahora usted y el régimen que aúpa, quieren que a todo se le diga sí, porque si no, la prensa vasalla que ha creado el Chavismo viene como jauría a dentelladas, contra quienes si defendemos el derecho a disentir y tener libertad de pensar y actuar.

Vamos a suponer una cosa, doña Pilar, que lo dicho por usted y su líder Rodrigo Chaves es cierto y que los ejemplos que ponen para afirmar que, anteriormente, las tres instituciones aprobaron proyectos semejantes y que hoy los rechazan. Pero resulta doña Pilar, que en todos esos proyectos rechazados se han dado los argumentos jurídicos más que suficientes para demostrar, sin lugar a duda, que hay serias violaciones a la legalidad. Ahora bien, resulta que ustedes ganaron las elecciones alegando que todo lo hecho anteriormente estaba mal, que era ilegal y corrupto; supongamos que ahora esas tres instituciones quieren corregir los errores del pasado (si en realidad los hubo, no se), pero ustedes ahora quieren que sigan pecando, cayendo en la ilegalidad y la corrupción y hasta han llegado a bendecir procedimientos que antes maldijeron. Ven don Rodrigo y doña Pilar, ¡qué fácil se les “deschoreca” su argumento!

No don Rodrigo, Doña Pilar, todos sus acólitos y vasallos, así no jugamos en esta bendita democracia, muchos la defenderemos hasta el final, y como principio fundamental deben saber que, ante una Patria en peligro, por el futuro de nuestros hijos, nietos y bisnietos, no tenemos miedo de decir lo que pensamos.

Vetos presidenciales y resellos legislativos

Vladimir de la Cruz

Es claro que el presidente Rodrigo Chaves no sabe y no conoce cómo funciona un régimen político democrático, que descansa en el ejercicio independiente de los poderes públicos, el Ejecutivo, el Legislativo, el Judicial y el Electoral, como existe en el ordenamiento constitucional y legal nacional. Su estilo autoritario, casi tiránico con sus subalternos, con el que gobierna, no le permite entender esta independencia y autonomía.

Los poderes públicos son independientes, autónomos, entre sí, con funciones propias que les son asignadas constitucionalmente, a las que tienen que someterse los funcionarios que los integran y representan. Sus funciones propias son indelegables y exclusivas, por lo que no pueden trasladarlas a los otros poderes para su elaboración o ejecución.

Los funcionarios públicos, como el presidente de la República, están sujetos a lo que la Constitución Política les señala y establece como límites en su función, en su trabajo. Esta es una de las claves del funcionamiento del llamado Estado de Derecho, que en Costa Rica se instituyó desde 1824, cuando en ese año se establecieron los tres poderes clásicos, el Ejecutivo, el Legislativo y el Judicial, que el próximo se podrán celebrar en sus bicentenarios institucionales.

Clave del Estado de Derecho es el control político que se lleva a cabo sobre el funcionamiento de los tres poderes y de los funcionarios que los representan. Ese control político descansa en los ciudadanos y en aquellas instancias que se crean, en el ordenamiento jurídico, como colaboradoras de los mismos poderes públicos y de los ciudadanos. Algunas de esas instituciones coadyuvantes del control político institucional son: la Contraloría General de la República, que es un órgano auxiliar del Poder Legislativo, en cuanto al control presupuestario que realiza; la propia Procuraduría General de la República, por sus fallos jurídicos obligatorios para toda la institucionalidad administrativa y pública; las diferentes Defensorías de los Habitantes y Ciudadanos que operan en el país y, la misma Sala IV de la Corte Suprema de Justicia, que marca los límites de la constitucionalidad y legalidad constitucional de las leyes, reglamentos y de las actuaciones administrativas de funcionarios.

Los diputados, integrantes activos del Poder Legislativo, tienen la función del control político, establecida en su trabajo ordinario. A ello le dedican tiempo diario de sus sesiones.

Algunos presidentes del pasado, desde que existe la Sala IV, cuando ésta les rechazaba acciones por violar la Constitución Política y la legalidad nacional, reclamaban que “no los dejaban gobernar”. De allí la idea de la ingobernabilidad nacional que se ha venido vendiendo desde hace bastantes años por parte de quienes desearían ejercer el gobierno de la República sin controles, sin apego a la Constitución Política o al marco de legalidad. Rodrigo Chaves, criticando esa “ingobernabilidad” señaló, criticando a sus antecesores presidentes, que no era que había “ingobernabilidad”, sino que “no gobernaban”. De allí sus primeras expresiones de que gobernaría por decreto, a la fuerza. Que dinamitaría los puentes institucionales con el Poder Legislativo, que no se reuniría con los partidos políticos opositores, cuando el partido que lo eligió solo tiene 10 diputados, y en la Asamblea Legislativa mucho de lo que se hace y se logra es por hacer acuerdos parlamentarios, no por imposición de directrices de la Casa Presidencial sobre la decisión política de los parlamentarios.

La fracción legislativa de gobierno es la que se reconoce como el grupo de diputados que se eligen por el mismo partido político que elige al presidente de la República. A diferencia del presidente, los diputados hablan en nombre de sus partidos, se identifican con su partido, se identifican con su gobierno. El presidente no puede hacer esto. Tiene prohibición constitucional de opinar sobre asuntos partidarios y políticos. No puede meterse en asuntos políticos, partidarios o directamente electorales, como sí lo hacen la mayoría de los presidentes de todas las repúblicas del continente americano, y como también se permite en Europa.

El ministro de la Presidencia como figura, es el encargado de atender las relaciones del Poder Ejecutivo con el Legislativo. Es el encargado de “negociar” el trámite de los proyectos de ley que el Poder Ejecutivo envía al Congreso para su conocimiento en las llamadas Sesiones Extraordinarias del Poder Legislativo. En este sentido, la Asamblea Legislativa trabaja seis meses al año, de manera exclusiva, atendiendo los proyectos de ley que envía el Poder Ejecutivo a su conocimiento y trámite. Su oportunidad de aprobación dependerá de la importancia del Proyecto de Ley y del trabajo político que realice el ministro de la Presidencia y los diputados oficiales de gobierno para lograrle los votos afirmativos.

Entendamos, todo lo que conocen los diputados en su trámite legislativo se hace por medio de Proyectos de Ley. Estos, cuando se presentan al trámite legislativo se canalizan a la comisión parlamentaria que se estima conveniente para su conocimiento. Allí se realiza un trabajo enorme de los diputados en el conocimiento y discusión de esos proyectos de ley. Allí pueden llevarse técnicos, especialistas y hacer consultas obligadas por constitucionalidad a instituciones o sectores para que opinen sobre el proyecto de ley en trámite. Pueden integrarse también comisiones legislativas mixtas, con diputados y con personas conocedoras de los temas a conocer, tratar y resolver.

Cuando el Proyecto de Ley se rechaza en una comisión legislativa su expediente se traslada al Archivo parlamentario. Si se aprueba por unanimidad pasa al Plenario Legislativo para su trámite definitivo. Si se aprueba con varios dictámenes, de mayoría y de minoría, como se dice, estos pasan al Plenario con el expediente. En el Plenario legislativo solo se conocen Proyectos de Ley que hayan pasado ese filtro de las comisiones parlamentarias.

Los diputados aprueban las leyes cuando le dan la votación final afirmativa, en el Plenario, a los proyectos de ley que han estado en esos trámites desde las comisiones. Se aprueban por unanimidad o por la mayoría parlamentaria que se exija para su aprobación. Por aprobado el Proyecto, como Ley de la República, pasa al Poder Ejecutivo para que lo refrende, lo ratifique, y lo envíe a su publicación en el diario oficial, La Gaceta, para que entre en vigencia en el momento en que la misma ley diga, o ipso facto si es del caso.

Ese refrendo presidencial es una de las formas de control político intra-poderes públicos. Es parte del equilibrio institucional de poderes que existe en el Estado de Derecho. Es un poder especialísimo que puede el presidente oponer a la gestión de los diputados. Al presidente o al Poder Ejecutivo le puede parecer que una ley no debe aprobarse. Eso es válido. Por ello, el presidente tiene el llamado derecho de veto, de rechazar la Ley que le ha sido sometida para su ratificación. Su rechazo tiene que ser justificado y razonado, por las razones que el Ejecutivo sostenga. Las razones son de inconstitucionalidad, ilegalidad, oportunidad, conveniencia o interés público, o la que se aduzca.

Si el Poder Ejecutivo veta la Ley, ésta se devuelve a la Asamblea Legislativa, donde los diputados conocen las razones del veto presidencial hecho. Vuelven a discutir la Ley. Si aceptan el veto proceden de conformidad. Si no lo aceptan vuelven a votar, de manera calificada la Ley. Si la aprueban de nuevo queda vigente, y la envían a su publicación oficial sin la firma del presidente de la República. Esto es lo que se llama resello parlamentario. Así funciona la democracia política republicana que tenemos.

El presidente no puede enojarse, perder el temperamento, alocarse, perder la cordura, ni la compostura, lo que es su estilo y marca, porque le impongan un resello parlamentario. Sencillamente tiene que aceptarlo. Podrá pensar que fue un error que no le acepten su veto. Frente a su exhibicionismo autoritario, debería verse en el espejo del presidente Mario Echandi Jiménez.

El presidente Echandi gobernó con un Congreso legislativo ampliamente en contra, con mayoría parlamentaria liberacionista, que le imponía leyes. Así vetó 80 leyes. De todas ellas solo ocho fueron reselladas.

El veto es una función co-legislativa que da la Constitución al presidente. Es una responsabilidad muy grande la que tiene de enfrentarse a los diputados en el proceso de aprobación de las leyes. De todos sus vetos, 22 fueron enviados al archivo legislativo. En los otros casos se acogieron las razones del Ejecutivo.

El presidente Echandi a pocos días de dejar el gobierno, en abril de 1962, publicó un libro, de 848 páginas, donde exponía las razones y justificaciones de sus vetos legislativos.

Presidente Rodrigo Chaves siga el camino ejemplar del presidente y Benemérito de la Patria, Mario Echandi Jiménez, con ecuanimidad, serenidad y altura.

Acepte con tranquilidad emocional el Estado de Derecho y las limitaciones que usted tiene…y, empiece a preparar, si así lo quiere, su librito de memorias de Los Vetos del presidente Chaves…

UCR: Costa Rica debe atender la violencia social desde una propuesta integral

Costa Rica ocupa el tercer lugar de los países de Centroamérica con la tasa de homicidios más alta por cada cien mil habitantes, nuestro país es superado solo por Honduras y Guatemala, y está por encima de países como El Salvador y Nicaragua (foto: Archivo OCI).

Rosaura Chinchilla Calderón: Fortalecer la educación, crear empleo y disminuir la desigualdad son claves para la convivencia democrática

Este 2023, Costa Rica está a punto de romper un récord histórico tras superar los 600 homicidios a tan solo tres meses de cerrar el año. Sin duda, el país sufre una oleada de inseguridad y violencia, que, aunada a otros elementos como una creciente desigualdad social, desempleo, poca inversión en educación y narcotráfico, son motivo de pérdida de paz y tranquilidad en la sociedad costarricense.

En el 2022, el Poder Judicial reportó un total de 656 homicidios en el país, una de las cifras más altas de la historia de Costa Rica en cuanto a violencia social. Mientras que este año se proyecta que la tasa de homicidios por cada cien mil habitantes puede llegar hasta a 16 muertes, número considerado por la Organización Mundial de la Salud como una epidemia.

Actualmente, Costa Rica ocupa el tercer lugar de los países de Centroamérica con la  mayor tasa de homicidios por cada cien mil habitantes, nuestro país es superado solo por Honduras y Guatemala, y está por encima de países como El Salvador y Nicaragua.

Desde la perspectiva de la M.Sc. Rosaura Chinchilla Calderón, experta en Derecho Penal de la Universidad de Costa Rica, este fenómeno crucial que atraviesa el país en cuanto a inseguridad y violencia social es el resultado de un proceso evolutivo, en el cual, durante las últimas décadas se ha dado una interrelación de detonantes como: una baja inversión en educación pública en todos sus niveles, alta tasa de homicidios, una creciente desigualdad social, el desempleo, el incremento del autoritarismo y un desgaste de la institucionalidad y de los servicios a cargo del Estado.

Al respecto afirmó que los últimos gobiernos han trabajado desde un enfoque autoritario y de populismo punitivo, tratando crear leyes para castigar todo tipo de delito, sin tomar en cuenta que desde este enfoque de “condenar todo” se tiende a vulnerabilizar garantías y derechos humanos ya adquiridos y legítimos, como lo son la protesta social, la libertad de expresión y otros. La experta señaló que esto es un fenómeno que ya ha ocurrido en otros países vecinos como Nicaragua y El Salvador en donde se hacen juicios masivos, o se condenan personas por ir en contra de la ideología del gobierno de turno.

Por eso, la experta reiteró que el hecho de crear leyes para condenar delitos es una medida superficial que no ataca las principales raíces de la inseguridad y de la violencia social como lo son el autoritarismo, la desigualdad social, la baja inversión social en educación y la alta tasa de homicidios.

La M.Sc. Rosaura Chinchilla Calderón es experta en Derecho Penal de la Universidad de Costa Rica (foto: Archivo OCI).

“Si nosotros correlacionamos datos, vamos a ver que conforme disminuye la inversión en educación, se incrementan los niveles de autoritarismo, asimismo se incrementa la desigualdad social y se va generando una importante violencia que se manifiesta a través de los homicidios, aunque no es la única forma. En esto es importante decir que las medidas tradicionales que se suelen utilizar para combatir la inseguridad a nivel de discurso oficial o político han sido en el plano meramente normativo y punitivo, en este momento existen más de 190 proyectos de ley en materia penal y ninguno de esos proyectos por los que apuestan las políticas populistas tienen la virtud de incidir en absolutamente nada. La inseguridad que se vive tiene otras causas y justamente las verdaderas causas se siguen socavando, es decir se sigue disminuyendo los presupuestos de educación para disque dárselos a seguridad, además existen medidas fiscales que impiden la inversión en los servicios del Estado y con ese discurso oficial lo que va a contribuir es aumentar las tendencias autoritarias, socavar el apoyo a la institucionalidad democrática y, en consecuencia, exacerbar la violencia en sus diferentes espectros” afirmó Chinchilla.

En su opinión, el país debe atacar esta problemática desde sus causas, con un plan nacional integral que logre fortalecer la educación, crear empleo, atraer inversión extranjera, en el cual se robustezca a las instituciones, y se capacite a las personas a cargo del tema judicial, pero sobre todo en donde se ofrezcan oportunidades de calidad a las personas de todas las edades en cuanto a trabajo, salud, educación, deporte, cultura y recreación.

Por otra parte, Chinchilla ahondó sobre el tema de las consecuencias del populismo punitivo, ya que, además de no atacar de raíz las causas principales de la violencia social, así como de vulnerabilizar los derechos de protesta social y la libertad de pensamiento y expresión, es un mecanismo que está colapsando la estructura del sistema penal, en materia de recargo de labores de labores para los funcionarios judiciales, hacinamiento en las cárceles, incremento en el tiempo de los procesos de juzgamiento, entre otros.

“Ni el populismo punitivo, ni las manifestaciones de políticas tendientes a afectar el plano meramente normativo, no solo son una lectura superficial, sino que en realidad son una lectura distractora de las verdaderas causas. Es una, por decirlo con una expresión popular, una cortina de humo para distraer  la mirada de las personas hacia el verdadero escenario donde ocurren las cosas que deben atacarse” expresó Chinchilla.

Todos estos desafíos sobre la inseguridad y violencia nacional fueron abordados por la M.Sc. Rosaura Chinchilla Calderón, en el marco del III Foro Académico Seguridad y Convivencia Democrática, organizado por la Escuela de Ciencias Políticas de la Universidad de Costa Rica, con el propósito de contribuir en la construcción de una sociedad costarricense más segura y pacífica.

Para ver la exposición completa de la experta puede ingresar al siguiente enlace: https://www.facebook.com/cienciaspoliticasucr

 

Tatiana Carmona Rizo
Periodista de la Oficina de Comunicación Institucional, UCR