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Etiqueta: desmantelamiento del Estado Social de Derecho

Presidente Rodrigo Chaves R: “Ya nos dio el Circo, nos debe el Pan”

Mainier Barboza

Mainier Barboza Soto
Movimiento Patriótico por Costa Rica

El gobierno del Presidente Chaves Robles, que preside desde el 8 de mayo del año 2022, se ha destacado por cumplir plenamente con el manual del político tradicional, vasallo de los intereses del gran capital y los grupos de poder foráneos; dicho manual contiene la “carta de intenciones” que dictan desde la urbe de Washington, los organismos financieros internacionales, el Foro de Davos y, las oligarquías nacionales, enfrentadas por ver quién se lleva la mayor parte de nuestras instituciones públicas productivas y del Estado.

En los gobiernos vasallos, como el actual, juega un papel central el método propagandístico, como el utilizado la casa del Zapote, vociferar, distraer, atacar personalmente a la persona que lo alude en alguna acción o falla cometida por él; con el desmedido autoritarismo, actitudes patriarcales, vocabulario de muy bajo nivel. Agregamos a lo anterior el estilo para generar odio, dividir al pueblo; además de mentir y, como cierre del espectáculo, atacar sin piedad la institucionalidad del país, desde la Asamblea, Legislativa, la Contraloría General, al Poder Judicial…

En fin, todas las consignas del Consenso de Washington, completan el cuadro del Ejecutivo, ahora viene el show, los miércoles de cada semana, luego del consejo de Gobierno, el señor presidente, inicia un espectáculo propio del circo romano, ya hasta “un jaguar” aparece en la “arena” de las leyes. “Dispara” de forma atropellada, con burla, mala intención, criterios sin sentido ni coherencia, diatribas distractoras que tocan las conciencias de la población más humilde, necesitada, hambrienta, desocupada y la coloca en la acera contraria a la clase trabajadora y al sector público, para a renglón seguido señalarlo como el culpable de todos sus males.

Completa el circo un grupo de prensa afín a sus propósitos, que cada semana pone “la alfombra roja” del amarillismo más vergonzoso, en favor del circo presidencial de Zapote y algunos bufones que se prestan a todo.

Resulta que en el circo romano se acuña una expresión panem et circenses,(pan y espectáculos del circo), originada en la Sátira X del poeta Latino Juvenal, (circa 100.A.D), que en el fondo trata de recuperar el derecho a participación política del pueblo; sin embargo, este circo presidencial, no busca eso, es más, nos debe el pan, dado que, cada vez más reduce las posibilidades del pueblo para tener una vida digna, mediante la congelación de salarios, desocupación, incremento de precios de la canasta básica, desmantelamiento del Estado Social, de la instituciones públicas que protegen la seguridad social, reduce las posibilidades de la educación, de la seguridad ciudadana, en síntesis, el señor don Rodrigo Chaves, terminará su gobierno con su misión cumplida: dejar un pueblo sin pan, sin instituciones públicas productivas, sin Estado.

Es una tarea de toda la población costarricense, exigir el pan, la paz, la democracia, y luchar por la defensa del Estado Social de Derecho y de sus instituciones públicas.

Al borde del abismo

Adriano Corrales Arias

Adriano Corrales Arias

Los responsables de la catástrofe política que estamos padeciendo son quienes firman un comunicado en contra de la arriesgada afirmación que realizara el actual “mandatario”: hemos vivido la “dictadura perfecta”. Me refiero a los expresidentes vivos. Algunos de ellos ya habían intentado algo semejante. Oscar Arias, por ejemplo, señaló, años atrás, que la fórmula era una “dictadura en democracia”. Y lo ejemplificó: se reeligió en contra de la Constitución Política y comandó la aprobación de un tratado de “libre” comercio por medio de un referéndum fraudulento.

Así las cosas, debemos aceptar que quien desgobierna este país lleva bastante de razón. La oligarquía costarricense ha construido un sistema a su medida, especialmente en términos electorales –sistema bipartidista hasta que se les agotó la credibilidad y hubieron de improvisar con el PAC– y de dominio ideológico a través del sistema educativo, de los consorcios comunicativos –“prensa canalla”– y de las redes sociales. Ello les ha permitido –es sólo un ejemplo entre muchos– la elección del presidente actual apostando por “el menos malo”. El miedo ha sido clave para ese rejuego electorero; así eligieron a los dos presidentes del PAC, previo diseño del espantajo fundamentalista o ideológico. Claro que el actual desgobernante pregona y aspira a la dictadura total.

Pero fueron el PLUSCPAC y sus turecas electoreras –liberticidas y neo pentecostales, entre otros– quienes provocaron y prepararon la llegada del fenómeno de derecha incrustado en Zapote. La guerra que hoy se libra es entre grupos de poder de la misma oligarquía –“tradicionales” versus “nuevos ricos”, alineados cual mafias-– en procura de la mejor porción del pastel privatizador y de la apertura en dictadura para los buenos negocios. El pueblo llano no cuenta para nada en esa cruenta batalla. Al contrario, lo está perdiendo todo con el desmantelamiento del Estado Social de Derecho, sin saberlo. Lo peor y doloroso: apoyando y aplaudiendo ese desmantelamiento.

De modo tal que estamos en una encrucijada –neoliberal–, la peor de nuestra historia reciente; atrapados sin salida puesto que no hay oposición ni se vislumbra, en el oscuro horizonte, opción política alguna. La crisis de los partidos y del movimiento social es tan profunda que produce más que desasosiego. Si se agrega la ilegal criminalización de la protesta social –aprobada en el segundo gobierno del PAC y apoyada por casi todos los partidos– más la represión simbólica en todos los estratos de la vida pública, el panorama se torna más gris todavía.

El mayor peligro reside en una masa desintoxicada que se cree y hace suyas todas las falacias del neo dictadorzuelo y sus cajas de resonancia, incluidas las dañinas e impunes granjas de troles o los nuevos “medios de comunicación” que, día con día, desinforman y producen falsas noticias a favor del régimen al mejor estilo OTAN, Trump, Bukele o Milei. He allí la nebulosa base social para asestar el golpe final al Estado Social de Derecho y su institucionalidad, ya maltrecho de por sí.

Lo que costó un largo proceso histórico durante el siglo XX, mismo que desembocara en una cruenta guerra civil (1948), para forjar un nuevo contrato social, hoy se deshace en el aire despedazado por un grupo de empresarios angurrientos y la insaciable presencia del capital transnacional. El discurso totalitario cala en los sectores sociales burlados por la propia contrarreforma neoliberal iniciada por el PLUSCPAC en los años ochenta del siglo pasado.

El trapito de dominguear de la oligarquía y del imperio usamericano –“la centenaria democracia sin ejército”, “la suiza centroamericana”, “el país más feliz del mundo”– se ensucia y se hunde en sus propias arenas movedizas, agenciado con brutalidad por los nuevos actores de las espurias finanzas y del poder local. Requiescat in pace.

Acabar la cultura nacional es parte del desmantelamiento del Estado Social de Derecho

Vladimir de la Cruz

En la década de 1960, bajo la presión del desarrollo del Mercado Común Centroamericano, que se impulsaba al empuje de la Alianza para el Progreso de los Estados Unidos, y de la reunión de Presidentes y Dictadores de Centroamérica, que se realizó en Costa Rica, en paralelo se impulsaron otros programas. Uno de ellos, el del Consejo de Defensa Centroamericano (CONDECA), que reunió los Ejércitos de Centroamérica, para maniobras conjuntas, en un período que se impulsaba la doctrina de la contrainsurgencia y de la lucha anticomunista, por la recién triunfada Revolución Cubana.

Costa Rica se integró al CONDECA como país observador, y participó, poco tiempo después, de manera infame, en la intervención militar que hiciera y encabezara Estados Unidos en República Dominicana, en 1965.

Otro Programa fue el de la ROCAP, con el cual se planeó la divulgación de textos educativos para Centroamérica, especialmente en sus zonas rurales y marginadas, restos que carecían de contenidos nacionales, de tradiciones históricas precisas, de símbolos nacionales. El propósito era destruir la identidad nacional, la memoria nacional e insertar a los niños y jóvenes en un concepto regional sin valores ciudadanos de identificación particular con cada país en concreto. En el caso costarricense, dichosamente, la Escuela de Educación de la Universidad de Costa Rica combatió fuertemente estos textos y esta política educativa que se quería imponer.

Por aquellos días, y hasta 1978, se impulsaba el desarrollo del Estado Social de Derecho, el llamado Estado Asistencialista o Benefactor, que alcanzó su mayor apogeo en el gobierno de Daniel Oduber, con gran número de empresas estatales.

A partir del gobierno de Rodrigo Carazo el Estado Benefactor empezó a desarticularse, cuando el presidente impulsó la disolución y privatización de esas empresas estatales. Luego siguieron los Planes de Ajuste Estructural a partir del gobierno de Luis Alberto Monge, y las políticas de Tratados de Libre Comercio, a partir de los gobiernos de 1990, que modelaron, y siguen perfilando, la Costa Rica actual.

La situación internacional, provocada por la caída del Sistema Mundial Socialista, la disolución de la Unión Soviética y la caída de los sistemas socialistas en los países europeos que formaban parte de ese Sistema Mundial, favorecieron más fuertemente las políticas neoliberales a escala universal, hizo surgir en esos años a los Estados Unidos como la super potencia hegemónica mundial, papel que está perdiendo, con el desarrollo del multilateralismo y de varios países que reclaman este papel director mundial compartido.

La guerra estimulada en Ucrania es parte de esa disputa por presidir el control hegemónico mundial, bordando criminalmente la posibilidad de desatar una III Guerra Mundial, que de realizarse alcanzará inevitablemente al continente americano y a los territorios de Canadá y Estados Unidos, que son países integrantes de la OTAN, de continuar la OTAN con sus planes guerreristas y hegemónicos.

A la desintegración del Estado Social de Derecho, al debilitamiento de las instituciones nacionales que lo constituyen, se han sumado ahora las políticas de debilitamiento, y de ser posible de desaparición, de las instituciones culturales. Es una lógica perversa la que se está imponiendo desde el ejercicio político de la Casa Presidencial.

Acabar con la cultura, con sus diversas manifestaciones que tienen amparo institucional, es parte de este proceso neoliberal. Interesa impulsar una nación de borregos, de gente sometida dócilmente, o por temor, o intimidación, a la voluntad impuesta del gobernante y de quienes le acompañan en esta desintegración de la cultura nacional. Eso se acompaña de nuevos valores asociados a la cultura del neoliberalismo, la de la cultura como negocio, la de la cultura de los grandes espectáculos musicales, que apartan a los jóvenes especialmente, y a otros sectores nacionales y populares, de los valores históricos nacionales, de la tradición cultural costarricense. Desnacionalizar culturalmente al país pareciera ser el objetivo del proyecto neoliberal que cabalga desbocadamente en Zapote.

Puedo entender que una persona que ocupa el recinto presidencial, que no ha vivido 35 años en el país, que aparentemente ni venía a vacacionar cuando podía hacerlo, esté bastante desarraigado y desconozca mucho el desenvolvimiento histórico del país, y por ello carezca del conocimiento histórico cultural porque en tanto tiempo de lejanía poco tuvo que ver con esa tradición y el conocimiento básico de los lineamientos históricos y culturales de la nación costarricense. Pero, que quienes le acompañan, o quienes le aconsejan en la toma de decisiones lo han rodeado o le han hecho rodear de ignorantes como él.

Lo que se está haciendo con las instituciones culturales, en el Ministerio de Cultura es un acto criminal institucional. Es la expresión de la liquidación de la cultura como parte de la liquidación que se impulsa del Estado Social de Derecho, es lo que sigue, para tener hasta donde sea posible un pueblo mal educado, sin educación, sin cultura general y precisa, sin valores nacionales, sin cultivo de tradiciones históricas, y sin rescate, promoción y conservación de estas tradiciones y de este conocimiento de la Patria, y de la nación costarricense.

Decía Nicolás Maquiavelo que el Príncipe, el Gobernante, no debe ser religioso, pero que debía aparentarlo. Lo aconsejaba como acto importante para la toma de decisiones del Gobernante.

El Presidente Chaves pareciera no tener nada de cultura y conocimiento histórico costarricense, pero como Presidente por lo menos debe aparentarlo, para sus decisiones importantes, en un campo sensible como la cultura y la educación, como para sus práctica política cotidiana.

El Presidente debe aparentar ser un hombre culto, lúcido, con brillo mental. Si de ello carece, por lo menos debe rodearse por quienes le puedan dar ese brillo, esa luz, le cubran sus vacíos culturales e históricos, y con le hagan brillar su gobierno, que por ahora es bastante opaco.

Lo peor que nos puede pasar a los costarricenses es que el Presidente se luzca como el ignorante más grande del país, como un deficiente mental que actúa o se comporta con poca o casi ninguna inteligencia, como un tonto, pensando más en sus intereses y en su figura personal presidencial que en los asuntos públicos que debe atender.