Costa Rica país del pura vida
Por Miguel Ureña Cascante
En algún lugar de Heredia…
Como bien saben la comunicación es un elemento importante para trasladar algunas impresiones verbales a terceras personas, pues el hijo de mamá, en el país del pura vida, caminando por un lugar de Heredia me encuentro a Toño.
En breves minutos me dice ser migrante hondureño, se instruyó en el ejército de ese país, hoy cuida carros en una esquina de Heredia, estudió leyes y salió de su tierra natal para afincarse en la tierra del pura vida, porque de aquí puede resultarle más fácil brincar a USA.
Mientras conversábamos con él, señala que paga de arriendo 200 mil colones y que su hija aquí en Costa Rica está estudiando dos carreras, una en la UNA y otra en la UCR. Bueno, nos sorprendió. Él dice: “no quiero que cuando muera, digan aquí enterraron un cuida carros, sino que digan aquí enteraron un abogado”, en honor a su madre, pues Toño logró licenciarse en Honduras como abogado, pero indica aquí en Costa Rica es muy duro colegiarse, en fin, continuamos la conversación.
Hacemos química social, le proponemos que por qué no lucha como migrante por sus condiciones, a lo que nos señala estar bien, que él tiene en regla los papeles migratorios y que, de cuida carros, no le va mal, con un cinquito día a día logra el arriendo. Luego de cuidar carros recoge los sobros de los restaurantes y los procesa con tierra en un lote que le prestan allá por las montañas. A eso de las 3 pm realiza esa tarea todos los días, se va, recoge los desperdicios y los combina con tierra que más adelante es abono orgánico, y de ahí tiene su culantro, apio y otras legumbres.
Él se siente satisfecho por la paz, en medio de todo. Logra consolidar el sueño de no estar sometido al ejército, a pesar de que cumplió su servicio militar, eso no es lo suyo, él viene a vivir en paz, pero señala que si no nos ponemos las pilas vamos en el mismo sentido de Honduras. La prensa calla quizás los hechos reprochables y el gobierno tiene terreno fértil para sus malos actos.
Si no apoyamos y defendemos la libertad de expresión por cualquier medio que sea, si hay censura, según su perspectiva, vamos hacia el caos.
Pero bien, en el país del pura vida según lo define, trabajando de cuida carros se abastece sus necesidades básicas: vivienda, estudio par a su familia, para que sean personas de bien, pero recomienda que no bajemos la guardia, porque esa paz si no la defendemos nos la pueden robar el narco y los malos.
Dicha nos da saber, lo que tenemos y que otros hermanos buscan y encuentran en Costa Rica, saber que los recursos de la universidades le brindan a migrantes oportunidades académicas, pero mucho costarricense no tiene acceso por múltiples razones, el nacer en Costa Rica debe ser garante de ingreso a cualquier universidad pública y a la carrera que estime, al final y al cabo las notas dirán si está bien enfocado o no en la selección profesional.
Por qué decimos esto, porque hemos sufrido en carne propia que los benditos exámenes de admisión son un coladero para mucho tico, que la pelea día con día de sus necesidades cotidianas, y un examen de admisión quizás no es factor para desestimar el acceso a la educación pública de un costarricense, quizás sin discriminar a migrantes, ellos podrían quizás hacer los exámenes y una porción de las plazas posibles dedicarlas a los migrantes , pero el nacido en Costa Rica no debería hacer ese proceso, para eso el Estado debe brindarle esa posibilidad, ahora, si no la aprovecha, pues es su elección.
Toño a quien conocimos está encantado con Costa Rica, le brinda la posibilidad de una estadía en paz, mientras sus hijos estudian en universidades públicas, para más adelante cumplir el sueño americano, y trasladarse para Estados Unidos y con la especialidad academia lograda de sus hijas alcanzar una vejez digna que todo padre añora para sí mismo.