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Etiqueta: dignidad

Costa Rica país del pura vida

Por Miguel Ureña Cascante

Licenciado Miguel Ureña Cascante, secretario general de SITRAHSAN.

En algún lugar de Heredia…

Como bien saben la comunicación es un elemento importante para trasladar algunas impresiones verbales a terceras personas, pues el hijo de mamá, en el país del pura vida, caminando por un lugar de Heredia me encuentro a Toño.

En breves minutos me dice ser migrante hondureño, se instruyó en el ejército de ese país, hoy cuida carros en una esquina de Heredia, estudió leyes y salió de su tierra natal para afincarse en la tierra del pura vida, porque de aquí puede resultarle más fácil brincar a USA.

Mientras conversábamos con él, señala que paga de arriendo 200 mil colones y que su hija aquí en Costa Rica está estudiando dos carreras, una en la UNA y otra en la UCR. Bueno, nos sorprendió. Él dice: “no quiero que cuando muera, digan aquí enterraron un cuida carros, sino que digan aquí enteraron un abogado”, en honor a su madre, pues Toño logró licenciarse en Honduras como abogado, pero indica aquí en Costa Rica es muy duro colegiarse, en fin, continuamos la conversación.

Hacemos química social, le proponemos que por qué no lucha como migrante por sus condiciones, a lo que nos señala estar bien, que él tiene en regla los papeles migratorios y que, de cuida carros, no le va mal, con un cinquito día a día logra el arriendo. Luego de cuidar carros recoge los sobros de los restaurantes y los procesa con tierra en un lote que le prestan allá por las montañas. A eso de las 3 pm realiza esa tarea todos los días, se va, recoge los desperdicios y los combina con tierra que más adelante es abono orgánico, y de ahí tiene su culantro, apio y otras legumbres.

Él se siente satisfecho por la paz, en medio de todo. Logra consolidar el sueño de no estar sometido al ejército, a pesar de que cumplió su servicio militar, eso no es lo suyo, él viene a vivir en paz, pero señala que si no nos ponemos las pilas vamos en el mismo sentido de Honduras. La prensa calla quizás los hechos reprochables y el gobierno tiene terreno fértil para sus malos actos.

Si no apoyamos y defendemos la libertad de expresión por cualquier medio que sea, si hay censura, según su perspectiva, vamos hacia el caos.

Pero bien, en el país del pura vida según lo define, trabajando de cuida carros se abastece sus necesidades básicas: vivienda, estudio par a su familia, para que sean personas de bien, pero recomienda que no bajemos la guardia, porque esa paz si no la defendemos nos la pueden robar el narco y los malos.

Dicha nos da saber, lo que tenemos y que otros hermanos buscan y encuentran en Costa Rica, saber que los recursos de la universidades le brindan a migrantes oportunidades académicas, pero mucho costarricense no tiene acceso por múltiples razones, el nacer en Costa Rica debe ser garante de ingreso a cualquier universidad pública y a la carrera que estime, al final y al cabo las notas dirán si está bien enfocado o no en la selección profesional.

Por qué decimos esto, porque hemos sufrido en carne propia que los benditos exámenes de admisión son un coladero para mucho tico, que la pelea día con día de sus necesidades cotidianas, y un examen de admisión quizás no es factor para desestimar el acceso a la educación pública de un costarricense, quizás sin discriminar a migrantes, ellos podrían quizás hacer los exámenes y una porción de las plazas posibles dedicarlas a los migrantes , pero el nacido en Costa Rica no debería hacer ese proceso, para eso el Estado debe brindarle esa posibilidad, ahora, si no la aprovecha, pues es su elección.

Toño a quien conocimos está encantado con Costa Rica, le brinda la posibilidad de una estadía en paz, mientras sus hijos estudian en universidades públicas, para más adelante cumplir el sueño americano, y trasladarse para Estados Unidos y con la especialidad academia lograda de sus hijas alcanzar una vejez digna que todo padre añora para sí mismo.

De enanos y gigantes históricos

Isabel Ducca D.

Uruguay está despidiendo a un gigante histórico. Nos referimos, evidentemente, al revolucionario José Alberto Mujica Cordano, llamado cariñosamente Pepe Mujica. Secuestrado, desde 1972 hasta 1985, por una dictadura militar, impuesta por los Estados Unidos. Padeció la tortura, la cárcel y un trato inhumano por ser parte del Movimiento de Liberación Nacional – Tupamaros. Cárcel de la que escapó cavando un túnel y de la que salió para cambiar el fusil por la trinchera de ideas. Fue presidente en ese país del 2000 al 2015. Hoy se despide a los 89 años por padecer un cáncer terminal. En su país y en el mundo entero, hay quienes lo hemos escuchado como se escucha a un sabio. Nos dice en un vídeo que circula por redes sociales:

…Soy feliz … porque la lucha continúa por un mundo mejor. He gastado mi juventud, mi vida y tengo que venir a agradecerles de corazón. Los más jóvenes van a vivir un cambio en el mundo que no ha conocido la humanidad. La inteligencia va a ser tan importante como el capital: lo que significa que la formación terciaria se va a imponer para las nuevas generaciones. Si no somos capaces como país de educar y de formar a las generaciones que vienen van a pertenecer al mundo de los irrelevantes y de los que no sirven ni para que los exploten. … Se precisa un gobierno que abra el corazón y la cabeza con todo el país. … Yo soy un anciano que me voy, pero los jóvenes que están ahí, van a vivir un mundo que no tiene piedad. … Por lo tanto, el desafío de hoy … es tener los medios para desarrollar a las nuevas generaciones. … PARA ESO HAY QUE HABLAR CON TODO EL PAÍS. QUE ESTE PAÍS, POR LO MENOS, ACUERDE CUATRO O CINCO COSAS:

NO AL ODIO

NO A LA CONFRONTACIÓN

HAY QUE TRABAJAR POR LA ESPERANZA” …

En Costa Rica, padecemos todas y todos el afán obsesivo y compulsivo por destruir no solo las instituciones públicas, sino las normas básicas de la convivencia humana: el respeto a la dignidad de todas las personas, la cortesía, la amabilidad, la gentileza, el buen trato y el buen decir.

El insulto es la norma de quien fomenta con regocijo minuto a minuto el odio y la confrontación.

Carece por completo de la mínima compasión y misericordia humana.

Parece ser que fue un auténtico matón de barrio que no superó ese esquema mental de humillar y ofender a las personas vulnerables, como las mujeres, infantes y personas adultas mayores e identificarse con las superiores. Su mente funciona como una escalera: servir a los que están arriba de él para treparse y ocupar su lugar y utilizar a las demás personas. En esa escalera mental, no cabe el argumento, necesita descalificar constantemente para sentir que sube un peldaño.

Como buen enano histórico destila odio y lo promueve porque no tiene más proyecto que servir a sus amos del capital, como lo hizo tal auténtico “Yes man” en el Banco Mundial. De paso, saca tajadas para él.

Pobrecito mi país tan engolosinado con un enano histórico y tan lejos de diferenciar qué es un estadista y un gobernante que ponga siempre por delante el bienestar general de toda la población.

Imagen: Prensa Latina.

Especialistas envían carta al presidente por sus expresiones gerontofóbicas

SURCOS comparte la carta firmada por especialistas en geriatría y gerontología:

Carta abierta al Presidente de Costa Rica, Rodrigo Chaves Robles

Señor Presidente:

Como médicos geriatras de Costa Rica, especialistas comprometidos con el cuidado, la protección y la dignidad de las personas adultas mayores, expresamos nuestro profundo repudio y preocupación por los comentarios de carácter gerontofóbico emitidos por usted en una reciente conferencia de prensa.

En un país que enfrenta un acelerado envejecimiento demográfico, con más del 14% de su población mayor de 65 años, es imperativo fomentar una cultura de respeto, inclusión y valoración hacia las personas adultas mayores. Las palabras que descalifican o menosprecian a esta población no solo atentan contra su dignidad, sino que también perpetúan estereotipos dañinos y una discriminación inaceptable hacia quienes han contribuido significativamente a la construcción de nuestra sociedad.

La gerontofobia no solo afecta directamente a las personas adultas mayores, sino que también debilita el tejido social, ignorando las valiosas contribuciones económicas, culturales y familiares que estas siguen realizando. Además, tales expresiones pueden socavar los esfuerzos institucionales y sociales destinados a garantizar los derechos de esta población, promovidos tanto por la legislación nacional como por acuerdos internacionales de los que Costa Rica es signataria, como la Convención Interamericana sobre la Protección de los Derechos Humanos de las Personas Mayores.

La Organización Mundial de la Salud (OMS), en su programa de la Década del Envejecimiento Saludable (2021-2030), enfatiza la necesidad de combatir el edadismo en todas sus formas. Este esfuerzo global destaca la urgencia de erradicar los prejuicios por razón de edad y de promover una visión inclusiva que valore a las personas mayores como integrantes esenciales de nuestras comunidades.

Señor Presidente, las expresiones que descalifican o menosprecian a las personas adultas mayores perpetúan estereotipos dañinos y fomentan una discriminación inaceptable hacia quienes han contribuido significativamente a la construcción de nuestra nación como líder de la nación, sus palabras tienen un impacto profundo en la percepción y actitud de los ciudadanos hacia nuestras personas mayores. Por ello, le instamos respetuosamente a reflexionar y rectificar públicamente sus declaraciones, enviando un mensaje claro de respeto y valoración hacia esta población. Este gesto no solo sería un acto de responsabilidad y liderazgo, sino también una oportunidad para fortalecer los principios de inclusión y equidad que deben guiar nuestra sociedad.

Costa Rica ha asumido compromisos relevantes para la protección de los derechos de las personas mayores, tanto en el ámbito nacional como internacional. La Convención Interamericana sobre la Protección de los Derechos Humanos de las Personas Mayores establece la obligación de combatir todo tipo de discriminación por razón de edad y de garantizar la plena inclusión de las personas mayores en todos los ámbitos de la vida social, económica y cultural. Sus declaraciones contradicen estos compromisos y pueden tener un efecto negativo en los esfuerzos institucionales destinados a garantizar los derechos de esta población.

Desde nuestra experiencia como médicos geriatras, estamos dispuestos a colaborar con su gobierno para continuar desarrollando estrategias y programas que fortalezcan la inclusión y el bienestar de las personas mayores y le solicitamos que, en adelante, se promueva un discurso que dignifique a todos los sectores de la población, sin importar su edad, y que fomente políticas públicas orientadas a garantizar una vida plena y respetuosa.

Señor Presidente, las personas adultas mayores no solo merecen respeto por su dignidad inherente, sino también por ser pilares fundamentales de nuestra sociedad. Es imperativo que Costa Rica continúe siendo un referente en la defensa de los derechos humanos y en la construcción de un futuro inclusivo para todos.

Atentamente,
Médicos Geriatras y Gerontólogos firmantes,
Dra. Tatiana Vindas Miranda
Dra. Krisly Arguedas Vásquez
Dra. Karen Meza Elizondo
Dr. Alexander Camacho Cabrera
Dr. Andrés Aguilar Muñoz
Dr. José Ernesto Picado Ovares
Dra. Adriana Monge Araya
Dra. Ingrid Alejandra Soto Rodríguez
Dra. Paula Benavides Zamora
Dr. Milton Gutiérrez Rodríguez
Dr. Luis Felipe Aguilar Hidalgo
Dra. Elena Gutiérrez Rodríguez
Dra. Karina Chacón González
Dra. Tatiana Vargas Fallas
Dra. Sylvia Leitón Arrieta
Dra. Grethel Carolina Alfaro Campos
Dra. Giannina Bloise Alvarado
Dra. Milena Matamoros Castillo
Dr. Gustavo Leandro Astorga
Dr. Rolando Brenes Quirós
Dra. Laura Barrantes Zúñiga
Dra. Vilma García Camacho
Dra. María José Kim Hernández
Dra. Katrin Kulzer Homann
Dra. Fanny Chaves Vargas
Dra. Paola Segura Amores
Dra. Isabel Campos Espinoza
Dra. Daniela Mora Figuls
Dra. María Isabel Monge Montero
Dr. Mauricio Quesada Rosales
Dra. Aida Molina Valencia
Dra. Hazel Jiménez Campos
Dr. Gustavo Montero Solano
Dra. Kimberly Arce Córdoba
Dra. Ana Caldwell Marín
Dra. Pilar Carmona Mena
Dr. David Avalos Chacón
Dra. Aida Ester Escobar Salas
Dra. Yendry Moreno Cordero
Dra. Yislin Solís Jiménez
Dr. Andrés Hidalgo Flores
Dra. Daianna Moreno Briceño
Dra. Natalia Ivankovich Guillén
Dr. Marcelino Lostalo González
Dra. Ana Lucía Núñez Rodríguez
Dr. Mario Alonso Rojas Chacón
Dra. Lilia Hernández Quirós
Dra. Gabriela Zamora Castro
Dra. Susana Estrada Montero
Dra. Beatriz Monterroso Cardona
Dra. María Gabriela Quesada López
Dr. Carlos Chaves Berrocal
Dr. Oscar Monge Navarro
Dr. Jefté Córdoba Granados
Dra. Alejandra Jiménez Rodríguez
Dra. Karla Araya Aguilar
Dr. Daniel Lasso Bonilla
Dr. Eli Antonio Chaves Segura
Dra. María Jesús Vega Solís
Dr. Sebastián Fallas Marín
Dra. Laura Barboza Mena
Dra. Vanessa Jiménez Porras
Dra. Natalia Villalta Calvo
Dr. José Leonardo Barboza Montes
Dra. Carolina María Alfaro Víquez
Dra. Xinia Villalobos Cambronero
Dra. María Lourdes Soto Vásquez
Dr. Manuel Chinchilla Morera
Dra. María Rodríguez Fernández
Dra. Carolina Jara Segura
Dra. Adriana Ávila Morales
Dr. Eduardo Antonio Blanco Umaña
Dra. Xinia María Jiménez Campos
Dr. José Miguel Cordero Cordero
Dr. Olman Aguirre Jaén
Dra. Yalile Muñoz Chacón
Dra. Melissa Soto Mena
Dr. Mario González Casafont
Dra. Irene Gutiérrez Jiménez
Dra. Milena Bolaños Sánchez
Dr. Carlos Manuel Fuentes Fuentes
Dra. Marielos Solís Umaña
Dra. Ana Mercedes Durán Monge
Dra. María Victoria Arguedas Astúa
Dr. Rafael Zúñiga Solano
Dr. Eduardo Antonio Blanco Umaña
Dra. Nataly Arguedas Vásquez
Dr. Fernando Morales Martínez

Imagen: UCR

¡Tú tienes reloj, pero nosotros tenemos el tiempo…!

A las puertas de la llegada del 2025 y seguir adelante con dignidad y determinación

Caryl Alonso Jiménez

Caryl Alonso Jiménez

Los Tuareg son un pueblo nómada en el desierto del Sahara. Han vivido así desde hace más de 2,500 años. “Nosotros tenemos el tiempo y ustedes tienen relojes…”, dijo Moussa Ag Assarid, en una entrevista en Madrid publicada por La Vanguardia (2019).

Posiblemente los Tuareg son una de las tribus nómadas que aun habitan en el desierto del Sáhara. Son más conocidos como los hombres azules. Son esas sociedades que quedaron al margen de la acumulación de la liquidez…. Pero han retenido a lo largo de las decenas o centenas de años la mayor de las ambiciones humanas de occidente: el tiempo.

En la entrevista fue sorprendente, los Tuareg tienen la virtud de escuchar el hervor del agua para esperar beber un té con la calma del tiempo. Tienen el tiempo para observar entornos y encontrar aquellos detalles de la noche y el día. Seguro, no tendría nada de extraordinario, excepto porque nada va alterar “el sol por las mañanas, y respirar la luz del amanecer…”, como repite Pablo Neruda (1904-1973).

Los Tuareg no tienen libros de motivación para persuadirse que tienen la ilusión de dominar las emociones. No, no los necesitan… y tampoco hacen extensas campañas para golpetearlos con el gasto plastificado para deudas de por vida y con intereses escondidos. Tampoco hay redes de poder para quedarse con los bienes y activos. Es que no existen… El campo y el extenso desierto es su tierra. No necesitan nada de las redes del consumo para ser diferentes o dichosos.

Tampoco tienen vecinos ni compañeros de trabajo que se sientan amenazados por una idea, por un mejor análisis o por una visión estratégica que aliente un mejor futuro. No, nadie compite por salir de viaje. Los Tuareg no van a ninguna parte y tampoco lo necesitan… no necesitan el tiempo para competir…

Vale recordar que en el 2011, una narrativa cinematográfica en un extraño atrevimiento, bajo la dirección de Andrew Niccol, presentó la cinta, “El Precio del mañana”, catalogada de ficción y distopía. Realmente, ¿Distopía? ¿Acaso no es verdad que para vivir se necesita liquidez, que resulta ser tiempo y vida?

En la cinta el protagonista busca destruir los sistemas tecnológicos que lo persiguen por una falsa acusación. Allí revela cómo un grupo social vive para siempre con el control del tiempo… ¿Acaso no es eso lo que ocurre hoy…? Entonces ¿Cómo entender liquidez?

¿Tiempo…? El ruido semántico es dramático con la realidad, y con los que no tienen el precio para pagar el tiempo de hoy. Seguro, las redes del consumo es el invento para ponerle precio al tiempo y la vida. La caricatura de una vida mejor, es la burla inoculada que arrebata libertad y distrae el pensamiento, lo hace parte de una supuesta sociedad feliz. ¡Vaya!, qué razón tenía Aldous Huxley en, “Para un mundo Feliz”, (1932),

¿Tiempo…? Vaya tiempo del mundo que vivimos… Alguna vez en una clase universitaria comenté el argumento del tiempo… un estudiante me preguntó, ¿Pero sí todo funciona bien, entonces dónde está el problema…? y le contesté aquella misma frase de Carl Sagan, – ¿No entendiste nada del curso…?

Alguna vez Stephen Hawking (1942-2018), en una exposición de su libro, “Breve historia del tiempo” (1995), explicó cómo la evolución del universo había alcanzado extensiones infinitas, donde la tierra y la humanidad apenas somos un punto imperceptible en el firmamento… Un asistente intrigado preguntó, ¿Veremos esas transformaciones en el universo…? Si, solo levanta la vista cada noche y lo comprenderás mejor.

A veces la inmensidad asombra y es eso lo que nos define… La soberbia contemporánea es seguro que produce ese miedo de ver hacia arriba en las noches estrelladas, y, seguro, usamos relojes para medir prisa y evitar ver la inmensidad… y aprender a ser humildes.

Pero, ¿cómo nos hicieron caer en la trampa del tiempo y aceptar el precio…? Al parecer confundimos precio con vida… y esa es la trama, aceptar por verdad lo que no entendemos, y seguro, por ello nos cuesta distinguir entre tiempo y vida.

No me cabe duda, el resto son historias teatrales, donde los minutos del espacio/tiempo que hablaba Einstein, quedan reflejadas en ese diminuto sentido de vida que termina cada segundo… y construye un nuevo tiempo… Pero, ¿lo dejaremos ir…?

Los Tuareg seguramente serán el descubrimiento de una norma de vida, donde el silencio resultará ser el mejor antídoto… Somos eso, apenas un haz de luz retratado en la fotografía del Voyager II en noviembre pasado, a 24 mil millones de Kilómetros de distancia, que demostró el tamaño de lo que somos… Pero, ¿lo comprenderemos?

¿Seguiremos siendo los mismos en el 2025…? Si, seguro que sí, de eso se trata, no de la certeza de la victoria; sino seguir, a pesar de las dificultades. Y, como dice Harper Lee, en su más poderosa afirmación, “¡seguir adelante, pase lo que pase…!”.

Defensoría incide en incorporación de criterios de no discriminación en propaganda comercial

Oficina de Control de Propaganda atiende llamado

La Defensoría de los Habitantes gestionó en mayo del presente año ante la Oficina de Control de Propaganda, en el sentido de que, si bien dicha instancia fue creada inicialmente para atender los artículos 1° y 2° de la ley N° 5811, tratándose de propaganda comercial en defensa de la dignidad de la familia y de la imagen de la mujer en la sociedad costarricense, era necesario aplicar además, otros criterios para evitar la divulgación de publicidad discriminatoria, tratándose de la autorización o restricción de anuncios comerciales, lo anterior de conformidad con el marco de legalidad/de convencionalidad vigente en el país.

El día 21 de noviembre de 2024, la Defensoría de los Habitantes recibió comunicación de la Oficina de Control de Propaganda que, en sesión 029-2024 del 19 de setiembre del 2024 en cumplimiento al artículo 4 del Reglamento de la Ley Número 5811 se efectuó una revisión y aprobación de los nuevos criterios de evaluación de publicidad comercial para cumplir con la Ley de Control de Propaganda, entre ellos:

  • Criterios relacionados con la discriminación
  • Criterios relacionados con la violencia.
  • Criterios relacionados con la sexualización y/o cosificación.
  • Criterios relacionados con estereotipos sociales y de género, asociados con la violencia simbólica.
  • Criterios relacionados con personas menores de edad.
  • Criterios relacionados con actividades para el consumo de personas mayores de edad.

Los criterios ahora incorporados, refieren a un trato desventajoso, restrictivo, burlesco, humillante, incapacitante y/o discriminación de una persona o población, basado en aspectos relacionados con la sexualidad, edad, aspectos étnicos, condición migrante, condición socioeconómica o formación educativa, condición de salud o discapacidad; violencia física, psicológica o emocional, económica o patrimonial, sexual; entre otros.

El actuar de la Oficina de Control de Propaganda del Ministerio de Gobernación y Policía debe erradicar los estereotipos sociales, todo ello en el enfoque marco de la protección de los derechos humanos de todas las personas habitantes de este país en el ámbito de la publicidad comercial.

Siendo que desde la Defensoría de los Habitantes se reconoce el esfuerzo efectuado y se insta a la institucionalidad pública para su divulgación y respeto, y se hace un llamado al sector privado para su efectivo cumplimiento. Es necesaria la promoción de este tipo de acciones para una efectiva promoción y defensa de los Derechos Humanos.

Los criterios ahora incorporados, refieren a un trato desventajoso, restrictivo, burlesco, humillante, incapacitante y/o discriminación de una persona o población, basado en aspectos relacionados con la sexualidad, edad, aspectos étnicos, condición migrante, condición socioeconómica o formación educativa, condición de salud o discapacidad; violencia física, psicológica o emocional, económica o patrimonial, sexual; entre otros.

Comunicación
Defensoría de los Habitantes

Más allá de la maquila y el turismo

“El sistema político no ha sido capaz de reformar o redefinir el estilo de desarrollo nacional, para conciliar los intereses del progreso social y económico con los de la sostenibilidad fiscal y ambiental” (Informe Estado de la Nación, 2024).

Álvaro Vega Sánchez
Sociólogo

En la era de las nuevas tecnologías digitalizadas, la robótica y la inteligencia artificial un país que solo apuesta al turismo, con toda y su riqueza en biodiversidad, y a la maquila, aunque sea de alto nivel para suplir recurso humano calificado al parque industrial de zonas francas, está destinado al subdesarrollo.

Lamentablemente desde hace rato -y hoy con más insistencia- una clase gobernante corta de miras viene celebrando cada cuatro años logros macroeconómicos de crecimiento, en gran medida fluyendo hacia afuera y hacia arriba, con un goteo insuficiente que solo alcanza a beneficiar a un pequeño sector de trabajadores de maquila de punta. Y la mayoría de los trabajadores, en un mercado laboral que se contrae, con ingresos que no alcanzan a superar los del año 2014 (Informe Estado de La Nación, 2024).

Una suerte de conformismo y sumisión a los dictados de poderes fácticos, incluidos algunos organismos internacionales, nos tienen postrados en el subdesarrollo. Los gobiernos neoliberales predominantes hasta hoy se han conformado con administrar una deuda que se perpetúa y logros pírricos en reducción de índice de pobreza. Además, dedican buena parte de su gestión a desviar la atención de sus complicidades con sectores económicos poderosos, a quienes han venido tolerando el no pago de impuestos e incluso ´premiándoles con amnistías tributarias, mientras buscan chivos expiatorios y los exhiben en plaza pública (“pensionados de lujo”, empleados púbicos, entre otros). Asimismo, impulsan obras de infraestructura cuyo fin principal es, vía efecto de demostración, obtener dividendos político-electorales (la accidentada y siempre inconclusa ruta 27 y ahora el tramo de Limonal-Caldera que cambió el cemento por asfalto, una obra que empieza bien y termina mal).

Por ningún lado aparecen las políticas visionarias de largo plazo que nos hagan soñar e ilusionarnos con la posibilidad de salir del subdesarrollo. Brillan por su ausencia verdaderas políticas y acciones para constituir un vasto y pujante conglomerado empresarial e industrial nacional. Con deficientes, por no decir inexistentes, políticas en educación, cultura, ciencia y tecnología, así como con cada vez menos recursos destinados a estas áreas no podemos aspirar a ser parte de los países con mejores indicadores de desarrollo humano sostenible, aún y cuando hemos demostrado tener el potencial para lograrlo.

El vicepresidente de la Cámara de Exportadores de Costa Rica (CADEXCO), don Jorge Calderón, en una reciente entrevista destacaba la necesidad de transitar cuanto antes hacia una economía digital, para lo cual contamos con el potencial humano necesario, con talento e ideas innovadoras. Pero hay carencias sustantivas en apoyo financiero, incentivos para los innovadores, más vínculos ente la academia y el sector productivo, bilingüismo, interconectividad de alcance nacional, etc. Por consiguiente, insiste en la necesidad de un pacto o concertación intersectorial y gremial que, trascendiendo intereses político-electorales, permita crear las condiciones para marcar un nuevo hito en el desarrollo de la capacidad productiva y competitiva del país (Programa La Lupa CR. Jueves 19 de diciembre 2024).

¿Qué ganamos con celebrar hoy con bombos y platillos que somos líderes en crecimiento económico entre los países miembros de la OCDE, sí nos disputamos los primeros lugares en desigualdad? ¿Qué ganamos con salarios mínimos relativamente altos si somos uno de los países más caros para vivir? Si no alcanzamos a superar estas contradicciones fundamentales (crecimiento con desigualdad y salarios medios con alto costo de la vida) no hay verdaderos motivos para celebrar.

Insistimos, nos es solo por la vía de la atracción de inversiones extranjeras que engrandezcan el parque empresarial de zonas francas, ni solo elevando la oferta turística, bajo modelos de “enclaves económicos”, que vamos a dar el salto que necesitamos. Es fundamental apostar ahora al desarrollo de capacidades científicas y tecnológicas al servicio de la equidad, la sostenibilidad y el bienestar humano, como bien lo ha destacado el Dr. José María Gutiérrez: “La consolidación de una comunidad científico-tecnológica robusta le permite a un país generar conocimiento original sobre su propia realidad natural y social, y es clave para que podamos transitar por senderos de prosperidad y equidad. Lamentablemente los modelos hegemónicos de las últimas décadas no le han prestado la debida atención a nuestro desarrollo muy pobre, por debajo del promedio latinoamericano. En fin, lo inadecuado de estas políticas nacionales va de la mano de la aridez de las propuestas de desarrollo que han prevalecido en el país en las últimas décadas” (Gutiérrez, José María, 2019).

En vísperas de un nuevo año electoral, más allá de concurrir a una contienda al estilo populista tan de moda, del discurso grandilocuente y de las promesas de siempre, quienes aspiren a ejercer liderazgo político podrían ensayar construir juntos, más allá de sus feudos partidarios, alternativas viables para conducir al país hacia un nuevo estilo de desarrollo que, como señala el Informe del Estado de la Nación “reconcilie progreso social y económico con sostenibilidad fiscal y ambiental”. Es una deuda del sistema político que urge saldar, si pretendemos retomar el camino del desarrollo con dignidad, justicia y equidad.

La principal crisis del país es fundamentalmente de imaginación política y de falta de voluntad de diálogo. Es posible hacer una tregua, para bajar el perfil de la confrontación y disponerse de manera reposada y sensata a conjuntar ideas y voluntades. Recuperar el espíritu de distención que facilite una nueva convergencia ética y humanista, al estilo del liderazgo de los años 40 y 50 del siglo pasado, para proyectar la Costa Rica de los próximos 50 años. Nuestros hijos, hijas, nietos y nietas se lo merecen.

“Aunque los retos no tienen precedentes y aunque los desacuerdos son enormes, la humanidad puede dar la talla si mantenemos nuestros temores bajo control y somos un poco más humildes respecto a nuestras opiniones” (Harari, Juval, 2018).

La exaltación por el muro

Por Memo Acuña
Sociólogo y escritor costarricense

En varias de nuestras columnas a lo largo de los años hemos reseñado la reflexión impulsada por la intelectual estadounidense Wendy Brown sobre los estados amurallados.

Publicado inicialmente en 2010, su trabajo “Estados amurallados, soberanías en declive” constituye una de las mayores contribuciones analíticas sobre la construcción de muros fronterizos a nivel global y su significado semiótico y simbólico.

Es un trabajo que dicho sea de paso no ha perdido vigencia y resulta útil para interpretar acontecimientos actuales que tienen como tema central la fortificación de las fronteras, en particular en países con una larga tradición como receptores de población migrante.

Recordemos acaso dos o tres ideas centrales desarrolladas por Brown en su análisis.

La primera: los muros fronterizos representan una expresión del debilitamiento de la soberanía estatal, el declive de su funcionamiento. Ante esta condición, el muro expresa una forma de poder material y simbólico.

La segunda, la constatación de que los muros y las vallas fronterizas son expresión de una tensión entre los Estados-nación y agentes transnacionales que son concebidos como amenazas. Entre estos agentes sobresalen las subjetividades en contextos de movilidad, contra quienes pesa el largo y profundo poder de los estados.

Una tercera idea en la propuesta de Brown plantea que con la construcción de muros los estados ganan popularidad al demostrar un poder de protección y garantía de seguridad ante las amenazas externas. Generan procesos de separación, segregación y segmentación.

Estás tres ideas plateadas por la intelectual, condensan la conferencia de prensa realizada hace unos días por el presidente electo de Estados Unidos Donald Trump.

En su primera comparecencia luego de resultar ganador en las últimas elecciones presidenciales en aquel país, Trump dedicó varios minutos a reafirmar una de las promesas que lo hicieron vencedor en la contienda: retomará la construcción del muro fronterizo en aquellas secciones entre México y Estados Unidos donde esté incompleto y para ello destinará millones de dólares. Con esta acción, plantea, se detendrá la “amenaza criminal de quienes intentan entrar a Estados Unidos de forma irregular”.

La exaltación performativa y discursiva de este personaje resulta consecuente con el valor simbólico y material de un muro que ha cobrado cientos de miles de vidas humanas. A este muro vertical debe sumarse las acciones en tierra de agrupaciones antiinmigrantes que tienen como objetivo principal “cazar personas que se muevan a través de la frontera”.

Al asumir la presidencia en enero de 2025, Donald Trump deberá confirmar con hechos sus promesas de campaña. Una de sus primeras Directivas será sin lugar a dudas la de la deportación masiva y el aumento de los controles fronterizos en los que el muro resulta personaje principal.

Estamos a las puertas de una nueva ola epidémica contra las subjetividades migrantes regionales. Alertamos sus consecuencias para nuestros países, sus procesos sociales y culturales y la construcción de ciudadanías que al igual que las soberanías, muestran un franco declive y debilitamiento.

Que la vida humana y la dignidad imperen ante la locura y sinrazón de iba política migratoria abusiva y securitaria.

Los derechos de las mujeres son derechos humanos

La violencia sexual lesiona los derechos humanos de todas las personas que la viven. La dignidad, como principio fundamental para la garantía del respeto por los derechos de todas las personas, requiere la seguridad de una vida libre de cualquier tipo de violencia. Este debe ser el fin primordial de las instancias públicas encargadas de velar por la promoción, protección y garantía de derechos humanos.

En ese sentido, la Comisión de Derechos Humanos de la Asamblea Legislativa es el órgano parlamentario encargado de llevar adelante las tareas de control político y legislación para erradicar los patrones culturales y sociales de violencia, acoso, hostigamiento y discriminación en contra de cualquier persona, independientemente de su condición social. Asimismo, la perpetración de la violencia no distingue de posiciones políticas ni clase social, siendo especialmente grave y tortuosa para las sobrevivientes cuando la comete una persona en posición de poder y notoriedad pública.

En días recientes se conoció que el Ministerio Público investiga al diputado del Partido Nueva República, Fabricio Alvarado Muñoz, miembro de la Comisión Permanente Especial de Derechos Humanos, por el delito de abuso sexual en contra de persona mayor de edad. Si bien se reconoce el derecho de defensa, presunción de inocencia y debido proceso que le asiste a cualquier persona en las instancias judiciales, no se puede omitir que los procedimientos penales por delitos de violencia sexual también acarrean una enorme carga de revictimización, estigmas, prejuicios y costos personales para las personas denunciantes.

Tener una vida libre de violencia es un derecho humano. Por ello, las personas y organizaciones que suscribimos este manifiesto solicitamos públicamente al diputado Alvarado Muñoz abandonar su puesto como miembro permanente de la Comisión de Derechos Humanos de la Asamblea Legislativa hasta tanto no se esclarezcan los hechos alrededor del grave delito por el cual se le investiga.

Consideramos que la violencia sexual es sumamente grave, y es deber de la institucionalidad apoyar a las denunciantes y no someterlas a situaciones de revictimización frente a sus presuntos agresores. Aunado a lo anterior, Costa Rica atraviesa una dolorosa espiral de violencia machista que demanda a las personas en puestos de representación popular brindar un ejemplo respetuoso de la dignidad, integridad y seguridad de todas las personas.

La Comisión de Derechos Humanos es un espacio en el cual se debaten asuntos que inciden directamente en el derecho a vivir una vida libre de violencia, razón por la cual no resulta apropiado ni pertinente que una persona cuestionada por aparentes delitos sexuales sea parte de este órgano vital.

Finalmente, se hace un llamado para todas las personas víctimas y sobrevivientes de violencia sexual a alzar su voz y denunciar. Romper el silencio es el primer paso para acabar con el encubrimiento y la impunidad. Asimismo, se insta a la sociedad en general a respaldar a las personas denunciantes de cualquier caso de abuso y violencia, con el fin de que se sientan fortalecidas y acompañadas en sus procesos de denuncia y sanación.

Suscriben,

Elizabeth Odio Benito, cédula 4-0078-0585
María Amalia Matamoros Landázuri, cédula 4-0145-0213
Marco Zúñiga Badilla, cédula 1-1740-00858
Roxana Víquez Salazar, cédula 1-0418-1237
Karla Salguero Moya, cédula 1-0748-0133
Julia María Ardón Morera, cédula 2-0386-0415
Mari Paz Matamoros Matamoros, cédula 4-0189-0362
Amanda Arroyo Cabezas, cédula 1-1656-0001
Yamileth Astorga Espeleta, cédula 1-0540-0192
Mauro Fernández Acuña
Yalile Chan Jiménez, cédula 1-0567-0078
Gabriela Saborío de la Espriella, cédula 1-0572-0355
Guillermo Arroyo Muñoz, cédula 1-0444-0252
Nerina Carmona Castro, cédula 1-0616-0754
Ana Cecilia Castro Calzada, cédula 1-0561-0190
Yara Mourelo González, cédula 2-0382-0947
César Castro Azofefia, cédula 1-1542-0195
Irene Salazar Carvajal, cédula 1-0733-0462
Sergio Iván Alfaro Salas, cédula 2-0464-0844
Nidia Molina Sibaja, cédula 2-0393-0669
Gerardo Hernández Naranjo, cédula 1-0677-0083
Vivian Solís Espinoza, cédula 1-1032-0333
Xinia Herrera Durán, cédula 2-0344-0672
Laura Astorga Carrera, cédula 1-0914-0100
Ana Beatriz Fernández González, cédula 1-0625-0678
Ana Zulema Jiménez Soto, cédula 1-0488-0193
Marta Solano Arias, cédula 1-0453-0311
Ana Helena Chacón Echeverría, cédula 1-0567-0359
Leda Zamora Chaves, cédula 2-0433-0362
Ricardo León Gómez, cédula 3-0445-0638
Ana Leonor Ramírez Montes, cédula 1-0483-0426
María Cecilia Aguilar Lara, cédula 2-0252-0321
Wendy Vásquez Pessoa, cédula 3-0364-0290
Carla Ramírez Brunetti, cédula 1-0648-0825
Cristina Salas, cédula 2-0388-0960
Eugenia Solís Umaña, cédula 1-0442-0132
Marlene Mora Camacho, cédula 1-0402-1336
Ana Lorena Hidalgo Solís, cédula 1-0468-0075
Rocío Abarca Sánchez, cédula 7-0160-0677
Luz María Chacón León, 2-0336-0097
Margarita Bolaños Arquín, cédula 1-0407-0764
Yolanda Bertozzi Barrantes, cédula 1-0399-0589
Yolanda Rojas Rodríguez, cédula 9-0012-0762
María José De la Mata Mora, cédula 1-1131-0257
Norman José Solórzano Alfaro, cédula 2-0405-0106
Nelsy Saborío Rodríguez, cédula 1-0630-0624
Jenny Castro Acuña, cédula 1-0649-0965
Haydée Hernández Pérez, cédula 1-0559-0946
Claudia Vargas Medal, cédula 155827353415
Georgina Hidalgo Rojas, cédula 2-0325-0498
Sylvia Mesa Puluffo, cédula 8-0090-0464
Ariane Garnier, cédula 1-0624-0634
Syndell Bedoya Rivera, cédula 1-0584-0088
Gabriela Delgado Hidalgo, cédula 1-0963-0626
Eugenia Solís Umaña, cédula 1-0442-0132
Cristina Santamaría Navarro, cédula 6-0161-0193
Nuria Gamboa Mora, cédula 1-0533-0375
Thais Aguilar Zúñiga, cédula 1-0587-0972
Grettel Andrade Cambronero, cédula 1-0953-0838
Rubieth Jaén Angulo, cédula 5-0148-0959
Ericka María Álvarez Ramírez, cédula 2-0532-0025
Damaris Solano Murillo, cédula 5-0193-0665
Sandra Cartín Herrera, cédula 2-0343-0634
María Flor Abarca Alpízar, cédula 2-0285-0063
Nidia García Zamora, cédula 4-0171-0744
Rosa Alvarado, cédula 1-0403-1030
Ana María Botey Sobrado, cédula 1-0473-0692
Yamileth González García, cédula 2-0246-0555
Sonia Marta Mora Escalante, cédula 1-0412-1470
Elizabeth Briceño Jiménez, cédula 1-0721-0134
Jane Seglau Earle, cédula 8-0061-0877
Ana Leonor Saravia Vivas, cédula 1-0838-0916
Alma Aisemberg Saravia, cédula 1-1852-0879
Rebeca Eugenia Quesada Guell, cédula 1-0555-0138
Adriana Sequeira Gómez, cédula 1-1093-0980
Gloriela Brenes Murillo, cédula 1-0741-0195
Sary Montero Cabezas, cédula 2-0259-0860
Lorna Chacón Martínez, cédula 2-0481-0863
Silvia Monge Retana, cédula 1-0737-0490
Daniela Cordero Ardon, cédula 4-0183-0087
América Ardón Apuy, cédula 2-0632-0903
Catalina Obregón, cédula 1-0753-0231
Sara Schifter Sharatt, cédula 1-0313-0051
Dunia Espinoza Esquivel, cédula 1-0847-0569
Seidy Salas Víquez, cédula 1-0864-0094

El derecho de protesta, desobediencia civil y resistencia

“Hay leyes injustas: ¿Nos contentaremos con obedecerlas o intentaremos corregirlas y las obedeceremos hasta conseguirlo”? (Thoreau)

Manuel Hernández

En el marco de la mayor barbarie después de la Segunda Guerra Mundial, a merced de la cual está siendo masacrada toda una nación, el pueblo palestino, con la pasmosa pasividad y hasta obscena complicidad de los organismos internacionales, se celebra, esta vez, con más pena que gloria, el Dia de los Derechos Humanos, conmemorándose el 76° aniversario de la Declaración Universal de Derechos Humanos (DUDH).

La Declaración contiene el catálogo de los derechos que expresan las supremas aspiraciones y los valores universales de la humanidad, radicados en la libertad, igualdad, justicia, la paz y la dignidad de las personas.

La DUDH no es una concesión gratuita, sino que es resultado de la lucha histórica de los pueblos y los trabajadores del mundo.

No obstante, el amplio elenco de derechos que reconoce la Declaración, ese primer instrumento transnacional pretirió reconocer derechos que no son menos fundamentales que los que expresamente contiene el texto, a saber: el derecho de protesta, desobediencia civil y resistencia legítima.

Estos derechos, cada uno con sus características propias, constituyen derechos de orden político, inherentes a la persona, al ciudadano, a los y las trabajadoras y a los pueblos.

La desobediencia civil y la resistencia contra la opresión de los gobernantes autoritarios y las leyes inicuas, que vulneran derechos fundamentales, forma parte del constitucionalismo que se desarrolló a finales del siglo XVIII.

La contribución filosófica de John Locke y Thomas Jefferson tuvo una extraordinaria importancia en la configuración de esos derechos.

Locke sostenía, en el Segundo Tratado sobre el Gobierno Civil (1690), que el pueblo tiene el derecho de resistir la autoridad y hasta derrocar el gobierno que quebranta los derechos inalienables de las personas.

Locke señaló varios motivos que justifican la resistencia legítima: cuando el gobierno defrauda al pueblo, prometiendo una cosa y haciendo lo contrario, se vale de argucias para violentar o eludir la aplicación de la ley, y en general, utilizar el poder contra el bienestar del pueblo.

Jefferson, en una línea de pensamiento similar, agregó los siguientes agravios: no aprobar o impedir la aprobación de leyes necesarias para el bienestar general, violencia contra los órganos representativos de la voluntad popular, obstruir el funcionamiento de la administración de justicia (cfr. El derecho a la protesta. Gargarella).

Jefferson afirma que la resistencia civil o política es necesaria para contener el poder dentro de sus propios límites: “una medicina necesaria para la buena salud de la República.”

Esas ideas revolucionarias se plasmaron en la “Declaración de Independencia”, de los Estados Unidos de América (1776), que reconoce el derecho del pueblo de restablecer el orden cuando la autoridad menoscaba los derechos inalienables.

Algunos años después se promulgó la Declaración de los Derechos del Hombre y el Ciudadano (1789), que, en realidad fueron varias declaraciones, la cual también reconoció el derecho de “resistencia a la opresión.”

Una de las declaraciones dispuso lo siguiente: “cuando el gobierno viola los derechos del pueblo, la insurrección es, para el pueblo y para cada porción del pueblo, el más sagrado de los derechos y el más indispensable de sus deberes”.

Así, esas declaraciones reconocieron que la resistencia, que puede tener distintas expresiones, ya sea como protesta, desobediencia civil, y en última instancia, como rebelión, constituyen derechos irrenunciables.

Lamentablemente, las burguesías después abandonaron ese reconocimiento y se volvieron contra esos derechos fundamentales.

Aunque la Declaración Universal no haya comprendido esos derechos, la protesta cívica, la desobediencia civil y la resistencia, constituyen derechos fundamentales que, en realidad, no necesitan la positivación en la normativa internacional, porque son derechos que, por la raíz de su naturaleza, corresponden a los pueblos, derivados de la soberanía popular, con mayor razón, en cualquier sistema democrático.

Jürgen Habermas nos dice al respecto: «Todo Estado democrático de derecho que está seguro de sí mismo, considera que la desobediencia civil es una parte componente normal de su cultura política, precisamente porque es necesaria».

Hoy, que se conmemora la DUDH, que no sé quién que tenga un mínimo de ética y elemental humanidad, podría celebrarla al fragor de aquella barbarie del Siglo XXI, es pertinente y necesario, ahora, más que nunca, reivindicar que el derecho de protesta, la desobediencia civil y la resistencia son derechos fundamentales, por más que hayan sido omitidos en la Declaración y en otros textos supranacionales, los cuales son derechos primarios, que garantizan la satisfacción de los demás derechos.

“Me revelo, luego existimos”, proclamaba Camus.