Skip to main content

Etiqueta: filosofía

Reseña: En el Centenario de la Guerra de 1856 por Luis Barahona Jiménez

El día de hoy recordamos a Luis Barahona Jiménez, el cual nace en 1914 y fallece en 1987, escritor y filósofo egresado de la Universidad de Costa Rica en Filosofía y Letras. También, recibió premios en historia y desempeñó cargos diplomáticos en varios países.

Recientemente, el 5 de septiembre de 2024, se publicó uno de sus escritos por medio de Azur Revista Centroamericana de Filosofía, titulado “En el Centenario de la Guerra de 1856”, escrito en su tiempo en Madrid en 1956, precisamente 100 años después de la campaña en contra de William Walker y los filibusteros.

Este escrito aplica las disciplinas de filosofía e historia de manera experta para plasmar un retrato muy bien realizado e interesante del contexto sociopolítico de la época, y cómo influyó en los imaginarios y el recuerdo de lo sucedido alrededor de este conflicto que tanto marcó al país. Esto, con el fin de concluir acerca de un destino histórico como costarricenses plasmado por los hechos que se conmemoran, extrayendo sus mensajes de actualidad histórica, en palabras del propio autor en la primera página.

El texto está dividido en varias secciones, la tierra, el hombre, los hechos, Costarricenses, Compatriotas, Nuestro destino histórico, y A propósito de la parroquia de piedra, todas llenas de valiosos conocimientos filosóficos sobre los orígenes y construcciones alrededor de este hecho crucial.

Les invitamos a leer este artículo y empaparse de este conocimiento, el cual aun cuando viene del pasado aporta información valiosa para cualquiera a quien le interese conocer más su entorno.

Lenguaje y filosofía

Por Arnoldo Mora

Como nota aclaratoria inicial de estas reflexiones, deseo explicar el sentido semántico del término “lenguaje” que he creído conveniente usar en estas líneas. “Lenguaje” es la traducción del término “Sprache” empleado por el último Heidegger, dado que “Sprache” puede ser traducido en castellano por lengua, lenguaje, idioma. El término “lenguaje” me ha parecido más amplio y neutral, pues con él solemos denominar la facultad de expresar simbólicamente mediante sonidos articulados nuestros pensamientos, órdenes y sentimientos. Refiriéndose al desarrollo actual de la filosofía, Heidegger dice que se ha operado un cambio de rumbo (el término alemán es “Kehre”, que inicialmente significa el pronunciado cambio de rumbo en un camino, lo que los costarricenses solemos denominar como “curva”). Hoy vivimos una revolución en la filosofía y, con ello, en la cultura universal, si aceptamos la definición de filosofía dada por Hegel, según la cual la filosofía no es más que la conciencia lúcida del momento histórico que vive la humanidad. Esa “revolución” consiste en reducir toda la realidad humana en su nivel ontológico al lenguaje; la esencia-existencia objetiva , o mejor dicho objetivada, del hombre, es el lenguaje, para la conciencia en el sentido epistemológico (Bewusstsein) sólo existe aquello que entra dentro del ámbito del lenguaje, aquello que puede ser expresado mediante el lenguaje; lenguaje y realidad se identifican, hasta el punto de que el conocimiento-dominio de la Naturaleza se expresa dando nombre a las cosas, como en el bíblico Génesis o en Cien Años de Soledad; razón por la cual cada ciencia emplea un lenguaje específico (“términos técnicos”) , normalmente de raíces etimológicas griegas o latinas, para expresar su interpretación de la realidad (la “taxonomía” de Lineo, por ejemplo).

Quien ha desarrollado al máximo esta concepción ha sido uno de los mayores filósofos del lenguaje de nuestro tiempo como es Ludwig Wittgenstein. Proviniendo de la Escuela de Viena (Wiener Kreis) grupo de pensadores judíos de principios del siglo XX que, partiendo de las ciencias físicomatemáticas crearon la filosofía de las ciencias actual, Wittgenstein tomó distancia de ellos al mantener los principios epistemológicos de la objetividad científica, pero dentro de una ontología de raigambre hegeliana. Wittgenstein ve el lenguaje como expresión de la esencia de lo humano; el hombre es lo que habla, por lo que el lenguaje de esta manera se concibe como una totalidad hegeliana. De ahí que no podamos expresar ningún discurso en torno a la realidad sino es construyendo un universo simbólico; lo que de allí escape sólo puede ser aludido con el silencio, cosa que Wittgenstein considera el ámbito propio de la mística, por la que él manifestaba un hondo respeto. El otro gran filósofo actual del lenguaje es Jacques Dérrida, que se ha hecho célebre por ser el creador del método denominado “deconstrucción” tan en boga hoy en día. Dérrida se sitúa en las antípodas de Wittgenstein, pues parte de la experiencia existencial del lenguaje como creación de nuestra sensibilidad ante lo real y de nuestra voluntad de reconocimiento ante el prójimo. Más que expresar una realidad objetiva que denominamos “verdad”, el lenguaje nace de la necesidad vital de abrirse al otro a fin de construir una comunidad axiológicamente digna. Como soñaba Levinas, también para Dérrida el lenguaje es la única respuesta frente a la violencia. Tal es la razón de ser de la política. La política es el triunfo de la voluntad de poder que se humaniza para evitar que la violencia sea la “Weltétoffe” o materia prima de que está hecha la naturaleza humana (Hobbes). El lenguaje, por ende, no es natural sino cultural en el sentido heideggeriano del término, lo que funda igualmente la libertad como creatividad infinita al decir de Nietzsche. Wittgenstein y Dérrida tienen en común el que ambos definen al ser humano como aquello que se da en el ámbito del lenguaje, el hombre es lo que habla, por lo que sólo escudriñando el devenir histórico del lenguaje podemos responder a la pregunta o cuestión fundamental de la filosofía y de todo el quehacer humano: ¿qué es el hombre?) (Kant). Pero el énfasis en ambos es diferente: mientras Wittgenstein se centra en el habla natural, es decir, en el lenguaje que se emite en sonidos, Dérriba da prioridad a la escritura, es decir, a su expresión gráfica. Las reflexiones que siguen acusan la huella de estos filósofos, pero enriquecidas con los aportes de la filosofía de la historia de inspiración hegeliano-marxista.

Suelo decir que las mayores revoluciones que han cambiado cualitativamente el devenir del homo sapiens en el tiempo se originan y se expresan en el lenguaje. A continuación, esquematizo lo dicho. La subespecie sapiens superó (derrotó) al neanderthal debido a que desarrolló un lenguaje articulado que le permitiría expresar lógicamente toda su concepción del universo (Weltanshauung”), cosa que el neanderthal, a pesar de tener un cerebro de mayor volumen, no lo logró, debido a que el cerebro del sapiens es más complejo. Con el desarrollo de la escritura surgen las civilizaciones egipcia gracias a escritura jerogrífica, a la china gracias a la escritura ideográfica y a la sumeria, cuna de la cultura occidental, gracias al escritura cuneiforme. La escritura posterior logra crear el lenguaje alfabético en que la grafía no es de objetos (jerogrífica) ni de ideas (china) sino de fonemas que combinan ruidos (25 consonantes) y sonidos (5 vocales), con lo que la escritura alfabética se impuso. De ahí en adelante se hizo claro que los escritos se convierten en actos fundantes de grandes culturas de la historia; así, la producción literaria de Homero en el siglo X a.C. da origen a la cultura occidental; las religiones monoteístas (judaísmo, cristianismo e islam) son religiones del libro (biblia hebrea o Antiguo Testamento para los judíos, biblia cristiana que incluye Antiguo y el Nuevo Testamento, y el Coram para los mahometanos). La modernidad surge gracias a que Gutenberg crea el libro. Lo que se entiende por “democracia”, gracias a la revolución inglesa, la independencia de Estados Unidos y la Revolución Francesa, sólo se logra porque de antemano se ha dado un significativo progreso en la alfabetización de sus pueblos.

Hoy asistimos a una de las más grandes revoluciones posteriores al surgimiento del homo sapiens, cual es la creación de la inteligencia artificial (AI). Este portento se debe a que la tecnología de la comunicación ha creado un lenguaje no natural, es decir, que no recurre a grafías de sonidos sino a un lenguaje matemático; de este modo, se ha pasado de la abstracción física o natural a la matemática, es decir, formal que permite realizar operaciones a un nivel infinitamente superior al lenguaje fonético. Así como la imprenta fue el artefacto que posibilitó la fabricación masiva de libros, algo equivalente se ha logrado en la segunda mitad del siglo pasado con la computadora. Para orgullo nuestro, Costa Rica no se ha quedado atrás; la fabricación de la primera computadora hecha en la región ( la legendaria “Matilde”) se debió al talento de los maestros de la Facultad de Ingeniería de la UCR, liderados por el director Orozco de la Escuela de Ingeniería con el apoyo del decano Sagot y del Rector Carlos Monge; de mi parte, espero que un día no lejano el país les reconocerá haber sido los gestores de este inconmensurable avance tecnológico, cuyas implicaciones en todos los campos del quehacer humano, como la cultura y la política, está apenas en sus albores. La creación de este lenguaje matemático no sólo permitirá al hombre salir al espacio infinito del Universo, sino desarrollar más la tecnología inspirada en la física cuántica (nanotecnología) y cambiar, incluso, nuestro concepto de política, pues el poder no provendrá más de le la fuerza bruta (militar) ni de la acumulación egoísta de capital, sino del avance del conocimiento… Con eso habremos cumplido el sueño de Marx, para el cual el hombre, mientras siga construyendo la historia por métodos violentos no ha pasado de la prehistoria. El sueño de los bíblicos profetas se habrá cumplido: la paz será el estado natural del ser humano.

Principios básicos de la ética socioambiental y animal – foro

Se inicia el conversatorio con la pregunta: ¿Cómo nos relacionamos con el resto de animales? ¿Cómo pensamos nuestra relación con ellos? Se exponen los siguientes temas:

Ética animal

La ética animal es un campo de estudio que cuestiona cómo nos relacionamos con los animales. Este cuestionamiento ha estado presente en diferentes períodos de la historia, tanto de manera colectiva como individual.

Filosofía y especismo

La filosofía, al estar ligada a la lógica y ciertas nociones, nos genera cuestionamientos sobre nosotros mismos. Es ineludible pensarnos como animales sin considerar nuestra relación con otros animales.

Un concepto importante en este ámbito es el especismo, que describe la discriminación que los seres humanos ejercen sobre los animales. En particular, el especismo de carácter antropocéntrico establece una diferencia tajante entre nuestra vida y los valores que sustentan nuestra existencia en comparación con la vida de los animales. Otro tipo de especismo se manifiesta cuando valoramos de manera desigual la vida de distintos animales.

Comportamientos humanos hacia los animales

Los comportamientos humanos hacia los animales están ligados a la discriminación. Es crucial visualizar este tipo de discriminación e incorporarlo en nuestro léxico. La ética animal se centra en la consideración moral de los animales y en cómo nos consideramos a nosotros mismos, ya sea obviando o acentuando nuestra naturaleza animal.

Reconocimiento de los derechos de la naturaleza

El derecho es un orden normativo de la conducta humana, al igual que la religión y la moral. Tiene dos características fundamentales: es una construcción social que responde a los intereses de una sociedad y, por definición, es antropocéntrico. Esto nos permite exponer tres aspectos sobre cómo el sistema jurídico ve a la naturaleza y a los animales:

Carácter antropocéntrico: La regulación de los animales y la naturaleza se ha dado tradicionalmente en función de los intereses humanos. La utilidad y el valor de un animal o un sistema se entienden como derivados del Artículo 50 de la Constitución Política, donde el derecho al medio ambiente se interpreta como el derecho de las personas a vivir en un ambiente sano y ecológicamente equilibrado.

Categorización jurídica: El medio ambiente y los animales no humanos se consideran «bienes muebles», es decir, objetos.

Derecho ambiental: A mediados del siglo XX, surgió un cambio de paradigma con los derechos humanos de tercera y cuarta generación, lo que llevó a la necesidad de una mejor legislación para proteger la explotación de la naturaleza.

En Costa Rica, la perspectiva especista está presente en la educación, como se evidencia en ejemplos didácticos simples. No hay legislación en el mundo que otorgue a los animales derechos plenos y fundamentales. Aunque algunas legislaciones los reconocen como “seres sintientes”, esto no genera un impacto significativo. Hoy en día, es más común hablar de veganismo, esencial para la defensa y reivindicación de los animales. Sin embargo, también es necesario abordar el uso y la experimentación con animales en lugares como Rusia.

Cambio de paradigma

Surge la pregunta: ¿tener más leyes implica un cambio de paradigma? Si algunos animales están protegidos y otros no (por ejemplo, los animales en peligro de extinción como el tucán o el leopardo, frente a animales productivos como los cerdos, vacas y gallinas), esto demuestra que el derecho sigue regulando en función del valor que tienen para los seres humanos. Por lo tanto, se requiere primero un cambio cultural para que exista un cambio en el paradigma legal y en la información y los mensajes que recibimos desde niños.

Hoy en día, hay más conciencia que hace 50 años. Sin embargo, hay situaciones que pueden parecer éticamente incorrectas pero legalmente permitidas, como la tala en proyectos de “desarrollo” o en propiedades privadas.

Reflexión sobre el consumo de carne

¿Es normal, natural y necesario comer carne? Ha sido una práctica común durante siglos utilizar a los animales como alimentos o para vestimenta. Sin embargo, en la actualidad, no es necesario por razones éticas. El cuerpo necesita proteínas, las cuales se pueden obtener de fuentes vegetales. Surge la pregunta: ¿son más importantes mis preferencias gastronómicas que la vida del animal al que se le está despojando?

Religión y superioridad humana

¿Qué opinan sobre el papel de la religión en la concepción de superioridad del ser humano sobre los animales? Las religiones no son un argumento de peso ni fuente racional en este debate, y existen diferencias significativas entre ellas (por ejemplo, los hindúes han vivido años sin consumir carne).

¿Una filosofía feroz?*

James Dinarte Arias

El título de esta exposición pone un carácter sarcástico de la elección del lema de nuestro congreso que es gracias al poema  «Democracia» de Rimbaud de: «Iluminaciones», 1874 que comentó la profesora Laura Llevadot de la Universidad de Barcelona quien publicó un artículo en el blog Rumor de las multitudes y el cual recomiendo revisar. El subtítulo de filosofía en tiempos de crisis es un intento por poner el énfasis en la coyuntura costarricense y las humanidades.

La profesora menciona lo siguiente “el poema de Rimbaud no nos habla de la necesidad de la filosofía para la democracia, sino de la filosofía feroz que la democracia, en su propia jerga, profesa” y hace pasar por la única forma de pensar en el contexto socioeconómico. Si es necesario interpretar el poema como un presagio de nuestra época no es algo que podamos realizar en nuestra ponencia, sino que se busca analizar si nuestra capacidad de pensar puede influir en la cotidianidad.

La elección del título de esta actividad busca poner en duda el papel que nuestra filosofía tiene en la sociedad. Pido disculpas si decir filosofía costarricense no posee algún asidero confiable, pero espero que se entienda mi idea. Las diferencias entre teoría y práctica son claras y no es relevante para esta exposición decidir cuál caracteriza con más propiedad a la filosofía.

En primer lugar, procederemos a comentar las secciones del poema y cómo dialogan con el supuesto de que la filosofía en nuestro país está entre la teoría y la práctica. Es necesario aclarar en el desarrollo de esta ponencia si hay algún conflicto entre la teoría y la práctica y si no, argumentar cómo pueden trabajar hacia el mismo objetivo. Suponiendo que haya algún objetivo.  Finalmente partiremos de lo que asegura Vattimo sobre el papel de quien filosofa en la sociedad y su relación en nuestro contexto.

  1. «La bandera avanza hacia el paisaje inmundo, y nuestra jerga ahoga el tambor.

La imagen de una marcha militar que se impone sore un terrible fondo es escandalosa. Las marchas militares pueden llevarse a cabo en un territorio que ha sido sometido o en una ciudad que albergue las principales bases de ese ejército. En el artículo de la profesora Llevadot se menciona que el contexto político del poema de Rimbaud sucede dentro de la comuna de Paris y el proceso que posibilitó.

En nuestro caso el contexto costarricense difiere del de la comuna parisina, poseemos una democracia representativa que con sus tres poderes nos ubica como un país destacable a nivel mundial. Pareciera que el endulzamiento de nuestra forma de gobierno es el paisaje inmundo en el que este desfile, lamentablemente ha sido el terreno fértil para la injusticia que acepta como definitivo el estado de la sociedad costarricense. La bandera sigue avanzando a pesar del terrible paisaje.

Vemos como el tambor es ahogado por una jerga incesante, se calla el redoble y no se aprecia la percusión que orienta la marcha del desfile. Si la democracia agasajada por este desfile es una versión llevada a menos de la forma de gobierno es solo un paso necesario para poder oír a la jerga que ahoga el tambor. ¿Pero quién oye la jerga y quien la pronuncia?

El sonido de la jerga retumba en los tímpanos en lugar del tambor y hace perder el ritmo de la marcha. Vemos cómo quien participa del desfile no solo celebra lo que la bandera resulta en la marcha, sino que también participan dando grandes gritos que comunican sus intenciones. Es en este momento en que se ve cómo la filosofía feroz es un mote que caracteriza al pensamiento que se instala en la comodidad de lo normalizado ya sea de forma consciente u omisión que colabora a este paisaje inmundo

Ahora apuntamos a este debate entre el compromiso social de la filosofía y su rigorosa trabajo teórico como el quid de este coloquio. Podríamos dividir el debate entre quienes defienden lo teórico y otras personas defienden lo práctico. Es necesario aclarar que no se pretende desprestigiar a la filosofía académica de la cual nace cualquier proceso de educación media o algún proyecto de divulgación. Mencionamos que se busca ver el trabajo de la filosofía en tiempos de crisis.

  1. «En los centros alimentaremos la prostitución más cínica. Masacraremos las revueltas lógicas.

Anteriormente decíamos que este debate entre la relevancia de lo práctico y lo teórico en la filosofía. Puede que este debate, como todos los otros debates, se convierta en una ocasión para que los interlocutores demuestren sus habilidades retóricas y se impongan frente a su contrincante. Si redujéramos el problema a la necesidad de que alguien tenga la razón no llegaríamos al objetivo de esta ponencia. Para defender un enfrentamiento ya tenemos a las personas que creen que las humanidades, en nuestro caso la filosofía, ya no tienen nada que decir hoy en día.

Volviendo al poema, nos enfocamos en el término prostituir en su segunda acepción en el diccionario de la RAE que se define como la acción de disminuir la grandeza de algo. Curiosamente, en el ensayo de Schopenhauer Sobre la filosofía en la universidad se pone como epígrafe un pasaje de la República donde el divino Platón menciona por qué la filosofía ha sido ejercida por los hombres equivocados. Lo leo a continuación:

«El descrédito de la filosofía se debe a esto: a que
no se la cultiva con dignidad; pues no deben dedicarse
a ella los bastardos, sino los hombres rectos.»
Platón, República, VII, 535c.]

Si hay personas dignas para hacer filosofía se lo dejo a otras personas para que respondan a esta incógnita. Claramente hay numerosos testimonios de filósofos que han sido cómplices del estatus quo de su tiempo y han rebajado, si lo hay, el prístino estado que la filosofía tiene en la sociedad. ¿Es necesario pedirle a la filosofía alguna condición pura que la lleve a ser considerada como la sabiduría primera que reflexiona sobre la realidad? La respuesta es un tema que ocuparía otro coloquio para llegar a un acuerdo común sobre el papel de la filosofía. A pesar de este debate infinito creemos que la filosofía puede tener un relevancia social y las ponencias que veremos en esta actividad son un ejemplo de la tensión que hay entre lo teórico y lo práctico. En este coloquio proponemos una complementariedad. En la última oración del verso que comentábamos la voz poética dice que se masacraran las revueltas lógicas. Si antes mencionábamos que de alguna manera se puede disminuir el estado puro u original de la filosofía ya podemos observar cómo actúa ese pensamiento ya desbocado a lo irracional.

Las revueltas lógicas, esa ruptura con la forma tradicional de ejercer el pensamiento es una forma de resumir un posible objetivo de este coloquio. Es claro que la filosofía posee una tradición que no puede ignorar y el hacerlo supone traicionar la forma en que se ha realizado la disciplina. No se niega la rigurosa tradición, sino que se busca cambiar la lógica entendida en su forma más básica como alguien que tiene una manera de analizar y actuar en un situación.

Buscar una revuelta lógica para que la forma en la que la filosofía actúa en la sociedad debe ser masacrada. Quien masacra y quien recibe esta acción es algo que se debe comentar.

Buscar una revuelta lógica para que la forma en la que se piensa  cómo actuar en la sociedad debe ser masacrada. Quien masacra y quien recibe esta acción es algo que se debe comentar. 

Finalmente, el estudiantado de filosofía no se puede representar por estas líneas. Todavía falta discutir este tema.

*Universidad de Costa Rica
Facultad de Letras
Escuela de Filosofía
I Coloquio Estudiantil
Ponente: James Dinarte Arias

Los griegos de la antigüedad – Su legado en la civilización de occidente

Rafael Sanzio; La escuela de Atenas, c. 1511

Juan Jaramillo Antillón

Se ha señalado, no sin razón, que la organización de lo que se llamó civilización occidental y su cultura descienden de la obra y realizaciones de los griegos de la antigüedad. Lo extraordinario es que Grecia, una pequeña nación, relativamente pobre, montañosa y árida, situada en la Europa Mediterránea del sur, con una población relativamente escasa si se compara con los pueblos que la rodeaban, haya dejado una huella cultural tan profunda. Los grandes pensadores griegos que vivieron hace 2,500 años dieron lugar a nuestras ideas modernas de medicina, política, historia, filosofía, ciencia, matemática, arte, teatro, comercio, deportes, etc.

Todo lo anterior, a pesar de que la sociedad griega era tremendamente belicosa. Estaba dividida en ciudades-Estado, que eran cada una, una unidad política con tierras de cultivo a su alrededor y cuyos campesinos sembraban y recogían la cosecha para alimentar a la ciudad. A la cabeza de cada ciudad había un consejo o gobernador y, en algunas, hasta un rey. El problema es que estas ciudades-Estado se pasaban continuamente guerreando entre sí, hacían componendas entre ellas para atacar a la que antes había sido su compañera. La conquista era una de las características de estas guerras, así como la obtención de esclavos como mano de obra barata. Incluso eran atacadas o atacaban a países vecinos. Por esa razón, sus ciudades estaban rodeadas de grandes murallas.

Si se analizan cuidadosamente los logros de las ciudades-Estado, se verá que entre más autoritaria y militarizada era, menos aportaba a la creatividad no guerrera y a la cultura general. Ejemplo de esto Esparta, donde los niños desde los 7 años eran aparatados de sus familias y entrenados para las guerras, de hecho, todos los ciudadanos eran guerreros. En cambio, Atenas, donde se fomentaba el conocimiento general entre la población, fue el crisol del conocimiento humano de su tiempo en la Tierra.

Todo lo anterior, dio lugar a una historia llena de triunfos y fracasos y, hasta se podría decir que, a fin de cuentas, la griega era una civilización inmadura e inestable. Pero, a pesar de lo anterior se impuso a civilizaciones más antiguas y llenas de tradiciones como es el caso de la existente en Persia, Babilonia, y Egipto, todas diez veces mayores en su tamaño geográfico y población. El Dr. Erwin Schrödinger, uno de los padres de la mecánica cuántica señala:

No es posible liberarnos de la aplastante influencia de los pensadores griegos de la antigüedad, ignorar el pasado es no sólo indeseable, sino simplemente imposible. Uno no necesita conocer las doctrinas y escritos de los grandes maestros de la antigüedad, de Platón o de Aristóteles, no necesita haber nunca oído sus nombres, para estar, sin embargo, bajo el hechizo de su autoridad. Su influencia no sólo se ha dejado sentir sobre quienes aprendieron de ellos en la antigüedad y en los tiempos modernos; todo nuestro pensamiento, las categorías lógicas en las que se mueve, los esquemas lingüísticos que utiliza (ya que por consiguiente lo dominan), es en cierto grado elaboración y, en lo fundamental, el producto de los grandes pensadores de la antigüedad.

La fantasía y la realidad de ese pueblo, sus dioses, sus gobernantes y guerreros, fueron descritas inicialmente por el escritor y poeta Homero, que vivió y escribió sus poemas heroicos la Ilíada y la Odisea, hace unos 900 años a. C., La primera trataba del rey Agamenón de Grecia, del guerrero Aquiles y la conquista de Troya (situada en lo que hoy es Turquía), en un lado del Helesponto y cobrando por el paso de todas las naves que viajaban al mar Negro. Dejando de lado el cuento del rapto de Helena, la esposa del rey Agamenón por Paris hijo del rey de Troya, la realidad es que la guerra los griegos la hicieron para apoderarse del estrecho que dominaba Troya y evitar los cobros y, al final, destruyeron a Troya en el año 1200 a. C.

El segundo poema, cuenta las aventuras que por diez años vivió el guerrero Odiseo (Ulises) después de combatir en Troya y tratando de regresar a su país.

Por la misma época, otro poeta, escritor y agricultor llamado Hesíodo, contemporáneo de Homero, en su libro, Teogonía, nos hablaba del origen del universo y de los dioses griegos. Y en Los trabajos y los días describía la Grecia de su tiempo; las dificultades para trabajar, en especial en el campo, y el gran valor del trabajo que mantenía a la ciudad. A diferencia de Homero, que le daba gran valor al estar guerreando, Hesíodo pregonaba la importancia de la paz para poder trabajar, producir y progresar.

Por siglos se consideró que los relatos homéricos eran solo cuentos y fantasías y que nunca había existido la ciudad de Troya y sus guerras. Sin embargo, el comerciante alemán Heinrich Schliemann, sí creía que esos poemas eran parte de la historia de los griegos. Estudió arqueología, aprendió griego y viajó a Turquía en 1870 y, excavando en un sitio, encontró las ruinas de Troya.

La realidad es que, posteriormente a estas figuras, un grupo de personas, inteligentes y audaces, se negaron a continuar creyendo en esos dioses peleones y los sacerdotes que decían representarlos en la Tierra, y trataron de encontrarle una explicación más lógica y racional a los fenómenos que naturales. Ellos llegaron a la conclusión de que el ser humano no tiene más que dos medios para conocer las cosas: mediante los sentidos, viendo los objetos, o deduciéndolos mediante la inteligencia; en ambos casos adquirir el conocimiento era un acto de razonar y por ello dieron tanto valor a la mente o cerebro. Ya el médico Alcmeón de Crotona miembro de la secta de Pitágoras, había señalado que el cerebro era el centro de la inteligencia. Algo que después el «padre de la medicina», Hipócrates, había confirmado ampliamente en el tiempo de Platón y Aristóteles, de quienes fue amigo.

Estas personas fueron llamadas pensadores y dieron lugar con sus estudios y análisis a lo que se llamó «Filosofía» del griego fileîn, amar, y sofía, sabiduría. Ellos trataban de encontrar con sus estudios la verdad de por qué suceden las cosas. Así pues, la filosofía dio lugar también a la ciencia. La filosofía con carácter de ciencia tiene como fundamento que el hombre no posee el conocimiento de las cosas, sino que tiene que indagarlo, lo que significó una búsqueda permanente por un grupo genial de pensadores griegos, comenzando con Tales, Anaximandro, Alcmeón, Heráclito, Jenófanes, Parménides, Leucipo y Demócrito, Sócrates, Hipócrates, Platón, Aristóteles, Epicuro y muchos más. Por supuesto, China tuvo pensadores de igual talla como Lao Tse, Confucio y la India con Buda, en lo que respecta a Asia, pero ninguna nación tuvo tantos y tan valiosos pensadores en un lapso de solo dos siglos, aproximadamente del VI al IV a. C.

Notas

Asimov, I. (1995). The Greeks: A Great Adventure. Boston: Ed. Houghton Mifflin, C.
Bochenski, J. M. (1986). Introducción al pensamiento filosófico. Barcelona: Editorial. Herder.
Bowra, C. M. (1967). La Grecia Clásica. Países Bajos: Time-Life International.
Bowra, C. M. (1983). La Atenas de Pericles. Madrid: Alianza Editorial, S. A.
Capelle, W. (1972). Historia de la Filosofía Griega. Madrid: Editorial, Gredos.
Coplestone, C. (1969). Historia de la Filosofía. Grecia y Roma. Vol. I. Barcelona: Editorial Ariel.
Durant, W. (1978). The Story of Philosophy. Nueva York: Ed. Simon & Schuster.
Werner, C. (1962). La philosophie grecque. París: Ed. Payot.

 

Compartido con SURCOS por el autor.

Alternativas. Olimpiada Filosófica y su aporte al desarrollo de la educación costarricense

El 12 de enero del 2024 a las 6:00 p.m. se estará transmitiendo en diferentes plataformas digitales y radioemisoras el programa “Olimpiada Filosófica y su aporte al desarrollo de la educación costarricense” el cual fue elaborado por el Colectivo Reflexión-Acción “Alternativas”.

Dicho programa contará con la participación de un panel destacado en el ámbito de la filosofía costarricense.

Cuando un gran filósofo se limita a desempeñar el papel de un político ordinario, la filosofía está muerta. El suicidio de Habermas

 Paolo Becchi

La reciente declaración firmada, entre otros, por Jürgen Habermas, último exponente de la «Escuela de Fráncfort», reivindica, tras las «atrocidades» cometidas por Hamás y la respuesta israelí, la existencia de ciertos «principios que no deberían cuestionarse», y que serían «la base de una solidaridad correctamente entendida con Israel y los judíos en Alemania». El argumento es, en esencia, el siguiente: dado que el objetivo de la acción de Hamás sería «eliminar la vida judía en general», criticar la reacción israelí sería de hecho imposible sin caer, intencionadamente o no, en una posición antisemita. Por eso la solidaridad es con Israel y los judíos de Alemania: porque -se acaba sugiriendo- atacar a Israel es también atacar a los judíos alemanes, es atacar a los judíos como tales. Un argumento que un Robert Habeck podría esgrimir, y también lo ha hecho, pero de un filósofo, y de uno del calibre de Habermas, habríamos esperado algo más. Por ello, nos permitimos hacer algunas observaciones críticas.

Acusar de antisemitismo a cualquiera que critique a Israel, a cualquiera que apoye los motivos palestinos, es un recurso que a menudo ha demostrado su eficacia retórica, pero que no deja de ser moralmente vergonzoso. Esto ya lo había observado, mucho mejor que yo, el filósofo, judío, Jacques Derrida, que había hablado en ¿Qué mañana? de una «trampa mortal»: «no me parece justo negar a nadie -incluido yo mismo- el derecho a criticar a Israel o a una comunidad judía en particular con el pretexto de que esto podría parecerse o ser funcional a una forma de antisemitismo». Y añadió: «Lo peor a mis ojos, desde mi punto de vista, es la apropiación y sobre todo la instrumentalización de la memoria histórica. Es perfectamente posible y necesario, sin implicar la menor forma de antisemitismo, denunciar esta instrumentalización, así como el cálculo puramente estratégico -político o no- que consiste en servirse del Holocausto, utilizándolo para tal o cual fin». Una lección, diría yo, que Habermas debería saber, sobre todo porque estuvo en diálogo filosófico con Derrida.

No se trata, pues, de negar que el antisemitismo no pueda seguir siendo hoy un problema, una plaga, ni, por supuesto, que deba tolerarse. Pero hay que ser lo suficientemente honesto y lúcido para asumir la responsabilidad que conlleva acusar a alguien de antisemitismo y privarle así de su libertad de expresión y de crítica. No se puede tener miedo a criticar todas las posturas que adopta Israel, y no se puede privar a la gente del derecho a ponerse, si quiere y si cree que es lo correcto, del lado de los palestinos. La persecución contra los judíos durante el nacionalsocialismo no fue sólo contra los judíos, sino contra esa idea de humanidad, de dignidad humana, que les fue negada a los judíos y que hoy como ayer debería ser universalmente defendida kantianamente.

En cambio, Habermas cae en la «trampa mortal». Con su «principio de solidaridad», que de hecho ha ocupado el lugar del «principio de dignidad humana», Habermas ha acabado justificándolo todo en los últimos años: desde la guerra en Ucrania, y el necesario apoyo a Zelens’kyj con el continuo envío de armas, hasta la lucha contra quienes consideraban ilegítimos los encierros y las vacunaciones forzosas: Putin es un criminal y quienes protestan contra la política pandémica del gobierno son negacionistas y conspiradores de extrema derecha que deberían ser (casi) ilegalizados. A veces, si la «solidaridad» no es aceptada por la población, el Estado, esta es la conclusión de Habermas, tiene que imponerla. ¡Devuélvannos a Horkheimer y Adorno y la Dialéctica de la Ilustración!

Así muere, o más bien está muerta, la ‘Escuela de Frankfurt’: de la crítica de lo existente se pasa a su justificación incondicional. Pero ¿cómo puede Habermas ignorar que la reacción de Israel está más allá de cualquier posible ‘proporcionalidad’? Más allá de la posible «intención genocida», ¿cómo puede Habermas no ver que Israel ha aprovechado la oportunidad para completar la limpieza étnica de Palestina, por tomar prestado el título del libro del historiador israelí Ilan Pappé, que comenzó con la formación del Estado de Israel? ¿Cómo puede olvidar que Noam Chomsky, otro distinguido judío, lo ve de la misma manera? Según las cifras más recientes publicadas por la ONU, la guerra en curso ha costado la vida a más de 10.000 palestinos, el 68% de los cuales eran mujeres y niños. La cifra de muertos para Israel ronda los 1.200, entre ellos 31 niños. ¿Vamos a negar la desproporcionalidad de estas cifras?

¿No tuvo siempre cuidado Habermas de distinguir el si del cómo de la guerra, insistiendo en el funcionamiento de un principio de proporcionalidad necesario para evitar sacrificios de civiles? ¿No había escrito, en el caso de la Guerra del Golfo, que nunca es posible apoyar una intervención militar que emprenda un bombardeo indiscriminado? ¿No fue Habermas el filósofo que pensó en una «paz perpetua», según el modelo kantiano de libre unión entre Estados? ¿Acaso esa paz requiere primero, como condición, la justificación de la violación de los derechos humanos en la Franja de Gaza?

Reflexión ante el fallecimiento del pensador italiano Nuccio Ordine

José Manuel Arroyo Gutiérrez comparte con SURCOS la siguiente nota:

Ha muerto inesperadamente el pensador italiano Nuccio Ordine. En un mundo tan extraviado, Ordine ha sido una mente iluminadora y un guía certero en medio de tanta confusión y mentira.

Comparto un par de párrafos de su ensayo clásico: “La utilidad de lo inútil”.

“… no es cierto que en tiempos de crisis económica todo esté permitido… que las oscilaciones de la prima de riesgo puedan justificar la sistemática destrucción de cuanto se considera útil por medio del rodillo de la inflexibilidad y el recorte lineal del gasto… (y) la obsesión por los presupuestos… El fármaco de la dura austeridad…, en vez de sanar al enfermo lo está debilitando aún más de manera inexorable… la razón (por qué) las empresas y los estados han contraído tales deudas… (son) corrupción… fabulosas retribuciones de ex políticos, ejecutivos, banqueros y super consejeros… (hacen que) quienes paguen sean sobre todo la clase media y los más débiles…”. (pág. 10).

“El saber constituye por sí mismo un obstáculo contra el delirio de omnipotencia del dinero y el utilitarismo. Todo puede comprarse, es cierto. Desde los parlamentarios hasta los juicios, desde el poder hasta el éxito: todo tiene un precio. Pero no el conocimiento: el precio que debe pagarse por conocer es de una naturaleza muy distinta. Ni siquiera un cheque en blanco nos permitirá adquirir mecánicamente lo que sólo puede ser fruto de un esfuerzo individual y una inagotable pasión. Nadie, en definitiva, podrá realizar en nuestro lugar el fatigoso recorrido que nos permitirá aprender. Sin grandes motivaciones interiores, el más prestigioso título adquirido con dinero no nos aportará ningún conocimiento verdadero ni propiciará ninguna auténtica metamorfosis del espíritu.” (pág. 15).

Imagen: https://www.avvenire.it

Baruch Spinoza. Más allá de un Dios de terribles castigos o premios

Samuel Hirszenberg; Spinoza excomulgado, 1907 (detalle)

Juan Jaramillo Antillón

La actividad más importante que un ser humano puede alcanzar es aprender a entender, porque entender es ser libre.

(Baruch Spinoza)

Nació en 1632 en Ámsterdam, Países Bajos, y falleció en 1677 a la edad de 43 años, debido a tuberculosis, cuando estaba traduciendo al holandés el Antiguo Testamento.

De origen judío-hispánico, sus raíces familiares se encuentran en Espinosa de los Monteros. La familia fue expulsada por judía, por los Reyes Católicos de España, por lo que se trasladaron Portugal y luego, por otra persecución, se fueron a Ámsterdam. Sus amigos lo admiraban por su inteligencia y bondad.

Desde joven prefería pasar el tiempo en la sinagoga aprendiendo sobre religión, estudiando la Biblia y la historia del pueblo judío. Sus primeras dudas sobre la verdad absoluta de la Biblia surgieron al estudiar el pensamiento de filósofos judíos como Ibn Gebirol y la forma como este identificaba a Dios con el universo. Luego con Hasdai Crescas, quien creía que el universo material era el cuerpo de Dios.

Estudió latín para ampliar sus conocimientos y poder leer sobre la religión cristiana y porque había traducción al latín de los pensadores griegos, Platón, Aristóteles, Demócrito, Epicuro, Lucrecio. Se interesó por la vida y hechos de Giordano Bruno condenado por la «santa» Inquisición y quemado vivo. Las ideas de él, de que toda la realidad no es más que una sustancia, una causa, un origen; de que Dios y esta realidad son una misma cosa; de que espíritu y materia son una cosa y, además, de que toda partícula de la realidad se compone inseparablemente de lo físico y lo psíquico, lo impregnaron para toda su vida. También influyó en él Descartes, cuya noción central era la primacía de la consciencia, «pienso, luego existo» (Cogito ergo sum), y su explicación del mundo por leyes mecánicas y matemáticas. Así mismo, sobre que todo aquello que existe o sucede se puede deducir mediante la ayuda de una serie de premisas lógicas e indudables, desde una base puramente científica, algo que creen muchos en los tiempos modernos.

Con el tiempo, estuvo en desacuerdo con Descartes ya que Spinoza entró en una concepción religiosa del mundo al plantear su duda de la siguiente manera: «Si todo lo que tiene lugar en el universo se puede explicar a partir de una serie de leyes científicas y ecuaciones matemáticas, ya no es preciso atribuir a Dios ningún papel en este proceso», en cambio, Spinoza creía que: «Dios es la causa de todas las cosas, las cuales forman parte de él». Se aprecia que esta es una concepción panteísta.

Es considerado aparte de teólogo y político uno de los tres más importantes filósofos racionalistas al igual que Descartes y Leibniz. Hegel, Schelling y otros filósofos lo consideraban el padre del pensamiento moderno. Albert Einstein lo admiraba mucho y decía que el Dios bondadoso y que respetaba a los seres humanos de Spinoza era el suyo, aunque Einstein no creía en el panteísmo. El famoso matemático, filósofo y Premio Nobel de la Paz, Bertrand Russell, lo consideraba, el más noble entre todos los filósofos.

Escribió un Tratado teológico político donde criticaba a la religión judía y la cristiana.

Señalaba que el lenguaje de la Biblia es metafórico y alegórico, con descripciones exageradas, su objetivo no era convencer por medio de la razón, sino mediante la imaginación. Por ello la gran cantidad de milagros hechos por Dios para el pueblo judío, el elegido de Dios.

Él creía en un Dios omnipresente, omnipotente e infinito, concluyendo que no hay nada que no forme parte de Dios. Por cierto, Newton respecto a esto señalaba que Dios creó el conjunto del universo para, a continuación, dejar que este se desarrollase por sí solo de acuerdo con unas leyes que habría dispuesto, leyes que él como científico descubrió y que llamó de la gravitación universal y otras. Spinoza estaba también en desacuerdo con eso, ya que, no podía concebir que Dios exista por un lado y el universo por otro, como dos realidades inconexas, ya que, para él, si Dios es infinito como afirman las religiones y si se separa a Dios del mundo, estaría poniéndole límites al carácter infinito de Dios.

Su Dios nada tiene que ver con el primer motor de Aristóteles ni con el Dios personal de cristianismo. Él estaba contra todas las concepciones antropomórficas de Dios. Dios actúa por entero en los fenómenos con absoluta necesidad. Dios como única substancia y causa inmanente de toda realidad es perfectamente racional y no emana de la naturaleza, sino que se identifica con ella. Con eso él aceptaba que Dios se encuentra presente en la totalidad de lo creado en la naturaleza. Dios no está fuera del mundo, ni está en el mundo, sino que él mismo es el mundo. Eso significa que el universo físico es el cuerpo de Dios. Dios y la naturaleza son una y la misma cosa. El ser humano a pesar de ser una criatura finita posee esa misma naturaleza y a nadie se le ocurriría pensar que el cuerpo y el alma trata de dos personas diferentes. La tradición judía enseña que el cuerpo viene a ser la forma exterior del alma. Esta es una concepción muy especial del hombre y el universo.

Él pudo escribir sus obras muy contradictorias por residir en Holanda (Países bajos), el país más tolerante del mundo de su tiempo. En cualquiera otro lo habrían encarcelado o asesinado.

Por su manera de pensar, fue rechazado y perseguido por la comunidad judía de su tiempo, ya que se escandalizaron por su visión panteísta del mundo, siendo expulsado de la comunidad judía de Ámsterdam. Rechazaron el que él afirmara que Dios tiene como cuerpo el mundo material, que el alma podía ser meramente vida, que no existen los ángeles ni la inmortalidad del ser humano. Fue excomulgado, se les prohibió a todas las personas de la comunidad judía tener contacto con él, sus amigos se alejaron y hasta su padre, un rico comerciante lo abandonó. Se le prohibió la entrada las sinagogas. Solo y aislado, sin profesión. Un comerciante en lentes le enseñó a pulirlos y de eso vivió.

Era considerado en su tiempo «un libre pensador», uno de los precursores de «la libre expresión de las ideas». Creía que la libre expresión de estas es imprescindible para mantener el orden social, pues, en un mundo gobernado por la razón, «cada persona debe poder pensar lo que quiera y decir lo que piensa y los que atentan contra la libertad son aquellos que, en una sociedad libre, pretenden coartar la libertad de pensamiento de los que se resisten a aceptar una tiranía».

Es posible que haya sido el primer filósofo en postular, un siglo antes del inglés Locke, la libertad de expresión como base de la convivencia pacífica, como la posibilidad de progreso y el verdadero objetivo de un gobierno.

Para él era necesario proteger y asegurar las prerrogativas de los ciudadanos, englobándolos en los fines para los cuales surgió la sociedad, al concederle la soberanía popular (el poder) al gobierno, estos deben recibir seguridad y protección. El Estado no puede esclavizar el pensamiento individual ni la libertad, ya que eso sería sojuzgar a la razón. El ciudadano debe ser capaz de imponerse él mismo el dominio de la razón y nunca será esclavo. El problema es que pueden existir formas imperfectas de Estado y que les impiden realizar sus verdaderos fines. La religión no persigue o tiene por fin conocer la naturaleza de las cosas, sino solo aleccionar al hombre sobre su vida moral. Por eso, ni la religión ni el Estado deben atentar contra la libertad de pensamiento.

Respecto a cuál era la mejor forma de gobierno, él contestaba: existen el monárquico, que es tiránico y mantiene engañados a los hombres, y los controla; el aristocrático gobierno de unos cuantos; y el democrático, para él, este últime, es el más natural, y a la vez el que garantiza la libertad de sus súbditos.

Él no creía en el libre albedrío y en el azar, pues creía que todo sucede por necesidad, nada sucede casual o accidentalmente, la suposición de que el hombre tenga voluntad libre es una ilusión. Toda decisión que toma y acto que realiza están determinados.

Puede también ser considerado uno de los defensores de la naturaleza. Él señalaba que «no se puede ir en contra de la naturaleza pues esta se asienta sobre un orden fijo e inmutable» e ir contra ella es ir contra nosotros mismos. Además, la existencia de la naturaleza no depende de nada, excepto de su propia esencia. El problema es que, como ya se señaló, él consideraba que hay una sola sustancia a la que se puede llamar Dios o naturaleza, que engloba todas las cosas.

Notas

Durant, W. (1978). Spinoza. Historia de la Filosofía. México: Editorial Diana.
Geymonat, L. (1985). «Hobbes y Spinoza». En: Historia de la Filosofía y de la Ciencia. Madrid, España: Editorial Crítica. pp. 167-183.
Hampshire, S. (1973). Spinoza. Madrid, España: Ediciones Doncel.
Hartnack, J. (1987). «Naturalismo de Spinoza». En: Breve Historia de la Filosofía. Madrid, España: Ediciones Cátedra, S. A., pp. 107-120.
Magge, B. (1999). «Spinoza». En: Historia de la Filosofía. Barcelona, España: Art. Blume, S. L., pp. 90-95.
Spinoza, B. (2002). Tratado teológico-político. Barcelona, España: Ed. Folio.

 

Publicado en https://www.meer.com/es/73521-baruch-spinoza y compartido con SURCOS por el autor.

El silencio de los intelectuales

«La destrucción de la paz y la democracia se debe generalmente a la constitución desigual y paralela de dos círculos de libertades autorizadas, es decir, las libertades de expresión y acción aceptadas por los medios de comunicación y el poder político». 

Artículo del Académico portugués Boaventura de Sousa Santos. Doctor en sociología, catedrático de la Facultad de Economía y director del Centro de Estudios Sociales de la Universidad de Coímbra (Portugal).Traducción de Bryan Vargas Reyes.

Por: Boaventura de Sousa Santos

Los intelectuales no tienen el monopolio de la cultura, de los valores o de la verdad, y mucho menos el monopolio de aquello que debería ser entendido por cualquiera de estos «dominios del espíritu», como se decía antiguamente. Tampoco pueden renunciar a denunciar lo que, en su opinión, consideran ser destructivo de la cultura, de los valores y de la verdad, especialmente cuando esta destrucción supuestamente ocurre en nombre de la cultura, los valores y la verdad. Los intelectuales no pueden dejar de saludar al sol antes de que nazca el día, pero tampoco pueden evitar advertir que muchas nubes pueden nublar el cielo antes de que caiga la noche e impedir que se disfrute la claridad del día.
En Europa estamos asistiendo al alarmante (re)surgimiento de dos realidades destructivas de los «dominios del espíritu»: la destrucción de la democracia, con el crecimiento de las fuerzas políticas de extrema derecha; y la destrucción de la paz con la naturalización de la guerra. Cualquiera de estas destrucciones está legitimada por los valores que pretende destruir: la apología del fascismo se hace en nombre de la democracia y la apología de la guerra en nombre de la paz. Todo esto es posible porque la iniciativa política y la presencia mediática están siendo entregadas a las fuerzas belicistas y a las fuerzas conservadoras de derecha o extrema derecha. Las medidas de protección social para que la población sienta en el presupuesto y en la convivencia que la democracia es mejor que la dictadura son cada vez más escasas debido a los costos de la guerra en Ucrania y al hecho de que las sanciones económicas en contra del “enemigo”, que supuestamente debían causar daño al enemigo, están, de hecho, causando daño a los pueblos europeos cuyos gobiernos se aliaron con Estados Unidos.
La destrucción de la paz y la democracia se debe generalmente a la constitución desigual y paralela de dos círculos de libertades autorizadas, es decir, las libertades de expresión y acción aceptadas por los medios de comunicación y el poder político. El círculo de libertades autorizadas para posiciones progresistas que defienden la paz y la democracia disminuye cada vez más, mientras que el círculo de libertades autorizadas para posiciones conservadoras que hacen apología de la guerra y la polarización fascista sigue creciendo. Los comentaristas progresistas están cada vez más ausentes de los grandes medios de comunicación, mientras que los conservadores dejan pasar semanalmente páginas enteras cargadas de una mediocridad espantosa. Veamos los principales síntomas de este vasto proceso en curso.
1. La guerra de información sobre el conflicto entre Rusia y Ucrania se ha desarrollado hasta ahora de tal manera que incluso los comentaristas con cierto sentido común conservador se someten a ella con repugnante sumisión. Un ejemplo entre muchos de los medios corporativos europeos: en el comentario semanal de un canal de televisión portugués (SIC, 29 de enero de 2023), un conocido comentarista, generalmente una persona de buen criterio dentro del campo conservador, dijo más o menos esto: «Ucrania tiene que ganar la guerra porque si no gana, Rusia invadirá otros países de Europa». Más o menos lo mismo que los televidentes estadounidenses escuchan todos los días de la mano de Rachel Maddow en el canal de televisión MSNBC. ¿De dónde viene este absurdo sino del consumo excesivo de desinformación? ¿Se les habrá olvidado que la Rusia postsoviética quería unirse a la OTAN y a la UE y fue rechazada, y que la expansión de la OTAN en las fronteras de Rusia, en contra de lo que le fue prometido a Gorbachov, podría ser una preocupación defensiva legítima por parte de Rusia, incluso si es ilegal invadir Ucrania, como condené desde primera hora? ¿No sabrán que fueron Estados Unidos y Reino Unido quienes boicotearon las primeras negociaciones de paz poco después de la guerra haber comenzado? Y si, por hipótesis, Zelensky quisiera abrir negociaciones con Putin, ¿creen que solo lo detendría la extrema derecha ucraniana? ¿Estados Unidos o Reino Unido lo permitirían? ¿No han pensado los comentaristas ni por un momento que una potencia nuclear enfrentada a la eventualidad de la derrota en la guerra convencional puede recurrir a las armas nucleares, y que esto puede causar una catástrofe nuclear? ¿Y no se dan cuenta de que en la guerra de Ucrania se explotan dos nacionalismos (ucraniano y ruso) para someter a Europa a una dependencia total de Estados Unidos y detener la expansión de China, el país con el que Estados Unidos está realmente en guerra? ¿Que Ucrania es hoy la prefiguración de lo que Taiwán será mañana? Curiosamente, en este vértigo ventrílocuo de la propaganda, nunca se dan detalles sobre lo que significa la derrota de Rusia. ¿Conducirá al derrocamiento de Putin? ¿La balcanización de Rusia?
2. La ideología anticomunista que ha dominado el mundo occidental durante los últimos ochenta años está siendo reciclada para fomentar hasta la histeria el odio antirruso, a pesar de que se sabe que Putin es un líder autocrático, amigo de la derecha y de la extrema derecha europea. Se prohíben los artistas, músicos y deportistas rusos, y se eliminan los cursos sobre cultura y literatura rusas, tan europeas como la francesa. En la primera reunión internacional del club P.E.N. después de la Primera Guerra Mundial, celebrada en mayo de 1923, los escritores alemanes fueron prohibidos como parte de la estrategia de humillar la potencia vencida en el Tratado de Versalles de 1919. La única voz disidente fue la de Romain Rolland, Premio Nobel de Literatura en 1915. Él, que había escrito tanto contra la guerra, y específicamente contra los crímenes de guerra de los alemanes, tuvo el coraje de declarar, «en nombre del universalismo intelectual»: «No someto mis pensamientos a las fluctuaciones políticas y dementes de la política».
3. La democracia está siendo tan vaciada de contenido que puede ser defendida instrumentalmente por aquellos que la usan para destruirla, mientras que aquellos que sirven a la democracia para fortalecerla contra el fascismo son considerados izquierdistas radicales. Fue unánime el coro occidental para celebrar los eventos de la plaza Maidan de Kiev en 2014, donde comenzó la guerra de hoy. Aunque las banderas de las organizaciones nazis fueron claramente visibles en las protestas, a pesar de la furia popular dirigida contra un presidente elegido democráticamente, Víctor Yanukovych, a pesar de que las escuchas telefónicas revelaron que la neoconservadora estadounidense, Victoria Nuland, había indicado los nombres de aquellos que asumirían el poder en caso de una votación,  incluida la de una ciudadana estadounidense, Natalie Jaresko, que más tarde sería nombrada nueva Ministra de Finanzas…de Ucrania, a pesar de todo esto, estos eventos, que fueron un golpe bien orquestado para ahuyentar a un presidente pro-russo y convertir a Ucrania en un protectorado estadounidense, se celebraron en todo Occidente con la vibrante victoria de la democracia. Nada de esto fue incluso tan absurdo como el hecho de que el diputado de la oposición venezolana, Juan Guaidó, se proclamara presidente interino de Venezuela en una plaza de Caracas en 2019, y eso fue suficiente para que Estados Unidos y muchos países de la UE lo reconocieran como tal. En diciembre de 2022, fue la propia oposición venezolana la que puso fin a dicha farsa.
4. La dualidad de criterios para juzgar lo que está sucediendo en el mundo asume proporciones aberrantes y se ejerce casi automáticamente para fortalecer a los apologistas de la guerra, estigmatizar a los partidos de izquierda y normalizar a los fascistas. Los ejemplos son tantos que cuesta seleccionarlos. Doy algunos de ellos. En Portugal, por ejemplo, el comportamiento ruidoso e insultante de los miembros del partido de extrema derecha Chega en el parlamento es muy similar al comportamiento de los parlamentarios del partido nazi en el Reichstag desde que ingresó en el Parlamento alemán a principios de la década de 1920. Hubo intentos de detenerlos, pero la iniciativa política les pertenecía y las condiciones económicas los favorecían. En mayo de 1933, estaban promoviendo la primera quema de libros en Berlín. ¿Cuánto tiempo esperarán los portugueses? El segundo ejemplo. Siguiendo una orientación derechista global muy patrocinada por las instituciones de contrainsurgencia de Estados Unidos, los gobiernos izquierdistas que no pueden ser derrocados por golpes suaves deben ser desgastados por acusaciones de corrupción. Forzarlos a lidiar con problemas de gobernabilidad y de crisis permanente para que no puedan gobernar estratégicamente. En Portugal, al parecer, solo hay corrupción en el Partido Socialista. Para los medios de comunicación conservadores hegemónicos, todos los ministros del gobierno socialista, hasta que se demuestre lo contrario, son considerados corruptos. No es difícil encontrar ejemplos similares en otros países.
En el plano internacional me refiero a dos ejemplos evidentes. Ahora está prácticamente establecido que la explosión de los gasoductos Nord Stream en septiembre de 2022 fue obra de Estados Unidos (como, por cierto, había prometido Joe Biden), con la eventual colaboración de aliados. Si fue o no fue su responsabilidad, deberá ser investigado sin demora por una comisión internacional independiente. Lo que parece claro es que la parte perjudicada, Rusia, no tenía ningún interés en destruir la infraestructura cuando le bastaría cerrar el grifo. El 8 de febrero de 2023, el respetado periodista estadounidense Seymour Hersh reveló con información concluyente que fue Estados Unidos quien planeó desde diciembre de 2021 la explosión de los gasoductos Nordstream 1 y Nordstream 2[1]. Si es así, estamos ante un delito grave que configura un acto de terrorismo de Estado. Debería ser de gran interés para Estados Unidos, el Estado que se afirma como un defensor de la democracia global, averiguar qué sucedió. ¿Era esta la única forma de obligar a Alemania a unirse a la guerra contra Rusia? ¿El sabotaje de los gasoductos pretendía acabar con la política de mayor autonomía energética para Europa en relación con EE. UU. iniciada por Willy Brandt? Con la energía cara y las empresas cerradas, ¿no fue esta una forma eficaz de detener el motor económico de la UE? ¿Quién se beneficia de ello? ¿Se incluyó en el cálculo el injusto sacrificio impuesto a las familias alemanas de pasar por un invierno sin un calor razonable? El más profundo silencio pesa sobre este acto terrorista.
El segundo ejemplo. La violencia de la ocupación colonial israelí sobre Palestina se intensifica. Desde principios de año, Israel ha matado a 35 palestinos; el 26 de enero asaltó el campamento de refugiados de Jenin en el West Bank y mató a otras 10 personas, incluidos 2 niños. Un día después, un joven palestino mató a siete personas fuera de la sinagoga de un asentamiento israelí en la sección oriental de Jerusalén, que fue ocupada ilegalmente por Israel. La violencia existe en ambos lados, pero la desproporción es brutal, y muchos actos de terrorismo por parte de Israel (a veces cometidos con impunidad por colonos o por militares en los denominados “checkpoints”) ni siquiera se denuncian. No hay enviados de los medios de comunicación occidentales para informar de lo que está sucediendo en los territorios ocupados, donde se produce la mayor violencia. No tenemos imágenes insoportables del sufrimiento y muerte en el lado palestino (a excepción de imágenes furtivas de teléfonos móviles). La comunidad internacional y el mundo árabe no dicen nada. A pesar de la inmensa desproporción de la violencia entre los dos lados de la guerra, no hay ningún movimiento para enviar armas para Palestina, contrario a lo que sí se está haciendo con Ucrania. ¿Por qué la resistencia de los ucranianos es justa y la de los palestinos no lo es?  Europa, el continente donde tuvo lugar el holocausto judío, está en el origen remoto de los crímenes cometidos contra Palestina, pero hoy muestra una odiosa complicidad con Israel. La UE está trabajando arduamente para establecer un tribunal para juzgar los crímenes de guerra. Pero hipócritamente, solo los crímenes cometidos por Rusia. Como en los años que precedieron a la Primera Guerra Mundial, los llamamientos al europeísmo (la paneuropea, como se llamaba entonces) son cada vez más llamamientos a la guerra cargados con una retórica para encubrir el sufrimiento injusto y la pérdida de bienestar que se está imponiendo a los pueblos europeos sin haber sido consultados sobre la necesidad o conveniencia de la guerra.
¿Por qué hay tanto silencio sobre todo esto?
Frente a todo esto, quizás el silencio más incomprensible sea el de los intelectuales. Incomprensible, porque los intelectuales afirman a cada paso tener una mayor clarividencia que la de los mortales comunes. Sabemos por experiencia histórica que, en los períodos inmediatamente anteriores al estallido de las guerras, todos los políticos dicen que están en contra de la guerra mientras contribuyen a ella. En estas condiciones el silencio es pura complicidad con los señores de la guerra. Contrariamente a lo sucedido a principios del siglo XX, no hay fuertes declaraciones de intelectuales reconocidos por la paz o por la «independencia de espíritu» y en defensa de la democracia. Cuando comenzó la Primera Guerra Mundial, tres imperialismos estaban presentes: el ruso, el británico y el prusiano. No había duda para nadie de que el más agresivo era el imperialismo prusiano.
Curiosamente, en ese momento no se escuchó a grandes intelectuales alemanes manifestarse contra la guerra. El caso de Thomas Mann merece una reflexión. En noviembre de 1914, escribió un artículo en la Neue Rundschau[2] titulado Gedanken im Kriege (Pensamientos en tiempos de guerra) en el que defendía la guerra como un acto de Kultur (es decir, Alemania, como él mismo añadiría) contra la civilización. Para él, la Kultur era la sublimación de lo demoniaco (die Sublimierung des Damonischen) y estaba encima de la moral, de la razón y de la ciencia.  Y concluía, “la ley es amiga de los débiles, quisiera nivelar el mundo, pero la guerra hace aparecer la fuerza” (Das Gesetz ist der Freund des Schwachen, mochte gern die Welt verflachen, aber der Krieg lasst die Kraft erscheinen)[3]. Según él, Kultur y militarismo eran hermanos. En 1919, publicó el libro Consideraciones de un apolítico[4] en donde defendería la política del Kaiser y afirmaba que la democracia era una idea antialemana. Felizmente para la humanidad, Thomas Mann cambió sus ideales y se transformó en uno de los grandes críticos del nazismo. Por el contrario, en el lado ruso, las voces críticas contra el imperialismo ruso, desde Kropotkine hasta Tolstoi, desde Dostoievski hasta Gorki, siempre han sido bien notorias.
Hay muchas preguntas que los intelectuales tienen la obligación de responder. ¿Por qué se habrán callado? ¿Seguirá habiendo intelectuales, o lo que queda es una pobre clericultura?
[1]https://seymourhersh.substack.com/p/how-america-took-out-the-nord-stream?r=5mz1&utm_campaign=post&utm_medium=web
[2] Revista literaria alemana trimestral con sus más de 100 años de historia ininterrumpida, es una de las publicaciones culturales más antiguas de Europa.
[3] Citado por Romain Rolland Au-dessus de la mêlée. Paris, Paul Ollendorf, 1915, 59.
[4] Betrachtungen eines Unpolitischen, Berlim, S. Fischer Verlag

Fuente: https://www.bloghemia.com/2023/02/el-silencio-de-los-intelectuales-por.html

Compartido con SURCOS por Roberto Salom Echeverría.