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Etiqueta: metodología

La organización autónoma de las comunidades genera instituciones eficientes

Miguel Sobrado

Proyectos como el Hospital sin Paredes, en San Ramón, en los años 70, con escasos recursos institucionales, pero con la participación activa de 160 comunidades, logró en poco tiempo, a través de un proceso de cooperación orgánica, entre equipo médico y comunidades, índices de salud tan destacados que le merecieron premios de la Organización Panamericana (OPS) y Mundial de la Salud (OMS).

Algo similar ocurrió con los proyectos de Reforma Agraria de autogestión productiva que transformaron, en varios países latinoamericanos a miles de obreros agrícolas desplazados y campesinos sin tierra organizados en cooperativas en exitosos empresarios. ¿Por qué estas experiencias de incorporación de la gente en programas de desarrollo de alto rendimiento y bajo costo no han podido ser replicadas posteriormente a pesar de millonarios programas institucionales que han incorporado entre sus metas participación de la gente?

Muchas razones se han alegado para no haber alcanzado los mismos resultados, o por lo menos parecidos. Han sobrado razones para estas justificaciones, desde los cambios de condiciones y coyunturas imperantes hasta, los más frecuentes, atribuidos al carisma y calidades personales de sus promotores el Dr. Juan Guillermo Ortiz en el caso del Hospital sin Paredes y Clodomiro Santos de Morais, en el caso de la metodología de capacitación masiva aplicada en tres continentes.

Aunque no existen dos momentos iguales en la historia, ni los promotores son repetibles con todas sus calidades personales, si existen diferencias en el enfoque epistemológico que se expresan en los resultados obtenidos.

Diferencias epistemológicas en la aplicación del mismo concepto

La antropóloga norteamericana Lynn Morgan, analizando las diferencias de aplicación del concepto participación entre los impulsores del proyecto original de salud rural que dio origen al Hospital sin Paredes y la de los sucesores que le dieron versión institucional en la Caja Costarricense de Seguro Social, perfiló una interpretación, que es esclarecedora de las diferencias.

El “Hospital sin Paredes” partía de: a) Una comunidad solicitaba su incorporación al programa y nombraba a una miembro de dicha comunidad que era entrenada por el equipo médico para recoger la información sanitaria de cada familia. b) Se realizaba un diagnóstico conjunto de la situación de la comunidad, entre el equipo médico y el comité de salud. c) se analizaba un plan de trabajo con tareas tanto para la comunidad como para el equipo de salud del hospital. d) se le daba seguimiento y evaluaban los avances y resultados del trabajo realizado.

En el plan de trabajo, centrado en la salud de la comunidad, había tanto actividades propias del equipo médico como del comité de salud que era el que se encargaba de mantener el puesto de salud, garantizar la construcción de letrinas y acueducto, como de promover la construcción de caminos y de cooperativas para obtener mejores ingresos.

Se establecía así una estrecha relación de simbiosis que sacaba del hospital los alcances preventivos tradicionales del programa de salud rural y estimulaba el desarrollo regional y comunal, donde el interés y la autonomía de la comunidad era el motor que impulsaba y dinamizaba el proceso.

La reforma de la Ley de Salud que consagró el principio de participación de las comunidades, trasladó el programa del ministerio de salud a la Caja del Seguro Social bajo la figura de EBAIS, desconcentrando la atención primaria en el país.

La aplicación institucional burocrática

Es aquí donde la participación cambia y se adapta a la dinámica institucional burocrática. Ya no se promoverá la organización de la comunidad en comités de salud, como sede de los EBAIS, sino que estos se definen en el plan de la institución. Ya no se trabajará con “enfermeritas” de la comunidad, sino con Asistentes Técnicos de Atención Primaria (ATAP) formados por la Caja, pero lo más importante es que cambia el concepto de participación de la comunidad. En el nuevo contexto no es protagonista con el equipo médico que participa definiendo las causas de sus problemas. Tampoco en la elaboración y aprobación del plan de trabajo, ni en la evaluación de resultados. La comunidad se convierte en una especie de convidado de piedra al que se le comunican los resultados emanados de los técnicos en salud y se le solicita apoyo puntual para labores secundarias, como limpieza del local o renovación de sábanas. De tal forma que el concepto de participación se asemeja más a la que mantiene el cura con el sacristán en la iglesia. En este contexto, no es de extrañar que las comunidades no muestren ningún interés y vean la actividad de los EBAIS como una obligación institucional para la cual cotizan.

Las diferencias en la aplicación del concepto de participación tienen sus raíces epistemológicas en la visión que tienen las instituciones y los técnicos de las comunidades que estimulan o inhiben la autonomía.

Visiones epistemológicas subyacentes

En el primer caso la comunidad es vista como fuente de información y aliada indispensable en la consecución de la salud de la comunidad. El conocimiento sobre la salud y sus soluciones emanan de la realidad y trascienden al conocimiento que cada uno de los actores, los técnicos y la comunidad tienen de sí mismos. No solo crece el conocimiento, sino los recursos y las voluntades para enfrentar conjuntamente los problemas.
La relación entre el equipo técnico y la organización de los comités de salud se convierte en una simbiosis generadora de cambio. Es una nueva realidad que incorpora los recursos y la voluntad de transformación organizada de las comunidades, a la consecución de una salud en el sentido más amplio que se mimetiza con el desarrollo local. Es importante destacar que el concepto de participación aplicado en el Hospital sin Paredes, se basa en un margen de autonomía que concuerda con los principios de la educación de adultos. Al mismo tiempo coincide con los principios de la capacitación a través de la actividad objetivada. Se trata de una relación que, partiendo de la necesidad de la gente, busca soluciones en una relación en una atmósfera de colaboración horizontal, donde los técnicos aportan su conocimiento a una realidad donde esta cobra vida, y encuentra respuesta en la voluntad y recursos de la comunidad.

En el segundo caso partimos de un enfoque ideológico diferente que podemos sintetizar en: las comunidades deprimidas son los perdedores en el proceso de desarrollo y deben ser ayudadas por los técnicos y las agencias de donantes, para poder salir adelante. Desde esta perspectiva, los miembros de la comunidad, para poder salir adelante deben escuchar y seguir las recomendaciones de los técnicos que son los saben.

Detrás de esta visión se expresan también relaciones de poder, tanto políticas, que visualizan el quehacer institucional como parte del entramado clientelista que busca ante todo lealtades, como de los técnicos ubicados dentro la esta estructura institucional. La relación con las organizaciones locales, cuando existe, son de negociación con los dirigentes locales; a cambio de hacer las tareas solicitadas buscan prebendas para sus familias y amigos, lo que no estimula a ninguna de las partes.

En conclusión

Me he concentrado en explicar las diferencias en el caso de la salud rural, por la riqueza del material fáctica disponible, y por la necesidad de utilizar esta experiencia frente a las pandemias y los problemas de salud crecientes como el cáncer y la obesidad, aplicando las posibilidades que abre la nueva tecnología digital.

Pero también por la importancia que puede tener su experiencia para el rediseño de muchos programas sociales, de bajo rendimiento, que pueden transformarse en exitosos con la cooperación entre las comunidades y una institucionalidad renovada que las incorpore como actores activos del desarrollo.

Encuentros de Confluencia Popular: la participación como clave

Patricia Salgado Muñoz

Hay importantes AVANCES logrados por los procesos de participación comunitaria, ciudadana, que están dirigidos a mejorar la situación del país, en diversas instancias: nacional, regional, local, institucional, etc.

Las exposiciones de cada una de las personas participantes demuestran que existen valiosos procesos en los que se rompe con las añejas apatías y los escepticismos por los beneficios que genera la participación de los y las habitantes del país. No sólo una hay “intención” por participar: se muestran importantes logros concretos en términos de la lucha por el agua; la defensa y el fortalecimiento de la CCSS; el mejoramiento de las condiciones de vida en la zona Atlántica; la defensa de los territorios indígenas, y su ancestral conocimiento de cómo utilizarlos; y la lucha por una gobernanza más transparente, con mejores rendiciones de cuentas por parte de las personas que ocupan –temporalmente, los puestos públicos.

Vencer apatías… promover la participación

Patricia Salgado Muñoz expone el vínculo entre vencer apatías y promover la participación.

Es como si estuviéramos cocinando un plato delicioso pero complejo, que requiere varios componentes, y cada quien, en su lucha, en su región, ha venido preparando algunos ingredientes… Siguiendo con la comparación: ¿Tenemos clara la receta? ¿Sabemos qué estamos preparando? Una de las participantes en uno de los encuentros de confluencia popular lo expresó así: “No estamos en la misma sintonía”. ¿Cómo visualizamos la Costa Rica por la que estamos luchando? (Desarrollaré un poco más esta idea más adelante).

Este tipo de ejercicios, ya sean presenciales o virtuales, generan beneficios múltiples:

  1. El reconocimiento de que “hay un otro”, u “otra”, persona, organización, iniciativa, con la que compartimos aspiraciones, luchas y logros; ya sea que nos hayamos acompañado o que nos acompañaremos en los momentos difíciles, y que juntos y juntas lograremos mucho más. Esto tiene un valor simbólico y práctico importante. Varias personas lo dijeron: “el no sentirse solas”. Siguiendo con la comparación, cuando tengamos “la receta”, ese acompañamiento mutuo se desarrollará mucho más y dará beneficios mucho más significativos.
  2. El intercambio de “los cómo lo hiciste/lo hicimos” permite reconocer lo bueno de los procedimientos en otros lugares o luchas, así, podemos evitar cometer los mismos errores, o bien, replicar sin que llegue a ser un “calco”.
  3. Los problemas enfrentados han sido sino comunes al menos semejantes: la lucha por elementos como el agua, o la tierra; la aspiración por mejores condiciones laborales; por servicios de salud para todos y todas, incluyendo población indígena y migrante, históricamente excluidas; la defensa de instituciones clave, como la CCSS. Esta comprensión de tener “problemas semejantes” debería permitir seguir indagando y analizando más en las causas u orígenes de tipo estructural, “ir más a la raíz”, del sistema (capitalista) en que vivimos y que genera esas condiciones de desigualdad, exclusión, extracción y destrucción del medio ambiente, etc.
  4. Se reconoce la importancia del aprovechamiento del marco constitucional, legal o institucional, para “sacarle sus mejores frutos”: la Constitución, especialmente los artículos 9 y 11; el marco legal de la CCSS; la utilización de la Defensoría de los Habitantes, etc.
  5. La comprensión de que la adversidad puede ser vencida, y que al hacerlo “sacamos músculo”: promovemos o fortalecimos el sentido organizativo; buscamos y analizamos información y con ello generamos saberes y conocimientos; líderes y lideresas surgen o se fortalecen.
  6. Todas las personas, a su vez representantes de organizaciones (sindicales, comunitarias, ciudadanas) manifiestan con entusiasmo su disposición al trabajo conjunto: si cada una de las iniciativas puede verse como un tronco, podemos “construir una balsa”, y tener así más fortaleza que la que tiene cada uno, individualmente.

REFLEXIONES FINALES:

Sabemos que existen procesos particulares, cada quien, en su organización, comunidad, institución, etc, como los presentados en los encuentros de confluencia popular; incluso sabemos que existen aún más iniciativas.

Los logros y avances de cada uno a su vez deberían de contribuir a un proceso general o global, nacional, y al cual “convergen” como los afluentes de un río.

Las comparaciones con el mundo material ayudan, pero… la realidad social es mucho, muchísimo más compleja.

Esa convergencia no necesariamente “se daría” automáticamente, sin la participación humana. Debemos de hacer un esfuerzo consciente, sistemático, para encauzar esos afluentes.

Al igual que la idea que presentamos antes, de una “receta” esta otra de los afluentes de un río, dan una imagen mental; sin embargo, un país, con toda su institucionalidad, marco legal, procesos productivos, grupos de interés, etc.; no puede “reducirse” a una “cena” o un “almuerzo”, o a unos ríos que se juntan.

Otra comparación –también del mundo material, sería si estuviéramos haciendo, colectivamente, un mural, una pintura gigantesca, de una gran pared o un muro enorme. ¿Cómo ponernos de acuerdo en las imágenes, los colores, los detalles?

Si aún algo así –como pintar un mural, requeriría muchas horas de conversaciones, análisis, debates, elaboraciones de propuestas y revisiones…. ¿ahora cómo construir una “imagen-país” ?, que además requeriría actualizarse cada cierto tiempo.

Ha habido algunos intentos por producir documentos que describen el país que queremos (ahora no tengo referencias bibliográfica a mano, pero sé que se han dado).

Por ejemplo si se hubiera tenido alguna “imagen-país” de lo que queremos y por lo que luchamos, ahora habría que “actualizarla” con las condiciones que ha develado el Covid 19.

Si bien han quedado visibilizadas y agravadas muchas inequidades y desigualdades, también “han aparecido” fortalezas y oportunidades. Respecto a estas últimas: la rapidez con que las universidades públicas han desarrollado respuestas técnicas y las han puesto al servicio de las autoridades del sector Salud. Con ello, el país ha recibido beneficios de la inversión social que se ha venido haciendo en décadas anteriores.

Al igual que los procesos de participación ciudadana, visualizo la construcción de la “agenda” (la receta, el mural que queremos) como un proceso. Es conveniente si se cuenta con un documento, pero éste requeriría revisiones y actualizaciones.

Existen metodologías y técnicas para apoyar procesos de planificación y elaboración de agendas, pero igualmente su aplicación, a escala nacional, tiene mucha complejidad y se requerirían recursos que los movimientos comunales y populares no tienen.

Tal vez podría dedicarse algún encuentro de confluencia popular sólo al tema específico de “la Imagen-País que los movimientos comunitarios queremos”.

Crear la agenda popular de la Costa Rica de los próximos años…

Patricia Salgado Muñoz: Crear la agenda popular que muestre la Costa Rica de los próximos años

* Jubilada del Fondo de Población de Naciones Unidas (UNFPA).

UCR: ‘Aprendamos sobre Gestión del Riesgo’ es un nuevo manual práctico

  • Estudiantes de Antropología elaboraron documento educativo dirigido a población joven

UCR Aprendamos sobre Gestion del Riesgo es un nuevo manual practico
El manual promueve la transmisión del conocimiento mediante una metodología más dinámica, que invite a los jóvenes a participar y a “aprender jugando”.

La desinformación es una de las razones que vuelven vulnerables a las comunidades en el momento de un desastre. Esta es la premisa que motivó a tres estudiantes de Antropología de la Universidad de Costa Rica a elaborar un manual formativo con herramientas interactivas para educar sobre el tema a la población joven.

El manual surgió a partir del trabajo realizado con estudiantes del Liceo Académico de Puriscal quienes enfrentan amenazas geológicas como un sistema local de fallas sísmicas y uno de los deslizamientos catalogado como de los más grandes de Centroamérica.

La propuesta enseña e invita a reflexionar sobre el tema del riesgo, mediante una metodología dinámica en la cual se “aprender jugando”. El módulo posee diversas bondades, una de ellas es que puede aplicarse en otras comunidades que enfrentan diferentes riesgos como por ejemplo, inundaciones, actividad volcánica y sísmica.

El proceso de creación se realizó a lo largo del año 2016 bajo el nombre IE-43 Construyendo, generando y aprendiendo: la gestión del riesgo en mi cole con el apoyo y asesoría de Iniciativas Estudiantiles de la Vicerrectoría de Acción Social de la Universidad de Costa Rica, logró determinar que es necesario cambiar el enfoque sobre cómo se enseña el riesgo en las aulas.

Así lo enfatizaron los tres estudiantes de Antropología durante la presentación oficial del Manual «Aprendamos sobre Gestión del Riesgo». Karol Vargas, Dayana Mora y Cristian Montenegro, señalaron, además, que tradicionalmente los y las estudiantes reciben los conceptos de gestión del riesgo de manera teórica.

Preguntas vitales

Resulta necesario, de acuerdo con sus hallazgos, abordar este tema desde una forma creativa, que no sea pesada y que permita a los jóvenes comenzar a cuestionarse de primera entrada, si: ¿Dónde yo vivo hay riesgo o peligros? ¿Dónde me siento seguro o segura? ¿Qué puedo hacer para prevenir algún riesgo?

El Manual promueve espacios de trabajo que se realicen a partir de la horizontalidad y el diálogo de saberes, donde los y las jóvenes sean tomados en cuenta como agentes activos de sus instituciones y comunidades.

Es necesario comprender que la adolescencia es una etapa de creación y descubrimiento, por lo que se debe generar un espacio de dialogo, respeto, horizontalidad y empatía en el trabajo de estas poblaciones. En este sentido, el dibujo, la música, la fotografía o el teatro son herramientas de comunicación y reflexión que se pueden usar para difundir algún tema o caso particular que existen en la comunidad educativa.

UCR Aprendamos sobre Gestion del Riesgo es un nuevo manual practico2
El módulo es un instrumento valioso para generar programas de trabajo y capacitación a nivel regional o nacional que permitan incluir a los y las jóvenes en el tema de la prevención, la emergencia y el riesgo a desastres.

En general, resulta vital incorporar nuevas formas de abordar, explicar y difundir el tema del riesgo dentro de las poblaciones jóvenes.

Los estudiantes de Antropología consideran que este Manual es un instrumento valioso para las autoridades de gobierno ya que es la base para generar programas de trabajo y capacitación a nivel regional o nacional que permitan incluir a los y las jóvenes en el tema de la prevención, la emergencia y el riesgo a desastres. Lo anterior, no solo para informar a los jóvenes en la temática sino también para propiciar procesos reflexivos sobre la importancia de la prevención, preparación y los riesgos a los que puede estar expuesta en su lugar de estudio, trabajo o en su vivienda.

 

Rebeca Madrigal López

Periodista Oficina de Divulgación e Información

 

Información tomada de: http://www.ucr.ac.cr/

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Territorios Seguros presenta su metodología de empoderamiento en video

Territorios Seguros es una organización que ha desarrollado y aplicado exitosamente una metodología de empoderamiento de los ciudadanos para proponer proyectos y ejercer procesos de rendición de cuentas a diversas organizaciones gubernamentales.

Este es un extracto de la introducción a la metodología, presentado por su fundador Carlos Campos Rojas, como un aporte del compañero Jonathan del Territorio Seguro que se construye en Sámara, Nicoya

 

Enviado por Carlos Campos.

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I Seminario Latinoamericano para la Paz «Juegos cooperativos como metodología para el diálogo y la paz»

El encuentro «Juegos cooperativos como metodología para el diálogo y la paz», es coordinado por la Universidad Nacional de Costa Rica y su Instituto de Estudios Latinoamericanos. Se realizará el 3 y 4 de agosto del 2017 y estará a cargo del profesor invitado Carlos Velázquez Callado, de España.

El Seminario Latinoamericano para la Paz es un espacio para la promoción de la cultura de paz en los diversos grupos de la sociedad costarricense y otros países de América Latina, el cual permite reunir participantes pertenecientes a diversas organizaciones, redes e instituciones públicas y privadas interesadas en la formación para el trabajo con metodologías lúdicas y participativas para el trabajo grupal.

Su objetivo general es promover la educación para la paz desde el juego, la creatividad, la lúdica y la participación grupal para lograr aprendizajes colectivos por medio de metodologías grupales para emprender acciones hacia la construcción de una cultura de paz.

Cupo limitado.

 

Para más información comuníquese a los teléfonos 2562 4057 ó 8868 9658.

seminario latinoamericano para la paz

Fuente de información www.redlatinadeedh.com.ar

Enviado por Alejandro García Valerio.

Agenda y metodología para XIV Actividad de Gala de Rendición de Cuentas

La Comisión del Municipio de Pococí (Comusep) nos comparte el documento que incorpora la agenda y la metodología necesarias, para finalizar exitosamente la XIV Actividad de Gala de Rendición de Cuentas y Medición de Impacto.

Comusep agradece “la participación y el apoyo en el fortalecimiento del proceso de construir una república participativa como lo establece la Constitución Política”.

En el siguiente enlace encontrará la agenda y metodología para dicha actividad:

Agenda y metologia para actividad de gala de rendicion de cuentas 31 marzo

 

Enviado a SURCOS por Comusep Comisión del Municipio de Pococí.

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