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Etiqueta: plásticos

Plásticos en los océanos

Los plásticos que produce y desecha el ser humano no solo se quedan en las calles o ríos, estos también impactan los océanos, y con ello, una afectación cada vez más creciente de la fauna marina. 

Los animales confunden estos fragmentos de plástico con alimento, lo que ocasiona su intoxicación, o bien, que estos se enreden quedando atrapados y posteriormente, su muerte. Se estima que cerca del 90% de los pájaros tienen restos de este material en su organismo; estos plásticos pueden rasgar su estómago y morir rápidamente, pero su intoxicación es la destrucción y sufrimiento del ave. 

Millones de animales de más de 370 especies  descubiertas de todo el mundo comen plástico y 100.000 especies mueren al año a causa de los plásticos. 

La contaminación humana se ha vuelto una problemática cada vez mayor que no solo afecta a las especies marinas sino también a las especies terrestres y con ello, los ecosistemas, los cuales se ven cada vez más invadidos por plásticos, los cuales duran entre 100 a 1000 años en descomponerse.

 

Compartido con SURCOS por Roberto Salom Echeverría.

Plásticos se acumulan en playas, también sus sustancias químicas tóxicas

Estudio a escala mundial que incluye a Costa Rica, determina que los desechos plásticos que llegan a las costas contienen algunas sustancias químicas tóxicas que podrían causar daños a los ecosistemas marinos y la salud humana.

Las botellas, envases y contenedores de plástico, viajan y se acumulan en las costas a nivel mundial, y con ellos, algunas sustancias químicas que pueden provocar daños tanto al ambiente como a la salud humana.

Durante el 2020 y el 2021, la Red Internacional de Eliminación de Contaminantes (IPEN, por sus siglas en inglés), de la cual el Instituto Regional de Estudios en Sustancias Tóxicas de la Universidad Nacional (Iret-UNA) forma parte, realizó una investigación sobre las sustancias químicas tóxicas adheridas e impregnadas en los plásticos y los efectos que tienen durante su producción, uso, reciclado y eliminación.

El estudio se realizó en 22 localidades a nivel mundial, incluyendo sitios en África, Norte y Sudamérica, Asia, Australia, el Caribe y Europa, donde participaron 23 Organizaciones no Gubernamentales. Para Costa Rica se muestreó playa Mantas en el Pacífico Central.

De acuerdo con Fernando Ramírez del Iret-UNA, los aditivos químicos tóxicos analizados fueron estabilizadores ultravioleta y bifenilos policlorados. “A los plásticos se les agregan intencionalmente sustancias estabilizadoras de radiación o luz ultravioleta denominados benzotriazoles (BUV por sus siglas en inglés) para evitar su degradación por la luz solar. En Estados Unidos se han regulado varios BUVs y se promueve que uno de ellos, el UV-128, usado en productos de consumo humano como cosméticos, revestimientos y embalajes de alimentos, se incluya en el Convenio de Estocolmo sobre Contaminantes Orgánicos Persistentes (COP) por su toxicidad”, explicó Ramírez.

Por su parte, los bifenilos policlorados (PCB) se prohibieron bajo el Convenio de Estocolmo desde el 2001 por su alta toxicidad, persistencia en el medio, capacidad de transportarse a largas distancias y propensión a producir cáncer en los humanos; ya Japón y Estados Unidos los habían dejado de producir en 1972 y 1977, respectivamente. Sin embargo, de acuerdo con el investigador, debido al uso generalizado que tuvieron en años anteriores, todavía se encuentran en el ambiente.

Además, en la producción de materiales plásticos, según explica Ramírez, frecuentemente se utilizan sustancias químicas tóxicas, como retardantes de llama que contienen compuestos bromados,  BUVs y bisfenoles. En anteriores estudios, el IPEN  demostró que muchas de estas sustancias químicas pueden perturbar el sistema endocrino y resultar dañinas para la salud humana y ambiental.

“Se sabe que los pellets de plástico, es decir, los materiales resinosos que se utilizan para producir elementos plásticos, se pierden o derraman durante la producción y el transporte, y se llegan a encontrar en las playas de todo el mundo. Las mediciones más recientes realizadas por IPEN a nivel global, revelan que estos pellets contienen PCB, es decir, contaminantes orgánicos persistentes que ya han sido prohibidos, así como BUVs, es decir, aditivos plásticos tóxicos”, detalló Ramírez.

El investigador también indica que, si bien el reciclado disminuye la contaminación por plásticos, el IPEN ya había mostrado que los aditivos tóxicos en los plásticos se mantienen en los nuevos productos.  

Estudio en playas

Los pellets plásticos, de resinas vírgenes o reciclados, son piezas pequeñas en forma de lenteja, que durante su almacenamiento, transporte o producción,  sufren pérdidas  por derrames, que inevitablemente llegan a los mares, lo que explica que se encuentren en todo el planeta.

Se escogieron pellets de color amarillento para su análisis; se tomaron 5 submuestras con 5 pellets cada una. Se prepararon los extractos y se midieron por medio de cromatografía de gases/ espectrometría de masas (GC-MS). Las muestras se analizaron en la Universidad de Química y Tecnología de Praga, en la República Checa.

Los investigadores hallaron que todas las muestras de todas las localidades contenían los diez BUV y los trece PCB incluidos en el estudio. La mitad de las localidades tenían muestras con niveles de PCB altos o extremadamente contaminados.

Asimismo, todas las muestras contenían, por lo menos, un tipo de aditivo químico tóxico y 21 muestras contenían aditivos de cada uno de los tres grupos sometidos a prueba. Solamente una muestra, proveniente de Vietnam, contenía un solo tipo de contaminante. Más de la mitad de las muestras contenían once o más de los 18 aditivos químicos tóxicos analizados.

En playa Mantas en Costa Rica, se encontraron concentraciones de PCBs entre 3,2 y 45,1 ng/g, que coloca a esos pellets plásticos en la categoría entre no contaminados y ligeramente contaminados, “si bien estas concentraciones no son altas, sí son resultados que indican que los residuos plásticos pueden estar trasladando y concentrando contaminación física y química en las playas”.

Los pellets encontrados en el país contenían todos los 10 BUVs analizados, con concentraciones de rango medio (entre 179 y 906 ng/g), comparadas con las de otros países.Esto confirma la contaminación y la toxicidad crónica a que pueden estar sujetos los organismos marinos por sustancias adsorbidas o añadidas a los plásticos.

Ante estos resultados, algunas de las recomendaciones de IPEN se enfocan en asegurar que las industrias establezcan procedimientos que eviten los derrames de pellets plásticos, así como el dejar de añadir sustancias químicas tóxicas a sus productos, incluir los ingredientes de los plásticos, junto con los aditivos, en las etiquetas para poder rastrear los contenidos químicos a lo largo de su vida útil y de las diferentes etapas de los desechos de plástico.

“La conclusión más importante de este estudio es que los gobiernos deben trabajar para reducir la producción de plásticos no esenciales a nivel mundial, pues se encontraron concentraciones de sustancias químicas especialmente altas en países africanos, aún sabiendo que no son los mayores productores de plásticos o químicos. Los acuerdos globales deberán evitar la liberación de plásticos al ambiente y prohibir el uso de sustancias químicas tóxicas en la elaboración de productos plásticos, tanto nuevos como reciclados”, concluyó Ramírez.

¡No les importa envenenarlos! Con los mal llamados «gasificadores»

Por Freddy Pacheco León

Si un REGLAMENTO no prohíbe la emisión de DIOXINAS Y FURANOS provenientes de plásticos incinerados a temperaturas menores a 800°C, altamente contaminantes con químicos de carácter orgánicos persistentes que provocan cáncer, patologías inmunológicas y endocrinas, diabetes y malformaciones congénitas, las comunidades amenazadas sí pueden hacerlo. El ambiente sano es un derecho constitucional, efectivo, que no se queda en el papel, y que hay que hacer cumplir.

Ha de recordarse que el Convenio de Estocolmo sobre Contaminantes Orgánicos Persistentes (COPs) reúne a más de 150 países en su lucha global contra la contaminación de DIOXINAS Y FURANOS. Por eso, los incineradores convencionales aeróbicos, que actúan como ¡fábricas tóxicas! a partir del muy usado PVC presente en la basura, están prohibidos en países celosos de la salud de sus habitantes, y Costa Rica no debe ser la excepción.

Es preciso aclarar que un incinerador NO es lo mismo que un gasificador; que la diferencia no es solo de nombre. El incinerador puede producir combustión incompleta si se alimenta con materiales densos o de difícil combustión, por lo que producen gases de combustión contaminantes, muy tóxicos para la salud humana.

Un GASIFICADOR, para ser llamado como tal, ha de funcionar en ¡AUSENCIA TOTAL DE OXÍGENO!  Si su combustión es completa hasta liberar CO2 y H2O como productos finales, incluso puede adaptarse para producir gas de síntesis (CO y H2) que se utiliza en el conocido proceso de Fisher-Tropsh para producir combustibles sintéticos. Mientras que LOS INCINERADORES (aunque los presenten engañosamente como «GASIFICADORES») funcionan a temperaturas y calor medios, por lo que, sólo se pueden utilizar turbinas de vapor para generar la electricidad, liberando otros gases nocivos, mientras que, LOS GASIFICADORES sí generan alto calor y temperatura por lo que, pueden utilizarse turbinas de gas (más eficientes) y turbinas de vapor para la generación de energía eléctrica, aumentando considerablemente la eficiencia.

Pues bien, hasta ahora, en Costa Rica ninguna empresa pública o privada ha mostrado la capacidad de proponer proyectos de destrucción de la basura EN AUSENCIA DE OXÍGENO. Aunque algunos están hablando de “gasificadores”, ha quedado en evidencia que se trata de tecnologías altamente contaminantes para la salud humana pues esos incineradores funcionarían en presencia de oxígeno, y por tanto, serían productores de los altamente tóxicos DIOXINAS Y FURANOS.

Sobre esta vital diferencia ha de alertarse a los habitantes que ya se han percatado de la amenaza de construir en sus comunidades, quemadores de basura altamente contaminantes, con el cuento de que se trata de «GASIFICADORES». Más que el agua de su subsuelo, lo que se contaminaría inevitablemente, es el aire que respirarían, incluso a kilómetros de distancia de la plata incineradora. Planta que además, requerirá de un botadero gigantesco de basura, proveniente quién sabe de dónde, que le sirva como combustible.

Recordamos que hace un tiempo, el eterno alcalde de San José, convenció a un grupo de alcaldes reunidos en una federación, de propiciar la construcción de INCINERADORES de basura en sus cantones. Así lo propuso también en su programa electoral de gobierno, cuando fue candidato presidencial (en la campaña en que salió corriendo). O sea, la idea no es nueva ni inocente. Ya fue rechazada por los mismos gobiernos locales que en principio se interesaron, por lo que, sea en Dota o en otras comunidades, es el pueblo, los hijos del cantón, los que tienen la palabra y las armas cívicas capaces de luchar por la salud de sus seres queridos.

UCR: Estudio revela que plásticos PLA y OXO no son compostables en condiciones de compostaje casero

Científicos del Ciprona analizaron la capacidad de biodegradación de los llamados bioplásticos norma australiana en el compostaje casero

Los bioplásticos evaluados se comportaron como el polietileno y no se degradaron durante el experimento. Foto: Laura Rodríguez Rodríguez.

El Centro de Investigaciones en Productos Naturales (Ciprona) de la Universidad de Costa Rica, con la colaboración de la Fundación MarViva, investiga la capacidad de biodegradación de los plásticos Ácido Poliláctico (PLA) y OXO, también conocidos como bioplásticos, en condiciones de compostaje casero.

En el estudio se analizaron muestras de plástico OXO (platos desechables, bolsas de jardín y platos) y vasos de ácido poliláctico (PLA) de venta en el mercado nacional, de acuerdo con las condiciones establecidas en la norma AS 5810-2010, norma australiana sobre compostaje casero. Según las conclusiones del informe preliminar, ninguno de estos materiales mostró un cambio en su masa a lo largo de 29 semanas de la prueba.

El experimento consistió en estudiar la biodegradabilidad de dichos plásticos en composteras caseras —tipo rotatoria—, donde se mezclaron con residuos orgánicos, compost maduro (que fue donado por la Estación Experimental Agrícola Fabio Baudrit) y comprimidos de aserrín. El proceso de compostaje se inició mezclando 1 kg del material plástico a evaluar (cortado en pedacitos de 1 cm) con 16 kg de mezcla de compostaje (36 % comprimidos de aserrín, 10 % compost maduro y 54 % material vegetal picado).

No hubo cambios físicos ni químicos

Los investigadores, la Dra. Rosaura M. Romero, el Dr. Godofredo Solano y el Dr. Max Chavarría, reportaron que a los 90 días la variación de la masa del material fue prácticamente nula y, al llegar a los 180 días, se presentó muy poca variación en el material. Por lo tanto, concluyen que “es claro que los materiales evaluados no son adecuados para compostaje en las condiciones estudiadas”.

Determinaron, además, que durante el compostaje no hubo un cambio químico de los componentes. Para ello, se extrajeron las muestras de las semanas 0, 12 y 24 y se les aplicó el análisis de los espectros RMN protónico de un extracto en cloroformo y otro en metanol de cada muestra. Los resultados mostraron que no existen diferencias significativas entre ellas.

“Los bioplásticos evaluados a la fecha se han comportado en este estudio como el polietileno. Lo anterior hace pensar que ellos no deberían considerarse como un material inofensivo para el ambiente tanto terrestre como marino. Si bien estudios posteriores son necesarios para sacar conclusiones definitivas, su comportamiento produce preocupación”, comentó la Dra. Rosaura Romero Chacón, investigadora del Ciprona.

El estudio evaluó el comportamiento de bolsas Oxo en composteras domésticas de tipo rotatoras. Foto con fines ilustrativos, corresponde a una muestra de plástico oxobiodegradable recién triturado. Foto: Laura Rodríguez Rodríguez.

Oxobiodegradable, un concepto polémico

El plástico oxobiodegradabe es el mismo plástico, pero contiene un aditivo cuya función es fragmentar progresivamente las moléculas de carbono que forman el polímero y, así, acelerar su proceso de degradación. La industria asegura que mediante este proceso, el plástico se convierte en alimento para microorganismos y bacterias, y se reintegra a la naturaleza en forma de agua, biomasa y dióxido de carbono.

No obstante, en la Estrategia nacional para la sustitución de plásticos de un solo uso, se advierte que estos materiales no son una solución del todo amigable con el ambiente, en comparación con los materiales compostables, ya que una vez producida la fragmentación en partículas pequeñas, estas no pueden ser asimiladas por los microorganismos. La degradación puede ser inducida por la luz ultravioleta (fotodegradación) o por la oxidación (oxofragmentación).

La investigación continúa

La investigación, además, se propuso determinar los compuestos y microplásticos resultantes del compostaje. Sin embargo, al llegar a los 180 días, estos todavía no se habían producido. Asimismo, se está estudiando el efecto de los materiales sobre la biodiversidad microbiana, para lo cual se tomaron muestras de ADN de los microorganismos con la mayor abundancia relativa presentes en las composteras.

El experimento continuará hasta concluir el periodo de un año de compostaje. No obstante, la evidencia a la fecha sugiere la necesidad de promover medidas que permitan a las personas consumidoras tomar decisiones informadas sobre cuál es el posible impacto de estos productos en el ambiente, al no existir las condiciones necesarias para su gestión en nuestro país.

“Plásticos como el PLA y el OXO se han posicionado como alternativas ‘amigables con el ambiente’, al promocionarse comercialmente como biodegradables y compostables. Muchos consumidores los hemos preferido, porque asumimos que su descomposición se puede dar fácilmente en entornos naturales. Pero, realmente, sus certificaciones acreditan su degradación en condiciones industriales que no tenemos en nuestro país”, comentó Katherine Arroyo, gerente de Incidencia Política de Fundación MarViva.

Tanto el Ciprona como la Fundación MarViva hacen un llamado a seguir promoviendo la investigación científica, como un aliado en el desarrollo de políticas efectivas para combatir la contaminación marina.

 

Nash Ugalde
Comunicadora, Fundación Mar Viva
Katzy O`neal Coto
Periodista, Oficina de Divulgación e Información

Información tomada de: http://www.ucr.ac.cr/

UCR llama a Comunidad Universitaria a eliminar el uso de plásticos derivados del petróleo

Considerando la problemática ambiental ocasionada por la utilización de plásticos de un solo uso, es que la Vicerrectoría de Administración de la Universidad de Costa Rica requiere que la Comunidad Universitaria elimine la adquisición y el uso de este material derivado del petróleo.

Ingrese en el siguiente enlace para leer la circular emitida por esta instancia:

VRA-1-2018

 

Imagen con fines ilustrativos tomada de la nota: UCR elimina el plástico de un solo uso.

Enviado por María José Somohano Berrocal.

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UNA prohíbe pajillas y empaques plásticos en sodas universitarias

  • A partir del 1 de setiembre próximo, pajillas, removedores y empaques plásticos desechables desaparecerán de las sodas de la UNA, donde desde 2008 se prohibió el uso de estereofón, como parte de las medidas a favor del ambiente

 

En sesión ordinaria del pasado 9 de agosto, el Sistema Institucional de Sodas y Afines de la Universidad Nacional (SISAUNA) acordó “prohibir el uso de pajillas, removedores y empaques de plásticos desechables en los servicios de alimentación de la Universidad Nacional, a partir del 1 de setiembre de 2017”.

El acuerdo del SISAUNA –órgano adscrito a la Vicerrectoría de Vida Estudiantil- toma en cuenta el problema ambiental que generan los productos plásticos desechables, los cuales pueden permanecer inalterables por periodos que pueden ir entre los 100 y 500 años, debido a que su degradación es muy lenta.

Además, estos se producen a partir de combustibles fósiles derivados del petróleo, lo que –según el SISAUNA- provoca una excesiva presión sobre las limitadas fuentes de energía no renovables. Asimismo, algunos de los químicos utilizados para su fabricación son tóxicos.

El acuerdo contempla promover el uso de empaques compostables, de cartón o biodegradables para empacar comida para llevar.

Como alternativa para contribuir con la solución de los problemas causados por productos plásticos desechables, se propone utilizar vajillas e implementos desechables amigables con el ambiente, por ejemplo aquellos fabricados con materiales compostables y biodegradables, como la fibra de palma y bagazo de caña.

Desde el 2008, la UNA prohibió el uso de envases de estereofón en las sodas y afines de la UNA para vender comida para llevar, precisamente con el objetivo de disminuir la cantidad de residuos producidos y promover la reutilización y el reciclaje.

Esta nueva medida a favor del ambiente, considera que la UNA apunta sus esfuerzos a realizar sus actividades bajo principios de sustentabilidad e implementa nuevas formas de mitigar los impactos ambientales que se presentan en los campus de la institución.

***Mayor información en la Vicerrectoría de Vida Estudiantil 2562-6430 / 2562-6432 o en la Oficina de Comunicación 2277-3067.

 

*Imagen con fines ilustrativos tomada de elcomercio.pe

Enviado por UNA Comunicación.

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