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Etiqueta: población estudiantil

Exigimos al MEP respeto a la población estudiantil y al magisterio nacional

13 de noviembre, 2021.
San José, Costa Rica

Para:
Despacho de ministra y viceministra
y Auditoría de Servicios del MEP
Defensoría de los Habitantes
Cc. UNICEF-CIDH

El día viernes 12 de noviembre las personas estudiantes de quinto grado de la Educación General Básica de Costa Rica fueron expuestas por primera vez a la última prueba de las evaluaciones denominadas FARO, en las asignaturas de español, ciencias y matemática. La última prueba se hace llamar Factores Asociados y pretende evaluar las condiciones en las cuáles viven y estudian dicha población estudiantil. Sin embargo, a criterio de personal docente y administrativo, madres y padres de familia esta última prueba excedió por mucho los límites físicos, psicológicos y emocionales de aproximadamente 70000 niñas y niños con edades entre 10 y 11 años.

Se afirma lo anterior, dado que dicha prueba dio inicio a las 9 am y estaba programada para ser realizada en un lapso de 3 horas, sin poder hacer recesos y con la instrucción de que era obligatorio completar la totalidad. Además, debían permanecer en el aula con el cubrebocas durante todo este lapso y solamente podían salir a tomar agua o al servicio sanitario; incluso, un porcentaje significativo la desarrollaron en aulas que no cuentan con las condiciones idóneas bio-sanitarias. Cabe mencionar que, en las pruebas anteriores de asignaturas básicas, a las 3 horas tenía que ser retirada por la persona docente, sin excepción alguna.

Reafirmamos que el Ministerio de Educación Pública (MEP) ha atropellado los derechos de las niñas y de los niños al someterles a cuestionarios de FARO exhaustivos que, aunque han sido diseñados para 3 horas, exceden dicho lapso entre 1 y 2 horas más, debido a su complejidad y extensión desmedida, incoherente totalmente con las condiciones y necesidades de la población infantil. También, nos preocupa que la vivencia en los centros educativos se da en un clima de tensión e incertidumbre ya que todas las personas involucradas fueron expuestas a un requerimiento más allá de los lineamientos y protocolos que el MEP ha establecido durante la pandemia.

Esta evaluación denominada Factores Asociados se divide en 4 folletos: 1. Tronco común (36 ítems y debían completar 190 respuestas) con el fin de evaluar el trabajo docente en pandemia, uso de la tecnología, conexión a clases en Teams, además de un censo socioeconómico con cuestionamientos sobre su familia y calidad de vida; 2. Español (26 ítems y 183 respuestas); 3. Matemática (16 ítems con 106 respuestas); 4. Ciencias (15 ítems con 142 respuestas). Los folletos de materias específicas refieren al desempeño del docente de cada materia.

Consideramos inconcebible que desde el propio MEP se diseñen herramientas que contienen preguntas hasta con 30 posibles respuestas; situación que condiciona al personal docente a leer una por una a fin de disminuir el cansancio y la tensión estudiantil en tanto tenían que dar 621 respuestas al contar algunos ítems con opción de respuestas múltiples.

Este cuestionario paradójicamente se presentan con la supuesta intención de identificar factores sociales y educativos que podrían afectar el desempeño y resultados estudiantiles en las pruebas FARO; no obstante, ante su extensión y alto grado de complejidad, el personal docente y familiares de las personas menores de edad confirman que muchas tuvieron serias complicaciones por agotamiento, estrés y ansiedad: vómitos, temblores en las manos, taquicardia, frustración, angustia y cansancio extremo. A lo anterior se suma que era la última prueba consecutiva de cuatro, donde el malestar y la angustia de las familias aumentaba al ver que sus niñas y niños no salían del centro educativo a la hora programada (12 mediodía).

Una directora manifiesta al Semanario Universidad que esta situación es de “injusticia” pues en el centro educativo que administra las y los menores de edad salieron cerca de la 1 p.m., negándoles el MEP el derecho a descanso o recesos. Las personas estudiantes afirman tener dolor de manos ya que rellenar cada círculo en la hoja de respuesta debe hacerse con firmeza para que quede constancia de la misma.

Instamos a la articulación de los diferentes sectores interdisciplinarios y comunidades educativas para indagar sobre las motivaciones estructurales de donde se derivan las pruebas FARO y su conexión con iniciativas similares en otros países de la región, en un escenario de constantes atropellos a las comunidades educativas, incluyendo al magisterio nacional, agudizados a raíz de la pandemia COVID19.

Es lamentable que, pese al impacto inhumano en la población estudiantil, la viceministra de educación plantea que supuestamente “A nivel internacional, este tipo de factores se analizan precisamente para explicar cómo es que los estudiantes alcanzan ciertas calificaciones”, y reitera que los cuestionarios se seguirán aplicando (próxima programación para décimo año el 8 y el 13 de diciembre del año en curso) siendo indiferente ante la situación antes expuesta.

La población estudiantil que será expuesta a este tipo de cuestionarios es de 170000 estudiantes de quinto y décimo año en total según datos del Semanario Universidad. Dichas pruebas tienen un costo monetario para el MEP de 2560 millones de colones. Es importante recalcar que durante los dos últimos años 2020 y 2021 las fechas y los niveles educativos asignados inicialmente han sufrieron cambios, provocando a nivel estudiantil un clima de incertidumbre y ansiedad; en especial, en quinto y sexto grado, y décimo y undécimo año. Así, estas pruebas constituyen en sí mismas un factor determinante durante la pandemia que incrementa la ansiedad, estrés y depresión estudiantil.

Es preocupante el manejo de la información que el MEP ha mantenido en torno a las pruebas FARO, además de inestable, ambiguo y confuso en cuanto a la precisión de lineamientos administrativos y de las habilidades a evaluar y de los contenidos en que las personas estudiantes necesitan prepararse más.

Respaldamos el proceder de directoras, directores y docentes conscientes y sensibles a la niñez quienes, como garantes de la seguridad integral de las personas estudiantes, sintieron la necesidad ética de tomar decisiones protegiendo la integridad física y emocional del estudiantado ante un proceso claramente inhumano, insensible y antipedagógico. De igual manera, madres y padres de familia se sumaron a la actitud respetuosa y humana de muchos centros educativos agradeciendo su identificación con el alumnado ante la crisis y agotamiento extremo que ocasionó esta directriz impuesta desde las autoridades educativas.

Afirmamos que independientemente de que los cuestionarios tengan o no un carácter evaluativo, causaron en la comunidad estudiantil un conjunto de efectos que reflejan una clara violación a los Derechos Humanos de las y los niños por parte de las autoridades del MEP.

Exigimos al Ministerio de Educación Pública de Costa Rica:
NO MÁS ATROPELLOS A LA DIGNIDAD E INTEGRIDAD
DE LAS NIÑAS Y DE LOS NIÑOS ESTUDIANTES Y MAGISTERIO NACIONAL
Comunidades educativas de Costa Rica

Firmas responsables:
Ana Lorena Dávila Cubero

Trabajadora social
María Trejos Montero
Maestra jubilada

comunidadeseducativascr@gmail.com

Arranca segunda fase de recolección de víveres de UNA Costa Rica Solidaria

Lunes 15 y martes 16 de junio, de 9 a.m. a 4:30 p.m., se realiza en la UNA la segunda fase de recolección de víveres de la campaña UNA Costa Rica Solidaria, que se destinará prioritariamente a estudiantes universitarios en mayor vulnerabilidad socioeconómica, en el contexto de la pandemia de la covid-19.

En el marco de la campaña UNA Costa Rica Solidaria, se invita a la comunidad universitaria y nacional a sumarse, los días lunes 15 y martes 16 de junio, a esta segunda fase de recolección de víveres, que se destinarán a cubrir necesidades básicas de alimentación de estudiantes universitarios, cuyas familias han sido golpeadas por los efectos socioeconómicos de la pandemia del nuevo coronavirus.

Ambos días, de 9 a.m. a 4:30 p.m., las personas pueden llevar los víveres al centro de acopio ubicado en el parqueo del edificio de las Vicerrectorías Académicas y el Centro de Estudios Generales.

Durante la primera fase de recolección realizada entre abril y mayo de 2020, se lograron colocar cerca de 200 paquetes de víveres a las familias directas de estudiantes que se encuentran en una categoría de pobreza y pobreza extrema, siguiendo la clasificación suministrada y evaluada por el Departamento de Bienestar Estudiantil.

“El reto aún sigue, ya que hemos tenido más de 500 solicitudes de ayuda por parte de nuestra población estudiantil, por tanto, necesitamos entre todas y todos brindar una mano solidaria para atender la mayor cantidad de familias”, afirmó Esteban Campos, integrante del equipo coordinador de la campaña UNA Costa Rica Solidaria.

Se insta a donar con prioridad los siguientes alimentos: arroz, frijoles, lentejas / garbanzos, azúcar, café, leche en polvo o líquida de larga duración, sal, sopas, aceite de soya, harina, masa, atún, sardinas, espagueti, avena, consomé, salsa de tomada, salsa tipo inglesa, caja de galletas.

Además, artículos de limpieza personal y del hogar como pasta dental, jabón de baño jabón líquido, detergente, desinfectante, cloro, lavaplatos, papel higiénico, bolsas para basura, así como toallas sanitarias y pañales desechables para bebé y personas adultas mayores.

La población prioritaria en atender estaría representada por familias directas de nuestra comunidad estudiantil, que presentan condiciones de vulnerabilidad socioeconómica significativa, en el marco de la actual coyuntura de la covid-19.

En esta etapa también se estará habilitando un centro de acopio de donativos en el Campus Sarapiquí, con el mismo horario indicado.

Los espacios habilitados para la recolección de los víveres, contarán con todos los protocolos sanitarios emitidos por el Ministerio de Salud y por las autoridades de la Universidad Nacional.

Por otra parte, para quienes quieran donar y se les dificulta trasladar los víveres al centro de acopio, pueden escribir al correo oficial de la campaña unacrsolidaria@una.cr e indicar la dirección para recoger el donativo.

La campaña UNA Costa Rica Solidaria es coordinada por la Vicerrectorías de Vida Estudiantil, la Vicerrectoría de Extensión y la Federación de Estudiantes de la Universidad Nacional (Feuna).

***Mayores detalles con Esteban Campos, equipo coordinador UNA CR Solidaria, 8361-0675, o con periodista Oficina de Comunicación 8334-4150.