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Etiqueta: salud mental

Taller virtual: “El arte de envejecer con gracia”

En octubre, mes dedicado a la persona adulta mayor, el Colegio de Profesionales en Sociología de Costa Rica extiende una invitación al “Taller virtual: El arte de envejecer con gracia”, organizado por la Fundación Pedagógica Nuestramérica. Este evento contará con la participación de las doctoras Anne Robert y Fabiola Bernal Acevedo, y se llevará a cabo el 9 de octubre de 2024, de 6:30 p.m. a 8:00 p.m., a través de la plataforma Zoom. El taller está dirigido a personas colegiadas y sus familiares mayores de 50 años.

Para confirmar su asistencia y la de sus familiares, se debe contactar a Isabel Cristina Muñoz al correo eventoscpscr@gmail.com o al WhatsApp 8722-8899.

¡Les esperamos!

Crónica – lo que significa una puesta de sol

Por Memo Acuña. Sociólogo y escritor costarricense

Se necesitan agallas y valentía por partes iguales para hablar sobre ciertos temas. Se necesita humanidad y destreza para hacerlo frente a un público poco acostumbrado a la participación, al convivio social, al “junte teatral”

La noche del 23 de agosto anterior mi querida gestora cultural, periodista y bailaora de flamenco, Natalia Rodríguez, nos hizo un regalo inmenso: invitarnos al estreno de la puesta en escena de “Las cosas maravillosas” dirigida y protagonizada por el actor costarricense Melvin Jiménez.

Durante hora y media, a través de una actuación envolvente y sincera, Jiménez logra taladrar esa cuarta pared hipotéticamente existente entre el público y el actor, para colocar en el escenario uno de los temas más complejos que nos atraviesa en la vida moderna.

El ambiente de ese viernes en la Sala del Teatro Espressivo era un tanto distinto a las convencionalidades y rituales de una función teatral.

La puesta en escena inicia sin los acostumbrados tres timbres que anuncian el comienzo.

Por el contrario, encuentran a un Melvin distendido, jovial, distribuyendo entre el público que ingresa, papelitos con frases de situaciones cotidianas. Las indicaciones son precisas: al escuchar el número correspondiente, la persona debe leer la frase anotada.

Eso, que pareciera parte de una utilería más de una pieza teatral, se convierte en personaje medular del entramado.

Para hablar de la salud mental, de la depresión en las personas y sus consecuencias, muchas de las veces terminadas en suicidio, se requiere algo más que conocimiento. Se necesita sensibilidad y percepción de las emociones de un público que ríe, llora, aplaude, canta, piensa, acciona. Se necesita, valga la metáfora, apalabrar en colectivo lo que nos pasa por el cuerpo y la mente.

Originalmente escrita por el inglés Duncan Macmillan, la propuesta de dirección y actuación ensaya un recorrido por la nostalgia a través de música rock costarricense de los años ochenta. Conectar con la memoria es evocar los sonidos que pueden salvarnos. Conectar con eso, es simplemente maravilloso.

Confieso que desde la primera escena un shock eléctrico se instaló en mi cuerpo. Y entonces las emociones iban y venían, desde la alegría a la reflexión profunda.

En mi vida he tenido momentos así. Pero juro que haber visto en los últimos años puestas de sol absolutamente incomprensibles para el ojo humano, me ha devuelto a mi ADN original y forman parte de mi registro de cosas increíbles.

Absolutamente todos deberíamos hacer una lista con estos momentos. Empezar con lo más llano del día a día y terminar con puestas de sol que te devuelvan tu sentido en la vida.

Una vez más compruebo y confirmo que el arte es un vehículo transformador y que nunca, como en este caso, debo dejar de decir que el arte salva. El arte sana. Yo soy artista. Por lo tanto, soy sanador.

El Arte de Envejecer con Gracia, un blog con herramientas para cuidar su salud física y mental

La Fundación Pedagógica Nuestramérica como parte de sus proyectos relacionados con la calidad de la educación, retención escolar y prevención de la violencia en centros educativos, invitan a visitar su nuevo blog “El Arte de Envejecer con Gracia” en el abordan temas relacionados con la salud física y mental que otorgan herramientas para mantener una salud integral desde diversas áreas. Puede visitar el blog dando clic en el siguiente enlace: BLOG EL ARTE DE Envejecer Con Gracia | El Arte De Envejecer (cursosnuestramerica.org)

Pronunciamiento: La violencia social constituye una de las principales condiciones que deterioran la salud mental y el bienestar integral de las personas

Colegio de Profesionales en Psicología de Costa Rica

Ante la creciente ola de violencia que, en sus diversas manifestaciones, viene sufriendo la población costarricense, retomando la inquietud de una cantidad significativa de sus integrantes acerca del particular y al tenor de la responsabilidad y el compromiso ético de nuestro Colegio, la Junta Directiva del CPPCR, da a conocer públicamente las siguientes consideraciones y propuestas.

Partiendo de que:

  1. Todos los indicadores de violencia muestran una curva de crecimiento a lo largo de los últimos años, con un nivel de generalización que abarca prácticamente cualquiera de sus formas de manifestación.
  2. La violencia social constituye una de las principales condiciones que deterioran la salud mental y el bienestar integral de las personas.
  3. La violencia social se manifiesta de diversas formas, con diferentes actores y escenarios. Sin perjuicio de ello, esa violencia debe ser asumida de manera integral, tanto en sus consecuencias como en sus múltiples orígenes.
  4. Al tener diversas y complejas manifestaciones, resulta contraproducente y peligroso reducir estos grandes fenómenos a una visión “psicologista” de la realidad. Es decir, si bien algunas situaciones pueden y deben ser explicadas y afrontadas con individuos concretos, con sus propias vicisitudes y su “mundo interno”, ello no puede ser desprovisto de su contexto socio histórico que le da sentido. La explicación y abordaje de la violencia incluye una dimensión subjetiva, pero no se agota ahí, debe incluir las condiciones objetivas que la determinan y la explican. Por lo tanto, es imprescindible acudir a una perspectiva social más amplia, que involucra a otras disciplinas y saberes.
  5. La generalización de esta violencia necesita considerar el deterioro de la calidad de vida del grueso de la población. Desde la década de los noventa, todos los indicadores apuntan a un alarmante aumento de la brecha social y un sistemático deterioro de la calidad de vida de la mayoría de la población. Pasamos de ser un país con amplios sectores medios y baja inseguridad, a ocupar actualmente uno de los peores lugares en América Latina y entre los países de la OCDE. Factores íntimamente asociados a este creciente deterioro son el sistemático recorte de los programas sociales y la concentración de políticas dirigidas a favorecer a pequeños sectores orientados por el clientelismo político, así como el favorecimiento de crecientes procesos de corrupción.
  6. Es evidente que el sistema le ha fallado a amplios sectores de la población, por lo que es evidente un creciente cansancio en la gente, que lleva al resentimiento, al enojo, a la desesperanza y a su escalamiento al no ver resueltas sus necesidades más básicas y al sentirse engañados por la clase política del país. Estos sentimientos son un perfecto caldo de cultivo para el desarrollo de una cultura de violencia.
  7. Al mismo tiempo, la decepción, el desencanto y el enojo favorecen a su vez alternativas políticas de tipo autoritario, aderezadas con el creciente y alarmante papel del narcotráfico en nuestros países, en los que montan su negocio y reclutan a personas, sobre todo jóvenes. Estas circunstancias han acelerado el proceso de normalización de la violencia y ayudan a legitimarla como forma de interacción social habitual.
  8. Dentro de esta dinámica de creciente violencia, se comprueba el redireccionamiento de las emociones negativas hacia grupos determinados que reciben con más énfasis la carga afectiva y los procesos de exclusión, dirigidos principalmente contra la niñez y la adolescencia, contra personas con discapacidades, contra personas migrantes, contra las mujeres, contra personas LGBTIQ+ y contra personas adultas mayores, entre otras. A este respecto, es sobrecogedora y en niveles de agresividad. Las acciones dirigidas a individuos particulares deben ser entendidas en ese contexto sociocultural más amplio.
  9. A todo lo anterior se abona la actual dinámica de las redes sociales, en las que fácilmente se acusa, se juzga y se sanciona a cualquiera, con derivaciones tan serias como, por ejemplo, el suicidio en personas adolescentes. Del mismo modo, debe contemplarse el aparato mercadológico cada vez más sofisticado y orientado a generar y reforzar patrones compulsivos de consumo, mediante el reforzamiento sistemático de hábitos, actitudes y comportamientos contrarios a una cultura de paz.

Dado lo anterior:

  1. Esta JD se compromete a fomentar, con carácter de urgencia, una amplia participación del conjunto de colegas en unas jornadas de reflexión que permitan, en un diálogo abierto, un análisis profundo de toda esta situación y en la construcción de las mejores alternativas de enfrentamiento. También se compromete a incorporar y gestionar las recomendaciones que se deriven de este proceso de análisis.
  2. Esta JD hace una excitativa general a sus integrantes para que, en sus actividades profesionales tomen como tarea urgente la reflexión y la toma de las medidas que sean posibles en aras de fomentar relaciones humanas más empáticas y solidarias. Esto como un imperativo ético y de responsabilidad de nuestro quehacer.
  3. Hacemos una alerta máxima ante la violencia de género, dadas las características y la dinámica de ensañamiento que está tomando. Las medidas por tomar tendrán que abarcar las de corto, mediano y largo plazo, ampliando o rectificando lo hecho hasta el momento.
  4. Instamos a la prensa y a la población que accede a las diferentes plataformas a tener el mayor cuidado en el momento de publicar y exponer escenas de agresiones, mutilaciones y asesinatos. La exposición a estos materiales puede conducir a exacerbar procesos de modelaje de ciertas conductas y a aumentar la sensación de inseguridad. Así mismo, exhortamos a las personas colegiadas que sean entrevistadas en medios, para que no repliquen visiones cortoplacistas, simplificadas o hiper individualistas de este doloroso y complejo fenómeno.
  5. Exhortamos a toda la población a que procure desarrollar una cultura de paz y la resolución pacífica y dialogada de los conflictos. El Colegio tiene a disposición el Centro Integral de Resolución de Conflictos (CIREC) que, a cargo de profesionales con capacitación y amplia experiencia, puede colaborar para ese propósito.
  6. En nuestro criterio, debe haber una mayor inversión en los ámbitos de la educación, la salud, la seguridad y los organismos de investigación. Por lo tanto, hacemos un respetuoso, pero vehemente, llamado al gobierno para que modifique sus políticas sociales. También hacemos una clara advertencia acerca de las consecuencias al corto, mediano y largo plazo de no rectificar la línea que está imponiendo. De no modificarse la orientación actual, pronosticamos un empeoramiento de la situación en dimensiones y consecuencias insospechadas.

Comisión AD-Hoc para el abordaje de la Violencia Social en Costa Rica del CPPCR.

Fuente: https://psicologiacr.com/pronunciamiento-la-violencia-social-constituye-una-de-las-principales-condiciones-que-deterioran-la-salud-mental-y-el-bienestar-integral-de-las-personas/

Compartido con SURCOS por Marco Vinicio Fournier.

Aquellos lazos – Día Mundial de la Salud Mental Materna

Ricardo Millán
Profesor asociado, Universidad de Costa Rica
Miembro Correspondiente, Academia Nacional de Medicina

Él alzó la mirada apenas escuchó su voz, melodiosa como un abrazo calentito en el corazón. Golpeteó con las manos y los pies, pujando, balbuceando, casi rugiendo emocionado. Ella aceleró los pasos, tiró las llaves y las bolsas del supermercado en el sillón, y corrió a alzarlo, estrujarlo y apapacharlo. Había esperado todo el día ese momento en que por fin, ambos estarían juntos.

Olor a bebé por un lado, a leche materna por el otro. Miradas fijas, enlazadas. Quietud, paz, amor. Dos latidos cardiacos que marchan al mismo ritmo, que se compaginan. A ella no le importa ya el trajín del trabajo ni el déspota de su jefe; él, acurrucado, no pareciera tener más necesidades porque ya todas están cubiertas.

Han pasado 15 meses de un diálogo continuo, cuando ella supo que estaba embarazada. Desde entonces, unas palabritas por allá, una música de Mozart por acá y unas pataditas como respuesta. Años después, él se enteraría en voz de la abuela que se sentía tan cómodo adentro, que el doctor tuvo que inducir el parto a las 40 semanas de embarazo porque salir no estaba en sus planes.

No importaron las noches en vela, las congojas para que agarrara el pecho, el cansancio exponencial ni el trabajo extra. Cada tarde, al ser cerca de las cinco, aquellos lazos se apretaban con fuerza, una vez más.

Una buena salud mental materna promueve directamente el desarrollo de un vínculo madre-hijo/hija seguro. Se trata de una asociación de supervivencia y evolución, que permite que el bebé, desde el momento mismo de la concepción, vea satisfechas todas sus necesidades físicas y afectivas. Es lo que permite que un niño o niña crezca con la certeza de que hay una persona disponible, protectora, afectiva, que sabe leer ¾y conectar¾ con sus necesidades.

Tiempo después, cuando esta dinámica se ha consolidado, este bebé contará con las destrezas necesarias para modularse a sí mismo en aquellas circunstancias en que la madre no esté inmediatamente disponible (por ejemplo, por razones laborales o cuando se inicia la socialización con otras personas de su edad). Una vez juntos de nuevo, podrán conectar con facilidad, como si nada hubiera pasado.

Por el contrario, incluso a pesar de todos sus esfuerzos, cuando una mujer enfrenta una depresión postparto, existe una mayor posibilidad de que ese vínculo se torne inseguro. Mamá no logrará identificar adecuadamente las necesidades de su bebé, las que irán quedando descubiertas, activando así un estado de alarma persistente que bien podría traerle consecuencias más adelante.

Hoy, en el día mundial de la salud mental materna, todas las mamás ¾y claro, todos los papás también¾ tenemos la gran oportunidad de echar una mirada a nuestra propia historia, comprendiendo qué factores nos pudieron haber afectado, desconectándonos de nuestros hijos. Si este fue el caso, toca pasar la página, hicimos lo mejor que pudimos con los recursos de los que disponíamos en aquel entonces. Volvámonos entonces hacia el futuro, procurando nuestro autocuidado, fortaleciendo nuestras habilidades, pidiendo ayuda a amigos, familiares, o, incluso, a profesionales, cuando así sea necesario. Estando nosotros mejor, podremos fortalecer el tiempo de calidad que compartimos con nuestros hijos, la atención que les ponemos, las prioridades que establecemos, la escucha que les brindamos, o la lectura de sus necesidades que hacemos. Ese traje nos sentará mejor.

Fotografía “Paz y tranquilidad” del Dr. Ricardo Millán González.

Regreso a clases: ¿Cómo nos cuidamos?

El día 15 de marzo de 2024 el programa audio visual Alternativas presentó un espacio titulado “Regreso a clases: ¿Cómo nos cuidamos?“ el cual contó con la presencia de las estudiantes de ciencias políticas Amanda Carazo López y María Clara Navarro Mora, como moderadoras, así como de los panelistas Rafael Moya Delgado, psicólogo orientador de la UCR, Mario Valverde Madrigal, licenciado en psicología y docencia y Henrey Segundo Quesada Ramírez psicólogo experto en modificación de la conducta.

Dentro del programa se abordaron dos módulos principales primero qué es la carga académica, cuáles son sus repercusiones, qué problemas son más comunes dentro de la comunidad estudiantil y cómo se relaciona la carga académica con la salud mental. Mientras que en un segundo momento se buscó abordar qué puede hacer la Universidad de Costa Rica por el cuerpo estudiantil en estos temas, cómo puede tratarse.
Durante la ponencia los temas de conversación orbitaron en torno a estas preguntas:

¿Cuáles son las repercusiones de la carga académica?

¿Qué mensaje o consejo se le puede dar a las personas de nuevo ingreso?

¿Qué tips o recomendaciones hay para las personas universitarias para lidiar con la presión, el miedo o la frustración de la sobrecarga académica o de cualquier área?

Entre las muchas recomendaciones de los expertos invitados cabe resaltar la insistencia o énfasis que presentaban en ciertos aspectos como el autoconocimiento de las habilidades, límites, gustos, pasiones y disgustos que cada persona tiene individualmente. Recordaron la importancia de que cada persona es responsable de su salud mental por lo cual debe procurarse en atenderla y definir límites en sus actividades pues todo ser humano tiene un máximo hasta donde llegar.

Para ver el programa completo acceder al enlace: https://m.facebook.com/story.php?story_fbid=1136191070980190&id=100039176114597&sfnsn=wa&mibextid=RUbZ1f

Experto brinda consejos para cuidar la salud mental durante las presas

  • Sugiere aprovechar el carpooling como mecanismo de encuentro social o aprovechar el tiempo para escuchar un podcast, un audiolibro y enfatizar en la respiración.

  • Llamó la atención a destinar un tiempo intermedio personal para despejar la carga emocional antes de entablar relaciones familiares o sociales al llegar al lugar de destino.

UNA Comunica. 22 de febrero de 2023. Se ha vuelto común que las personas deban pasar una, dos y hasta tres horas en su vehículo o en el autobús, en interminables presas, para llegar a su destino final.

Esto puede acarrear situaciones de estrés, ansiedad y frustración. Lo visto el 15 de diciembre del año anterior, en las inmediaciones del aeropuerto Juan Santamaría, cuando un conductor atascado en una congestión vehicular sacó su arma de fuego y disparó al aire en varias ocasiones, es un reflejo de ello.

El psicólogo clínico de la Escuela de Psicología de la Universidad Nacional (UNA), Elvis Solano, brindó consejos para dos momentos determinantes: cuando la persona lleva mucho tiempo atrapado en la presa, y cuando ya llegó a su casa o lugar de trabajo o estudio con una carga emocional acumulada importante.

Aceptación de la realidad

De acuerdo con Solano, lo primero que debe hacer una persona frente al volante o mientras ocupa un asiento en el autobús es comprender que la realidad del país dicta que podrá toparse regularmente con muchas presas y que esa circunstancia se sale de su control. “Uno puede decir que se tomen rutas alternas o que salga de su casa más temprano, pero tarde o temprano va a encontrase con un embotellamiento, y ante eso, debe haber una aceptación de esa realidad, que no genere mayor presión que pueda conducir a una elevación en los niveles de estrés”.

El llamado carpooling, mediante el cual varias personas que tiene una misma ruta de destino puedan compartir el viaje, no solo tiene implicaciones sobre la cantidad de vehículos en carretera, sino también a nivel psicosocial. “Se puede crear un entorno ameno, donde las personas entre sí pueden ir dialogando, compartiendo experiencias, contando anécdotas, que puedan aminorar el efecto externo de las presas en las calles”, sugirió el experto.

El manejo de la respiración es un ejercicio que la persona, de manera individual, también puede realizar. El consejo es: periódicamente cierre los ojos, inhale, exhale y deje fluir el aire a través de los pulmones. “Se trata de tener más contacto conmigo mismo por medio de la respiración”.

Si va en carro, puede alternar el uso de aire acondicionado con la apertura de una ventana para que el aire del exterior circule a lo interno del carro.

Escuchar música de su agrado, un podcast sobre algún tema de interés particular o un audiolibro, también aprovechar los minutos u horas para aprender un nuevo idioma son medidas que contribuyen a ese requerimiento de salud mental. Lo importante, enfatizó Solano, es que el cuadro de estrés diario que se presenter no se convierta en algo más crónico que incida sobre el estado de salud de la persona.

¡Logré llegar!

Cuando finalmente llegó a su destino, puede que la persona arrastre una carga emocional que se refleje en su estado de ánimo, en su interés para socializar e interactuar con compañeros de trabajo o con miembros de su familia.

Pero preste atención al entorno, dice el psicólogo. “Pueda ser que al llegar al hogar y si hay niños pequeños, ellos quieran destinar un tiempo para jugar con la mamá o con el papá, por ejemplo y en este escenario, es fundamental tomarse un tiempo de transición, para darme un espacio yo mismo y liberar esa tensión y esa energía acumulada”, recomendó.

En ese espacio personal puede incluir una ducha, tomar un café, salir a caminar, sacar a pasear a la mascota o realizar cualquier otra actividad que la persona sienta que le genera una satisfacción. “Es fundamental decir y comunicar esas cosas. Decirle a la familia que el tránsito estuvo muy pesado y que necesito ese espacio para recargar baterías y luego de eso, ahora sí, retomar la cotidianidad”, indicó Solano.

Otra recomendación que hace el experto es que pueda destinarse un tiempo para escribir aquellas cosas que generaron estrés durante el día, como una forma de “cambiar el chip” y dejar en el papel las situaciones que provocaron algún enojo o estrés acumulado.

Lo fundamental, en todo momento, manifestó, es tener siempre el control interno sobre las situaciones externas, inevitables o inmanejables y evitar a toda costa que esto pueda repercutir en la salud mental y física o que pueda incidir a nivel social, en las relaciones con familiares u otras personas.

Oficina de Comunicación
Universidad Nacional, Costa Rica

UCR: Los hombres se resisten a buscar ayuda en materia de salud mental

De acuerdo con un especialista de la UCR, la mayoría de los hombres no tienen un buen manejo de sus emociones porque la masculinidad tradicional les ha impuesto enfrentar sus dificultades en soledad. Foto Karla Richmond Borbón, UCR

Encuesta Actualidades 2023 de la Escuela de Estadística

Especialista de la UCR advierte que el mal manejo de las emociones tiene graves consecuencias

Tan solo uno de cada cinco hombres pensó en el último año en buscar ayuda de un profesional de la salud en torno a inquietudes de salud mental. De ellos, menos de la mitad (48,4 %) concretó su intención. Es decir, tan solo el 10 % de los hombres en Costa Rica consultaron con un especialista sobre estos temas en los últimos doce meses.

Así se desprende de la Encuesta Actualidades 2023 de la Escuela de Estadística de la Universidad de Costa Rica (UCR), la cual consultó a personas adultas de todo el territorio nacional y con al menos un año de residir en el país. En total, se entrevistó a 630 individuos mayores de edad entre el 1.° y el 31 de octubre del 2023. Esta muestra cubre el 97 % de la población que supera los 18 años en el país y el margen de error se calculó en ± 1,9 puntos porcentuales.

En contraposición a los hombres, aproximadamente una de cada tres mujeres pensó en buscar ayuda profesional en materia de salud mental en el último año y, de ellas, el 65,1 % efectivamente realizó la consulta. Eso quiere decir que más del 22 % de las mujeres en el país acudieron con una persona profesional de la salud mental para encauzar sus inquietudes.

Si bien puede decirse que los porcentajes de consulta efectiva son bajos en ambos sexos, las mujeres mostraron una mayor disposición a buscar ayuda en otras personas no necesariamente profesionales en la materia, en caso de presentar un problema de salud mental, con un 85,9 %, mientras que solo el 76,8 % de los hombres estaría dispuesto a lo mismo.

Estos datos confirman científicamente la percepción generalizada de que a los hombres les cuesta más pedir ayuda que a las mujeres a la hora de gestionar sus emociones y enfrentar sus problemas. En este sentido, las personas entrevistadas manifestaron una gran diversidad de razones por las que no consultaron con un especialista, entre las que destacan la falta de dinero (24,8 %), la inseguridad sobre el tema (14,6 %) y el tiempo disponible (13,2 %).

Para Andrés Ruiz Sánchez, investigador del Instituto de Investigaciones Psicológicas de la UCR, los hombres muestran un mayor hermetismo a la hora de hablar de sus emociones e inquietudes ante la vida porque, de acuerdo con la masculinidad tradicional, el hombre siempre debe mostrar estabilidad emocional, cumplir con su función social de soporte y jamás mostrarse débil o vulnerable.

“Sería un error pensar que los hombres tenemos mejores herramientas de manejo de las emociones y que por eso no lo conversamos. Más bien es todo lo contrario. Todo eso va hacia adentro y vemos pocas posibilidades de sacarlo con las redes de apoyo que podríamos tener y lo sacamos de otra manera”.

Andrés Ruiz Sánchez, investigador del Instituto de Investigaciones Psicológicas de la UCR

“Ese estigma que existe de siempre mostrarnos fuertes, siempre mostrarnos ecuánimes, siempre mostrarnos estables, nos lleva a reconocer poco nuestras emociones. Yo me aventuro a decir que la mayoría de los hombres no somos capaces de reconocer cuando estamos tristes, cuando tenemos una incertidumbre emocional, cuando disfrutamos diferentes tipos de felicidad”, advirtió Ruiz.

De acuerdo con el investigador, la dificultad que tienen los hombres para identificar sus emociones sumada al imperativo social de ser capaces de resolver todo por sí mismos hace que los varones no recurran a su círculo familiar y de amigos más cercanos para enfrentar las dificultades e incertidumbres. Esto provoca que muchos terminen canalizando sus emociones hacia la ira y hacia conductas, peligrosas, violentas o destructivas.

En este sentido, Ruiz señala que la mayoría de los espacios recreativos para los hombres apelan a la adrenalina, al contacto físico y a la agresividad, sin mencionar la ingesta de alcohol que suele estar presente en todo momento. Esto, lejos de contribuir con su bienestar, se convierte en una distracción que impide que la persona enfrente sus problemas de forma real y elabore mecanismos para mejorar su situación de vida.

“Parece que nuestra gama de expresión de emociones es bastante reducida, se nos permiten pocas emociones y eso, precisamente, deviene en que la encuesta refleje lo poco que nosotros pedimos ayuda, pero eso no significa que no la necesitemos”.

Andrés Ruiz Sánchez, investigador del Instituto de Investigaciones Psicológicas de la UCR

El resultado de esta evasión se traduce en enfermedades, en obesidad, en problemas de socialización, en frustración laboral, en violencia doméstica, en pleitos callejeros, en muertes en carretera y en suicidios.

“Me aventuro a asegurar que todos los comportamientos negativos que los hombres tenemos tienen que ver con ese mal manejo que tenemos de las emociones. La manifestación más triste es a nivel de los suicidios que se manifiesta más en los hombres”, lamentó Ruiz.

En este sentido, los datos más recientes de la Secretaría Técnica de Salud Mental (STSM) del Ministerio de Salud muestran una diferencia considerable y constante a lo largo de los años entre hombres y mujeres que han cometido suicidio. Por ejemplo, en el año 2022, por cada 100 000 habitantes, mientras 82 mujeres se quitaron la vida, 347 hombres tomaron la misma decisión.

Ante esta situación, el investigador insiste en la urgente necesidad de abrir espacios de reflexión e intercambio para hombres que cuestionen el modelo de masculinidad imperante y propongan formas nuevas y sanas de vivir para los varones. Sin embargo, a la vez reconoce que en el país no existen los espacios suficientes e idóneos para atender a toda la población.

“No tenemos esos espacios. Yo sí creo que los hombres tenemos que ir construyendo esos espacios entre nosotros mismos, empezar a reconocernos esas posibilidades de promoverlos, de normalizarlos, de promover otras masculinidades donde nosotros podamos ser capaces de apoyarnos y de decirnos a nosotros mismos que si necesitamos ayuda podemos ir donde una persona profesional.

“Debemos normalizar buscar ayuda, especialmente en nuestros espacios con colegas, con amigos y hacer ver que es importante conversar sobre estas cosas, no sacarlas con violencia o en espacios donde no se promueve una elaboración de lo que llevamos por dentro, de las cosas que nos agobian, y que nos ayuden a trabajar y a reconocer nuestras emociones”, enfatizó el investigador.

Si bien Ruiz reconoce que hay muchas actividades que pueden ayudar a encontrar el equilibrio emocional, como la práctica de un deporte, la jardinería, escuchar música, leer un libro, tomarse un café con un amigo o la aromaterapia, es enfático en que estos temas deben ser abordados de manera profesional para que la persona pueda elaborar qué está sintiendo y ponerlo en palabras, algo que a los hombres se les dificulta mucho.

“A veces, una simple conversación puede ser de mucha ayuda, a veces, no. Como psicólogo, puedo decir que es una cuestión que no basta con ir al psicólogo, pero tampoco es una cuestión que baste con tener una conversación con un café con un amigo o con una amiga. Es toda una serie de factores que se reúnen para que una persona pueda reportar un buen bienestar o no”.

Andrés Ruiz Sánchez, investigador del Instituto de Investigaciones Psicológicas de la UCR

En esta línea, admite que la consulta psicológica es cara y que no toda la gente tiene posibilidades económicas de pagarla. Además, acepta que los servicios de salud mental que brinda la Caja Costarricense de Seguro Social están saturados y no son una opción eficiente. Por estos motivos, Ruiz considera urgente que los mismos hombres promuevan espacios en su entorno cotidiano para reflexionar en conjunto sobre sus inquietudes y necesidades, siempre y cuando no se conviertan en una reproducción más de los estereotipos que dicta la masculinidad tradicional.

“Creo que la promoción de estos espacios siempre tiene que estar mediada por la deconstrucción y la promoción de nuevas masculinidades y que esté mediada por una persona que sepa hacia dónde va a direccionar eso, que no se vuelva un grupo de hombres quejándose de lo malas que son las mujeres cuando ellos son muy buenos con ellas, sino que se vuelva un espacio reflexivo, deconstructivo y que eso nos haga promovernos e ir interiorizando esas nuevas masculinidades”, remarcó.

Fernando Montero Bolaños

Periodista, Oficina de Comunicación Institucional, UCR