Y después del Covid 19, ¿cuál es el camino y las tareas? No del gobierno, sino en principio de los ciudadanos conscientes y organizados

Jorge Hernández V.

Contexto

Este período de enfrentamiento a la pandemia del Covid-19 nos ha revelado muchas verdades. Hemos tomado conciencia de que tenemos un sistema económico basado en la explotación de las masas, la acumulación de recursos, riqueza y la degradación del ambiente. Se han desnudado las limitaciones del modelo capitalista neoliberal de mercado que se desarrolla sobre las bases de la extracción, de la desregulación, la privatización y la fuerte contracción de los servicios sociales del Estado. Además, la etapa actual del capitalismo se caracteriza por la eliminación de los derechos de los trabajadores y el auge de multimillonarias corporaciones, empresas nacionales y transnacionales con un enorme poder de cabildeo e influencias políticas. Ese es el mismo modelo que azota nuestro país. Aquí esas empresas y corporaciones quieren mantener su presión sobre el Estado Costarricense para promover legislación y un camino de desarrollo conveniente a sus intereses y prioridades. Los ejemplos más recientes de este tipo de acciones en legislación y en el dictado de un camino son el plan fiscal, la ley anti huelgas, la legislación para despedir empleados, terminar contratos laborales y reducir jornadas, iniciativas todas recientemente aprobadas. También se elaboran planes de rescate que significan una enorme transferencia de riqueza y poder a los ricos de parte del resto de la población (mantener altas tasas en las tarjetas de crédito, condonar deudas con la CCSS). Todo esto ocurre bajo la excusa de que se está ayudando a la población ante la pandemia.

Las fuerzas del mercado y la propaganda no han podido enfrentar esta crisis a ningún nivel ni en ningún país. La verdad es que las instituciones públicas que creamos como país, antes de que se implantara el modelo neoliberal, son las instituciones que hoy nos han permitido palear la crisis de salud y servirán para enfrentar la crisis económica que se nos viene. En primer lugar la emergencia la hemos tenido que enfrentar esencialmente con fondos públicos y con dinero de los trabajadores. También encontramos al frente de esta lucha a instituciones públicas que esas corporaciones, el sector financiero y empresas privadas han tratado de debilitar y destruir durante varias décadas. Entre esas tenemos el ICE que ha colaborado de manera importante en transformar una estructura existente en la CCSS en un hospital especial para pacientes del Covid-19. También ha fortalecido y ampliado las comunicaciones y los servicios digitales para un más eficiente manejo de la crisis, incluyendo la ampliación de cobertura y comunicación en zonas indígenas. La CCSS y el MS son otras dos instituciones públicas que han eficientemente tomado el control de toda la emergencia de salud, con una organización, una infraestructura y un personal de alto nivel. La primera se ha encargado de coordinar todo el plan de trabajo y la segunda ha tomado en mayor medida el manejo de los pacientes y del seguimiento de los infectados. Sobre estas dos instituciones ha caído buena parte del trabajo generado por la pandemia. Otras instituciones como el CNP y la FANAL han trabajado con eficiencia en la fabricación y distribución de insumos de tipo médico. También en la promoción de la producción y distribución de alimentos. Las instituciones de educación superior (TEC, UCR, UNA) se han incorporado al trabajo con el diseño y fabricación implementos médicos y medicamentos para el autoabastecimiento de los mismos. El INA incentiva y produce alimentos para las instituciones de bien social. La CNE ha trabajado enormemente en la logística de las ayudas a todo nivel. Todo esto nos lleva a entender que las instituciones que han sido., aún hasta el día de hoy, atacadas por esas fuerzas neoliberales, son las que se han convertido en esenciales para hacer frente a la situación y darle respuesta a las necesidades primarias de los seres humanos que vivimos en este país.

Con este panorama claro y habiendo constatado día a día el trabajo de estas instituciones, los trabajadores y organizaciones sociales de este país tenemos un enorme desafío. A pesar de las amenazas, de la ley anti-huelgas, de la situación precaria, el pueblo en general debe decidirse a protestar contra el abuso de los empresarios de Uccaep, el capital financiero y contra las televisoras (canal 7), periódicos (La Nación) y las radioemisoras que los respaldan. Protestar desde su casa, su whatsapp, su acera, su calle, su vecindario, su pueblo, su cantón o su ciudad. Hay que exigir que se escuche al pueblo y que se atiendan nuestras propuestas y el camino que queremos. De esta crisis debemos volver no a lo mismo de antes, debemos volver a ser mejores, menos egoístas, más solidarios, más propositivos, más conscientes, más politizados y más proactivos para cambiar el modelo de Estado Neoliberal y rescatar de una vez por todas lo más valioso del Estado Social de Derecho.

El camino

Tenemos que imaginarnos un mundo y un país diferente. Los ciudadanos debemos, a partir de las lecciones aprendidas, orientar nuestras acciones y nuestra ahora exigida participación política para promover nueva legislación, nuevas acciones y el trazado de un nuevo camino para la sociedad costarricense. Debemos buscar una sociedad menos rica en dinero y posesiones para unos pocos, pero más rica en salud, educación, solidaridad, en soberanía, equidad, igualdad y paz para todos. Ya sabemos que eso es lo realmente importante. Para iniciar este nuevo camino debemos en primer lugar sacar a la mediocracia de nuestros empresarios, de los poderes ejecutivo, legislativo y hasta judicial (1-Deneault). El mediocre representa el promedio, ajustado a un estándar social, un conformado. Este es el distintivo de nuestro sistema social actual en donde el individuo debe ser promedio, ni muy incompetente como para ser disfuncional, ni tan competente como para llegar a tener una buena conciencia crítica. Aquí la invasión de las normas empresariales destruye a los individuos y los somete al sistema. Esta mediocridad reina en el personal de las empresas neoliberales así como en los niveles de autoridad de los poderes de la república. La mediocracia desmantela la soberanía del Estado a favor de las corporaciones multinacionales (1-Deneault).

No debemos tener un Estado reverente ante instituciones como el FMI y el BM, no podemos seguir con sus recetas de estabilización económica, pérdidas crecientes de empleos y menos gasto social, liberalización comercial unilateral, monocultivo, extractivismo y destrucción del Estado con la privatización de bienes públicos como la salud, la educación, la seguridad social y de vivienda y la inseguridad alimentaria, la destrucción de las recursos naturales, autoritarismo, corrupción y sobreendeudamiento (2-Cepal).

Para dirigir el Estado que necesitamos es hora de que los ciudadanos exijamos en los puestos de autoridad y liderazgo a las personas más competentes y mejor preparadas para esas tareas, y emprender un nuevo camino orientado al bien de la colectividad. Por esto y para esto necesitamos, no un Estado de mediocres y debilitado, como quieren los neoliberales cobijados en UCCAEP, sino un Estado fuerte, con poderes, y orientado a trabajar por esa colectividad, un Estado que tenga como centro de nuestro esfuerzo colectivo el ser humano y no el enriquecimiento de unos pocos. Esto lo tenemos que exigir a toda costa.

Los ricos y los poderosos en este país posiblemente se resistan a perder sus privilegios y todo lo que el neoliberalismo les ha dado, pero evidentemente sus opciones de mantener esos privilegios se han reducido sustancialmente, y se acoplan a la nueva etapa con dignidad e inteligencia o deberán forzadamente verse involucrados en fuertes enfrentamientos sociales a los que no quisiéramos tener que llegar.

Las tareas

Y hacia donde nos debemos dirigir. Lo que sigue es un esbozo de las muchas áreas y tareas a las que tenemos que abocarnos y que la ciudadanía consciente debe apoyar. Por ahora el gobierno intenta poner la carga de la crisis económica en el sector público y en soslayar conquistas sociales y económicas de muchos años. Los protegidos de UCCAEP saben que si no le cargan toda la factura al empleo público y a la reducción del gasto público (lo que ha hecho el gobierno hasta hoy) tendrán que pagar impuestos y contribuciones adicionales. Pero dinero para la enfrentar la crisis existe en muchos otros estratos como veremos más adelante, así como propuestas innovadoras.

Este nuevo camino y este Estado necesario, que los ciudadanos debemos ahora exigir desde cualquier trinchera, debe desarrollarse en diferentes frentes y en temáticas que profesionales dignos y muy competentes, en el sentido de Deneault, ya han propuesto a la comunidad nacional. Intentamos aquí ser congruentes con la idea de abolir la mediocracia de los empresarios y del Estado. Esbozamos a continuación esas propuestas que la ciudadanía debe exigir para establecer el nuevo camino según lo proponen esos competentes y dignos profesionales costarricenses.

Sistema de salud pública

El sistema de salud pública (Ministerio de Salud y CCSS) debe fortalecerse aún más. Será necesario iniciar un camino firme para lograr cerrar la evasión de pagos a esa seguridad social y continuar en la vía de disminuir y acabar con la morosidad. Organizaciones sociales como FRENASS (Frente Nacional de Defensa de la Seguridad Social) deben recibir el apoyo de todos los costarricenses. Debemos todos juntos frenar cualquier intento de privatización de los servicios de salud.

Privatizaciones y seguridad social

Las privatizaciones de lo público y lo estatal deben detenerse de inmediato. Instituciones claves no pueden ser privatizadas bajo ningún criterio (MS, CCSS, CNP, FANAL, RECOPE, JAPDEVA, MEP, universidades públicas, fuerza pública, investigación primaria, el transporte público, las ferias del agricultor). Debemos, además rediseñar y hacer más eficientes instituciones encargadas de redistribución de la riqueza, y de la promoción social (IMAS, PANI; INAMU, INDER; DINADECO, RECOPE).

Deuda política

La deuda política para el 2018 fue de 25.000 millones de colones. Se propone reducir en un 66% la deuda política para redestinar esa enorme cantidad de dinero en parte a la emergencia inmediata, pero también a otras acciones como el mejor resguardo de fronteras y de mares y otras prioridades de seguridad nacional (3-Barahona).

Economía

– Zonas francas y exoneraciones

Se ha indicado que el beneficio neto de las zonas francas fue de 3.179 millones de dólares anuales (2011 a 2015) que es cerca del 6% del PIB, y sobre eso NO PAGAN impuesto de renta, y desde Julio del 2019 tampoco pagan IVA. Se sugiere que un impuesto de 9% para las zonas francas -que parece inclusive ha sido recomendado por el OCDE Y el FMI-pondría buen dinero a disposición de las instituciones encargadas de la crisis, cerca de 286 millones de dólares (4-Ordoñez).

– Sistema financiero

Evidentemente tenemos una enorme necesidad de regular el sistema financiero para que los costarricenses no sigamos regalando los frutos del trabajo a los banqueros usureros. Nuevamente se indica de parte de profesionales del país que pongamos coto, para proteger a la población y la riqueza que generan los trabajadores, a las tasas de usura de las tarjetas de crédito, A octubre del 2019 los ticos le adeudan a los bancos y banqueros 1.4 billones de colones o sea un 4.51% del PIB. Es casi una obligación moral ponerle un impuesto de solidaridad a estos entes bancarios. Solo una baja al 38% en las tasas permitiría a los ciudadanos no endeudarse más y contar con 10.000 millones de colones mensuales para sobrevivir a esta crisis (4. Ordoñez)

Otros profesionales muy competentes del país han dado su aporte en el tema económico. En esas propuestas se dejan de lado los planteamientos de la ortodoxia económica, los cuales permanecen atrapados dentro de las redes de sus conocidos prejuicios ideológicos. Los planteamientos de la UCCAEP y sectores afines, sumamente cercanos a los de esa ortodoxia, no son considerados, dado el carácter estrechamente gremialista, el tono ideologizado y el énfasis negativo que les caracteriza. (5-Vargas). Se presentan propuestas con un tono innovador y constructivo, y que asumen una perspectiva amplia.

La economía local

Vargas sugiere un gran esfuerzo nacional y estatal para reducir al mínimo los efectos económicos de la crisis (preservar los empleos, apoyar de forma especial a las micro, pequeñas y medianas empresas, a la economía social y solidaria, con apoyo a las personas pobres y más vulnerables, y a quienes se quedan sin empleo. Ese esfuerzo implica:

– elaborar con rapidez un programa de recuperación de la economía y el empleo

-También se propone crear un Fondo Nacional de Solidaridad Social para atender y aliviar los efectos sociales y humanos del desplome de la economía. Para esto se pide: aprovechar la baja de precio de los hidrocarburos trasladando esos dineros al fondo de solidaridad, unos 7000 millones mensuales. Adicionalmente se propone un recargo temporal solidario (gradual y progresivo), un impuesto sobre la renta a ingresos del trabajo como a ganancias de capital, impuesto a casas de lujo y automotores (se estima en 20 000 millones anuales). Además, se incluye el programa proteger al que irían los dineros indicados en los puntos anteriores. (5-Vargas).

A nivel internacional se propone de manera agresiva acceder a diversos organismos internacionales con financiamiento en condiciones muy favorables, así como el postergar pagos de la deuda externa, todo esto para auxiliar a las personas y mantener estabilidad cambiaria. Igualmente se podría postergar el pago de intereses de la deuda interna. (5-Vargas)

Pago de intereses y ahorro

Se propone la intervención del Banco Central en los mercados secundarios de la deuda pública para reducir las tasas de interés de los bonos del gobierno y liberar recursos para aliviar la situación fiscal y financiar tareas más urgentes. Reducir las tasas en 3 o 4 puntos significaría un ahorro de cerca de 600 mil millones de colones al año. (5-Vargas)

Producción de alimentos

Para eliminar el maltrato constante y mal intencionado contra el productor nacional, Vargas plantea que en este momento de crisis es impostergable el poder contar con alimentos sin depender tanto de los mercados extranjeros. Este apoyo estaría reforzado por un CNP orientado a comprar y redistribuir parte de esa producción nacional. Parte de los recursos financieros que se logren en el extranjero se destinarían a crear un fondo de subsidios (se sugiere unos 50 mil millones de colones) a pequeños productores para promover la producción alimenticia, así como promover la producción de alimentos básicos, agrícolas, pecuarios y de mar. Esto requeriría readecuar deudas de los productores, garantizar canales de comercialización de productores a consumidores, sin los distorsionantes intermediarios, garantizar el acceso a los insumos requeridos para el normal desenvolvimiento de la producción, y finalmente que el Estado garantice la compra directa, por medio del Consejo Nacional de la Producción. Una parte de la producción (podría ser alrededor de un 20%), se entregará como subsidio alimentario a las familias más pobres. (5. Vargas)

También se incluye en las propuestas de nuestros competentes profesionales un Programa de recuperación económica que implica un:

Compromiso patriótico: acordar un ambicioso programa de recuperación económica para recuperar la economía y el empleo,

Fondos externos: de los recursos provenientes de fuentes de financiamiento externo a las que se pueda recurrir, más los fondos ya disponibles (incluidos los $1.500 millones obtenidos mediante la emisión de eurobonos) y una vez cubiertas las necesidades perentorias, se reservarán los recursos posibles para financiar un amplio programa de inversión pública (4-5% como proporción del PIB).

Acuerdo nacional: en la ejecución de obra pública, se debe avanzar en un gran acuerdo nacional, que permita simplificar al máximo los procesos y trámites, incluyendo un compromiso explícito, tanto por parte del sector público como del privado, para no interponer obstáculos a esos procesos.

Prioridades: se priorizarán proyectos de fácil ejecución que generen muchos empleos y que de manera explícita procuren incorporar a las mujeres y favorecer las regiones más empobrecidas y rezagadas del país. Por ejemplo, para la reparación, ampliación y mejora de centros educativos; clínicas y dispensarios de salud; reparación de calles, carreteras, aceras, puentes, parques y espacios públicos, entre otras posibilidades (5. Vargas).

A largos plazos: tener un amplio programa para relanzar la infraestructura y la productividad, con prioridades en áreas como: energías alternativas; acueductos; transporte público; tratamiento de aguas residuales y recuperación de ríos contaminados; fibra óptica; un programa nacional de vivienda que, mediante avales y subsidios, le dé acceso a casa propia a familias cuyos ingresos se ubiquen por debajo del percentil 70; laboratorios de investigación en universidades públicas, comprometidos con la generación de conocimiento y tecnologías que favorezcan a micro y pequeñas empresas, cooperativas, emprendimientos sociales y solidarios y, en general, empresas de capital nacional. (5. Vargas)

La estructura de impuestos y la situación fiscal

Si realmente existe el propósito de que el reparto sea justo y equitativo, para ello debemos recurrir a un esquema progresivo de impuestos y subsidios, mediante un recargo temporal a algunos impuestos, y, quizá, la aplicación transitoria de otros tributos actualmente inexistentes. Que los recargos tributarios sean progresivos significa una cosa: lo pagarán quienes puedan pagarlos, y pagarán más quienes más capacidad de pago tengan, sin hacer ningún distingo entre lo público y lo privado. Se enfatizarán los ingresos, rentas y patrimonios personales y familiares, y solo accesoriamente la actividad empresarial. (6. Vargas)

Además, dentro de una reforma tributaria progresiva que alimente un Fondo Nacional Solidario y algunas otras necesidades urgentes debemos incluir:

– Recargo progresivo a los salarios netos suficientemente elevados, tanto en el sector público como en el privado. Podría ensayarse una escala progresiva de este tipo: 5% por encima de ₡1,5 millones mensuales; 10% por encima de ₡2,5 millones; 15% por encima de ₡5,0 millones; 20% por encima de ₡6,0 millones; 25% por encima de ₡10,0 millones.

– Recargo del 10% en el impuesto sobre la renta a empresas grandes (el cual, lo pagarán solo las empresas que tengan ganancias.

– Recargo progresivo al impuesto sobre rentas y ganancias de capital. Podrían establecerse cuotas marginales en el orden del 20, 25 y 30%, para montos lo suficientemente elevados, de modo que los pequeños ahorristas y propietarios queden protegidos.

– Incremento de un 50% en los impuestos de consumo sobre bebidas alcohólicas, cigarrillos, perfumes importados, u otras formas de consumo suntuoso o prescindible.

– Incremento temporal, durante el año 2020, del impuesto sobre autos de lujo, o cualquier otro tipo de vehículo de transporte (yates, helicópteros, etc.) de tipo suntuario. Podría ensayarse una escala de este tipo: 5% por encima de ₡10 millones; 7,5% por encima de ₡20 millones; 10% por encima de ₡50 millones.

– Incremento temporal, durante 2020, del impuesto sobre casas de lujo. Por ejemplo: un incremento del 50% en todas las tasas actualmente vigentes de este impuesto, para casas cuyo valor exceda de ₡1.978 millones de colones, cuya tasa hoy día es del 0,55%, pagarían un 0,825%).

– Impuesto del 0,5% sobre cualquier transacción en divisas (a fin de desestimular la exportación de capitales). (5. Vargas).

Energía

El bajo precio del petróleo no debe ilusionarnos. Hay que reemplazarlo como combustible y paulatinamente pasar a los vehículos eléctricos y de otras energías alternativas. El cambio debe impulsar el transporte público, importar buses eléctricos o de energías alternativas y si las empresas privadas, no pueden o no quieren, las rutas se pueden concesionar a cooperativas o gobiernos locales. También hay que recordar que el asfalto es derivado del petróleo, de tal manera que podríamos nacionalizar el cemento para construir calles y carreteras de cemento generando trabajo y desarrollo local.

ICE

Es imperante fortalecer al ICE en sus ámbitos de generación de energía y telecomunicaciones Es hora de liberarlo de las amarras de contratos leoninos que le obligan a comprar a las generadoras privadas a precios de capricho, sin necesidad. Debemos, además, permitirle que participe en la construcción de obras pública como en el caso de Cenare. La investigación en y la producción de energía renovable debe ser respaldada ampliamente.

¿Y Cómo organizar todo esto?

Dijimos en el inicio que todo lo propuesto debe ser apoyado desde la ciudadanía consciente y organizada, para obligar al gobierno. Es la ciudadanía organizada desde lo local, lo provincial y nacional la que debe exigir al gobierno sobre estas propuestas para reconstruir el país. La lucha del TLC y lucha contra el combo del ICE nos enseñó que debemos articular el tejido social, pero no al nivel de acuerdos de cúpulas de movimientos sociales (sindicales, ecologistas), sino articulando los movimientos desde las necesidades locales, buscando reunir la institucionalidad pública desde lo local sin depender de las élites políticas y económicas (7. Castro).

El gobierno tiene el deber de escucharnos, pero primero tiene la palabra el pueblo de Costa Rica.

  1. https://elcultural.com/alain-deneault-la-mediocracia-es-la-antesala-de-una-revolucion
  2. www.elpais.cr/2020/04/07 cepa-urge-nueva-lectura-de-la-crisis/
  3. www.larevista.cr/pablo-barahona-propuestas/
  4. www.informa-tico.com/31-03-2020/másimpuetos-salarios-grupos-exonerados-ganancias- banqueros-usura
  5. https://soñar-con-pies-en-la-tierra-blogspot.com Costa Rica: Apuntes para un Programa

 Económico urgente frente a la crisis del Covid.19.

  1. https://soñar-con-pies-en-la-tierra-blogspot.com Opciones frente a la Crisis Económica.
  2. https://www.larevista.cr/mauricio-castro-como-nos-repensamos-de-cara-a-un-bicentenario-que-nadie-imagino/

A estas propuestas podemos agregar contribuciones de otros profesionales dignos que sean diferentes a la línea de gobierno y fuera del paradigma neoliberal.

 

Enviado por el autor.

Sea parte de SURCOS:
https://surcosdigital.com/suscribirse/