Análisis prospectivo de las carreras y profesiones del futuro UNA

Viernes 30 de abril, 2021
Panel: 6, 7, 8.
8.00 a.m. a 12 m.d.

UNA ANALIZA LA SITUACION DE LAS PROFESIONES Y CARRERAS A FUTURO

Estudios Generales, Ciencias de la Tierra y Mar, Arte y Cultura

La Universidad Nacional de Costa Rica-UNA lleva a cabo el proyecto institucional denominado: “Análisis Prospectivo de las Carreras y Profesiones del Futuro UNA”, cuyo objetivo es hacer una revisión al interior de la UNA y proyectarse a futuro para atender las necesidades PAIS a nivel curricular, es decir, analizar desde la prospectiva estratégica las carreras actuales y visibilizar los nuevos retos de formación profesional que debe asumir la Universidad Nacional de cara a las demandas de la sociedad.

De esta forma los días 29 y 30 de abril del 2021, realizó un encuentro académico bajo la figura de Webinario con la participación de autoridades, académicos, estudiantes, funcionarios de la UNA, así como prospectivistas latinoamericanos de la Red Colombiana de Prospectiva, la Red Iberoamericana de Prospectiva y Millenium Proyect, organizaciones que apoyan a la UNA en este esfuerzo y se destacan por sus análisis de enfoques prospectivos de alta trayectoria en Latinoamérica y el Caribe.

El presente es un resumen de lo compartido el viernes 30 de abril de 8.00am a 12 mediodía por medio de la presencialidad remota, que corresponde a los Foros o Panel 6,7,8 abordados en el transcurso de la mañana.

El panel número seis del Webnario y primero del día viernes se abordó el análisis prospectivo de los Estudios Generales e inició con la apertura de la Master Sonia Déciga Campos, especialista en tendencia globales, prospectiva de la política global y complejidad; académica de la Universidad Autónoma de México y miembro del Comité de Prospectiva Gubernamental en el Instituto de Administración Pública del Estado de México. La experta presentó el tema “El Futuro de la Formación en Estudios Generales y Humanidades” y lo abordó desde tres grandes puntos, el primero corresponde a lo que esta pasando en la actualidad y que posibles cambios traerá más adelante; el segundo corresponde a los retos a futuro de las profesiones en este ámbito y el tercero es como construir un mejor futuro para esta área de estudio.

Déciga explicó que los cambios que enfrentamos actualmente suceden cada vez con mayor velocidad, donde todo es efímero, y por ello la incertidumbre es cada vez mayor; además, expone que la sociedad actual se caracteriza la inmediatez y por esto es necesario una visión prospectiva y la habilidad de la adaptabilidad, así como poder abordar las problemáticas desde la multidisciplinariedad.

En relación con los estudios generales, comentó que las carreras relacionadas con las ciencias e ingenieras han cobrado cada vez relevancia, por ello, se ha ido perdiendo interés en las ciencias sociales y humanidades, sin embargo, estas permiten la construcción del conocimiento, impactar el desarrollo social y económico, fomentar la justicia, equidad y ética; gozar de la naturaleza y el arte.

Respecto a los retos, la experta explicó que hay dos grandes de ellos, el primero corresponde a la necesidad de recursos para hacer “rentables” los estudios generales, ya que, lamentablemente, nos encontramos en un sistema donde todo debe ser rentable a pesar de que la producción académica va más allá de esto; además, se tiene la idea de que “la inversión en humanidades es poca ya que solo se necesita de libros y computadora”, lo cual es falso. El segundo reto corresponde al desarrollo de nuevas habilidades y competencias como adaptabilidad, aprendizaje continuo, creatividad, gestión de las emociones, innovación, liderazgo, comunicación, integridad, responsabilidad, iniciativa y pensamiento crítico, entre otros; donde las humanidades juegan un papel fundamental en la formación holística de profesionales en todas las áreas.

Finalmente, Déciga concluye que los estudios generales y Humanidades pueden tener un buen futuro si se incluye las humanidades en el desarrollo de Inteligencia Artificial, en la formación de profesionales, en el uso adecuado de las tecnologías y en la toma de decisiones basados en ética, relaciones sociales y comportamientos de la sociedad. Asimismo, los profesionales en humanidades deben formarse desde la multidisciplinariedad.

Posteriormente, el PhD. Juan Diego Gómez Navarro, Decano del Centro de Estudios Generales CEG-UNA, compartió algunos hallazgos obtenidos en los talleres de prospectiva realizados al interior del Centro con diversas unidades académicas y actores de dicha instancia. Reflexionó sobre el papel la UNA en Costa Rica, reafirmando que la Universidad Nacional es una  institución que se caracteriza porque busca la equidad en la composición social de los estudiantes, la extensión e investigación, el desarrollo científico para los intereses de nuestro país, la vinculación con las problemáticas de la sociedad para formar integralmente los futuros profesionales, quienes fomentarán el desarrollo de la sociedad costarricense en ciencias, arte, humanidades y diversas áreas del saber.

En este contexto el Centro de Estudios Generales-CEG-UNA es el área multidisciplinaria más amplia de la universidad y trabaja desde la complejidad, interdisciplinariedad y humanismo para enfrentar los retos de la vida social, política, el ambiente y desarrollo en el siglo XXI.

Gómez, rescató que para los próximos diez o veinte años se espera que el CEG-UNA pueda desarrollar más trabajo de investigación, docencia y extensión relacionado con la multidisciplinariedad junto a otras instancias académicas; respecto a los factores de estos cambios, se proyecta que sean pensados al quehacer social actual como ambiente, ética, valores, derechos humanos, diversidad y equidad.

Asimismo, se espera que el desarrollo de la tecnología permita mayor difusión de información por el internet, las redes sociales virtuales e inclusivas de alta velocidad, la economía digital, el gobierno abierto y electrónico y la revolución de datos. Finalmente, sobre la empleabilidad en el área, se indicó que se debe dar un enfoque metodológico de la oferta curricular con base a las características actuales y fortalecimiento del vínculo con el resto de la universidad, para generar espacios humanistas paralelos a la formación profesional.

A modo de síntesis de lo expuesto en este sexto panel la Master Marcela Hidalgo Solís. Asesora de la Vicerrectoría de Docencia en calidad de relatora de la actividad, recalcò la importancia de la sinergia entre áreas académicas ya que la labor de los estudios generales se limitaría si se trabaja “intramuros”, además, mencionó la necesidad de la adaptabilidad ante “la única constante: el cambio”, ejemplo claro es lo sucedido en el 2020 con los cambios generados por la pandémica por el COVID-19. Asimismo, Hidalgo añadió la debilidad que ha observado en las clases donde las nuevas generaciones presentan dificultad en comunicarse socialmente fuera de medios digitales, por ello, el trabajo en equipo y la creatividad; refuerza el ámbito laboral y evitar despidos en lo laborar por falta de habilidades blandas, por ello, los estudios generales y Humanidades cobran fuerza como herramientas para enfrentar solventemente la vida cotidiana. Concluyó, que ser consciente de estas necesidades implica que como universidad se debe tomar las medidas para garantizar que las humanidades y estudios generales realicen su labor, lo que a largo plazo podría generar que no haya preocupación por la prevalencia de estas.

Finalmente, el panel cerró con un espacio de comentarios y preguntas, donde se habló sobre cómo integrar las humanidades en los técnicos profesionales de institutos y en universidades privadas que no poseen Centros de Estudios Generales, también se mencionó sobre cómo integrar las humanidades a la Inteligencia Artificial-IA.

Al respecto, la Master Sonia Déciga comentó sobre la importancia de la profesionalización docente, así como considerar que estamos en una época de transición, por lo que los docentes actuales fueron formados de una forma diferente a lo que necesitan las generaciones actuales, es decir, es importante adaptar y capacitar a los docentes para la enseñanza del siglo XXI y repensar la forma de educar, además, revisar los planes de estudio actuales con el fin de incluir en el currículo las habilidades blancas y fomentar la integridad de la formación a los largo de toda la carrera.

Por otro lado, Gómez reforzó la importancia de fomentar los estudios generales en los planes en los institutos y universidades privadas, así como ver la IA y el uso de tecnologías como instrumento para comunicar, empezar desde el arte, desde las ciencias sociales y dar una visión del mundo ética, holística, con pensamiento crítico, creatividad y humanismo.

El Rector de la UNA, Master Francisco González Alvarado, llamó a la reflexión e indicó que si se sigue sujetos a estructuras basadas solo de contenido será difícil realizar las adaptaciones necesarias que se han venido presentando en este Webinario, es decir, más que el contenido mismo, es dar espacios a las humanidades donde no se este ceñido a estructuras tan rígidas y se pueda profundizar las habilidades que permiten interpretar la realidad. Las humanidades deben formar parte de la formación en todas las áreas desde una visión menos estática.

El siguiente panel (número 7) abordó el tema del futuro de las profesiones de las Ciencias de la Tierra y el Mar, cuya apertura fue realizada por la Ing. Viviana Villarraga Ortiz, investigadora asociada de prospectiva de la Universidad Externado de Colombia, con experiencia como asesora en cámaras de comercio e investigadora en prospectiva estratégica, desarrollo sectorial y territorial.

Villarraga comentó los posibles cuatro mundos del trabajo para el 2030: el denominado mundo rojo donde se verá una competencia por dar a los consumidores lo que quieren de forma innovadora; un mundo azul marcado por el capitalismo de las grandes empresas; un mundo verde caracterizado por la responsabilidad social y confianza, y, finalmente, un mundo amarillo conformado por empresas sociales y comunitarias. Enfatiza, a partir de estos mundos, que el futuro no es el mismo para cada profesional.

Por ello, Villarraga señala la importancia de entender hacia donde nos dirigimos como sociedad, por lo que se debe analizar señales como las tendencias, que pueden ser señales fuertes; los “cisnes negros”, es decir, aquellas con baja probabilidad de ocurrencia, pero si suceden son significativos; y las señales débiles, que corresponde a aquellas que ya están sucediendo, pero aún no tienen tanta fuerza, pero más adelante puede ser de alto impacto.

Respecto a las tendencias, la experta las clasifica en las megatendencias, mundiales; las tendencias regionales, que se desarrollan por zona, y las tendencias sectoriales, que van en función de particularidades socioculturales en énfasis determinados. Posteriormente, comentó algunas tendencias del sector agropecuario como uso de drones para transporte y análisis, la demanda en la producción de alimentos por el crecimiento de la población mundial y atender el decrecimiento de la pobreza, donde se observa mala distribución de alimentos, así como la influencia del cambio climático.

Otras tendencias sectoriales que pueden influir son la digitalización, el desarrollo de la biotecnología, el crecimiento económico y la globalización, políticas y marcos normativos, entre otros, como se aprecia en la imagen.

Estos son aspectos se traducen al futuro esperado para las profesiones de las Ciencias de la Tierra y el Mar, en este sentido, la experta recalcó el desarrollo de habilidades que, según el Foro Económico Internacional, las más relevantes serán resolución de problemas complejos, aprendizaje activo y nuevas estrategias de aprendizaje, pensamiento analítico, creatividad, pensamiento crítico, originalidad, iniciativa, liderazgo, influencia social; resiliencia, tolerancia al estrés y flexibilidad; manejo de tecnología, pero no solo en el uso sino en el diseño y programación donde este será incluso un tercer lenguaje que se va a tener que desarrollar.

Otro estudió señaló que las habilidades manuales van a presentar una disminución, las habilidades cognitivas se mantendrán, mientras que las habilidades sociales y tecnológicas presentará un crecimiento considerablemente alto. Y finalmente, una publicación de Forbes señala las habilidades ya mencionadas anteriormente como la creatividad, inteligencia emocional, pensamiento crítico y analítico, liderazgo; así como otras habilidades como el aprendizaje con mentalidad de crecimiento, el juicio y toma de decisiones, comunicación interpersonal, diversidad e inteligencia cultural, abrazar el cambio ya sea adaptándose o fomentándolo.

Respecto a los perfiles de los agricultores, Villarraga indicó que los actuales se caracterizan por la adaptabilidad, diversificación, especializados, patrimonialización familiar, la agricultura de semi-subsistencia y corporativos; por su parte, los emergentes se caracterizan por la búsqueda de regeneración, responsabilidad social, la agricultura como estilo de vida, micro-agricultura urbana, como generadora de ambiente en interiores y la implementación de biotecnología.

Esta agricultura emergente se caracteriza por la innovación, la cual puede evaluarse desde SOI (sustainability-oriented innovation) que se define como los cambios intencionales para un propósito especifico social y da valor ambiental con rendimiento económico, para ello, debe considerar el ciclo de vida de los productos, es decir, revisar la cadena de producción desde la obtención de las materias primas, hasta la distribución y desecho de residuos.

El M.Sc. José Fabio Chaverri Fonseca, Decano i.a, Facultad de Ciencias de la Tierra y el Mar, presentó las conclusiones e inquietudes de la Facultad respecto a la prospectiva en el área correspondiente, para cada una se mencionó elementos a favor de la vigencia, así como en contra. Es importante destacar que esta unidad académica esta conformada por la Escuela de Ciencias Geográficas, Escuela de Ciencias Agrarias, Escuela de Ciencias Ambientales, Centro de Investigaciones Apícolas Tropicales, Instituto Regional de Estudios en Sustancias Tóxicas, Instituto Internacional de Conservación y Manejo de Vida Silvestre, Instituto de Investigaciones y Servicios Forestales y Observatorio Vulcanológico y Sismológico de Costa Rica.

Chaverri comentó que se prevé cambios y contracción del mercado, al respecto hace una serie de señalamientos importantes de mencionar como: implementación de tecnologías limpias, competencia con otras instituciones educativas, emergencia de nuevas áreas laborales, desarrollo de nuevas normativas e indicadores, participación de las comunidades, necesidades de habilidades blandas, salud pública y ambiental con interés prioritario. Dentro de los criterios a favor se observa la popularización de tecnologías, una generación moderna interesada por la sustentabilidad, la salud y la búsqueda de la calidad integral como meta de producción, por otro lado, en contra se presenta el desconocimiento de aspecto básicos.

El Decano expuso que podrían generarse cambios en contra si se afecta la normativa nacional que genere perdida en la institucionalidad universitaria, las características propias de las nuevas generaciones, las tendencias globales como manejo de conflictos, gestión de riesgo, cambio climático, recursos hídricos e implicaciones sociales, económicas y territoriales; entre otros. Lo criterios a favor corresponden a la actualización del profesorado, la internacionalización del perfil de salida y vinculación con el mercado internacional, así como las necesidades de comunidades y Gobierno sobre la adaptación y la mitigación frente al cambio global. Mientras, en los criterios en contra se ubica la competencia entre profesiones, modelo de desarrollo país caracterizado por algunas problemáticas como pobreza, carencia de las habilidades de comunicación y falta un segundo o tercer idioma y la mercantilización de la educación universitaria.

Respecto a la influencia de la tecnología en la cuarta revolución industrial caracterizada por una alta influencia en las profesiones, se citan algunos criterios a favor como la recolección y análisis de datos, desarrollo de ciudades inteligentes y uso de la inteligencia artificial, por otro lado, en contra se prevé las deshumanización del trabajo profesional, aumento de la brecha tecnológica entre la población, limitación al acceso al equipo más moderno y poca inversión a nivel de agricultura y agroindustria.

Chaverri, agregó que en cuanto a la empleabilidad se espera un desplazamiento de algunas profesiones y se verá desempleo para aquellos con poca o nula actualización profesional para los contextos futuros, por ello, considera importante destacar la vigencia de las profesiones de Tierra y Mar en áreas como sustentabilidad para abordar energías alternativas, carbono neutralidad, gestión de residuos, tecnologías limpias, educación ambiental, sistemas financieros con apoyo e iniciativas verdes, innovación en sistemas productivos sustentables e inclusivos, eco-innovaciones, cambio climático; enfoque en biodiversidad, poblaciones y ecosistemas y alianzas entre gobiernos y poblaciones.

Finalmente, el Decano concluye mencionando la realización del futuro Seminario Web de la Facultad de Ciencias de Tierra y Mar, donde se abordarán temas como sistemas alimentarios, producción forestal, ecosistemas, sismologías y erupciones, cambio climático, ordenamiento territorial, biomasas y la Agenda Nacional de Bioeconomía 2020-2030, la cual esta articulada con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030 de las Naciones Unidas, de esta forma la facultad ha estado desarrollando investigaciones en economía circular. Cierra con la frase: “la tecnología es un instrumento, no un destino”. Segura, Olman.

A modo de síntesis, el Master Oscar Castro Vargas, asesor de Vicerrectoría de Docencia y Relator, retomó las principales ideas expuestas por Villarraga y Chaverri, sobre la relevancia de darle un fin o motivo a las herramientas tecnológicas, asimismo, el papel de la participación social de los agricultores, el reconocer y afrontar el reto del cambio climático, el manejo sostenible de los recursos naturales, el desarrollo de habilidades blandas, la innovación considerando el contexto para responder las necesidades, es decir, no innovar por innovar, sino implementar habilidades como pensamiento crítico, para responder a las necesidades considerando los cambios del futuro. También, reforzó como las nuevas generaciones deben desarrollar las habilidades sociales, emocionales y resiliencia para el profesional que queremos en un futuro.

El panel cerró con participación de los asistentes en la sala ZOOM y quienes seguían el Foro por el Facebook de EPPS.-UNA que comentaron si  se podría desarrollar tecnologías que reemplacen el rol de la tierra para generar productos básicos, también sobre si el mar podría ser un escenario significativo para la seguridad y soberanía alimentaria considerando la concentración de propiedad sobre la tierra y la influencia que tendría esto en la educación en las Ciencias de la Tierra y el Mar.

Al respecto, Villarraga dijo que efectivamente el suelo no es estrictamente necesario para producir alimentos, el punto es determinar cómo hacer uso de esa tecnología y tomar acciones adelantando para construir este desarrollo, además, la producción actual de alimentos es suficiente para alimentar a la humanidad, sin embargo, hay una problemática en la distribución de la comida lo cual debe abordarse desde muchas aristas y áreas académicas. Por su parte, Chaverri, indicó que las características orgánicas de alimentos sintéticos son diferentes a las de alimentos producidos empleando el suelo, así mismo cita un ejemplo de estudios que ha realizado donde las plantas que eran forzadas a producir con fertilizantes excesivamente podría tener menos calidad que las que no fueron forzadas, además, el mercado es diferente según cuanto haya de ese recursos; respecto al mar, mencionó la importancia de trabajar articuladamente con las Ciencias Biológicas para explorar el gran territorio marítimo que es 10 veces mayor que el territorio terrestres del país.

Para cerrar la jornada de la mañana del viernes 30 de abril, se abordó el octavo panel con el tema: “Futuro de las Profesiones del Arte y Cultura”, para ello, se contó la participación de la Dra. Alethia Berenice Montero Baena, prospectivista latinoamericana, directora de World Futuro Sociaty Capítulo Mexicano AC, cocreadora de la psicología de la anticipación y coordinadora de componente prospectiva e innovación social y educativa de la Red Abierta de Innovación y Prospectiva para América Latina y el Caribe.  Montero, se refirió al estigma que se tiene del arte como actividad laboral al ser devaluado a como una profesión que no da de comer, donde la situación mundial con la pandemia COVID-19 ha venido a sacudir más a los artistas, incluso la UNESCO implementó la campaña #ResiliArt para mantener la industria en este contexto.

La expositora reforzó la importancia de las profesiones artísticas ya que son portadoras de identidades, valores y significados, no es meramente entretenimiento, sino es terapia, sabiduría, existencia, expresión, ánimo y sanación. De esta manera, se espera que los nuevos avances tecnológicos permitan incursionar a las artes en nuevos modelos yendo más allá de los espacios físicos, por ejemplo, en el teatro, implementando videos o presencialidad remota vía teleconferencia; también, el arte digital que implementa la realidad virtual al crear lienzos 3D:

“La nueva normalidad implica una discusión artística y ética, donde se puede observar la vulnerabilidad de la esfera cultural, así como la de profesiones artísticas, donde se observan ministerios de cultura casi inoperantes y gobiernos con poca inversión; mientras que las artes digitales ya empiezan a cotizar con criptomonedas”.

Lo anterior refleja la importancia de que las profesiones artísticas construyan sus alternativas futuras, estructurando nuevos modelos culturales, de autogestión, asertivos, creativos, transformadores, inclusivos, interculturales y aborden los nuevos desafíos. Incluso la experta señaló que debe considerarse las nuevas construcciones sociales como la relación con el arte y la ciencia, transdisciplinariedad en la investigación, trabajo en equipo, conocer los modelos de consumo y la audiencia, la hipermodernidad, los contenidos inmediatos contra la cultura institucionalizada.

Como cierre, Montero presenta el testimonio de la colega Jessica Bastidas docente universitaria en artes circenses de la Universidad Autónoma de México y egresada de la especialidad de “Diseño del Mañana”, quien comentó las nuevas tendencias en el arte, como la búsqueda de la audiencia, de ser exclusiva y participativa, la especialización desde jóvenes por el acceso a tecnologías, lo que puede generar que si los centros académicos no se modernizan podrían desfasarse de los estudiantes, también, se encuentra el networking que genera artistas que ya no necesiten de intermediarios, proyectos, festivales autónomos, residencias, las actividades hibridas con participación virtual y presencial, la diversificación de contenidos con IA, generar galerías virtuales con pago con criptomonedas u otras alternativas digitales, el acercamiento de los fans por medio de las redes sociales y los embajadores de marcas que son artistas que colaboran exclusivamente con una marca o empresa.

La Master Tatiana Rodríguez Mejía, directora de la Escuela de Arte y Comunicación Visual presentó las conclusiones e inquietudes del Centro de Investigación, Docencia y Extensión Artística-CIDEA-UNA respecto a la prospectiva de dicha área. Este centro esta conformado por la Escuela de Arte Escénico, la Escuela de Música, la Escuela de Arte y Comunicación Social y la Escuela de Danza.

Rodríguez señaló que los principales cambios para el futuro de las profesiones en el área de las artes son las transformaciones y tensiones en el contexto social desigual, las crisis medioambientales, el cambio económico mundial, la presión por acceso de recursos, conflictos territoriales y políticos, nuevas ideología, así como  las tecnologías emergentes y diversificación del mercado laboral, las actualizaciones teóricas, metodológicas y tipológicas de las categorías del arte y, por último, el debilitamiento del Estado Social de Derecho en Costa Rica. Estas variables podrán observarse en el fortalecimiento del alcance de las artes, la estimulación de destrezas y habilidades como autogestión, trabajo colaborativo generando interconexión de saberes, pensamiento crítico, creatividad, sensibilidad, diversidad, destrezas de manejo de recursos tecnológicos digitales.

Rodríguez, dijo que lo anteriormente expuesto se puede desarrollar si se genera un contexto institucional donde que las carreras artísticas sean fortalecidas, generar un marco institucional y visión del Centro que permita una estructura dinamizadora de la articulación de las artes con otras disciplinas potenciando la cultura y riqueza patrimonial. Esto se verá reflejado en el mercado laboral donde se mantendrán oportunidades de empleo tradicionales y nuevas áreas en comunicación, enseñanza y otras áreas emergentes; esto siempre impulsando los principios éticos hacia la sustentabilidad, solidaridad y bienestar común.

La académica reflexionó en la influencia que tienen hoy día las tecnologías y desde esa realidad brindar espacio a una reflexión de la condición humana y de igual forma a los nuevos retos y oportunidades para el desarrollo, redimensionando el arte para abrir nuevos espacios para su desarrollo, impulsar el impacto entre espectáculo pieza escénica y espectador, la adaptación fluida y el diseño digital. Sobre el empleo, indicó la directora que las artes tienen que incursionar en formas de trabajo fuera de lo tradicional, además para salir de las estadísticas de desempleo y subempleo debe adaptarse a las nuevas tendencias.

La Master Marianela Delgado Fernández, formadora de docentes y estudiantes en el tema de las tecnologías, asesora de la Vicerrectoría de Docencia, indicó que, sobre las ideas de Montero y Rodríguez, es evidente que el arte es tan antigua como la existencia humana, pero para ello es imprescindible contar con los profesionales del arte para poder incursionar en la expresión artística y cultural. Afirmó que los artísticas son verdaderamente resilientes, sin embargo, con la pandemia se observa las grandes problemáticas económicas que enfrentan y aún así se mantienen repensándose y desarrollándose.

Para el cierre del Panel, las y los asistentes se refieron al impacto de la pandemia COVID-19 en las profesiones artísticas, sobre la red social el TikTok y sobre la importancia de “aprender el oficio antes de la profesión”. A ello, Rodríguez señaló la gran problemática que ha sido para las áreas de danza, música y teatro, mientras que las áreas audiovisuales más bien han visto un aumento en la demanda de material gráfico, ante ello, las artes han tenido que desarrollarse en estos contextos. Respecto a las redes sociales, agregó que se pueden generar problemáticas, sin embargo, abre una posibilidad de ampliación; de igual forma la implementación de tecnologías, en esta dimensión no se puede dejar de lado el componente humano. Y, por último, los insumos de formación son básicos en la preparación de los profesionales, por ejemplo, el cuerpo para el movimiento en la danza, concluyó la académica.

Enlace a Panel: 6, 7 y 8 completo:

Facebook: https://www.facebook.com/eppsUNACR/videos/1187304891734517

Por:
M.Sc Daniel Alejandro Cavallini Espinoza- Académico UNA.
Dr. Juan Carlos Mora Montero. Académico UNA.
M.Sc Efraín Cavallini Acuña-Académico-UNA