Continuidad de un ministro de Hacienda

Miguel Ureña Cascante

Si un ministro de Hacienda o un presidente del BCCR, debiera ser electo por la Asamblea Legislativa, tal cual lo hacen con los magistrados… ¿Que pasaría?

Quizá se ha preguntado, estimado lector, que el elegir un rector para el Ministerio de Hacienda, que no reúna el perfil adecuado, que tenga claridad del problema económico de una nación, o bien a partir de la lectura, experiencia y conocimiento cuál sería la estrategia a seguir para asegurar que su gestión tenga un impacto positivo en el país, y que no venga luego un charlatán y nos sumerja en una crisis fiscal y económica sin precedentes. Mi posición es que lo elija el Pueblo.

El juramento apócrifo según sus creencias de lo más sagrado de sus raíces bíblicas, o el juramento hipocrático tal cual médico al cumplir sus funciones y darlo todo para aplicar la medicina, cuando un funcionario público asume un puesto delegado por el Señor Presidente o el Consejo de Gobierno en caso de autónomas, es curiosamente el único instrumento quizás para poder señalar a un civil, quién paso del anonimato a ser una figura pública, en cuestión de unas horas.

La visión social y fiscal, no le basta una instrumentación teórica, requiere un análisis modesto de los hechos y una gran visión, de los impactos en los efectos o fines perseguidos y cómo modificar su ruta de requerirlo.

Hoy pareciera señor ministro, su actuar sigiloso, lejos del trajinar de las hojas secas cuando se pisan, en silencio, parece ser que el jaguar que circula en las redes sociales es únicamente producto de su gestión, y visión, tal cual director de orquesta sinfónica, sin olvidad también, que en la orquesta no hay permiso de desafinar para sus integrantes.

Entonces, estimado lector, si en países del primer mundo, un gran ministro o tesorero del Estado se elige por la tecnocracia y hallazgos, ¿por qué aquí sólo podemos hacerlo presidente? Desearíamos, continúe gobernando el futuro de una nación, y que la sobreabunde con su gracia y conocimiento tal cual pintor de la capilla Sixtina en Roma, logre impregnar el lienzo cuya obra perdure por cientos de años.

La economía como tal es muy trivial, a veces bien a veces mal, pero en las manos de un “MIGUEL ÁNGEL”, ese pincel llamado cerebro, podría dejar manifiesto el camino para, en lugar de una cuesta hacia arriba, sea una pista en línea recta y al nivel adecuado y con los carriles para un ir y venir de los efectos mismos; sin mayor preocupación para un país, tal cual yacimiento de oro en CRUCITAS, el cual vi en terreno virgen, ahora la cantidad de cráter que tiene producto de la invasión de los coligalleros, me explico, un tesoro, que a simple vista nadie explotó industrialmente, pero artesanalmente se lograron extraer millones de onzas en las narices de un país que pudo haberlas sostenido en sus reservas, provocando esa acción como se tenía previsto en el proyecto con la Empresa NOVONTAR, quizás haberlo realizado formalmente, hoy el dólar llegaría no a 500 sino a 100 por el volumen quizás de reserva en oro que podríamos sostener.

Ese conocimiento sin explotar, o bien explotado, podría hacer que la vida de una nación cambie, para bien o para mal, pero si la nación lo protege, no dudaríamos, sea muy positivo para ese país que protege ese conocimiento y lo resguarda para su bienestar. Y emprendiendo las políticas y estrategias, pone a volar tal cual ÁGUILA, a una nación completa. Cero retórica o retahíla, está así demostrado sobradamente con hechos.

Un buen economista, es el resultado de aplicar las tendencias, modelos y estrategias que traen resultados positivos a una nación. Jaguar dirían o gurú en términos coloquiales de lo que hoy prolifera. Esta persona si se encuentra en el medio debe brindársele reconocimiento pleno y seguir apoyando sus iniciativas, ya que logró quizás reconocimiento en sus detractores, nadie lo creía posible, y a pesar de tener el mundo en su contra lo logró.

Esa es mi percepción de lo que hoy tenemos al frente, el alumno superó a la maestra, quizás su origen y don social, ayudaría a complacer más el Estado Social menos favorecido, aunque otro estrato exija recursos para la seguridad también y se les diera un paliativo para motivar la entrega en el cumplimiento de sus fines, es válido ciertamente, compañeros que exponen su vida en el combate a la delincuencia, no hay dinero en el mundo que pague su entrega.

De igual manera, un gerente financiero, gana por resultados positivos en los indicadores de la empresa, la nación como empresa universal igualmente debe reconocer ese trabajo a quienes lo logran, de ahí, mi interés en rescatar la actuación ministerial y de toda la orquesta Hacendaria, ahora; si usted lo minimiza es su problema, pero Hacienda puede poner a volar un país, pero también si hace mal las cosas hundirlo, ¿y usted cuál escenario quiere?