Miguel Sobrado
El 20 de enero de 1973, se constituyó la Cooperativa de Autogestión El Silencio con 60 socios, ex obreros bananeros desempleados y campesinos sin tierra que presionados por las necesidades de sus familias invadieron las 500 has que quedaban sin vender, de la finca El Silencio de la United Fruit Company.
Fueron desalojados y encarcelados hasta tres veces, pudieron finalmente obtener las tierras, en primer lugar, por su capacidad de organización y el respaldo solidario de las organizaciones comunales; de conducción de la lucha y el peso nacional que tenían las organizaciones campesinas, de la Federación Nacional Campesina. En tercer, pero no menos importante fue el de la alianza que se estableció con el entonces gerente del ITCO, don Teodoro Quirós y el padre Alfaro Gerente del IMAS. Ellos actuaron con decisión para apoyar a los campesinos, enfrentándose a la presión de los políticos que querían comprar la tierra barata a las fincas bananeras. Cuando la Fruit Company estaba interesada en adelantar la fecha de sus acuerdos con el Estado y poder llevarse Panamá instalaciones y equipo que requerían allá. La decisión de don Teodoro de comprar la finca para la cooperativa motivó que en la Junta Directiva del ITCO, se pidiera su destitución. Se generó un conflicto muy fuerte en que don Teodoro defendió su posición diciendo que “a él lo habían puesto ahí para entregar tierras a los que no tienen y no a los que ya tienen”. En este conflicto intervino con fuerza a favor de don Teodoro doña Julieta Pinto, la escritora que fue a hablar con el entonces presidente de la república don José Figueres Ferrer, y le pidió que la nombrara en la Junta Directiva del ITCO para apoyar a Don Teodoro. Don Pepe le dijo que en ese momento no era posible, pero intervino, poniendo orden para mantenerlo como gerente. En su lugar la nombró como miembro la Junta Directiva del IMAS, desde la cual veló porque no faltaran los alimentos en etapa difícil del nacimiento de la cooperativa. Así era doña Julieta, además de buena escritora y docente, era una dama de gran belleza y señorío, que actuaba eso sí, con firmeza y autoridad personal desde posiciones de bajo perfil. Lástima que la muerte la sorprendió un mes antes de este aniversario a sus 101 años.
Don Teodoro habría autorizado la formación de una cooperativa de autogestión, a instancias mías y por el Consejo de don Clodomiro Santos de Morais, eso sí como un experimento. Un día me llamó y me dijo que, de acuerdo con informes de sus técnicos, los cooperativistas estaban haciendo mal manejo de los fondos y que como él era el responsable de la institución, iba a cancelar el experimento. Yo le dije ´´ vea don Teodoro, si lo que sus técnicos dicen es cierto tiene toda la razón, pero yo tengo otra información que no coincide con la versión de los técnicos locales, ¿qué le parece si convoca a sus técnicos y al Consejo de Administración a su oficina y los confronta? Así lo hizo don Teodoro y como Contra el nacimiento de Coopesilencio, estaban no solo los que querían comprar la tierra barata, resultado, al oír la versión de los cooperativistas el “experimento” continuó ya como una realidad.
Más adelante con el cambio de gobierno llegó al ITCO don José Ml Salazar, quien consideraba a las cooperativas de autogestión cooperativas “comunistarias” e hizo todo lo que pudo para que se parcelaran. Las cooperativas sobrevivieron con grandes penas ya que el ITCO, a cuyo nombre se encontraban las tierras, se negaba a dar el aval para los créditos y los socios tenían que dar fianza cruzada para seguir operando. Muchas cooperativas se vieron obligadas a parcelarse, por lo difícil de obtener créditos, pero un puñado entre las cuales estaba lidereando Coopesilencio se mantuvo y creó la Federación FECOOPA, a pesar de las penurias y así al llegar al gobierno Rodrigo Carazo , las cosas cambiaron ya que hicieron una alianza con Carlos Manuel Echeverria viceministro de Planificación, en la que intervino activamente don Gonzalo Ramírez Guier de la UNA, para crear la Comisión Permanente de Cooperativas de Autogestión y darle personería y posición dentro del movimiento cooperativo a la autogestión. De tal forma el ITCO pudo trasladar la propiedad a las cooperativas y estas operar en el mercado financiero con fluidez.
Sobre la coyuntura internacional, que favoreció el nacimiento de estas cooperativas se puede ver en internet, en la página web de la Vicerrectoría de Extensión de la UNA el libro digital “Luchas campesinas en los 70 y la participación de las universidades públicas”. También para más detalles puede verse en la EUNA, la versión digital del libro “La construcción de un sueño” publicado por Víctor Barrantes en el 25 aniversario.
Hoy quedan pocos de los fundadores de la cooperativa, pero crearon un pueblo con todos los servicios básicos de agua, electricidad, con CEN-CINAI, EBAIS, escuela, liceo, canchas de futbol, áreas recreativas e iglesias. Sus hijos estudiaron, algunos se transformaron en profesionales y sus nietos dirigen una cooperativa de 800 has que se ha convertido en foco de desarrollo local. Además de palma africana, la explotación forestal, el turismo comunitario y el supermercadito que generan ingresos en la zona, contribuyendo a personas y comunidades vecinas colocar servicios ambientales. Los socios de la cooperativa participan activamente en la vida del cantón, donde han tenido varios regidores. Fueron también fundadores del Consejo Permanente de Cooperativa de Autogestión (CPCA) uno de los pilares del movimiento cooperativo, que tiene un espacio permanente en la máxima autoridad cooperativa el Consejo Nacional de Cooperativas (CONACOOP).
De tal forma, se puso en marcha una empresa que parecía entonces imposible y que hoy es una realidad. Empresa que cumple con el artículo 50 de la Constitución política plenamente, ya que “genera bienestar estimulando la producción y un reparto adecuado de la riqueza” al mismo tiempo que protege el ambiente. Práctica con la que nos señalan un camino….
Nota editorial: la imagen y los videos corresponden a la celebración del aniversario de Coopesilencio.