El desperdicio también es corrupción

Eso sucedería si cierran el Hogar San Agustín

Flora Fernández Amón

Recientemente una noticia de tortura en un Hogar del PANI, acompañada por la violencia de un allanamiento, causó un impacto fuerte en la ciudadanía, pero la noticia no fue debidamente cubierta por todos los medios excepto dos: CRHoy con el periodista Paulo Villalobos y Multimedios con Smith Jiménez que mostraron ambas caras de la noticia. Repretel, Canal 7 y los demás medios solo rompieron la almohada de plumas al viento y nunca rectificaron.

En mi condición de colaboradora voluntaria del Hogar San Agustín he decidido dar a conocer la verdad que conozco y muchos detalles que espero sean de interés de quienes me honren con la lectura de este comentario.

  1. El Hogar San Agustín El Hogar San Agustín, se abrió en el 2013 para manejar una población de jóvenes de perfiles muy complejos y comportamientos psiquiátricos muy severos. Con 10 años de fundado, ha conseguido un acervo de metodologías, atención de esa población tan difícil: algunos chicos huérfanos o abandonados a su suerte, han encontrado en el Hogar San Agustín un lugar donde se les atiende de manera individual para que logren integrarse al sistema educativo y sobre todo que logren consolidar su proyecto de vida.
  2. La denuncia de supuesta tortura parte de un chico internado en el Hogar San Agustín que presentaba una conducta particularmente violenta, quien incluso después de haber sido trasladado a otro Hogar, constantemente se escapa y sigue poniendo denuncias. Antes de actuar, las autoridades del PANI y judiciales debieron investigar e intervenir el Hogar y no actuar de manera intempestiva ordenando hasta el cierre atropellado del Hogar
  3. En el año 2018, ante la cantidad de agresiones de los muchachos hacia sus compañeros, se procedió a incorporar un “Protocolo de Contención”, así como una habitación para aislarlos momentáneamente y poder protegerles para que no se hicieran daño y tampoco al personal. Todos los protocolos de contención y control de los jóvenes, incluyendo esa habitación provista con cámaras para garantizar se siguen procedimientos establecidos, obviamente cuenta con servicio sanitario, colchón grueso, todo diseñado por profesionales en psiquiatría, psicología y sobre todo en coordinación con el PANI, que hasta aportó los recursos para construir la habitación de contención.

He sido testigo cómo esos jóvenes han logrado estudiar, algunos de ellos incluso lograron ingresar a la Universidad, muchos de ellos mientras están internados en el Hogar, además de asistir a un colegio especializado en necesidades especiales reciben formación desde panadería, pastelería, bisutería, ebanistería hasta fabricación de helados, gastronomía de alto nivel, diseño gráfico y emprendimiento cobijados por el nombre Nubesinos, dando así realce de “marca de origen” de Las Nubes de Coronado. Así, una vez que alcanzan la mayoría de edad en lugar de ser lanzados a su suerte el emprendimiento les da la oportunidad de seguir creciendo de manera integral y seguir estudios ulteriores según sus intereses y capacidades.

Cerrar el Hogar San Agustín según orden de la anterior Presidente Ejecutiva del PANI en un afán de ocultar los yerros de su gestión es una equivocación aún más grave, pues en lugar de economizar recursos, estarían dilapidándose experiencia y el gran aporte del PANI conjuntamente con el personal del Hogar, que se constituyó en un laboratorio y acumuló gran experiencia para consolidar un modelo en el manejo de niños y jóvenes con perfiles difíciles y que ha sido sumamente exitoso.

Y es que las cosas no solo quedan en eso, aparte del aporte económico del PANI, quienes dirigen el Hogar han conseguido constantes donaciones privadas como paneles solares aportado por Promérica, Computadoras por Concentrix, Bicicletas para deporte y esparcimiento de exalumnos del Colegio de Educación Integral donde esos chicos recibían educación, capacitación de proveedores de equipo como Alpha y Puratos para profesionalizar a los jóvenes y muchas donaciones más que ayudan a complementar el aporte estatal. Incluso durante la pandemia idearon bingos electrónicos para levantar fondos en momentos especialmente difíciles, esas donaciones y recursos no cayeron del cielo, ha sido el Dr. Otto Silesky y muchos colaboradores del Hogar San Agustín, quienes siguiendo su lema “Reza como si todo dependiera de Dios y trabaja como como si todo dependiera de ti” hemos logrado grandes cosas para estos jóvenes

¡Todo eso sería literalmente tirado por la borda! Si bien es cierto el costo de un Hogar como San Agustín es muy superior al de cualquier otro que solo aloja y atiende muchachos, el conocimiento, experiencia y desarrollo de este Hogar le ha costado muchísimo al país y desperdiciarlo sería un acto de corrupción incalificable.