Estos son los rostros del DEI
¿Quiénes nos han acompañado en el DEI y qué dicen?
Estos son los rostros de quienes dan sentido al proyecto del DEI.
Celebramos, este 2017, el 40 aniversario de la institución compartiendo parte de sus palabras, sus intenciones, sus proyectos tras su paso por el DEI. Son palabras cargadas de sentido y cariño, que nos animan a continuar, con profunda gratitud a la gran comunidad latinoamericana que ha encontrado en el DEI un espacio fértil para la acción transformadora y la esperanza.
Gabriel Liceaga / Argentina
Sociólogo, docente y extallerista del DEI
Gabriel Liceaga vive en Mendoza y estuvo en el DEI en el 2004, como parte del grupo de SIF. Es sociólogo y docente y ha desarrollado estudios en sociología rural y la filosofía política.
Estuve aquí, en el DEI, en el SIF (Seminario para Investigadores y Formadores) como se llamaba en 2004. Para mí la experiencia en el DEI fue impresionante; realmente me transformó. Me cambió. No fui el mismo a partir de esta experiencia.
Me acuerdo siempre del día en que llegué. Me senté ahí, en esa mesita del patio, acomodé la ropa y dije: «Esto ¿qué es?» Porque tenía toda la sensación de que era algo que no encajaba de ninguna manera en la experiencias anteriores: no es una universidad, no es un centro político, no es un retiro espiritual… No sabía qué era.
Me acuerdo de la sensación de descubrir algo completamente nuevo, sobre todo a partir de compartir con los compañeros y compañeras, conocer sus historias de vida, sensibilizarme con eso. Y después, volver también a mi país… Me acuerdo del último encuentro que hicimos: había que poner una vela en un lugar. Y luego, volver a poner la vela en mi lugar, en mi país, en mi provincia y decir: «Bueno, este es el lugar al cual yo me quiero llevar todas las cosas que me he traído». Además de los conocimientos… sobre todo la mística, y las ganas de hacer, de luchar, de transformar. La esperanza… y también la sensación de que hay que hacerlo ¿No? «Más allá del cálculo», como diría Hinkelammert.
Cristina Quiroa / Guatemala
Integrante de Colectiva Feminista Artesanas y extallerista del DEI
Cristina es parte de la Colectiva Feminista Artesanas, en Antigua Guatemala. En abril y mayo, formó parte del grupo del Taller Socio-Teológico 2017, junto con 26 talleristas de Latinoamérica.
Actualmente participo en la Colectiva Feminista Artesanas, en Antigua Guatemala. Es una colectiva que busca cómo abrir espacios seguros para las mujeres, empezando por nosotras y luego para las demás. Es una colectiva de mujeres urbanas, pero también buscamos con quién hacer alianzas, especialmente con otras mujeres. Trabajamos el tema del acoso callejero, que es muy recurrente y que en Guatemala, por ejemplo, no hay una ley que lo vea. Estamos trabajando también la visibilización de las violencias contra las mujeres y últimamente, pues coyuntural, el caso de las 41 niñas que murieron asesinadas por el Estado de Guatemala. Nos hemos metido a visibilizarlas, pero también a acompañar a las familias.
Creo que es importante venir acá. Yo lo decía en el taller: cuestionarme y cuestionar a las chicas de la colectiva en qué feminismos creemos, pero también qué feminismos creamos. Porque no somos «una caja que recibe conocimientos», sino que también somos nosotras agentes -no me gusta la palabra «producción»- pero sí generamos: también hay conocimientos en nuestros cuerpos, en nuestras historias ancestrales. Yo me voy con la inquietud: ¿Qué vamos a tejer? Cada una trae su hilo, y ahora cómo le vamos dando forma a este tejido.
Aparte, en mis opciones personales, pues sí tengo mis nexos todavía con la iglesia católica, pero con la iglesia que acompaña las luchas, que se salió de la capilla y que está en la calle. Que también es un poquito contradictorio para mucha gente «ser feminista y ser creyente», pero al menos yo estoy tratando de apropiarme de las dos cosas y valorar lo que las dos cosas le aportan a mi vida: tanto el feminismo como la fe.
Me voy con muchos cuestionamientos para mí y para mis hermanas de la colectiva, de ver cómo también nos quitamos el «blanqueamiento», y más que somos mujeres urbanas, con privilegios. Cómo vamos desconstruyendo eso y cómo vamos viendo a las otras. Me ha parecido muy importante hablar de feminismos. El ir ya rompiendo con esta línea que nos dice que es solo un pensamiento y que es hegemónico. Muy importante retomar los feminismos, sobre todo desde Abya Yala. Ha sido muy enriquecedor poder escuchar a Lorena (Cabnal), que también es de Guatemala, y poder escuchar de otros feminismos que quizá, por la agenda, actualmente se ha robado el feminismo «blanqueado». Por eso es muy interesante escuchar otras epistemologías, otros sentires.
Reynaldo Jiménez Guethón / Cuba
Director de FLACSO (Programa Cuba) y extallerista del DEI
Reynaldo Jiménez asumió la dirección de FLACSO-Cuba desde el 2008 hasta junio de este año. Hace 16 años estuvo en el DEI durante cuatro meses, como integrante del Seminario de Investigadores y Formadores 2001 (SIF). Años después estuvo de visita en el DEI y nos contó de su labor desde FLACSO.
Nosotros nos centramos en desarrollo social. Somos una unidad de docencia y de investigación. Tenemos una maestría en desarrollo social, que tiene más de 20 años y una maestría de gestión y desarrollo de cooperativas, y ofertamos diplomados cursos, especializaciones. Tenemos un grupo de investigación sobre las desigualdades e inequidades en la sociedad cubana. Es decir, con los tiempos que vive el país, vemos que la sociedad se va transformando y estamos esperanzados en mantener todas estas conquistas y todas las cosas buenas que hemos logrado durante más de 50 años, pero tenemos un sector privado también y eso crea diferencia social.
Tenemos diferentes grupos de investigación con temáticas importantes en la sociedad cubana. Trabajamos desarrollo social, cooperativismo… Tenemos nuevas cooperativas en el país, en desarrollo rural, género, familia, infancia. Estamos muy comprometidos trabajando en la campaña contra la violencia hacia las mujeres y las niñas. Tenemos un espacio fijo cada mes que se llama «balcón latinoamericano», un espacio abierto de discusión. A micrófono abierto las personas opinan y esto nos ayuda a que aumente la participación, de jóvenes, académicos o cualquier persona.
Estamos vinculados directamente con muchas comunidades del país. En la Habana existen 15 talleres de transformación integral del barrio. Estos talleres están en parte de las ciudades con desventaja social. Los resultados de las investigaciones los compartimos con ellos, los invitamos a los programas que tenemos en FLACSO y tenemos muy buenos resultados.
Recientemente hicimos un seminario sobre cooperativas agrícolas y perspectivas actuales, donde fueron investigadores de diferentes universidades del país. Y digo yo: «Al cabo de 11 años de estos resultados (se refiere a su tesis doctoral) se los traigo hoy». Y se los mostré, y tuve un intercambio de la validez, actualmente, de esos resultados de esa investigación, de la tesis de doctorado. Ya yo había hecho una tesis de maestría en gestión y desarrollo cooperativo, y una de desarrollo social.
Y para ayudarme a llegar a todos esos pasos hay que señalar mi estancia aquí en el DEI.
Tiene una importancia muy grande mi estancia aquí en el DEI. ¿Por qué? Porque uno muchas veces en la vida tiene formaciones y lagunas, por diferentes aspectos… Yo de inicio me formé en Rusia, en el estudio del idioma ruso y literatura. Y cuando fue el derrumbe del campo socialista, tengo que cambiar 180 grados mi formación: la facultad cerró y no fueron más estudiantes a estudiar a Rusia. Pasé a Ciencias Sociales. Había mucho de sociología y otros aspectos necesarios cuando uno se va a dedicar a las Ciencias Sociales que no conocía, porque estaba muy lejos de autores, de intercambiar con otros investigadores.
Al llegar al DEI fue un reto muy grande, porque aquí tuve profesores muy buenos, intercambio… ¡Y aquí tuve que leer mucho, día y noche! Me ayudaron a crecer como investigador, como profesor. Y de ahí he tenido la oportunidad, desde FLACSO-Cuba y la Facultad de Filosofía y Historia, de proponer y de entregarle el doctor honoris causa a Franz Hinkelammert. Nosotros queremos y respetamos mucho a don Franz.
Yo mantengo personalmente la relación como con cuatro o cinco compañeros que pasaron el seminario conmigo. Algunos están en México, otro en Nueva York, en Costa Rica, en Colombia, pero hemos mantenido el nexo de comunicación y eso es gracias al DEI. Ha sido de mucha alegría recorrer el DEI, verlo de nuevo y recordar todo el aprendizaje que recibí aquí. ¡Fue una oportunidad buena, buena!
A mí no se me puede olvidar nunca un hecho específico: estaba yo desayunando aquí en el DEI cuando fue el atentado de las Torres Gemelas y lo estaban poniendo por la televisión y yo no lo creía. Y fui rápido a la habitación a despertar a Juan Carlos, un sociólogo guatemalteco: -¡Juan Carlos, está pasando esto, Juan Carlos! Y él decía: -¡Cubano, cubano, déjame dormir! Hasta que logré que se levantara; ¡quedamos asombrados! Al otro día no tuvimos clases aquí en el seminario y rápidamente Franz Hinkelammert hizo un texto de reflexión con una profundidad enorme. Eso ha quedado, para mí, para el resto de mi vida. Impresionante la capacidad de Franz, esa visión que ha tenido él de futuro y de interpretar los hechos que acontecen en el mundo. Franz es un referente para Cuba.
Enviado por DEI, Departamento Ecuménico de Investigaciones.
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