INTERINOS/INTERINAS

Mario Valverde Montoya
Profesor jubilado UNED
San Rafael de Montes de Oca

Hoy en día nadie está sometido a esclavitud ni a servidumbre. Hombres y mujeres nacen libres y las cadenas de sumisión que llamó la atención Rousseau, desaparecieron. En nuestra constitución política lo establece con claridad desde el Titulo IV, DERECHOS Y GARANTÍAS INDIVIDUALES, art. 20. Toda persona es libre en la República. Y lo refuerza el art. 33, “Toda persona es igual ante la ley y no podrá practicarse discriminación alguna contraria a la dignidad humana”. Exactamente lo que ocurrió con los amos y esclavos en los sistemas que practicaron el esclavismo. Es decir, unos eran dueños de bienes incluyendo la fuerza de trabajo y como otro objeto, podían organizar sus vidas y sus actos. Por eso la esclavitud la ubican con el nacimiento de los avances agrícolas. Les quedó muy cómodo considerar que otros estaban obligados a trabajar a su servicio. Y luego justificaron en el nombre del soberano, rey o de Dios mismo que eso era así, como especie de ley natural y que nadie podía cambiarlo. El costo en vidas por esa liberación fue enorme. No sin antes por muchas generaciones vivir de la explotación hasta sangrar y secar sus pieles.

La figura del interino y la interina en las universidades públicas está muy lejos de las anteriores prácticas. Sin embargo, quedan resabios sin resolver. Un interino-a no es sujeto de derechos para elegir ni ser electo en los procesos internos (creo la U.N.A. ya superó ese tema con nombramientos a un año). Es decir, no hay mucha diferencia. En el siglo XIX en C.R. se les pedía a los ciudadanos para ejercer su voto, algún ingreso que les permitiera vivir, ser varón y no se les exigía que estuvieran alfabetizados. En el caso de los y las interinas de las universidades públicas los títulos ni investigaciones cuentan para elegir ni ser electos. Y se da el caso de funcionarios que entregaron todo su esfuerzo en vida como los esclavos su fuerza de trabajo, y nunca ejercieron el sagrado derecho de elegir al rector, director de escuela, decano, etc. Pero tampoco son sujetos de crédito en las mismas condiciones por su relación laboral donde les cortan su contrato a fin del semestre y pasan un mes o más sin salario. ¿Cómo pedir ayuda para conseguir un fiador en tales condiciones? O el caso de los profesores que deben aceptar un contrato en enero para poder jugar con su salario, con la condena de no tener vacaciones en todo el año. Es decir, poco a poco, esa relación de amo/esclavo, de dos miradas diferentes, de dos mundos, el de los seguros y el de los que de una u otra forma “deben portarse bien”, o “cumplir las órdenes, aunque se salga del tiempo del contrato” (lo conocí en la UNED, revisar exámenes fuera del tiempo de contrato), se manifiesta y queda pegado en el silencio de los muros universitarios. Yo siempre he creído que mínimo debe nombrarse por tiempo indefinido y después de un año de prueba pasar a propiedad. Muchos interinos.as investigaron, publicaron y se quedaron en un nivel del, no más allá, congelados en su carrera universitaria. Es decir, un poco la relación de amo/esclavo. Unos ascendían y ganaban más y los otros pegaban con la pared de las injusticias, en todo caso, ¿Qué tiene que ver tus cualidades y dones como investigador y la relación laboral?

Hoy en día en la UNIVERSIDADES PÚBLICAS, faro de las libertades, defensora de los derechos de otros, se vive situación, por no ponerle otro nombre, de trabajadores, que viven con el dolor de no encontrar la libertad, la igualdad y la equidad laboral. Entre los iguales no todos son iguales. Y más me duele por los que se fueron, se pensionaron, los que todo lo dieron y nunca les llegó la noticia de la propiedad.