Pueblo de Honduras doblega al gobierno e impide privatización

Manuel Hernández Venegas

En Honduras el pueblo doblegó al gobierno JOH y obligó a derogar los decretos privatizadores de salud y educación.

En Nicaragua, pese a la represión, el pueblo obligó a la dictadura a derogar los nefastos decretos q rebajan las pensiones del pueblo.

En el país más feliz del mundo, lo cual tiene que llenarnos de un profundo orgullo patriótico, nos ensartaron el combo fiscal y toda la normativa de implementación del IVA.

Pero no les bastó. Ahora vienen contra la educación pública (“educación dual”) y la destrucción de la jornada de trabajo (proyecto de flexibilización laboral).

Pero no les basta y se van contra el desmantelamiento del Estado Social, con el proyecto de reforma de empleo público, q es una mampara para destruir los servicios públicos de salud, educación y otros.

Realmente, como costarricenses tenemos que sentirnos tan orgullosos y tan bien representados en el gobierno y en el primer poder de la República (me encanta Costa Rica, mucho).

Desde luego que no podríamos jamás dejar de sentirnos tan complacidos con la siempre tan ponderada Sala Constitucional (me fascina tanto el Estado de Derecho).

Pero como si lo anterior no fuera suficiente, esta cruzada contra la democracia tiene que coronarse con la prohibición absoluta de la huelga, la herramienta principal de lucha, de combate, de la clase obrera y del pueblo y la disolución, a diestra y siniestra de aquellos sindicatos clasistas y combativos (bueno, por dicha son poquitos los sindicatos beligerantes; sin lugar a duda, este país está bendecido).

Bueno, pero esta idílica democracia, la democracia más pura vida de América Latina, tiene que ser redimida de alguno que otro sindicato detractor.

Para redimir la democracia propongo una jornada de exaltación de nuestros valores cívicos, encabezada, no podría ser de otra manera, por el arzobispo y obispos, saliendo de la catedral, después de una misa de acción de gracias.

La jornada puede ser el 1 de julio.

Jamás podríamos seguir el ejemplo de resistencia del pueblo de Honduras y Nicaragua.

Vivan siempre el trabajo y La Paz, pero sobre todo, aunque destruyan las condiciones de vida de los trabajadores y sus derechos fundamentales, que viva, por encima de todo, La Paz.

“Donde haya un costarricense, este donde este, hay libertad” (Sanguinetti)

 

Foto: COLPROSUMAH

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