Entre la tecnología de punta adquirida por la UCR, se encuentra un PET/CT o tomógrafo, con el cual se realizan imágenes con una resolución muy alta, que permiten la detección de tumores de tamaños milimétricos.
Foto: Laura Rodríguez Rodríguez, UCR
El Laboratorio Ciclotrón-PET/CT obtuvo los últimos permisos del Ministerio de Salud y comenzará a operar el 3 de mayo
A partir del este 3 de mayo, el Laboratorio Ciclotrón-PET/CT de la Universidad de Costa Rica (UCR) abrirá sus puertas al primer grupo de pacientes para la realización de estudios altamente especializados con fines de diagnóstico y tratamiento de cáncer.
De acuerdo con Ralph García Vindas, coordinador de este Laboratorio, después de varios años finalmente se lograron obtener todos los permisos por parte del Ministerio de Salud, para el funcionamiento del primer ciclotrón que operará en Costa Rica.
“El miércoles 3 de mayo tendremos la apertura del laboratorio y estaremos atendiendo la primera lista de pacientes”, aseguró García.
El ciclotrón permitirá la producción de radiofármacos para el diagnóstico temprano y el tratamiento de enfermedades de alta incidencia en el país, entre estas, diversos tipos de cáncer.
De acuerdo con el físico, la fabricación de estos medicamentos por parte de la UCR significará un fuerte ahorro de recursos económicos para el país y disponer de una tecnología no invasiva en beneficio de la población costarricense y de su calidad de vida.
Asimismo, contará con un equipo PET-CT (por sus siglas en inglés) para estudios mediante tomografía por emisión de positrones y tomografía computada. Esta técnica de imagen médica se caracteriza por su alta resolución y sensibilidad, lo que permite la detección, de forma temprana, de tumores de tamaños milimétricos.
Las personas que pueden acceder a esta tecnología de punta deben ser referidas por los hospitales de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), así como por clínicas u hospitales privados para la realización de los exámenes.
El Laboratorio Ciclotrón-PET/CT se encuentra ubicado en la Ciudad de la Investigación de la UCR, en San Pedro de Montes de Oca.
Las personas interesadas en estos servicios pueden llamar al teléfono 2511 4949 o escribir a la dirección de correo: ciclotron.cicanum@ucr.ac.cr para sus consultas.
Contactos:
Dr. Ralph García, coordinador del Laboratorio Ciclotrón-PET/CT
Tel: 8877 1799
Patricia Blanco Picado Periodista, Oficina de Divulgación e Información, UCR
Desde la medicina nuclear y la física médica, la UCR aportará al mejoramiento de la salud pública del país
La Universidad de Costa Rica (UCR) se coloca a la vanguardia del diagnóstico temprano y el tratamiento oportuno de padecimientos con una alta incidencia en el país –como el cáncer y las enfermedades cardiovasculares– gracias a la instalación de una moderna tecnología inexistente, hasta ahora, en los hospitales nacionales.
Se trata de un laboratorio de ciclotrón o acelerador de partículas, que se utiliza para la producción de radioisótopos (un tipo de átomo con la propiedad de emitir energía en forma de radiación ionizante), algunos de los cuales se utilizan en medicina nuclear y molecular. Ciertas de sus aplicaciones sirven para determinar la existencia de células cancerosas en el cuerpo humano, mediante un radiofármaco.
Además, la Institución adquirirá el equipo de tomografía por emisión de positrones y tomografía computada (conocida como PET-CT, por sus siglas en inglés), que representa lo más avanzado en diagnóstico por imágenes no solo de células cancerosas, sino también de otras enfermedades como las cardiovasculares y neurológicas.
El ciclotrón es coordinado por el Centro de Investigación en Ciencias Atómicas, Nucleares y Moleculares (Cicanum), conjuntamente con la Escuela de Medicina.
Este proyecto es financiado casi en su totalidad con fondos de un empréstito del Banco Mundial, para la construcción de un edificio y su equipamiento. La UCR, por su parte, asignará recursos propios para adquirir dos escáneres PET-CT.
El inmueble tendrá una extensión de 1 540 m² y estará ubicado en la Ciudad de la Investigación, en la Sede Rodrigo Facio. Se espera que esté listo en el primer semestre del 2020.
En vista de que en su interior se operará tecnología nuclear y material radiactivo, el edificio posee especificaciones técnicas especiales, afirmó el coordinador del proyecto, Ralph García Vindas, director de la Escuela de Física e investigador del Cicanum.
El académico explicó que el edificio incluirá un búnker, donde se ubicará el ciclotrón, un laboratorio de producción de radiofármacos y otro de control de calidad de estas sustancias.
El Cicanum es el único en el país con más de 35 años de experiencia y con especialistas en el uso de aplicaciones seguras y pacíficas de la energía nuclear, recordó García.
El ciclotrón es un “proyecto país” porque se efectuarán allí todos los estudios que son necesarios y que no se realizan en la actualidad
En el proyecto del ciclotrón ha participado el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), que ha colaborado en la elaboración de los estudios de factibilidad y en la asesoría y la capacitación del personal especializado en la materia.
Medicina nuclear
Como parte del proyecto del ciclotrón habrá un laboratorio de medicina nuclear y molecular a cargo de la Escuela de Medicina. En este se atenderá a los pacientes que sean remitidos por la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) y por hospitales privados, que requieran estudios especializados para la detección temprana de diversas enfermedades, entre ellas el cáncer.
Lizbeth Salazar Sánchez, directora de esa escuela de la UCR, destacó que, en el mundo, los diagnósticos que se realizan con la tecnología PET se aplican a una gama amplia de enfermedades, no solamente al cáncer.
“Toda la parte clínica de este proyecto tiene que ser manejada por médicos, desde que el paciente llega para analizar si un estudio le compete, cuáles son las condiciones que debe tener un paciente, cuándo se le administra el radiofármaco, etc. Por todo esto, es necesario que esté presente el área de medicina”, indicó la académica.
Según Salazar, la Escuela de Medicina cuenta con personal capacitado para atender el laboratorio; entre este, dos médicos nucleares, uno de ellos es, además, radiólogo.
“Este es un esfuerzo de la Universidad de Costa Rica para la sociedad, para la salud de la población costarricense, pues se pone a disposición de todos, de manera asequible, los estudios sobre medicina nuclear. La idea de nosotros no es lucrar”, puntualizó.
El ciclotrón es un “proyecto país”, reafirmó Salazar, porque se efectuarán todos estos estudios que son necesarios y que no se realizan en la actualidad.
Asimismo, el impacto en la parte académica es fundamental, ya que no existe una infraestructura adecuada para la formación de médicos nucleares.
“La UCR va a abrir el campo de la medicina nuclear para la formación de profesionales. Iniciamos nosotros, pero apoyaremos a las otras escuelas del área de la salud que también quieran involucrarse”, añadió.
En Centroamérica, la Escuela de Medicina de la UCR será pionera al contar con un proyecto en medicina nuclear. A nivel latinoamericano, existe uno en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y otro en la Universidad de São Paulo, en Brasil, donde actualmente realiza su especialidad un médico de la UCR.
“Nuestro objetivo –agregó Salazar– es apoyar a la CCSS, pues son ellos quienes manejan y dan el tratamiento relacionado con el cáncer. Nosotros colaboraremos con diagnósticos que son necesarios para la mayoría de los pacientes con cáncer y enfermedades cardiovasculares, la primera causa de muerte en el país”.
¿Cómo actúa un radiofármaco?
El radiofármaco que se elaborará para el diagnóstico y el tratamiento del cáncer está compuesto por una molécula combinada de glucosa y flúor-18, a la que se le denomina fluorodesoxiglucosa (FDG).
El flúor-18 es un isótopo radiactivo. Se administra a los pacientes mediante una inyección intravenosa. Una vez inyectado, el paciente descansa por un espacio de 30 minutos y, luego, se le realiza el diagnóstico en el equipo PET-CT. Este estudio es como una especie de radiografía en tres dimensiones, muy similar al que se efectúa con la tomografía axial computarizada (TAC).
Los órganos con tejidos cancerosos atrapan la FDG y se ven reflejados en la radiografía. Esta técnica evita que se tengan que efectuar intervenciones quirúrgicas exploratorias para conocer el estado de la enfermedad, lo cual representa un ahorro en recursos materiales y humanos, así como en una mejor calidad de vida para las personas enfermas.
“Con las sustancias radiactivas que produce el ciclotrón se puede detectar células malignas en una baja cantidad y se puede ver si la persona tiene cáncer y, así, dar un tratamiento temprano a los pacientes. También, se pueden hacer estudios de cardiología, neurología y de enfermedades infecciosas”, indicó Lizbeth Salazar Sánchez, directora de la Escuela de Medicina de la UCR.
El rector Henning Jensen explica detalles administrativos del Centro de Producción de Radiofármacos con Ciclotrón a la investigadora Patricia Mora (segunda de izquierda a derecha) y a miembros del Consejo Universitario, frente a una maqueta del futuro proyecto. Foto: Pablo Mora/Rectoría.
Aquellas personas a quienes se les descubra un tumor, sea benigno o maligno, tendrán un mejor diagnóstico, que permitirá a la vez un tratamiento más efectivo en la zona específica en la que se encuentra la anomalía.
Esto será realidad gracias a la puesta en marcha del Centro de Producción de Radiofármacos con Ciclotrón y de un Sistema de Diagnóstico por Imágenes PET/CT (Tomografía por Emisión de Positrones, y Tomografía Computada, por sus siglas en inglés), que se construirá en la Ciudad de la Investigación, en la Sede Rodrigo Facio. Tendrá un área de cercana a los 1.470 metros cuadrados de construcción y un costo aproximado a los 10 millones de dólares, los cuales serán financiados con el préstamo del Banco Mundial.
La administración y coordinación de este proyecto, donde confluirán expertos en física, química y medicina, entre otras disciplinas, estará a cargo del Centro de Investigación en Ciencias Atómicas, Nucleares y Moleculares (CICANUM). Las obras para su construcción comenzarán a principios del 2016 y concluirán un año después, a inicios del 2017, bajo la modalidad “llave en mano”, es decir, una empresa o consorcio ganará la licitación y entregará la infraestructura y el equipamiento completos a la UCR.
Según la investigadora del CICANUM, Patricia Mora, el ciclotrón producirá radionucleidos emisores beta mediante la aceleración de partículas que, por medio de un proceso de síntesis química, conformarán moléculas de “azúcar radiactiva”, las cuales se inyectarán en el paciente. Una vez en el organismo, esta sustancia se sitúa en los tejidos del cuerpo que requieran azúcar para su metabolismo. Esto permite que al paciente se le realice un PET/CT, es decir, una combinación de imágenes médicas que armoniza la información funcional y anatómica. La radiación destacará las zonas afectadas al efectuar dicho examen.
Este procedimiento debe realizarse poco tiempo después de que el paciente sea inyectado con el material radiactivo, ya que su vida útil es muy corta. El ciclotrón de la UCR permitirá producir entre 3 y 4 ampollas con material radiactivo por hora.
En cuanto a la seguridad de su funcionamiento, tanto la investigadora como el rector de la UCR, Henning Jensen, comentaron que el proyecto se desarrolla bajo la asesoría del Organismo Internacional de Energía Atómica y del Ministerio de Salud, con el fin de cumplir con toda la normativa nacional e internacional sobre seguridad radiactiva. Además de gruesas paredes, el edificio tendrá detectores de radiactividad que permitirán conocer al instante cualquier posibilidad de escape. Esta será una medida de seguridad extrema, pues las zonas cercanas al ciclotrón estarán aisladas.
“No es un aparato que vaya a emitir radiactividad que sea peligrosa. La efectividad de los radiofármacos que vamos a producir desaparece muy rápido. Por eso debemos tener el PET/CT muy cerca. Este es un proyecto que se complementa con la Unidad de Diagnóstico para el Cáncer, que también va a ubicarse en Finca 2”, señaló el rector.
La investigadora Patricia Mora espera que el ciclotrón se convierta en un laboratorio de investigación para estudiantes de diferentes carreras, como medicina, física, química, farmacia, ingeniería, entre otras.
Desde ahora, la UCR trabaja en conjunto con la Caja Costarricense de Seguro Social para coordinar la manera como la institución proveería el material y el control de los pacientes atendidos en el ciclotrón.
Esta iniciativa brindará también a los científicos costarricenses la posibilidad de desarrollar proyectos de investigación sobre biotrazadores y radiofármacos de vida ultra corta. También se otorgarán las condiciones necesarias para que el sistema hospitalario nacional incorpore la tecnología PET/CT en los centros de salud, con el fin de dar un diagnóstico temprano del cáncer en la población.
Enviado a SURCOS Digital por Otto Salas Murillo, periodista Oficina de Divulgación e Información, UCR.