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Etiqueta: crisis climática

Desafíos del agro en tiempos de cambio climático

Juventudes PAC, en conjunto con la Comisión de Estudios y Programas, invita a toda la comunidad a participar en un espacio de diálogo sobre los desafíos del sector agropecuario y la crisis climática. La discusión contará con la participación de Luis Felipe Arauz, exministro de Agricultura, Ana Cristina Quirós, exviceministra de Agricultura, y Daniela Alpízar, productora ganadera.

El evento es el próximo 29 de octubre de 2024, a las 6:00 p.m. hora de Costa Rica, en la plataforma Zoom. Para unirse a la reunión, utilice el enlace y los detalles proporcionados:

https://zoom.us/j/94458046082?pwd=5M2ADmuuHM7x7lZ37QYyr0ioF8P3Fx.1

ID de reunión: 944 5804 6082
Código de acceso: De29Ag10Cr

¿Gas? Gastada y retrógrada es la propuesta de explotar gas en Costa Rica…

¿Gas? Gastada y retrógrada es la propuesta de explotar gas en Costa Rica, cuando podríamos ser potencia mundial migrando a energía eólica y solar para evitar una crisis climática catastrófica

Bloqueverde- Oilwatch

Para evitar una crisis climática catastrófica, es indispensable reducir las emisiones de gases de efecto invernadero hasta en un 45% para 2030, según el Informe sobre la Brecha de Emisiones del PNUMA, entonces es el gas natural un mejor combustible fósil para reducir emisiones, la respuesta es no, necesariamente. Las más recientes iniciativas de medición científica, ya han dejado claro que las emisiones de metano de las operaciones de petróleo y gas son mucho más elevadas de lo que se estimaba, se calcula que es 84 veces más potente que el dióxido de carbono medido durante un período de 20 años, así que cualquier fuga o emisión de metano es de altísimo potencial contaminante.

Aparte de la necesidad global de reducir el consumo energético de alguna manera, resulta lógico pensar en el potencial que tiene Costa Rica para transicionar a energías eólica y solar sin pasar por explotación de gas, que tardaría no menos de 10 años de inversión para lograrse explotar, es decir que cuando el mundo debería estar llegando a la energía solar o bien otras renovables, Costa Rica estaría apenas iniciando la explotación de gas sin que ese fuese el objetivo final requerido, teniendo todo el potencial para liderar esta transición.

Mark Radka, jefe de la Subdivisión de Energía y Clima del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) indica que la mayoría de los países tienen potencial solar, eólico o ambos, particularmente en lugares donde los recursos de energía renovable (sol y viento) son abundantes, tal es el caso de Costa Rica. Además, subraya que es importante tener en cuenta que estamos en las primeras etapas de una transición energética que es diferente a cualquier otra que el mundo haya intentado en términos de velocidad y complejidad (…) Teniendo esto en cuenta, debemos movernos rápido.”

Pero en Costa Rica, una vez más, algunos se aprestan a desempolvar expedientes que lo único que comprueban es que no hay información concluyente sobre la posibilidad de explotación de gas en Costa Rica, ni de reservas comprobadas de hidrocarburos en nuestro territorio. Según los datos científicos existentes, queda claro que los “números alegres” de supuestos beneficios y yacimientos de gas en Costa Rica, no son más que el resultado de propaganda sin ninguna evidencia científica verificable.

Por otro lado, si existieran nuevos datos, el Estado no tiene la capacidad para verificar o fiscalizarlos ante la inexistencia de la Dirección General de Hidrocarburos (DGH) cerrada hace más de dos décadas, así que el debilitamiento de RECOPE y la ausencia de un equipo de profesionales dentro de la estructura estatal que pueda al menos evaluar una actividad tan compleja como esta se suma a un contexto que requiere herramientas con las que no se cuentan. Ahora bien, según la Ley de Hidrocarburos (Art. 3) la DGH tiene las funciones de fiscalizar las actividades desarrolladas por los contratistas, de analizar la concurrencia de causales de nulidad o de caducidad de los contratos, y de elevar su recomendación al Poder Ejecutivo. Cabe preguntarse: ¿ya se presupuestó lo que implica gestionar esta instancia para cumplir con lo que dicta la ley? ¿cuáles personas profesionales especializadas en hidrocarburos van a conformarla?

Resulta inquietante, por decir menos, que el gobierno replique lo que diga la UCCAEP como su mayor fuente de información, al mejor estilo de la gente que se informa solo por TikTok sin buscar mayor verificación ni profundización de la información. Abogar por la explotación de gas desde el Poder Ejecutivo a través del ministro de Obras Públicas y Transportes, más parece ser parte de una campaña electoral para el próximo candidato presidencial del partido oficialista, que un ejercicio a la altura de las exigencias que implica ser ministro, sin duda el foco en este momento debería estar temas de primera necesidad como una estrategia clara para el mantenimiento de la red vial en los siguientes meses lluviosos, por mencionar un ejemplo.

Lo más reciente y falto de cualquier respaldo o fundamentación, es que el presidente afirme que
la explotación de gas “puede abrir la posibilidad de pagar la deuda externa, mejorar las carreteras o asegure la prosperidad del país llegando a ser como Singapur”, inevitable asociar estas declaraciones con las que hiciera Oscar Arias en la demagoga campaña a favor del TLC, afirmando que quienes iban en bicicleta a trabajar a las fábricas, luego de aprobarse el TLC irían en motocicleta BMW, cosa que no ocurrió claro está, lo que sí sucedió en los últimos 20 años es que llegamos a estar dentro de los 10 países más desiguales de América Latina, y ese indicador continúa creciendo.

Volviendo al tema del gas y siguiendo con ejemplos de demagogia, supeditar soluciones de infraestructura vial o aún más descabellado, pago de deuda externa, a la posibilidad de extraer gas en Costa Rica, es como apostar a no hacer nada durante el periodo que le toca gobernar, porque si acaso fuera posible la explotación de gas, implicaría un proceso de al menos diez años para empezar a ver resultados con una inversión estatal que pagaría toda la población nacional, porque ninguna empresa aceptaría el riesgo total de explorar en Costa Rica, sin ninguna certeza de que se encuentre el gas natural en las cantidades que se proyecten ¿será que la intención también es no hacer nada en concreto más que campaña política?

A lo hechos nos remitimos, en 1997 una empresa de garaje o fantasma, que tan siquiera tiene un sitio web, llamada Mkj Xploration Inc, especuló con la concesión de hidrocarburos para cederla a Harken Energy Corp que como pueden comprobar, lo que primero que pueden aparecer en un búsqueda en internet sobre esta corporación es el escándalo “que involucró acusaciones de uso de información privilegiada por parte de George W. Bush en 1990”. En el 2000 se le otorgó concesión a la otra pequeña compañía Mallon Oil que fue un perfecto fracaso. La historia de esas aventuras fue de demandas en tribunales y que todas las instancias del Estado entre SETENA, MINAE, tribunales y gobiernos de turno fueron unánimes en rechazar la actividad extractiva de gas por sus impactos socioambientales e implicar más costos que beneficios.

La fórmula es clara, desde el Gobierno primero se juega con montos hechos con base en una “valoración potencial” de hace más de tres décadas, que se usaban como publicidad para atraer compañías, que como hemos visto en la historia ninguna empresa seria se los creyó. Son de carácter especulativo parten de un hipotético “valor comercial” no con base en datos certeros de reservas científicamente comprobadas, desde donde el presidente da declaraciones públicas disparatadas afirmando que podemos llegar a parecernos a Singapur, solo por explotar gas, país que goza noveno puesto global en el Índice de Desarrollo Humano (2022) y que lo ha logrado por una fuerte inversión social en vivienda, salud y educación, que fue puesta en práctica desde el inicio del programa de transformación económica en los años 60 y 90, ósea han tardado 60 años en llegar allí, pero sería bueno considerar que hoy se enfrentan a una creciente desigualdad a una falta de empresas locales fuertes que puedan dar un mayor impulso al crecimiento.

Por otro lado, el segundo paso propagandístico fue afirmar que un “país amigo”, no indicó cuál, va a determinar el valor exacto de las reservas de gas natural y que no utilizarán métodos intrusivos. Si llegaran a saber si hay, cuánto hay, faltaría también calcular cuánto va costar extraer, refinar o industrializar, transportar y cuáles serían los impactos socioambientales y quiénes se verían involucrados para analizar estos estudios, considerar cuál es la zona que será destruida y es decir una estimación real y objetiva de la relación costo/beneficio, todo esto partiendo que pueda haber gas en cantidades “rentables” y que en todo este proceso exista una inclusión de la sociedad y sus diversos sectores para valorar esta posibilidad, de manera que el tema sea manejado como “adultos maduros” y no como “chiquillos caprichosos”, como dijo el mismo presidente.

Otro aspecto indispensable para que esta discusión se dé con seriedad, es considerar que para atraer compañías habría que subir la ganancia de las empresas que hoy se llevarían ya una regalía del 85%, esto según Ley de hidrocarburos de Costa Rica, es decir hay que regalar, quizás pagar y lidiar con la contaminación para hacer atractiva la actividad, como si no bastara lo entreguista que es ya la ley de hidrocarburos, pues el contratista venderá al Estado a un precio que, a la fecha de la compra, no podrá ser mayor de los precios existentes en el mercado internacional para los crudos equivalentes (art.36). Esto quiere decir que Costa Rica comprará el barril (gas) a precio de mercado, por tanto, la actividad no generará la prometida riqueza, porque el petróleo resultaría ser de la empresa pagando una regalía – no mayor de 15%- en dinero o especie (petróleo) y el impuesto sobre la renta. En el contrato firmado a favor de MKJ-XPLORATION en 1999 establecía solamente reinvertir “un 5% de sus utilidades netas en el desarrollo de programas sociales y ambientales”. En la industria petrolera, las compañías generalmente no reportan ganancias.

Finalmente, no tenemos ecosistemas como Noruega, somos el trópico, por eso viene turismo extranjero a disfrutar nuestra belleza verde, playas y cultura, reconocidas internacionalmente, nadie hace turismo para ver cómo se extrae petróleo en Noruega.

Todos los días sentimos como el planeta se calienta, ahora un verano es más caliente que el siguiente, los datos sobre cambio climático empeoran cada día más. El país estuvo dando pasos en la dirección de enfriar el planeta: año con año pasábamos sin usar petróleo para producir electricidad o tratar de electrificar y fortalecer el transporte público, pero todas esas propuestas se van a ver debilitadas con esas decisiones.

En vez de compararnos con las cosas buenas de Europa, ponen de ejemplo a Noruega y no a la vecina Groenlandia donde se calcula que hay millones de barriles de petróleo y aun así definió prohibir su explotación a inicios de esta década poniendo fin a “convertirse” en Noruega. También lo hizo su otro país vecino, Dinamarca en 2020 acordando eliminar la explotación de hidrocarburos en el Mar del Norte para 2050 y esto a pesar de que es uno de los mayores productores de petróleo del continente. También en 2017, el Parlamento de Francia aprobó una ley para prohibir la producción de petróleo y gas en todos sus territorios y en España aprobaron en mayo de 2021 una ley climática que pondrá fin a la producción de combustibles fósiles en todo su territorio y ese mismo año, la República de Irlanda introdujo una legislación para prohibir las licencias para nuevas exploraciones de petróleo y gas.

Pero no hay que ir tan lejos, en nuestro vecindario Belice aprobó en 2018 una ley con el objetivo de poner fin a la exploración y extracción de petróleo en todas sus aguas para proteger sus frágiles arrecifes de coral. Este es el mismo coral que destruirían en nuestro Caribe para extraer hidrocarburos, en ambos sitios es su principal atractivo turístico. Pareciera que es más rentable politiquear con la fantasía de explotar el gas y el petróleo que hacerlo y que sea un fracaso total, dado que perdería su función hechizante de promesa propagandística de un prometedor y solvente futuro, que finalmente nunca llegará por esa vía.

Señor Presidente deje de afirmar que son ideologías cuando tenemos datos, deje de llamarnos grupos extremistas de izquierda a quienes estudiamos y tomamos en serio las alertas científicas sobre el cambio climático y la crisis ecológica que vivimos y ante su pregunta ¿vamos a dejar desperdiciados los recursos que Dios nos dio? le sugerimos que respete la creencias religiosas y no utilice la fe y cultura cristiana generalizada en Costa Rica, para desviar la atención sobre el debate técnico y de sobrevivencia del planeta mismo, justamente lo que resulta necesario en este momento es proteger y no desperdiciar, ni tiempo ni recursos.

HOPE: estamos a tiempo

HOPE realizó una docuserie donde se expresan diversas formas de contribuir a lucha contra el cambio climático y con el fin de fomentar el uso sostenible del planeta.

Hope.laserie que trata de cómo resolver la crisis climática y ecológica nos muestra una pincelada de las propuestas.

1- Ecoductos: reconstruir los puentes y coser los ecosistemas para ayudar en su regeneración

2- Red estratégica de corredores ecológicos: permitan a la naturaleza regenerarse, prosperar y adaptarse

3- Bandas para polinizadores: aumenta la productividad, multiplica la biodiversidad, y reduce las plagas

4- Ciudades a favor de la naturaleza, ciudades verdes e híbridas

5- Restauración de ecosistemas a gran escala

Por hacer las paces con la naturaleza que nos sustenta. Únete a crowdfunding.

 

Imagen ilustrativa, UCR.

Día Mundial del Ambiente: ¿Dos Costa Ricas?

Edison Valverde Araya, Buen Vivir

Veo y escucho a gobernantes, alcaldes, empresarios, grandes medios, ONG’s, decir que nuestro país es un país verde, sostenible, sustentable, carbono neutral, con seguridad alimentaria y agua potable para todos, energías limpias, parques y áreas protegidas, programas de reciclaje, etc etc.

Entonces me pregunto: ¿es que hay otra Costa Rica?

La Costa Rica que habla de explorar petróleo, gas, minería, ríos, humedales, canal seco en el norte y sigue importando y aplicando agrovenenos, manteniendo monocultivos como la piña que contaminan y dañan «todo y a todos», transgénicos, comunidades con aguas envenenadas (como Cipreses de Oreamuno), basura en muchas ciudades y pueblos, ríos, costas y mares contaminados, comunidades que se inundan todos los inviernos, etc etc.

¿Qué nos pasa? ¿Qué hacemos como individuos o comunidades ante la inminente gravedad de la crisis climática?

Y en medio de esas Costa Ricas se levantan voces y acciones de mujeres y hombres que día a día siembran maíz, frijoles y arroz (soberanía alimentaria, algunos en forma orgánica), reforestan, reciclan, protegen flora y fauna, ríos, lomas y montañas, ferias del agricultor, hacen arte que denuncian y cantan a la vida, apoyan el cambio energético (carbón, gas y petróleo hacia agua, viento y sol).

¡Seguimos!

Crisis climática, camino a la extinción

FrenteTIERRA extiende una invitación a la presentación del video “Crisis climática, camino a la extinción”, el jueves 11 de mayo a las 6:00 p.m. en FECOU, UCR, edificio Saprissa. Esta actividad trata de la exposición del video, además de un conversatorio y problematización sobre el panorama ante la crisis.

 

Información compartida con SURCOS por Matthew Cook.

Propuesta de UCCAEP sobre a explotación petrolera una invitación a la barbarie y volver a las cavernas

(Bloqueverde- Oilwatch Costa Rica, 26-4-23). La ruta de ‘bienestar económico y calidad de vida’ propuesta el día de ayer por la UCCAEP evidencia la atrasada mentalidad de una generación empresarial anclada en desangrar a la tierra y los seres humanos para hacer dinero y además profundiza su tendencia contra la vida evidenciada en posiciones retrogradas contra el Acuerdo de Escazú o hablar de “acoso ambiental.”

Mientras las nuevas generaciones se aprestan a dar una de las batallas más trascendentales para la Humanidad, otros -los que ya vivieron la mayoría de su vida- quieren precipitar la debacle climática del planeta al insistir en reactivar la explotación petrolera en Costa Rica.

Es una clara propuesta de testamento para la salud del clima del planeta. De concretarse semejante retroceso, mataríamos nuestra verdadera gallina de los huevos de “oro”, ya que la verdadera riqueza de Costa Rica está en su biodiversidad y en la gente que la resguarda.  La propuesta señalada nos llevaría a lapidar la inspiración que ha generado Costa Rica a nivel internacional en ser libre de este tipo de extractivismos. Estas añejas y cavernarias propuestas de acabar con el futuro en un momento en el que hay que apostar por las nuevas energías y la protección de la biodiversidad solo pueden ser ocurrencias oscurantistas y desfasadas.

La propuesta está asentada sobre una posibilidad remota: la improbable existencia de petróleo en Costa Rica. Ni siquiera los impulsores de esta falacia pueden asegurar de forma certera que hay petróleo en este país. Todo se basa en números y datos de compañías que los inflaban en al son de la especulación para vender el proyecto y sacarle plata demandando al Estado.

Se presentan la misma colección de números alegres que se puede hacer con cualquier calculadora y que acompañaron las intenciones de pasados intentos de explotación petrolera, todos rechazados mediante estudios científicos, dictámenes técnicos, recursos legales y con organización social.

Todos estos números alegres lo que no nos muestran son los costos ambientales que traería esta industria para la sociedad, los ecosistemas y la maltrecha atmósfera. Precisamente las anteriores intenciones para esta actividad arrojaron mayores costos socio ambientales que los mentados y supuestos beneficios.

La sociedad costarricense llegó a un importante consenso de que nuestro desarrollo no debe basarse en la industria extractiva. Este consenso fue ratificado por una moratoria petrolera en la administración de Abel Pacheco. Óscar Arias se negó a firmar el contrato con la Mallon Oil. Laura Chinchilla amplió el decreto de moratoria hasta el 2021 y la moratoria también fue ratificada durante la administración Solís y por la pasada administración extendiéndola hasta el 2050.

El actual gobierno en campaña dijo no al petróleo y si al gas, pero estudiando costo beneficio como combustible de transición, sin saber muy bien técnicamente que eso no es posible, es decir el gas y el petróleo vienen asociados. Que transición puede ser hacer más extractivismo y seguir calentando el planeta.

Imagínense a los turistas viendo plataformas de explotación petrolera en la costa y sus típicas mareas negras de brea tapizando de inmundicia la arena blanca del Caribe… ¿Acaso se les olvida cuál es la principal fuente de divisas que tiene nuestra economía?

Al tiempo que el resto del mundo discute como reducir la quema de petróleo y migrar hacia otras alternativas, en Costa Rica se salieron de las cavernas retrógrados trasnochados irrespetando algo que ya fue discutido y acordado. Costa Rica ya decidió dejar el petróleo bajo tierra y liderar en temas ambientales. Esto no lo va cambiar toda la agenda desregulatoria y regresiva ambientalmente impulsada por el actual gobierno.

Es urgente dejar los combustibles fósiles bajo tierra, dejar que el planeta se enfrié, dejar de quemar combustibles fósiles. Ya no hay tiempo para devolverse a este tipo de discusiones estériles y que retardan las decisiones y acciones que se necesitan para ayer.

Con esta propuesta a la borda la cumbre del clima, convenios internacionales, leyes, resoluciones y planes para reducir la dependencia del carbono esta propuesta es una invitación a volver a la barbarie y al pasado. Ya se sabe que la tierra es redonda y no plana, y ya se sabe que, de seguir quemando petróleo, no habrá futuro. Llamamos a las nuevas generaciones a organizarse y a pelear por su futuro. A los que ya jugaron y no aportaron en su momento les decimos que no sean tan inconscientes y dejen a las futuras generaciones las posibilidades y las condiciones para la sobrevivencia.  

Dos preguntas claves de exploración petrolera

¿Hay beneficio nacional?

En el Artículo 36 de la Ley de Hidrocarburos No. 7399 queda claro que el contratista venderá al Estado a un precio que, a la fecha de la compra, no podrá ser mayor de los precios existentes en el mercado internacional para los crudos equivalentes. Esto quiere decir que Costa Rica comprará el barril (gas) a precio de mercado. Del análisis del contrato firmado a nombre del Estado por el entonces presidente Miguel Ángel Rodríguez a favor de MKJ-XPLORATION 8-1999 (que más tarde cedería sus derechos a Harken) queda claro que esta actividad no generará la prometida riqueza, porque el petróleo resultaría ser de la empresa pagando una regalía en dinero o especie (petróleo) y el impuesto sobre la renta. En este contrato se establecía solamente reinvertir “un 5% de sus utilidades netas en el desarrollo de programas sociales y ambientales”. En la industria petrolera, las compañías generalmente no reportan ganancias. Además, la actividad petrolera afectaría negativamente las actuales actividades económicas más importantes del país que es el turismo y la agricultura (Alvarez, 2015).

¿Por qué se rechazó la exploración petrolera en 2002?

Primero, se firmó una concesión sin estudio de impacto ambiental y posterior se firma el contrato con un Estudio de Impacto Ambiental de reflexión sísmica. Luego en marzo del 2002 un segundo Estudio de Impacto Ambiental del “Proyecto Perforación de Pozo Exploratorio Petrolero en Mohín” fue declaró al proyecto “no viable ambientalmente” por la SETENA. Esto abrió toda una discusión nacional sobre la legalidad o vigencia del contrato con Harken Costa Rica Holdings firmado sin aprobar un verdadero e integral Estudio de Impacto Ambiental. El contrato lo incumplió la empresa al no poder aprobar el Estudio de Impacto Ambiental. A finales del 2003, Harken exigió una compensación de US$ 57.000 millones, mediante un arbitraje ante el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias por Inversiones, organismo adscrito al Banco Mundial. En el 2005 como la demanda internacional no tenía sustento demando al Estado en el ámbito contencioso administrativo y bajo su pretensión a trece millones de dólares ($13.000.000,00) por los daños y perjuicios causados durante la vigencia del contrato (entre 1999 y 2005). En 2014 es decir 9 años después el Tribunal Contencioso da la razón al Estado la sentencia No. 1754-2014 del Juzgado de lo Contencioso Administrativo asegura que“…se rechaza en todos sus extremos la demanda interpuesta por HARKEN COSTA RICA HOLDINGS L.L.C. (Alvarez, 2014).

Imagen: Semanario Universidad.

¿Será el siglo XXI «el siglo de las crisis»?

Germán Gorraiz

Germán Gorraiz- Analista

El siglo XXI pasará a la Historia bajo el epígrafe de «siglo de las crisis», al concatenarse la crisis económica del 2008, la crisis sanitaria del COVID, la crisis geopolítica con el retorno a la Guerra Fría y la irrupción del Nuevo Orden Multipolar o G-3 en la cogobernanza mundial y la crisis energética con precios estratosféricos del gas, electricidad e hidrocarburos.

Asimismo, en este siglo se incrementará la crisis climática, con inusuales olas de calor, sequías e inundaciones y asistiremos a la crisis de las democracias formales tras la aparición de los regímenes autocráticos y la crisis social. Así, tras el derrumbe del castillo de naipes de la globalización, se incrementará la fractura social en las sociedades pudiendo completarse la rueda cíclica con la irrupción de una nueva crisis alimentaria mundial.

Una crisis es «una coyuntura de cambios en cualquier aspecto de una realidad organizada pero inestable, sujeta a evolución». La palabra crisis está emparentada etimológicamente con el verbo griego krínein, que significaba originariamente «decidir, separar, juzgar» y posteriormente derivó en «seleccionar o elegir» y siempre lleva implícita un caos de la mudanza.

Por caos entendemos «algo impredecible y que se escapa a la miope visión que únicamente pueden esbozar nuestros ojos ante hechos que se escapan de los parámetros conocidos». Así, nuestra mente es capaz de secuenciar únicamente fragmentos de la secuencia total del inmenso genoma del caos, con lo que inevitablemente recurrimos al término “efecto mariposa” para intentar explicar la vertiginosa conjunción de fuerzas centrípetas y centrífugas que terminarán por configurar el puzzle inconexo del caos ordenado que se está gestando.

Shakespeare, por boca de un asustado Enrique IV expresa el miedo y la impotencia del hombre debido a la ausencia de certezas ante el caos de la mudanza: “¡Dios mío, si tuviésemos la opción de leer en el libro del destino y ver del tiempo las revoluciones, ver cómo la ocasión se burla y cómo llena el cambio la copa de Mudanza con diversos colores!”.

Una crisis implica siempre una ruptura del transcurso lineal de los acontecimientos que deviene en una serie de alternativas entre las cuales se debe elegir. Para salir de dicho laberinto, es preciso utilizar la capacidad de diferenciar y de pensar de manera crítica siguiendo la senda marcada por il Poverello d’ Assisi: «Comienza haciendo lo que es necesario, después lo que es posible y de repente estarás haciendo lo imposible».

Buen Vivir Costa Rica: ¿Por qué apoyamos la marcha campesina?

Desde Buen Vivir Costa Rica, hemos recogido el sentimiento de diversos compañeros y compañeras de nuestra comunidad. Como resultado, este es uno de nuestros aportes a la Marcha Campesina.

Édison Valverde Araya:

¿Por qué apoyamos la marcha campesina? Porque apoyamos a los campesinos y a la soberanía alimentaria; porque defendemos a la madre tierra; porque ponemos atención y actuamos frente a la crisis climática; porque denunciamos el daño que ocasionan los monocultivos, los agrovenenos y la contaminación de las aguas; porque apoyamos la unidad de los diversos sectores populares; marchamos con bastones, para no olvidar que somos hijas e hijos de la madre tierra y que, como campesinos y consumidores, debemos permanecer conectados a ella; apoyamos la construcción de la unidad popular, porque tenemos derecho al buen vivir.

Consejo Nacional de Rectores declara año 2023: “Universidades públicas ante el Cambio Climático”

12 de enero del 2023.  En el contexto mundial y nacional se enfrenta la crisis climática, situación que ha generado cambios en el entorno y lo ha vuelto vulnerable ante ciertas situaciones y una de ellas es la del cambio climático y la pérdida de biodiversidad. Este contexto ha sido precedido por una afectación en la salud de las personas, migraciones forzadas de la población mundial, una disminución de la producción de alimentos.

Es por ello, que el Consejo Nacional de Rectores acordó declarar el año 2023: “Universidades públicas ante el Cambio Climático”.  Este acuerdo se fundamenta en que el Consejo Nacional de Rectores y las Universidades Públicas, definieron en el Plan Nacional de Educación Superior Universitaria 2021 – 2025 la sostenibilidad como eje estratégico transversal, adicional, los temas de sostenibilidad ambiental y adaptabilidad al cambio climático deben ser considerados como parte de los procesos de actualización de los planes de estudio de las carreras.

El acuerdo señala que los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), establecidos en el año 2015, son objetivos de alcance global que plantean un compromiso colectivo, cuyo fin último es erradicar la pobreza y la desigualdad, proteger al planeta contra la degradación y los efectos del cambio climático, y garantizar los derechos humanos para todas las personas. 

Las Universidades públicas deben transversalizar los ODS en las actividades universitarias de docencia, investigación, extensión y acción social, vida estudiantil y gestión, desde la formulación de los planes estratégicos, operativos, programas y proyectos de las universidades y fondos del sistema.

Por tal motivo, las Universidades Públicas como agentes de cambio promoverán espacios de discusión, análisis y generación de propuestas para la atención de los retos que enfrenta nuestra casa común, tales como la adaptabilidad al cambio climático y la reducción de pérdidas y daños por eventos extremos.

Como parte de su labor aportan a las metas de descarbonización, mediante procesos de investigación, desarrollo, innovación y emprendimiento por medio del desarrollo de nuevas tecnologías en fuentes de energía renovables, infraestructura, industria y sistemas agropecuarios de bajas emisiones y uso eficiente del agua.

La declaratoria define que cada universidad pública materialice su compromiso ambiental frente a la adaptabilidad al cambio climático, mejorando la observación sistemática de la tierra y del clima y la métrica del cambio climático,  reforzando la acciones dirigidas al ahorro energético, promoción de la movilidad sostenible y manejo de aguas residuales, que promueven una gestión baja en emisiones; así como la definición de estrategias en materia de la atención integral de la prevención de riesgos de desastres, la reducción de pérdidas y daños y de la conservación y restauración de ecosistemas.

Además, que adopten políticas académicas de formación de profesionales de manera integral y trans-disciplinaria, contemplando la sostenibilidad ambiental y el cambio climático como componentes a incluir en el quehacer universitario; así como el compromiso en la generación de políticas asociadas al desarrollo de campus sostenibles y de ciudades inteligentes.

Las políticas de descarbonización y medioambientales son parte constitutiva de una buena gobernanza

Alberto Salom Echeverría

“Juré solemnemente que mi familia sería siempre lo primero y que la crisis climática sería la máxima prioridad en mi carrera profesional.”

“El ritmo de destrucción ha empeorado y la necesidad urgente de una respuesta se ha hecho aún más acuciante.” (Al Gore. “Una Verdad Incómoda. La crisis planetaria de calentamiento global y cómo afrontarla.” Barcelona, España. Gedisa editorial. Primera edición, 2007)

Unas palabras introductorias

En el año 2007, Albert Gore Jr., mejor conocido como Al Gore, se le concedió el Premio Nobel de la Paz. Fue apenas seis años después de haber ejercido como vicepresidente de Los Estados Unidos, junto a Bill Clinton en calidad de presidente. El período de gobierno de ambos se había prolongado del año 1993 al 2001. La motivación esencial que tuvo el jurado que lo premió con el “Nobel” fue debida a su contribución a la reflexión y acción mundial contra el cambio climático.

En los ocho años que fungió como uno de los dos líderes del gobierno estadounidense Gore, entre otras tareas quedó sumergido en la lucha contra el cambio climático y el calentamiento global, de un modo que, no lo había hecho nunca un dirigente gubernamental de ese nivel en el gobierno federal; ni hasta el momento lo ha repetido ninguno otro, incluyendo a Barak Obama, cuyos aportes y atestados en este campo fueron muy destacados también.

Se inmiscuyó tanto en la tarea, en gran parte auto encomendada, que logró obtener una visualización completa de la magnitud de la crisis climática en la que desde entonces se abatía la humanidad, a causa principalmente de la contaminación provocada por la quema de los hidrocarburos para mover la gran industria contemporánea. En la introducción al libro suyo que hemos citado, “Una Verdad Incómoda”, el exvicepresidente quiso dejar constancia de varios hechos extraordinariamente peligrosos, nos dijo:

1. Hay una verdad incómoda para la especie humana; aunque según la posición que se ocupe en la estructura productiva y social, cada sector posee diversos grados de responsabilidad. Es incómoda, porque como dijera el propio Al Gore: “…los humanos son la causa del calentamiento global actual y que, a menos que actuemos rápidamente, las consecuencias para nuestro hogar planetario podrían ser irreversibles.” (Cfr. Ibidem). Sí, las consecuencias catastróficas podrían ser irreversibles para el planeta en su conjunto y, desde luego para la vida, en todas sus manifestaciones en él; tengamos en cuenta que este aserto fue expresado hace ya 15 años. ¿Hemos logrado revertir el proceso de calentamiento global y sus consecuencias?

2. Los científicos, el mundo en su conjunto ha constatado con abundantes pruebas que, los ciclos de la naturaleza “están cambiando profundamente”; la evidencia la constatamos en carne propia tras los eventos extremos que están ocurriendo ya en la tierra, ya en el agua; también la encontramos en el hielo que se licúa y en la nieve que se derrite, durante las olas de calor y las sequías, en los ojos de los huracanes y en las lágrimas de los refugiados del mundo. (Cfr. Ibid.) En el otro extremo, se presentan, cada vez con mayor frecuencia, temperaturas extremadamente bajas (más allá de lo normal), que convierten extensas zonas del mundo habitadas, en regiones inhóspitas durante los inviernos. La situación es de emergencia planetaria nos espetó también Al Gore, desde aquellos distantes años. ¿hemos logrado revertir el cambio climático?

3. Desde el “Tratado de Kioto” en Japón, año 1997, (hace 25 años, remarco), los líderes mundiales se atrevieron a pasar de un mero diagnóstico del calentamiento global y sus causas, para bosquejar un “Tratado”, cuya meta principal consistió en ´controlar la contaminación que produce el calentamiento global´. ¿Es que acaso estamos tan siquiera cerca de haber alcanzado la meta o, por el contrario, aquellas causas generadoras del calentamiento del clima se han exacerbado?

4. Ahora nos enfrentamos con mayor agudeza que nunca, dijo también el exvicepresidente Gore, a la desaparición de especies enteras de animales y plantas derivado de la acción depredadora de los humanos sobre la Tierra. El fenómeno es equiparable con la extinción masiva de los dinosaurios de la faz de este planeta, se cree que provocado entonces por el impacto colosal de un ‘gigantesco asteroide’ contra el Planeta que habitamos. Es decir, hace 2.200 millones de años el cambio climático y el desastre ecológico provocado que, entre otros desastres acabó con la vida de los dinosaurios, se debió a un fenómeno natural; hoy, el impacto sobre el Planeta proviene de la acción humana que, ha provocado la contaminante carbonización de la economía en todo el mundo y amenaza con extinguir la vida en todas sus manifestaciones.

Las políticas públicas medioambientales y la ‘Gobernanza’

En artículos anteriores, nos hemos referido a lo insoslayable que resulta para cualquier país de la tierra hoy, impulsar una estrategia concertada, integral, y con perspectiva de mediano o largo plazo, para enfrentar los persistentes fenómenos de la desigualdad y la pobreza que tienen en ascuas y envilecida a una gran parte de la población mundial. Los mismos gobiernos donde esto ocurre, carecen de una verdadera ‘Gobernanza’, puesto que nada produce más inestabilidad política e inquietud social que la miseria y las brechas sociales, entre ellas las de género, las de carácter étnico que afectan a minorías discriminadas, así como las brechas digitales y tecnológicas en general entre las naciones y al interior de ellas. Esto, los científicos sociales y politólogos lo han constatado fehacientemente y los organismos internacionales más democráticos, como la CEPAL o el PNUD, lo tienen debidamente documentado. No hay ‘Gobernanza’, sin una atención constante y mediante políticas públicas eficaces y alianzas público-privadas que brinden atención a la desigualdad y la pobreza.

Del mismo modo, no podrá hablarse de ‘Gobernanza’, en el sentido que la hemos definido en estos ensayos, sin incorporar a este concepto, políticas públicas sistemáticas, constantes, participativas, evaluables y relativas a la protección medioambiental. La postergación de la adopción de políticas de desarrollo sostenibles y sustentables con el planeta, con la vida y los ecosistemas, que permitan revertir el calentamiento global y el cambio climático, no hacen sino aproximarnos como humanidad a peores catástrofes que las que hemos visto y padecido; ya que, nos están empobreciendo aun más a todos. Continuar postergando las soluciones, largamente recomendadas por la ciencia, para eliminar la carbonización y la contaminación ambiental es de una irresponsabilidad incomparable con nada. Las consecuencias de la contaminación producen secuelas acumulativas.

De ahí que, nadie, ninguna nación por pequeña e insignificante que parezca, con mayor razón las que son grandes y poderosas, tiene derecho a desentenderse de la contaminación y el calentamiento del clima que hemos provocado con el uso intensivo de los hidrocarburos y otros contaminantes. Fenómenos del clima que hace treinta o cuarenta años, permitían un margen de tiempo a los gobiernos para que pudiesen organizarse y enfrentar o incluso prever los eventos (al menos algunos de ellos) hoy los tenemos encima, golpeándonos continuamente y con efectos devastadores. ¿Quiénes son los más afectados? Como siempre las personas más sufrientes por carecer de recursos económicos, educativos y de salud de calidad; son aquellos mismos que se han visto privados también del acceso a la tecnología y despojados de los bienes inmateriales, pero muy reales de la cultura; en pocas palabras, no son otras que las poblaciones subalternas de la sociedad, las más vulnerables de la tierra. Como dijera Martin Luther King JR: “Estamos ante el hecho, mis amigos, de que el mañana es hoy.”

El tiempo se agotó, la temperatura promedio del planeta ya está 1,2 grados centígrados por encima del nivel promedio de la época preindustrial de mediados del siglo XIX. Nos encontramos preocupantemente cerca de alcanzar como promedio los 1.5 grados centígrados por encima del promedio de la era preindustrial. Límite establecido por los científicos, por encima del cual el clima comenzará a tornarse cada vez más inhóspito. Si no se logra detener el calentamiento de la atmósfera y llegamos a 2 grados centígrados (apenas 0,8 grados centígrados superior a lo que tenemos hoy), la vida se hará insostenible. Debe tenerse presente que, los últimos 8 años han sido los más caliente de la historia moderna de la humanidad.

Por estas razones, repito ahora una frase feliz que le acabo de escuchar al académico MSC. Fernando Mora: “El cambio climático es un tema no solo ambiental, es de desarrollo.” De lo anterior se desprende que, hoy la Gobernanza solo puede prevalecer en aquellos países cuyas políticas públicas estén encausadas a brindar verdadera participación en la toma de decisiones a la sociedad civil; aquellas que logren con eficacia y eficiencia encaminarse a abatir la desigualdad y la pobreza e incorporen al mismo tiempo, medidas apropiadas para descarbonizar la economía sustituyendo cada vez más el uso de hidrocarburos (combustibles fósiles), por energías limpias e introducir políticas ambientales adecuadas para coadyuvar a ralentizar el calentamiento de la atmósfera que hemos causado.

 

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