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Etiqueta: economía regional

2025, hacia un nuevo orden global y sus eventuales implicaciones regionales (I)

Caryl Alonso Jiménez

¿Escenarios de crisis o nuevas oportunidades…?

Caryl Alonso Jiménez

Todos los indicios al parecer apuntan a un nuevo orden global que, según analistas nacionales e internacionales, tiene diversas implicaciones en las dinámicas mundiales. Por un lado la recomposición geopolítica que abre un nuevo periodo de tensiones Este/Oeste, la crisis de oriente próximo y China. Prioridades económicas hacia la reversión de la globalización en la deslocalización de las tecnológicas de Asia; y finalmente el tema migración.

En esta región los alineamientos geopolíticos vinculados a China alimentarán tensiones que derivarán en escenarios que tienen implicación como el canal de Panamá, y seguramente en colisiones a lo que hoy entendemos por democracia.

Excepto por alineamientos y/o contención migratoria, en la región no hay industria ni tecnológicas y tampoco en el corto plazo, no habrá beneficios de la deslocalización de empresas tecnológicas para competir en mercados globales.

El modelo económico en la región, principalmente en Guatemala el sector primario no tiene perspectiva de cambio en el corto plazo. Excepto los intentos de transformación industrial en Costa Rica en desarrollo farmacéutico y productos tecnológicos que aún son débiles y, Panamá con la modernización de un nuevo modelo de país Offshore financiero (servicios), que sacrifica políticas territoriales. El resto en van en esa línea.

Cualquier análisis económico financiero de país pasa por la estabilidad macroeconómica. Los casos de Guatemala, El Salvador y Honduras, depende de las remesas anuales que, en el 2024, con casos como México superaron los US$ 60 mil millones anuales, Guatemala alcanzó US$ 21 mil millones y la tendencias del crecimiento de remesas fueron la línea de crecimiento en Honduras y El Salvador.

La economía regional aporta al comercio mundial menos del 2% anual. El crecimiento sigue siendo débil en promedio por abajo del 3% anual del PIB. La riqueza no se expande (equidad) y la lógica matemática de la explotación de excedentes permanece inalterable.

Sin embargo, los anuncios intensifican alarmas hacia expulsiones masivas de migrantes que de concretarse tendría serias crisis en todos los campos de la vida nacional, donde su incorporación a la vida productiva tendría altos impactos.

¿Hasta dónde las agendas institucionales están construyendo la infraestructura pública necesaria para respuestas humanitarias? Al parecer los sistemas institucionales no tienen respuestas inmediatas excepto medidas de traslado a sus comunidades sin ninguna previsión de sobrevivencia o sistemas de asistencia y acompañamiento local.

Como región no existe una plataforma de integración real, ni el Parlamento Centroamericano y tampoco las tentativas de SICA son opción, se agotaron. Queda un último eslabón: el sistema multilateral financiero de BCIE, que podría articular un Programa Regional en línea a crear el fondo de inversión y desarrollo para despegar. En tres temas centrales públicos: educación, salud e infraestructura. Sumado a un programa de precipitación de fondos de inversión territorial para recuperar infraestructura local y territorial. Pero no se tienen políticas para la reinserción de migrantes, excepto servicios administrativos aun sin la efectividad real, que debe someterse a un escrutinio de calidad.

Es importante tener en cuenta que la incorporación del sector económico en esta nueva etapa será imprescindible. Está claro, guste o no, solo el mercado genera riqueza, y si esta llega en intervención en áreas productivas territoriales tendrá mayor impacto.

La agenda comienza por ordenar el nivel de respuesta con sentido estructural y la articulación con entidades públicas para programas con sentido humano. En educación abrir espacios para la inserción acelerada en programas que certifiquen capacidades. Igualmente programas de formación en capacidades técnicas para disponer de recursos calificados y disposición de fondos para proyectos productivos. Generar mercado puede alentar redes de consumo local y extender confianza, Pero actuar, ese es el punto.

Lo que no cabe duda es que los temas globales tienen aterrizajes locales, y el tema de las migraciones en breve tiempo obligará a acciones estatales que determinará el cálculo de percepciones de optimismo o pesimismo del ciudadano, y eso tendrá costos.

No es fácil, y los simplismos frente a las crisis no se resuelven con esperanzas dominicales, ni retoricas populistas; sino, con respuestas precisas, concretas y efectividad institucional privada y pública.

Por la brevedad del espacio no se abordan propuestas, será en las siguientes entregas. Por ahora posicionar en el imaginario del ciudadano el acompañamiento institucional con capacidad de respuestas, comenzando por servicios de atención. Y comienza en los consulados en USA, que juegan roles importantes que quedarán bajo el escrutinio del migrante, que a partir de ahora tendrá otra valoración el verdadero sentido de nación.

En 45 años los migrantes enviaron más de US$ 2 billones de dólares en remesas, ¿Son suficientes para respuestas del Estado y mercado…? O, ¿Cuánto más hará falta…? Es ahora cuando se retratará el liderazgo institucional, y allí estará la estatura del Estado… Entonces, ¿lo medimos…?

Que la factura que paguemos, no nos violente la paz

Licenciado Miguel Ureña Cascante.

Miguel Ureña Cascante

Este martes 23 de julio se reabrió el paso sobre el puente La Amistad, camino a Guanacaste, acceso primario a Nicoya, puente que le costó a Costa Rica miles de toneladas de atún, y por una cantidad importante de años, y a pesar del pago, una obra que se deterioró y fue necesario intervenir.

En los procesos de negociación, siempre uno observa cuánto invierte y cuánto gana, sin duda, se deteriora por diversas razones, hasta el clima mismo ayuda, la sismicidad, la humedad, la sequía, en fin, todo se invierte, se hace, a cambio de una utilidad para el país mismo.

Nosotros seguimos con dudas, de cuánto hipotecamos, a cambio de tan necesario puente.

Hoy después de una inversión millonaria, que no la paga el presidente, la pagamos todos los ticos, se reabre y se pone al servicio de la economía regional, reduciendo el tiempo de llegada a esa linda porción de tierra tica.

Menos combustible, menos tiempo de conducción, menos desgaste vehicular, en fin, eso nos trae beneficio, pero cuánto más pagaremos todos, en ese análisis costo beneficio para tener vigente el uso de tan necesario instrumento.

El Río Tempisque, icono de la región, es sin duda la antesala de las maravillas naturales que resguarda esta tierra tocada y tallada por la mano de Dios, tierra de longevos, zona azul le dicen, porque sus habitantes logran con facilidad como guayacanes superar las expectativas de vida misma.

Tramar de las marimbas, el silbido o grito de un sabanero, palmoteando la coyunda, con el 28 en el cinto, su cutacha y la cubierta en la cintura, con el pañuelo seca su rostro ante su jornal quehacer.

Ni que se diga del potrillo o yegua, para colgar las alforjas y trasladarnos por largas distancias y descansar a la sombra del frondoso árbol de guanacaste, y comerse el gallo pinto con torta de huevo, envuelto en hoja de plátano, y el maduro con natilla y al final el agua dulce o un peinado paz tras.

Manjares de mi tierra, instrumentos para el desarrollo y transporte, que aunque traigan más inversión en turismo, algo se queda como gota de sudor que sacrifica su pueblo, algo debemos pagar, trae desarrollo cuesta, grandes condominios, las lapas y loras deben cuidarse de las hélices de las avionetas, el venado ya no duerme tranquilo, su hábitat esta invadido por el desarrollo. Algo debemos pagar…

Algo debemos pagar, para asegurarnos que las tanquetas de los contenedores viajen menos quizás con rumbo a Peñas Blancas o al mismo aeropuerto para trasladar mercadería para afuera o para adentro.

Algo debemos pagar, no importa si usted está en Limón o en Cartago, la factura llega a Hacienda, y de ahí se pagan los “cincos” de esa reparación.

No hay almuerzo gratis dicen los ancianos, pero cuánto deberemos pagar si son días, meses o años.

Quien diantres lo sabrá, por eso, cuando mire el listón patriótico de la reinauguración, pregúntese qué paga usted, qué paga él, qué pagan ellos, qué pagamos todos.

Adelante Guanacaste, tierra querida y adorada, el folclorista y el gui pi pía, el uyuyuy bajura, el tronar de los cascos de la bestia sobre el pavimento, hoy se hacen notar más que antes, cuando las calles eran de tierra o barro.

Pero nos debemos preguntar, cuando éramos felices y nadie lo sabía, hoy vamos camino al desarrollo, pero ojalá sin combustible en el arroyo, para tener agua limpia y cristalina, y no una factura para toda la vida.

Felices 200 años, feliz reinauguración del Puente La Amistad, que la factura que paguemos, no nos violente la paz.

Derechos Humanos y Soberanía

Por

Arnoldo Mora

Arnoldo Mora
Arnoldo Mora

 

Marginándome deliberadamente del tema del momento, cual es el anuncio del Presidente de dar un informe de los 100 días que ha pasado en Zapote, me referiré hoy a la desgarradora situación que vive nuestra región en torno a un tema que concierne al respeto de los derechos humanos y humanitarios y a las normas fundamentales que rigen el derecho internacional, como razón de ser del ejercicio ética y jurídicamente legítimo del poder político. Si echamos una mirada a lo que está pasando sobre estos aspectos, constatamos con estupor que hoy se sigue masacrando a la población más indefensa como hace ya más de 30 años en que se firmaron los acuerdos de Esquipulas. Con estos, se pensó que la paz había llegado a nuestra región, ensangrentada entonces con el último conflicto militar de la Guerra Fría. Por desgracia no ha sido así. Y como muestra, veamos casos concretos. Hoy Honduras y Guatemala son los países más violentos del mundo sin haber un estado de guerra declarado. Esos países son, no por casualidad,  los más pobres del Continente después de Haití. Por eso miles y miles de niños y adolescentes de uno y otro sexo son enviados, a la buena de Dios, a cruzar la frontera Sur de Los Estados Unidos. Pero solo encuentran abandono y muerte cayendo frecuentemente en manos de bandas dedicadas al tráfico de personas, armas o drogas, o simplemente se les deporta como delincuentes lejos de sus familias. El Imperio cierra sus fronteras, levanta muros, mientras el gobernador de Texas solo atina a militarizar la región. Porque la causa de esa desgarradora situación está en las políticas impuestas por gobiernos supuestamente “democráticos”.

¿Qué hacer frente a esa desoladora situación? Lo peor es no hacer nada. Por eso propongo que, por la mediación de Naciones Unidas se organice una especie de Plan Marshall en que se impulse la economía regional y se proponga una reforma agraria que pare el éxodo rural, origen de la migración forzada de trabajadores. Los tratados de libre comercio, firmados tan profusamente, deben ser repensados en función de las necesidades de nuestros empobrecidos pueblos y no solo priorizando los intereses mercantiles, o concebidos con la lógica de la geopolítica o, peor aún, poniendo a pueblos hermanos a pelear. Solo respetando la soberanía y fomentando los lazos de amistad entre nuestros pueblos y gobiernos lograremos construir una paz real.

Por su parte, nuestro gobierno debe hacer respetar su soberanía y cumplir las normas del derecho internacional cortando de plano todo intento de usar el suelo patrio para desestabilizar gobiernos con los cuales tenemos relaciones diplomáticas normales. La agencia de noticias AP dio a conocer que organismos del gobierno de Estados Unidos usaban nuestro territorio para enviar grupos de varios países, a subvertir el orden en Cuba. Esperamos que esta infamia no se repita. Todo lo contrario, nuestra política doméstica e internacional, debe guiarse tan solo por el respeto a los derechos humanos, los principios del derecho internacional y la promoción de la justicia social como fundamento de una paz duradera en la región.

 

Enviado a SURCOS Digital por el autor.

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