Estamos co-organizando desde el PROESS la primera entrega del año de frijoles de personas productoras de San José de Upala. Dicha entrega se hará en El Pretil, Sede Rodrigo Facio de la Universidad de Costa Rica* (frente a Estudios Generales) el día 20 de marzo.
Los pedidos deben ser realizados a más tardar el 15 de marzo por el siguiente formulario:
El PROESS, TCU 607 y el Proyecto ED3602 realizará una preventa de frijoles provenientes de las y los productores de Upala. Anuncian lo siguiente:
Desde el Programa de Economía Social Solidaria (PROESS), el TCU 607 “Comer Orgánico” de la Escuela de Sociología y el Centro de las investigaciones agronómicas (CIA)/Proyecto ED3602 “Acompañamiento en la potenciación de sistemas agroalimentarios en manos de pequeños productores ubicados en el cantón de Upala”, se está co-organizando una segunda entrega de deliciosos y frescos frijoles de productores y productoras de San José de Upala. Dicha entrega se hará en la entrada de la Facultad de Ciencias Sociales y en el Centro de Investigaciones Agronómicas (CIA) DE LA Universidad de Costa Rica de la Sede Rodrigo Facio.
Los pedidos deben ser cancelados por medio de sinpe móvil al número 86150323 a nombre de asociación de productores y productoras de San José Upala. El comprobante de pago se debe enviar al correo proess@ucr.ac.cr indicando su nombre completo. El envío de comprobante y los pedidos cierran el jueves 20 de abril y la entrega será el 24 y 25 de abril.
Si está interesado en adquirir y colaborar con estos productores llene el siguiente formulario para agendar su pedido: https://forms.gle/DJeaRk9oPYSvnKc86
Información compartida con SURCOS por Fernando Zeledón.
Todos los años, el 16 de octubre, se celebra el Día Mundial de la Alimentación. Este año, bajo el lema “Nuestras acciones son nuestro futuro. Es el momento de actuar conjuntamente por una mejor producción, una mejor nutrición, un mejor medioambiente y una vida mejor.”
El lema alude a la estrecha relación que existe entre la producción de alimentos, el consumo, el ambiente y la salud. El sistema alimentario es responsable de la generación de un 30 % de los gases de efecto invernadero relacionados con el cambio climático que vivimos. Esto nos plantea la necesidad urgente de cambios en las formas de producción agrícola y de consumo de alimentos.
Ante este panorama, una de las principales recomendaciones que se plantean es la de volver a lo propio, a nuestras raíces, a nuestras tradiciones alimentarias, priorizar el consumo de alimentos que se producen en la región en la que habitamos, preservando la biodiversidad alimentaria, a la vez que se promueve el consumo de alimentos frescos, la cultura gastronómica local y se beneficia la economía de la población, distribuyéndose de mejor manera la riqueza.
Al pensar en alimentos que permitan llevar a cabo las recomendaciones planteadas, definitivamente surgen los frijoles. Doña Juana Ramírez Carrera de Aragón, autora en 1903 de la primera obra impresa de cocina que se conoce en el país (reeditada por la Editorial UCR en el año 2009), cuando se refiere a los frijoles describe a los frijoles negros como el “PLATO NACIONAL”, señalando que las mejores calidades de éstos provenían de localidades como Santa Ana y Ujarrás.
Desgraciadamente los hábitos alimentarios de los costarricenses han cambiado y ya no tenemos la posibilidad de llamarle “plato nacional” a los frijoles. Sin embargo, dichosamente siguen siendo un componente presente en la dieta de las poblaciones de nuestro país. Quizá no en la cantidad y frecuencia que desearíamos que fueran consumidos, dados todos sus beneficios, pero sí se mantienen presentes, siguen siendo un alimento básico en la dieta y una de las principales fuentes de proteína para la población. Y no podemos negar que los frijoles están arraigados en nuestra cultura alimentaria. No en vano, constituyen un importante alimento para las poblaciones mesoamericanas desde hace más de 7000 años, cuando fueron domesticados.
Los frijoles constituyen una excelente fuente de proteínas, las cuales mejoran en calidad al mezclarlos con un cereal (arroz, maíz), con raíces y tubérculos o con plátano. Son también fuente de vitaminas como ácido fólico y tiamina, de minerales como hierro, calcio, zinc, magnesio y potasio. También son una excelente fuente de fibra, poseen un bajo índice glicémico (lo cual favorece a las personas que presentan diabetes) y contienen una considerable cantidad de sustancias antioxidantes (en especial los frijoles negros).
Sus cualidades nutricionales los hace ser un alimento que contribuye en la prevención de enfermedades crónicas comunes en nuestra población (diabetes, enfermedades cardiovasculares), de osteoporosis, de malformaciones congénitas, de anemia, de estreñimiento, de cáncer de colon, de cálculos renales y que contribuyen en la disminución de grasa corporal y de circunferencia de cintura (corroborado en estudios en mujeres). Sumado a esto, los frijoles son libres de gluten y casi no contienen grasa.
En la actualidad, vemos con preocupación que, de los frijoles rojos y negros que comemos los costarricenses, solamente un 15-20% son producidos en nuestro territorio (80% importados). Y esto resulta preocupante porque quiere decir que como país hemos ido abandonando la producción de un alimento básico y altamente nutritivo, haciéndonos dependientes de su importación. Al abandonar el cultivo, también se ha dado una práctica sistemática de abandonar a sus productores, dejándolos al juego del libre mercado, de los intermediarios, y de asumir solos los riesgos y las pérdidas, lo cual es lamentable al tratarse de muchos pequeños y pequeñas productores, en su mayoría familiares.
Y es que cada productor que se pierde no significa solamente menos personas agricultoras en el país, sino también menos conocimientos y menos posibilidades de un relevo generacional en la producción.
Si bien los criterios técnicos de quienes trabajan en la extensión agrícola vinculada con la producción de frijoles ponen en tela de duda la posibilidad de aumentar el área sembrada y el volumen de producción, la verdad es que incentivar la producción de frijoles en nuestro país traería muchos beneficios, ya que:
Los frijoles más frescos son más nutritivos y digeribles.
Los frijoles son producidos en nuestro país por pequeños productores que realizan un trabajo manual, cuidando la tierra y utilizando una baja o ninguna carga de agroquímicos, lo cual favorece al ambiente.
Los frijoles no son sembrados como monocultivo extensivo, lo cual contribuye a la preservación de la biodiversidad alimentaria.
El cultivo de frijoles mejora los suelos, al incorporar nitrógeno, y con ello permite un mayor contenido de nutrientes en los alimentos que se produzcan en esos suelos.
El cultivo de frijoles como fuentes de proteínas y base de dietas saludables, resulta ser una medida para combatir el cambio climático, al compararla con la producción de ganado.
Los frijoles producidos localmente disminuyen de manera sustancial la huella de carbono y la huella ecológica.
Incentivar la producción de frijoles sería de gran beneficio para muchas familias agricultoras, lo cual contribuiría a reducir los índices de pobreza rural y a lograr una mayor y mejor distribución de la riqueza.
Pero el mayor incentivo para los productores y las productoras de frijoles de nuestro país debe provenir de la población: ¡comamos más frijoles, porque son insustituibles en nuestra dieta y en nuestro paladar! Y apoyemos los mecanismos y las instituciones que permiten el desarrollo de mercados seguros y precios justos para los productores y las productoras.
Marcela Dumani Echandi Docente de la Escuela de Nutrición de la UCR
Bajo la frase que se ha venido escuchando “nos concierne el buen uso de los fondos públicos que se utilizan en el pago de fríjoles a los entes del Estado que lo requieren”, me di a la tarea específica de corroborar cuál ha sido el precio que ha venido pagando en los últimos años el CNP por la compra de los fríjoles, dado que si bien la pregunta abarca todas las categorías de productos como abarrotes, productos de higiene y limpieza, granos básicos y productos frescos, parece que, con el único detalle de compra de fríjoles que ha realizado el PAI, se concluye para todos los productos, y quisiera corroborar si dicha conclusión usa los número reales para sus cálculos.
Usando los datos promedio de cuánto ha pagado el PAI por los fríjoles en bolsa de 900 gramos que compra a sus proveedores desde el año 2013 a setiembre del 2021 (en valores reales), se muestra casi como una constante que levemente varía entre los 1 000 y 1 100 colones; mostrando además que para el año 2020 hay una disminución del 4,9 % respecto del 2019 y otra disminución del 1,2% a setiembre del 2021 respecto del año 2020. Pero veamos otro detalle que sorprende, a nivel de los precios internacionales del fríjol, considerando los países de donde regularmente han venido los fríjoles importados a Costa Rica (Argentina, El Salvador, Guatemala, Honduras y Nicaragua), resulta que dichos precios en promedio aumentaron del año 2019 al 2020 en un 12,7% y del 2020 a lo que llevamos del 2021 en un 0,5%; esto nos evidencia que a pesar de que en el mercado internacional los precios se han mostrado al alza el PAI ha logrado disminuir el monto facturado comprando a las organizaciones de productores directamente.
Ahora veamos los argumentos desde otra perspectiva, según la ley orgánica del CNP en su artículo 9 establece que los entes públicos están obligados a proveerse del CNP y para ello, debe dar prioridad, como facilitador en el acceso a este mercado, a las mipymes de productores agropecuarios, agroindustriales, pesqueros y acuícolas de Costa Rica. Esto en concordancia de la mayoría de costarricenses que sienten una gran apreciación por el trabajo de nuestros agricultores y ni qué decir de la calidad de consumir productos frescos, recién cosechados, con la menor huella de carbono posible al evitar traslados de miles de kilómetros y generación de empleo local al darle todos los procesos dentro de nuestro país y en la medida de lo posible, en las mismas zonas productivas para evitar la migración a los suburbios de la GAM.
Ya quedo demostrado con el análisis de los precios, tanto a lo interno del PAI como a nivel internacional, que no hay argumento válido de que el PAI este gastando de más en las compras de los últimos dos años, pero sí ha habido cambios bien marcados en relación a la cantidad de proveedores, a la cantidad de marcas de fríjol y mucho mejor aún en el cumplimiento del mandato del artículo 9, en cuanto a quiénes son estos nuevos proveedores, volviendo a los datos, actualmente el PAI compra más de 32 marcas, pero lo más relevante es que ahora las marcas son propias de las organizaciones de productores, la participación de proveedores ha aumentado de forma importante, pasando de 5 0 6 proveedores en el 2013 a más de 10 a setiembre 2021, esto también es un claro ejemplo del aumento de la participación de las organizaciones, pasando de proveer menos de 5 mil quintales en el 2015 a alcanzar cerca 24 mil quintales para el 2020 (80 % de la demanda total del PAI) provistas por las mismas organizaciones, ello ha implicado una articulación entre productores, organizaciones base y proveedoras, de manera que al día de hoy logran cumplir con lo que establece la ley del CNP y las normas del reglamento técnico centroamericano para fríjol, adicionalmente de todas las formalidades de parte de las organizaciones desde la inscripción de áreas a sembrar, inscripción en el Ministerio de Hacienda, certificaciones PIMPA de cada uno de los productores proveedores, manejo de flujos de caja, administración financiera y demás, aspectos que parecen sencillos para empresas formalmente constituidas pero que en el caso de grupos de productores ha requerido apoyo tanto de las instituciones como del acompañamiento de estudiantes universitarios, por lo que esta viene siendo una escuela, que es el inicio de una proyección empresarial para más allá de la comercialización de fríjoles y lograr una mayor inserción comercial de las organizaciones de productores, esta es la manera en que pueden generar mayor valor a su producción, accesar a mejores condiciones de precios y aumento de la economía local en el sector rural.
Si ha habido cambios, insisto, a la luz de las evidencias, es en manos de quién están quedando las ganancias y como efecto, en la perspectiva de mayor seguridad en las familias productoras que ven con leve optimismo que para los próximos años tendrán un mercado más estable, eso que ven amenazado las industrias tradicionales del fríjol, no más de 3 o 4 grandes empresas, que hace años atrás no pagaban más de 27 000 colones por quintal al productor y cuyos márgenes de ganancia eran amplios tanto con los fríjoles nacionales como con los importados, sin duda estos dos años habrán tenido algunas mermas en sus ganancias, teniendo que comprar a mayor precio en los mercados internacionales, observando que nuestros productores se han venido organizando y aprendiendo a cosechar, seleccionar, limpiar, empacar y distribuir su producto, eso que tanto añoramos desde el más simple consumidor hasta los funcionarios del MAG, CNP, INDER y universidades, tanto en beneficio del consumidor final como de las finanzas públicas.
*Autora: M.Sc. Vanessa Villalobos Ramos
Docente Escuela de Economía Agrícola y Agronegocios
Coordinadora del TC-488 UCR que ha trabajado con organizaciones de productores de fríjol y apoyando al sistema de verificación de siembras y pronósticos de cosecha junto al CNP desde el año 2015.
El miércoles 29 de setiembre a las 3:00pm, se llevará a cabo un conversatorio sobre “La importancia de la producción y el consumo de frijoles en Costa Rica”, contará con la participación de:
Asociación para el Desarrollo Social de la Cruz (ASOLCRUZ) Cédula Jurídica: 3-002-236212 Santa Cecilia. La Cruz, Guanacaste. Tel: 8942-6766/89660403 Correo asolcruz12@gmail.com 16 de agosto de 2021
A quien interese:
La Asociación Para El Desarrollo Social De La Cruz (ASOLCRUZ) le da un cordial saludo. Somos un grupo de 60 familias agricultoras de Santa Cecilia, La Cruz, Guanacaste. Los cuales hemos trabajado toda la vida en el campo produciendo en nuestras nobles tierras los productos que llegan hasta la mesa del costarricense con mucho amor y esfuerzo, muchas veces con deseo de abandonar lo que mejor sabemos hacer.
Debido a los precios tan injustos de compra del intermediario y las empresas que estos representan sin ver el gran esfuerzo que hacemos para sacarle a la tierra su bendición. El CNP ha sido un alivio para vender lo que producimos; pagándonos un precio justo a nuestros productos, tomando en cuenta los precios tan elevados de producción, el costo de mano de obra y otros.
Esta comercialización ha impactado de forma positiva en nuestras familias y comunidades.
Y a todas las familias que nos involucramos en tan digno trabajo.
Esto ha beneficiado a más de 200 familias de nuestras comunidades de forma directa e indirecta.
Nosotros somos frijoleros y a mucha honra ya que de ahí nuestras familias subsisten. Pedimos su apoyo ya que esto es con lo único que contamos los agricultores del país. No queremos desaparecer.
Gracias por su valioso apoyo, Dios les bendiga. María Isabel Rodríguez Rugama, representante de ASOLCRUZ.
Comercialización justa, aumento de la productividad y mejoras en los métodos de cosecha son algunos de los temas que trabajan
Lograr que la tierra ofrezca sus frutos no es suficiente. Eso es apenas una parte del arduo trabajo que enfrentan los miles de productores que con su labor ponen los alimentos en las mesas costarricenses.
La comercialización justa y aumentar la productividad y las ganancias son unos de los aspectos finales de la cadena productiva. Mejorar los métodos de cosecha, el procesamiento, el empaque y llegar a consumidores finales son otros, en los que muchos productores requieren acompañamiento.
Con esto en mente, desde 1995 centenares de estudiantes universitarios han brindado asesoría, capacitación y apoyo social mediante el proyecto de trabajo comunal Asesoría agroeconómica a organizaciones de productores agrícolas y agroindustriales (TC-228), coordinado por la Escuela de Economía Agrícola y Agronegocios, de la Universidad de Costa Rica (UCR).
“El proyecto identifica y formula anteproyectos agropecuarios. Por otra parte, capacita en temas de administración, mercadeo, contabilidad y producción. En primer lugar, se hace contacto con las organizaciones, donde se definen las necesidades de apoyo requeridas y definimos las áreas prioritarias. La segunda etapa consta de la búsqueda del grupo de estudiantes para realizar las actividades acordadas, para lo cual se realizan una charla a los estudiantes, con el fin de orientarlos en las áreas que deben trabajar de acuerdo a la capacitación o la formulación de perfiles”, explicó el magister Alberth Campos Argüello, coordinador del TC-228.
Según Campos, al inicio en el proyecto se vincularon estudiantes de las carreras de la Facultad de Ciencias Agroalimentarias, pero el contacto con las organizaciones reveló que existían situaciones que trascienden a los temas técnicos.
Asuntos relacionados con la sostenibilidad ambiental, la tenencia de las tierras, el desempleo, la violencia de género y los conflictos intraorganizacionales son algunos de esos retos que fueron surgiendo, explicó Campos. Esto implicó abrir el proyecto a estudiantes de carreras como Trabajo Social, Biología, Artes Gráficas, las ingenierías eléctrica y civil, entre otras, para diseñar las propuestas para abordar esos temas. A la fecha, el trabajo comunal es matriculado por personas de 15 carreras universitarias.
Para Dennis Zavala, estudiante de Agronomía, «la experiencia de interactuar y relacionarse con pequeños productores, es realmente valioso para un futuro profesional del sector agrícola. Este aprendizaje de compartir conocimientos y obtención de credibilidad de parte del agricultor hacia uno, son experiencias que muchos profesionales en Agronomía llegan a tener hasta el momento en que entran al mercado laboral”, detalló Zavala quien estuvo apoyando a un grupo de productores de tapa de dulce en San Ramón.
Además de San Ramón, en Alajuela, el proyecto está radicado en comunidades de la vertiente atlántica como Pococí, Sixaola y Sarapiquí. En la zona sur apoya a organizaciones en San Vito, Piedras Blancas.
El TC-228 es parte del Programa Institucional Osa-Golfo Dulce (Piosa-UCR), integrado por varios proyectos de las vicerrectorías de Acción Social (VAS) e Investigación (VINV). El objetivo de Piosa-UCR es responder, desde los recursos y capacidades de la UCR en términos de investigación, acción social y docencia, a las demandas históricas de la región en materia de biodiversidad, organización comunitaria y vulnerabilidad social y ambiental.
Aprendizaje recíproco
Josseline Valerio Ramírez, de la Economía Agrícola y Agronegocios, recalcó que «aprender a trabajar con una asociación real no fue fácil, ya que existen una serie de dificultades que son bastante importantes, que en la mayoría de los casos tienen un peso muy significativo dentro de la organización y que las limita de muchas formas”.
No obstante, Valerio destacó que más allá del clima organizacional, los productores siguen adelante y luchan“ por el sector agropecuario a pesar de las adversidades y lo complejo que se pueda volver cierta actividad. Para estas personas desenvolverse en el sector no representa un sacrificio, sino que la actividad agropecuaria tiene mucho valor y es todo un orgullo dedicarse a ella».
Luego del diagnóstico entre las partes universitaria y comunitaria se definen cuáles serán los recursos necesarios para su ejecución.
Parte del éxito del TC-228 a lo largo el tiempo es que fortalece las buenas prácticas administrativas creando capacidades en las organizaciones y comunidades, concluyó el profesor.
Aumentos de +1°y +2°C en la temperatura causaron disminución en la producción de arroz, frijoles y papa en Liberia, Los Chiles y Cartago, según estudios del Instituto Meteorológico Nacional.
La venta de productos de la Fabio Baudrit será en el Edificio de Ucagro
Katzy O`neal Coto,
Periodista Oficina de Divulgación e Información
Este viernes estudiantes, funcionarios y vecinos de la UCR no tendrán que ir muy lejos para hacer la compra semanal, ya que la Feria Agroalimentaria de productos costarricenses traerá hasta San Pedro de Montes de Oca productos nutritivos que van desde jugos, café y miel de abeja hasta huevos de codorniz.
La feria organizada por la Estación Experimental Agrícola Fabio Baudrit Moreno (EEAFBM) y la Unidad de Conocimiento Agroalimentario (UCAGRO) se realizará este viernes 30 de setiembre de 9:30 a. m. a 2:00 p. m. en el Edificio UCAGRO, ubicado detrás de la Facultad de Ciencias Agronómicas de la Universidad de Costa Rica.
La venta de productos estará abierta a todo público y se ofrecerán alimentos producidos por estudiantes de las carreras de la Agronomía y Economía Agrícola bajo buenas prácticas agrícolas como parte de sus proyectos universitarios.
También participan otras unidades de la UCR como el Centro de Investigación en Tecnologías de Alimentos (CITA) que ofrecerá jugos clarificados de mora y de pipa y pequeños productores que venderán alimentos orgánicos.
Apoyo a frijoleros
En esta ocasión la feria ofrecerá un espacio para pequeños productores de frijol de la Zona Sur para que puedan comercializar su producto en forma directa. Ellos traerán frijoles negros y frijoles rojos.
Según detalló Alexis Villalobos, coordinador del proyecto Agroferia y organizador de la actividad, de esta forma intentan dar más apoyo a los productores frijoleros costarricenses que enfrentan una dinámica de comercialización compleja y problemática.
“Agroferia se les ha puesto como una opción para que exploren un canal alternativo y evalúen si les resulta conveniente a sus expectativas como pequeños productores” acotó el investigador.
Villalobos explicó que el objetivo de traer esta feria hasta la UCR es que los compradores se puedan relacionar personalmente con los productores y evaluar la posibilidad de realizarla una vez al mes en diferentes puntos del campus universitario.
Plataforma virtual
La Feria Agroalimentaria de Productos Costarricenses surge como una opción complementaria del proyecto Agroferia, que consiste en una plataforma virtual por medio de la cual se comercializan productos agroalimentarios.
Por medio de la plataforma agroferia.ucr.ac.cr cada semana se realiza la oferta virtual de productos agroalimentarios de doce proyectos de productores costarricenses que está disponible para funcionarios y funcionarias de la Universidad de Costa Rica utilizando su cuenta de correo institucional.
La Agroferia es un proyecto de la Estación Experimental Agrícola Fabio Baudrit que surgió desde hace cuatro años con el fin de evaluar si el comercio electrónico podría funcionar como una alternativa de comercialización para los productores que atienden el mercado doméstico de Costa Rica.