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Etiqueta: manipulación política

EL NOVELISTA SERGIO RAMÍREZ MERCADO Y LOS GROTESCOS LILIPUTIENSES

Rogelio Cedeño Castro, sociólogo y escritor costarricense

De lo sublime a lo ridículo no hay más que un paso nos dice un viejo refrán, pero cuando lo grotesco se une a esos otros elementos es porque que hemos caído muy bajo, aunque a lo mejor el espejo nos ha mostrado tal cuál somos y no lo que creemos ser: la manipulación política reaccionaria alrededor de la figura de un gran escritor nicaragüense, opositor al actual régimen imperante en ese país, ha tenido la virtud de mostrar la ignorancia, la atroz incultura y la estulticia que reinan en el medio costarricense. El sólo hecho de no haber tenido nunca la generosidad de otorgarle, desde hace muchos años, un reconocimiento espontáneo al insigne novelista, ensayista y cuentista exquisito que es Sergio Ramírez Mercado, demuestra la miseria moral y el apocado espíritu de innumerables gentes de este país, que conforman el coro de ignorantes y desalmados que quiere posar en la foto de familia de la que hablan los españoles, haciéndose pasar por amigos del escritor, porque con respecto a su ignorancia manifiesta no habrá manera de que le pongan remedio, porque esa van in crescendo… genio y figura hasta la sepultura.

Más allá de la coyuntura política, en la que no me siento obligado a coincidir del todo con Sergio, no puedo sino avergonzarme del montón de ignorantes que no tienen siquiera la costumbre de abrir un libro, entre ellos la diputada socialcristiana de cuyo nombre no vale la pena tener un recuerdo, parafraseando a don Miguel de Cervantes Saavedra. No sólo mandó a comprar una novela hermosísima, exquisita y transgresora como LA FUGITIVA, de cuya lectura disfruté y extraje valiosas lecciones hace ya algunos años, haciendo la susodicha patente no sólo su ignorancia supina y desvergonzada, sino que evidenció los prejuicios y la intolerancia social que rodeó, allá en los años treinta y cuarenta del siglo pasado, a tres extraordinarias mujeres costarricenses: Yolanda Oreamuno, Eunice Odio y Chavela Vargas, quienes se vieron rechazadas por este estrecho medio social, por lo que vivieron su ostracismo en México, e hicieron su vida en ese gran país durante buena parte de su existencia, la que concluyó en esas tierras de los chilangos. Convertida en crítica literaria (¡qué espanto!) la ignorante diputada y otro colega suyo, ahora pretenden ser jueces que censuran, de manera implícita, las opiniones del escritor sobre una serie de aspectos muy delicados, verdaderos temas tabú de una sociedad hipócrita y miserable que maltrata a su propia gente. Más allá del juego político de corto alcance, evidenciado en la decisión del otorgamiento apresurado de una “ciudadanía honoraria”, a quien tenía méritos para tenerla desde hace mucho tiempo, se evidencia también la ingratitud, el racismo y hasta la xenofobia de un pueblo que hace mucho rato extravió su camino, es ahí y no en lo político donde tengo que pedir disculpas al distinguido novelista nicaragüense, uno de los mejores de América Latina en esta generación. Así como nuestra ingratitud inmensa con el Bachiller Rafael Francisco Osejo, uno de los forjadores tempranos de la incipiente “nacionalidad costarricense”, y otros ilustres nicaragüenses que prestaron grandes servicios a la entonces “provincia colonial de Costa Rica”, el oportunismo y la falta de buen criterio e incluso de un elemental sentido común, evidenciados ahora, se unen para poner la cereza que corona el pastel de esta ignominia.

Sigue manipulación política de altos tribunales – Renuncia candidata mejor calificada

SURCOS comparte la carta de renuncia a su candidatura a la Sala Tercera de la Corte Suprema de Justicia de la doctora en derecho Patricia Vargas González, la mejor calificada en el concurso. Ante la confesión de que hay razones políticas para no elegirla por encima de los merecimientos, la jurista deja el concurso. Varios organismos como el Foro de Justicia y otros sectores han venido denunciando las imposiciones políticas a la hora de elegir magistraturas.

Esta es la carta de la doctora Vargas González:

“19 de julio de 2021

Señora Silvia Hernández Sánchez
Presidenta de la Asamblea Legislativa
Estimada señora:

Reciba un cordial saludo. Con estupor el día de hoy, a través del diario La Nación, en noticia titulada “Diputados bloquean a candidatos mejor calificados para máximo tribunal penal” me he enterado que la mayoría de diputados y diputadas de la Asamblea Legislativa, en palabras del señor diputado Jorge Luis Fonseca, tiene reservas en cuanto a mi persona porque soy “conocida” de don José Manuel Arroyo Gutiérrez.

Según la noticia, con pesar el señor Fonseca indicó que pese a mis calificaciones (la más alta de este concurso) ha prevalecido el criterio político pues la mayor parte de sus compañeros y compañeras diputadas me “cobran” la cercanía con el señor Arroyo Gutiérrez.

Además de agradecer al diputado Fonseca el haber transparentado la situación, de mi parte solo puedo indicar lo siguiente:

Durante alrededor de ocho años fui letrada de la Sala Tercera de la Corte Suprema de Justicia y en tal condición conocí a don José Manuel Arroyo Gutiérrez, quien fue presidente de ese tribunal y vicepresidente de la Corte Suprema de Justicia. Trabajé con él como letrada, como también lo hice con muchos otros magistrados y magistradas, incluso antes de la llegada del señor Arroyo Gutiérrez a ese despacho, por ejemplo, con don Daniel González Álvarez, don Mario Houed Vega, o don Alfonso Chaves Ramírez (q.D.g.). Me parece simplemente atroz que no sean mis atestados, mi formación académica o profesional, mi honradez o mi trabajo lo que determine si soy apta o no para el puesto que he concursado, sino el hecho de haber trabajado con alguien que no es del agrado de los y las diputadas por razones que no me atañen de ninguna manera.

Esta es la quinta vez que en esta legislatura someto mi nombre a consideración del congreso para el cargo de magistrada: una vez para ocupar una plaza como propietaria de la Sala Constitucional; tres para hacerlo como propietaria de la Sala Tercera y ahora para ocupar el cargo de magistrada suplente del órgano de casación, siempre obteniendo en la evaluación de atestados la calificación más alta. Entiendo perfectamente que la selección de magistraturas tiene un componente político pues son los diputados quienes eligen y está bien que sea de esa manera. Sin embargo, es lamentable que, dada la opacidad del proceso, se permita la entrada de especulaciones que no tienen nada que ver con las condiciones de las personas candidatas para desempeñar el cargo y sobre las cuales estas ni son interrogadas, ni se les permite dar explicaciones, bastando lo anterior para ser descalificadas.

Respeto profundamente a las personas que han concursado también y han sido seleccionadas. No obstante, luego de estas cinco experiencias y de lo expuesto tanto por el diputado Fonseca como por el diputado Pablo Heriberto Abarca (quien en la nota periodística en cuestión afirmó, sin dar razones, que yo “no tengo ambiente”) concluyo que en mi caso han sido aspectos ajenos a mí los que han sido tomados en cuenta. De nuevo, no tener la confianza del parlamento por “la cercanía” a un exmagistrado —como si yo no fuese una persona que se ha formado durante décadas para desempeñar un cargo; que ha dado muestras de independencia en lo personal y en lo laboral y que ha tenido (para aquellos diputados y diputadas a quienes les preocupa esto solamente) cercanía, como letrada, con otros magistrados y magistradas además del señor Arroyo Gutiérrez— es inaceptable desde todo punto de vista.

Así las cosas, una vez alcanzada la certeza de que mantener mi nombre para las próximas designaciones de magistrados y magistradas suplentes de la Sala Tercera que tiene pendiente de realizar esta Asamblea Legislativa carece de todo sentido y supone legitimar un trámite que es imperativo corregir, con todo respeto le pido ser excluida del concurso que está en marcha.

Mantengo la esperanza, eso sí, de que en un futuro próximo la Asamblea Legislativa y sus miembros puedan avanzar hacia un proceso de selección del gobierno judicial que esté sometido a los más altos estándares de objetividad, transparencia y escrutinio público.

Cordialmente,
Dra. Patricia Vargas González”

Realidades alternas, poder mediático, y pensiones magisteriales

Dr. Jorge D. García, Ph.D.

Inventando realidades

En los últimos años, se ha usado el término “realidad alterna” para denotar el recurso de políticos y medios de “comunicación” al sesgo, la descontextualización, a las verdades a medias, y a falsedades flagrantes, para crear una realidad ajena a la verdadera, la de hecho, la verificable, con el fin de promover su visión e imponer sus ideologías a audiencias desinformadas y manipulables. Destaca al efecto el ex presidente norteamericano Trump, cuyo éxito fenomenal al inventar una realidad (promovida también por algunas cadenas noticiosas), en la que no perdió las elecciones presidenciales en noviembre pasado, se traduce en decenas de millones de ciudadanos que se la creen a pie juntillas.

Nuestra sociedad no ha escapado a los efectos nefastos de la manipulación de la información con fines ideológicos y políticos. El estimado Dr. Oscar Aguilar Bulgarelli, historiador y ex diputado, ha documentado tales efectos en su libro “Costa Rica: Dictadura mediática o tiranía en democracia?”, en el cual, de manera detallada y contundente, expone los orígenes, mecanismos y consecuencias de dicha manipulación. Transcribimos de la Introducción a su libro:

“Los grandes intereses se han convertido en los manipuladores mediáticos. Los medios, a su vez, han perdido su verdadera independencia, pues son simples instrumentos de quienes controlan el poder económico del país, y con ello se convierten, también, en el verdadero poder político… Tal vez no nos hemos dado cuenta…que ya no se percibe la nueva realidad que se nos ha impuesto.”

Los grandes medios que constituyen el poder mediático en nuestro país han mantenido, desde hace décadas, una ofensiva feroz y a mansalva en contra de los pensionados y jubilados del Magisterio Nacional, ofensiva que ha recrudecido a niveles paroxísticos a partir del año 2014, de la mano con iniciativas legislativas y del Ejecutivo, y con apoyo multipartidista, para socavar los derechos jubilatorios del Magisterio. Para ello, no repara en inventar realidades, que no solo son fabricadas a propósito de sus fines, sino que, construidas a base de elementos marcadamente difamatorios, han creado en la población inquina y animadversión en contra de los jubilados del Magisterio.

Las realidades alternas mediáticas vs. las realidades verdaderas

Señalamos a continuación algunas de las “realidades alternas” creadas mediante la repetición incesante de sesgos, ausencia de contexto, medias verdades y falsedades, por parte de los medios de “comunicación” respecto de las jubilaciones y pensiones del Magisterio, y las contrastamos con las realidades de hecho, las verdaderas, verificables y documentables.

Realidad alterna mediática: los regímenes especiales como el Transitorio de Reparto del Magisterio Nacional (RTR) son inequitativos porque conceden beneficios superiores a los del régimen de IVM de la CCSS. Su misma existencia es cuestionable porque la Constitución Política establece un régimen universal administrado por la CCSS.

Realidad de hecho: El antecedente legislativo del régimen de pensiones magisterial data de 1886 con la Ley General de Educación Común. Aunque los docentes fueron adscritos al régimen de IVM- CCSS en 1943, el régimen magisterial se reinstauró mediante ley 2248 del 7/9/1958 y pasó el tamiz constitucional en el año 1992 (Voto de Sala Constitucional 846-92 en el cual se expresa que el constituyente pretendió un mínimo de protección con el IVM-CCSS, por lo que no hay razón para cuestionar la pluralidad de regímenes jubilatorios). La pretendida inequidad por disparidad de beneficios se explica porque la cotización en el régimen magisterial fue, desde 1958, muy superior a la del IVM-CCSS. El hecho es que el IVM-CCSS tiene previsto aumentar la cotización del trabajador a 4.5% ¡en el año 2029! En contraste, desde 1958 los docentes empezaron a cotizar un 5%, y el día de hoy lo hacen entre 8.75% y 16%. Es de lógica elemental que a mayor contribución deben corresponder mayores beneficios, cosa que el poder mediático se resiste a admitir. Antes bien, ha mantenido que, aunque las cotizaciones en el RTR hayan sido muy superiores, los montos jubilatorios deben bajarse al nivel de los del IVM-CCSS.

Realidad alterna mediática: No se justifican pensiones “de lujo” como las que se encuentran en los regímenes especiales, particularmente dentro del magisterial, porque deben pagarse mediante el presupuesto nacional, con dinero que es de todos, ya que siempre fueron deficitarios, o quebraron. Si bien el término “pensión de lujo” es impreciso, deben considerarse como tales todas las que se conceden mediante los regímenes especiales, porque las cotizaciones individuales nunca podrían cubrir pensiones tan altas, algunas de hasta 14 millones.

Realidad de hecho: Más que falta de objetividad, es falta de ética y de decencia que el poder mediático oculte a la opinión pública que el Estado Costarricense desvió las cotizaciones magisteriales desde 1958 a gasto ordinario, llevándose también las cuotas que le correspondían como patrono y como Estado. Por eso las jubilaciones y pensiones del RTR, que comprenden la mayoría de las erogaciones por regímenes especiales, han de cargarse al presupuesto nacional, ya que el Estado tuvo que hacer frente a su irresponsabilidad por la no conformación del fondo de pensiones asumiendo esos pagos mediante la ley 7531, de 1995. Entiéndase: el mismo Estado dispuso ese pago, con garantía incluida en el artículo 115 de dicha ley (aunque hay que apuntar que, como garantía, dicho artículo no ha valido ni la tinta con que se escribió).

Y para coronar la desinformación, aun cuando el poder mediático reconoció hace poco que el término “pensión de lujo” es impreciso, ¿cómo “arregla” la situación? pues etiquetando a todas las jubilaciones de los regímenes especiales como “de lujo”, usando el falaz argumento de que no se cotizó lo suficiente. Oculta también que el RTR fue diseñado como régimen solidario, no de cuentas individuales. Con ello valida el engaño y manipula a la opinión pública. El mentís más rotundo a ese engaño mediático de cotizaciones insuficientes en los regímenes especiales lo da el otro subrégimen del Magisterio, el de Capitalización Colectiva (RCC). Este es también un régimen solidario, que no corre por cuenta del presupuesto nacional (en razón de la misma ley 7531 que fracturó al régimen magisterial en dos y dejó al RCC a cargo de JUPEMA), que cuenta en la actualidad con poco más de 100 000 adscritos, y en razón de las altas cotizaciones y los rendimientos por capitalización, ya sobrepasó los 3 BILLONES (millones de millones) de reserva, superando con mucho las reservas del IVM-CCSS. El dato que hemos brindado varias veces en entregas previas es que la estimación actuarial para el RTR, si se hubiera conformado su fondo previsional y no se hubiera efectuado la partición del régimen magisterial en 1995, es de 5 BILLONES al 2012. Esa es la magnitud de lo que el Estado le birló al Magisterio. Y en lugar de hablar de reparaciones, como a derecho correspondería, la “troika” constituida por ejecutivo, legislativo y gran prensa, han emprendido una cruzada que lleva más de 30 años, para minar los derechos jubilatorios del magisterio usando como estandarte la apelación difamatoria de “pensionados de lujo”. O sea, las pavas tirándole a las escopetas, el estafador cobrándole a los estafados.

Y el colmo de la manipulación: la repetición constante del estribillo “algunas pensiones son de 13 o 14 millones”, cual mantra para agitar y mantener el odio en contra de los jubilados. Sin embargo, la realidad es que las contadas jubilaciones del RTR que alcanzan esos montos, usualmente por sucesiones a herederos, estuvieron sujetas desde 1995 a deducciones totales que llegaron, según el caso, hasta 69% del monto bruto. Y eso es lo que los medios de “comunicación” no tienen la honradez de aclarar. Pareciera que carecen de la fibra moral para hacerlo.

Pero en una gestión legislativa francamente cantinflesca, esa deducción se modificó a la baja (mediante ley 9796 vigente en el laño 2020), pero de manera tal que se aumentó la deducción total a las jubilaciones medias y bajas, al tiempo que se atenuó el efecto, o se concedieron montos adicionales, en algunos casos millonarios, a las jubilaciones más elevadas. Y eso que la legislatura actual ha recibido elogios por su “productividad”: para muestra un botón.

¿Por qué inventar realidades?

Solo podemos hipotetizar acerca de los motivos por los cuales los grandes medios, aliados al poder económico y político de este país, se han ensañado en contra del Magisterio y del empleo público en general y las universidades públicas): ¿ideología? ¿inquina contra los servidores públicos? ¿avanzar en la contrarrevolución neoliberal que persigue no dejar piedra sobre piedra de los pilares de la Segunda República que surgió luego de la guerra civil de 1948? ¿O tendrá algo que ver, como se hizo público hace meses, el que una empresa de “comunicación” haya obtenido sumas multimillonarias por la compra de sus títulos valores, con dineros provenientes de los fondos de pensiones? Siendo ese el caso, resulta obvio que el conflicto de interés resultante no podría ser resuelto más que por información transparente y objetiva al respecto. Lamentablemente, esos valores parecen estar más ausentes que nunca del discurso mediático en el país.

 

Imagen ilustrativa.

Enviado por el autor.

«CIEN DÍAS»

CIEN DÍAS

Luis Ángel Salazar Oses

 

Doscientos, trescientos días, años de soledad entendiendo ésta como la ausencia de justicia integral es lo que nuestro pueblo ha vivido como historia, teniendo irónicamente que pagar por ella los mismos días y años de constantes sacrificios, dolor, lágrimas y sangre.

Y la historia humana revela que las grandes mayorías han vivido ese mismo martirizante destino por miles de días, semanas, meses y años. En Occidente -y la situación ha sido «mutatis mutandis» la misma en Oriente- el régimen esclavista, luego el feudal y lo que llevamos del capitalista, han significado todo tipo de privaciones para quienes no han poseído medios de producción, y toda clase de placeres para las reducidísimas argollas que, por las malas, les han arrebatado la propiedad común sobre tierras, herramientas, transportes, etc., condenándoles de por vida a soportar infinidad de privaciones con cortísimas expectativas de vida, resistiendo apenas con lo que necesitan para sobrevivir y reproducir su fuerza de trabajo.

Cientos de días, años y siglos como víctimas inocentes de las más crueles y descaradas manipulaciones religiosas, políticas, jurídicas, esto es ideológicas en general que, cuando resultan insuficientes para contener las justas revueltas de esclavos, ciervos, trabajadores y pueblos en general en busca de sus legitimas reivindicaciones, son sustituidas por las represiones físicas más crueles, depravadas e inhumanas -recordemos las dictaduras sudamericanas o a los antimotines contemporáneos repartiendo gases, leño, balas y cárcel cuando lo pide la defensa de los sucios intereses de la élite gobernante.

Además de reprimirnos nos separan. Los dueños del poder dividen el mundo a su antojo -basta ver el mapa de África lleno de límites rectos trazados en Europa- y nos predisponen de manera tal que con estúpidos nacionalismos nos ponen a pelear hermanos contra hermanos -divide y vencerás- mientras ellos se unen cada vez más en la cúpula para, tranquilos, explotarnos a su antojo.

A las injusticias anteriores terrenales, la mafia sacerdotal, cómplice y usufructuaria también del sistema de explotación impuesto por las minorías parasitarias gobernantes, le encajan sobre sus hombros al sufrido pueblo la dictadura de un extraño dios que, sabedor -pues es omnisciente- de todo lo que haremos tienta a los seres humana a pecar originalmente y, una vez que hemos caído en la tentación, nos obliga a pedirle de por vida perdón por nuestra esencial maldad y a padecer resignadamente los sufrimientos que el sistema económico político nos infringe, con tal de purificarnos, con la guía de los pastores autoproclamados embajadores de dios en la tierra -pues somos, según ellos- estúpidas ovejas- y así ganarnos, el día de nuestra muerte, el ingreso al cielo que la casta sacerdotal se ha inventado y descrito en sus «libros sagrados». ¡Negocio redondo! ¡Dominación total! La historia de la Humanidad es la de la injusticia, el despojo, las privaciones, el sudor, la sangre y la muerte prematura sufridas por los pueblos a manos de jefes, faraones, mandarines, emperadores, reyes, presidentes, etc., y de sus respectivos cómplices militares, religiosos, juristas, pseudo educadores y manejadores de la opinión pública.

Y estos malignos magos cómplices del poder establecido, manipulando falsas expectativas, falsos mensajes y tramposas imágenes, nos llenan el «coco» de basura para desarraigarnos y ponernos a vivir en un falso mundo alejado del mundo real de súper explotación integral que vivimos. Así nos meten en los campeonatos mundiales, nos visten de Campbell, Navas, Messi, Neyimar y nos ponen a «volar caitazos» frente a la nueva pantalla -que ya empeñamos por no poder pagar- nos convierten en actores y actrices de telenovelas, en supermachos o superhembras en la porno, bailamos por un sueño, nos ponen a votar por cualquier vividor -o por un candidato que renuncio en el patético caso de las y los seguidores del PLN- y, ahora, nos ponen a esperar el informe presidencial de los cien días.

Este invento de las oligarquías políticas dominantes, llamado «democracia representativa», que bajo la falsa excusa de que las grandes multitudes son medio imbéciles y, por lo tanto, no se pueden poner de acuerdo respecto a su bien común -como si los pueblos no fuesen los reales arquitectos y hacedores de los grandes cambios sociales- nos manipulan y obligan a entregarle a 57 diputados -caso del parlamento tico- su derecho a legislar, y a que, cada cuatro años, nos peleemos en las bases para llevar a nuestros propios detractores y verdugos a la cima del poder y a que tengamos que esperar pacientemente a ver qué limosna nos arrojan nuestros gobernantes para calmar nuestras penas. Si siguen tan corruptos como de costumbre, la estúpida pasividad que nos han metido de por vida por los poros, nos hace esperar otro periodo cuatrienal para… ¡repetir este nefasto ciclo! Hoy, la mayoría de nuestra humilde y sufrida sociedad civil espera a ver como pintan los primeros cien días de «Luigi» y su «combo». ¿No creen que algo anda muy mal en nuestro sistema de gobierno y que debemos cambiarlo en aras de recuperar nuestra dignidad ciudadana y nuestro legítimo imperio sobre nuestro país? La respuesta a la anterior cuestión es obvia: ¡Claro que nuestro sistema de gobierno está muy mal y que debemos cambiarlo profundamente bajo la pena de que, de no hacerlo, seguiremos con cien días, años y siglos de todo tipo de injusticias sobre nuestros hombros de pueblo explotado y humillado! La «argolla» simplemente cambió de bandera, le garantizó negocios seguros al resto de la oligarquía y para los sectores populares cada día menos pan, más circo, más progresivo empobrecimiento y sistemática privación de elementales derechos integrales. Vendrá el «nuevo» presidente a informar poco menos de lo que ya sabemos que encontró como herencia del PLN, tal vez se denuncien peces menores pero los grandes tiburones seguirán comiéndose a placer a sus víctimas trabajadoras y esforzadas de siempre.

No es de recibo la frase esgrimida por las «nuevas» autoridades que, ante lo que se han encontrado como legado liberacionista en el Ejecutivo, dicen que «no es lo mismo verla venir que conversar con ella» cuando, hasta el más desinformado de los electores sabía de los desastres que se hicieron para destruir el Estado costarricense y, al estilo del actual PRI mexicano, irlo privatizando al dejar sus funciones y ganancias en manos de los empresarios compinches y financiadores de las campañas políticas tradicionales costarricenses.

Ese sería el destino del CNP, de la FANAL, del ICE, de la CCSS, de la Educación, etc. Reitero, eso lo sabíamos todas y todos así que no nos venga la gente PAC hoy en el poder a decir que lo encontrado en esas esferas es una caja de sorpresas, máxime que Luis Guillermo, Otón, la Campbell, la y el Vicepresidente y la plana mayor provienen del PLN y el PUSC que, indistintamente han gobernado nuestro país durante los últimos decenios.

Desconciertan las contradicciones que en la cúpula del PAC han empezado a aflorar -Otón criticando a ministros, asesores, y al señor Solís mismo- y los manejos indebidos de recursos económicos que se han hecho durante la campaña política y ahora con el pago de abogados «certificadores» y asesores de Casa Presidencial. El ministro de la Presidencia ya cuestionado por violentar su nombramiento la prohibición del ejercicio de ese cargo por parte de altos funcionarios religiosos. En fin, no pinta nada bien este nuevo equipo que tanto apoyo recibió en la segunda ronda presidencial. ¿Tenían el mejor equipo? ¡Lo dudo! ¿Algunos quieren destruir desde dentro el PAC y dejar el terreno preparado para que en 2018 se vuelva a montar el bipartidismo tradicional? ¡Lo dudo menos! Posiblemente alguna gente llegada de buena fe -del Pueblo PAC desplazado por de los puestos principales por la avalancha oportunista- el 8 de mayo a las instancias gubernamentales, querrán ejecutar acciones positivas para nuestro país pero dudamos mucho que realmente puedan hacer grandes reformas, ni mucho menos los cambios estructurales que nuestro sistema requiere para ser realmente democrático.

¿Qué hacer entonces? Asumir como Pueblo la construcción de la auténtica Democracia Participativa que necesitamos y merecemos, como sociedad civil que ha construido con sus esfuerzos y sacrificios todo lo que hoy somos como Patria. Organizarnos desde la bases mismas reconstruyendo, por ejemplo, un auténtico proceso de desarrollo comunal rescatando las respectivas asociaciones de las garras politiqueras que hoy obstaculizan su funcionamiento; sanear el movimiento sindical y estudiantil limpiándolos de las burocracias cómplices del poder establecido y convirtiéndolos en verdaderos movimientos clasistas defensores de la clase trabajadora y de sus hijos; convertir el movimiento cooperativo de mal disimuladas empresas de intermediación financiera -garroteras- o empresas privadas evasoras de impuestos a instrumento solidario y de servicio real de sus asociados y del Pueblo en general; rescatar en el 2016 a las municipalidades para constituirlas en motores del desarrollo integral de los 81 cantones dejando de ser, como hasta ahora han sido la mayoría de ellas, simples negocios privados y trampolines electoreros de alcaldes, regidores, síndicos y sus cómplices; empezar a rescatar nuestros recursos naturales, turísticos, energéticos, agrícolas, forestales, etc. en fin, recuperar nuestra Costa Rica para el disfrute de las y los ticos y extranjeros que, con su trabajo honrado, contribuyen al desarrollo integral de nuestra Patria; defender, fortalecer y ampliar nuestros Derechos Humanos; liberarnos de la manipulación idiotizante de nuestros «medios de comunicación» manejados por nuestra clase dominante y ampliar constantemente nuestro nivel cultural humanista. A nivel nacional sobra qué hacer.

Internacionalmente debemos mirar al sur y unirnos con los auténticos bloques latinoamericanos: Petrocaribe, ALBA, Mercosur, Banco del Sur, etc. y apoyar todos los esfuerzos que hoy realizan los pueblos explotados del mundo para liberarse del capitalismo neoliberal cada día más perverso y, por ello cada día más decadente. Latinoamérica unida bajo principios bolivarianos, martianos e inspirada en luchas anti imperialistas como las que bajo la guía de Mora y Cañas dimos en 1856, tiene un maravilloso porvenir de justicia, desarrollo y bienestar integrales manteniendo respetuosas y solidarias relaciones económicas, políticas, sociales y culturales con los demás pueblos del mundo también liberados de las argollas que hoy nos explotan.

Socialismo o caos destrucción y muerte, estas son las alternativas trascendentales que tenemos enfrente y sobre las que debemos meditar y actuar con toda atención y responsabilidad, olvidándonos de los distractores estupidizantes cotidianos como las elucubraciones que podamos hacer respecto a qué nos traerá el informe presidencial de sus primeros cien días que, diga lo que diga, no aportará tesis alguna para abonar al cambio profundo que nos urge realizar y del que, los politiqueros del PAC y de los partidos tradicionales y sus turecas, no quieren oír hablar siquiera. Por cierto ¿dónde está el auténtico pueblo PAC que tan bien trabajó, se movilizó y arrolló en abril pasado y que merece los cambios por los que tanto se sacrificó?, ¿dónde está la Acción Ciudadana que tanto propagandizó?

 

Enviado a SURCOS Digital por el autor.

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