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Etiqueta: misoginia

Lanzan investigación sobre criminalización a mujeres defensoras de derechos humanos en Honduras

29 de septiembre de 2024.- La Red Nacional de Defensoras de Derechos Humanos en Honduras, el Centro por la Justicia y el Derecho Internacional (CEJIL) y la Iniciativa Mesoamericana de Mujeres Defensoras de Derechos Humanos (IM-Defensoras) acaban de lanzar el capítulo dedicado a Honduras de la investigación “Perseguidas por defender y resistir. Criminalización de mujeres defensoras de derechos humanos en Honduras, Nicaragua y México”. Esta es la segunda de tres publicaciones que reflejan los resultados de un trabajo de investigación sobre la criminalización a mujeres que defienden derechos humanos en Mesoamérica, un fenómeno constante y cada vez más creciente en la región.

La defensa de derechos humanos en Honduras: un escenario propicio para la criminalización

Entre 2017 y 2022, el Registro mesoamericano de agresiones a defensoras de la IM-Defensoras documentó un total de 284 agresiones que de forma individual, colectiva o hacia organizaciones o grupos, criminalizan el actuar de las defensoras de derechos humanos. De éstas, 102 fueron detenciones arbitrarias y 182 se relacionaron con el inicio de causas o procesos penales o administrativos.

Entre las causas estructurales de la efervescencia de la criminalización en Honduras, la investigación identifica el Golpe de estado de 2009 como un punto de inflexión en la deriva autoritaria, conservadora y extractivista del país. A partir de 2009 se multiplicaron los proyectos extractivistas, se aprobaron leyes para privatizar servicios públicos, bienes naturales y territorios ancestrales y comunitarios; se llevaron a cabo reformas de las leyes penales para facilitar la criminalización; se profundizó en la militarización, la corrupción y la cooptación del sistema de justicia por parte de intereses empresariales y familias de terratenientes. El fraude electoral de 2017 fue otro momento clave, generando una oleada de represión y criminalización y consolidando una narco-dictadura con ex-presidentes, como Juan Orlando Hernández, que han sido extraditados a Estados Unidos y condenados a prisión por delitos graves vinculados al narcotráfico. En este contexto, defensoras de la tierra y el territorio, especialmente indígenas y garífunas vinculadas al COPINH y la OFRANEH; integrantes del movimiento estudiantil y defensoras de los derechos de las mujeres han sido las que han sufrido más el impacto de la criminalización.

Misoginia y racismo como componentes fundamentales de la criminalización

La investigación se llevó a cabo a través de entrevistas y grupos focales con defensoras criminalizadas y con abogadas con experiencia en estos casos, las cuales en muchas ocasiones también acaban siendo criminalizadas. Las defensoras entrevistadas identificaron como principales causas de la criminalización el avance del neoliberalismo, el desarrollo capitalista voraz, la corrupción, autoritarismo y conservadurismos de los gobiernos de sus países, así como las violencias estructurales racistas y misóginas que siguen imperando en la región. Por ello, uno de los objetivos de este estudio es comprender desde una perspectiva interseccional los patrones e impactos específicos y diferenciados que, por su condición de género, la criminalización tiene sobre los cuerpos, las vidas, las luchas y los entornos comunitarios y familiares de las defensoras.

Construida desde la colaboración y participación de las defensoras y redes de defensoras de derechos humanos de Honduras, México y Nicaragua, la investigación también refleja cómo, pese a todo, las defensoras siguen resistiendo y persistiendo en sus luchas.

Chaves: además… misógino

Frente Nacional de Lucha

Es preocupante el contexto nacional en que sólo en el 2024 se han duplicado los femicidios y casos de violencia contra las mujeres, producto de la falta de voluntad política, la agudización de la feminización de la pobreza y el debilitamiento de programas para prevenir y afrontar la violencia hacia las mujeres. Problemática que forma parte de una cultura patriarcal, capitalista, colonialista y racista donde la violencia simbólica y verbal junto a discursos de odio hacia las mujeres se han convertido en el “pan nuestro de cada día” gracias a un presidente que sobresale en sus reiteradas formas de arremeter contra la dignidad de las mujeres, deslegitimando toda iniciativa y movimiento que se impulsa para garantizar el respeto a los derechos humanos por una vida segura, libre de violencia; incluyendo a mujeres quienes, desde sus cargos políticos, ponen en duda su proceder.

Situación que tiene implicaciones mucho más profundas para la democracia y el desarrollo a nivel nacional, no solamente para las mujeres y otros grupos discriminados y estigmatizados, al ser parte de un fenómeno ético, sociopolítico y cultural de mayor complejidad. No debe sorprendernos si recordamos que fue elegido presidente de la República un individuo que en el 2019 el Banco Mundial sancionó por acosador sexual, según Resolución 649. Y paradójicamente dos días después, el entonces presidente Carlos Alvarado lo nombra ministro de Hacienda. 

La tendencia de Chaves dentro del populismo autoritario y políticas de estado misóginas va en sintonía con la lógica de poder de sujetos políticos como Trump en Estados Unidos, Bolsonaro en Brasil y hoy Javier Gerardo Milei en Argentina, entre muchos; leales prototipos de la masculinidad hegemónica, en cuya actitud temeraria se autodenominan “héroes que combaten a los corruptos”, impulsando agresivamente proyectos y mecanismos de desmantelamiento y privatización de instituciones fruto de conquistas del pueblo, deslegitimando el movimiento social, comunal, sindical y popular. Así, garantiza un control social, político e ideológico contra aquellas mujeres que desafían el patriarcado y legitima los discursos que propician los femicidios, el abuso y la violencia en contra de las mujeres.

Chaves viola los Derechos Humanos de manera sistemática y hay incontables manifestaciones concretas en esta línea, sin embargo, su discurso es particularmente ponzoñoso cuando se refiere a las mujeres. Subrayamos solo algunas que datan del 2022: cuando el Instituto Nacional de la Mujer (INAMU) lamentó las declaraciones emitidas siendo candidato presidencial, donde afirma que prefiere que lo etiqueten de “cavernícola” antes de firmar un compromiso contra la violencia de género. En el 2023, en el marco del Día Internacional de la Mujer, miles de mujeres exigen el pleno respeto a sus derechos denunciando al presidente como gestor de un gobierno misógino y autoritario.

En ese mismo año, el 8 de junio en la Asamblea Legislativa, con 41 votos a favor y ocho en contra, se aprueba moción para instar a Chaves a no fomentar la violencia de género a nivel político. Un mes después la expresidenta ejecutiva del Patronato Nacional de la Infancia (PANI), Gloriana López Fuscaldo, denuncia la violencia política de género ejercida contra ella y contra su hijo, mientras que, en noviembre, Martha Rodríguez González, representante sindical en la Junta Directiva de la CCSS, continúa siendo víctima de persecución política por parte de él y la maquinaria estatal. A pesar de que durante el presente año, diputados y diputadas utilizan un lazo o pañoleta morado durante el Informe Presidencial de Labores, en protesta contra la violencia política hacia las mujeres, en marzo Chaves embiste con violencia política contra las legisladoras. Además, el reciente 7 de junio, en Zapote, sede de violencia de Estado contra las mujeres, manda a callar y obliga a desdecirse a la ministra de la presidencia, Natalia Díaz, con respecto al dictamen constitucional sobre la Ley Jaguar y el referéndum.

Tener un presidente misógino es un atroz ejemplo para la sociedad porque ostentando el puesto de más alta responsabilidad política, con sus actitudes y lenguajes atiza las violencias contra las niñas, las jóvenes, las mujeres adultas y adultas mayores sin distinción alguna. Continuaremos denunciando las múltiples formas de violencia que se dan desde el gobierno costarricense contra las mujeres, paralelo a imponer proyectos y diferentes mecanismos para arrebatar al pueblo las conquistas que históricamente ha logrado. Así, reiteramos nuestra lucha en defensa de programas sociales, de la Caja Costarricense de Seguridad Social, del ICE, del agua, de la educación pública, de la justicia agraria, respeto al medio ambiente y al derecho de defender los pueblos indígenas sus territorios ancestrales; en síntesis, defendemos una vida con verdadera justicia social.

Costa Rica debe detener la Pandemia de Violencia que vivimos las mujeres y las niñas

MANIFIESTO PÚBLICO

Expresamos nuestro más profundo repudio frente a los brutales femicidios que se presentan nuestro país, estos son una manifestación de la misoginia, ejecutados para representar la expresión de lo más crudo del sistema patriarcal: los cuerpos de las mujeres como objeto de apropiación privada y la posibilidad de hacer o des-hacer con ese “objeto” lo que se desee, hasta llegar a quitarles la vida.

La violencia contra las mujeres y las niñas, es una transgresión universal a los derechos humanos, estas expresiones violentas deben ser atendidas como un problema de salud y de seguridad ciudadana, por lo que el trabajo desde el gobierno central debe encaminarse a disminuir la desigualdad, erradicar la difusión de discursos de odio contra las mujeres, la perpetuación de estereotipos y de roles de género discriminatorios, y fundamentalmente a fortalecer todas las competencias que estén a su alcance para detener de una vez por todas el femicidio en Costa Rica.

La violencia sistemática y el ejercicio de poder patriarcal desmesurado se refleja en el contexto de los femicidios que se han registrado en los últimos meses en el país, en los cuales se muestra claramente un deseo expreso de dominio y control.

Por ello, la lucha contra la violencia patriarcal no puede quedarse en el discurso. Se requiere la ejecución de las políticas públicas y presupuestos suficientes para prevenirla, atenderla y sancionarla hasta lograr su definitiva erradicación.

Costa Rica cuenta con una Política Nacional para la Atención y Prevención de la Violencia contra las Mujeres de todas las edades (2017-2032) que contempla apuestas estratégicas que abordan todo el “recorrido de la violencia”, desde su origen, trabajando con la niñez y las personas adolescentes, promoviendo masculinidades para la igualdad y la no violencia, pasando por el abordaje de la violencia simbólica y mediática, la relación entre violencia-pobreza en mujeres jóvenes embarazadas, sus hijas e hijos, reconociendo la violencia sexual como una forma de control de los cuerpos de las mujeres, entendiendo la necesidad de que los sistemas de atención de las mujeres víctimas desarrollen su trabajo cumpliendo con la debida diligencia, y por supuesto, estableciendo como eje central la prevención del femicidio.

Las acciones están planteadas. El Poder Ejecutivo, la Asamblea Legislativa y el Poder Judicial, así como los Gobiernos Locales, deben priorizar acciones y destinar el presupuesto necesario para llevarlas a cabo. Es urgente que se supervise el cumplimiento de estas acciones por parte de todas las instituciones que integran el Sistema Nacional para la Atención y Prevención de la Violencia contra las Mujeres (Ley 8688).

El Poder Ejecutivo debe de articular con los espacios locales y regionales. Por ejemplo, las Oficinas Municipales de la Mujer (OFIM) son las que tienen el contacto más cercano con las mujeres de la comunidad. Atienden directamente múltiples y diversas formas de violencia contra las mujeres, conocen sus realidades y dificultades para salir de situaciones violentas, de dominio y control. Estas instancias deben de ser fortalecidas, con mayor seguridad jurídica, presupuestaria y técnica. Se requiere urgentemente este apoyo para que coadyuven junto a la responsabilidad que tiene el Estado y los Poderes Públicos, a priorizar la atención de las mujeres víctimas de violencia, así como el desarrollo de procesos de sensibilización y capacitación a las mujeres del Cantón y a orientar los procesos de deconstrucción de masculinidades hegemónicas con los hombres.

Frente a la Pandemia de Violencia que vivimos las Mujeres y las Niñas, hacemos un vehemente llamado en el siguiente sentido:

  1. Exhortamos al Poder Ejecutivo a girar las instrucciones atodas las 22 instituciones del Sistema Nacional para la Atención y Prevención de la Violencia contra las Mujeres (Ley 8688), de forma inmediata, de forma tal que, prioricen recursos y acciones concretas con la situación de violencia que están viviendo las niñas y las mujeres en nuestro país.
  2. Exhortamos a la Asamblea Legislativa a que tome acciones en la tramitación e iniciativa de ley que, proporcione más y mejores herramientas para el acceso de la justicia de las mujeres; se proporcionen mayores recursos para fortalecer la prevención, el acceso a la atención de las mujeres y se valoren acciones para acabar con la impunidad. Se concrete vía reforma al Código Municipal, mayor seguridad jurídica para las OFIM y se les asigne recursos suficientes para que promuevan y articulen las acciones en nuestros cantones, a favor de las mujeres y las niñas.
  3. A la cooperación internacional, y particularmente a las instancias de Naciones Unidas presentes en el país, para que se apoye las acciones de las 22 instituciones del Sistema Nacional para la Atención y Prevención de la Violencia contra las Mujeres que deben desarrollarse; así como, apoyar a los gobiernos locales, con el fin de desarrollar proyectos para el abordaje de la violencia contra las mujeres y la prevención de esta.

Misiones de observatorios de mujeres proceso electoral Guatemala, 2023

Observatorio de Mujeres

Pronunciamiento

Misiones de observatorios de mujeres proceso electoral 

Guatemala, 2023

Nosotras, Misiones de Observatorios de Mujeres del Proceso Electoral, Guatemala 2023, debidamente acreditadas en el Tribunal Supremo Electoral, integrantes de Observatorio Transnacional de Mujeres, Misión de Observación Latinas en Poder, II Observatorio desde la mirada de las Mujeres Mayas, MOLOJ; y, Misión de Observación Plataforma de Mujeres Indígenas; basadas en los principios de las siguientes Convenciones y Mecanismos Internacionales: Declaración Universal de Derechos Humanos; Convención Interamericana sobre de Derechos Humanos; Convención para la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra las Mujeres (CEDAW); Convención Interamericana para la Prevención, Castigo y Erradicación de la Violencia Contra las Mujeres (Belem Do Para); Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas y Consenso de Montevideo, entre otras,

Manifestamos:

  • Nuestra profunda preocupación ante el debilitamiento de la democracia en los países de la región centroamericana y con particular atención en Guatemala donde el Estado de derecho está siendo violentado por la extralimitación de funciones de instituciones como el Ministerio Público, Corte Suprema de Justicia, Corte de Constitucionalidad y el organismo Legislativo que irrespetan la Constitución Política de la República. 
  • Declaramos nuestra Irrestricta Defensa de la Democracia Plena (reconociendo que aún está en construcción en Guatemala), levantamos la voz, ante la forma sistemática en la que el Estado ha estado violentando la voluntad popular expresada en las urnas, al perseguir, mediante acciones ilegales al partido ganador, interfiriendo con la independencia del Tribunal Supremo Electoral, TSE, poniendo en cuestión su calidad como ente rector electoral.
  • Es motivo de especial preocupación las denuncias de amenazas a la integridad del binomio presidencial ganador que ameritaron medidas cautelares por parte de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.
  • Rechazamos las acciones represivas del Estado como los desalojos violentos en varios territorios, persecución de defensoras de derechos humanos, y las limitaciones al derecho a la libre expresión que continuaron incluso en pleno proceso electoral.
  • Nuestro rechazo a las persistentes formas de discriminación, racismo y misoginia en la vida política que evidencian el retroceso en la representación de las mujeres mayatas y de la ausencia de las mujeres afrodescendientes y xincas en los espacios de toma de decisión en el actual Gabinete de gobierno, Congreso de la República, Alcaldías Municipales y Magistraturas.
  • Valoramos que en el ejercicio de la primera y segunda vuelta se mantuvo el orden, la transparencia y la agilidad en la presentación de resultados. Muy importante fue la participación de las Juntas electorales garantes de la total transparencia y la voluntaria participación de la ciudadanía en las fiscalías de mesas a favor del partido que hoy resultó ganador, por lo que representa en términos de rescate de la democracia. Sin embargo, identificamos que persisten las siguientes problemáticas:
  • la convocatoria al empadronamiento y a las votaciones solo en idioma español, en un país en dónde casi la mitad de personas se identifican como indígenas, hablantes de idioma mayas, Garífuna y otros idiomas.
  • la falta de participación de mujeres indígenas y afrodescendientes en la estructura electoral (Junta Nacional, Departamentales, y Municipales y receptoras de votos;
  • la falta de transporte gratuito el día de las elecciones para que las mujeres y personas participen libremente durante las votaciones.
  • la promoción del empadronamiento de las juventudes y lo que implica en lograr un eficiente trabajo del Registro Nacional de las Personas, RENAP a nivel nacional y en el extranjero.
  • el poco compromiso de las instancias relevantes para educar y promover la participación electoral (de alrededor de tres millones guatemaltecas y guatemaltecos migrantes en el exterior).
  • Dadas las condiciones de desestabilización postelectoral que ponen en riesgo la democracia en el país, seguiremos observando y monitoreando desde nuestros espacios durante los siguientes meses y los próximos años para asegurar la transparencia política en el país.
  • Hacemos un llamado a las Misiones de Observación Nacionales e Internacionales a continuar vigilantes del proceso político electoral en Guatemala.
  • Convocamos a las Organizaciones de Mujeres y Organizaciones Sociales a defender el proceso democrático y a exigir que se respete la decisión electoral de la ciudadanía. 

Guatemala, 4 de septiembre de 2023.

Contactos

  • Observatorio Transnacional de Mujeres, Latinas en Poder. Nitza Seguí, info @latinasenpoder.org, Tel. +1202-912-0201; Dra. Ana Silvia Monzón, Tel. +502.551.718893
  • Observatorio desde la mirada de las Mujeres Mayas, MOLOJ; Habby Aju Coy, Directora Ejecutiva; Deysee Maribel Cottom Ixcot, Coordinadora Consejo Directivo, Contactos: ednmoloj@gmail.com , +50230753011 direccionmoloj@gmail.com, Tel. +50232942948
  • Misión de Observación Electoral de Mujeres Indígenas de la Plataforma de Mujeres Indígenas, PMI, Mellina, Salvador, Directora Ejecutiva, mellinasalvador@yahho.es, +502.5412.6179

Mi sobrina, Barbie y Gabo

Marcos Chinchilla Montes

Debo de reconocer que luego de la alharaca de vestimentas rosa relacionadas con el lanzamiento de la película Barbie, tanto en Costa Rica como a nivel internacional, no tenía la menor expectativa sobre los alcances de la misma.

La primera advertencia vino de parte de una de mis sobrinas, quién haciendo un resumen de la misma, trajo a colación los conceptos de machismo, patriarcado y misoginia; todo un logro comprensivo para una chica de quince años, formada toda su vida en centros educativos de naturaleza católica, y para rematar, viviendo en una sociedad que privilegia valores conservadores que cosifican y discriminan a la mujer.

El empujón definitivo para verla lo encontré en un video que me llegó por Whatsapp, en el cual una mujer del movimiento profamilia atacaba la película, y aducía que la misma procuraba destruir los valores de la familia tradicional.

Barbie plantea una ficción temporal y espacial que se enfrenta de manera violenta en varios planos con la realidad en la que nos desenvolvemos. En primera instancia, encontramos una sociedad material, perfectamente organizada alrededor de la protagonista, y en la cual dominan las mujeres hermosas y estilizadas, con una organización social superficial, inamovible, repetible todos los días.

En contraposición a ese escenario, el acercamiento de Ken a la sociedad humana, le hace copiar y disfrutar de los “mejores valores” del patriarcado, para imponerlos en Barbieland, mediante un supuesto proceso democrático (dicho sea de paso, manipulado) que terminaría beneficiando a los machos.

Barbie, la película, coquetea con algunas explicaciones y posibles soluciones al nefasto patriarcado, incluso hace una velada crítica a la sociedad capitalista norteamericana. Aunque, es insuficiente en explicaciones (léase a Simone de Beauvoir, Rita Segato o Judith Butler) hay que reconocer que para ser una comedia de cuño hollywoodense, se toma algunas libertades políticas de mal gusto para algunos de los sectores más conservadores: la mujer dueña de su cuerpo, de sus afectos, de sus proyectos personales, de su capacidad organizativa.

Barbie, la película, habría sido imposible en nuestras sociedades hace unos 15 o 20 años, lo que hace alusión a los limitados, pero decididos avances que el movimiento femenino ha venido alcanzado, pero que en cualquier momento pueden ser cercenados como de hecho ya ocurre en El Salvador, Estados Unidos de América o Polonia.

Tengo la sospecha que a diferencia del capítulo titulado “Lisa contra la Baby Malibú” (Los Simpson, 1994, quinta temporada), en el cual solo una niña aprovechaba el trabajo crítico de Lisa, esta producción cinematográfica influirá de manera positiva en millones de mujeres y varones, deconstruyendo así prácticas nocivas para el desarrollo de la humanidad. Sobre el particular, en 1992 Gabriel García Márquez externó una idea que tiene plena vigencia: “Lo único realmente nuevo que podría intentarse para salvar la humanidad en el siglo XXI es que las mujeres asuman el manejo del mundo (…) Sería, por primera vez en la historia, una mutación esencial del género humano (…) Pero, aunque solo fuera por eso, la inversión de poderes es de vida o muerte”.

Al final de la comedia, en esas reservas que permite la ficción, me encantó que Barbie, la muñeca, se convirtiera en una humana imperfecta, y que, de paso, se decantara por ser una chancletuda; el pensamiento crítico en plena construcción, tan necesario en una sociedad en que se exaltan la discriminación, el odio, la exclusión social, el individualismo, y el nefasto neo fascismo que ya toca a nuestras puertas.

ANEP: Acerca de la violencia política de los simpatizantes de Chaves

El día 16 de junio de 2023 la Junta Directiva de ANEP responde a los ataques recibidos el lunes 12 de junio de 2023 por parte de los seguidores del presidente Chaves, asimismo responde a los miles de muestras de solidaridad que han recibido.

Albino hace un llamado al diálogo social y movilización cívica pacífica. A su vez, se dirige al presidente Chaves resaltando que sus discursos de odio, confrontativos ha generado xenofobia, misoginia, violencia de género, homofobia, aporofobia y ha satanizado y vulgarizado a las dirigencias sindicales del país.

Para escuchar el mensaje de Albino Vargas ingrese al siguiente enlace:

La única vez que nuestras voces son escuchadas

Fabiana Quirós Dobles

Este pasado 8 de marzo se llevó a cabo una vez más la marcha por los derechos de la mujer, este día tan simbólico para los movimientos feministas y cada una de nosotras, que, como niñas, mujeres, madres, amigas, parejas, pero sobre todo PERSONAS, hemos tenido que enfrentar situaciones que violan nuestra integridad; desde comentarios sexistas, agresiones verbales y físicas, acoso por parte de desconocidos en la calle y familiares, hasta violaciones y femicidios. Si usted, quien me lee, es hombre, ¿se ha tomado el tiempo de preguntarle alguna vez a una mujer cercana si ha sido acosada? o ¿si se ha sentido incómoda por elegir cierto tipo de ropa porque “no quiero que me digan cosas en la calle”? ¿ha vivido seguido o casi todos los días usted alguna de estas dos situaciones?… puedo casi jurar por lo que creo, que, si se atreve a hacerle esta pregunta a cualquier mujer, no va a tener una respuesta de indiferencia al sentimiento de frustración que es vivirlo todos los días.

Es por eso que marchamos, Costa Rica se encuentra en el 8vo puesto con la mayor tasa de violaciones a nivel mundial, ¡el lugar número 8 de 194 países reconocidos por la ONU! siendo nosotras la mayoría de la población, ¿siente usted que se le da la suficiente importancia que deberíamos darle para resolverlo? porque yo y todas podemos asegurar que no.

Eran tan solo las 2pm del 8 de marzo cuando los primeros movimientos de mujeres se hicieron presentes, bajo un sol picante, pero la marcha no empezó sino hasta las 5pm acompañado de ese característico viento veraniego de marzo, camino del Parque Central de San José y hasta la Asamblea Legislativa se escuchaban canticos de hermandad. Mujeres con camisas cubriendo su rostro, carteles con escritos verdaderamente chocantes de leer: “Te prefiero violenta que violada y muerta” y pues como no, si es el único día del año en donde nuestras voces por fin son escuchadas por el mundo gracias a los medios, ya sea de buena o mala forma, somos escuchadas.

Una vez la gran mayoría de nosotras nos encontrábamos frente a la asamblea, una tarima con un par de instrumentos y micrófonos se asomaban entre la multitud, pues minutos más tarde empezarían a cantar artistas nacionales como muestra de apoyo. Entre amigas cantamos lo que nos sabíamos, bailábamos y disfrutábamos de aquel espectáculo.

Luego de acabado el concierto, captó mi atención el montón de policías cuidando la entrada de la asamblea, y más filas y filas de policías alrededor, algo que en lo que a mí respecta, no suele ser común… vaya prioridades se tienen estos defensores de los ciudadanos…

Un grupo feminista cuyo nombre no recuerdo, empezó a hacer un performance, chicas en fila encendieron una hoguera alimentada con papeles y carteles, cada una llevaba una antorcha en su mano y la fue prendiendo mientras se acomodaban en la entrada principal de la asamblea en medio de frases que gritaban en multitud: “Estado cómplice” «Justicia», «Ni una menos»… a lo que por supuesto, la Fuerza Pública reaccionó, haciendo que… ¡claro! es el día de la mujer, por su puesto se van a unir al show y van a poner a las mujeres al frente, pero siendo honesta no me queda claro del por qué… ¿temían que las chicas de las antorchas se saltaran las vallas e hicieran un desastre adentro?… mientras observaba, en mi mente rondaba la idea de que era algún tipo de manipulación para crear empatía y alivianar tención, en otras palabras, las usaron de escudo, pero, quiero pensar que es porque a pesar de que cumplen las mismas labores que ellos, reciben un 12% menos de salario anual y fue alguna forma de darles su lugar en su día.

Los canticos y bailes continuaron un par de horas hasta que poco a poco la gente fue mermando, ya eran las 9 casi 10 pm y no quedaban más que algunas personas nada comparables con el tumulto de hace una hora y el montón de policías decididos a proteger lo improtegible.

Esta fue la primera vez que asistía a la marcha, mi motivo no era ajeno, como se lo podrán imaginar, era más que personal, me sentí acompañada y empoderada, me sentí empática ante los testimonios de otras, pero también sentí rabia, rabia porque después lo único que vería en las noticias serían reportajes de las cosas que menos importan de la marcha, cosas que sí se solucionan de un día para otro, en cambio no le dan voz a las que necesitamos nosotras para acabar con todos estos problemas que nos hacen sentir mal todos los días, problemas que nos trauman e interfieren con nuestra forma de interactuar con el mundo, a nivel profesional, sentimental, psicológico y personal con nosotras mismas.

Finalmente, cansada, en el auto de regreso a casa, con la experiencia de haber vivido uno de los momentos más desafiantes emocionalmente, me quedé con la seguridad de que esta era la primera de muchas luchas que voy a enfrentar en mi vida como mujer, porque al parecer al contrario de lo que dicen las teorías, los derechos no es algo que obtenga por nacer.

Fotografía Fabiana Quirós Dobles, 2022.

Comunicado ¡Movimiento No más Acoso CR!

Nosotras, las mujeres y personas en su diversidad y colectivos disidentes, nacemos de la disputa por nuestros espacios, por colectivizar la alegría y las resistencias para alcanzar nuestros derechos, pero sobre todo, porque desde la autonomía tenemos el derecho de posicionarnos políticamente desde los feminismos, porque lo personal es político.

Es por eso que en este contexto electoral nos posicionamos a favor de las mujeres, los cuerpos feminizados y personas del colectivo LGTBIQ+, pero además todas aquellas poblaciones históricamente excluidas y vulnerabilizadas, como las personas adultas mayores, personas de pueblos originarios, afrodescendientes y migrantes, personas con diversidad funcional y menores de edad.

Por lo tanto, pese a que nacemos en un contexto electoral, ninguna oferta electoral se ha acercado de manera responsable a nuestras demandas y se han instrumentalizado las necesidades de la ciudadanía, sobre todo en territorios rurales y periféricos.

Hoy 31 de marzo del 2022, nos pronunciamos en sororidad ante la situación que está viviendo la joven Sofía Agüero, miembro del partido Progreso Social Democrático, una mujer que en el contexto electoral, ha sido instrumentalizada para fines corruptos en un país donde la democracia nunca ha sido representativa. 

Queremos así mismo denunciar el acoso violento y abusivo por parte de los seguidores del candidato Rodrigo Chaves hacia nosotras y otras colectivas posicionadas en el contexto electoral, lo cual denota que se sienten acuerpados por una lógica misógina, machista empoderada por lo que ha representado dicho candidato, el cuál no se hace responsable por este tipo de campañas agresivas y polarizadas.

Comprendemos que la población desea un cambio y que esta polarización en ciertos contextos nace de este deseo, pero precisamente aquí es dónde vemos una oportunidad: no podemos seguir permitiendo el acoso y la violencia sexual o política hacia las mujeres y otras personas en contextos electorales.

Adjunto podrán encontrar material que se ha recopilado desde los activismos inscritos desde No Más Acoso CR, que son evidencia de los ataques fanáticos realizados por los seguidores de Rodrigo Chaves contra nuestros feminismos.

¡Sumemos nuestras voces contra el acoso sexual, contra la política tradicional y machista!

¡Sumemos unidad entre nosotras las mujeres que desde nuestros posicionamientos e incidencia seguiremos haciendo historia por todas, todes, quienes no están y quienes vendrán!

 

Enviado a SURCOS por Movimiento No Más Acoso CR.

Populismo autoritario y misoginia: ¿Por qué la mitad de las mujeres de Costa Rica apoyan a Chaves y por qué no deben hacerlo?

Dr. Luis Diego Herrera Amighetti

Según varias encuestas llevadas a cabo en Costa Rica sobre la segunda ronda electoral, alrededor de la mitad de las mujeres que van a votar apoyan a Rodrigo Chaves. Como es bien conocido, el candidato fue sancionado por conductas inapropiadas hacia las mujeres en el Banco Mundial. Él mismo, en los debates y declaraciones públicas, si bien alega que no fue sancionado por acoso sexual, (una precisión irrelevante), ha hecho comentarios para minimizar sus conductas, bajo el argumento de que eso es algo inofensivo, algo así como: eso es lo que los hombres hacemos. El asunto tiene implicaciones mucho más profundas y relevantes para la democracia y el país de lo que Chaves y sus seguidores quisieran hacer ver, y no solamente para las mujeres y otros grupos discriminados y estigmatizados. Es, entonces, imposible no preguntarse porqué la mitad de las mujeres votantes apoyan a Chaves.

El prejuicio y el estigma hacia diferentes grupos es algo universal, particularmente el sexismo y la misoginia; están incorporados en las diferentes culturas y, por medio de la socialización de los niños y las niñas, se internaliza el racismo, el sexismo y la homofobia. Esta introyección de representaciones mentales colectivas de ciertos grupos hace que se transmitan los prejuicios de generación en generación. La naturaleza del estigma y el prejuicio es tan omnipresente que, nosotros mismos, no tenemos consciencia sobre cuánto nos afecta e influencia en nuestras actitudes y acciones. 

Un ejemplo elocuente sobre este fenómeno de la internalización del prejuicio, en este caso, el racismo, lo contó en una ocasión Jesse Jackson, líder político negro y activista de los derechos civiles en Estados Unidos: en una ocasión salió de un bar y se dirigió a su automóvil que estaba en una calle oscura y escuchó unos pasos detrás suyos que se le acercaban, cuando la persona lo alcanzó y lo volvió a ver, sintió un alivio al ver que era un blanco. Esto mismo nos ocurre con el sexismo y la homofobia.

El apoyo femenino a Chaves es preocupante en la medida que refleja el machismo, el sexismo y la misoginia internalizada en las mujeres; pero este aspecto es una parte nada más de un fenómeno político más complejo y peligroso. 

La tendencia de Chaves, a mi entender, es una orientación política que ha sido denominada de diferentes maneras, pero que vamos a llamar en la versión de Chaves, populismo autoritario. En la actualidad, o muy recientemente, hemos tenido varios representantes en todo el mundo, con variaciones locales de esta orientación: Trump en Estados Unidos, Erdogan en Turquía, Bolsonaro en Brasil, Duterte en Filipinas y Modi en la India. Todos estos tienen algo en común: son movimientos políticos liderados por candidatos misóginos autoritarios, elegidos legítimamente.

Una narrativa común a estos líderes políticos es que son “hombres fuertes”; sus seguidores entienden por esto que son una especie de héroes-machos-alfa, valientes, viriles, que ponen a las mujeres en su lugar (en realidad incentivan la violencia hacia las mujeres), que se oponen a los corruptos, que no le temen al status quo ni a las instituciones que ellos juzgan inoperantes. 

Como son temerarios, sigue el distorsionado argumento, van a acabar con la burocracia de los empleados públicos, no le temen a los sindicatos; limpiaran el “pantano” de la corrupción de los políticos tradicionales y otros temas que logran tener un arraigo poderoso en sectores amplios de la población, no importando si esto es posible o no, porque de lo que se trata es de hipnotizar a las masas con estos cantos de sirena populistas (Trump nunca hizo el muro por el cual logró millones de votos; Chaves no va a resolver el tema del aborto por referéndum, porque sería inconstitucional, etc.).

Es en este contexto que la misoginia es parte integral del proyecto de los populistas autoritarios; sus oponentes y sus ideas son ridiculizados a menudo, sutil o abiertamente, como débiles, femeninos, blandengues que abrazan proyectos ilusos e innecesarios como la lucha contra el calentamiento global o la defensa de los derechos humanos. 

Por otra parte, la misoginia puede ser entendida como la policía política del sexismo; es decir, es una forma de vigilar, controlar y destruir a aquellas mujeres que desafían el patriarcado y dominancia masculina. Estos líderes, cuando no se sienten amenazados, practican una forma de “sexismo light” en donde tratan de navegar la misoginia con disimulo y chistes de mal gusto (¿han escuchado el “chiste” que alguien dijo sobre el derecho de los hombres a quebrarle las costillas a las mujeres?), pero si se sienten amenazados, se tornan en agresores mórbidos.

Veamos algunos ejemplos, salidos de la boca de estos líderes: Trump, cuando una periodista le hizo una pregunta incómoda, dijo que le estaba saliendo sangre de todos los orificios (obviamente refiriéndose a la menstruación). Modi, en la India, en donde existe una tradición patriarcal violenta hacia las mujeres y las niñas, ha guardado silencio cuando niñas son violadas violentamente por la casta superior de los Hindu extremistas y ha llamado a Sonia Ghandi, su opositora política una “vaca jersey”. Bolsonaro, en Brasil, ha dicho que haber engendrado a su hija después de 4 varones fue “un momento de debilidad”, y que no violaría a la diputada y activista de los derechos humanos María do Rosario “porque no valía la pena”. Duterte en las Filipinas, dijo en un discurso a las Fuerzas Armadas que a las mujeres guerrilleras hay que dispararles en la vagina, “porque sin la vagina, no sirven de nada”. 

Finalmente, Erdogan en Turquía, dice que no se pueden poner los hombres y las mujeres como si estuvieran al mismo nivel, porque “no es natural”; entre sus grandes ideas es criminalizar el adulterio femenino para “proteger a la familia” y ha intentado pasar una ley por la cual los hombres que violan a una menor de edad no serán procesados si se casan con su víctima. Todos estos líderes misóginos antidemocráticos, pero electos legítimamente, se admiran mutuamente, se ponen de ejemplo y se adulan (Bolsonaro, el Trump tropical).

Estos líderes misóginos aprecian a las mujeres cuando se ubican en su función maternal, cuidan de los hijos y se muestran sumisas y vulnerables; las valoran cuando son vírgenes, las repugnan cuando están menstruando; las descalifican como emotivas e ineptas para ostentar el liderazgo, las excluyen de oportunidades si son competentes y las castigan, incluso con la violación, si se sienten amenazados por ellas, cuando quieren ejercer su autonomía, como todo ser humano libre y digno.

Volviendo al inicio de este artículo, creo que las mujeres y por supuesto, los hombres de Costa Rica, deberían reflexionar sobre esta historia. El suyo no sería solamente un voto por un candidato que va a gobernar 4 años; es un voto por el ambiente en que quieren que crezcan sus hijas, sobre cómo las traten sus parejas y como las vea la sociedad; es también un voto sobre el tipo de democracia costarricense en la que queremos seguir viviendo.

Fuente: Semanario Universidad.

 

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Compartido con SURCOS por Alberto Salom E.

Imagen de portada tomada del Facebook Luis Diego Herrera Amighetti.

MISOGINIA ENTRE LAS MUJERES, BAJO EL SIGNO DE PROCUSTO en la Suiza centroamericana neoliberal

Magda Zavala *

A la memoria de Chavela Vargas, Carmen Lyra, Eunice Odio y Yolanda Oreamuno

Descubrir que, luego de tantas décadas de vigencia y conquistas del feminismo, existen mujeres y grupos de mujeres capaces de armar una persecución subterránea contra otra mujer o varias es bastante más que sorprendente. Y muy triste comprobar que esta acción altamente ingrata, ocurre para arrebatar el lugar y el prestigio de las otras, o incluso, para algo más bajo aún: privar a la otra de lo ha conseguido con esfuerzo propio y dignidad, sin depender de familia adinerada, de marido con contactos o dinero, ni de partido político como palanca. También suele darse, entre pares, en apariencia, amigas, cuando alguna quiere impedir que una colega emergente tenga éxito, como forma de competencia desleal, o cuando busca alimentarse indebidamente de sus logros. Son las llamadas “eneamigas”. Estas personas parecen odiar a sus congéneres, incluso a aquellas que les han tendido la mano, aunque pueden usar de vez en cuando eslóganes feministas para fingir estar a la altura de los días. A las misóginas podría moverlas la endogamia, que impide o desconoce la movilidad social; la rebatiña y un sentimiento muy común: la envidia.

Las mujeres misóginas suelen atacar por vías soterradas, que fue lo que la cultura les enseñó a hacer: utilizar el engaño, la murmuración, el montaje y la calumnia. Con esas armas, en el pasado, las mujeres buscaron protección, porque eran sujetos débiles, en una sociedad que les dejaba solo las sombras como espacio de actuación. Por ser vistas como secundarias y devaluadas, debían ocultar el rostro para ser menos vulnerables, lo cual era comprensible en su situación. Algo poco explicable es que se actúe del mismo modo en el siglo XXI y con las mismas armas del patriarcado. Es escandaloso y evidencia de pérdida de lo logrado en las décadas recién pasadas, o de lo que nunca se adquirió. Le he buscado explicación a ese hecho y aquí les va.

En Costa Rica, sociedad aparentemente evolucionada, pero en realidad muy conservadora y procustiana, se ha sumado actualmente a la antiquísima rivalidad entre las mujeres la decadente moral neoliberal que todo lo permite y que se quita los escrúpulos, como camiseta, con facilidad aterradora. Esa es la nueva “moralidad” que permite la creación de noticias falsas, dándoles halo de verdad, que considera lícito perpetrar acuerdos cómplices para imponer lo falso y dar por reales hechos sin fundamento; es la que permite la circulación de documentos fingidos y la compra-venta de las conciencias; es el contexto que facilita la negociación de las distinciones, al margen de la justicia, y el engrosamiento de los currículos, así como el tráfico abierto de influencias, la legalización de la violencia de los derechos y un largo listado de permisividades. Esa práctica invisible ha permeado todos los sectores de edad, y ocurre en todos los campos, incluida la cultura que antes parecía inmaculada. Veo actualmente en esta geografía un caos de valores, donde el antagonismo se impone sobre la cooperación; el qué va a lograr cada cual que justifica las alianzas convenientes, sobre lo que es justo; la complicidad sobre la lealtad.

En materia de misoginia, la pertenencia de género no hace ninguna diferencia. Existe en hombres y en mujeres. Los hombres conscientes han debido esforzarse por erradicar el menosprecio hacia las mujeres, que se les impregnó con la escolaridad y la experiencia en grupos sociales primarios (familia, amigos, grupos deportivos…). En la actualidad, empiezan a aparecer hombres solidarios con la causa de las mujeres, que apoyan y reconocen su lugar y sus logros, un gesto bastante reciente que es de agradecer. La misoginia ha sido mayoritariamente compañera del machismo. Las personas misóginas, cuando no actúan, son cómplices de la violencia pasiva o activa hacia las mujeres, o, incluso la disimulan, como si fuera asunto sin importancia, cuando ocurre entre ellas.

Costa Rica, como sociedad, lleva el estigma de Procusto. Ese es su rasgo de personalidad colectiva más agudo, que nada tiene que ver, ni debe confundirse, con la democratización de las oportunidades. Procusto, hijo de Poseidón, según la mitología griega, quería a todos de una misma talla y, para lograrlo, cortaba pies y cabezas. Él representa la absurda necesidad de aplicar el rasero y perseguir a otros, cuando no se ajustan al estándar, o simplemente porque destacan en algo. Esa fue la actitud que sufrieron y denunciaron tantos (as) artistas que se fueron de aquí, para no volver nunca más. Ya señaló directamente Yolanda Oreamuno esta lacra en su ensayo “El ambiente tico y los mitos tropicales”. La autora aseguraba que aquí no cortan cabezas, sino que “Le bajan suavemente el suelo que pisa” (Oreamuno, 1961: 19) al desdichado elegido. Sin embargo, mucho ha cambiado desde entonces, porque la violencia es ahora explícita, sin gran disimulo.

Las mujeres procustianas y misóginas son muchas más de lo que uno se imagina y acostumbran actuar con sonrisas y halagos desmesurados, incluso declaratorias de tierno cariño a las demás, mientras les tienden una cama, urden un atropello, envían notas ocultas de descrédito, o circulan falsedades por teléfono, redes sociales y correos electrónicos. Algunas encuentran complacencia en decir a sus conocidas, fórmulas como estas: “Conozco a mucha gente que te odia”, o “Aunque a vos mucha gente te odia, yo te quiero”. Estas personas buscan reunirse para la complicidad, no para la solidaridad.

En este contexto, la palabra sororidad hará arrugar la cara a las misóginas, que la sentirán como una amenaza y la desterrarán de su léxico. La unión y el apoyo leal entre las mujeres y su respeto mutuo daría sostenibilidad a las conquistas logradas y las que vendrán. Ese es el horizonte, la meta y el más importante desafío que tienen las mujeres y el feminismo en el presente: conseguir que este valor, aún tan utópico, se vaya convirtiendo, efectivamente, en una realidad.

* Escritora, investigadora literaria, docente, promotora de instituciones culturales.