Skip to main content

Etiqueta: República Popular China

103 Años del PC Chino: Transformación, Evolución y Liderazgo

Mauricio Ramírez Núñez.

Mauricio Ramírez Núñez
Académico

El Partido Comunista Chino (PCCh) celebra 103 años de existencia, marcados por una historia que ha transformado a una de las naciones más grandes del planeta. Desde su fundación en 1921, el PCCh ha recorrido un camino lleno de desafíos y victorias, llevando a China a convertirse en una potencia mundial que compite de tú a tú con las grandes potencias (hoy en declive) de Occidente, que en algún momento vieron al pueblo chino como inferior o incluso como parte de sus conquistas.

La Revolución y la Evolución del Partido

El PCCh inició su travesía con la misión de liberar a China del yugo colonial y feudal, liderando una revolución a cargo de Mao Tse Tung, que culminó con la fundación de la República Popular China en 1949. Esta revolución no solo derrocó a las fuerzas imperialistas y feudales, sino que también sentó las bases para la construcción de una nueva sociedad basada en los principios del socialismo, superando así el periodo conocido como el “siglo de la gran humillación del pueblo chino”.

A lo largo de su historia, el PCCh ha demostrado una notable capacidad para evolucionar y adaptarse a las cambiantes realidades del mundo. Más allá de la teoría, el partido ha aplicado sus principios de manera pragmática, amalgamando valores tradicionales, cultura y economía para crear lo que hoy conocemos como el «socialismo con peculiaridades chinas». Este modelo, único y no replicable, ofrece lecciones valiosas para los países en vías de desarrollo, mostrando que es posible desarrollar un camino propio hacia el progreso y la prosperidad basado en las raíces y tradiciones que caracterizan a cada pueblo.

Una Visión de Nación Completa

Uno de los aspectos más destacados de la evolución del PCCh es su visión del pueblo chino no como una mera clase social, sino como una nación completa. Esto es clave para comprender la China contemporánea. La lucha contra la pobreza y la desigualdad no se limita a la clase obrera, campesina o proletaria, sino que se ha convertido en una responsabilidad colectiva de todo el pueblo chino, independientemente de su clase social o nivel educativo. Este enfoque inclusivo ha sido una de las claves del éxito del partido y marca una diferencia fundamental con los partidos de izquierda en Occidente, especialmente en América Latina, que a menudo permanecen atrapados en un sectarismo doctrinario propio de la Guerra Fría.

Mientras en estas latitudes todavía se enfrascan, tanto la derecha como la izquierda, en debates ideológicos añejos entre lo público y lo privado, el marxismo chino, en una comprensión dialéctica superior, ha entendido en la práctica que lo público y lo privado no son antagonistas, sino complementos de una realidad superior: el bienestar de todo el pueblo. Ambos deben trabajar juntos, no por separado ni de manera egoísta, para lograr este objetivo. El garante de que esto sea así es el Estado.

Política Exterior y Multipolaridad

En el plano internacional, el PCCh se alinea con la verdadera multipolaridad del mundo, la nueva estructura del sistema internacional. Trabajando de la mano con Rusia y otros países, China busca construir un sistema antihegemónico donde las imposiciones ideológicas, económicas o culturales sean cosa del pasado. En su lugar, se promueven relaciones de cooperación y beneficio mutuo, basadas en el respeto verdadero a la soberanía, así como al derecho internacional.

La política exterior de China se basa en cinco principios fundamentales: respeto mutuo por la soberanía y la integridad territorial, la no agresión mutua, la no interferencia en los asuntos internos de otros países, la igualdad y beneficio mutuo, y la coexistencia pacífica. Estos principios son clave para mantener buenas relaciones con todos y para construir un mundo verdaderamente diverso y anticolonial.

Desarrollo de Alta Calidad y Liderazgo Económico

China, bajo la dirección del PCCh y después de la época de la reforma y la apertura llevada a cabo por Deng Xiaoping en 1978, se ha esforzado en alcanzar un desarrollo de alta calidad. En 2023, contribuyó con un 32 por ciento al crecimiento económico mundial, consolidándose como el mayor motor de la economía global. Este logro ha generado incomodidad entre las potencias occidentales, que a menudo predican la competencia y el libre mercado, pero en la práctica buscan impedir una competencia real. Aún hoy, algunos países occidentales actúan como si estuvieran en tiempos de colonialismo imperial, negándose a aceptar que una nación considerada de tercer mundo y con un sistema político diferente pueda superarlos.

Los niveles de modernización que ha alcanzado la China comunista no tienen paralelo en ningún país desarrollado. Occidente sigue sin aceptar que otra nación, con un sistema político distinto, pueda rivalizar o superar sus logros, perpetuando la idea de ser los únicos dueños del «logos» y la verdad.

El Milagro Chino y su Relevancia Global

El milagro chino merece ser estudiado con detenimiento. Desde la forma en que el PCCh toma decisiones hasta el pragmatismo estratégico utilizado para sacar a más de 800 millones de chinos de la pobreza en 2021, cada aspecto ofrece lecciones valiosas. A pesar de las sanciones ilegales y las restricciones impuestas a empresas chinas, China ha logrado no solo sobrevivir, sino también prosperar, demostrando una capacidad de resistencia y adaptación que merece reconocimiento.

Estos 103 años del PCCh y los 75 años de la República Popular China representan una experiencia acumulada y demostrada de dignidad, desarrollo y bienestar popular que pocos países han logrado emular. El PCCh ha creado un modelo de socialismo con peculiaridades chinas, que incluye su milenaria tradición filosófica y espiritual que no solo ha transformado a su nación, sino que también ofrece un faro de esperanza y una fuente de aprendizaje para todos los países en vías de desarrollo.

La Biblia dice que se juzga a alguien por sus obras y la causa por sus resultados. Siguiendo esta lógica, el Partido Comunista Chino es digno de respeto y admiración. Ha recorrido un camino impresionante desde su fundación, transformando a China en una potencia mundial. Su capacidad para evolucionar, adaptarse y liderar con pragmatismo y visión inclusiva lo convierte en un modelo digno de estudio, donde los resultados hablan por sí solos y rompen estereotipos.

Si el mundo civilizado no los detiene, estos salvajes nos llevarán a la tercera guerra mundial

Gilberto Lopes
San José, 25 de mayo de 2024

Las ofertas son las más variadas, todas orientadas a la derrota de Rusia, incluyendo la desintegración de su Estado. La Federación Rusa está integrada por muchas naciones, que podrían conformar estados separados luego de la derrota de Rusia, opinó la primera ministra de Estonia, Kaja Kallas, en un debate en la capital del país, Tallin, el 18 de mayo pasado. Es una de las voces más agresivas en el escenario de este conflicto, junto con sus colegas de los demás países bálticos, Letonia y Lituania. Imponen el tono de un debate en el que se siente cómodo, entre otros, el primer ministro polaco, Donald Tusk.

Hay que detenerse un minuto para revisar el escenario de la guerra y pensar en lo que esta propuesta significa. Estamos en un momento en el que Rusia mantiene la iniciativa y avanza en todos los frentes, mientras Occidente redobla su apoyo militar a Ucrania, discute escenarios que podrían implicar su participación directa en el conflicto y se alista para apropiarse de los recursos rusos congelados en Europa y Estados Unidos, para financiar a Ucrania.

  • No pierden la esperanza de derrotar a Rusia. Es la “Teoría de la victoria”, que defienden, en un artículo publicado en mayo en la revista Foreign Affairs, Andriy P. Zagorodnyuk, ministro de Defensa de Ucrania (2019–2020), y Eliot A. Cohen, consejero del Departamento de Estado entre 2007 y 2009, catedrático en Estrategia en el Center for Strategic and International Studies (CSIS), una institución con sede en Washington “que busca ideas prácticas para enfrentar los grandes desafíos mundiales”.
  • “Occidente necesita explicitar que su objetivo es una decisiva victoria de Ucrania y la derrota de Rusia”, reclaman los autores, para quienes el compromiso de apoyar a Ucrania “todo el tiempo necesario” es una propuesta que carece de un sentido más preciso.
  • “Con el apoyo y el enfoque adecuados, Kiev todavía puede ganar”, aseguran. “Amenazar a Rusia en Crimea e infligir graves daños a su economía y sociedad será, ciertamente, difícil”. “Pero es una estrategia más realista que la alternativa de negociar un acuerdo con Putin”. “Ucrania y Occidente deben vencer o enfrentar devastadoras consecuencias”, afirman.
  • Sus colegas del CSIS, Benjamin Jensen y Elizabeth Hofmann, sugieren cinco problemas estratégicos, que deben resolverse para que Ucrania alcance el triunfo, incluyendo su mayor incorporación al orden económico y de seguridad occidental.
  • Zagorodnyuk y Cohen apoyan los mismos objetivos contenidos en la propuesta de paz de Ucrania que será discutida nuevamente, el mes que viene, en Suiza. Moscú, que no va a participar de esa discusión (lo mismo que otros países, como China y Brasil), la considera desvinculada de la realidad y la rechaza de plano.

La idea de ambos (y de los líderes políticos que tratan de convencer a los ciudadanos europeos de esas consecuencias) es que, si Moscú triunfa, no se detendrá en su ambición. Algo que Moscú rechaza también de plano. Es difícil vislumbrar un objetivo para esas conquistas, que no tienen sentido político, económico, ni militar, y que solo se podrían llevar adelante a riesgo de provocar una guerra nuclear.

Pero ese es el tono del artículo de Zagorodnyuk y Cohen. Desde sus puntos de vista, la solución del conflicto debe ser la derrota militar de Rusia. Para ellos, los recursos, los fondos y la tecnología favorecen abrumadoramente a Occidente. Si son canalizados en cantidad suficiente, Ucrania podrá ganar.

Descartan la posibilidad de una respuesta nuclear de Rusia, caso tenga éxito el triunfo de Occidente. Pero, ¿se podría descartar sin más esa posible respuesta nuclear, si el conflicto escalara, con la participación directa de la OTAN, como sugieren cada vez con más insistencia, tanto el presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, como otros líderes europeos, desde el presidente de Francia hasta los gobernantes de Polonia o de los países bálticos?

Me parece evidente que no se puede responder afirmativamente a esa pregunta sin correr un enorme riesgo de llevar el mundo a una guerra nuclear. ¿Se seguirá negando toda atención a las advertencias rusas sobre los desafíos a su seguridad, incluyendo los primeros ejercicios nucleares tácticos realizados el pasado 21 de mayo?

Aunque, como veremos más adelante, no faltan quienes estiman que tanto en el conflicto en Ucrania, como en Taiwán, con China, Estados Unidos debe inspirarse en las políticas de los años de la Guerra Fría, especialmente cuando rechazaron las presiones soviéticas en Berlín, entonces ocupado por las cuatro potencias ganadoras de la II Guerra Mundial.

¿Ganar la guerra a una potencia nuclear?

Para el ministro de Defensa británico, Grant Shapps, la única manera de terminar el conflicto es infligiendo una derrota militar a Rusia. Shapps usa el mismo argumento de que, si Putin triunfa, no se detendrá en Ucrania. La victoria de Rusia es “inimaginable e inaceptable”. Simplemente “no permitiremos que eso ocurra”. “Es del todo impensable que Putin pueda ganar esta guerra”, dijo, el pasado 13 de mayo, en una conferencia en la Royal Navy.

Para el primer ministro, el conservador Rishi Sunak, “defender Ucrania es vital para nuestra seguridad y la de toda Europa”.

Si eso es lo que está en juego, estamos frente a una escalada que no se detendrá hasta esa eventual victoria. Inglaterra es, probablemente, el país más directamente involucrado en operaciones militares en Ucrania, con apoyo logístico y de inteligencia. Ha multiplicado su ayuda a tres mil millones de libras por año, el mayor paquete de ayuda militar jamás otorgado por el país. Aun así, es una cifra muy inferior a los 60 mil millones de dólares recientemente aprobados por Estados Unidos.

En el verano del año pasado, cuando todas las expectativas de Occidente estaban depositadas en una gran ofensiva ucraniana, el presidente de Francia, Emmanuel Macron, dijo que se asegurarían de que Rusia no saliera victoriosa de esta guerra. Reunido en París con sus colegas alemán y polaco, Olaf Scholz y Andrzej Duda, en junio del 2023, afirmó que esperaban el mayor éxito posible de esa ofensiva “para luego poder iniciar una fase de negociación en buenas condiciones».

Como sabemos, nada de eso ocurrió y la ofensiva ucraniana fue un gran fracaso. Casi un año después, en mayo de este año, con Rusia habiendo asumido la iniciativa en el campo de batalla, el presidente francés amenazó con enviar tropas a Ucrania. “Si Rusia gana en Ucrania, no habrá seguridad en Europa”, afirmó.

¿No habrá seguridad en Europa? ¿Por qué no se negoció con Rusia sobre esa seguridad cuando Putin lo propuso, hace ya varios años, incluyendo su discurso en la Conferencia de Seguridad de Múnich en 2007?

“Si Rusia logra sus objetivos políticos en Ucrania por medios militares, Europa ya no será la misma que era antes de la guerra”, estiman, por su parte, Liana Fix, miembro residente del German Marshall Fund, en Washington, y Michael Kimmage, miembro visitante del mismo Fondo. No solo Estados Unidos habrá perdido su primacía en Europa, como la idea de que la OTAN (el “brazo armado” que ha garantizado esa supremacía) habrá perdido su credibilidad.

En enero pasado, Anders Fogh Rasmussen, exsecretario General de la OTAN y ex primer ministro danés, y Andriy Yermak, jefe de la oficina de la presidencia de Ucrania afirmaron, en un artículo en Foreign Affairs, que la victoria de Ucrania era “el único camino verdadero para la paz”. Para ellos, “Ucrania pertenece al corazón de Europa”. Mientras Putin esté al frente del Estado ruso, “Rusia será una amenaza no solo para Ucrania, sino para la seguridad de toda Europa”. Para evitarlo, Rusia debe ser derrotada en el campo de batalla.

La idea se repite, una y otra vez, en los think tanks conservadores, norteamericanos y europeos. Esta guerra –dice, por ejemplo, un informe preparado por la Rand Corporation, publicado en enero del año pasado– “es el mayor conflicto entre Estados en décadas y su evolución tendrá las mayores consecuencias para los Estados Unidos”.

El Informe sobre Seguridad que la Conferencia de Múnich publica anualmente destacó, este año, la insatisfacción de parte de la comunidad internacional (de “poderosas autocracias” y del “Sur global”) con la desigual distribución de los beneficios del actual orden internacional.

El informe de este año afirma que la guerra de Rusia contra Ucrania es solo el “ataque más atrevido” a ese “orden basado en reglas” que Occidente y su líder, Estados Unidos, impusieron al mundo al final de la Guerra Fría. Preservar este orden es el interés fundamental de Washington y sus aliados europeos.

Rusia, esta vez, no fue invitada a Múnich. La guerra en Ucrania es el centro de las 100 páginas del informe. Eso explica los miles de millones de dólares invertidos en Ucrania, que no guardan relación alguna con ninguna otra inversión en la solución de los grandes problemas de la humanidad.

¿Tienen razón Rasmussen y Yermak? Ellos creen que todos los países civilizados apoyan sus propuestas. Pero yo quisiera sugerir otra cosa: que no son parte más que de esa Europa que nos debe ya dos guerras mundiales y que, si no les amarramos las manos, nos llevarán a una tercera…

Las aspiraciones del “mundo civilizado”

Las opiniones citadas reflejan lo que está en juego para el “mundo civilizado”, el de Rasmussen y Yermak, o el de Zagorodnyuk y Cohen, el mismo que nos ha llevado a las dos guerra mundiales anteriores.

Queda claro lo que está en juego, las razones de una escalada, hasta ahora imparable, de Occidente en esta guerra, y los riesgos que esto representa para el verdadero mundo “civilizado”, que busca un acuerdo negociado para evitar una posible tercera guerra mundial.

Macron causó desconcierto y debate en Europa cuando sugirió, en febrero pasado, la posibilidad de enviar tropas de la OTAN a Ucrania. Era su política de “ambigüedad estratégica”, que dejaba abierta las puertas para una confrontación directa de Moscú con la OTAN. Ni Estados Unidos, ni Inglaterra, apoyaron la idea… todavía. Habrá que ver qué ocurre si la situación en el terreno sigue empeorando para Ucrania.

Pero en Europa –tanto sus gobiernos como su prensa– solo se habla de guerra. La ministra de Relaciones Exteriores de Alemania, Annalena Baerbock, una antigua “pacifista”, miembro del Partido de los Verdes, una de las voces más agresivas en el gobierno alemán, pidió a Occidente el suministro urgente de más armas a Ucrania, en una visita a Kiev el 21 de mayo pasado.

Los preparativos para una guerra con Moscú se multiplican. El primer ministro polaco, Donald Tusk, anunció la construcción de una línea de defensa en sus fronteras con Bielorusia y Rusia. Hablando en una conmemoración militar en Cracovia, el 19 de mayo, anunció que Polonia invertiría 2,3 mil millones de euros en la creación de fortificaciones y barreras, así como en la adecuación del terreno y de la vegetación para esos objetivos, a lo largo de 400 km de frontera. Obras que, en su opinión, harían “impenetrables” las fronteras polacas, en caso de guerra.

¿En qué guerra estará pensando Tusk? El mes pasado, el presidente Andrzej Duda sugirió que el país estaría feliz de alojar armas nucleares de la OTAN (o sea, norteamericanas).

En enero pasado, la vecina Estonia anunció su intención de construir unos 600 bunkers a lo largo de su frontera con Rusia, proyecto al que se sumarían Letonia y Lituania, para conformar la “línea de defensa báltica”.

El presidente de Finlandia –país que, junto con Suecia, son las dos más nuevas incorporaciones a la OTAN– Alexander Stubb, expresó su entusiasmo con la disuasión nuclear, asegurando que las armas de destrucción masiva son “una garantía para la paz”.

Como dijo Zelensky al New York Times, Occidente debería participar en la guerra derribando misiles rusos, dando a Ucrania más armas, y autorizando su uso para atacar directamente el territorio ruso.

En su opinión, no es un problema involucrar los países de la OTAN en la guerra. Idea similar a la de la exsubsecretaria de Estado para Asuntos Políticos de Estados Unidos, Victoria Nuland, para quien llegó a la hora de ayudar a Ucrania a atacar objetivos militares en territorio ruso. «Creo que es hora de dar más ayuda a los ucranianos para atacar estas bases dentro de Rusia», afirmó.

La única posibilidad para que Rusia retorne eventualmente a la “sociedad de naciones civilizadas” es mediante una derrota que ponga fin a las ambiciones imperiales de Putin, estiman Zagorodnyuk y Cohen en el artículo ya citado.

¿Cómo en la Guerra Fría?

“Taiwán es el nuevo Berlin”, dice Dmitri Alperovitch, presidente de Silverado Policy Accelerator, una organización dedicada a promover la prosperidad y el liderazgo norteamericano en el siglo XXI. Definido como un “visionario”, empresario de mucho éxito, exasesor del Departamento de Defensa y de Seguridad Interna, Alperovitch piensa que Estados Unidos debe inspirarse en las políticas adoptadas en los años 60’s para enfrentar los desafíos presentados entonces por la Unión Soviética en el Berlín ocupado por las potencias triunfantes den la II Guerra Mundial.

¿Qué políticas fueron esas? Las de defender los “intereses estratégicos norteamericanos, aun a un costo inimaginable”. O sea, de una guerra nuclear. Para Alperovitch, se trata de convencer a Rusia –y, sobre todo, a China– de esa misma disposición hoy.

Me parece que la propuesta de Alperovitch carece, sin embargo, de un elemento fundamental. La posición estratégica de las potencias involucradas en este conflicto, el escenario político, es hoy muy distinto al de los años 60, cuando Estados Unidos no tenía rival. La pretensión de encarar estos problemas con el criterio de la Guerra Fría ha sido denunciada por China, y puede llevar a errores de consecuencias dramáticas, considerando el papel de cada actor en el mundo de hoy, incluyendo el de Estados Unidos, pero también los de China y Rusia. Taiwán no es, de modo alguno, un “nuevo Berlín”.

El mundo civilizado

“Ha llegado el momento de que los aliados se planteen si deben levantar algunas de las restricciones que han impuesto al uso de las armas que han donado a Ucrania», dijo el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, en entrevista a The Economist.

Es un paso más en la escalada de la OTAN para hacer frente a los avances del Ejército ruso. Pero Stoltenberg insiste en que “no serán parte del conflicto» en Ucrania. La realidad es que la OTAN lleva el peso del conflicto. Sin sus recursos, sus armas, sus servicios de inteligencia, sin su entrenamiento de las tropas ucranianas, esa guerra no podría seguir. Este es un nuevo paso, sin que, ante un inminente triunfo ruso, se pueda descartar ningún otro, dado lo que, para Occidente, está en juego en esta guerra. No se trata solo de las armas. Pese a las muchas advertencias en contra, parece acordado ya el uso de los dineros rusos congelados en Bruselas y Washington, para financiar a Ucrania.

Occidente apuesta por la solución militar y el mundo se ve enfrentado, nuevamente, al riesgo de que Europa nos lleve a una tercera guerra mundial. Lo harán, si no les amarramos las manos.

¿Cómo hacerlo? Intentando. Hay que conformar una alianza del mundo civilizado que vaya cerrando los espacios políticos a quienes han impuesto al mundo las guerras más devastadoras del último siglo. Las dos orientadas a derrotar a Rusia.

En ese esfuerzo del mundo civilizado, el encuentro entre Wang Yi, el principal representante diplomático chino, y Celso Amorín, asesor especial del presidente brasileño Lula, es la iniciativa más reciente. Reunidos en Beijing, el jueves 23 de mayo, emitieron una declaración de “Entendimiento común entre China y Brasil para una solución política a la crisis de Ucrania”.

El documento, de seis puntos, reafirma que el diálogo y la negociación entre las dos partes son la “única solución viable” para la crisis. Como alternativa a la cita de Occidente para respaldar la propuesta ucraniana, el mes próximo en Suiza, sin la presencia rusa, invitan al mundo civilizado –a la “comunidad internacional”, según los términos del documento– a apoyar esa propuesta, un intento por amarrar las manos a quienes amenazan con llevarnos a otra guerra mundial.

FIN

La Matrioshka Fecunda

Mauricio Ramírez Núñez
Académico

El presidente del Partido Liberación Nacional ha expresado su repudio hacia el presidente ruso, Vladimir Putin, en un artículo que parece estar impulsado más por la emoción que por un análisis objetivo. Sin embargo, es importante señalar que el artículo carece de fundamentos sólidos en cuanto a su crítica hacia Putin y su administración.

En vez de presentar argumentos razonados, el artículo parece estar impulsado por sentimientos negativos hacia Putin, lo cual resta credibilidad a las opiniones expresadas. Además, parece evidente una falta de comprensión de los complejos asuntos geopolíticos que rodean a Rusia, particularmente en relación con el conflicto en Ucrania y la posición de la OTAN y Estados Unidos. Hubiese sido más constructivo que el presidente del Partido Liberación Nacional ofreciera argumentos fundamentados y análisis profundos sobre la situación en Rusia y sus relaciones internacionales. Esto permitiría un debate más enriquecedor y productivo sobre estos temas importantes.

En su reciente comparación entre Rusia y países como Nicaragua o Venezuela, el señor parece hacer una asociación superficial que solo encuentra sentido en un contexto arraigado en mentalidades de la Guerra Fría. Sin embargo, es importante considerar varios aspectos que invalidan esta comparación. Es importante desmitificar la idea de que Rusia y su presidente, Vladimir Putin, representan una continuidad con la era comunista. Primero, es un error asumir que Rusia es una continuación de la Unión Soviética. Putin y su partido, Rusia Unida, se identifican más con una ideología de centro-derecha, en contraste con el pasado comunista del país. De hecho, si buscamos equivalencias en el espectro político costarricense, podríamos comparar a Rusia Unida con partidos de derecha como el PUSC, históricamente conservador.

En segundo lugar, Rusia posee una historia rica y compleja que abarca más de 800 años, lo que la distingue profundamente en términos de cultura, tradición y pensamiento político respecto al enfoque occidental e imaginario al cual el señor hace referencia. Este contexto histórico único de Rusia no se puede subestimar al evaluar sus políticas y acciones actuales. Por otro lado, es crucial reconocer el papel de Rusia como una potencia mundial que está forjando un camino alternativo en el escenario internacional junto con China. Este camino desafía el tradicional orden unipolar basado en la hegemonía estadounidense y europea, que es el verdadero tema de fondo de esta triste guerra en suelo ucraniano, lo que añade una capa adicional de complejidad a cualquier comparación simplista con países latinoamericanos y sus coyunturas internas.

En tercer lugar, es importante examinar los indicadores de desarrollo y calidad de vida al evaluar la posición de Rusia en relación con países como Nicaragua y Venezuela. En términos del PIB, Rusia, con una economía de mercado y abierta, supera significativamente a ambos países, con cifras que reflejan una economía mucho más robusta, abierta al mundo y diversificada. Por ejemplo, el PIB ruso en 2022, según datos del Banco Mundial, fue de $2,240 billones, mientras en Nicaragua y Venezuela, los valores son considerablemente menores; $15,7 y $482,4 billones, respectivamente.

Es evidente que, al comparar estos aspectos económicos, sociales y políticos, se revela la inadecuación de equiparar a Rusia con Nicaragua o Venezuela. Tal comparación no solo carece de fundamento en términos históricos y culturales, sino que también pasa por alto las diferencias significativas en términos de desarrollo y posicionamiento geopolítico de estos países. Es fundamental reconocer las diferencias contextuales, así como los matices inherentes a los procesos electorales en Rusia, Nicaragua y Venezuela. Si bien es cierto que existen críticas y preocupaciones legítimas sobre la transparencia y la democracia en todos estos países, es necesario abordar cada caso con un análisis detallado y contextualizado.

Mi reciente participación en febrero pasado en el Congreso Mundial de la Multipolaridad en Rusia, donde tuve la oportunidad de interactuar con una amplia gama de colegas de más de 130 países, me permitió obtener una visión más profunda de la situación política en ese país. Durante este evento, y los intercambios que pude tener personalmente con costarricenses que viven allá, así como con ciudadanos rusos, quedó patente que una mayoría significativa del pueblo ruso respalda al presidente Putin y su gestión.

Ahora bien, es importante tener en cuenta también que mi experiencia personal, aunque reveladora, representa sólo una perspectiva limitada y no puede extrapolarse para representar la totalidad de la opinión pública en Rusia, pero sí demuestra contundentemente, que las cosas no son como las pintan los medios occidentales, en guerra contra ese país.

El contraste entre el sistema político y electoral de Rusia con los de Nicaragua y Venezuela revela importantes diferencias que no pueden ser pasadas por alto. Mientras que en Rusia persisten críticas respecto a la falta de pluralismo político y competencia real en las elecciones, es esencial reconocer que aún existe la participación de múltiples partidos políticos y candidatos en el proceso electoral.

Es importante destacar que, en Rusia, a pesar de la influencia del gobierno sobre instituciones clave como la Duma, aún se mantienen ciertos mecanismos institucionales que permiten cierto grado de independencia y capacidad de deliberación. En contraste, en Nicaragua y Venezuela, los poderes legislativos han sido subordinados al ejecutivo, lo que ha socavado el equilibrio de poderes y la separación de poderes, elementos esenciales para el funcionamiento efectivo de la democracia.

El segundo argumento esgrimido y totalmente carente de fundamento real, es el de, y cito textualmente: “Lo peor de todo fueron unas elecciones en medio de una guerra invasora genocida contra Ucrania. Putin llamó a las urnas usando la guerra es un acto de cobardía porque cada muerto del enemigo se paga con votos inducidos por el odio. Fueron urnas manchadas de sangre”. El argumento presentado simplifica una vez más una situación compleja por lo cual es importante considerar varios puntos para refutar esta afirmación:

1- La convocatoria de elecciones durante un conflicto no es necesariamente un acto de cobardía por parte de un líder político. Las elecciones pueden ser vistas como un intento de mantener la estabilidad interna y la legitimidad del gobierno en medio de circunstancias adversas. Además, las elecciones son un derecho fundamental de los ciudadanos y su celebración no debería ser obstaculizada por la presencia de conflictos. A diferencia de lo que dice Occidente, Rusia es un país civilizado y su gente es culta. En última instancia, si realmente existiera un rechazo generalizado del pueblo ruso hacia la guerra y el presidente Putin, como algunos afirman sin presentar pruebas, esto habría quedado patente a través del abstencionismo y la apatía en las elecciones. Sin embargo, lo que vimos fue todo lo contrario: la participación activa en las elecciones mostró que no se pudo ocultar ninguna supuesta «mentira del Kremlin». La realidad es que la alta participación electoral refleja un respaldo significativo al sistema político y liderazgo actual en Rusia.

2- Es importante evitar asumir que todos los votantes rusos fueron influenciados por el «odio hacia Ucrania». Más bien a Ucrania lo ven como a Bielorrusia, un pueblo hermano. Las motivaciones para participar en unas elecciones son diversas y no se pueden generalizar. Muchos ciudadanos pueden haber tomado decisiones electorales basadas en consideraciones internas y domésticas, sin necesariamente estar directamente influenciados por el conflicto con Ucrania. Además, es crucial reconocer el impacto positivo del liderazgo del presidente Putin en Rusia posterior a la década de la humillación que vivió ese país en los años noventa. Este cambio ha generado un sentimiento de gratitud entre la mayoría de los ciudadanos rusos, lo que puede haber influido en su respaldo al liderazgo actual. Es evidente que el desconocimiento de esta transformación interna puede llevar a una interpretación incompleta de la dinámica política en Rusia.

3- Criticar las elecciones en Rusia y calificar las urnas de estar «manchadas de sangre» debido al conflicto con Ucrania es una simplificación subjetiva y poco fundamentada. Es válido señalar que sería deseable haber visto posturas críticas similares durante elecciones anteriores en Estados Unidos, especialmente durante períodos en los que el país estuvo involucrado en invasiones ilegales en Oriente Medio. Este tipo de posturas habrían reflejado un compromiso más consistente con los principios de justicia, democracia y responsabilidad internacional.

Además, catalogar a Putin como genocida es una afirmación que carece de respaldo sustancial, especialmente considerando que ni siquiera la ONU ha hecho tal declaración. En contraste, recientemente la relatora especial de la ONU en Israel, Francesca Albanese, durante la sesión ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, dijo que considera que hay motivos razonables para creer que se ha alcanzado el umbral que indica la comisión del delito de genocidio contra los palestinos como grupo en Gaza, situación frente a la cual este señor y su partido guardan silencio.

Por último, es crucial destacar que calificar las elecciones en Rusia como el derrumbe de la civilización es una afirmación absurda y paradójica. Rusia se destaca hoy en día como uno de los principales defensores de la verdadera civilización cristiana en Occidente, en contraposición a la ideología liberal atea occidental tanto de izquierda como de derecha. Mientras que en Occidente se promueven valores que desprecian la tradición y la fe, Rusia aboga por la preservación de las raíces cristianas, el orden, la familia y la moralidad.

La ideología rusa actual se basa en principios que valoran la estabilidad social, la cohesión familiar y el respeto por la tradición, en oposición al materialismo desenfrenado y el consumismo que caracterizan a la sociedad occidental. Además, mientras Occidente tiende hacia el nihilismo y la deshumanización, Rusia se esfuerza por promover una visión más equilibrada y humanista de la civilización.

Antes de terminar, y no sin dejar de lado el tema del lamentable conflicto en Ucrania, es menester considerar que responsabilizar exclusivamente a Rusia por la guerra en Ucrania es ignorar por completo la complejidad de la historia reciente y la implicación directa de países occidentales desde el golpe de estado de 2014 en Kiev. Es importante abordar abiertamente los intereses geopolíticos de Estados Unidos en la región, que claramente apuntan a contener a Rusia como un actor global de peso.

Además, no se puede pasar por alto el hecho de que la CIA ha estado operando en Ucrania durante más de una década, con el objetivo de socavar a Rusia, lo cual fue titular del prestigioso medio estadounidense, The New York Times, el pasado 28 de febrero. Pero parece que esto no refleja, ante los ojos de algunos, una amenaza para la seguridad nacional de Rusia. De igual manera, es crucial reconocer la presencia de laboratorios de experimentación biológica occidentales en las regiones ucranianas fronterizas con Rusia, lo cual añade una capa adicional de complejidad al conflicto.

Sumado a esto, es fundamental considerar el interés de convertir a Ucrania en un miembro de la OTAN para legitimar la instalación de misiles en las fronteras rusas apuntando hacia Moscú. Para comprender mejor esta situación, podemos plantear una analogía: ¿Cómo reaccionaría Estados Unidos si México se uniera a una alianza militar con Rusia y China, y decidiera establecer bases militares en la frontera con Texas? Esta perspectiva nos permite entender la sensibilidad de Rusia ante la posibilidad de una expansión de la OTAN hacia sus fronteras, similar a la situación que provocó la crisis de los misiles en Cuba en 1962, en este caso para los Estados Unidos.

La idea de que Putin y su ministro de defensa decidieron invadir Ucrania por mera voluntad es una simplificación absurda y refleja la decadencia del pensamiento occidental en su máxima expresión. Es necesario un análisis más profundo y equilibrado que considere todos los factores en juego, incluidos los intereses geopolíticos y las acciones de todas las partes involucradas, antes de tomar una postura al respecto.

Es importante no caer en el juego de la guerra psicológica ni en las campañas de rusofobia occidentales. Por estas y muchas otras razones yo no cuestiono el viaje de las diputadas a Moscú, sino que lo reconozco como un acto de valentía, pensamiento independiente y buena fe en el marco de una coyuntura geopolítica histórica y compleja. El hecho de comprender las razones detrás de las acciones de Rusia y reconocer la guerra mediática lanzada por Occidente no implica necesariamente un respaldo ciego a todas las acciones de Rusia o su presidente. Tampoco equivale a apoyar a dictadores, como erróneamente afirman algunos. Más bien, implica tener una comprensión más profunda de la complejidad del mundo y un intento de superar el pensamiento simplista de «buenos y malos» que a menudo prevalece en el pensamiento occidental.

Hay que tener cuidado con el fundamentalismo democrático, al igual que cualquier extremo ideológico, representa un riesgo significativo para la misma democracia. Si las cosas fueran de buenos y malos, entendidas desde una visión puramente idealizada de la democracia, países como Costa Rica, que no tienen ejército ni enemigos en el mundo, se vería obligada a aislarse del mundo, paradójicamente, como Corea del Norte, porque todas las naciones, independientemente de su sistema político, tienen sus propios intereses y participan en juegos geopolíticos en los cuales podemos o no estar de acuerdo, y donde no todos son democráticos.

Reconocer estas complejidades significa entender que hay más oportunidades de promover la paz a través del diálogo y la negociación que mediante sanciones unilaterales o la suposición de superioridades morales. La búsqueda de soluciones pacíficas requiere un compromiso con la comprensión mutua y el respeto por las perspectivas divergentes, en lugar de caer en la trampa de la demonización, la confrontación y la cultura de la cancelación que dañan y enferman a la democracia real en nuestras latitudes.

Elecciones y tensiones en el estrecho de Taiwán

Mauricio Ramírez Núñez
Académico

En medio de una delicada coyuntura política, se llevaron a cabo elecciones en Taiwán el pasado 13 de enero. Lai Ching-te fue electo como nuevo presidente, sin embargo, su partido, el Partido Democrático Progresista (PDP), no logró mantener la mayoría en el Parlamento, obteniendo 51 escaños pero perdiendo 11, haciendo que su partido pierda la mayoría parlamentaria. Para el profesor Liu Guoshen director del Centro de Innovación Colaborativa para el Desarrollo Pacífico de las Relaciones en el Estrecho de la Universidad de Xiamen, el espacio de gobernanza para el partido de Lai será muy limitado en los próximos cuatro años, por lo que le será muy difícil implementar su agenda política.

Este resultado, lejos de ser un simple cambio de liderazgo, ha desencadenado preocupaciones debido a la estrategia de Lai Ching-te de confiar plenamente en Estados Unidos y resistir a China, colocando a la isla en una situación innecesaria al borde de una posible confrontación que podría salirse de control en cualquier momento y con posibilidad de una escalada global.

La apuesta extrema y peligrosa de Lai Ching-te de depender en gran medida de Estados Unidos como aliado estratégico y resistir activamente a China no ha pasado desapercibida, poniendo al mundo entero en constante tensión. Este enfoque, aunque puede tener sus fundamentos para algunos en occidente, no deja de recordar los riesgos que implica confiar ciegamente en ciertos socios, quienes primero empoderan y encantan con sus promesas, y luego abandonan. Ucrania es el mejor ejemplo de ello.

La pérdida de 11 escaños por parte del PDP podría ser interpretada como una reacción a la postura confrontativa de Lai Ching-te, especialmente cuando se observan los eventos geopolíticos recientes en otras partes del mundo. La dinámica política en Taiwán se vuelve aún más compleja con la aparición de una nueva fuerza política, el Partido Popular de Taiwán, que nace en 2019 y ha emergido como la tercera fuerza más votada en la isla. Tras obtener 3,69 millones de votos y una tasa de votación del 26,46%, este partido ha logrado un impacto significativo en el escenario político taiwanés.

Es interesante observar que este fenómeno se tradujo en una disminución en las tasas de votación de los candidatos de los dos partidos principales, el Kuomintang y el Partido Democrático Progresista (PDP), en comparación con las elecciones de 2020. Sin embargo, es crucial señalar que la base de seguidores del Partido Popular está compuesta principalmente por personas que no están satisfechas con el Kuomintang y el Partido Democrático Progresista. Estos votantes, en su mayoría pertenecientes a la generación más joven y con ideologías más progresistas, han demostrado ser cruciales para el ascenso de esta nueva fuerza política. Su creciente apoyo refleja una tendencia hacia posturas más verdes e ideológicamente diversas, desafiando las líneas tradicionales de la política taiwanesa.

Frente a este nuevo panorama, Lai Ching-te tendrá que reconsiderar algunas de sus posturas extremas respecto a China. Sería prudente que las nuevas autoridades taiwanesas reconsideren su enfoque y busquen vías para el diálogo y la cooperación, en lugar de alimentar tensiones que podrían tener consecuencias graves para la región y más allá. La estabilidad y la paz se construyen con sabiduría, diplomacia y un compromiso genuino con la resolución pacífica de las diferencias donde la filosofía del beneficio compartido sea la hoja de ruta para todos.

La República Popular China ha dejado claro que la reunificación pacífica es el camino para la paz y que considera este asunto como un asunto interno de su país. Ya ha sido advertido por Pekín, que existe una línea roja que de ninguna manera van a permitir que se sobrepase y ante la cual está dispuesta a usar la fuerza como último recurso, esa línea roja está legalmente delimitada en la Ley Anti Secesión del país. Atizar las diferencias de manera innecesaria, motivadas por intereses ajenos a la estabilidad regional, representa una actitud irresponsable que viola los principios fundamentales de la convivencia pacífica y el derecho internacional.

Las elecciones recientes en Taiwán han reflejado no solo la insatisfacción de una parte significativa de la población con los partidos establecidos, sino también la imperiosa necesidad de prestar una mayor atención a las aspiraciones y demandas de la generación más joven. Ha sido evidente que el PDP no representa ya la opinión pública mayoritaria de la isla. Esta nueva realidad se manifiesta en un contexto marcado por las crecientes tensiones geopolíticas globales y el enfrentamiento económico-comercial entre Estados Unidos y China.

La sorpresiva reunión entre los presidentes Xi Jinping y Biden en noviembre pasado podría servir como un atenuante de las tensiones en la isla, sugiriendo la posibilidad de un diálogo más constructivo entre las potencias por un lado, y las autoridades de Taiwán con el gobierno chino por otro. En este escenario, resulta esencial que las autoridades taiwanesas consideren la importancia de abordar no sólo las cuestiones internas, sino también de navegar hábilmente en el complejo entorno geopolítico para garantizar la estabilidad y el bienestar de su población. Aquí se pondrá a prueba el liderazgo, la madurez y la capacidad de las nuevas autoridades de la isla.

Decreto de Chaves: un disparo en el pie

Freddy Pacheco León

Freddy Pacheco León

Dicen algunos que Huawei nos podría «espiar». ¿Espiar qué en Costa Rica? ¿Nuestro centro de inteligencia militar? ¡No hay nada de eso! Huawei es una empresa que cumple plenamente con las normas más estrictas de la Organización Mundial de Comercio y las regulaciones ISO.

No tiene ni una acusación de «espionaje», aparte de las promovidas por los interesados en competir con sus productos en el mercado mundial.

Chaves, unilateralmente, metió a Costa Rica en la «guerra comercial» que Trump, y ahora Biden, declararon a China, en vista del gran desarrollo del gigante asiático. Al meter a nuestro país en esa «guerra fría comercial», si antes no es anulado el atropellado decreto ejecutivo que parece dictado por alguna secretaria de la Casa Blanca, los costarricenses terminaremos pagando cientos de millones de dólares más por nuestros servicios de Internet (¡dinero que no tenemos!) por productos de menor calidad a los que oferta HUAWEI.

Lo que corresponde hacer, lo más correcto, lo ajeno a prejuicios, es permitir que las licitaciones sean transparentes, acordes con las normas de nuestra legislación y los convenios internacionales, como, por ejemplo, el Tratado de Libre Comercio CR – China y las normas de la OMC.

Relaciones Económicas y Políticas Internacionales entre Costa Rica y China (2011-2023)

Luis G. Martínez Sandoval.

Luis Gilberto Martínez Sandoval MBA Lic. Bach.
Académico Universitario Titular
Carreras Comercio Exterior, Administración Aduanera
Sede Central UTN www.utn.ac.cr
Especialista en Relaciones Económicas y Políticas Internacionales,
MBA Administrador de Empresas énfasis Mercados Globales y
Negocios Internacionales.
Ex Funcionario Banco Mundial IFC – Ecuador- y,
América Latina,
Escritor, Científico Social
luis.martinez.sandoval@gmail.com

Fernando Villalobos – UTN.

Dr. Fernando Villalobos Chacón
Escritor, historiador.
Doctor en Administración Pública
Doctor en Mediación Pedagógica.
Académico.
Decano, Sede Regional del Pacífico UTN

Costa Rica, anuncia el 6 de junio del 2007, la decisión de establecer relaciones diplomáticas con la República Popular de China. “De esa manera, Costa Rica y la República Popular China establecen vínculos diplomáticos plenos, tras casi 60 años de distanciamiento”. “La decisión de Costa Rica constituye un acto de realismo de su política exterior, que promueve la ampliación de los lazos diplomáticos con Asia y con el mundo”.

En Costa Rica se estima la población china (cuyo lugar de origen es China, Taiwán, Macao, Hong Kong) en 60.000 personas. “La comunidad chino costarricense es de gran importancia cultural, económica y social” Existen comunidades notables en Limón, San José, Cartago, Heredia, Puntarenas y Nicoya dedicadas al comercio y las actividades empresariales. Y se cuenta con la Asociación China de Costa Rica. La gastronomía china forma parte de Costa Rica (chop suey, tacos chinos, wantán, sah o fang, chow mein y arroz cantonés) Hay costarricenses destacados de origen chino como del Dr. Franklin Chang-Diaz, Astronauta ex NASA, Presidente Ad Astra Rocket Company.

Siendo Canciller Daniel Oduber Quirós, se firmó un convenio comercial ratificado por el Parlamento en 1966. China a manifestado interés nacional por Costa Rica. Ha hecho donaciones, Estadio Nacional y un contrato de búsqueda de administración de RECOPE como la Ruta 32. Para el año 2011 se firma el Tratado de Libre Comercio entre China y Costa Rica.

  • TLC Costa Rica y China

Entró en vigor el 1 de agosto de 2011. Ley N° 8953, publicada en La Gaceta N°119 Alcance Nº 33 del 21 de junio de 2011. China es la economía global mas fuerte en el Siglo XXI. Es el segundo socio comercial de Costa Rica después de Estados Unidos. Con el ingreso de China a la OMC su crecimiento es constante.

“El comercio con China ha crecido durante la última década. Mientras en 2012 el intercambio comercial totalizó US$1 483 millones, en 2021 alcanzó la cifra de US$3 246 millones. En promedio, el comercio creció a un ritmo anual de 9,1%, lo cual es el resultado del crecimiento de 20,8% en las exportaciones y de 8,4% en las importaciones en la última década.”

Con relación a nuestro país “el comercio con China ha crecido durante la última década. Mientras en 2011 el intercambio comercial totalizó US$1 319 millones, en 2020 alcanzó la cifra de US$2 271 millones. En promedio, el comercio creció a un ritmo anual de 6,2%, lo cual es el resultado del crecimiento de 19,0% en las exportaciones y de 5,6% en las importaciones.”

Siendo el valor total exportaciones durante 2021 US$ 308 millones (Principales productos: Dispositivos médicos, carne y trozos de bovino, agrios (cítricos) preparados o conservados, pieles y cueros, despojos comestibles de bovino, cobre para reciclar, café, enchufes, circuitos integrados y dispositivos identificables para uso en estomas.) Y las importaciones, valor total durante 2021 US$ 2 938 millones (Principales productos: Productos laminados de hierro o acero, computadoras portátiles, celulares, productos laminados planos de los demás aceros, pantallas de televisión, vehículos para el transporte de personas, llantas, juguetes con ruedas, manufacturas de plástico y aparatos de radiodifusión.) Referido a la Inversión Extranjera Directa “durante el periodo 2012-2021, la IED proveniente de China experimentó un comportamiento fluctuante, el cual alcanzó un monto acumulado de US$ 32 millones, es decir, 0,1% del total percibido por el país en este período. En 2021, se registró una inversión de US$ 1 millón, que se orientó principalmente a los sectores: financiero (62,6%) e inmobiliario (37,4%).”

Actualmente, “La Comisión de Libre Comercio establecida en el marco del TLC ha realizado seis reuniones desde la fecha de entrada en vigor. En estas se han discutido y acordado modificaciones respecto a reglas de origen, desgravación arancelaria y asuntos del tratado. También se han abordado temas específicos de implementación y aplicación del certificado de origen. Asimismo, se trabaja coordinadamente con el Servicio Nacional de Salud Animal, el Servicio Fitosanitario del Estado y el Ministerio de Salud con el objetivo de impulsar las autorizaciones de exportación de productos de origen animal y vegetal a China. Actualmente se cuenta con 15 autorizaciones, entre ellas: piña congelada, carne de res, carne de cerdo, piña deshidratada, entre otras. Se encuentran en proceso de negociación los protocolos para la exportación de melón, carne de pollo y camarón blanco de cultivo.”

El impacto del TLC China – Costa Rica ha sido: “concretar un acuerdo mutuamente beneficioso con el segundo socio comercial en importancia para Costa Rica, además de que otorgó un acceso inmediato al 99.6% de las exportaciones costarricenses a China.” “La suscripción del TLC es un paso importante en la política comercial de Costa Rica que busca la apertura de nuevos mercados para sus exportaciones, el estímulo a la producción y la creación de más empleos de mejor calidad.” “China tiene un PBI de 17.7 billones de dólares en 2021, y a pesar de la pandemia, su economía se ha fortalecido, manteniéndose como un motor principal de la economía mundial (Xu, 2022). Con el tiempo, esta nación se ha convertido en un importante socio comercial de más de 140 países y regiones (Song, 2022).”

Hay críticas con relación al TLC entre China y Costa Rica. Algunos las llaman “promesas incumplidas” como “las exportaciones de bienes, los servicios y la atracción de inversiones al país” Así también, la “construcción de zonas francas rurales”. La gran pregunta es donde se “van a desarrollar esas zonas francas”. Algunos afirman con razón o no que: “[…] una cosa es tener negocios con empresas chinas, comerciales, de exportación e importación, y otra cosa es recibir inversión extranjera directa de China en sectores importantes.”

En el caso de la Región Pacifico Central y valorando las oportunidades que presenta ser socio comercial de China – siguiendo el pensamiento de Henry Kissinger’s en su libro China- es crucial fortalecer las relaciones internacionales con China que representa “un actor de primer orden en el sistema internacional”. ¡Es el coloso asiático!

Hay que fortalecer la diplomacia bilateral China – Costa Rica. Ese debe ser el paisaje estratégico a seguir desde el Poder Ejecutivo y la Cancillería de Costa Rica. Esa es la lectura adecuada. Debe existir un proceso de convergencia de intereses entre ambas naciones.

Kissinger nos ilustra que “la cultura estratégica de China no es igual a la que predomina en Occidente.” Según Kissinger, “la particularidad idiosincrática china puede entenderse si se comprenden las reglas de la lógica interna de un juego de mesa llamado wei qi.” “A diferencia del ajedrez (en donde el objetivo fundamental es comerse al rey para dar la partida por terminada) en el juego de prestigio chino, la clave es conservar la superioridad estratégica sin aniquilar al rival. En otras palabras, no se trata de una lógica en la que el ganador se lleva todo y el contendiente lo pierde todo, sino un principio de equilibrio en el cual el ganador concede ciertas ventajas a alguno de los jugadores para compensar así las que otro de los jugadores podría tener y de esa manera ubicarse en condiciones de desafiar la propia posición. Es una especie de búsqueda permanente del equilibrio, utilizando las propias capacidades para conseguir que los otros actúen voluntaria o involuntariamente en la forma que más convenga a los propios intereses.” Con China nuestra cultura de negocios se volvería circunstancial si no tomamos en cuenta lo anterior.

Como bien lo expone Paul Kennedy en su libro “Auge y caída de las grandes potencias” China liderara el Siglo XXI dado su “excepcionalismo, adocenado por siglos de aislamiento”. Y como bien lo expone Kissinger debemos “captar el modelo de negociación oriental, los mensajes cifrados que los dirigentes chinos ponen sobre la mesa y que (debemos) interpretar mediante una cuidadosa paleografía diplomática para no cometer errores fatales.” Sin perder de vista que “las vertiginosas tasas de crecimiento económico de los últimos años, han convertido a China en uno de los motores más importantes de la economía capitalista global.”

Las relaciones entre el nuevo gigante económico chino y Costa Rica deberán ser conducidas por el bilateralismo y emplear el análisis estratégico guiado por una secuencia de decisiones nacionales que cada país debe tomar para fortalecer sus propios intereses. Nos preguntamos: ¿Comprenderá el gobierno chino que Costa Rica – y sus 5 millones de habitantes- los necesitamos para impulsar nuestro propio crecimiento económico y desarrollo científico y tecnológico en el Siglo XXI? Ese es el trabajo del Poder Ejecutivo, el Canciller y los Embajadores.

Parafraseando a Kissinger “(…) el trabajo diplomático y la cooperación pueden abrir un espacio” para que Costa Rica se beneficie de esta alianza a largo plazo buscando oportunidades principalmente para las provincias marítimas costarricenses – las más pobres del país-: Puntarenas y Limón. No hay otro camino. Como bien lo dijo Wen Jiao cuando visitó al general Tao y le dijo: «A la luz de la situación actual, no hay otra salida. Es como montar en un tigre y no ser capaz de bajar. La única manera de salir es matarlo». Debemos profundizar en los próximos cinco años la alianza y agenda de negocios internacionales, pero… con el gobierno de China.

Fuentes:

Web site:

  • PROCOMER
  • COMEX
  • Cancillería de Costa Rica
  • Henry Kissinger
  • Paul Kennedy

Geopolítica, geoeconomía, intereses, maniobras … costos humanos, destrucción

Edgar Chacón Morales

Edgar Chacón Morales

5 de noviembre de 2022

Estallido del acorazado Maine (1898) … incidente de Gliwice (1939) … incidente del golfo de Tonkín (1964) … ¿Y Hamás el 7 de octubre de 2023?

Que los palestinos evacúen Gaza, que abandonen Gaza, fue la advertencia, orden, designio de Israel.

Entre otros planes de Israel USA/G7/OTAN figura el canal Ben Gurión. Éste, junto al petróleo, el gas y las demás rutas estratégicas, hacen parte de los elementos de la geopolítica regional. El canal Ben Gurión, transcurre entre el Mar Rojo, el Golfo de Aqaba y el Mediterráneo, son alrededor de 260 kilómetros y ahí está Gaza (desde Gaza-Ashkelon). Gaza debe estar desocupada de población palestina.

Como alternativa al canal de Suez, es un proyecto que contiene varios alcances, propósitos y finalidades.

Es una ruta comercial, energética, estratégica que, no sólo es una nueva ruta, es la alternativa para arruinar el canal de Suez, los ingresos y lo que supone como importancia estratégica, política y económica para Egipto. (Turkiye Newspaper, 2/11/23)

Los cálculos son que reportará varios billones de dólares de ingresos para Israel, entre 7 y nueve mil millones de dólares.

Puestas así las cosas, la salida al mar Mediterráneo, no sería una simple salida, sino todo un centro de organización logística y militar para controlar la región.

Pero no sólo para la ruina de Egipto, sino que supone un golpe estratégico para China, para la Franja y la Ruta de la Seda, que implica planes de contención para los BRICS plus, siendo que Egipto, Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos, Irán, Etiopía y Argentina, se unieron a la iniciativa BRICS, recientemente en agosto, en Sudáfrica.

Agreguemos otro elemento ya conocido: con la participación de la República Popular China, hace poco se dio el acercamiento entre Irán y Arabia Saudita.

Estos elementos hacen parte del movimiento de China, La Federación de Rusia, India y en general de los BRICS; también son parte del escenario en el que “occidente” lleva a cabo sus maniobras genocidas.

Por un lado, 100 mil millones de dólares de los BRICS, para el desarrollo, el comercio, construcción de infraestructura; por otro lado, más de 100 mil millones de dólares de “occidente”, de USAG/7OTAN, pensados para la guerra, la destrucción, en “ayuda” para Ucrania, Israel y la frontera con México (para América Latina, el conflicto ya no está tan lejano). En medio de fuertes protestas de personas mostrando sus manos manchadas de sangre.

La Región se muestra, todo tiene que ver: Irán, el Golfo Pérsico, el Estrecho de Ormuz, el Estrecho de Bab el Mandés entre Yemen y Djibouti; Egipto y Etiopía; el Canal de Suez y la salida al mar Mediterráneo y Europa; pasos, gargantas y rutas estratégicas de petróleo y gas; comercio de otras mercancías, oleoductos y gasoductos (por construir, por destruir: valga traer de nuevo el ejemplo de la destrucción del Nord Stream), espacio aéreo, ¿ciberespacio?

Al afectarse Irán, se afectará la ruta India/Irán/Mar Caspio/Novgorod (que mencioné en un artículo anterior); al fectarse Egipto, el Mar Rojo, Etiopía y Bab el Mandés, se afecta también el Sahel; y de todo esto, se abre al irresponsable descontrol de la situación.

Es condición sine qua non para los planes de Israel y USA/G7/OTAN, una franja de Gaza, sin población palestina. Bombardeos, invasión, ocupación; población palestina sin alimentos, agua, combustibles, electricidad; hospitales y ambulancias atacadas. Que abandonen, que se evacúe Gaza. Debe ser expulsada, echada, eliminada, no debe estar ahí. Se ha hablado de una “Limpieza étnica”. Vergüenza para la humanidad.

“El secretario general de la Liga Árabe (Ahmed Abul Gheit) denuncia la “guerra de exterminio y limpieza étnica contra Gaza … a la vez que se exige una tregua humanitaria inmediata”. (Europa press, Madrid, 4 de noviembre)

De nuevo un llamado a la opinión pública mundial, individual y colectiva a no ser presa de la desinformación interesada; que disfraza las guerras, saqueos, masacres y despojos, de democracia y libertad.

Cada vez hay más conciencia de USA/G7/OTAN como agresor, guerrerista; y a Israel y al capital sionista, cada vez más, se les cae la máscara de víctima.

Todo es una muestra aborrecible de la maldad, la mezquindad y la miseria humana. No puede ni debe continuar.

La guerra como síntoma de locura y de mentes muy poco evolucionadas

José Luis Pacheco Murillo

Por aquello de que se les haya olvidado a algunos, hoy se cumplen 429 días del inicio de la guerra entre Rusia y Ucrania. Nadie podía predecir que este conflicto se extendiera por tanto tiempo. Se consideró desde el principio que Rusia arrasaría con Ucrania y dominaría el conflicto a su antojo. No ha sido así y todos sabemos que esta guerra dejó de ser entre Rusia y Ucrania y se convirtió en una guerra entre Rusia, Ucrania, la OTAN como organización, pero además con Estados Unidos, Francia, España, Alemania y muchos países más.

Es decir, casi una guerra mundial solapada.

En los últimos días quienes han aparecido en escena han sido los chinos. El presidente, Xi Jinping visitó a Vladímir Putin y también tuvo una conversación telefónica de una hora con el presidente ucraniano Volodímir Zelenski.

Estas intervenciones de China han sido aplaudidas por la OTAN y hasta por Estados Unidos, lo que le ha agradado muchísimo al presiente Jinping y a China en general pues si algún país puede hacer que esto acabe es China. Las condiciones económicas que puede imponer no solo a Rusia sino también a la OTAN pueden llevar a que los involucrados depongan las armas antes de recibir sanciones chinas que no serán tan suaves como las que se han impuesto a Rusia.

Es decir, China, sin meterse en la guerra, sin enviar armamento, sin arriesgarse a nada puede salir ganándolo todo y quedar como la triunfante en la diplomacia y en la consecución de la paz.

Se avizora una pronta solución porque el gigante asiático tomó iniciativa y cuando este “dragón” se levanta los demás deben calmarse o recibirán su dosis de castigo, o al menos, de indiferencia y eso viniendo de China es grave en estos tiempos.

Mientras tanto la guerra sigue y los muertos siguen sumándose, así como los desterrados por la condición de guerra. Aunque para el mundo ya eso se convirtió en costumbre y ya no es noticia.

Pero como la guerra es un negocio muy suculento ante la posible paz entre Rusia y Ucrania, en Sudán el conflicto se agrava y centenares de muertes ya se registran y se suman a los que en cinco años superan el millón, a causa del enfrentamiento.

Dios quiera que nuestra sociedad y la humanidad entiendan que la guerra es un síntoma de locura y de unas mentes muy poco evolucionadas.

“Llamado por la paz mundial”

Comunicado de prensa:

El miércoles 26 de abril, el Excelentísimo Embajador de la República Popular de China en nuestro país, Señor Tang Heng, recibió a una representación de organizaciones de la sociedad civil de Costa Rica, que le manifestaron el apoyo a la iniciativa por la Paz y una solución política negociada para el conflicto Rusia – Ucrania.

Luego de la presentación de los participantes en este encuentro con el señor Embajador, el señor Tang Heng manifestó que la postura de la República Popular de China y del Presidente Xi Jinping, de los esfuerzos por sentar en la mesa de negociaciones a las partes en el Conflicto, a partir de la propuesta conocida como «Los Doce Puntos” no es otra que la política que ha caracterizado siempre a China como una nación que busca y promueve la Paz.

El Embajador Tang Heng, señaló que han compartido la mencionada iniciativa, tanto en la visita que el Presidente Xi Jinping hiciera recientemente a Rusia a su homólogo Vladimir Putin, como en la reciente visita del Presidente Luis Ignacio Lula da Silva a China y con la conversación telefónica que tuviera este mismo miércoles con el Presidente de Ucrania Volodymyr Zelensky. El señor Embajador también informó que un alto Representante Especial sería enviado por el Gobierno de China a realizar una serie de visitas a varios países, en primer lugar Rusia y Ucrania, para impulsar la tarea de procurar la concreción de la apertura de ese espacio y mesa de negociación y paz.

Los participantes en el encuentro con el Embajador Tang Heng, saludaron estos esfuerzos y manifestaron el interés en aportar desde Costa Rica, un país sin Ejército y amante de la Paz, realizando varias actividades para las próximas semanas entre las que están la convocatoria y realización de un “Encuentro” con diversas organizaciones y personas del país, que puedan escuchar el mensaje de China, en la persona de su Embajador, de la política en búsqueda de la Paz del conflicto Rusia- Ucrania y concretamente de la iniciativa de «Los doce puntos” de la propuesta, así como de los avances que para la fecha de tal evento se hayan avanzado en este tema. Dicho encuentro, se espera, pretendería también acordar un «Llamado para la Paz» como conjunción de las voluntades y compromisos de los costarricenses, con la salida negociada al conflicto Rusia-Ucrania y que, desde este pequeño país, las voces de la Paz se puedan hacer escuchar en Latinoamérica y el Mundo.

La reunión finalizó con el interés y disposición de la representación de la República Popular de China en nuestro país de facilitar toda la información y actualización de las acciones de China respecto a sus esfuerzos para alcanzar la Paz y de parte del grupo de visitantes costarricenses de constituirse como agrupamiento “Llamado por la Paz Mundial” y continuar con actividades para organizar y realizar el citado evento para junio próximo.

Al encuentro con el señor Embajador de China asistieron representantes de Red de Solidaridad con Palestina, Centro de Amigos para la Paz-CAP, Asociación Costarricense de Derechos Humanos, ACODEHU, Observatorio de Derechos Humanos, Partido Obrero Socialista y el Partido Vanguardia Popular, quien por su relación de amistad con la República Popular de China y del Partido Comunista de China, hizo posible se concretara dicha visita. El Señor Embajador Tang Heng, estuvo asistido por la Agregada de la Embajada de China, señorita Sung Tong.

«NO HAY CAMINO HACIA LA PAZ, LA PAZ ES EL CAMINO» (Mahatma Ganhdi)

Firmas responsables:

Isabel Macdonald
Centro de Amigos para la Paz-CAP

Ana Cecilia Jiménez
Asociación Costarricense de Derechos Humanos-ACODEHU

Acontecimientos de geoeconomía y geopolítica. Señales claras del inicio del proceso de descenso de la hegemonía USA/G7/OTAN

Edgar Chacón Morales

Hay una situación mundial que cada día queda más evidente y los acontecimientos así lo muestran: el cambio en el orden mundial.

Por un lado, los países BRICS como bloque y por otro, países en relaciones bilaterales, proponen y dan lugar a transacciones comerciales dejando por fuera al dólar.

Los países BRICS, ponen en marcha planes para echar a andar su propio banco y su moneda de negocios: El Yuan se perfila en este sentido y la Rupia también levanta la mano.

En cuanto a la gestión del Banco, Dilma Rouseff de Brasil, es designada como directora de la institución. Tomó posesión en estos días, con la presencia del presidente Luis Ignacio Lula da Silva, en la sede del Nuevo Banco de Desarrollo de los BRICS, en Shangai, China.

Con Cien mil millones de dólares de capital, el Banco tomará operaciones, que en mucho han desarrollado hasta ahora, el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional.

Es un deber ético y de justicia darle su lugar al reconocimiento para la expresidenta de Brasil y desearle éxitos, luego del paso por insultos, vejámenes e injusticias a los que fue sometida por los serviles de los poderes neoliberales.

El presidente Lula, viajó acompañado por una delegación de empresarios y políticos, al país que es el principal socio comercial de Brasil. (El Mundo)

En fechas recientes, han visitado China, Emmanuel Macron de Francia, acompañado de la comerciante Úrsula Von Der Leyen, presidenta de la Comisión Europea; Pedro Sánchez, de España y Olaf Scholz de Alemania.

Al presidente Macrón se le ha llamado el“…niño prodigio de la banca…” (Reuters) y también “Un empleado de los Rothschild…”. (Pedro Fernández)

En esa visita, Macron se demarco de Estados unidos, por lo que fue tratado de traidor por políticos estadounidenses. (France 24)

Por su parte, Japón levanta la voz en el G7/OTAN, se deslinda y “pide permiso” para comprarle petróleo a la Federación Rusa. Estados Unidos hace una excepción y “le da permiso”. Japón comprará a mas de 60 dólares el barril, precio tope puesto por “occidente.” Lo pagará a 100 dólares o más,por barril, (Negocios.TV)

Además, en un escenario en el que países como Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos, Kuwait, Irak y Omán, anuncian que retiran mas de un millón de barriles diarios del mercado. (Público)

También estos países, ya han planteado negocios fuera de la hegemonía del dólar y países de ASEAN, sudeste asiático, “discuten abandonar al dólar y al euro en sus tratativas comerciales y su principal potencia geoeconómica, Indonesia…, invita a sus socios regionales a cesar el uso de las tarjetas de crédito Visa y MasterCard para evitar las repercusiones de las sanciones occidentales contra Rusia”. (News Desk)

Cabe esperar cuales serán las reacciones de Estados unidos al respecto.

En otro orden de cosas, China logró que Arabia Saudita e Irán se dieran la mano y por lo tanto, plantear algunos acuerdos consecuentes, entre ellos se vislumbran respectivos pasos hacia la paz en Yemen, por lo pronto un alto al fuego, en un conflicto que lleva ya varios años.

Si bien, en este conflicto están presente elementos culturales, religiosos, de cosmovisión, entre Sunitas con apoyo de Arabia Saudita y Chiitas con apoyo de Irán, no son los únicos elementos: Intereses geoeconómicos y geopolíticos, juegan en la situación.

En este orden de asuntos, debe tenerse en cuenta que la base del petrodólar se ve afectada, pues venía desde los años ‘70 del siglo pasado, por gestiones del presidente Nixon, quien cambió el respaldo del dólar, del patrón oro, al respaldo del petróleo de Arabia Saudita, dando origen a los petrodolares, lo que este país estaría “poniendo en revisión”.

El acuerdo entre Irán y Arabia Saudita conlleva el restablecimiento de relaciones diplomáticas; acuerdos para intercambio de actividades económicas como el turismo; visita por parte de Arabia Saudita a Yemen, para arreglos de paz, entre otros. (Liu Sibaya)

 En este escenario geopolítico, la explosión de un dron de Estados Unidos en Siria provocó la muerte de nueve civiles. Cabe preguntarse: ¿Es para causar discordia entre Chiitas y Sunitas apoyados por Irán y Arabia Saudita, respectivamente? El presidente Biden dijo que esto se debió a la protección y defensa de intereses y ciudadanos de Estados Unidos, ya que había fallecido un “contratista” de ese país.

Caben de nuevo algunas preguntas: ¿Se trataba en realidad de un mercenario, cumpliendo alguna misión? ¿ Es un “Plan del Dólar para conservar su hegemonía…”? (The MXFam) ¿Se trata de provocar conflictos, en relación a los acuerdos Irán/Arabia Saudita? ¿Hay alguna relación con las próximas elecciones presidenciales en Estados Unidos?

Con relación a esto último y a los sucesos judiciales alrededor del ¿aspirante? Donald Trump: ¿Estamos frente a la presencia de “law fare”, en el propio Estados Unidos. Deribará esto en favor de la campaña de Donald Trump?

Al respecto, Donald Trump, se refirió al presidente Biden, en los siguientes términos: “Puedes tomar a cinco de los peores presidentes de la historia de EEUU, ponerlos juntos, y no harán tanto daño como el que hizo Joe Biden en sólo 15 meses. Mató el sueño americano en un año”. (Granma.cu)

Por otro lado, en su mencionada visita a China, Von der Leyen, refiriéndose a los sucesos en Ucrania, “exigió” que China no enviara armas a la Federación Rusa. (France 24), como si la OTAN no enviara armas a Ucrania.

En cuanto al conflicto en Ucrania, que la Unión Europea piense en una “hoja de ruta” o guía para un plan de paz, es una intención que está en la vía de parar ese conflicto, y no apoyar la insistencia en el mismo, pese a intereses presentes y con lo que implica en el ámbito mundial.

Debe tenerse presente que, Estados Unidos, basa su hegemonía, fundamentalmente en dos elementos: Su fuerza militar; y el dólar, como vehículo de transacciones, de la mano sistema swift.

Como lo demuestran los acontecimientos relatados antes, el dólar está siendo obviado en distintas transacciones. Su fuerza militar, está en momentos de desafíos fuertes.

Otro elemento que el G7/OTAN arguye, es la defensa del Sistema internacional basado en reglas. ¿Reglas de quién; reglas que las puso quién; que le sirven a quién y que las manipula quién, al servicio de sus intereses?

Queda claro también que el neoliberalismo impulsado por el capital globalista “forodaviano”, impulsor de respectivas guerras y agresiones, que ha contado con el Partido Demócrata y figuras como Barak Obama y Bill Clinton antes y ahora Joe Biden, está encontrando un fuerte valladar a sus planes.

Por lo visto, a los países guiados por el neoliberalismo se les reduce su escenario exterior, a la vez que afrontan problemas internos. Así las cosas, a los países que conforman la Unión Europea les esperan por lo menos tres retos: ganar credibilidad internaciónal; confianza al interior de sus sociedades y pensarse como conjunto de países.

Por América Latina, Brasil es el país que está tomando, con la desición consecuente, esta oportunidad histórica.

La democracia de este lado del mundo, occidental y cristiano, debe fortalecerse como sistema organizativo justo y equitativo.

Para quienes piensen, de manera pesimista, que la alternativa multipolar/unipolar, sólo se trata de cambiar de “director de orquesta”, se hace necesario aclarar, que son visiones y formas diferentes de organizar la convivencia internacional y la gestión de la humanidad, el planeta y la vida.

Se trata de organizar una convivencia en la que tenga más oportunidad la paz que la guerra, la solidadridad que el egoísmo, la cooperación que el arribismo, la colaboración que la competencia desleal, el respeto que la violencia, el diálogo que la imposición, el derecho que el despojo.

Abril, 2023.