TROLES y gobernantes

Freddy Pacheco León

LA COBARDÍA que exhiben los mensajes anónimos por redes sociales mal usadas, se concentran cual esencia, en los troles.

Esos tipos deleznables, asquerosos que nadan en aguas inmorales. Y siendo así, es inaceptable, por imprudente y escaso de ética, que persona alguna le pague a un trol para que, por su medio, pueda lanzar acusaciones vulgares, falsas, sucias.

Y si esa persona es además miembro de algún poder de la República, es incalificable acción tan ruin, tan despreciable, porque los cimientos mismos del sistema republicano son erosionados por quien así se comporta. Y es que, más allá del Juramento por cumplir la Constitución y las leyes, el a veces desdeñado componente moral, adquiere superior relevancia.

El contrato con un trol puede incluir una paga, o no, eso es indiferente. Lo detestable es que se establezca esa relación gobernante-trol, aunque fuese tangencial, circunstancial o «de oportunidad», pues exhibe la estatura ética del servidor público que así se comporta. Y como consecuencia, degrada la estructura democrática que más bien ha de ser fortalecida por el soberano y sus gobernantes.

¡No es un asunto menor! y por ello, y más, tal delito ha de ser sancionado por autoridades judiciales y electorales, como un esfuerzo por devolver la confianza a un pueblo abatido, que poco a poco va perdiendo la esperanza por ser testigo de un renacer robusto de su Patria, bajo la mirada de don Juanito Mora.